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EXPEDIENTE: 1186-2008

ESPECIALISTA: OSORIO

CUADERNO PRINCIPAL

INTERPONE RECURSO DE CASACIÓN

SEÑOR PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA ESPECIALIZADA EN LO

CONTENCIOSA ADMINISTRATIVA DE LIMA

JOSE HECTOR ALIAGA VERA, debidamente representado por CESAR

ENRIQUE ALIAGA MAYTA, mediante Poder elevado a Escritura Pública e

Inscrito en los Registros Públicos de Lima, con Partida Electrónica No.

11916874, a Ud. Digo

I.- PETITORIO

Que, dentro del término de ley INTERPONGO RECURSO DE CASACIÓN contra

la sentencia expedida por la Sala de su Presidencia, que en apelación declara

infundada la sentencia expedida en primera instancia que declara FUNDADA

EN PARTE la demanda Contenciosa Administrativa en contra de la Oficina de

Normalización Provisional sobre IMPUGNACIÓN DE ACTO ADMINISTRATIVO;

interponiendo el presente medio impugnatorio de casación a fin de que la

Corte Suprema de la República haga la correcta aplicación e interpretación

del derecho objetivo y las normas que garantizan el debido proceso, y CASE

LA DE VISTA, impugnación que se sustenta en las siguientes exigencias de

forma y de fondo:
II.- REQUISITOS DE FORMA DEL RECURSO QUE SE INTERPONE

(Art. 32º DE LA LEY Nº 27584, LEY QUE REGULA EL PROCESO

CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. MODIFICADO POR EL DECRETO

LEGISLATIVO No. 1067:

Recursos En el proceso contencioso administrativo proceden los siguientes

recursos:

3. El recurso de casación contra las siguientes resoluciones:

3.1 Las sentencias expedidas en revisión por las Cortes Superiores;

3.2 Los autos expedidos por las Cortes Superiores que, en revisión, ponen fin

al proceso.

El recurso de casación procede en los casos que versen sobre pretensiones no

cuantificables.

III.-REQUISITOS DE FONDO DEL RECURSO DE CASACIÓN

DEL NO CONSENTIMIENTO DE LA SENTENCIA EN PRIMERA

INSTANCIA

No se ha consentido la sentencia de Primera Instancia, por cuanto la

demandada interpuso recurso de apelación contra la sentencia que ampara la

pretensión mi demandante; posteriormente la sentencia expedida por

segunda instancia declara reforma la sentencia de primera instancia,

declarando infundada la demanda presentada por mi persona en contra de la

ONP.

IV.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN

Este recurso se sustenta en lo siguiente:


LA APLICACIÓN INDEBIDA DE LA DOCTRINA JURISPRUDENCIAL (Art.

386º inc. 1 del CPC)

PRIMERO.- En efecto, de la visualización del considerando quinto de la

resolución impugnada, se señala: “Que en reiterada jurisprudencia, el

tribunal Constitucional ha señalado que: el beneficio de la pensión mínima no

resulta aplicable aun cuando la contingencia se hubiere dado durante la

vigencia de la norma, en aquellos casos en que por disposición del artículo 81

del Decreto Ley 19990, el pago efectivo de las pensiones devengadas se

inicie con posterioridad a la derogación de la Ley 23908.

Al respecto cabe señalar que de de acuerdo a la Resolución NO. 0000016253-

2005-ONP//DC/DL 199990, expedida por la Oficina de Normalización

Provisional, la demandada reconoce mi derecho a la pensión desde el 19 de

marzo de 1991; pues tener más de 26 años de aportación y contar con

sesenta años, razón por la cual alcance EL PERIODO DE CONTINGENCIA EL

19 DE MARZO DE 1991

SEGUNDO.- Que si bien es cierto la Resolución NO. 0000016253-2005-

ONP//DC/DL 199990, recién se expide en el año 2005, vale decir con

posterioridad a la derogación de la Ley No. 23908, que modificó el Decreto

Ley No. 19990.

TERCERO.- La Ley N.º 23908 modificó el Decreto Ley N.º 19990, que en su

diseño estableció la pensión inicial como la resultante de la aplicación del


sistema de cálculo previsto para las distintas modalidades de jubilación,

creando el concepto de pensión mínima, la que, independientemente de la

modalidad y del resultado de la aplicación de los métodos de cálculo, se

convirtió en el monto mínimo que correspondía a todo pensionista del

Sistema Nacional de Pensiones.

CUARTO.- La pensión mínima se estableció originalmente en un monto

equivalente a tres sueldos mínimos vitales; pero, posteriormente, las

modificaciones legales que regularon los sueldos o salarios mínimos de los

trabajadores la transformaron en el Ingreso Mínimo Legal, el mismo que, sólo

a estos efectos, debe entenderse vigente hasta el 18 de diciembre de 1992.

QUINTO.- El Decreto Ley N.º 25967, vigente desde el 19 de diciembre de

1992, modificó los requisitos del Decreto Ley N.º 19990 para el goce de las

pensiones, entendiéndose que, desde la fecha de su vigencia, se sustituía el

beneficio de la pensión mínima por el nuevo sistema de cálculo, resultando, a

partir de su vigencia –19 de diciembre de 1992–, inaplicable la Ley N.º

23908.

SEXTO.- Por tanto, la pensión mínima regulada por la Ley N.º 23908 debe

aplicarse a aquellos asegurados que hubiesen alcanzado el punto de

contingencia hasta el 18 de diciembre de 1992 (día anterior a la entrada en

vigencia del Decreto Ley N.º 25967), con las limitaciones que estableció su

artículo 3º, y sólo hasta la fecha de su derogación tácita por el Decreto Ley

N.º 25967.
SEPTIMO.- Debe entenderse que todo pensionista que hubiese alcanzado el

punto de contingencia hasta antes de la derogatoria de la Ley N.º 23908,

tiene derecho al reajuste de su pensión en un monto mínimo equivalente a

tres sueldos mínimos vitales o su sustitutorio, el Ingreso Mínimo Legal, en

cada oportunidad en que estos se hubieran incrementado, no pudiendo

percibir un monto inferior a tres veces el referente, en cada oportunidad de

pago de la pensión, durante el referido periodo.

OCTAVO.- Además de ello derecho pensionario se rige por la teoría de los

derechos adquiridos, vale decir que prevalecen los actos nacidos con la

legislación derogada, aún cuando la legislación vigente no la reconozca, son

aquellos derechos que han entrado en nuestro dominio, que hacen parte de

él, y de los cuales ya no pueden privarnos aquel de quien lo tenemos. Si las

relaciones existentes a la fecha en la que se produce la sucesión normativa se

rigen por la nueva norma, habrá retroactividad de ésta y si se rige por la

antigua, entonces habrá irretroactividad. La retroactividad consiste en

continuar aplicando la norma anterior a los derechos ya adquiridos en virtud

de relaciones existentes a la fecha de la entrada en vigencia de la nueva

norma. Teniendo además que la teoría de los derechos adquiridos se basa en

el reconocimiento del principio de intangibilidad.

NOVENO.- Según el autor León Barandiarán, “derecho adquirido” es aquel

que ha sido ejercido, que se ha manifestado en el mundo de los hechos, con

la verificación de sus efectos. Esos efectos son intangibles. Pero los efectos

que sobrevengan con posterioridad, así procedan de hechos anteriores a la


nueva ley, caen dentro de ésta, porque no son derechos adquiridos. Con este

punto de vista se distingue el hecho de sus efectos, discriminando respecto a

estos últimos según que aparezcan antes o después de la ley. De este modo

se rechaza la vieja fórmula de que el tiempo rige el acto. Una parte

importante del fundamento de la irretroactividad de las normas encuentra su

razón de ser en la teoría de los derechos adquiridos.

DECIMO.- Para la doctrina, el derecho a la seguridad social integra y regula

todas las estructuras creadas con el propósito de conferir a los individuos y a

sus familias una protección jurídicamente garantizada en los supuestos de

necesidad bio-económica; así como el ámbito de las relaciones entre sus

estructuras. Así lo afirma con pequeños matices Gustavo Bacacorzo (1969 :

p. 10 y ss. ) y Miguel Ángel Cordini (1966 : p. 7).

UNDECIMO.- Consideramos que desde el punto de vista económico y por

qué no, iusnaturalista, la vida del hombre tiene dos espacios, uno de

productividad y otro desprovisto de actividad económico-productiva; éste

segundo espacio, se evidencia en dos momentos distintos y opuestos, cuando

se prepara para ser productivo y en la vejez. Mientras se prepara para ser

productivo, el amparo de los padres y de la familia es el sustento que

garantiza su subsistencia, pero durante la vejez, resulta indispensable un

sistema de seguridad social que garantice la subsistencia digna del hombre;

toda vez que con su fuerza de trabajo aportó a la sociedad y cumplió su

función social dentro de ésta.


DUODECIMO.- Entonces, podemos aseverar que el conjunto de elementos

que contiene el derecho a la seguridad social, cuyo presupuesto fundamental

es la contingencia futura, pueden resumirse desde el punto de vista de su

estrecha relación con el Derecho del Trabajo, en autónomos y en aquellos

derivados de una relación laboral. Los primeros definidos así, porque sólo

encuentran como fuente su esencia misma de derecho humano, siendo

obligación del Estado proveerla; y los segundos, definidos en la medida que

la causa de su prestación se encuentra establecida o consolidada durante la

vigencia del contrato de trabajo, es decir, se dan teniendo como presupuesto

no sólo el derecho humano que los informa; sino además la prestación

económica que durante la vigencia del contrato de trabajo el individuo

efectúan a una administradora que puede ser el Estado o un particular; tal es

el caso del seguro de accidentes, enfermedad, previsional y otros.

En efecto, desde este punto de vista, el derecho a una pensión no puede ser

sino una segunda expresión del derecho laboral que por razones de origen

son indesligables en la rama del derecho social, desarrollados al amparo de

principios comunes y con la connotación particular de hemos anotado.

DECIMO TERCERO.- Por otro lado, es una realidad que desde siempre el

sector de los cesantes o jubilados, el que paso a la vejez y ya no es

productivo, resulta el más olvidado; por cuanto, al adquirir la condición de

cesante o jubilado o simplemente adulto mayor, la propia familia y el entorno

social le resta importancia y hasta lo denigra. Adicionalmente al declive de su

vida social, el propio Estado lo olvida con el valor de la pensión con la que se
retiró, sin tener en cuenta que si bien es cierto su actividad social, y en un

supuesto idóneo, sus responsabilidades familiares disminuyen, sus

necesidades de atención médica y prevención son mayores, más aún en un

País en el que la seguridad social en términos de salud es por decir lo menos

insuficiente.

V.- ¿POR QUÉ NO DEBE APLICARSE EL PRECEDENTE VINCULANTE

(Doctrina Jurisprudencial)

PRIMERO.- Tal como lo hemos señalado en los puntos anteriores,

consideramos que en la sentencia de vista presenta una APLICACIÓN

INDEBIDA Del precedente vinculante Resolución No. 39411-2003-ONP/DC/DL

19990 en cuanto señala que: “el beneficio de la pensión mínima no resulta

aplicable aun cuando la contingencia se hubiere dado durante la vigencia de

la norma, en aquellos casos en que por disposición del artículo 81 del Decreto

Ley 19990, el pago efectivo de las pensiones devengadas se inicie con

posterioridad a la derogación de la Ley 23908.” No se considera que si bien

Resolución NO. 0000016253-2005-ONP//DC/DL 199990, expedida por la

Oficina de Normalización Provisional, la demandada reconoce mi derecho a la

pensión desde el 19 de marzo de 1991; es así que alcancé EL PERIODO DE

CONTINGENCIA EL 19 DE MARZO DE 1991, siendo reconocida tal situación

por la ahora demandada Oficina de Normalización Provisional, mediante la

Resolución NO. 0000016253-2005-ONP//DC/DL 199990.

SEGUNDO.- La Constitución Política de 1993 en su primera Disposición Final,

establecía antes de ser modificada por el Artículo 3 de la Ley N° 28389,


publicada el 17-11-2004 que señala que: “Los nuevos regímenes sociales

obligatorios, que sobre materia de pensiones de los trabajadores públicos, se

establezcan, no afectan los derechos legalmente obtenidos, en particular el

correspondiente a los regímenes de los decretos leyes 19990 y 20530 y sus

modificatorias” .

Es así que la Constitución reconocía los derechos legalmente obtenidos, vale

decir los derechos adquiridos, de esta manera al alcanzar el periodo de

contingencia el 19 de marzo de 1991; fue reconocida esta situación por la

actual Constitución.

TERCERO.- Por tanto prevalecen los actos nacidos con la legislación

derogada, aún cuando la legislación vigente no la reconozca, son aquellos

derechos que han entrado en nuestro dominio, que hacen parte de él, y de

los cuales ya no pueden privarnos aquel de quien lo tenemos. Si las

relaciones existentes a la fecha en la que se produce la sucesión normativa se

rigen por la nueva norma, habrá retroactividad de ésta y si se rige por la

antigua, entonces habrá irretroactividad. La retroactividad consiste en

continuar aplicando la norma anterior a los derechos ya adquiridos en virtud

de relaciones existentes a la fecha de la entrada en vigencia de la nueva

norma. Teniendo además que la teoría de los derechos adquiridos se basa en

el reconocimiento del principio de intangibilidad.

CUARTO.- Por lo expuesto en los puntos anteriores, es que consideramos

que la resolución de vista incurrió en la APLICACIÓN INDEBIDA del


precedente vinculante Resolución No. 39411-2003-ONP/DC/DL 19990, dado

que por la teoría de los hechos adquiridos mi derecho a la pensión fue

alcanzado dentro de los alcances de la ley 23908, que modificó el Decreto

Ley 19990, y como tal recaen sobre mi persona cada una de las

consecuencias que se deriven de dicha norma. Es así que se estable que la

pensión mínima se estableció originalmente en un monto equivalente a tres

sueldos mínimos vitales o su sustitutorio, el Ingreso Mínimo Legal, en cada

oportunidad en que estos se hubieran incrementado, no pudiendo percibir un

monto inferior a tres veces el referente, en cada oportunidad de pago de la

pensión, durante el referido periodo.

POR TANTO:

Cumplidos con los requisitos de forma y de fondo, solicito a la sala de su

presidencia, se me conceda el recurso de casación a efecto de que calificada

que sea por la Corte Suprema de la República, se declare su procedencia y en

su oportunidad se declare fundada.

Lima, 29 de abril del 2009

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CESAR ENRIQUE ALIAGA MAYTA

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