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Antología Derecho Civil Ii
Antología Derecho Civil Ii
ANTOLOGÍA
DERECHO CIVIL II
Elaborado por:
UNIDAD 2
UNIDAD 3
UNIDAD 4
UNIDAD 5
SERVIDUMBRES
UNIDAD 6
UNIDAD 7
PRESCRIPCIÓN Y POSESIÓN
UNIDAD 8
SUCESIÓN TESTAMENTARIA
SUCESIÓN LEGÍTIMA
UNIDAD 1
PATRIMONIO, BINES, DERECHOS REALES
PERSONALES Y OBLIGACIONES
REALES O PROTER-REM Y
LOS DERECHOS REALES INFACIENDO
Sumario
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Antología Derecho Civil II
Universalidad jurídica
Es el conjunto de bienes, derechos, cargas y obligaciones de una persona
apreciables en dinero, todo ello constituye una universalidad jurídica. La cual integra
el patrimonio; es decir si el conjunto no forma una universalidad jurídica, no es un
patrimonio; existen en el derecho masas de bienes que se llaman universalidades de
hecho, pero no son patrimonios, la persona podrá tener diversas universalidades de
hecho, pero solo un patrimonio que se presenta como único, indivisible y abarcando
todo el conjunto de bienes presentes, como los bienes, derechos y obligaciones
futuros.
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10. Como consecuencia de que el patrimonio constituye una prenda tácita a favor de
los acreedores, se desprende que no hay privilegios en los acreedores ordinarios
en cuanto a la fecha.
11. Existen dos formas de transmisión patrimonial, la integral o en sentido objetivo
que sólo es posible mediante la herencia; y la parcial o en sentido objetivo y para
el caso de derecho francés si el heredero no invoca que recibe la herencia a
beneficio de inventario automáticamente tendrá que responder ilimitadamente del
pasivo del autor de la herencia.
12. El patrimonio como universalidad jurídica tiene una protección eficaz a través de
tres acciones principales: 1° La acción de enriquecimiento sin causa; 2° La acción
de petición de herencia y 3° La acción que tiene el que fue declarado ausente
para exigir la devolución del patrimonio cuando aparezca.
Universalidad de hecho
Esta entidad abstracta, es también una entidad con vida independiente de sus
elementos, ya que se distingue de la universalidad jurídica de que sólo comprende
una masa de bienes destinados a un fin económico determinado. La universalidad
de hecho se distingue de la jurídica en razón de que la primera sólo comprende
ciertos bienes que forman una parte del activo patrimonial de la persona. Como por
ejemplo el fundo mercantil es una universalidad de hechos, el ganado objeto de un
contrato, testamento o usufructo. La autonomía que tiene esa masa de bienes es
económica y no jurídica.
Derecho real
Por derecho real se entiende el poder jurídico que una persona ejerce directa
o inmediatamente sobre una cosa, para aprovecharla total o parcialmente, siendo
este poder jurídico oponible a todo el mundo. El titular del derecho tiene un dominio
sobre una cosa, dominio que le confiere la ley, pero la extinción de este poder
depende de la naturaleza del derecho. Se señalan como cualidades de los derechos
reales los derechos de preferencia y de persecución. La preferencia la encontramos
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Derecho personal
El derecho personal también llamado derecho de crédito, es la facultad que
una persona (acreedor), tiene para exigir de otra (deudor), la entrega de una cosa o
la ejecución de un hecho positivo o negativo. Es decir, el acreedor tiene la facultad
de exigir al deudor una prestación o una abstención de carácter pecuniario.
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consumibles, que son aquellas en las que sólo con un uso reiterado se van
transformando, desgastando, o consumiendo. Ejemplo las llantas que solo con un
uso reiterado se extinguen.
Cosas divisibles son las susceptibles de fraccionarse sin que el valor
económico de la suma de sus partes sea inferior al valor del todo. Ejemplo un
puerco.
Las indivisibles son aquella cuyo valor económico total solo existe en tanto
constituya una unidad. Ejemplo un caballo de pura sangre.
Bienes de dueño cierto y conocido.
Bienes abandonados y perdidos cuyo dueño se ignora, se les denomina
mostrencos cuando son bienes muebles. Y bienes vacantes cuando son inmuebles
que no tienen dueño cierto o conocido.
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Obligaciones
Definición y terminología.- La obligación es una relación jurídica entre
dos personas, en virtud de la cual una de ellas, llamada "acreedor", tiene el
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derecho de exigir cierto hecho de otra, llamada "deudor".La obligación tiene, pues,
como efecto, ligar una persona a otra; forma ella lo que sed denomina vínculo de
derecho (traducción de la expresión latina vinculum juris). Esta relación se llama
"crédito", cuando se considera desde el punto de vista de acreedor; y "deuda",
cuando esta consideración se hace desde el punto de vista del pasivo del deudor.
La palabra "obligación" es la única que puede servir para designar por
completo esta relación, hecha abstracción del diferente papel que en ella
desempeñan las partes. En este sentido extenso, la palabra "obligación" equivale
a ésas otras dos reunidas: "crédito" y "deuda"; también la palabra "obligación" se
emplea cuando se quiere hacer el estudio general de los derechos de crédito,
estudio que se llama teoría de las obligaciones. Pero la palabra "obligación" tiene
también un sentido restringido, puramente pasivo, en el caso es sinónima de la
palabra "deuda", por ejemplo, se habla de "la obligación contraída por el deudor".
Obligaciones positivas y obligaciones negativas.- Se llama "objeto de la
obligación" lo que el acreedor tiene derecho de exigir del deudor. Este objeto
consiste, en general, en la realización de un hecho positivo, que toma el nombre
de presentación. A veces también el objeto de la obligación es un hecho negativo,
es decir, el deudor está obligado a no hacer una cosa que tendría el derecho de
hacer si la obligación no existiera; entonces se dice que la obligación tiene por
objeto una abstención.
Obligaciones de hacer y obligaciones de dar.- No hay ninguna diferencia
que señalar entre las obligaciones negativas que tienen por objeto una abstención;
todas se llaman obligaciones de no hacer. En cambio, las que tienen por objeto
una prestación positiva podemos subdividirlas. A veces esta presentación tiene el
carácter de un simple hecho material; por ejemplo hacer un servicio, dar una
lección a un niño, un trabajo de limpieza, de construcción, de repartición, etc. A
veces la prestación consiste en una transmisión de propiedad o de un derecho real
es decir, es un acto jurídico de naturaleza determinada: una persona se
compromete a transferirme la propiedad de su casa o a constituir, en mi provecho,
un derecho de servidumbre, o de hipoteca sobre su casa. He aquí dos especies de
obligaciones positivas que desde varios puntos de vista no están reglamentadas
por los mismos principios; hay diferencias considerables entre ellas. También es
útil hacer su distinción en el lenguaje. Se llaman obligaciones de hacer las que
tienen por objeto un hecho material; obligaciones de dar las que tiene por objeto
especial la transmisión de un derecho.
Sentidos diversos de las palabras "derecho personal".- Al derecho de
crédito comúnmente se le llama "derecho personal". Esta expresión es de origen
latino. Los romanos llamaban actio in persona, a la acción por la cual un acreedor
hacia valer sus derechos. También nosotros llamamos acciones personales a las
acciones que sancionan los créditos. De aquí un uso muy extendido, que aplica la
calificación de "personal" al derecho de crédito mismo; este uso ha sido muy
favorecido por la circunstancia de que las palabras "derecho personal" forman una
antítesis perfecta de los términos "derecho real".
Sin embargo, este uno no es conveniente y debería abandonarse porque la
expresión "derecho personal" es ambigua. Además del sentido que acaba de
indicarse tiene, por lo menos , otros dos. Designa: 1º Los son derechos personales
en el sentido de que no pasan a los herederos; 2ª Los derechos inembargables,
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que son aquellos que los acreedores de una persona no pueden ejercer por
cuenta de ella, como se los permite, en general; hay derechos excepcionales que
son "personales", en el sentido de que están unidos por completo a la persona y
no son susceptibles de ser ejercidos por otros ni aun en vida de su titular. Esto da
tres sentidos a la misma expresión. Así cuando se dice que un derecho es
personal, se corre el riesgo de no ser comprendido, a menos que se explique al
mismo tiempo, por qué razón se le califica así.
Derechos reales
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No puede haber en el derecho real una relación de orden jurídico entre una persona y una cosa,
porque dar al hombre un derecho sobre la cosa equivaldría a imponer una obligación a la cosa, a
favor del hombre, lo que sería absurdo. El derecho sólo puede existir en provecho de una persona
y contra otras personas capaces de soportarlo como sujetos pasivos, es decir, capaces de tener
obligaciones.
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En otras palabras, el derecho real, como todos los demás derechos, tiene
necesariamente un sujeto activo, un sujeto pasivo y un objeto. La definición que
critico incurre en el error de suprimir al sujeto pasivo y de atenerse a los otros dos
términos, pues reduce el derecho real a un limitada relación entre el sujeto activo y
el objeto del derecho de este sujeto, que es la cosa poseída.
Análisis del derecho real.- Apliquemos estas ideas al derecho de
propiedad, hay una persona que nos proporciona uno de los dos términos de la
relación y es el propietario, nos queda solamente por encontrar el otro término,
que no es difícil de descubrir: es todo el mundo, excepto el propietario. Un derecho
real cualquiera es, pues, una relación jurídica establecida entre una persona como
sujeto activo y todas las demás como sujetos pasivos. Esta relación es de orden
obligatorio; es decir, tiene la misma naturaleza que las obligaciones propiamente
dichas. La obligación impuesta a los sujetos pasivos es puramente negativa:
consiste en abstenerse de todo lo que podría turbar la posesión apacible que la ley
quiere asegurar al propietario. El derecho real debe, pues, concebirse bajo la
forma de una relación obligatoria, en la cual el sujeto activo es simple y está
representado por un sola persona, mientras que el sujeto pasivo es ilimitado en
número y comprende a todas las personas que están en relación con el sujeto
activo. El papel negativo, impuesto a estos últimos, es el que impide advertirlos; y
a ellos darse cuenta de la relación que contribuyen a formar. Como no se les pide
más que una abstención, que es el estado normal, desaparecen; y no se ve sino al
titular del derecho en posesión de la cosa que le es atribuida, ejecutando
apaciblemente en ella los actos que forman el objeto de su derecho. De aquí la
idea vulgar de la relación directa entre una persona y una cosa, idea superficial,
falsa como concepción jurídica. En el fondo las personas, obligadas a abstenerse
en provecho del titular del derecho real existen; y en esto, únicamente, se
diferencia el propietario del ladrón, quien está tanto como aquél, en relación
directa con la cosa. Nadie está obligado a respetar la posesión del ladrón; pero
todo el mundo está obligado a respetar la del propietario. El lazo obligatorio que
engloba a todo el mundo, menos al titular del derecho, se hace visible cuando éste
es violado. El que lo viola es condenado a una reparación, lo que no se
comprende si no hubiese estado desde antes obligado.
Poder jurídico contenido en el derecho real.- El sujeto pasivo del
derecho real aparece cuando es violado aquél. Se determina a sí mismo
oponiéndose a la reivindicación del propietario. Pero esta obligación de respetar el
derecho de los demás, común a todos los derechos reales, no basta para
determinar el contenido de tal o cual derecho real en particular. El titular del
derecho tiene un poder jurídico que le es conferido por la Ley, y que no se explica
únicamente por la posesión. Este poder depende de la naturaleza de su derecho;
así el usufructuario, o el titular de una servidumbre no tienen las mismas
facultades que el propietario. Es preciso, pues, en una definición completa del
derecho real, tener en consideración no solamente el carácter general de la
obligación, sino también el del derecho conferido a la persona para obtener tal o
cual ventaja de la cosa.
Diversas obligaciones legales comparables a los derechos reales.- Los
derechos reales no son las únicas relaciones obligatorias que engloban, como
sujetos pasivos, a todos los hombres, exceptuando solamente al que desempeña
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Bibliografía
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Unidad 2
LA PROPIEDAD, MODOS DE ADQUIRIR LA PROPIEDAD,
PROPIEDAD EN SU ASPECTO JURÍDICO, REFORMAS Y
ADICIONES Y GARANTÍAS DEL DERECHO DE
PROPIEDAD
Sumario
2.1 Concepto de propiedad.- 2.2 Expropiación y Acción
Reivindicatoria.- 2.3 Enumerar las formas de adquirir la
propiedad y explicar de manera breve cada una de ellas.- 2.4
Modos de adquisición.- 2.5 Formas de ocupación en nuestro
derecho positivo (adquisición de tesoros, captación de aguas y
adquisición de animales por la caza y por la pesca).- 2.6 La
accesión.- 2.7 Aluvión, avulsión.- 2.8 Edificación, plantación y
siembra.- 2.9 Incorporación, confusión, mezcla y
especificación.- 2.10 Extensión del derecho de propiedad.-
2.11 Garantías del derecho de propiedad.
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Reivindicación
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ha poseído, por sí mismo o por sus autores, durante un tiempo exigido para la
usucapión. Aun, este procedimiento es, a veces, defectuoso, a causa de las
suspensiones de la prescripción que admite la ley en provecho de los incapaces,
porque estas suspensiones, repitiéndose en provecho de varias personas, puede
retardar indefinidamente el cumplimiento de la prescripción o usucapión.
Casos en que la usucapión no se ha cumplido.- A menudo también es difícil
la prueba de la usucapión cumplida. Como es preciso resolver el litigio, se decide
de acuerdo con los siguientes principios:
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Por lo que hace a las formas de que se sirve el derecho para transmitir la
propiedad pueden enumerarse las siguientes: Contrato, Ley, Ocupación, Accesión,
Prescripción y Adjudicación.
La ocupación. Definición. La ocupación es medio originario de adquirir la
propiedad de una cosa que no pertenece a nadie; por la toma de posesión de ella,
efectuada con la intención de volverse propietario.
Este medio de adquisición fue el más importante en las sociedades
primitivas; pero en la actualidad pierde importancia desde el momento que el
número de cosas que no tienen dueño es muy reducido.
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Bibliografía
Doguit, León. La Transformaciones del derecho (público y privada)Ed. Hediasta,
Buenos Aires,1975, pp. 235-247.
Aguilar Carvajal, Leopoldo. Segundo curso de derecho civil, Bienes, derechos
reales y sucesiones, Editorial Porrúa, México, 1980, pp. 123-139.
Planiol, Marcel y Georges Ripert. Tratado elemental de derecho civil, Editorial
Cajica, México, 1983, pp. 277-400
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UNIDAD 3
COPROPIEDAD, PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
EN MATERIA DE COPROPIEDAD,
PRINCIPALES DERECHOS Y OBLIGACIONES
DE LOS COPROPIETARIOS,
FORMAS DE COPROPIEDAD Y CONDOMINIO
Sumario
3.1 Definición de copropiedad.- 3.2 Naturaleza jurídica de
la copropiedad.- 3.3 Computo de votos.- 3.4 Principios que
rigen en materia de copropiedad.- 3.5 El derecho del tanto.-
3.6 Formas de copropiedades.- 3.7 Condominio.
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Sobre esta parte alícuota cada propietario es dueño absoluto, sufriendo sólo
las restricciones o modalidades de que toda forma de propiedad puede ser objeto.
El número de los copropietarios no tiene límite teórico, pero de hecho la
mayoría de las indivisiones existen entre personas poco numerosas. Las partes de
cada uno en la propiedad común pueden ser iguales o desiguales. Si hay
desigualdad esta puede alcanzar cualquier medida.
Cómo termina la indivisión.- El estado de indivisión termina con la
partición, la cual atribuye a cada propietario una parte divisa de la cosa, en lugar de
la parte indivisa que tenía con anterioridad. La parte material que se atribuye a cada
uno, debe tener un valor proporcional a la parte abstracta que le correspondía en el
derecho de propiedad sobre la cosa. La partición localiza, pues, el derecho de
propiedad. Los copropietarios obtienen cosas menores que la cosa total; pero
tienen en cambio la ventaja de ser propiedades libres; donde el derecho de cada
uno no está limitada por la coexistencia de derechos rivales. La partición es, pues,
un acto jurídico cuya función propia es terminar con la indivisión separando la cosa
en partes o porciones.
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Teorías de la internidad
Según las distintas formulaciones que de esta teoría se han hecho, la
propiedad durante el tiempo de la comunidad deja de existir, presentándose en una
situación interina, que dura hasta que se produce el momento de la división. Los
distintos matices que dan lugar a los distintas posturas doctrínales viene a coincidir
en lo sustancial.
Teorías de la división
Dentro de este grupo de teorías, y por contraste con el anterior, incluimos
todas aquellas doctrinas que han negado la existencia de un derecho único
también. Afirman la existencia de varios titulares, tantos como sean los
copropietarios. En unos casos estas distintas titularidades surgen a consecuencia
del reconocimiento de varios derechos de propiedad sobre partes de la cosa, que,
pro consiguiente, aparece dividida, aunque lo sea sólo intelectualmente; son, por
tanto, partes ideales y no materiales. En otros lo que aparece dividido no s la cosa,
sino el derecho de propiedad que sobre la misma existe, produciendo su división el
nacimiento de otras tantas titularidades distintas e independientes.
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1. Voluntarias y forzosas
2. Temporales y permanentes
3. Reglamentadas y no reglamentadas
4. Sobre bienes determinados y sobre un patrimonio o universalidad
5. Por acto entre vivios y por causa de muerte
6. Por virtud de un hecho jurídico y por virtud de un acto jurídico.
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Prueba de la medianería
Prueba por medio de títulos.- Las cuestiones sobre medianería son una
causa perpetua de diferentes entre vecinos sobre todo, tratándose de muros cuya
construcción en antigua. ¿Cómo probar que un muro de separación en medianero o
que no lo es?. Regularmente esto debería hacerse por medio de un título de
propiedad se ocupan de los muros; casi nunca producen efectos contra el vecino.
Así el título de compra de mi terreno, dice que está limitado de tal lado por un muro
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medianero. Este título no hace prueba contra mi vecino, porque no emana de él.
Para que sea oponible a los dos vecinos, es preciso que el título esté firmado por
sus dos causantes o que emane de un causante común, por ejemplo, un tercero
que anteriormente fue propietario de los dos terrenos, vendió uno y se reservó la
propiedad exclusiva del muro de separación.
Prescripción.- A falta de título, la prescripción podrá algunas veces resolver
la cuestión. Si hace más de treinta años que el muro es poseído en común, por los
dos vecinos, o exclusivamente por uno de ellos, será, según el caso medianero o
privado.
Signos de medianería.- Cuando el título y la prescripción faltan, la
medianería o no medianería pueden reconocerse por medio de ciertos signos: el
propietario que levanta el muro sin el concurso de su vecino, no lo construye como
si fuese medianero, sino de tal manera que las aguas pluviales que caigan sobre el
vértice del muro, se viertan en su terreno, pues el desagüe es una carga que no
puede él eludir, ni siquiera parcialmente, con perjuicio de tercero. El muro será,
pues, de un lado recto y a plomo con su parámetro, mientras que del otro, su vértice
presentará una pendiente en todo su espesor. Estos son signos contrarios a la
medianería; pero no son los únicos. Puede haber otros que varían según la
naturaleza de las cercas y de los usos locales. El legislador no pretendió establecer
a este respecto reglas limitativas. Por otra parte los signos de medianería sólo son
presunciones de hecho que pueden destruirse en razón de otras circunstancias.
Presunciones de medianería.- Estos signos no bastan porque
frecuentemente no existen. La ley ayuda entonces a los propietarios estableciendo
algunas presunciones de medianería, que en ciertas circunstancias dispensarán de
toda investigación. Se presumen medianeros los muros que sirven de separación:
1º Entre construcciones
2º Entre parios y jardines. Aunque la cuestión sea discutida, la ley habla aquí
de terrenos completamente cercados.
3º Entre predios rústicos cercados. La presunción se aplica no sólo a los
muros sino a todas las cercas, setos vivos, zanjas, etc.
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casas y, sobre todo, el de las escaleras, cuyo estado, a menudo, contrasta con el
arreglo de los apartamientos.
Relaciones entre los copropietarios.- Se reglamentó la repartición de las
obligaciones y gastos, entre los propietarios de los pisos; pero las reglas
establecidas sólo se aplican a falta de comercio en contrario, porque casi siempre
existes convenciones al respecto.
En principio ninguno de los propietarios puede modificar su propiedad si esta
modificación es de tal naturaleza que pueda dañar alguno de los demás.
Derecho de superficie
Definición.- Es derecho consiste en la propiedad de plantaciones o edificios
situados en un terreno ajeno. En principio, todo lo que se encuentra sobre el suelo
pertenece al propietario de éste, por efecto de la accesión. El derecho de superficie
establece una excepción a este principio, al separar las propiedades de la superficie
y del suelo.
Caracteres jurídicos.- La superficie forma, como el mismo predio, una
propiedad inmueble y, por consiguiente, susceptible de hipoteca.
Por su naturaleza, la superficie es perpetua como todas las propiedades.
Esto constituye su más grande inconveniente, no estando en indivisión el
propietario de la finca y el de la superficie, es imposible la partición, y el suelo es
indefinidamente improductivo para el propietario, por efecto del derecho de
superficie que pertenece a otro.
Ejemplos particulares.- Arrendamiento con facultad de construir.
Frecuentemente un industrial que no tiene el capital necesario para adquirir un
inmueble, o que no desee invertirlo en él, arrienda un terreno sin construcción, en el
cual, con autorización del propietario, levanta construcciones ligeras, como
hangares, talleres, etc- El contrario establece entonces la condición jurídica de
estas construcciones. Se puede pactar que pertenezcan al propietario, conforme al
principio de la accesión, y, en tal caso, el arrendamiento no crea un derecho de
superficie. Es posible, también, pactar que serán propiedad del arrendatario que las
construye, y entonces nos encontramos ante un caso de superficie temporal. El
arrendatario puede hacer de la superficie un medio crédito, hipotecando sus
construcciones; pero no puede darlas en prenda al mismo tiempo que el derecho de
arrendamiento, pues estas construcciones son inmuebles, y la prenda sólo recae
sobre muebles.
Un problema grave, que las partes deben resolver en su contrato es la
suerte de tales construcciones al concluir el arrendamiento. Con frecuencia se
establece en él que pertenecerán al propietario con o sin indemnización; otras
veces, sobre todo cuanto tiene poco valor, el arrendatario se compromete a
levantarlas al terminar el contrato y a entregar el terreno nivelado y sin
construcciones.
Arrendamiento con dominio recuperable.- Es una forma de arrendamiento
particular donde el inquilino o colono es propietario de todos los edificios y
superficies, que comprenden no solamente las construcciones y plantaciones, sino
también todos los trabajos capaces de mejorar el suelo, como las zanjas, drenajes,
pozos, bardas, etc., es decir, todo lo que se debe al trabajo del hombre. En razón
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Bibliografía
Beltrán, Heredia Leopoldo. Naturaleza jurídica de la copropiedad, En Revista de
Derecho Privado, tomo XXXVII, núm. 44, Madrid, noviembre de 1953, pp. 956-976.
Planiol, Marcel y Georges Ripert. Tratado elemental de derecho civil, Editorial
Cájica, México, 1983 pp. 184-199.
Rojina Villegas Rafael. Compendio de Derecho Civil II, Editorial Porrúa, México,
1963, pp. 111-118.
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UNIDAD 4
USUFRUCTO, USO Y HABITACIÓN
Sumario
4.1 Definición de usufructo.- 4.2 Bienes sobre los cuales se
puede construir el usufructo.- 4.3 Cuasiusufructo.- 4.4
Acciones del usufructuario.- 4.5 Derechos y obligaciones
antes, durante y después de constituido el usufructo.- 4.6
Casos en que se requiere fianza según la ley.- 4.7
Diferencias entre frutos y productos para este fin.- 4.8
Derechos y obligaciones del dueño.- 4.9 Concepto de uso.-
4.10 Concepto de uso.- 4.11 Concepto de derecho de
habitación.- 4.12 Derechos y obligaciones de uso y el
derecho de habitación.- 4.13 Extinción del uso y del
derecho de habitación.- 4.14 Disposiciones legales
aplicables.-
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tiene desde este punto de vista, para los herederos del testador, la misma fuerza
obligatoria que el contrato. El usufructuario carece de esta acción, cuando su
derecho procede de la ley.
Al formular su demanda, el usufructuario no puede exigir que el nudo
propietario le entregue la cosa en buen estado. Debe recibirla en el estado en que
se encuentre. Tal es, por lo menos, la regla; pero nada impide a las partes
renunciar a ella y establecer sobre este punto una obligación espacial a cargo del
nudo propietario.
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Fianza
El usufructuario debe "obtener fiador". Fiador es una persona que ante nudo
propietario se compromete por el usufructuario, para responder por éste y sirve de
garantía. Es posible que el usufructuario llegue a deber sumas considerables de
dinero, con motivo de abusos en el ejercicio de su derecho, de los deterioros,
pérdidas o destrucciones ocasionadas por su culpa, o porque debe restituir el valor
de las cosas consumibles por el primer uso que hubiere recibido. La ley trata de
garantizar al nudo propietario, contra el peligro que significa la insolvencia del
usufructuario. Por esto lo obliga a obtener un fiador. Naturalmente, el fiador
propuesto por el usufructuario debe ser solvente.
derivado del arrendamiento, sólo tendrá una acción por daños y perjuicios en contra
del usufructuario si ocultó éste el término del usufructo o su carácter de
usufructuarios.
Cuando se constituye el usufructo, el usufructuario sí debe respetar los
arrendamientos existentes. Esto es evidente, supuesto que el usufructuario recibe
la cosa en el mismo estado en que la tenía el dueño y, por consiguiente, debe
respetar no sólo el arrendamiento concertado anteriormente, sino cualquier
gravamen real, servidumbre, hipoteca, que anteriormente existiere sobre la cosa;
más aún, si en los casos de venta el comprador debe respetar los arrendamientos
anteriores, cuando se constituye un usufructo, por mayoría de razón deben
respetarse esos arrendamientos.
Enajenación.- Además de esta facultad de arrendar, el usufructuario puede
enajenar su mismo derecho de usufructo. Esta es una enajenación naturalmente
condicionada a la existencia del derecho que se enajena, Si el usufructo por
definición es temporal el enajenarse se adquiere un derecho también temporal, que
se habrá de extinguir cuando termine la vida del usufructuario.
Gravamen.- Puede terminar el usufructuario gravar su derecho de usufructo:
las formas jurídicas para agravar el derecho de usufructo consisten en la hipoteca,
en la constitución de un nuevo usufructo, en la prenda, etc. La hipoteca del
usufructo se refiere exclusivamente a los frutos. Es un gravamen que termina al
extinguirse el usufructo.
Dentro de las facultades jurídicas que tiene el usufructuario, no se
encuentra, como es natural, la de enajenar la cosa usufructuada. Simplemente la de
gozarla directamente, es decir, por sí o por medio de otro, substituyéndolo en el
uso. Como el usufructo sólo da el jus utendi y el jus fruendi, lógicamente el
usufructuario no tiene el derecho de enajenar; sin embargo, esta regla general tiene
las excepciones que hemos visto para el cuasiusufructo otorga al usufructuario la
facultas de consumir y, por consiguiente, de enajenar. También cuando el
usufructuario tiene, para cumplir con el fin del usufructo, que es la explotación del
fundo, la facultad de vender las mercancías.
Obligaciones del usufructuario (Rojina Villegas Rafael)
Las obligaciones del usufructuario deben dividirse en tres momentos
importantes:
1º Obligaciones anteriores a la entrega de la cosa materia del usufructo.
2º Obligaciones durante el disfrute.
3º Obligaciones a la extinción del usufructo
Las obligaciones del primer grupo son dos fundamentales: a) Formular un
inventario, haciendo tasar los muebles y el estado de los inmuebles; y b) otorgar
fianza para responder de que disfrutará de la cosa con moderación, dice el Código
vigente, o como buen padre de familia como decía el Código anterior, indemnizando
por los daños o deterioros que sufra la cosa. Estas obligaciones son anteriores a la
entrega; si no se cumplen, el nudo propietario no tendrá obligación de entregar la
cosa mientras no se haga el inventario y se otorgue la fianza.
Las obligaciones durante el usufructo son consecuencia de la forma como de
el usufructuario usar de la cosa; como buen padre de familia o, como dice el Código
vigente, con moderación.
De este principio se derivan las siguientes obligaciones durante el usufructo:
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4.7 Diferencias entre frutos y productos para este fin (Planiol y Ripert)
Los propietarios obtienen a veces de sus bienes ciertos productos que no los
caracteres de frutos, ya sea porque les falte la periodicidad, o porque al percibirlos
agoten la sustancia de la cosa que los produce. Estos productos son, por una parte,
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los árboles, por la otra, las materias extraídas de las minas, gangas y canteras. De
la naturaleza especial de estos productos resulta que escapan, en principio, la
derecho de goce del usufructuario, quien sólo tiene derecho a los frutos
propiamente dichos. Sin embargo como la explotación de éstos a veces es una
fuente considerable de ingresos para el propietario, no se sigue una lógica rigurosa
y se les atribuye el carácter de frutos, con objeto de que el usufructuario pueda
disfrutar de ellos en ciertos casos. Debemos pues, estudiar en qué circunstancias
estos productos excepcionales se consideran frutos, siendo atribuidos al
usufructuario.
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Por muerte del usufructuario.- Hemos dicho que por naturaleza, el usufructo
es vitalicio; se extingue por la muerte del usufructuario; en consecuencia, no es
transmisible por herencia a sus herederos.
Cuando el usufructo se constituye a favor de personas morales, el legislador
ha fijado un plazo máximo de veinte años; el usufructo terminará si la entidad se
extingue antes de ese término. Naturalmente que el usufructo puede constituirse
por un plazo inferior, solamente se fija el límite máximo.
Vencimiento del plazo.- La segunda causa de extinción consiste en el
vencimiento del plazo prefijado por la duración del usufructo. Puede señalarse un
plazo para la duración del usufructo, pero este plazo se entiende siempre en el
sentido de que el usufructuario muere antes de que se cumpla, se extinguirá el
usufructo.
Cumplimiento de la condición resolutoria.- Ya hemos dicho que por condición
se entiende un acontecimiento futuro de realización incierta; que las condiciones
pueden ser de dos clases: suspensivas o resolutorias; que la condición suspensiva
impide el nacimiento del derecho hasta que se realiza y que la resolutoria lo
extingue.
Consolidación.-Una cuarta forma de extinción del usufructo consiste en la
consolidación por la reunión en una sola persona de las calidades de usufructuario
y de propietario. Esta forma se presenta cuando el usufructuario adquiere la nuda
propiedad; naturalmente que debe extinguirse el usufructo, ya que se convierte en
propietario y no puede operarse el desmembramiento que supone el usufructo y
que requiere necesariamente dos personas, una con el jus abutendi y la otra con el
jus fruendi.
Prescripción debida al no uso del derecho real de usufructo.- En el caso de
usufructo, si el titular no usa, no disfruta de la cosa la abandona, está renunciando
tácitamente a su derecho. La prescripción se funda en este caso en el abandono,
en que no se ejerza durante cierto tiempo el derecho de usufructo. Además, ese
abandono debe ser continuo, si no se interrumpe la prescripción. El usufructuario al
cabo de diez años de no haber usado su derecho en forma continua y total, lo
perderá. El plazo de diez años se fija en virtud de que para los casos no
especificados, el término máximo de prescripción negativa, en nuestro Código
vigente, es de diez años, en el anterior era de veinte, y este es un caso no
especificado.
El artículo 1038 dispone "El usufructo se extingue: V.- Por prescripción
conforme a lo prevenido respecto de los derechos reales" y en el capítulo de
posesión se dice: "Cuando un derecho no se usa se pierde la posesión del mismo".
Por consiguiente, se pierde la posesión del derecho de usufructo y, además, se
extingue el usufructo cuando no se ejerce por el término de diez años, como plazo
de prescripción.
Renuncia.- La renuncia puede ser expresa o tácita. La renuncia expresa
puede hacerse constar en un documento público o privado o bien puede
manifestarse verbalmente ante testigos. La renuncia expresa puede ser unilateral,
es decir, simple declaración del usufructuario de que renuncia al derecho, o bilateral
puede ser onerosa o gratuita, es decir, se puede renunciar merced a una
contraprestación en dinero, bienes o servicios o sin esa contraprestación. Cuando
la renuncia es bilateral y de carácter oneroso, en realidad equivale a una cesión de
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Antología Derecho Civil II
derechos; o sea a una venta, y debe llenar las formalidades del contrato de compra-
venta.
Pérdida de la cosa.- El perecimiento real o jurídico de la cosa, extingue el
usufructo. Ya sea por destrucción material o porque quede fuera del comercio.
Resolución revocación del dominio.- Una octava forma de extinción del
usufructo se refiere a la resolución o revocación del dominio, cuando éste es
revocable. Por ejemplo, se compró una cosa bajo condición resolutoria; el dueño la
da en usufructo; como el dominio es revocable, si se cumple la condición, existe la
obligación de devolver la cosa su antiguo dueño y, por consiguiente, el usufructo se
extinguirá.
Falta de fianza.- Finalmente, el usufructo se extingue en los caos en que se
otorga fianza si se trata de un usufructo a título gratuito y el constituyente no
dispensó el otorgamiento de la misma.
52
Antología Derecho Civil II
Bibliografía
Rojina, Villegas Rafael. Compendio de Derecho Civil, bines, derechos reales y
sucesiones, Editorial Porrúa, México, pp. 118-134.
Planiol, Marcel y Georges Ripert. Tratado elemental de derecho civil, Editorial
Cájica, México, 1983, pp. 313-368. En Andrés Cruz Mejía. Bienes, Antología, tomo
I, UNAM Facultad de Derecho División de Universidad Abierta, México, 1994, pp.
269-325.
53
Antología Derecho Civil II
Unidad 5
SERVIDUMBRES
Sumario
5.1.Definición y condiciones de existencia de las
servidumbres.-5.2 Bienes susceptibles de servidumbre.-5.3
Distinción entre predio sirviente y dominante.- 5.4
Caracteres jurídicos de las servidumbres.- 5.5 Diversas
clasificaciones de las servidumbres.-5.6 Reglamentación
de las servidumbres según el Código Civil del Estado de
Michoacán.-5.7 Modos de establecer las servidumbres.-
5.8 Extinción de las servidumbres.
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Antología Derecho Civil II
vencidas forma, en verdad, el caso ordinario, a tal grado que la palabra "vecino"
figuraba en el proyecto del Código. Fue suprimida por una observación del
Tribunado, y con razón, porque esta condición no es necesaria. Así, las
servidumbres de paso, de extracción de materiales y algunas otras, pueden existir
entre dos fundos alejados uno de otro. Ciertos propietarios de viñas tiene derecho
de tomar rodrigones a título de servidumbre, en bosques alejados de su propiedad
varios kilómetros.
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Antología Derecho Civil II
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Antología Derecho Civil II
2
Se decidió que la servidumbre de acueducto conserva su carácter de servidumbre continua, aun
cuando el acueducto tenga una compuerta que deba abrirse para dejar pasar el agua. Al abrirse la
compuerta el agua corre por si misma sin hechos del hombre.
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Antología Derecho Civil II
Servidumbre natural
Enumeración.- Solamente pueden admitir como servidumbres naturales las que
se derivan de la situación de los predios en que están establecidas. En realidad
59
Antología Derecho Civil II
únicamente existe una sola de esta clase; la servidumbre establecida debe considerarse
como una servidumbre legal.
Objeto de la servidumbre natural.- Esta servidumbre única en su género ,
tiene por objeto dejar correr las aguas naturales. Consiste en que todo propietario,
cuya finca esté limitada por un terreno más elevado que el suyo, está obligado a
recibir, en su finca, las aguas que naturalmente vengan de éste, siguiendo la
pendiente del suelo. Quizás esto sea para él una molestia; sin embargo, como se
trata de un fenómeno natural en que el hombre para nada interviene, esta obligado
a sufrirla sin que pueda pretender ninguna indemnización. Por tanto, esta
servidumbre existe de hecho, necesariamente; no permite ningún arreglo entre las
partes.
Hay otras consecuencias: todos los terrenos están sometidos a esta
servidumbre, aun los del dominio público.
Situación del propietario inferior.- El propietario del predio inferior no puede, por
ningún medio, librarse de esta servidumbre. Por ejemplo, le está prohibido construir un
dique que detenga las aguas en el terreno superior oque disminuyendo la corriente dejara
en la finca de su vecino el limo y la arena arrastrados por las aguas. No puede obtener el
propietario indirectamente este resultado, usando el derecho de cercar la propiedad. Si
levanta un muro para cercar su terreno, debe hacer, en él aberturas necesarias para dejar
pasar el agua.
Siempre le esta permitido hacer en su propio terreno todos los trabajos útiles que
tiendan a aligerar esa servidumbre; por ejemplo: cavar un cauce par las aguas a fin de
dirigir su corriente; pero a condición de que tales trabajos no dañen a sus vecinos
superiores o inferiores.
Límites de esta servidumbre.- La servidumbre de desagüe es muy limitada: sólo
puede aplicarse a las aguas que corren naturalmente de la finca superior, "sin que la
mano del hombre haya contribuido a ello". La naturaleza crea esta servidumbre; es
también la naturaleza quien trazó sus límites. Por ello, el texto legal dice que "el
propietario del predio superior no puede hacer nada que agrave la servidumbre del predio
inferior".
De lo anterior se concluye:
1º Que el propietario superior no puede modificar la corriente natural de las aguas
pluviales o de los manantiales que broten en su terreno, de modo que envíe a sus vecinos
una corriente de agua mayor. Sólo se le permite hacer los fosos y zanjas que se
acostumbren practicar para el cultivo en condiciones ordinarias.
2º Con mucha más razón, el propietario de la finca superior no puede engrosar
artificialmente el volumen de la s aguas, que se viertan sobre las fincas inferiores, ya sea
llevando a su casa agua tomada de fuera, para las necesidades de la irrigación o de la
industria, o ya sea tratando de descubrir manantiales subterráneos, haciéndolos brotar
inopinadamente por medio de excavaciones.
En todo caso, los propietarios de las fincas inferiores pueden exigir el fin de un
estado de cosas que les sea perjudicial y negarse a sufrir una agravación artificial de la
servidumbre natural, aun cuando se les ofrezca indemnización.
Agravaciones recientes de la servidumbre.- Las reglas anteriormente indicadas
fueron modificadas, varias veces, en interés de la agricultura. El legislador, en ciertos
casos, obligó a los propietarios de las fincas inferiores a recibir las aguas que corren de
las fincas superiores, aunque su origen no sea natural. Se ordenó esto primero tratándose
del excedente de las aguas que sirven en la irrigación, después respecto de las corrientes
nocivas o sobreabundantes. Sólo que, en todos estos casos, la servidumbre de la finca
inferior no es natural; es legal y originan una indemnización.
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Antología Derecho Civil II
Servidumbres Legales
§ 1. Servidumbres legales de interés público
61
Antología Derecho Civil II
protección, de una anchura de 500 metros, y todos los terrenos que se encuentran
comprendidos en esta zona están sujetos a diversas servidumbres.
6º Sobre el régimen de las aguas, estableció diversas servidumbres para la
rectificación o limpieza de las pequeñas corrientes de agua. Así cuando deba
agrandarse el cauce de un río o establecerse uno nuevo, pueden ocuparse los
terrenos vecinos, a título de servidumbre de paso, mediante una indemnización;
las construcciones, patios y jardines contiguos a las habitaciones son los únicos
exceptuados de esta servidumbre. Sobre la limpieza de las corrientes de agua;
sobre la energía hidráulica creo una servidumbre de sumersión en las propiedades
vecinas a la caída del agua.
7º Sobre distribución de energía eléctrica, se autoriza el paso de
conductores aéreos sobre las propiedades privadas, por las sociedades
declaradas de utilidad pública y establece servidumbres de estribo y de poda.
8º Véase la ley relativa a la fijación de edictos en monumentos históricos o
en los edificios vecinos a ellos.
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Antología Derecho Civil II
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Antología Derecho Civil II
contar del parámetro exterior del muro.3 Las vistas oblicuas son las que se encuentran en
un muro perpendicular, o aproximadamente perpendicular a la línea separativa de las dos
fincas. Basta, para estas vista de lado, la distancia de sesenta centímetros a partir del
borde de la abertura más cercana a la finca vecina. La ley asimila las vistas rectas a los
balcones y otros saledizos.
Sanción.- Las aberturas que no llenen las condiciones requeridas deben ser
cerradas, si el propietario vecino lo pide, a menos que el propietario del muro en que se
encuentren haya adquirido el derecho de conservarlas por prescripción, o por algún otro
título.
Distancia que debe observarse en las plantaciones.- Esta prohibido a los
propietarios tener árboles hasta el límite de su terreno. La distancia que se debe observar
es de dos metros o de metro y medio, según la altura del árbol.
Todo árbol plantado a me nos de 50 centímetros debe ser arrancado. Si se
encuentra plantado a más de cincuenta centímetros y no alcanza dos metros, el vecino no
tiene derecho de exigir que se arranque; solamente puede pedir que sea podado para que
no pase de dos metros de altura. Sin embargo, el propietario del árbol puede haber
adquirido el derecho de conservarlo, ya sea por algún título, por destino del padre de
familia o por prescripción de treinta años. Es este caso, sólo tiene derecho de conservar
los árboles existentes. Si mueren o si los arranca, no puede reemplazarlos sino a
condición de conservar las distancias legales. La ley es expresa sobre este punto con
objeto de dar fin a las antiguas controversias.
3
Pero esta regla no se aplica si las vistas se encuentran sobre un camino o en un terreno público,
aun cuando ese paso sea muy estrecho.
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Antología Derecho Civil II
Definición.- Cuando una finca está enclavada entre otras, es decir, cuando
no posee salida a la vía pública, su propietario tiene derecho a obtener una salida,
a través de la finca vecina, mediante indemnización, pero únicamente puede
obtener un solo paso.
A fin de resolver algunas dudas se señalan los puntos siguientes: 1º Una
finca debe considerarse como enclavada no sólo cuando no tiene ninguna salida
al avía pública, sino también cuando tiene una salida insuficiente, 2º La
explotación de la heredad, comprende tanto la explotación industrial como la
agrícola.
Dirección que debe seguirse en la apertura del paso.- "El paso debe trazarse
del lado en que el trayecto de la finca enclavada a la vía pública sea más corto"; pero este
principio sufre dos acepciones:
1º El juez puede prolongar el trayecto ya sea para hacerlo menos perjudicial a la
finca sirviente, por ejemplo cuando existen construcciones o cercas que pueden evitar
dando una vuelta, o para hacer más cómodo el acceso a la finca enclava cuando la línea
recta diera un camino muy pendiente. El juez debe tomar en consideración el interés de
las partes.
2º Cuando la finca enclavada resulta de una partición, una de las parcelas carece
de salida; el camino que necesita deber ser proporcionado por los copartícipes del
terreno; los particulares que dividen un propiedad no pueden hacer recaer sobre sus
vecinos las consecuencias de la partición, cuando por su hecho crearon una nueva finca
enclavada. No obstante, sino se consigue un paso cómodo y suficiente en las otras
porciones de la misma finca, se puede pedir a los vecinos.
Indemnización.- El paso no se obtiene gratuitamente4. Todo el que reclama un
paso debe pagar una indemnización, que se fija por peritos a falta de convenio entre las
partes y que se calcula según el perjuicio causado al predio sirviente. Esta indemnización
debe ser previa. Si el propietario que tiene derecho a ella no la reclama, prescribe en
treinta años.
4
Salvo en el caso de que la situación del predio enclavado resulte de un enajenación parcial.
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Antología Derecho Civil II
4º Servidumbres de acueducto
5º Servidumbre de apoyo
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Antología Derecho Civil II
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Antología Derecho Civil II
5
La regla se aplica en principio, tanto a las servidumbres legales como a las demás. Sin embargo,
hay ejemplos en los cuales vemos que la ley impone a los particulares, a título de servidumbre, una
prestación positiva.
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Antología Derecho Civil II
herederos del deudor; pero los adquirientes a título particular de la finca, sobre la
cual se ejecuta la obligación, no están obligados salvo pacto expreso.
Caracteres comunes a los derechos de uso y a las servidumbres.- En la
forma de un derecho real (como servidumbre predial o como derecho de uso), esta misma
obligación ofrece caracteres muy diferentes.
1º No puede tener por objeto principal una prestación positiva que se debe
efectuar por un proveedor o trabajador. Así, el usuario o el propietario del predio
dominante estará obligado a recoger por sí o por medio de otra persona la leña a que
tiene derecho; si se hubiere prometido una prestación positiva, el contrato valdrá como
obligación personal
2º La transmisión pasiva de la carga está reglamentada por principios diferentes a
los de las obligaciones, Es está una carga real que éstos sean, del predio gravado, pero
no se transmite, a los herederos del constituyente independientemente de la posesión de
este inmueble. El constituyente no contrae ninguna obligación personal, a excepción del
saneamiento cuando proceda éste.
Caracteres distintos por los derechos de uso y de las servidumbres.- A su
vez la servidumbre predial y el derecho real de uso diferentes en tres puntos:
1º Cuando hay una verdadera servidumbre predial, el derecho no puede
constituirse en tanto que la persona que deba aprovecharse de él no sea propietaria de un
inmueble, mientras que el derecho de uso puede adquirirse independientemente de toda
propiedad inmueble.
2º Otra diferencia respecto a la duración: la servidumbre predial es generalmente
perpetua; el derecho de uso necesariamente es temporal y cuando más vitalicio.
3º Sobre la transmisión del derecho: no se plantea esta cuestión tratándose de los
derechos de uso, los cuales no se pueden ceder. La servidumbre predial, considerada
como derecho activo, en transmisible; pero como tal, es inseparable de la propiedad de la
finca.
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Antología Derecho Civil II
La palabra "título", es, por otra parte, una expresión genérica, que
comprende a la vez los contratos y los testamentos. La servidumbre puede
establecerse entre vivos, por un contrato (venta, donación, etc.), o bien a la muerte
del constituyente, por medio de una legado.
Extinción de su aplicación.- El título, tal como acabamos de definirlo,
puede servir para el establecimiento de cualquiera servidumbre, continua o
discontinua, aparente o no aparente, y es el único modo de constituir las
servidumbres que tiene esa generalidad de aplicación. Es, por consiguiente, de las
tres la fuente más abundante; las otras dos sólo pueden crear ciertas obligaciones
de servidumbres.
Formas.- Cuando la servidumbre se constituye por título, es necesario,
naturalmente, observar las formas establecidas para la clase de acto que se emplea, por
ejemplo, las de la donación o del testamento, si la servidumbre se donó entre vivos, o si
se constituyó en un legado; pero la ley no establece ninguna regla particular en razón de
la circunstancias del que el acto tenga por objeto de constitución de una servidumbre. Por
tanto, la constitución de una servidumbre, por acto entre vivos a título oneroso, puede
hacerse constar en documento privado, y este mismo únicamente es necesario como
medio de prueba. En su ausencia podría suplirse par probar la convención creadora de la
servidumbre, por testigos o por presunciones, si existe un principio de prueba por escrito o
si el interés en litigio o por confesión. La constitución de una servidumbre por título puede
también ser tácita y resultar implícitamente de la combinación de las cláusulas y
estipulaciones de un contrato.
Establecimiento tácito de la servidumbre de indivisión forzosa.- Hay una
servidumbre, frecuente en la práctica, y de la cual es difícil precisar su modo de
establecimiento: es la de indivisión forzosa. Por ésta se entiende la imposibilidad, para los
copropietarios de ciertas cosas comunes, de exigir la partición. Es una servidumbre
negativa cuyo efecto es precisar a un propietario el ejercicio de una facultad que le
pertenece en virtud de su derecho de propiedad. Esta servidumbre se establece para las
partes comunes que sirven a varias propiedades, provenientes de la partición de un
propiedad mayor; por ejemplo las avenidas, patios, pozos, senderos, excusados, etc. Los
copropietarios, obligados a permanecer en la indivisión, están privados del derecho de
pedir partición. Esta servidumbre ofrece el carácter particular de que es recíproca, y de
que existe, a la vez, en provecho y a cargo de todos los copropietarios, situación que
encontramos en algunas otras servidumbres.
¿Cuál es el origen de tal servidumbre? No el destino del padre de familia, que sólo
es aplicable a las servidumbres aparentes y ésta es una servidumbre invisible y
puramente negativa. Sólo puede ella constituirse en virtud de un título; se debe considerar
que el acto de partición, al dividir los lotes y afectar ciertas partes a un uso común, creó
implícitamente esta servidumbre. Hay una dificultad: después de haber proclamado el
principio según el cual nadie está obligado a permanecer en la indivisión, añade que toda
convención contraria es nula, cuando sea perpetua, no pudiendo ser válida por más de
cinco años; pero sólo se aplica a cosas que son objeto principal del derecho de propiedad
y no a las dependencias o partes accesorias afectadas al servicio común de varios
propietarios diferentes. La convención de indivisión forzosa y perpetua está permitida en
estos casos.
Esa jurisprudencia puede basarse en un ejemplo dado por la ley misma,
tratándose de otra situación muy semejante: la situación de las paredes medianeras. En
éstas, el estado de indivisión de la propiedad va acompañada de una servidumbre
especial de indivisión perpetua y forzosa, establecida de pleno derecho y por la ley. Hay
identidad de motivos, para autorizar la misma servidumbre en las otras partes del terreno
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Antología Derecho Civil II
benévola y revocable; por consiguiente es más exacta que cuando se emplea para
designar la posesión ejercida a nombre de otro por un arrendatario.
servidumbre sea establecida por destino del padre de familia, el estado de hecho del que
nace, determina, al mismo tiempo su naturaleza y extensión.
Respecto recíproco debido a los dos predios.- En el ejercicio de la
servidumbre, el propietario del predio sirviente no puede hacer nada que tienda a
disminuir su uso o hacerla más incomoda. Por su parte, el propietario del predio
dominante debe usar de su derecho de conformidad con su título, o con su posesión
anterior, sin poder hacer ningún cambio que por su naturaleza agrave la condición del
predio sirviente.
Esta prohibición de agravar la situación del predio sirviente origina en la práctica,
numerosas dificultades. Es cierto que el titular de la servidumbre no puede sobrepasar
los límites de su derecho, por ejemplo, reclamando un derecho de paso más extenso que
el que le concede su título; pero la jurisprudencia va más lejos y decide que el título no
puede, ni aun permaneciendo dentro de sus límites, modificar el ejercicio de la
servidumbre en forma tal que hiciera más gravosa la carga, por ejemplo, utilizando la
servidumbre en provecho de varios predios o cambiando el destino del predio dominante,
o utilizándola para un uso que no había sido previsto. Hay numerosas ejecutorias sobre
estas dificultades.
Por lo demás, los tribunales tienen facultades para decretar una indemnización por
el agravamiento de la servidumbre, sin prohibir el uso de ésta.
El propietario del predio sirviente conserva todos los derechos compatibles con el
ejercicio de la servidumbre. Así si existe una servidumbre de paso, puede cercar el predio
sirviente y cerrar su entrada, a condición de entregar las llaves del portón al propietario
del predio dominante.
Trabajos de constitución y conservación.- El ejercicio de una servidumbre
exige a menudo trabajos particulares, por ejemplo construir un acueducto y mantener un
camino pavimentado, un puente, limpiar el acueducto. Siempre puede hacer estos
trabajos el propietario del predio dominante. Por lo general son a su costa y no a cargo del
propietario del predio sirviente. Sin embargo, un convenio especial puede obligar al
propietario del predio sirviente a ejecutar estos trabajos por sí mismo o por cuenta suya.
El convenio que impone esta carga al propietario de la finca sirviente es, por lo común,
como lo supone el título constitutivo de la servidumbre; pero también puede pactarse en
un acto posterior.
Caracteres de las obligaciones accesorias a las servidumbres.- Cuando una
obligación accesoria existe a cargo del propietario del predio sirviente, constituye lo que
se llama una obligación "propter rem", por la cual el propietario del predio sirviente sólo
está obligado en su calidad de detentador del bien gravado. De esto resulta:
1º Que esta carga pasa a los propietarios sucesivos del predio sirviente y no a los
herederos del propietario, cuando no adquieren este predio por herencia.
2º Que el propietario actual de la finca sirviente, puede siempre liberarse de esta
obligación, abandonando la finca gravada con la servidumbre. Es un principio tradicional
en el derecho el poder uno liberar de esa clase de obligaciones por el abandono. No
siempre es necesario abandonar totalmente el predio sirviente, como parece suponer la
ley, por ejemplo, cuando se trata de una servidumbre de paso, basta con que el
propietario del predio sirviente abandone el terreno ocupado por el camino, para liberarse
de la obligación de conservarlo.
Conservación de los trabajos en interés del predio sirviente.- Cuando para el
ejercicio de una servidumbre, el titular de la misma posee una obra en el predio gravado
por ella, el propietario de la obra puede ser obligado a conservarla en buen estado, en
interés del predio dominante, por ejemplo, para impedir las roturas de un canal o de un
acueducto, que hiciera derramar el agua sobre el predio.
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Antología Derecho Civil II
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Antología Derecho Civil II
Silencio de los textos.- ¿Puede una servidumbre ser objeto de una acción
posesoria, cuando el titular de la misma es perturbado en el ejercicio de su derecho? La
protección posesoria a todas las servidumbres con una doble condición, conforme a los
principios generales es preciso: 1º que la servidumbre esté inscrita en el registro de
inmuebles; 2º que haya sido ejercida, por lo menos una vez en el año anterior a la
perturbación.
A. Imposibilidad de uso
Lenguaje inexacto del Código.- "Cesan las servidumbres cuando las cosas se
encuentran en tal estado que ya no pueden ser usadas", "Reviven cuando las cosas
vuelven a permitir su uso", Cesan, reviven: estas son dos expresiones son inexactas y
erróneamente la ley admite, entre las causas que extinguen las servidumbres, la
imposibilidad de usar las cosas. Cuando hay imposibilidad de usar, existe un obstáculo de
hecho que impide el ejercicio de la servidumbre; pero el derecho en el mismo subsiste y
podrá ejercitarse nuevamente; si las cosas vuelven a su estado anterior. Hablando
propiamente no "revive", continua existiendo. Sólo se interrumpió su ejercicio. La misma
ley aplica esta idea, en el caso de reconstrucción de un muro o de una casa, sujetando el
nuevo muro o la nueva construcción, a las servidumbres activas y pasivas que existían
con anterioridad.
Cómo se produce la extinción de la servidumbre.- la imposibilidad de usar
produce indirectamente la extinción de la servidumbre, si esa imposibilidad se prolonga lo
suficiente para que se realice la prescripción; así lo establece expresamente ; sólo que en
este caso, no es la imposibilidad de usar la que extingue la servidumbre sino el no uso,
que es un modo de extinción diferente. Además de la imposibilidad de usar, cuando ésta
pareciera definitiva desde el principio, hay un modo de extinción particular, que es la
pérdida de la cosa, una servidumbre de paso, que un derrumbe impidió ejercitar.
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Antología Derecho Civil II
B. No uso
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Antología Derecho Civil II
C. Confusión
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Antología Derecho Civil II
Bibliografía
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Antología Derecho Civil II
Unidad 6
DERECHOS DE AUTOR O
PROPIEDADES INTELECTUALES
PROPIEDAD INDUSTRIAL
Sumario
bien; en cambio, el derecho personal es una facultad que una persona llamada
acreedor, puede ejercitar en contra de otra persona llamada deudor, para obligarlo
a que efectúe en su favor una prestación o para obligarlo a una abstención.
La diferencia entre una y otra especie consiste en que en el derecho
personal encontramos determinado específicamente el sujeto pasivo, el deudor y
sus causahabientes mientras que en el derecho real o es un sujeto pasivo
universal e indeterminado.
En los derechos de autor no se trata, evidentemente, de un derecho
personal, desde el momento que no existe una relación jurídica entre el inventor o
descubridor y persona determinada, ya sea para exigirle a su favor una prestación
o una abstención.
En cambio, si observamos al titular de un derecho de autor en el goce de
su derecho, descubrimos una situación semejante a la de los derechos reales; un
titular que se aprovecha de las ventajas económicas de su obra, en forma
exclusiva; luego decir este momento podemos deducir que se trata de un derecho
real, aunque se ejerza sobre cosas incorporales, como son las ideas, ya que en su
oportunidad vimos que las cosas incorporales también son objeto de derechos
reales.
Por último, en el caso de los derechos de autor resulta la obligación
negativa del sujeto pasivo universal de los derechos reales, ya que el inventor
tiene derecho a exigir a todo el mundo que se abstenga de usar del objeto de
derecho. Luego ya podemos establecer, bajo bases firmes, que los derechos de
autor consisten en derechos de naturaleza real.
Nos queda por estudiar la segunda parte del problema; si los derechos de
autor, como derechos reales, son derechos de propiedad, desmembramientos o
de naturaleza sui generis.
Aquí nos encontramos divida a la Doctrina en una controversia de siglos,
pues una parte sostiene que los derechos de autor son un de derecho de
propiedad y otros que no es un derecho de propiedad.
Autores que sostienen que se trata de un derecho de propiedad. Los
principales argumentos son los siguientes: Los derechos de autor son susceptibles
de una explotación exclusiva, lo que implica una propiedad o una posesión,
aunque en forma especial, ya que se trata de cosas incorporales y de una
posesión inmaterial.
Sentada la asimilación a la propiedad, la legislación deberá ocuparse de
protegerla par que sea exclusiva, debe ser perpetua, reglamentar su transmisión
hereditaria y la forma en que sea adquirida por prescripción positiva, como toda
cosa susceptible de posesión.
Se llegó hasta una clasificación entre los bienes inmuebles, ya que la
propiedad recae sobre bienes inmateriales, que no son inmuebles, luego por
exclusión debe ser considerado un bien mueble.
En los Códigos de 1870 y 1884 fueron de los primeros en el mundo que
reconocieron a los derechos de autor como un derecho real de propiedad, en su
afán de proteger cumplidamente a los inventores.
Autores que sostienen que no se trata de un derecho de propiedad. Estos
autores empiezan por afirmar que las legislaciones en su deseo de proteger al
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Antología Derecho Civil II
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Antología Derecho Civil II
83
Antología Derecho Civil II
correspondiente del autor, así como a la usurpación de la gloria del autor. Dentro
del objeto de este derecho se comprenden todas las creaciones de la inteligencia:
literarias, artísticas, inventos o marcas comerciales.
Es indudable que esta exposición representa un avance en la investigación
del problema, puesto que se refiere a la protección tanto de los productos como de
los derechos morales del autor.
II) teoría de Piola Caselli. Empieza por ubicar el Derecho de Autor dentro
de los patrimoniales: de personalidad, patrimoniales y mixtos. Para él este derecho
es de naturaleza mixta: personal-patrimonial, que no se mantiene idéntico durante
su evolución.
Existen dos periodos: desde la génesis de la hora hasta su publicación y de
ésta en adelante. En su primera etapa es un derecho personal emergente, puesto
que no se refiere a la personalidad, sino a la personalidad pensante; por esta
razón no puede hablarse de este derecho con un contenido estrictamente
patrimonial. Después de la publicación de la obra surge el derecho patrimonial que
tiene como contenido la facultad de reproducción de la obra y por esto tiene un
carácter mixto.
A pesar de su debido planteamiento, representa un retroceso de un siglo, al
volver indirectamente al principio de la junta remuneración, por medio de un
privilegio de ejecución y de publicaciones otorgado por el Estado.
m) Tesis de Stofli. Expresa que es concluyente que el Derecho de autor no
se identifica con el derecho de propiedad según lo han demostrado las críticas
formuladas, pero también es cierto que aquél derecho puede ser tratado como una
propiedad en su aspecto que se refiere a las facultades económicas de su
explotación, puesto que su contenido como su protección caben dentro del
concepto de propiedad. Las facultades personales, incluso en lo referente a la
explotación económica. Su objeto está constituido por la actividad intelectual que
da nacimiento al producto y esta actividad es inmaterial.
Dada la actitud eléctrica de la postura de este jurista, su punto de vista
tiene las críticas que se han formulado a cada uno de sus aspectos. Al negar que
es un derecho de propiedad, pero al mismo tiempo afirmar que se aplica a la
solución de los problemas la misma solución de aquel derecho real, no avanza
nada en la solución de los problemas la misma solución de aquel derecho real, no
avanza nada en la solución del problema que se trata de resolver.
n) Tesis de Estanislao Valdés Otero. Manifiesta que el Derecho de Autor
está integrado en realidad por dos derechos distintos, que tiene igual fundamento
jurídico. La creación de la obra intelectual y que se reconoce en función de la
unidad del objeto y el derecho moral del autor que se funda en los derechos
inherentes a la personalidad, raramente reglamentado por el derecho positivo.
En cuanto al derecho pecunario corresponde a una estructura formal
exterior, semejante a la propiedad común, aun cuando esté sometida aun régimen
especial, que en caso de insuficiencia deberá ser integrado mediante una
interpretación cronológica o finalista de la ley especial.
En realidad se escinde el Derecho de Autor, deshaciendo su unidad, para
reglamentar separadamente cada una de las facultades que lo integran, en lugar
de buscar una explicación integral que sería la única jurídica y científica.
85
Antología Derecho Civil II
Sigue diciendo el autor citado que esta exposición prueba que el fenómeno
jurídico del Derecho de Autor no ha sido aun estudiado en su integridad y que se
le quiere acomodar, tendencia innegable, dentro de los moldes antiguos, a pesar
de la solemnidad del fenómeno.
La mejor demostración consiste en que ninguna de las teorías y opiniones
antes expresadas explicaría preceptos legales tales como los contenidos en los
artículos correspondientes y otros de la vigente Ley.
86
Antología Derecho Civil II
del mismo año. Fue elaborada por los juristas Germán Fernández del Castillo y
José Diego Espinoza, Representa un progreso y deroga el Libro correspondiente
del Código Civil.
Considera el Derecho de Autor como un derecho intelectual autónomo,
desde luego distinto del derecho de propiedad. Abandona el sistema de sanciones
antes establecido.
VIII. Ley Federal de 29 de diciembre de 1956.
Debido a que la Ley anterior fue muy atacada y se le encontraron graves
defectos de técnica, se inicia su revisión y corrección por una Comisión integrada,
pro el señor licenciado Manuel White Morquecho, quien elabora un proyecto de
reformas, el que fue revisado por el señor licenciado Antonio Rocha.
IX. Ley de 4 de noviembre de 1963.
Ante los defectos que presentaba aun la Ley Federal de Derechos de
Autor, se presentaron dos Anteproyectos de reformas, elaborado por el señor
licenciado Valderrama en 1961 y posteriormente el segundo, debido a los señores
licenciados Gaxiola y Rojas, en los que se inspira la vigente de 4 de noviembre de
1963. Esta nueva Ley, además de poner remedio a deficiencias anteriores,
reglamenta el contrato de edición, aplicando los principios teóricos antes
estudiados.
El Decreto promulgado el 4 de noviembre de 1963, que reformó y adicionó
la Ley Federal de Derechos de Autor de 29 de diciembre de 1956; tiene como
disposiciones principales, que están vigentes, las siguientes:
Se promulga como reglamentaria del artículo 28 Constitucional, sus
disposiciones son de orden público y se reputan de interés social para proteger los
derechos que establece en beneficio del autor y del acervo cultural de la Nación.
En otros términos es la nueva concepción de que los derechos de autor no
sólo deben ser protegidos en beneficio del mismo, sino que existe un interés
público y social en esa protección. (Artículo 1º).
El contenido del derecho de autor está reglamentado en el artículo 2º y cita,
en primer lugar, el reconocimiento de esa calidad; el oponerse a toda deformación,
mutilación o modificación de la obra sin su autorización, y en general en toda
acción que redunda en demérito de la misma o mengua del honor, del prestigio o
reputación del autor, declarando que es lógica la libre crítica a esas obras y por
último el uso y la explotación de la obra por sí o por terceros, con propósito de
lucro. (Artículo 2º).
El derecho del reconocimiento de su calidad de autor y el derecho moral
para que no se mutile, deforme o modifique su obra sin su autorización, se
consideran como unidos a su persona y son perpetuos, inalienables,
imprescriptibles e irrenunciables y de ejercicio se transmite a los herederos
legítimos o testamentarios. (Artículo 3º)
El derecho a la modificación de la obra comprende su producción,
ejecución y adaptación por cualquier medio, según su naturaleza y en particular
por los medios señalados en los estados y Convenios Internacionales, siendo esos
derechos transmisibles por cualquier medio legal. (Artículo 4º)
La enajenación de la obra, faculta a editarla, reproducirla, representarla,
ejecutarla, exhibirla, usarla o explotada; pero no da derecho a alterar su título,
forma o contenido. Sin consentimiento del autor no podrán publicarse o difundirse
88
Antología Derecho Civil II
91
Antología Derecho Civil II
92
Antología Derecho Civil II
93
Antología Derecho Civil II
convenio expreso. El editor que hubiese hecho la edición anterior tendrá derecho
preferente, en igualdad de condiciones, a contratar la siguiente, para cuyo efecto
el autor deberá aprobar los términos de las ofertas recibidas, a fin de dejar
garantizados los derechos del editor para que ejerza sus derechos de preferencia
en un plazo de quince días, apercibido de que de no hacerlo se entenderá
renunciado a su derecho. La producción intelectual futura sólo podrá ser objeto de
contrato cuando se trate de obras u obras determinadas, cuyas características
deben quedar perfectamente establecidas en el contrato y los contratos de obra
producida a futura determinada, deberán registrarse en la Dirección General del
Derecho de Autor. Los derechos consagrados en este artículo a favor del autor,
son irrenunciables (Artículo 45º)
Cuando en el contrato de edición no se haya estipulado el término dentro
del cual debe quedar concluida la edición y ser puesto a la venta los ejemplares,
se entenderá que el término es de un año, y una vez trascurrido sin que el editor
haya hecho la edición; el autor podrá optar entre exigir el cumplimiento del
contrato o darlo por terminado mediante aviso escrito, pero en uno y otro caso el
editor resarcirá al autor de los daños y perjuicios causados, los que en ningún
caso serán menores de las cantidades recibidas por el autor en virtud del
contrato(Artículo 46º)
Si el contrato tuviese plazo fijo para su terminación y al expirar éste, el
editor conservase ejemplares no vendidos, el titular del derecho de autor podrá
comprarlos a precio de costo más el diez por ciento y deberá ejercitar su derecho
dentro de un mes de expiración de plazo y una vez transcurrido, el editor podrá
continuar vendiéndolos en las mismas condiciones (Artículo 50º)
Sociedad de Autores
La ley también prevé la constitución de la sociedad de autores para la defensa
de sus derechos; pero su reglamentación sale de los límites de este curso.
94
Antología Derecho Civil II
95
Antología Derecho Civil II
lucrativos una obra protegida; al editor o grabador que edite o garbe para ser
publicada una obra protegida o al que la explote o utilice con fines de lucro sin
consentimiento del autor o del titular del derecho; al editor o grabador que
produzca mayor número de ejemplares de los utilizados; al que sin las licencias
previstas por la ley, a falta de consentimiento del titular, grave o explote o utilice
con fines de lucro obra protegida. Al que publique una obra sustituyendo el
nombre del autor por otro; al que sin derecho use el título o cabeza de un
periódico, revista, noticiero cinematográfico, programas de radio, televisión, y en
general de cualquier publicación o difusión periodística protegida; al que especule
con libros de texto respecto de los cuales se haya declarado la limitación del
derecho de autor, ya sea ocultándolos, acaparándolos o expendiéndolos a precios
superiores al autorizado y al que especule en cualquier forma, con los libros de
texto gratuitos que distribuye la Secretaría de Educación Pública. (Artículo 135º)
Se impondrá de dos meses a tres años de prisión y multa de $50.00 a
$5,000.00 al que a sabiendas comercie con obras publicadas, con violación de los
derechos de autor, al que publique antes que la Federación, los Estados o los
Municipios y sin autorización las obras hechas en el servicio oficial; al que
publique obras comprendidas, adaptadas, traducidas o modificadas de alguna otra
manera sin la autorización del titular del derecho de autor; al que dolosamente
emplee en una obra un título que induzca a confusión con otra publicada con
anterioridad y al que use las características gráficas originales que sean distintivos
de la cabeza de un periódico, revista, de una obra o colección, sin autorización de
quien hubiese obtenido la reserva para su uso (Artículo 136º)
Se aplicará la pena de prisión de treinta días a un año o multa de $50.00 a
$5,000.00 o ambas sanciones, a quien estando autorizado para publicar una obra,
dolosamente lo hiciere sin mencionar en los ejemplares el nombre del autor,
traductor, compilador, adaptador o arreglista; al que con menoscabo de la
reputación del autor y en su caso de traductor, compilador, arreglista o adaptador
(Artículo 138º)
Se impondrá prisión de dos meses a un año o multa de $50.00 a $5,000.00
a quien dé a conocer a cualquier persona una obra inédita o no publicada que
haya recibido en confianza del titular o no publicada que haya recibido en
confianza del titular o de alguien en su nombre sin el consentimiento del titular
(Artículo 139º)
De la competencia y procedimiento
97
Antología Derecho Civil II
1
Estos conceptos aparecen en el artículo de RANGEL MEDINA, David, Nociones fundamentales
del Derecho Intelectual Mexicano, Memoria del Panel de especialistas sobre los aspectos penales
del Derecho de Autor, Procuraduría General de la República ─ Instituto mexicano del derecho de
autor, México, 1991, pp. 243-245. Así como en el libro de RANGEL MEDINA David, Derecho de la
propiedad industrial e intelectual, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad nacional
Autónoma de México, México, 1991, pp. 7 a 9.
98
Antología Derecho Civil II
2
GINSBURG, Jane. Federalism and intelectual property, Reveu Internationales du Droit d'Auteur,
139, Janvier, 1989, traducción española de juana Martínez-Arretz, pp. 18 y 20.
3
Para un estudio completo de la evolución del derecho de patentes, puede consultarse, de
RANGEL MEDINA David, Certificado de Autor de Invención, en "RIDI ─revista interamericana de
direitto intelectual". Sao Paulo, Janeiro/Desembro, 1979, vol. 2.N.1., pp 73 y ss.
99
Antología Derecho Civil II
México
Las disposiciones constitucionales que sirven de apoyo a la legislación
sobre derechos de autor y propiedad industrial están contenidas en el párrafo
octavo del artículo 28 de la Constitución de 1917, así como en la fracción XV del
artículo 89 de la misma constitución. El primero que exceptúa de la prohibición de
los monopolios a los privilegios que por determinado tiempo se conceden a los
autores y artistas para la reproducción de sus obras, y a los que, para el uso
exclusivo de sus inventos, se otorguen a los inventores y perfeccionadores de
alguna mejora. El segundo alude ala facultad y obligación del presidente de la
República para conceder privilegios exclusivos por tiempo limitado, a los
descubridores, inventores o perfeccionadores de algún ramo de industria. También
encuentra su sostén en el artículo 78, fracción X, que faculta al Congreso para
legislar en toda la República sobre comercio; lo mismo que en la fracción XXIX-F
del mismo precepto, que lo faculta para expedir leyes tendientes a lo promoción y
reglamentación de la invención extranjera, la transferencia de tecnología y la
generación, difusión y aplicación de los conocimientos científicos y tecnológicos.6
Estados Unidos
Las leyes federales reglamentan las patentes de invención, los derechos de
autor y las marcas de fábrica. También dispone que sólo los tribunales federales
tienen competencia para conocer y resolver las controversias relacionadas con las
patentes de invención y los derechos de autor.7
4
BECOURT, Daniel. La Revolution française et le droit d'Auteur pour un nouvel universalisme,
Revue Internacionale du droit d'Auteur, 143, Janvier 1990, traducción Española de Antonio Muñoz,
pp. 248 y ss.
5
DIETZ, Adolf. Mutación del Derecho de autor cambio de paradigma en materia de Derechos de
Autor, Revue Internacionale du droit d'auteur, 138, octubre 1988, traducción española de Juana
Martínez-Arretz, p. 22.
6
Para los antecedentes constitucionales de la legislación específica de patentes, véase. CORREA
M. Antonio, Revista mexicana de la propiedad industrial y artística, nº 1.
7
17 USC, 101-810; 15 USC, 1051-1127; 17 USG, 301 (A); 28 USC, 1338 Y 276 USC, 225 Y 234.
El United States Code, (U.S.C.) es la compilación oficial que agrupa todas las leyes federales.
100
Antología Derecho Civil II
Propiedad industrial
8
GINSBURG, Jane, op. cit., pp. 18 y ss.
101
Antología Derecho Civil II
Derecho de Autor
La OMPI
El 14 de julio de 1957 se firmó en Estocolmo el Convenio que establece la
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, a fin de estimular la actividad
creadora, promover en todo el mundo la protección de la propiedad intelectual, así
como para modernizar y hacer más eficaz la administración de las Uniones
instituidas en el campo de la protección de la propiedad industrial y de la
protección de las obras literarias y artísticas.
Para los efectos de dicho Convenio se entiende por "Propiedad intelectual"
los derechos relativos a las obras literarias, artísticas y científicas; a las
interpretaciones de los artistas intérpretes y a las ejecuciones de los artistas
ejecutantes, a los fonogramas y a las emisiones radio-difusión; a las invenciones
en todos los campos de la actividad humana; a los descubrimientos científicos, a
los dibujos y modelos industriales; a las marcad de fábrica; de comercio y de
servicio; a los nombres y denominaciones comerciales, y a la protección contra la
102
Antología Derecho Civil II
9
Decreto de 24 de marzo de 1975, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 8 de julio de
1975.
10
RANGEL MEDIAN David. Tendencias actuales de la propiedad intelectual en México.
Conferencia pronunciada el 4 de septiembre de 1991 durante el Seminario sobre las "Tendencias
actuales del Derecho", organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM con el
patrocinio del Departamento del Distrito Federal.
11
Publicada en el Diario Oficial de 27 de junio de 1991.
12
Decreto de 9 de julio de 1994, publicado en el Diario Oficial de 17 de julio del mismo año
13
un amplio estudio sobre el tema de RANGEL MEDINA David, denominado La Propiedad
Intelectual y el Tratado de Libre Comercio, puede consultarse en Panorama Jurídico del Tratado de
103
Antología Derecho Civil II
Bibliografía
Rangel Medina, David. Relaciones entre la propiedad industrial y el derecho de
autor. En Revista de la Facultad de Derecho, tomo XLII, núms. 185-186, México,
septiembre –diciembre de 1992, pp. 111-112
105
Antología Derecho Civil II
Unidad 7
PRESCRIPCIÓN Y POSESIÓN
Sumario
1
En el primer caso otorga el poder y su protección; en el segundo, sólo ésta.
81
Antología Derecho Civil II
2
Lo mismo que el tener tales efectos tampoco hace que sean un derecho la muerte de la persona
o el matrimonio o el testamento, todos los cuales los producen.
3
Cuando viene a faltar el hecho del señorío efectivo sobre la cosa, cesa la posesión como hecho,
aunque pueda conservarse una posesión como derecho.
82
Antología Derecho Civil II
83
Antología Derecho Civil II
4
Esta afirmación que se deduce, sin duda, de la concepción tradicional de la posesión y de la
opinión social sobre el poder posesorio, se apoya, además, al decir que la posesión se adquiere
«por la ocupación material de la cosa a derecho poseído» y «por el hecho de quedar éstos sujetos
a la acción de nuestra voluntad».
5
Interpretando ésta dispone, por ejemplo, el Código que «posesión de la cosa mueble no se
entiende perdida, mientras se halle bajo el poder del poseedor, aunque éste ignore
accidentalmente en paradero».
84
Antología Derecho Civil II
posesión del dueño, y lo mismo puede decirse del criado que maneja los
instrumentos de limpieza, o de la cocinera que usa los utensilios para cocinar.
El poder de hechos en que la posesión consiente, no requiere, según hemos
visto, la tenencia material de la cosa en la mano. Pero ni siquiera es preciso
tampoco que ésta esté sólo a nuestro alcance y fuera del de los demás (pues de
exigirse ambas cosas, casi nadie poseería nada, salvo lo que llevase encima). Se
requiere sólo que ciertamente la cosa se halle bajo el poder de nuestra voluntad,
porque, aunque esté al alcance de los demás, éstos no la haya sometido al suyo.
Tal estar en poder, depende de la concepción social,. Así, yo posee mi finca
distante y sola (aun sin guarda), porque efectivamente ya la señoreo de hecho (voy
cuando hay cosecha, la recojo, entro y salgo cuando quiero, etc.), y los demás que
─sin estar cercada─ podrían también hacerlo (siempre que no sea una entrada
furtiva, externamente no configurable como apoderamiento estable), se convierte en
poseedor de hecho. Aunque yo conserve la posesión como derecho. Es igual se
diga del pescador que deja las redes caladas, yéndose luego, para volver en su
momento, o del cazador que deja puesto el cepo; o del bañista, que deja la roja
amontonada en la orilla, materialmente más cerca de los que están allí, que de él,
que se aleja a nado; o del barquero que, ausentándose, deja su bote s implemente
varado en la arena; o del ciclista que, para recogerla luego, deja su bicicleta al
borde de la acera.
Casos en los que no hay poder de hecho.- En algunos de los casos en los
que, según nuestro punto de vista, falta un poder de hecho sobre la cosa, entienden
muchos que tal poder existe, aunque espiritualizando; por ejemplo, en los de la
llamada posesión mediata. Por nuestra parte, no negamos que, en ellos, el
interesado, pueda tener ciertas atribuciones respecto a la cosa (piénsese en las
facultades de control que sobre la misma conserva, por ejemplo, el que la arrienda);
pero estimamos exagerado pensar que constituyen el discutido poder de hecho. En
ellos, hay, si, posesión, pero ─según ya dijimos─ como derecho.
Por otro lado, si, ciertamente, hemos dicho que poder de hecho es lo que
aparezca como tal a la opinión común, debemos advertir, sin embargo, que no cabe
argumentar que ésta, en los casos discutidos, vea un poder de hecho (aunque
espiritualizando), pues lo que realmente ocurre es que los mismos son
considerados como de posesión, a pesar de la falta de un poder de hecho; o sea
que son considerados de posesión como derecho. En efecto, hay que distinguir dos
cuestiones: Una, que, en ciertas hipótesis, la opinión del tráfico estime como poder
de hecho situaciones que no son de tenencia material de la cosa, pero en las que
ésta se halla sometida al señorío de nuestra voluntad. Y otra, que esa opinión del
tráfico estime que en determinados supuesto hay posesión, aun no estando
actualmente la cosa bajo el poder de hecho del poseedor, porque ─aparte de a
quién corresponda el derecho de tener la cosa─ tal poseedor deba de ser
respetado y protegido en su situación hasta que sea vencido legalmente por aquél;
es decir, porque se trata de supuestos en los que es justo que se produzcan iguales
efectos que si hubiera poder de hecho.
Sujeto.- Puesto que para ostentar la titularidad de un poder jurídico basta
tener capacidad jurídica (y no es precisa la de obrar), sujeto de la posesión como
derecho puede serlo cualquier persona física o jurídica.
85
Antología Derecho Civil II
Sujeto dela posesión como hecho sólo pueden serlo las personas jurídicas
(ya que respecto de ellas se entiende que tienen sobre las cosas el poder de hecho
que sobre éstas tengan, como tales, las personas físicas que son sus órganos 6 o
las personas físicas con capacidad natural de entender y querer (ya que, en otro
caso, cabe que estén en contacto material con la cosa; pero no que ésta se halle
bajo el señorío efectivo de una voluntad de la que carecen).
Ahora bien, incluso las que carecen de esta capacidad, pueden poseer
mediante representante, a tener de lo que a continuación se dice.
6
Se dice que «las personas jurídicas pueden [...] poseer bienes de todas clases». Lo que es válido
para cualquier clase de posesión.
7
La representación consiste en actuar, en obrar uno (representante), produciéndose los efectos de
tal situación para otro (representado), y no en tener un derecho y es tamos tratando de la posesión
como derecho para otro.
8
Cosa distinta es la del servidor de la posesión. El servidor de la posesión no tiene un poder para
nosotros, sino que carece de poder alguno siendo nosotros quienes lo tenemos y ejercitamos
efectivamente, valiéndose del servidor como instrumento de ejecución.
86
Antología Derecho Civil II
que carece de tal poder, que ─en el caso de la representación, también por
definición─ tiene otro (el representante).
Presupuesto esto, no hay que olvidar, sin embargo, que la representación
consiste en que los efectos de lo que uno (representante) haga, se produzca para
otro (representado).
Así, lo vendo por representante, la venta no es mía (el contrato no lo celebro
yo), pero los efectos sí (yo ─y no el representante─ adquiero el derecho al precio, y
la obligación de dar la cosa), y si poseo por representante, la posesión (poder de
hecho sobre la cosa) no es mía, pero sus efectos (adquirir los frutos de la cosa, que
corra a mi favor la usurpación, que me competa la protección interdictal, etc,) sí.
Ahora bien, se dice «vender», e igualmente al «representante», que es realmente
un caso de posesión ─de señorío sobre la cosa─ de otro, pero mantenida en
nombre y por cuenta nuestra. Tal es, en nuestra opinión, el verdadero espíritu «La
posesión se ejerce en las cosas o en los derechos por la misma persona que los
tiene y los disfruta, o por otra en su nombre.9
Así, pues es exacto afirmar que el representado no tiene el poder sobre la
cosa (y, en este sentido, no es poseedor), pero recibe los efectos de la posesión,
como si lo tuviese. Y, por brevedad, se dice que la posee por representante.
El que los efectos de la posesión se produzcan en cabeza del representado,
se basa en que; por un lado, el representante obra por cuenta y en nombre de
aquél (obra él, pero obra para éste); y, por otro, el representado (si se trata de
representación voluntaria) o la ley (si se trata de representación legal) conceden al
representante poder para que lo que hace valga para el otro.
De forma, pues, que en la posesión por representación, hace falta que la
voluntad posesoria del representante se encamine a poseer para el representado
(tiene el señorío sobre la cosa por cuenta y su nombre de éste).
Para aludir a la posesión que el interesado tiene para sí, hablaremos de
«posesión en nombre propio; para referirnos a la que el representante tiene para el
representado, de «posesión en nombre ajeno».
9
Según otra opinión, se refiere, no a la distinción entre posesión por sí o por representante, sino a
lo que hay entre poseedor y servidor de la posesión de otro, y, según una tercera, recoge la
bipartición posesión-inmediata, posesión-mediata.
10
Ni siquiera nos ocupamos del poder de hecho que recaiga sobre cosas en sentido jurídico, pero
no susceptibles de propiedad privada. El que quepa cierto tipo de oposiciones como figura jurídica
fuera del Derecho privado, no importa aquí. Al referirnos a los bienes de dominio público, hablamos
de que no son susceptibles de posesión (iusprivatista), lo mismo que hablamos de que no los son
de propiedad (privada).
87
Antología Derecho Civil II
17
Ni siquiera posee la parte de éste a que la servidumbre afecte. Así, es una servidumbre de paso,
con camino hecho, aunque el titular de la servidumbre puede utilizarlo, incluso la posesión de la
zona de terreno que ocupa el camino la tiene el poseedor del predio sirviente.
18
Cfr. lo que dije en mis instituciones de Derecho civil, I. Barcelona, 1960, al tratar de los derechos
sobre derechos.
19
En cuanto a que un derecho sea objeto de posesión, no como poder de hecho, sino como
derecho.
89
Antología Derecho Civil II
20
Por eso no son posibles los derechos que confieren un poder que se agota en la realización de
un acto. Sobre ello, infra, número siguiente.
21
Pensar de otra manera en nuestro Derecho positivo, implicaría partir de que estos derechos son
susceptibles de apropiación y llevaría a la pintoresca conclusión de que se consideran bienes
muebles.
90
Antología Derecho Civil II
22
La teoría que considera la posesión como el ejercicio del contenido del derecho
independientemente de que éste exista o permanezca al que lo ejerce, cierta al considerar no
posible los derechos cuyo ejercicio se aportan en un solo acto. Mas, como ya indicamos ─y
razonamos─, la posesión consiste en la tenencia del poder (duradero) de hecho, pero no en su
ejercicio. Aunque, ciertamente, agotándose éste en un solo acto, no quepa posesión (poder de
hecho duradero) del derecho.
91
Antología Derecho Civil II
concepto de titular del derecho de propiedad sobre lo poseído, sino que alcanza a
la posesión en concepto de titular de cualquier otro derecho, Por ejemplo, como
hemos dicho, también si alguien posee una cosa en concepto de usufructuario, se
presume que posee con justo título de usufructuario.
La posesión de una cosa o derecho de otro se puede tener en utilidad del
otro cuyo es (así posee el depositario la cosa que custodia), o en utilidad del
poseedor (así posee el comodatario la cosa que le prestaron). A ambas situaciones
se puede entender que alude el decir «para conservarlos o disfrutarlos».
Por último, cuando se posee un derecho que recae sobre una cosa, se
puede poseer aquél como propio, y la cosa como ajena. Así, el usufructuario, posee
como suyo el derecho de usufructo, y la cosa la posee como perteneciéndole su
posesión, pero reconociendo el dominio a otro.
La bipartición recogida que cabe calificar la posesión en concepto de titular y
posesión en concepto de no titular, es la misma, se designa como posesión natural
o posesión civil, definiendo aquélla como «la tenencia de una cosa o el disfrute de
un derecho por una persona», y ésta como «esa misma tenencia o disfrute unidos a
la intención de haber la cosa o derecho como suyos». Por mucho que se pretenda
lo contrario (como hacen algunos autores), ambos exponen la misma idea.
Por lo demás, la posesión en concepto de titular o de no titular, no requiere
que realmente la titularidad pertenezca o no al poseedor, y ni siquiera que éste crea
que le pertenece (esto es cuestión que sólo interesa para juzgar sí posee o no de
buena fe) o no; basta con que posea o no como propios la cosa o el derecho.
El poseedor no puede cambiar por su sola voluntad interna, el concepto en
que posee; éste es aquél en el que adquirió la posesión. Por ejemplo, si recibió la
cosa como arrendatario no porque lo decida in pectorem pasa a poseerlo como
dueño. Semejante cambio requiere que comience a comportarse externamente
─aun cuando por su sola voluntas─ como poseedor en el concepto nuevo (por
ejemplo, cuando el que poseía como acreedor pignoraticio empieza a hacer lo que
como tal no podría [apropiarse de los frutos de la cosa, usarla, darla en
arrendamiento, etc.], o el que poseía como arrendatario, cesa de pagar la renta,
alegando que la cosa es realmente suya), o que lo acuerde con el interesado (por
ejemplo, el dueño, poseedor como tal, vende la cosa, pero acuerda con el
comprador, quedársela como arrendatario).
b) Poseedor como no titular y servidor de la posesión ajena.- Distinta de
la figura del poseedor como no titular del derecho de que se trate es la del servidor
de la posesión ajena. En el primer caso, uno es el poseedor; y otro el titular de la
cosa o derecho (ajenos respecto de aquél); en el segundo, no hay sino un titular de
la posesión, que se ejercita mediante el servidor posesorio que es un puro
instrumento (inteligente) de la posesión de aquél.23
El servidor posesorio es el ejecutor material del señorío posesorio del
poseedor, cuya voluntad gobierna la situación, siendo éste el único a quien se
protege (así concediéndole interdictos) y respecto al único que se producen los
efectos de la posesión (por ejemplo, él es quien adquiere que lleva el coche del
23
Esta bipartición, según opinan algunos, al decir que «la posesión se ejerce en las cosas o en los
derechos por la misma persona que los tiene y los disfruta, o por otra en su nombre.
93
Antología Derecho Civil II
dueño a quien sirve, o el criado en cuyo poder material se halla el perro cuyo
cuidado se le encomienda.
c) Posesión inmediata y mediata.- la posesión puede ser inmediata24 o
mediata.
Es inmediata la que se tiene directamente, sin mediador posesorio.
Es mediata la que se tiene a través (por mediación) de la posesión de otro.
Por ejemplo, sí el dueño arrienda la cosa y la entrega al arrendatario, la posesión
inmediata la adquiere éste, pero aquél sigue poseyéndola mediatamente. Hay,
pues, un desdoblamiento de posesiones, en el que uno conserva una posesión
como derecho, pasando a otro la posesión como hecho.
Tal figura es distinta del caso en que el único poseedor ejerce la posesión
mediante un servidor de aquélla25. No hay aquí una posesión a través de otra, sino
una sola posesión que se ejercita mediante, no la posesión de otro, sino mediante
la actuación de otro. Pero a diferencia de éste, el poseedor inmediato gobierna su
posesión con su voluntad (mientras que el servidor de la posesión no es autónomo
y ha de estar, en cuento a los actos que ejecuta, a las instrucciones de aquel cuya
posesión sirve), y está protegido como poseedor (aunque también lo está en su
posesión mediata el poseedor superior) y recibe los efectos de su posesión (aunque
también los reciba de la suya mediata, el poseedor superior; así, por ejemplo, sigue
usucapiendo la cosa el poseedor en concepto de dueño, que la entrega en
posesión inmediata al arrendatario).
La posesión mediata es siempre posesión como derecho; nunca como
hecho.
La posesión inmediata de uno y mediata de otro presupone una relación
jurídica entre ambos poseedores (por ejemplo, arrendador [dueño] y arrendatario),
de uno de los cuales deriva la posesión del otro26, que adquiere una en concepto
más limitado,27 en virtud de cuya relación, el poseedor superior puede ─en ciertas
circunstancias─ exigir del inferior la entrega de la cosa (así el arrendador del
arrendatario, al acabar el arrendamiento, o al acabar el comodato, el comodante del
comodatario, etc.), y éste no puede desprenderse de su posesión en cuanto que
ello perjudique al poseedor mediato (por ejemplo, el arrendatario abandona la
cosa).
A diferencia de la posesión inmediata, que no admite grados (pues sólo cabe
directamente), la mediata es susceptible de ellos. Por ejemplo: el dueño de la cosa
24
No siempre la inmediata es una subposesión, como algunos le llaman también. Lo es cuando por
encima de ella hay otra posesión mediata (por ejemplo, la cosa la posee mediatamente el dueño, e
inmediatamente el comodatario); pero no lo es cuando el poseedor inmediato es el único poseedor;
así, si l acosa la posee de hecho su dueño.
25
En el número anterior hemos expuesto que, según una opinión, la figura del servidor de la
posesión. En opinión de algún autor, realmente se acoge, en vez de aquella figura, la distinción
entre posesión mediata o inmediata. Por nuestra parte creemos que se recoge la distinción entre
posesión en nombre propio y posesión en nombre ajeno (como representante).
26
Aunque haya dos posesiones, una como hecho y otra como derecho (así la del poseedor que fue
despojado de la cosa, pero sin que haya transcurrido el plazo de un año que da la ley para
recuperarla, sino se da la relación señalada en el texto, no existe mediación posesoria de aquélla
respecto de ésta. Así, en el caso puesto, transcurrido el plazo del año, la posesión como derecho
se extingue, y subsiste sólo la otra.
27
El mediador posesorio no puede poseer nunca en concepto de dueño.
94
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28
Cosa distinta es que el poseedor inmediato invada la esfera posesoria del mediato. Contra ello,
el artículo 463 no es protección para éste. Por ejemplo, el que poseía como arrendatario, pasa
abusivamente (pero con lo requisitos precisos, infra) a poseer como dueño; entonces éste pierde
su posesión mediata, conservando durante un año la posesión incorporal del despojado.
29
Partimos de la hipótesis de que el artículo al hablar de que «los actos ejecutados
clandestinamente y sin conocimiento del poseedor de una cosa, o con violencia, no afectan a la
posesión, se refiera a aquellos que arrebatan el poder de hecho sobre la cosa. Pero si se entiende
que realmente alude a actos clandestinos o violentos que recayendo sobre la cosa, sin embargo,
no afectan a la posesión. Entonces al hablar de ellos, sólo tendría por fin hacer hincapié en que
ciertamente no le afectan.
95
Antología Derecho Civil II
30
Decimos esto, en el sentido d que la ley no pueda atribuir iguales efectos a la posesión como
derecho que al hecho de poseer, sino para el caso que no lo hiciese. Por lo demás, lo hace, en
principio, y llega a disponer que «el que recupera, conforme a derecho, la posesión indebidamente
perdida, se entiende para todos los efectos, que puedan redundar en su beneficio, que la ha
disfrutado sin interrupción.
31
Naturalmente, hay que partir de la base de que el acto de que se trate haya privado al que la
tenía de la posesión como hecho. Si se está frente a una hipótesis en la que el acto violento o
clandestino sólo perturba al poseedor en el ejercicio de su poder de hecho, pero no le priva de él
(por ejemplo, A atraviesa por la fuerza la finca de B, o penetra fugazmente en ella y la causa de
trozos), no se puede hablar en absoluto de pérdida de posesión):
32
En pura teoría cabía también concebir una posesión justa de buena o de mala fe. Por ejemplo,
en aquel caso, el dueño posee su cosa creyendo (acertadamente) que le pertenece; y en éste, la
posee creyendo (erróneamente) que es de otro, al que tiene privado de lo que le corresponde.
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33
De cualquier tipo que sean, y procedan del poseedor o de otra persona. Así el acto de un tercero
que lleva a conocimiento del poseedor su falta de derecho a poseer, hace cesar la creencia de éste
de poseer debidamente.
34
Lo que ocurre en el contrato de precaria.
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Antología Derecho Civil II
35
Un señorío exclusivo implica, por definición, la no concurrencia con otros. Concurrencia y
exclusividad a la vez son imposibles. Revista de Derecho Privado, tomo XLVI, 1962, Madrid.
36
Y, como derecho cabe decir también, según lo que a continuación exponemos.
98
Antología Derecho Civil II
37
En cuanto al uso, se dispone que cada partícipe (condueño-coposeedor) «podrá servirse
(independientemente, se sobrentiende) de las cosas comunes, siempre que disponga de ellas
conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la comunidad, ni impida a los
copartícipes utilizarlas según su derecho.
En cuanto al disfrute, si por ejemplo, de dos poseedores uno tiene más parte en los frutos, será, no
por una mayor cuota (valga la expresión) en la coposesión, sino por una mayor cuota en su
derecho sobre la cosa (si ésta es de dos condueños que la coposeen, los frutos se reparten en
atención a la cuota de condominio de cada uno).
99
Antología Derecho Civil II
38
Además, con la transmisión de la posesión (incorporal) transmite la propiedad, si es este el
deseo de ambas partes.
100
Antología Derecho Civil II
cómo lo reciba aquél (que incluso puede después cambiarla por acto unilateral; así,
si recibiendo la cosa como arrendatario, después decide, y así lo manifiesta al
interesado, pasar a poseerla como si fuera suya) y de circunstancias que concurran
en él (así, para la buena o mala fe, que también puede después cambiar).
Aunque tratándose de transmisión morits causa se recibe, en principio en el
concepto que la tenía el causante.
39
Faltando éste no hay duda. Pero también se adquiere aunque exista; entonces le resulta
arrebatada a él. Como ya sabemos a pesar de la letra del Código la posesión de adquiere aun
violentamente contra la voluntad de l poseedor despojado.
40
Pues conserva la posesión (incorporal) como derecho, pero la pierde ─repetimos─ como hecho,
según lo dicho supra, nota anterior.
41
Se agrega «pero necesitan de la asistencia de su representantes legítimos para usar de los
derechos que de la posesión nazcan a su favor».Lo que es lógico, en cuanto que el usar de los
derechos que con la posesión haya adquirido o que ésta les atribuya, supone la capacidad de obrar
necesaria (o el complemento preciso de la misma) para realizar el acto de que se trate.
101
Antología Derecho Civil II
es preciso que el adquiriente conozca tal circunstancia, y basta que haya querido el
hecho determinante de la adquisición.
Según lo dicho, hay adquisición derivativa (transmisión) de la posesión como
hecho, cuando el poder efectivo sobre la cosa no es proporcionado por el anterior
poseedor:
Bien mediante la entrega de la misma en sí.
Bien mediante ─aún sin dárnosla, diríamos de mano a mano─ conferimos su
disponibilidad efectiva (o la del objeto del derecho de que se trate, si es transmisión
de posesión de un derecho.
Por ejemplo, es puesto a nuestras órdenes el servidor posesorio del anterior
poseedor; o se nos dan las llaves del lugar donde está guardada la cosa cuya
posesión se nos transmite o se nos entregan las llaves del piso que se nos vende o
las del vehículo que está aparcado en la calle a la salida de la ciudad.42
Bien mediante simple convenio (contrato) ─que, como tal, requiere
capacidad de obrar─ de transmisión de posesión, si la cosa estaba ya en situación
de que, de quererlo ─cuando el enajenante en su voluntad posesoria, y
adoptándola el adquiriente─ pudiese éste ejercer sobre ella un señorío efectivo (por
ejemplo, se trata de un terreno abierto, o de que quien tuvo una barca prestada, la
amarra al muelle y después manifiesta al dueño que la deja de nuevo a su
disposición.
Aun cuando la cosa estuviese en situación de que el adquiriente pudiese
ejercer sobre ella su señorío efectivo, para transmitir la posesión como hecho, el
otorgamiento de escritura o la entrega al adquiriente de los títulos de pertenencia de
la cosa o derecho de que se trate (otorgamiento o entrega de que se habla más
adelante43 al tratar de la transmisión de posesión y la cesación por el transmitente y
la adopción por el adquiriente de la voluntad posesoria, pues piénsese que, de no
encerrarlo, sólo podrán servir para transmitir la posesión como derecho,
conservando la inmediata (si la tenía, al enajenante, que pasaría a ser mediador
posesorio del adquiriente.
Otra cuestión es que ─aparte del otorgamiento de la escritura o de la
entrega de los títulos de pertenencia─ al adquiriente de la cosa, si ésta estaba en
situación de que él mismo pudiese ejercer sobre ella un poder de hecho, adquiera
su posesión como hecho si comienza a ejercer tal poder.
B) Como derecho
Cuando no hay adquisición del poder efectivo sobre la cosa, sin embargo, se
adquiere la posesión como derecho, simplemente por realizar el acto al que la ley
liga tal adquisición. Es aplicable lo dispuesto de que «la posesión se adquiere [...]
por los actos propios y formalidades legales establecidas para adquirir tal derecho».
Cuando la adquiere por un acontecimiento independiente de su voluntas, o
por acto de otro, el adquiriente no precisa tener ninguna capacidad de obrar, ni
siquiera la natural de entender y querer. Pero si la adquiere por acto suyo, es claro
que precisa ser capaz para realizar éste.
42
Si pongamos por caso, lo tiene el vendedor en su garaje, no queda bajo el poder del comprador
por la entrega de las llaves.
43
Idem, sub. B.
102
Antología Derecho Civil II
44
La ley pretende únicamente que la entrega efectiva de la posesión como hecho no sea suprimida
(y sustituida por el solo acuerdo de transmisión de la posesión) cuando al celebrar el acto (por
ejemplo, compraventa) que obliga a entregar la posesión, el poder efectivo sobre la cosa de que se
trate puede, en aquel instante, ser proporcionado al adquiriente.
Pues de permitirse tal sustitución incluso en este caso, quedaría prácticamente a voluntad de los
interesados al acatar o no el sistema adoptado por el Código de transmisión de los derechos
reales, no por el simple contrato, sino mediante la tradición. Ya que entonces, en cualquier caso,
103
Antología Derecho Civil II
les bastaría para transmitir éstos, el celebrar (sin entrega de la cosa dos acuerdos: 1º el acuerdo
contractual, y 2º el acuerdo de ─sin entregar uno al otra la cosa─ trasmitirse su posesión como
derecho.
45
No obstante, su sentido es, a veces, oscurecido por la jurisprudencia. Hasta el punto de que
podría decirse que, en ocasiones, ésta da la impresión de estimar que la llamada entrega
instrumental es, en cierto sentido, sólo una presunción establecida por la ley (y que admite prueba
contraria) de que se entregó la posesión como hecho.
46
Que, aunque dictados para la hipótesis de venta, son válidos, en general, para cualquier otro
caso.
47
Como ya hemos dicho 8según la que se entenderá por entrega «el uso que haga de su derecho
el mismo comprador, consistiéndolo el vendedor» no constituye una entrega de posesión, sino que
la presupone.
48
Para acabar con las formas de adquirir la posesión, rechazamos que sea un tipo autónomo de
entrega la llamada entrega (o traditio, pensando en que la entrega se haga para transmitir derecho
real sobre la cosa entregada) longa manu (consisten en mostrar la finca al adquiriente, que sería
aplicable a los inmuebles (por ejemplo, A entregará a B la posesión del predio X, indicándole
desde lejos con el dedo sus linderos).
104
Antología Derecho Civil II
A) Como hecho
La posesión como hecho se puede adquirir por servidor de la posesión, ya
que este es mero instrumento mediante el que se ejercita el señorío de hecho del
adquiriente, o se da comienzo (se adquiere) a tal señorío. Adquirir, pues, la
posesión por servidor, consiste en que hay adquisición por acto del poseedor, acto
en el que se utiliza como instrumento posesorio al servidor.
Pero se discute si puede adquirirse mediante representante, es decir, cabe
que alguien realice un acto jurídico suyo ─adquirir la posesión como hecho─ en
nombre y por cuenta de otro, y la adquisición se produzca para aquél?
De adquirir la posesión (como hecho) por representante, puede hablarse en
dos sentidos:
1º Que otro realice el acto (que sea acto de otro, no nuestro mediante un
servidor de la posesión) a consecuencia del que queda la cosa bajo nuestro poder
(propuesta nuestra voluntad posesoria). En este sentido es perfectamente posible
adquirir la posesión por obra de otro. Pero sucede que, aun sin estar autorizado
éste, y ni siquiera ─si cabe─ que tenga voluntad de obrar por cuenta y en nombre
nuestro, unos adquiere la posesión por la sola circunstancia de que sitúa la cosa
bajo nuestro poder.
Realmente, pues, se trata de que adquirimos la posesión nosotros a
consecuencia de un acto adquisitivo realizado por otro.
2º Que otro adquiera, como representante, una posesión que va a tener
también como representante nuestro.49. pero como, según dijimos, el representante
realmente no posee, sino que recibe los efectos de la posesión que otro tiene para
él, verdaderamente no adquiere él la posesión, sino el representante.
En conclusión, que, tanto es el primer caso como en el segundo, sólo en un
sentido impropio se puede hablar de adquisición de la posesión (como hecho) que
representante.
B) Como derecho
Como derecho la posesión se adquiere por representante cuando éste
realiza el acto que unos atribuye el derecho de posesión. Por ejemplo, adquirimos
la posesión civilísima de los bienes que componen una herencia cuando ésta es
aceptada en nuestro nombre.
4. Continuación de la posesión
Ni siquiera haría falta decir que la posesión, desde que se adquiere, se tiene
o conserva mientras que no se pierde. Sólo conviene advertir que en tanto que no
concurra algún hecho modificador ─lo que no se presume mientras que no se
prueba─ se tiene en el mismo concepto y con las características que se adquirió; lo
que podríamos llamar continuidad del tipo de posesión adquirido. Tal idea esta
recogida así «Se presume que la posesión se sigue disfrutando en el mismo
concepto en que se adquirió mientras no se pruebe lo contrario».
49
Véase en esta misma Revista mi trabajo «Concepto, estructura y clases de posesión», núm 14.
105
Antología Derecho Civil II
50
Ibid, núm 24.
51
No dándole el se nítido estricto en que otras veces se le toma.
52
Creemos que el expuesto «El que suceda por título hereditario no sufrirá las consecuencias de
una posesión viciosa de su causante si no se demuestra que tenía conocimiento de los vicios que
la afectaban; pero los efectos de la posesión de buena fe no le aprovecharán si no desde la fecha
de la muerte del causante» pero al hablar de «posesión viciosa», se refiere a la mala fe, al
contraponerle, después, la «posesión de buena fe».
53
Se presume que la posesión se sigue teniendo en el mismo concepto en que se adquirió, hay
que entenderlo no en el sentido que ello implique que también se presume la subsistencia de la
posesión, sino en el deque se presume la continuación en el mismo concepto, presupuesto que se
pruebe que se continúa siendo poseedor.
106
Antología Derecho Civil II
poseyendo. Ahora bien, si se prueba que se poseyó antes y que se posee ahora, la
ley presume que se poseyó también durante el tiempo intermedio.
Según se dice «El poseedor actual que demuestre su posesión en época
anterior, se presume que ha poseído también durante el tiempo intermedio,
mientras no se pruebe lo contrario».
54
Pero no si concurren ciertas circunstancias excepcionales; por ejemplo, se adquiere por otro la
propiedad de la cosa a non domino.
107
Antología Derecho Civil II
8. Recuperación
Cuando por despojo de la cosa se pierde la posesión como hecho o la
posesión mediata, hemos dicho que se conserva por el poseedor una posesión
como derecho durante un año. Si en el transcurso de este plazo se recobra
─ejercitando la oportuna acción recuperativa─ la posesión perdida, se entiende
─para todos los efectos que puedan redundar en beneficio del poseedor─ que
disfrutó una u otra sin interrupción.55
55
Como conserva la posesión incorporal, lo que hay que entender es, no que siguió disfrutando de
ésta sin interrupción, sino que disfrutó de la posesión de que fue despojado
108
Antología Derecho Civil II
considera viciada e inútil para prescribir; pero con la posibilidad de que se purguen
esos vicios y la posesión se convierta en apta o eficaz para la prescripción.
Estas cualidades, en ausencia de las cuales se originan los vicios de la
posesión, son las siguientes: pacífica, continua, pública y cierta.
A la cualidad de posesión pacífica se opone el vicio de la violencia a la de
posesión continua, el de interrupción; a la de posesión pública, el de clandestinidad
o posesión oculta, y a la de posesión cierta el vicio de equivocidad o equívoco.
Además del requisito esencial y de las cualidades mencionadas, la posesión
debe tener una condición más, que influyen sólo respecto al tiempo, y consiste en la
buena fe. No se trata de una cualidad propiamente dicha, porque la buena fe sólo
influye para reducir el tiempo de prescripción, y la mala fe, por consiguiente, para
aumentarlo. La mala fe no es un vicio que haga inútil la posesión para adquirir por
prescripción el dominio; es, simplemente, un hecho que aumenta el término sin
hacer ineficaz la posesión.
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3. Posesión pacífica
La posesión debe ser pacífica. Cuando no reúne esta cualidad, padece el
vicio de la violencia. Se considera que la posesión es pacífica cuando no se
110
Antología Derecho Civil II
4. Posesión continua
La posesión debe ser continua, si no lo es adolece del vicio de interrupción.
También en este aspecto nuestra legislación difiere del derecho francés y sigue la
tradición española.
En la definición de posesión continua se dice que es aquella que no hay sido
interrumpida. Se dispone que los bienes inmuebles prescriben: "I.- En cinco años,
cuando se posee en concepto de propietario, con buena fe, pacífica, continua y
públicamente . . ." "IV.- Se aumentará en una tercera parte el tiempo señalado en
las fracciones I y III, si se demuestra, por quien tenga interés jurídico en ellos, que
el poseedor de una finca rústica no la ha cultivado durante la mayor parte del
tiempo que la ha poseído, o que por no haber hecho el poseedor de la finca urbana
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Antología Derecho Civil II
5. Posesión pública
La posesión debe ser pública. El vicio que afecta a la posesión pública se
denomina clandestinidad. La posesión es clandestina u oculta, cuando no se tiene a
la vista de todos aquellos que tengan interés en interrumpida, como decía el Código
anterior, o como dice el vigente, cuando no se tenga a la vista de todo mundo, es
decir, la posesión que se hace del conocimiento de aquellos que tienen interés en
interrumpirla, pero por razones de protección natural no se le hace del conocimiento
de todo mundo, por este solo hecho se vicia; la posesión queda viciada, y el vicio,
en rigor, no tiene fundamento jurídico en este caso.
6. Posesión cierta
Hay otra cualidad de la posesión, no señalada expresamente por la ley, pero
se deriva de la misma. Según ella, la posesión debe ser cierta, debe existir absoluta
seguridad, por razón del título, de que la posesión se tiene en concepto de dueño.
Cuando no se presenta esta característica, se dice que está viciada la
posesión de equivocidad o que es equívoca; es decir, que se trata de una posesión
dudosa respecto al concepto por el cual se tiene. Hay ciertos casos que pueden
originar duda a este respecto.
112
Antología Derecho Civil II
previene que no puede comenzar a correr la prescripción sino hasta que se haya
cambiado de causa, para que en nuestro derecho la copropiedad nunca origine una
posesión dudosa.
7. Condiciones de la posesión
Las condiciones de la posesión ya no implican cualidades de la misma y, por
consiguiente, su ausencia no vicia la posesión, ni lo hace inútil para adquirir el
dominio, pero influye para aumentar o disminuir el término de prescripción.
En el Código vigente son dos las condiciones que pueden influir desde el
punto de vista temporal en la prescripción: a) La buena o mala fe; b) El abandono
de los inmuebles. En el Código anterior sólo había una condición (la buena o mala
fe) que influía desde el punto de vista del tiempo.
a) La mala fe no es un vicio en la posesión, ni consiguientemente la buena fe
es una cualidad de la misma, Se puede adquirir el dominio por prescripción, aun
cuando se posea de mala fe. Si fuera un vicio haría inútil la posesión misma.
Simplemente la mala fe influye para aumentar el término de prescripción, que
generalmente duplica; para los bienes inmueble el término, con buen fe, es de cinco
años, y con mala fe diez; para los muebles, con buena fe es de tres años y con
mala fe de cinco.
Si sólo la posesión animus dominii es posesión jurídica, evidentemente que
la buena fe se confunde con el justo título, es decir, será parte integrante del
mismo, y si no hay animus domiii no hay buena fe, porque sería tanto como entrar a
poseer sabiendo que no se tiene título.
b) Otra condición que afecta el término de prescripción u que sólo regula el
Código Civil, es el uso o el abandono de los bienes inmuebles. Para los rústicos o
urbanos destinados a habitación, se crea esta condición del uso.
Este abandono se sanciona en el Código con un aumento de una tercera
parte del término de prescripción. Para los bienes inmuebles no existe esta
condición del uso.
de crédito tiene incapacidad para adquirir el dominio de bienes raíces que no estén
exclusivamente destinados a su objeto, de surte que si una institución de esta
naturaleza posee bienes que no tienen ninguna relación con su objeto, esta
posesión no llegará a producir el domino.
3ª Los que tienen incapacidad de ejercicio pueden adquirir por prescripción,
por conducto de sus representantes legítimos. La incapacidad de ejercicio supone
la capacidad de goce, es decir, la aptitud de ser titular de derecho; pero la
imposibilidad de ejercitar esos derechos directamente, por sí mismos. El
incapacitado en cuanto al ejercicio, pueden adquirir el dominio y, por consiguiente,
puede adquirir por prescripción la propiedad, pero como no puede ejercitar sus
derechos tendrá que hacerlo por conducto de su representante legal.
4ª Se presume que el que comenzó a poseer con determinado carácter,
continúa poseyendo en esa misma forma. Entre tanto no se cambie la causa de la
posesión se sigue disfrutando en el mismo concepto en que se adquirió a menos
que se pruebe que ha cambiado la causa de la posesión.
5ª La posesión de la causante aprovecha al causahabiente, quien puede
sumar aquélla al tiempo para que haya poseído, siempre y cuando ambas
posesiones reúnan los caracteres legales.
6ª El derecho para prescribir en lo futuro es irrenunciable; sólo puede
renunciarse la prescripción consumada o el tiempo transcurrido.
9. Inscripción de la posesión
La posesión puede registrarse tanto en su principio, como durante el tiempo
necesario para prescribir, o una vez consumado el plazo de la prescripción.
De esta suerte, es necesario distinguir dos casos: 1º Antes de que transcurra
el término de prescripción; 2º Una vez transcurrido este término.
En el segundo caso es necesario distinguir dos hipótesis: a) los bienes
inmuebles objeto de la inscripción, aparecen registrados a favor de determinada
persona; b) Esos bienes no se hallan inscritos en el Registro Público de la
Propiedad.
Primer caso.- Antes de que transcurra el tiempo de prescripción, aquel que
está en posesión de un inmueble con las cualidades necesarias para prescribirlo,
puede solicitar la inscripción de su posesión cumpliendo los siguientes requisitos:
1º Es necesario que ese inmueble no aparezca inscrito a favor de
determinada persona.
Para cumplir este requisito se debe justificar con el certificado que expida el
director del Registro Público de la Propiedad, la circunstancia de la no inscripción
del inmueble con respecto a otra persona.
2º Es necesario justificar, además que el inmueble se ha poseído en
concepto de dueño, en forma pacífica, continua y pública. Para esto se deberá
presentar una información testimonial de tres testigos de notorio arraigo en el lugar,
y esta información se recibirá con audiencia del Agente del Ministerio público y el
Director del Registro Público de la Propiedad. Además, se le dará publicidad en los
periódicos que determine el juez.
Con motivo de la publicación de la solicitud puede un tercero oponerse, bien
sea a que se ordene la inscripción o, si ya está ordenada, a que se lleve a cabo el
registro correspondiente, o, si su oposición se presenta después de haber hecho la
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Bibliografía
Cruz, Mejía Andrés. Bienes, Antología, tomo II, División de Universidad Abierta,
UNAM, 1996, 259 pp.
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Antología Derecho Civil II
Unidad 8
SUCESIÓN TESTAMENTARIA
Sumario
cuius debe mediar un proceso o juicio sucesorio, que sólo puede efectuarse
cuando el titular del patrimonio haya muerto.
estableció la obligación de reservar una parte de la herencia para los heredes sui,
─o sea los familiares alieni juris dependientes del testador─ de la siguiente forma:
la tercera parte, si eran cuatro o menos los heredes sui, y la mitad de la herencia si
eran cinco o más. Esta parte reservada a los herederos legítimos recibió el nombre
de legítima.
La sucesión legítima o ab-intestado ─sucesión hereditaria que puede darse
sin testamento─ es conocida como un sistema necesario o forzoso, puesto que es
la ley la que establece de qué forma se dispondrá de los bienes de la herencia, ya
sea porque no existe testamento eficaz o, de existir, no comprende a todos los
bienes. En estos casos, es la ley la que señala a los herederos a partir de los
parientes más próximos; de no existir éstos dentro de determinado grado, designa
como tal a la beneficencia pública.
Los dos sistemas citados ─testamentificación y sucesión legítima─ en
muchos casos aparecen coexistiendo en una sola sucesión.
En el derecho romano no podían subsistir simultáneamente la sucesión
legítima o intestada y la testamentaria. Cuando existía testamento válido, toda la
herencia correspondía al heredero y, si el testamento se invalidaba, la sucesión
total era intestada sin que pudiera preservarse parcialmente el testamento.
DISPOSICIÓN DE BIENES
PARA DESPUÉS DE LA MUERTE SUCESOR
HEREDERO
TESTAMENTO
LEGATARIO
SUCESIÓN INTESTADA
"AB INTESTATO" O LEGÍTIMA HEREDEROS
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8.3 El Testamento
8.3.1 Aspectos generales del testamento
Al hablar de la sucesión testamentaria hicimos mención del testamento, ya
que constituye la base de este tipo de sucesión. Recordemos que el testamento
es un acto jurídico en virtud del cual una persona expresa libremente su voluntad
para que se disponga de sus bienes después de la muerte, y surta efectos cuando
él ya no exista. Por testamento deberemos entender al acto jurídico unilateral,
personalísimo y solemne, por lo cual una persona dispone de todos o parte de sus
bienes y derechos que no terminan con su muerte, y cumple deberes para cuando
fallezca.
El testamente, que es también el documento en el cual consta la voluntad
última de carácter patrimonial, puede contener otras cuestiones (nombramiento de
tutor, reconocimiento de hijos, disposiciones funerarias, etc.).
Además de ser un acto jurídico unilateral, solemne y personalísimo,
característica con los que conceptualmente se define al testamento, nuestro
Código Civil lo califica de revocable y libre.
Ahora bien, del análisis detallado de las características conceptuales y
legales del testamento, surge que el mismo es:
1. Un acto jurídico, en tanto implica una manifestación de voluntad para
establecer relaciones jurídicas a fin de crear, modificar, transmitir o extinguir
derechos y obligaciones que produzcan sus efectos, después de la muerte del
testador.
2. Un acto jurídico unilateral, en cuanto que es la manifestación de voluntad de un
solo sujeto, ya que para que se generen los derechos y deberes que
constituyen su objeto directo no requiere de la aceptación de los beneficiarios
aunque, como veremos, puede resultar ineficaz para producir los efectos
requeridos por el testador.
3. Un acto jurídico solemne, pues sólo pueden ser realizados en alguna de las
formas forzosas instituidas por la ley, sin que pueda considerarse como
testamento cualquier disposición que no llene los requisitos que para cada una
de las especies testamentarias señala nuestro Código Civil, y que sin ellas no
produce efecto.
4. Es un acto personalísimo y no puede ser realizado por interpósita persona, ni
por el representante legal de un incapaz; tampoco el mandatario del sujeto
capaz puede testar por su representado, ya que el testamento, sea cual fuere
la forma que se le dé, debe ser realizado única y personalmente por el testador.
5. Un acto jurídico revocable, puesto que el testador es libre de modificar el
testamento anterior dejándolo sin efecto, ya sea por un acto expreso, ya porque
dicte otra disposición en contrario. La confección de un nuevo testamento tiene
por efecto revocar al testamento anterior. El testamento no puede ser resultado
de un contrato por el cual el testador se obligue a testar a favor de determinada
persona y tampoco renunciar a la facultad de testar o revocar el testamento ya
otorgado. Toda estipulación que al respecto se hiciere en cualquier acto
jurídico, será nula y no tendrá validez.
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6. Un acto jurídico libre desde dos puntos de vista; primero, como requisito de
todo acto jurídico que puede ser invalidado porque el autor carezca de plena
libertad, ya sea por error, por dolo o fraude; es decir, engaño que motive el
contenido del testamento. Por ejemplo, el reconocimiento de un hijo
extramatrimonial, el legado a una antigua sirvienta o el pago de una deuda
prescrita.
7. Un acto jurídico mortis causa, en tanto es un acto destinado a producir sus
efectos después de la muerte del testador.
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8.5.2 Modalidades
El testador es libre de instituir a su heredero o herederos y este
nombramiento es intuítu personae , ya que el sucesor ha sido elegido por ser él
precisamente razón por la cual en su lugar ninguna otra persona puede heredar,
ni sus representantes; en el caso de no querer o no poder suceder el heredero
instituido, podrá serlo un sustituto también elegido por el testador, lo que hace que
el nombramiento de éste también sea intuítu personae.
La institución del heredero puede ser pura y simple o adoptar ciertas
modalidades. El nombramiento del sucesor puede sujetarse a condición, término
o modo.
Es necesario que distingamos la modalidad de término en las instituciones
de heredero y de legatario, ya que la designación de heredero no puede ser a
término suspensivo ni resolutorio; el testador no puede señalar el día en que deba
empezar a surtir sus efectos la designación de heredero, y tampoco fijar un
término para que tal designación acabe, ya que por ley la transmisión se realiza al
momento de la muerte del autor y éste desconoce el día en que ocurrirá.
Cualquier modificación que en este sentido se hiciere en el testamento se
tendrá por no puesta. En cambio, en los legados, el testador si puede establecer
términos para señalar cuándo empieza a surtir sus efectos la designación de
legatario y cuándo dicha designación termina. Por ejemplo, el caso en el que se
deja un legado consistente en rentas periódicas, o sobre los frutos por un
determinado tiempo y, concretamente, en los legados de usufructo, uso y
habitación, que siempre son temporales y sólo subsisten mientras viva el titular, e
incluso pueden ser reducidos en tiempo; lo que significa que los legados pueden
sujetarse al término resolutorio fijo si así lo dispusiera el testador. Es importante
señalar que cuando un legado de usufructo se deja a alguna corporación o
persona moral, no puede exceder de veinte años.
b) Respecto a la condición, el testador tiene toda la libertad para establecer
condiciones y subordinar a ellas su sucesión hereditaria. Puede establecer
condiciones para los herederos y para los legatarios, tanto de tipo suspensivo
como resolutorio.
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ejemplo, “si llueve, tal día, si llega X a la ciudad antes de tal día”, “si el número
de tú billete resulta premiado en la lotería”.
2. Es potestativa –también llamada puramente potestativa– aquella condición
cuya realización depende exclusivamente de la voluntad del acreedor. Por
ejemplo, “cuando quiera te donaré mi rancho”.
3. Es mixta –también llamada simplemente potestativa– aquella condición para
cuya realización requiere de la combinación de la voluntad del acreedor con un
acontecimiento ajeno a su voluntad, el que puede ser natural o de otro sujeto,
Por ejemplo, “si X tiene un hijo y lo llevas a registrar”, “si alojas a X es tu
casa...”. En ambos casos, no es suficiente la voluntad del interesado, se
requiere de que nazca el niño y de que X acepte ir a la casa.
En las condiciones casuales, bastará con que el hecho se realice en
cualquier tiempo, vivo o muerto el testador, para que se tenga por cumplida.
En lo que toca a las condiciones potestativas, nuestro derecho establece
algunas reglas:
1. La condición deberá entenderse por cumplida en los siguientes casos
a) Cuando el obligado a entregar una cosa o a realizar algún hecho ofrece
cumplirlo, pero aquel a cuyo favor se estableció la entrega o hecho se
niega a recibirlo.
b) Cuando el hecho se realice o la cosa se entregue antes de efectuado el
testamento o antes de la muerte del autor de la sucesión, si el testador no
hubiera tenido conocimiento de ello.
2. La condición de “no dar” o de “no hacer” se tendrá por no puesta en el
testamento y la institución de heredero o de legatario se tendrá por no puesta
en el testamento y la institución de heredero o de legatario se tendrá como
pura y simple: al establecer condiciones, el testador siempre debe referirse a
hechos positivos.
3. Entre las condiciones mixtas, es de primordial importancia la conocida como
“condición de tomar o dejar de tomar estado”. Por ejemplo, contraer
matrimonio o terminar con el matrimonio ya contraído. Ella se tendrá por no
puesta en el testamento, y la institución de heredero se considera para o
simple. Sin embargo, es válido establecer una pensión, habitación o usufructo
por el tiempo que el legendario permanezca soltero o viudo.
Respecto al modo o carga, el testador puede imponer al heredero o
legatario el cumplimiento de determinadas obligaciones, siempre que éstas sean
física y legalmente posibles. La carga imposible de realizarse anula a la institución
de heredero o legatario.
La carga de hacer alguna cosa por parte del heredero o legatario, se
considera como condición resolutoria, y su monto no puede exceder de lo que el
heredero o legatario recibe, atento al principio de que toda herencia se entiende
recibida a beneficio de inventario.
Esta regla establecida por nuestro Código Civil, es perfectamente aplicable
a los legados, pero lo consideramos inoperante respecto a la institución de
heredero. Creemos que el beneficiario de la carga sólo tiene un crédito contra el
heredero, pues el incumplimiento no anula la institución.
Al heredero o legatario se le puede imponer como carga el a sumir un
cargo en el trámite de la sucesión o el encargarse de una tutela, y al no
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Y está obligado a:
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bienes muebles, por lo cual en el legado de los bienes muebles de una casa
no se entienden incluidos el dinero, los documentos y papeles, colecciones
científicas y artísticas, libros, medallas, armas, joyas, ropa, vinos y
mercancías, sino sólo el ajuar y utensilios propios del menaje de una casa.
Dentro del legado de género se comprende el legado de dinero; si no lo hay en
la masa hereditaria, deberán venderse bienes de la misma para pagarlo, o lo
pagará el heredero de su peculio si a él se le cargó con el legado.
Cuando las cosas que comprenden un género son de diversa calidad y valor,
debe entregarse una de mediana calidad y precio.
5. Legado de usufructo, uso y habitación: es la disposición testamentaria que le
concede al legatario el uso y goce, y no el dominio de la cosa legada. Estos
legados, en principio son vitalicios, a no ser que el testador disponga que
duren menos que la vida del legatario. Si se establecen por un plazo y el
legatario muere antes, no transmite ningún derecho a sus herederos.
Cuando estos legados son dejados a laguna corporación que tiene capacidad
de adquirirlos, sólo duran veinte años.
6. Legados de prestación o servicios: consisten en la disposición testamentaria
que concede al legatario el derecho de percibir alguna cosa o servicio como
dinero, comida, habitación, asistencia sanitaria, etcétera, entregados
periódicamente y por un determinado tiempo.
Estos legados son de pensión, alimentos y educación:
a) Legado de pensión. Es el que otorga al legatario el derecho a percibir un
pago periódico en dinero, en una cantidad determinada por el de cuius y
por un plazo establecido por el testador, el cual puede ser por toda su vida.
b) Legado de alimentos. Consiste en la disposición testamentaria que
concede al legatario el derecho a percibir comida, vestido, habitación y
asistencia médica hasta una determinada edad, mientras esté incapacitado
para procurarse por si mismo la subsistencia, o por toda su vida. Si en este
legado no se establece cantidad, se está a las reglas de la obligación
alimentaria en cuanto a la necesidad del acreedor y la posibilidad del
deudor, en este caso, en cuanto a las posibilidades de la herencia.
c) Legado de educación. Responde a la disposición testamentaria que
instituye a persona o personas determinables como legatarios; para
costear sus estudios por determinado tiempo, o hasta que se establezca
para ejercer oficio o carrera. El Código Civil señala a la llegada a la
mayoría de edad, o antes si adquiere medios de subsistencia o contrae
matrimonio. Es de desear mayor liberalidad, pues es difícil adquirir una
profesión antes de los dieciocho años.
7. Legados de crédito y deuda. En este caso, el testador que es titular de un
crédito dispone en su testamento que o tramite a determinada persona. El
heredero entregará al legatario los títulos y documentación referente al caso,
salvo disposición expresa en contrario. El crédito lleva como accesorios los
intereses desde la muerte del testador.
El legado de deuda constituye la disposición testamentaria por lo cual se libera
al deudor de una deuda que tenía pendiente con el autor de la sucesión. Este
tipo de legado puede ser sólo de la garantía que sostiene el crédito, como
prenda o hipoteca; en este caso la deuda subsiste, pero se libera la garantía
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Como acto llamado a producir sus efectos después de la muerte del autor,
el testamento requiere rodearse de seguridades que garanticen la exacta
expresión de su voluntad, pues no cabe la posibilidad de aclaraciones o
rectificaciones en el momento de su aplicación. Es aquí que de antiguo se ha
exigido una forma estricta que la técnica jurídica considera elemento de
existencia, por lo que el testamento es un acto jurídico solemne.
La ley ha establecido ciertas formas obligatorias para que la voluntad
pueda producir efectos jurídicos como testamento. Sólo reuniendo las
formalidades que la ley exige para cada tipo de testamento éste llega a existir
como tal. No importa que la voluntad sea expresada de forma indubitable; si no se
le da las formas expresamente establecidas, no será testamento.
Se requiere que la expresión de voluntad sea expresa, pero además dicha
expresión debe ser clara, de tal manera que se prohíbe que se dé con
monosílabos a preguntas que se le hagan al testador.
A fin de dar seguridad el acto, la ley:
1. Establece la incapacidad de heredar del notario y de los testigos que
intervengan en el testamento. En este caso el testamento valdrá, pero la
institución de herederos o legatarios está afectada por tal incapacidad.
2. Prohíbe que determinadas personas sean testigos en los testamentos como
los empleados del notario que intervenga en el acto, los menores de dieciséis
años, los que no estén en su sano juicio, los ciegos, sordos o mudos; los que
no entienden el idioma del testador, los herederos y legatarios nombrados en
el mismo testamento, ni sus parientes o cónyuge ni los que hayan sido
condenados por delito de falsedad.
3. Establece la presencia de los herederos o parientes no afecta la solemnidad
del acto, sino que produce la nulidad de la institución. Debemos deducir que la
violación a la prohibición de los otros testigos, si afecta la formalidad solemne
del testamento y éste no producirá efectos ni siquiera parciales.
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Testamentos ordinarios
Testamento ordinario es aquel en que, en condiciones normales, cualquier
persona puede manifestar su voluntad de disponer para después de su muerte.
Dichos testamentos pueden ser: público abierto, público cerrado y ológrafo.
Estos tipos tienden a garantizar la autenticidad de la voluntad y el secreto de
la disposición cuando así lo desea el testador. Requiere la presencia de
funcionarios públicos expresamente autorizados en razón de su cargo, para dar fe
del otorgamiento.
Testamento público abierto.- Testamento ordinario público abierto es el que se
realiza ante notario público y tres testigos, y se asienta en el protocolo notarial.
En éste el testador expresa su voluntad al notario, quien lo transcribirá y en
voz alta dará lectura de las cláusulas ante el testador y los testigos, para que
el primero manifieste expresamente su voluntad.
El acta notarial debe ser firmada por el testador y los testigos. Si el testador no
supiere firmar, se hará con el testamento; si no sabe leer, designará persona
que lo haga por él.
Si el testador es ciego, además de oír la lectura del notario, designará persona
que lo lea por segunda vez.
El que ignore el idioma español puede otorgar este tipo de testamento, pero al
acto deberán comparecer dos intérpretes. El testador deberá escribir el
testamento en su idioma, y será traducido a fin de que el notario lo transcriba
en español en el protocolo. La escritura en el lenguaje del testador puede ser
efectuada por alguno de los intérpretes. Tanto lo escrito en el idioma del
testador como la traducción deben guardarse como apéndice del testamento.
El testamento debe iniciarse y terminarse en un solo acto.
El testador puede obtener testimonio del acto.
Testamento público cerrado.- Testamento ordinario público cerrado es el
testamento que el testador redacta personalmente o es redactado por otra
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Antología Derecho Civil II
Testamentos especiales
Testamentos especiales.- Es aquel que se permite solamente en casos de
excepción, en casos de apremio en que no es posible el otorgamiento de un
testamento ordinario y cuya eficiencia es restringida en cuanto al tiempo.
Constituye una forma de facilitar, en condiciones extraordinarias, el otorgamiento
de disposiciones para después de la muerte.
Normalmente, tiene validez cuando la muerte del testador acaece sin haber
podido otorgar un testamento ordinario con todas sus formalidades. Este tipo de
testamento puede ser: privado, militar, marítimo, el efectuado en país extranjero.
Testamento privado.- Testamento privado es el que se otorga cuando, por
enfermedad grave inesperada y falta de notario público, el testador no puede
realizar testamento ológrafo.
Para otorgar este testamento manifieste su voluntad; uno de los testigos
deberá redactarlo por escrito, pero puede prescindirse de la forma escrita si
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Antología Derecho Civil II
ninguno de los testigos sabe escribir y en los casos de suma urgencia en que
el número de testigos puede también reducirse a tres.
La expresión de la voluntad del testador debe ser clara y no dejar lugar a
dudas. Para que la declaración valga como testamento es necesario que el
autor fallezca de la enfermedad o peligro en que se halle o dentro del mes
siguiente. Caduca si transcurre un mes entre la fecha de otorgamiento y la
muerte del testador, tiempo más que suficiente para otorgar un testamento
ordinario.
En caso de que el testador muera antes de este término, el juez de lo familiar
deberá citar ante el Ministerio Público, a los testigos, que serán examinados
respecto de todas las circunstancias que origine el otorgamiento. Dichos
testigos deberán coincidir en tales circunstancias y contenido de la
declaración, e incluso sobre el cabal juicio y libertad de quien lo hizo. Si el juez
considera que de las declaraciones de los testigos se establece plenamente la
última voluntad del muerto, se declarará formal el testamento y surtirá todos
sus efectos.
Testamento militar.- Testamento militar es aquel otorgado por un militar o un
asimilado al ejército al tiempo de entrar en acción de guerra o estando herido
en el campo de batalla, Puede otorgarse de forma escrita u oral, ante dos
testigos.
Bastará que ante los testigos el testador manifieste verbalmente su última
voluntad y, si la redactó por escrito, haga entrega del pliego cerrado y firmado
de su puño y letra. Si el testamento se otorgó por escrito, el testigo que lo haya
recibido deberá entregarlo al superior, quien lo remitirá a la Secretaría de la
Defensa Nacional, y ésta al juez familiar correspondiente al domicilio del
difunto.
El juez debe oír a los testigos en las mismas condiciones que si se tratara de
testamento privado.
Si solo se estableció oralmente, los testigos lo harán saber a su superior,
quien por oficio lo informará a la Secretaría de la Defensa Nacional; ésta, a su
vez, lo informará a la autoridad judicial correspondiente.
Para declarar formal este testamento, deberá citarse a los testigos, como en
todo testamento privado, También en este caso, el testamento sólo tiene
validez si el testador fallece antes de que transcurra un mes desde su
otorgamiento.
Testamento marítimo.- Testamento marítimo; toma su nombre de la
circunstancia de que el testador se encuentre a bordo de un barco mercante o
de la marina de guerra nacional. Se debe otorgar ante el capitán del barco y
por duplicado, ya sea por el propio testador o por un tercero en presencia de
dos testigos quienes lo firmarán, además del testador. Uno de los ejemplares
lo conservará el capitán entre los documentos del navío y el acontecimiento se
asentará en el diario de navegación, señalándose fecha y hora del mismo.
A la llegada a puerto, si la escala es en país extranjero, uno de los ejemplares
se entregará al representante diplomático o consular mexicano, y a la llegada
a puerto mexicano se entregará el otro ejemplar o ambos a las autoridades
portuarias. Los agentes, cónsules o autoridades que reciban un testamento
deberán hacerlo llegar al Ministerio de Relaciones Exteriores, para que los
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Bibliografía
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Unidad 9
SUCESIÓN LEGÍTIMA
Sumario
9.1 Introducción y capacidad para suceder.- 9.2 Sucesión.- 9.3 El
albacea y el interventor.- 9.4 Apertura de la herencia y delación.- 9.5
Aceptación y repudio de la herencia.- 9.6 Inventario, Avalúo y Liquidación
de la herencia
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Antología Derecho Civil II
Especies de Sucesiones
Por la voluntad del autor.- En cuanto a la voluntad del autor de la herencia,
podemos clasificar las sucesiones en tres:
Testamentaria. Se regirá la sucesión por la voluntad expresa del autor de
la herencia, esto es, por la voluntad del testador.
Legítima. Se aplicará la voluntad que la ley presuntamente considera que
sería la del autor de la herencia.
Mixta. Se llama así a la sucesión que es en parte testamentaria y en parte
legítima o intestamentaria, por no haber dispuesto al testador de todos sus bienes
mediante su testamento.
Las sucesiones también se pueden clasificar con base en el procedimiento
que se puede seguir para su tramitación:
Judicial. Es la regla , toda sucesión puede tramitarse ante juez, en toso los
casos.
Extrajudicial o notarial. Este procedimiento es excepcional, debido a que
sólo se puede tramitar en los casos en que la ley así lo autorice.
Modos de Suceder
Los herederos o beneficiarios del autor de la herencia pueden adquirir los
bienes directamente o en sustitución de otros que no llegaron a ser herederos;
también puede darse el caso de que los herederos tengan que decidir si el autor
de la herencia de quien heredan, a su vez heredó los bienes relativos a otra
sucesión, lo anterior se explica al exponer los diversos modos de suceder.
Por derechos propio. Se designa por derecho propio, por cabeza o de
modo directo, cuando el heredero es llamado directamente por la ley o por el
testador, ésta es la regla, por ejemplo, los hijos son llamados por la ley, en primer
lugar, para heredar directamente en la sucesión de sus padres.
Por transmisión. El modo de suceder por transmisión se da en aquellos
casos en que el heredero llamado a una sucesión fallece sin decidir si acepta o no
la herencia, en este caso el o los herederos del heredero fallecido harán valer el
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Tipos de Herencias
La herencia, en doctrina, se clasifica en dos, lo cual depende de sí tendrá
heredero o no:
Herencia vacante. Es la que nunca ha de tener un heredero, se le
denomina así por analogía con los bienes vacantes, los cuales son bienes
inmuebles que no tienen dueño cierto y conocido. Este tipo de herencia no existe
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Sujeto de la Sucesión
Las personas esenciales en todo procedimiento sucesorio son el que
transmite y los adquiere, ya sea a titulo universal o particular. Analicemos cada
uno de ellos.
Persona que transmite. Se le denomina así al autor de la herencia, el de
cujus, el causante, es el sujeto que falleció.
Persona que adquiere a titulo universal. La persona que adquiere una
porción o todo el patrimonio del autor de la herencia, que recibe el nombre de
heredero, es el adquiriente a tituló universal. El conjunto de bienes que eran del
de cujus forma una universalidad de derecho, los sujetos llamados a ella, bien sea
que se les conceda una porción o todo, son los herederos. De manera didáctica,
todos los bines que eran del de cujus, aunque se encuentren en diversos lugares,
forman una unidad, esta es una universalidad de derecho; por el contrario, una
universalidad de hecho es el conjunto de cosas que se encuentran reunidas en un
lugar, sin importar que su dueño sea uno o varios.
Persona que adquiere a titulo particular. La persona que adquiere bines
específicamente determinados por el autor de la herencia , que recibe el nombre
de legatario, es el adquiriente a titulo particular. El legatario sólo puede ser
instituido en el testamento, no existen legatarios por disposición de la ley.
Las principales características distintivas entre las instituciones de
heredero y legatario son:
Heredero. Es quien le corresponde todo o una parte alícuota de una
universalidad, eso es, derechos o relaciones jurídicas que correspondían al de
cujus, pueden ser instituido por el testador o por la ley, es el sucesor del autor de
la herencia, entra a la masa hereditaria como si ésta como si esta fuese un
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condición legal es una condición resolutoria, puesto que se tiene por nacido, pero
si no nace vivo y viable se retrotraen los efectos como si nunca hubiese existido.
La personalidad se inicia desde el momento del nacimiento y termina hasta
la muerte, también se desprende que el concebido es considerado como persona
sólo para los casos en que el código expresamente lo disponga y no para
cualquier disposición del mismo; por ejemplo, el concebido puede heredar o
recibir donaciones, pero nunca podrá celebrarse un contrato de compraventa o de
arrendamiento con un concebido, puesto que el código en dichos supuestos no lo
consideran como nacido.
El concebido es considerado de manera excepcional, debido a que uno
basta con le hecho de haber sido concebido para ser persona, sino que dicho
carácter esta condicionado a que nazca vivo y viable.
En otro orden de ideas, veamos ahora el problema que en la doctrina
recibe el nombre de conmorencia.
Como ya se estableció, para que se dé una sucesión se requiere que haya
un muerto y por lo menos un vivo, pero en el caso de que el autor de la herencia
fallezca simultáneamente con sus posibles herederos o que no sea posible
determinar cuál de los dos falleció primero, nos encontramos con lo que se ha
denominado conmorencia. En este sentido, se debe concluir que no habrá
derecho a heredar en virtud de que al momento de fallecer el autor de la herencia,
la otra persona también ya había fallecido; es decir, que no hay un muerto y un
vivo, sino que hay dos muertos.
Ante el caso de fallecimiento simultaneo o de que se ignore quien falleció
primero, si el de cujus o el probable heredero o legatario, algunos sistemas han
establecido, inspirados en el antiguo derecho romano, que se tendrá por fallecido
primero a los de mayor edad, y en caso de ser de la misma edad deberá tomarse
en cuenta el sexo, suponiendo estos sistemas que el hombre sobrevive a la
mujer; también es posible tomar en cuenta el estado físico-anímico para presumir
quien sobrevive a quién. La norma o regla generalmente aceptada, y que sigue
nuestro código, resuelve que en caso de que no pueda determinarse cuál de ellos
falleció primero, se les tendrá por fallecidos simultáneamente y como
consecuencia no habrá entre ellos lugar a la transmisión hereditaria. Para que no
se de la conmorencia basta que se determine quien murió antes, aunque la
diferencia de tiempo sea muy breve.
Para efectos de este trabajo la perdida de la vida ocurre cuando:
I. Se presenta la muerte cerebral o
II. Se presenten los siguientes signos de muerte:
a) La ausencia completa y permanente de la conciencia;
b) La ausencia permanente de respiración espontánea;
c) La ausencia de los reflejos de tallo cerebral, y
d) El paro cardiaco irreversible.
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sentido de que toda herencia o legado al gobierno debe ser aceptado de ipso
ifacto, es decir, automáticamente, excepto que se le dejen a los bienes bajo
condición o imponiéndole algún gravamen: en este caso, mas que una
incapacidad, es una reserva de esa aceptación o repudiar la herencia.
Incapacidad sobrevenida
Son incapaces de heredar por sucesión testamentaria aquellas personas
que al ser nombradas en el testamento como tutores, curadores o albaceas,
renuncien (sin causa, si fuera con causa seria excusa) al cargo o hayan sido
separados judicialmente de su ejercicio por mala conducta. El último precepto
citado dice que para que el heredero pueda suceder, basta que se capas al
tiempo de la muerte del autor de la herencia, razón por la cual esta incapacidad
se llama sobrevenida, ya que la incapacidad se da por una causa posterior al
fallecimiento del de cujus. Esta incapacidad es una condición resolutoria legal, si
renuncia al cargo o es removido, entonces se cumple la condición, pro lo cual el
que parecía heredero nunca lo fue.
En cuando al albacea, dispone que la renuncia sin causa es suficiente
parta que el presunto heredero-albacea sea incapaz, por incapacidad
sobrevenida, y que aun siendo la renuncia con causa je la justifique, si lo que el
autor de la herencia le dejo al heredero-albacea era con el exclusivo objeto de
remunerarlo por el desempeño del cargo, el que renuncio perderá lo que se le
hubiese dejado, también por incapacidad sobrevenida.
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dispone que los descendientes del indigno fuesen los llamados a la herencia, la
pena no trascenderá a ellos, pero dispone que el indigno, padre de los herederos
del de cujus, no podrá gozar del usufructo, ni podrá tener administración que la
ley confiere a los que ejercen la patria potestad.
Por su parte, en la sucesión testada, el perdón operara sólo si después de
conocido el agravio del autor de la herencia instituye como heredero al ofensor
mediante un testamento, o mediante uno nuevo en caso de ya existir uno previo.
El perdón o rehabilitación del indigno, una vez otorgado, es irrevocable,
pero esto no quiere decir que el perdonado forzosamente tenga que ser heredero,
esto dependerá de la voluntad del testador en sucesión intestada.
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Antología Derecho Civil II
9.2 La Sucesión
9.2.1 Antecedentes
Así como la sucesión testamentaria se le llama voluntaria por ser la
expresión de la voluntad del autor de la herencia a través de su testamento, a la
sucesión intestada se le denomina legítima por ser la ley la que dispone la forma
de liquidar el patrimonio del difunto.
El origen del sistema de sucesión legítima se encuentra en el derecho
romano, en donde se distinguen tres clases de herederos: Herederos sui,
Herederos voluntarios, y Herederos necesarios.
1. Eran herederos sui los sujetos a la patria potestad del pater que fallecía y que
por ese hecho quedaban sui-iuris.
2. Eran herederos voluntarios los extraños señalados por el testamento del pater,
ajenos a su familia.
3. Era heredero necesario el esclavo, cuando su dueño no tenía otros herederos
y se requería de que alguno cuidara del culto familiar, heredar era obligatorio.
Desaparecido el sistema romano, se consideró como un deber natural que
el padre dejara a sus hijos, cónyuge y ascendientes los bienes que en alguna
medida todos habían contribuido a formar. Como una forma de conservar la
organización económica, basada en la organización familiar, se instituyó el
mayorazgo, que consistía en la forma obligatoria de transmitir la herencia al hijo
mayor.
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testador. Si uno solo de los varios herederos no puede heredar su parte, será
materia de la sucesión intestada. Recuérdese al respecto que el derecho de
acrecer, que no es reconocido por nuestro derecho.
4. Cuando el heredero muera antes que el testador, repudie la herencia o se
vuelva incapaz de heredar.
Aquí, como en el caso anterior, pueden ser uno o varios los herederos que
se encuentre en los supuestos y, por lo tanto, el intestado puede ser total o
parcial, subsistiendo siempre la disposición testamentaria en todo lo que no se
refiere a la caducidad del heredero.
En todos los casos en que el testamento sea válido pero caduque la
institución del heredero, subsistirá la sucesión testamentaria simultáneamente a la
intestada (en lo que se refiere a legados, reconocimiento de hijo y de deudas,
etc.).
caso de los nietos, hijos de un hijo premuerto, incapaz o que renuncia, que
concurren a la herencia de su abuelo con los hermanos de su padre. Los hijos
heredan por cabeza, los nietos por estirpe, o sea los nietos heredan la parte
de su padre.
Tradicionalmente, en este caso, se hablaba de derechos de representación,
pero en la actualidad se piensa que los descendientes posteriores heredan por
propio derecho al llamado de la ley, y no es representación de alguien que ya
no existe, ha renunciado o es incapaz.
3. La sucesión por línea se refiere a la herencia de los ascendientes maternos y
paternos; cuando faltan los descendientes, los abuelos o más remotos
antepasados heredan; la herencia se divide en partes iguales entre cada línea
paterna y materna.
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9.3.6 El interventor
El interventor es la institución creada por la ley para cuidar que se respeten
los derechos de determinados interesados en la sucesión. Los interventores no
son nombrados por el testador y su función es la de vigilar la albacea, de aquí que
en líneas generales por interventor debemos entender “el vigilante de los actos
del albacea”.
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antes que otros; así, en su desastre se suponía que los niños mueren antes que
los adultos, y las mujeres antes que los varones, también los adultos sobreviven a
los ancianos.
Entre estas dos presunciones, nuestro Código Civil acepta la de
commoriencia.
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Bibliografía
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