Está en la página 1de 1

Qué es la metacognición o cómo dejar de comernos tanto la cabeza

Si eres una de esas personas que no puede evitar 'rayarse' por cualquier asunto por
sencillo o grave que parezca, una psicóloga explica un método para dejar de hacerlo

e consideras una persona que no para de darle vueltas a una misma cuestión o
problema hasta llegar a la extenuación mental? Sea cual sea el motivo, el engranaje
mental empieza a funcionar y el clásico "no te rayes" solo sirve para preocuparnos
cada vez más y más. A veces, viene bien verbalizar aquello que nos inquieta delante
de terceras personas porque así podemos restarle importancia; de hecho, se trata de
un mecanismo psicológico que surte efecto aunque sea tan solo hablando con nosotros
mismos en voz alta. Pero a muchos esto ya no les funcionará o al
contrario, acrecentará el problema en una retroalimentación constante
Cuando pasamos demasiado tiempo analizando nuestras preocupaciones, a menudo
terminamos más perdidos de lo que estábamos en un inicio", reconoce Pia
Callesen, psicoterapeuta estadounidense, en 'Aeon'. "Además, el pensamiento
persistente excesivo puede desencadenar insomnio, dificultad para concentrarte y
una acusada pérdida de energía que, a su vez, conduce a preocupaciones adicionales
sobre lo que sentimos, creando así un círculo vicioso. En algunos casos,
incluso, puede causar a largo plazo ansiedad o depresión crónica".

Algunas de las consecuencias mentales que se derivan de este pensamiento circular


que no nos deja vivir tranquilos es, por ejemplo, vivir siempre alerta, creyendo
que algo malo va a pasar. "Empiezas a analizarte de forma excesiva o a las personas
que te importan, lo que conducirá a una sensación mayor de peligro", explica
Callesen. Por otro lado, también podemos acabar pensando de forma negativa sobre
nosotros mismos, llegando a creer que les caemos mal a otras personas y por tanto
volviéndonos más distantes en nuestras relaciones sociales.

La perfección no existe

También podría gustarte