Fray Bernardino de Sahagún, “Capítulo XX, libro VI”, en Historia general de las cosas de Nueva España , México, CONACULTA-ALIANZA , 1989.
El capítulo es sobre lo que un padre le dice a su hijo sobre conocerse a sí
mismo para así ser aceptado por los dioses y hombres de donde viven. Dice que las personas mayores siempre mencionaban que nadie se salvaba de lo bueno o malo que ocurría en el mundo. Además, los descendientes de ellos nunca vivieron en riquezas o soberbia. Siempre eran humildes. Ellos favorecían a la gente popular, pero eso no les quitaba la humildad. Viven en tiempos difíciles, aunque los ancestros tuvieron mayor riqueza. La riqueza no se hereda. El padre dice que la humildad y los buenos modales son los que pondrán a uno en el trono. Los que son ruidosos o maleducados nunca ascendien al trono o tienen alguna autoridad. En donde viven, hay 4 puestos de autoridad: tlacatecutli, tlacochtecutli, tlacatécatl, tlacochcálcatl. El padre dice que ninguno de ellos tiene esos puestos por propiedad o herencia. Ellos fueron elegidos porque eran vistos como los más capaces de realizar el trabajo. Si el hijo es elegido, no debe de presumir porque eso es algo que al señor dios no le gusta. Por lo tanto, el padre pide que el hijo sea humilde de corazón.