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DESCARTES
Recordad sin embargo que todas las noches soñáis y que vuestros
sueños cotidianos no son menos locos que esta locura que rechazáis
FOUCAULT
A los Señores Decano y Doctores de la Sagrada Facultad de Teología de París
Estoy harto de la sangre mezclada, de los cuerpos tan mal caídos en el frente.
Pare como las ratas, millones de huevos fecundos de los que salen engendros ciegos que
Me coge la comida cuando no la veo, me cambia las cosas de sitio cuando menos me lo
espero.
Aristóteles, tu dios.
El único consuelo son esos coños sangrientos de los que no sabemos si venimos.
Afortunadamente,
Esos dientes, los dientes, esas criaturas febriles vomitando sangre y carne por sus vaginas.
“Cerraré ahora los ojos, me taparé los oídos, suspenderé mis
sentidos ”
Latigazos e imágenes.
¿Una idea?
Los pensamientos me circundan.
No pueden alcanzarme.
“Pues el tiempo todo de mi vida puede dividirse en innumerables partes,
sin que ninguna de ellas dependa en modo alguno de las demás; y así, de
La vida es un sueño.
Un hombre como yo. Un conocimiento tan rápido… Una intención tan certera…
No te equivocas.
Los designios en las tripas de los animales eran lúgubres hoy.
¿Y si Dios no existe?
O peor:
veces reiterada, grabármelo en la memoria con tal fuerza que nunca deje de
Me recostaré tranquilamente…
El papel, el papel,
¿Dónde lo he puesto?
Pero rugen, no sabes como rugen.
Con sus lanzas, con sus espadas en alto, y sus pies entrechocando unos con otros, como una
No importa lo fuerte que golpees tu cabeza para espantarlos, cuánto ruegues a tus
pensamientos para que los circunden. No dicen nada y están ahí para quedarse.
Es peor de lo que crees, Descartes, pues apenas cierras los ojos—si es que los tenías
Escucha:
Estoy viendo lo que hay delante y no veo sino mi pequeño cuadro, mi gran recuadro, en el
No está la noche inmensa ni el fuego continuo ni siquiera mis manos se enredan en las
sabanas si no digo:
Descartes,
quemo.
Con los dedos artríticos, con las tetas caídas, con un futuro lleno de almorranas.
de los hombres no hallo casi ninguna que no me parezca vana e inútil, sin
quema.
El mundo es Dios pero la voluntad es mía. Soy el dueño y señor de mis emociones.
Señores, es mucho lo que hay que luchar estos días. Yo mismo he estado ahí fuera
golpeteando con mis balas, a golpe de sable, y no son aventuras ni nada de eso.
Con nada más que tres reglas tenía que ir por el mundo, exhortándome:
¡Mi voluntad!
Es peor ser menos desdichado y más estúpido. Hay algunos que no saben lo que saben y
otros que creen que saben, pero no saben que si supieran de verdad podrían ir por el mundo
con una lucecita, con un claro farol dulce en esta noche oscura del alma, contemplando
¿Vendrás a por mí? ¿Vas a venir a por mí? Hay figuras extrañas delante, llenas de ojos
feroces y agujeros. Gritan y estornudan sangre sobre los cuerpos de sus víctimas. Contagian
la muerte. ¿Puedes enseñarme a no verme así, por favor? Tengo mucho miedo. Han echado
abajo el edificio del que hablamos el otro día. Es cierto que no pueden durar para siempre,
Afectas el recorrido con borrones de imágenes y sentimientos. En todos ellos crees verte a
El secreto esta ahí, en este tiempo desaparecido, antes de dejarte caer por vez última.
delante. Pienso en mí y de eso estoy seguro. No hay ojos, no hay dientes, no hay manos, no
hay nadie. Pienso en mí, y la pradera blanca de mi mente se despliega para abrirme paso.
Camino seguro de mí mismo, y si aparece un pequeño demonio, esa criatura bicéfala, una
mujer con ubres de vaca y cabeza de águila, me río a gusto con ellos y les digo, allí donde
aparecéis puedo ver mi firma inscrita en vuestro rostro. Vuestro cuerpo es una imagen
No es una pradera blanca lo que sale de su pecho, pero sí en mí, sí conmigo, juntos
demasiado pronto.
Pises donde pises me vas avanzando por dentro, la sangre que te cubre está en mí.
Cómo te gusta clavar el cuchillo, pero cuando la oscuridad te envuelve gritas aún más
fuerte.
Corren entre la sangre. ¿Dices que han abierto este espacio para mí? ¿Pero cómo sé si no lo
he abierto yo? ¿Dices que puedo reconocerme en la muerte de otros? Odio la muerte de los
ambición. Yo me he ido lejos, y he vuelto, y sé todos los sueños. Dices muchas cosas pero
sólo imaginas. Les digo que sí, que es la única manera de estar conmigo. Les pregunto, los
animo a exponer sus opiniones. Sé que eso les gusta. Pero no hay que bajar la guardia. En
fácil? Pero no me quejo. Eso es lo que ellos no saben. Sé que hay una cierta misión que
será Dios el que me recompense, pero al menos no podrá arrebatarme mis logros.
¿Te lo he dicho ya? Porque aunque fuese malo, aunque fuese peor que yo, hay una puerta
a otro.
Llamaría a alguien pero sé que estoy solo. Respiro pero no sé por cuanto tiempo.
¿Estoy dentro del agua o fuera de ella? Las corrientes se enredan en mis pies e insisten.
No importa cuánto me esfuerce, no puedo salir. Juegan conmigo como una marioneta, me
traen, me llevan.
Por más que lo intente nunca sé si estoy soñando o despierto, querría salir de este lugar pero
¿A dónde?
Dios es una bestia. Ponte a cuatro patas y confiésate. No dudes de los distintos timbres de la
arcabuces nuevos. Una empalizada bien alta—ya llevas mucho tiempo en este puerco
mundo. Recluido en una habitación sobre un trozo de madera y piel muerta, oyendo ulular
Y yo quiero encontrar las cosas quietas y no quiero que las cosas me cojan.
Se levanta el fuego y baila el fuego y las cosas son extrañamente permisivas con sus
apariciones—esa llama que baila, crepita, esa sombra que se levanta inusitada, ese especial
asusta ni se retira.
desierto se amontona. Aunque tus pasos sean cortísimos, cortan lo increíble y la magia la
tienes tú. Coges el lápiz y coges el bisturí y coges la pistola y no hay nada que pueda
Aunque el sueño no venga y la fatiga sea tanta que temas no abrir los ojos de nuevo