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Editado por Koteho dedicado a cordelia
https://iniciosbdsm.wordpress.com/
Iniciemos con definir qué es un flogger. Flogger proviene del inglés flog que
significa azotar, por lo tanto ”Flogger” significa azotador, distinguiéndose de los
demás como un tipo de látigo con varias colas. En español se llama, obviamente,
azotador, flagelo o gato.
Desde siglos atrás el flogger se ha utilizado como instrumento de tortura donde la
única diferencia radicaba en el material y la forma que tenía en sus puntas. Todos
solían tener de 8 a 9 colas con un largo de un metro aproximadamente; el material
con que se elaboraban era de hueso o madera cubiertas de piel para el mango y las
colas eran tiras de piel. El material que se usaba en las puntas era plomo, espinas,
huesos y acero; las formas que tenían las puntas también eran variada como púas,
balines, estrellas o ganchos. Aún hay quienes se atreven a usar este tipo de
instrumentos, sin embargo, en la actualidad todo depende del respeto de los límites
y uso del sentido común.

En la escena del BDSM no ha cambiado el uso, pero si los materiales con el paso
del tiempo.
Reconocemos como flogger a todo aquel instrumento azotador que posee más de 2
colas; su longitud puede variar al igual que sus materiales de elaboración.
Para el mango puede ser metal, madera, hueso, pvc, acrílico, fibra de vidrio, vidrio,
policarbonato, plástico o bien puede no tener alma en el mango. La cubierta del
mango puede ser de vinil, piel, charol, látex, tela, cota de malla, hule, caucho o
cuerda.
Las colas pueden ser de vinilo, charol, piel plana o redonda, hule, látex, tela,
cadena, carnaza, cuero crudo o curtido, cuerda, cable, plástico plano o redondo.
Las puntas (opcionales por su grado de daño) pueden ser del mismo material que
las colas con dobleces y nudos o podemos encontrarle añadiduras para aumentar
el peso y, con ello, la velocidad y la fuerza del impacto, como son remaches,
cuentas, puntas o balines metálicos y cadenas, todo depende de las necesidades
de la sesión.
En cuanto a la cantidad de colas, el protocolo de la marina inglesa menciona que el
flogger de castigo deberá ser de 9 colas (llamado comúnmente gato de 9 colas), los
floggers con menor cantidad de colas también son de castigo a diferencia de los
que tienen muchas más colas. Lo anterior es debido al impacto que dan: mientras
menor sea el área del cuerpo que recibe el azote, más se concentra la fuerza del
impacto; por otro lado, cuando mayor sea el área que recibe el azote, éste
dispersará su fuerza sobre la superficie.

Los errores más comunes al usar un flogger es azotar zonas que no deseamos
golpear. Esto puede deberse a que se usa el vuelo tanto del cuerpo como del
brazo, a la posición de la mano que sujeta al mango, así como al peinado de las
colas.
No se requiere usar toda la fuerza del cuerpo para dar un azote de mucha
intensidad, basta con auxiliarnos de la velocidad y ésta se aprovecha con un juego
y balanceo de la muñeca. Dependiendo del flogger podremos hacer movimientos
repetitivos verticales, horizontales, circulares y transversales. No con todos los
floggers se pueden hacer las mismas repeticiones.
La forma en la cual se sujeta el mango define en mucho el poder azotar en el lugar
que deseamos o no. Para esto se debe sujetar con firmeza en el puño, pero sin
apretar la muñeca, debemos usar un dedo guía el cual le dará una dirección más
precisa al azote (por lo general se usa el dedo índice o el pulgar apuntando hacia
las colas del flogger). Con el tiempo se puede desarrollar la destreza de azotar sin
necesidad de tener un dedo guía, así como el intercambiar de mano al momento de
azotar.
Después de cada azote o serie de azotes debemos revisar que no se hayan
enredado las colas del flogger entre sí, ya que podríamos dar un impacto de mayor
fuerza innecesariamente o indeseadamente. Esto se hace peinando con los dedos
de la mano libre las colas del flogger mientras preparamos el siguiente golpe. Al
momento de usar un flogger debemos tener toda certeza de controlar el impacto
que deseamos realizar.
Hay que tener sumo cuidado con áreas específicas que no debemos azotar como
los riñones, coyunturas, cuello y rostro, ya que podemos hacer un daño que no
deseamos realizar. Lo mismo sucede cuando nos encontramos con piercings,
aretes, collares, etc., ya que se pueden enroscar las colas del flogger.
Por otro lado, el azote debe ser preciso y no colear (esto es que las tiras del flogger
den vuelta en alguna parte del cuerpo) ya que al hacerlo aumenta su velocidad y la
severidad del golpe.

Existen varias técnicas para azotar. La primera es para calentar la piel y aumentar
el umbral de dolor (provocada por la secreción de endorfinas). Esta técnica se lleva
a cabo azotando suavemente las puntas del flogger sobre la piel en repetidas
ocasiones y posteriormente aumentando la intensidad del azote. Otra técnica
consiste en intercambiar la intensidad de los azotes suaves, moderados e intensos.
Una tercera técnica se realiza dando un azote conciso y concreto pero rápido. Y
una cuarta técnica es dando un azote esperando que las colas caigan por sí solas.
Cada una de estas técnicas nos darán resultados y sensaciones diferentes.
Una de las cosas a considerar es la continuidad que le damos al flogger después
del azote, ya que si no tomamos esta precaución podemos golpearnos a nosotros
mismos.

Hay que tener presente con quién usaremos nuestro flogger; si es con una pareja
estable podemos tardar tiempo en darle limpieza. En caso contrario, si tenemos
varias parejas de juego y las colas se mancharon de sangre o fluidos genitales,
debemos lavarlas antes de jugar con otras personas o bien usar ese flogger
exclusivamente con la misma persona. El aseo del flogger dependerá del material
con el que estén hechas las colas (toallas desinfectantes, alcohol, aceite de
calabaza, jabón de calabaza, etc.).

En cuanto al tamaño, existe un estándar de 20 a 30 cm de mango que puedas


controlar bien el flogger, las colas de 30 – 45 cm (vuelta y media) aunque hay
quienes prefieren floggers más largos. En cuanto, a colas, dependerá del material y
la intensidad que quieras provocar. Entre 8 a 12 si usas cuerda o similares y de 20
a 30 si usas tiras de cuero o similares. En lo que se refiere al peso se dice que lo
ideal es que esté equilibrado, esto se verifica colocando la parte distal del mango
sobre el dedo índice y el flogger no debe hacerse hacia ningún lado, sino quedarse
en el centro balanceado. Puedes encontrar floggers cortos de 15 cm de mango y 20
a 25 cm de colas que son ideales para distancias cortas o espacios reducidos y
otros con colas de 70 cm o más para espacios amplios.

Para sesionar no sólo con flogger sino con todas las técnicas e instrumentos
debemos prevenir cualquier estado alcohólico o farmacológico tanto del dominante
como del sumiso.
Cuando el flogger hace un impacto, inevitablemente roza la piel. Por esto, en el
aftercare debemos considerar usar alguna pomada, aceite o crema humectante.
Aunque a la mayoría nos gusta deleitarnos con las marcas creadas, no debemos
interferir con las actividades vainillas del sumiso. Para lo cual podemos usar
pomadas (árnica, green marvel etc.), tés, hielo, compresas de agua tibia con
vinagre para tratar la piel.

Como dominante, si son tus primeras sesiones puede ser que termines adolorido al
día siguiente del hombro, espalda, antebrazo o mano. Para solucionarlo basta con
analgésicos y no dejar de practicar.

Visto en internet con algunas correcciones y añadidos.

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