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METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS CORRIENTES BASADA EN EL ESTUDIO DE LOS QUIRONOMIDOS (DIPTERA: CHIRONOMI- DAE) Y DE LOS FACTORES FISICO-QUIMICOS Aplicacién a los arroyos de Torredelcampo (Jaén) Por Demetri Calle Martinez Resumen En el presente trabajo se desarrollan las bases de una metodologia para la estimacion de la calidad de las aguas fluviales del término municipal de Torredelcampo (Jaén) que puede ser también aplicada a rios y arroyos de caracteristicas semejantes a los que nos ocupan. En la primera parte se efectia una exposicién de la metodologia més utilizada en los anilisis fisico-quimicos del agua para el control de su ca- lidad. En la segunda parte se desarrolla una metodologia para el estudio biolégico, més concretamente para el estudio de las comunidades de qui- ronémidos (Diptera, Chironomidae). Los datos obtenidos pueden ser some- tidos a modernas técnicas de andlisis estadisticos que nos informaran sobre la calidad del agua 1. INTRODUCCION ‘O hay duda de que vivimos una época en la que los temas referentes al agua han adquirido un gran interés para el piblico en general. A la escasez de agua hay que unir la gravedad del deterioro del medio acudtico continental. La situacidn actual de las aguas, en lo referente a su calidad, no es precisamente la mas adecuada para que pueda ser utilizada en muchas de sus funciones més usuales. Para realizar dichas funciones debe conocerse su estado fisico, quimico y biolégico, es decir. los tres aspectos que definen su calidad. BOLETIN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS, GIENNENSES 1978 DEMETRIO CALLE MARTINEZ Los rios son, sin duda, la parte del territorio mas sensible a los impactos producidos por el hombre por lo que pueden servir como indicadores del estado de sus respectivas cuencas, cuya planificacién, manejo y control de- ben constituir un objetivo basico en la ordenacién territorial. EJ interés de la realizacién de un trabajo como el que nos ocupa radica en la posibilidad de estudiar rfos de caracteristicas ecolégicas muy concre- tas como son los del término municipal de Torredelcampo (Jaén). Son cur- sos de agua calcéreos, alimentados en gran proporcién por manantiales cArsticos subterrdneos, con un régimen hidrolégico esencialmente medite- rréneo (rios secos en alguna estaci6n del afio, con frecuentes oscilaciones de caudal, etc.) y con importantes perturbaciones ligadas a la actividad humana (vertidos de poblaciones y de industrias agroalimentarias, especialmente los derivados de la molturacién de la aceituna). Las caracteristicas menciona- das determinan en estos rios la existencia de biotopos caracteristicos. Es la primera vez que se pretende aplicar una metodologia concreta al estudio de la calidad de las aguas corrientes de Torredelcampo, a pesar de tratarse de cursos de agua con caracteristicas ecolégicas y fisico-quimicas tan impor- tantes como las mencionadas. En la provincia de Jaén, son muy escasos los trabajos realizados referentes a estos aspectos. Por otra parte, el presente estudio también se enmarca en la necesidad de mejorar el conocimiento de los sistemas fluviales en general para planifi- car su aprovechamiento y control. Atendiendo a todo esto, con un estudio de este tipo se pueden plantear los siguientes objetivos: 1) Caracterizar las aguas corrientes estableciendo Ja variacién espa- cio-temporal de los componentes fisico-quimicos més utilizados en este tipo de estudios. 2) Establecer una primera aproximacién entre e] estado de calidad 0 grado de perturbacién de las aguas y su posible relaci6n con la estructura y composicién de las comunidades de quironémidos. Considerar, ademés, la caracterizacién fisico-quimica del agua para tratar de determinar las prefe- rencias autoecolégicas de las especies. 3) Realizar un inventario faunfstico de los quironémidos para contri- buir al conocimiento de la diversidad de estos insectos en los rios del sur de Europa. 4) Analizar comparativamente las comunidades de quironémidos de esta zona con las de otras regiones geogréficas cercanas, como el Alto METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS CORRIENTES BASADA EN EL ESTUDIO DE LOS QUIRONOMIDOS (DIPTERA: CHIRONOMI- DAE) Y DE LOS FACTORES FiSICO-QUIMICOS Aplicaci6n a los arroyos de Torredelcampo (Jaén) Por Demetri Calle Martinez Resumen En el presente trabajo se desarrollan las bases de una metodologia para la estimacién de la calidad de las aguas fluviales del término municipal de Torredelcampo (Jaén) que puede ser también aplicada a rios y arroyos de caracteristicas semejantes a los que nos ocupan. En la primera parte se efecttia una exposicién de la metodologia mas utilizada en los andlisis fisico-quimicos del agua para el control de su ca- lidad. En la segunda parte se desarrolla una metodologia para el estudio biol6gico, mas concretamente para el estudio de las comunidades de qui- ronémidos (Diptera, Chironomidae). Los datos obtenidos pueden ser some- tidos a modernas técnicas de a estadisticos que nos informardn sobre la calidad del agua. 1. INTRODUCCION O hay duda de que vivimos una época en la que los temas referentes al agua han adquirido un gran interés para el publico en general. A la escasez de agua hay que unir la gravedad del deterioro del medio acudtico continental. La situacién actual de las aguas, en lo referente a su calidad, no es precisamente la mas adecuada para que pueda ser utilizada en muchas de sus funciones mds usuales, Para realizar dichas funciones debe conocerse su estado fisico, quimico y biolégico, es decir. los tres aspectos que definen su calidad. METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS, 1979 Guadalquivir (Calle, 1994), Sierra Nevada (Casas, 1990) y rios del Norte de Africa (Kettani er al., 1994). Este estudio comparativo es necesario para ampliar el conocimiento biolégico de estos ecosistemas fluviales y puede realizarse a nivel de ntimero de especies comunes y porcentajes de cada grupo taxonémico, tomando como base los trabajos realizados en esas re- giones por los autores citados. Pero, ,por qué la eleccién de los quironémidos como base de este estu- dio?. Estos insectos holometdbolos (Diptera, Nematocera) constituyen la familia de dipteros mds universalmente distribuida y mas abundante de to- dos los macroinvertebrados de las aguas corrientes. Seria muy extenso rela- cionar aqui el gran nimero de trabajos acerca de su biologia y ecologia des- de que Thienemann (1954) efectué el primer estudio importante sobre ellos. En la bibliografia se han relacionado gran parte de los trabajos més conoci- dos e importantes surgidos hasta la fecha acerca de diferentes aspectos de la biologia de estos dipteros. En concreto, algunos detallan las caracteristicas esenciales del grupo en lo referente a amplitud de su distribucién geografi- ca, gran abundancia en las aguas corrientes, diversidad de estrategias ali- menticias, ciclos de vida, etc. Entre estos trabajos podriamos citar, por su cardcter globalizador, los de Oliver (1971), Pinder (1986), Rosenberg (1993), etc. Recientemente, se ha revisado también su papel como organismos bioindicadores (Rosenberg, 1993). E] estudio de los quironémidos ha despertado en Espafia un gran inte- rés desde finales de la década de los setenta y principio de los ochenta cuan- do Prat (1977, 1978 a, b; 1979, 1980, 1981) realiza los primeros trabajos intensivos acerca de estos dipteros. Anteriormente, varios autores hicieron referencia a algunas especies de quironémidos en la peninsula Ibérica (Antiga, 1888; Arias 1912 a, b; Margalef, 1944; Bertrand, 1956; Wiilker 1956, 1957 a, b; 1959; Fittkau, 1962; Laville y Toureng, 1968; Laville, 1970; Serra- Tosio 1970, 1971 b; Hirvenoja, 1973). También Strobl y Czerny, desde 1898 hasta 1909, publicaron algunos datos de algunas especies. Becker (1908) y Santos Abreu (1918) estudiaron algunos quironémidos de las Islas Canarias, que son descritos de nuevo, varias décadas después, por Cranston y Armi- tage (1988). Numerosas publicaciones, memorias de licenciatura y tesis doctorales han aparecido desde principio de la década de los ochenta teniendo como objetivo principal el estudio de los quironémidos peninsulares (Vilchez 1982, 1983; Jiménez, 1984; Sevillano, 1984; Prat er al., 1984; Casas 1985, 1990; Ricradevall, 1985; Rieradevall y Prat 1986 a, b; Laville y Vilchez 1986; BOLETIN DEI. INSTITUTO. 4.980 DEMETRI CALLE MARTINEZ. Sevillano, 1984; Sevillano ¢ Iturrondobeitia 1984, 1986; Vilchez y Lavandier, 1986; Vilchez y Casas, 1987 a, b; Vilchez et al., 1987; Sevillano et al., 1987; Cobo 1987, 1988; Cobo er al., 1987; Jiménez y Herrera, 1988; Reiss, 1989; Casas y Vilchez, 1993; Calle, 1994; Calle et al., 1995). Otros trabajos describen nuevas especies para la ciencia encontradas en el rio Guadalquivir y en los rios de Sierra Nevada (Vilchez y Laville, 1987; Casas y Laville, 1990; Casas y Vilchez 1991, 1992) y en el rio Sar, en Galicia (Langton y Cobo, 1992). En otros estudios no centrados exclusivamente en este grupo taxonémico, los quironémidos son tratados con amplitud (Puig et al., 1986; Rieradevall, 1991). No obstante, el ntimero de especies conocidas hasta ahora en la penin- sula Ibérica es reducido en comparacién con el de otros paises europeos, mis atin si consideramos sus especiales caracteristicas geogréficas y clim4- ticas que, tedricamente, podrian hacer albergar una mayor riqueza de hdbitats y, por tanto, de especies (Casas, 1990). Concretamente, el nimero de espe- cies conocidas se eleva a 376 con los tltimos trabajos de Cobo et al. (1987), Cobo (1988), Reiss (1989), Casas (1990) y Calle et al. (1995). Sin embargo, en otros paises, como Rumania, los quironémidos conocidos ascienden a 405 (Cure, 1985), en Gran Bretafia, 448 (Cranston, 1976) y en Francia, 598 (Serra-Tosio y Laville, 1991). Centréndonos en los antecedentes del conocimiento faunistico de estos dipteros en la provincia de Jaén, Prat (1978 a), en su estudio sobre los quironémidos de embalses espafioles, cita 18 especies en los embalses del Guadalén, Guadalmena, Tranco de Beas y Rumblar. Vilchez y Lavandier (1986), identifican 48 especies y citan 16 mas a nivel de género en un ciclo nictemeral de emergencia en Coto Rios (Sierra de Cazorla). De estos 64 taxones, 10 especies se citaron por primera vez en la peninsula Ibérica y una (Eukiefferiella bedmari) se describié como nueva para la ciencia (Vilchez y Laville, 1987). Vilchez et al, (1987), realizan en el Guadalquivir los tinicos estudios basados exclusivamente en los quironémidos. Estos trabajos se lo- calizan en el area del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. siendo inexistentes los que se refieren a otras zonas de la cuenca alta del Guadalquivir. En este tltimo caso, algunos estudios hidrobioldgicos (Univ. de Granada-DGOH. CHG, 1990), citan a los quironémidos como un simple grupo, por lo que este tramo de la provincia de Jaén dista mucho de ser bien conocido en lo que atafie a la fauna de estos insectos, Recientemente, Calle (1994) y Calle et al, (1995) realizan un estudio extensivo de los quironémidos de la METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS. 1.981 provincia de Jaén, localizado en las dos zonas que conforman la cuenca alta del Guadalquivir: el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas y la zona de campifia, hasta Mengibar. La peculiar situacién del 4rea que nos ocupa, localizada en el centro de un imaginario triéngulo formado por las Sierras de Cazorla y Segura, Sierra Morena y el macizo de Sierra Nevada, afiaden mds interés, si cabe, a este estudio, al tratarse de tres zonas con caracteristicas ecolégicas muy diversas. Por todo ello, creemos suficientemente justificado el estudio de los quironémidos de esta zona del sur de Espafia para contribuir con él al cono- cimiento del macrobentos de las aguas corrientes, afiadiendo, ademas, nue- vas especies al censo de la peninsula Ibérica. Junto con los estudios levados a cabo en Sierra Nevada (Laville y Vilchez, 1986; Casas y Vilchez 1989, 1993 y Casas, 1990) y en el Alto Guadalquivir (Calle, 1994; Calle et al., 1995), podré aportar también nuevos datos para el conocimiento ecolégico de los rios de las cordilleras Béticas. 2. METODOLOGIA 2.1. Estudio de las caracteristicas fisico-quimicas del agua 2.1.1. Eleccién de las estaciones de muestreo La eleccion de las estaciones de muestreo viene condicionada por lo que deseemos conocer o investigar de acuerdo con los objetivos marcados, En general, deben localizarse en lugares representativos de todos los tramos comprendidos en la zona a estudiar y deben evitarse los puntos que estén directamente afectados por un problema o causa de alteracién ajena a las condiciones naturales del lugar (Garefa de Jalén y Gonzélez del Ténago, 1986). Si lo que deseamos es controlar un determinado vertido de origen conocido, es necesario tomar la muestra Io mas cerca posible de él. En cuanto al ntimero de estaciones de muestreo, debe acordarse igual- mente segtin los objetivos del estudio. En general, deben seleccionarse esta- ciones en el tramo alto, en el tramo medio y en el tramo bajo del rio, en niimero variable segtin la longitud de éste. Dado que en la cabecera las con- diciones suelen variar con mayor frecuencia e intensidad, es conveniente situar un mayor ntimero de estaciones en este tramo. Los tramos bajos sue- len ser mas uniformes y estables, por lo que el ntimero de estaciones selec- cionadas puede ser menor. Si queremos analizar un tramo concreto donde hay un posible foco de perturbacién, se situardn estaciones aguas arriba y 1.982 DEMETRIO CALLE MARTINEZ abajo del tramo, y otras a distancias sucesivas para analizar la posible recu- peracién de las condiciones primitivas. Para el caso concreto de las aguas fluviales de Torredelcampo, y te- niendo en cuenta lo anterior, se pueden seleccionar los 12 puntos de muestreo que se sefialan a continuacién, situados entre 350 y 700 m de altitud. Para cada estaci6n se indica su situacién en coordenadas U.T.M. y se sefialan los mapas del Servicio Geogréfico del Ejército donde se localizan. 1) Arroyo del Regordillo. Situacién: 30S VG259829. Mapa 19-38 (947). Altitud: 550 m. 2) Arroyo de Cueva Corteza. Situacién: 30SVG235813. Mapa 18-38 (946). Altitud: 660 m. 3) Arroyo de Guinea. Situacién: 30SVG246865. Mapa 18-38 (946). Altitud: 450 m 4) Arroyo del Judio-1. Situacién: 30SVG213795. Mapa 18-38 (946). Altitud: 700 m. 5) Arroyo del Judio-2. Situacidn: 30SVG214834. Mapa 18-38 (946). Altitud: 560 m. 6) Arroyo del Cajiuelo. Situacién: 30SVG219802. Mapa 18-38 (946). Altitud: 700 m. 7) Arroyo de la Piedra del Aguila. SituaciGn: 30SVG 164858. Mapa 18-38 (946). Altitud: 380 m. 8) Arroyo del Salado. Situaci6n: 30SVG168851. Mapa 18-38 (946) Altitud: 400 m. METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS. 1.983 9) Arroyo de Torre de Hemnén Pérez. Situacién: 30$VG156861. Mapa 18-38 (946). Altitud: 400 m. 10) Arroyo de Mingo Lépez. Situacién: 30S VG171875. Mapa 18-38 (946). Altitud: 360 m. 11) Arroyo de la Mojia. Situacién: 30S VG 188860. Mapa 18-38 (946). Altitud: 420 m. 12) Arroyo del Cortijo de la Piedra. Situacién: 30SVG201902. Mapa 18-37 (925). Altitud: 350 m. 2.1.2. Toma de muestras de agua y obtencién de datos Las muestras de agua deben recogerse en el mismo sitio donde se van a recoger las muestras bioldgicas. Es suficiente, para el objetivo de este estu- dio, recoger 48 muestras de agua, una por cada estacién del afio en cada punto de muestreo. Para la toma de agua se utilizar el siguiente material: a) Botellas de plastico de un litro de capacidad para los andlisis qui- micos usuales. El agua se recoge introduciendo los botes a una profundidad de unos 20 625 cm en la zona media del cauce. Previamente enjuagados con agua destilada, se vuelven a enjuagar bien con el agua del rfo. Una vez Ile- nos se fijan con unas gotas de cloroformo y se agitan. b) Botes DBO de vidrio topacio de 250 cc. de capacidad para el and- lisis del oxigeno disuelto y Demanda Bioguimica de Oxigeno. Los botes se colocan manualmente en la superficie del agua para ser llenados, evitando siempre el burbujeo, Previamente se enjuagan en el agua del rio con objeto de humedecer la parte interna y evitar asi la menor presencia posible de aire. c) Botes de plistico de 100 ce. para el andlisis de cationes. No es necesario fijarlos con ningtin reactivo. Los botes de plastico se transportaran y almacenardn en frio hasta el mo- mento de proceder a la determinacién de los diversos pardmetros, procurando que no transcurran nunca més de cinco dias entre la recogida y el andlisis. BOLETIN DEL INSTITUTO, DE ESTUDIOS GIENNENSES 1.984 DEMETRIO CALLE MARTINEZ. 2.1.3, Pardmetros para analizar: Determinacion Para un estudio completo es suficiente con analizar 21 parametros ha- bitualmente utilizados en Ja caracterizaci6n fisico-quimica de las aguas. La utilidad de su determinacién asi como la informacién que la mayor parte de ellos proporcionan sobre las caracteristicas del agua, han sido ampliamente comentadas por numerosos autores (Catalan, 1969; Golterman, 1971; Odum, 1972; Margalef, 1986; Arrignon, 1979; Leynaud, 1979; Rochefort, 1979; Thauvin, 1981; Canteras, 1984; Garcia Garrido, 198 Los pardmetros son los siguientes: a) Fisicos: Conductividad eléctrica, temperatura (del aire y del agua), velocidad de la corriente, caudal y s6lidos en suspension. b) Quimicos: pH, alcalinidad total, carbonatos, bicarbonatos, cloruros, sulfatos, amonio, nitritos, nitratos, fosfatos, sodio, potasio, calcio, magne- sio, oxfgeno disuelto y Demanda Bioquimica de Oxigeno. La determinacién se efectia, en cada caso, como sigue: Pardmetros fisicos: Conductividad: Se utiliza un conductivimetro digital con precisién de 0,1 iS. Las medidas se realizan introduciendo totalmente el electrodo en el agua y manteniéndolo unos segundos hasta que se estabiliza el valor en el visor. Para eliminar el condicionamiento de la temperatura los resultados se refieren a 25°C, sin que sea necesario realizar célculos para la transforma- ci6n, pues e] aparato dispone de un sistema de compensacién de temperatu- ra automatico. Temperatura: Mediante termémetros de mercurio que miden tempera- turas maximas y mfnimas. Para la toma de la temperatura del aire se sitéan en zonas de sombra lo ms cerca posible del agua. Para la temperatura del agua se introducen totalmente en la misma procurando una firme sujecién sin que se vea afectado el depésito de mercurio que, por el propio disefio del instrumento, se encuentra protegido. En todas las estaciones se anotardn las temperaturas en el momento de la toma de la muestra de agua y noventa minutos después, tiempo en que las redes de deriva se mantendrén en el agua para la recolecta de exuvias de quironémidos (ver més adelante). Por otra parte, en cada estacién del afio, durante un dia completo, pueden mantenerse los termémetros en el agua para obtener datos relativos del margen de variacién térmico anual. METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DELAS AGUAS... 1.985 Velocidad de la corriente y caudal: Se pueden obtener valores ajustados de la velocidad media y del caudal siguiendo un método sencillo propuesto por Needhan y Needhan (1978), que consiste en fijar una determinada distancia entre dos puntos para que sea recorrida por un objeto flotante en un determina- do tiempo. Los dos puntos se sitian a una distancia de 10 metros y se mide el tiempo que tarda un objeto flotante en ir del primero al segundo. Se repite cada medida tres veces y se calcula la media correspondiente. La velocidad viene dada por el cociente entre la distancia recorrida y el tiempo empleado en segundos. Para calcular el caudal se multiplica la velo- cidad hallada por la secci6n del rio, que se estima aproximadamente reali- zando un perfil transversal. Los valores se corrigen multiplicando por 0,85, pues la velocidad ha- Mada lo es de la capa superficial de agua y no la velocidad media de la corriente, que es estimada en un 85% de la superficial en cauces de rios de caracteristicas semejantes a los que se refiere este estudio (Needhan y Needhan, 1978). Sélidos en suspensién: Se determinan por filtracién de la muestra de agua, haciéndola pasar por un disco filtrante de fibra de vidrio Watman n.° 5, pesado previamente en una balanza electronica de 0,1 mg de precisién. El disco se coloca en un dispositivo de filtracién a vacfo. Una vez filtrada toda la muestra, se seca el filtro en una estufa desecadora a 105°C durante vein- ticuatro horas, dejdndolo enfriar y volviéndolo a pesar. La diferencia de pe- sada nos da el peso de material retenido en el volumen de agua filtrado. Pardmetros quimicos: Carbonatos, bicarbonatos, alcalinidad: La alcalinidad se expresa por titulos alcalimétricos, que son los siguientes: TA: Titulo alcalimétrico simple o alcalinidad a la fenolftaleina. Expre- sa el contenido en carbonatos € hidr6xidos. TAC: Titulo alcalimétrico completo o alcalinidad al naranja de metilo. Expresa el contenido de carbonatos, hidréxidos y bicarbonatos. Para determinarlos se sigue el método de neutralizacién de un cierto volumen de agua con un dcido fuerte diluido en presencia de un indicador (Golterman, 1971). Como indicadores, se utilizan fenolftaleina en solucién alcohdlica para la primera valoracién y un indicador mixto formado por rojo de metilo y verde de bromocresol en solucién alcohélica para la segunda. Como Acido, se usa el sulfiirico 0,01 N. BOLETIN DEL INSTITUTO, DE ESTUDIOS GIENNENSES 1.986 DEMETRIO CALLE MARTINEZ Para hallar la concentracién de cada ion se acude a la relacién citada por Canteras (1984). pH: Con un pHmetro digital con precisi6n centesimal y selector de tem- peratura, introduciendo el electrodo en el agua durante treinta segundos aproximadamente hasta estabilizarse la lectura. Los datos se referirén a 20°C, pues el producto idnico del agua (del que depende el valor del pH), es fun- cién de la temperatura. Cloruros: Para su determinacién se puede utilizar el método volumétri- co de Mohr, descrito en Canteras (1984), valoréndolos con una solucién de nitrato de plata N/10 en presencia de una solucién de cromato potdsico al 10% como indicador. Sulfatos: Por turbidimetria, previa precipitacién total de los sulfatos frente a la suficiente cantidad de iones bario en medio Acido (Golterman, 1971). Se mide en el espectrofotémetro a 420 nm. Amonio: Se utiliza el método colorimétrico del azul de indofenol. Se basa en que, en un medio alcalino y en presencia de nitroprusiato (cataliza- dor), el ion amonio, tratado con una solucién de hipoclorito sédico y de fenol, da azul de indofenol, que se determina en el espectrofotémetro a 640 nm. La capacidad del método es 0-2 microgramos/I. En el momento de efec- tuar el andlisis se deberd tener especial cuidado en evitar Ia gran facilidad de contaminacién que se presenta en los laboratorios (humo de tabaco, su- dor, etc.). Nitritos: Por el método de Shinn, haciéndolos reaccionar con sulfa- nilamida en medio dcido, originéndose un diazocompuesto que reacciona con la N(1-naftil) etilendiamina formando un compuesto coloreado cuya extincién se mide a 543 nm. El limite de capacidad del método es de 0,001- 2,5 microM/. (Ros, 1979: Strickland y Parsons, 1965). Nitratos: Por el método del salicilato s6dico (Rodier, 1981). Se basa en la reacci6n de los nitratos con el salicilato s6dico dando paranitrosalicilato s6dico de color amarillo que se determina por colorimetria a 415 nm. Se obtiene asf una curva de calibrado que nos da directamente el contenido de nitrégeno nitrico expresado en mg/l. Para obtener la concentracién de ion nitrato se multiplica por 4,43. La precisién del método para una concentra- cién de I mg/l es del 3%. Fosfatos: Los ortof ¢ determinan haciéndolos reaccionar con molibdato aménico en medio dcido. Esto origina un complejo que, en pre- METODOLOGIA PARA BVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS. 1.987 sencia de 4cido asc6rbico (reductor), da una coloracién azul que queda fija- da con tartrato de antimonio y potasio. Se mide en el espectrofotémetro a 885 nm. El limite de la capacidad del método es de 0,03 a 5 igat/l de fésforo. (Strickland y Parsons, 1965; Ros, 1979). En el proceso analitico se deber4 tener especial cuidado en lavar los recipientes con C1H diluido y enjuagarlos bien con agua destilada para eliminar los fosfatos de los detergentes usados en el Laboratorio. Sodio y Potasio: Por espectrofotometria de lama tras la dilucién con- veniente de las muestras. E] método se basa en las radiaciones emitidas por los dtomos de un elemento cuando se excitan a la llama. La intensidad de la radiaci6n se mide en el espectrofotémetro. Calcio y Magnesio: Por espectrofotometria de absorcién atémica. Oxigeno disuetto: Por el método de Winkler, descrito en Canteras (1984), con una capacidad de 0,005-8,0 mgat/l. Saturacion de Oxigeno: El indice de saturacién de oxigeno es el conte- nido de oxigeno de un agua expresado como porcentaje del valor de satura- cién de oxigeno. Esta es funcién de la temperatura y de la presion del aire en la superficie del agua, por lo que para conocer su valor se deberd en cuenta también la altitud de las estaciones de muestreo. Demanda bioquimica de oxigeno: La DBO se determina por diferencia entre el contenido de oxigeno inicial y al cabo de 5 dias en una estufa a 20°C y en la oscuridad en dos muestras equivalentes (Golterman, 1971). E! procedimiento estadistico de los datos se puede realizar mediante un Anilisis de Componentes Principales (ACP) aplicando programas estadisticos adecuados como por ejemplo el 4M del paquete estadistico BMDP (Dixon, 1985), previa transformacién de los datos segtin x = log (x +1) para estabilizar Ja varianza (Ibdfiez, 1971). Si las variables no se normalizan con Ja transforma- cién logaritmica es necesario volver a transformarlas. Una relacién de posibles tipos de transformaciones se encuentra en Zamora y Alba-Tercedor (1994). 2.1.4, Andlisis ¢ interpretacién de los datos fisico-quimicos Los anilisis de los datos fisico-quimicos se refieren a la valoracién de los parametros que se pretenden estudiar. En nuestro caso, los pardmetros se valoran referidos a la calidad del agua. El concepto de «calidad» del agua es dificil de definir y s6lo es posible considerarlo de acuerdo con el uso a que vaya destinada. Seguin esta consi- 1.988 DEMETRIO CALLE MARTINEZ. deracién se puede evaluar la calidad de! agua de acuerdo con los siguientes usos: 2.1.4.1. Para uso y consumo hurnanos El Real Decreto 1.423/1982 de 18 de junio («B.O.E» niim. 154, de 29 de junio de 1982), aprueba la Reglamentaci6n Técnico-Sanitaria para el abas- tecimiento y control de la calidad de las aguas potables de consumo piiblico. En el Titulo Il, articulo 3.°, se recogen los caracteres que deben tener las aguas de consumo. Exponemos a continuacién los valores que, segtin esta normativa, deben tener algunos de los pardmetros propuestos. Caracteres fisico-quimicos (referidos a la composicién natural de las aguas). 1) Orientadores de calidad: a) pH: de siete enteros a ocho enteros. b) Conductividad a 20° C: hasta 400 iS/em. c) Cloruros (en forma de Cl’): hasta 25 mg/l. d) Sulfatos (en $O,~): hasta 25 mg/l. e) Calcio (en Ca"): hasta 100 mg/l. f) Magnesio (en Mg”): hasta 30 mg/l. g) Residuo seco a 110°C (en mg./.): hasta 750 mg/l. h) Oxigeno disuelto (en O,): minimo 5 mg/l. 2) Tolerables: a) pH: de seis enteros y cinco décimas a nueve enteros y cinco dé- cimas. b) Conductividad: la correspondiente a la mineralizacién del agua. ¢) Cloruros: hasta 350 mg/1. d) Sulfatos: hasta 400 mg/l. e) Calcio: hasta 200 mg/l. f) Magnesio: hasta 50 mg/l. g) Residuo seco: hasta 1500 mg/l. Componentes no deseabl 1) Orientadores de calidad: a) Nitratos (en NO,): hasta 25 me/. b) Nitritos: ausencia c) monjaco (en NH,*): hasta 0,05 mg/l. d) Fésforo (en P): hasta 170 ig/l. METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS., 1.989 2) Tolerables (niveles mdximos): a) Nitratos: hasta 50 mg/l. b) Nitrit asta 0,1 mg/l. ¢) Amoniaco: hasta 0,5 mg/l. d) Fésforo: hasta 2150 ig/l. 2.1.4.2. Para riegos Utilizamos las normas de la U.S. Soil Laboratory (WHO-UNESCO, 1978), que clasifican a las aguas segtin su conductividad a 25°C, en cuatro categorias: C,: Agua de baja salinidad. Conductividad eléctrica situada entre 100 y aptas para regar la mayoria de los suelos y cultivos, sin jos salinos. C,: Agua de salinidad media. Conductividad situada entre 250 y 750iS/ cm. Se pueden usar para riego a condicién de que exista un grado moderado de lavado, Los cultivos con tolerancia a las sales se desarrollan sin practicas especiales de control. C,: Agua altamente salina. Conductividad comprendida entre 750 y 2250 iS/em. Sélo se deben emplear para cultivar plantas muy tolerantes a las sales. C,: Agua muy altamente salina. Conductividad superior a los 2250 iS/ cm. Sélo son utilizables para riegos en condiciones especiales. Los suelos deben ser permeables, el drenaje adecuado y sélo para cultivos altamente tolerantes. 2.1.4.3. Para la vida acudtica Para establecer la calidad del agua para los organismos acuéticos pue- den utilizarse los parémetros e intervalos de variacién propuestos por Nisbet y Verneaux (1970). Existen ademés una gran cantidad de indices biéticos basados, en su mayoria, en la mayor o menor tolerancia de los macro- invertebrados a la contaminacién. La eleccién de un indice vendré condicio- nada por el tipo de trabajo que se quiera realizar. Algunos ejemplos précti- cos de determinacién de indices bisticos aparecen en Puebla et al. (1992). La actual normativa espafiola sobre calidad de aguas viene recogida en la Ley de Aguas (Ley 85/29) y constituye Ia base para una normativa de aguas modema. Diversos aspectos interesantes sobre la legislaci6n de la calidad y proteccién de las aguas continentales pueden consultarse en Agirre (1993). 1.990 DEMETRIO CALLE MARTINEZ. 2.2. Recogida de material biolégico La recogida de muestras biolgicas conviene realizarla en el mismo sitio donde se toman las de agua para poder relacionarlas con las condicio- nes del medio. En Hellawell (1978) se describen numerosas técnicas de muestreo de organismos acudticos. Cada grupo de organismos suele tener una técnica més adecuada de recolecci6n pero, en el caso de los quironémidos, a que mejores resultados ha dado, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, es la recogida de exuvias mediante redes de deriva (Coff- man, 1973; Wilson, 1977, 1980, 1993; Wilson y Brigth, 1973; Wilson y McGill, 1977; Calle, 1994;...). Se ha empleado esta técnica de recogida de exuvias pupales a la deriva en numerosas ocasiones tanto para estudios taxo- némicos como fenolégicos. También es muy interesante para el andlisis de la estructura de la comunidad de quironémidos. Se han discutido en algunas ocasiones los problemas asociados a esta técnica (Wilson 1976, 1982 y Mc Gill, 1981). asi como sus ventajas frente a la coleccién de larvas, de mayor dificultad en cuanto a su determinacién especifica y de menor representatividad en cuanto a diversidad de habitats, © de adultos capturados en vuelo o con trampas de luz, que ofrecen dudas acerca de su procedencia. Con este método se han obtenido buenas estimaciones sobre la abun- dancia relativa de especies (Wilson y Bright, 1973), los ciclos de emergen- cia de adultos voltinismo de las especies (Coffman 1973, quien indica que puede considerarse como una cuantificacién directa de la emergencia; Riera- devall y Prat, 1986 a; Vilchez y Lavandier, 1986; Hayes y Murray 1988, 1989: Gendron y Laville, 1993), y 1a composicién taxonémica de las comu- nidades (Coffman, 1973; Laville 1979, 1981; Laville y Viaud-Chauvet, 1985; Cobo, 1988; Casas y Vilchez, 1989; Casas, 1990; Laville y Vingon, 1991), al tratarse de muestras que integran practicamente todos los biotopos cerca- nos (Casas, 1990). Igualmente, Wilson y Mc Gill (1977), proponen su uso para estudios de control de calidad de aguas, habiendo sido utilizado en este sentido por Mc Gill er al. (1979), Wilson y Wilson (1984), Laville y Viaud- Chauvet (1985) y Brouquet-Lagraire (1985). También se ha utilizado para la clasificaci6n biolégica de rios (Wilson, 1980; Wilson y Bright, 1973) y para el estudio de la respuesta térmica de las especies (Rossaro, 1991 a). Mundie (1971) la considera también una buena técnica en estudios de produccién. Sin embargo, la interpretacién de los resultados obtenidos ha de tener en cuenta algunos aspectos tales como la distancia recorrida por las exuvias METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS, 1991 a partir del punto de emergencia del imago, la representatividad de las mues- tras de deriva con respecto a la comunidad del bentos y el periodo apropiado para la recogida de las muestras. 2.2.1. Desarrollo de la técnica de recogida de exuvias a la deriva Se utilizan redes de deriva de las que Elliot (1970) clasifica como del tipo «sin medidor de caudal». Son redes constituidas por un marco rectan- gular de aluminio u otro material resistente, de 35 cm de ancho por 25 cm de alto (0,0875 m.’ de superficie de entrada), del que se sujeta una red de nytal de 250 im de didmetro de poro con una longitud aproximada de 1 metro. Las redes se mantienen con su entrada perpendicular a la direccién de la corriente, sujetandolas a las orillas mediante cuerdas ayudndose siempre que sea posible de las rocas del lecho del rio o de arboles cercanos. Se procuraré situarlas lo més cerca posible del centro del cauce, pero sin sumergirlas total- mente, para poder recoger el material flotante que es el que contiene las exuvias pertenecientes a los imagos que acaban de emerger (Ulfstrand, 1968). En todas las estaciones de muestreo se tomard al menos una muestra por cada estacién del afio con un tiempo de exposicién a la corriente de 90 minutos cada vez. En estos muestreos se llegan a obtener en ocasiones va- rios cientos de miles de exuvias pupales (Calle, 1994). El elegir periodos de muestreo de noventa minutos de duracién es preferible a periodos més ex- tensos (3 6 4 horas), pues, en la prdctica, es complicado alargar la duraci6n de las derivas por el colmatamiento de las redes, tiempo necesario para el vaciado del material recogido, etc. (Vilchez y Lavandier, 1986). Dado el cardcter extensivo de un estudio de este tipo no es posible efec- tuar todos los muestreos a las mismas horas del dfa, pero en todos los casos. se debe procurar iniciarlos no desviéndose en mas de una hora de la puesta del sol, por lo que se tomaran las muestras en las horas en que tienen lugar Jos cambios de intensidad luminosa a la cafda de Ja tarde o al anochecer, que son los periodos considerados Sptimos para la emergencia de los quiro- némidos (Palmen, 1958; Coffman, 1973; Neveu, 1974, 1980; Rieradevall, 1985; Vilchez y Lavandier, 1986). 2.2.2, Obtencién de material adicional Con redes de mano del mismo didmetro de poro que las de deriva, se pueden recoger las exuvias flotantes que quedan acumuladas en los reman- sos y margenes del rio tal como proponen Wilson y Wilson (1983). Este BOLETIN DEL INSTITU TO, DE ESTUDIOS GIENSENSES, 1992 TRIO CALLE MARTINEZ, material puede servir para compensar las posibles limitaciones de represen- tatividad en el tiempo de las muestras de deriva (Casas, 1990). En las redes ¢ cupturan a veces imagos machos y pupas maduras que en algunos casos servirdn para la determinacién especifica de la exuvia, El imago capturado en proceso de emergencia constituye un valioso material para esa determi- naci6n al encontrarse adherido en ocasiones a la exuvia pupal. ‘También pueden capturarse imagos en vuelo mediante mangas entomo- légicas 0 de telas de araitas préximas al rio o con trampas de luz ultravioleta de 6 watios de potencia. Este material serviré, en algtin caso, para ayudar a la identificacién de determinadas especie: 2.2.3. Muestreo del bentos Las muestras de bentos se obtienen usualmente mediante la técnica Surber (Surber, 1936), con redes de nytal de 250 im de didmetro de poro situadas entre | y 2 metros de distancia al punto donde se sittian las redes de deriva, Se recoge el material existente en una secci6n del fondo semejante a la de entrada de Ia red de deriva (0,0875 m.*). La eficiencia de esta técnica ha sido comprobada, entre otros autores, por Usinger y Needham (1954) y Needham y Usinger (1956) Se obtendran, en las mismas fechas que las de deriva, ocho muestras anuales (dos por cada estacidn del afio) por cada punto de muestreo, toman- do alternativamente facies loticas y facies lénticas, tal como indica Cha- vanon (1979). Estas muestras se utilizardn fundamentalmente para comparaslas con las recogidas mediante deriva con el objetivo de analizar sus posibles simi- litudes, y ademds, para estudiar la variacién de los porcentajes de larvas de quironémidos en los diferentes cursos de agua estudiados, dato que nos in- formara sobre su contribucién al total de macroinvertebrados en cada punto, de muestreo. Asimismo, pueden utilizarse para la determinacién de los indi- ces bidticos, 2.2.4. Preparacion del material 2.2.4.1, Exuvias pupales Las exuvias se separan de las muestras bajo la lupa binocular y se con- an en alcohol etilico al 70% hasta su montaje en preparacién microse6- pica y posterior identificacién. Dado el elevado numero de exuvias que se suele recoger, puede ser necesario realizar subdivisiones (entre 1/2 y 1/25 ser METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS. 1.993 de] total de la muestra) al identificar y contar. Una vez separadas se deshi- dratan sumergiéndolas, sucesivamente, durante 4-5 minutos, en alcohol etf- lico al 75%, al 96% y alcohol butilico. Ya deshidratadas se colocan en posi- cién dorsal sobre una gota de balsamo del Canadd y se cubre la preparacién. Al cabo de pocos dias se ha secado y se procede a la identificacién al mi- croscopio 6ptico no siendo necesarios, salvo en contadas ocasiones, fuertes aumentos."En especies cuyas caracteristicas distintivas se encuentran en parte en los esternitos, es conveniente realizar también preparaciones en posicién ventral; en otras especies que presentan dificultades para su identificacién, es necesario separar el cefalotérax del abdomen y dividirlo en dos mitades para mejorar la vision. La identificacién, que casi siempre es posible hasta el nivel taxonémico de especie, se leva a cabo con ayuda de los trabajos de Wilson y Mc Gill (1982), que resulta itil para la identificacion de subfamilias, tribus y géne- ros; Wiederholm (1986), para géneros principalmente; Langton (1984, 1991), para especies; y numerosas monograffas que se indican para determinadas especies en la bibliografia. 2.2. Imagos Para identificar imagos es necesario, previamente al montaje, tratarlos si- guiendo la técnica descrita por Serra-Tosio (1982). La estructura del hipopigio del imago macho es determinante para la correcta identificaci6n de una especie por lo que es necesario cuidar al maximo la calidad de la preparacién. La identificacién se realizara con ayuda de los trabajos de Pinder (1978), Prat (1978 a, b; 1980), Wiederholm (1989) y varias monografias especfficas citadas para determinadas especies en la bibliograffa. 2.2.4.3. Larvas Las larvas se separan bajo la lupa binocular con ayuda de pinzas y se conservan en alcohol etilico al 70% . Esta separacién es, a veces, dificulto- sa, sobre todo si se encuentran adheridas a algas. Para proceder a su identi- ficacién se montan en liquido de Hoyer (mezcla a base de hidrato de cloral, goma arabiga, glicerina y agua destilada) que presenta la ventaja de no tener que deshidratar el material. La cabeza se separa del resto del cuerpo para, aplasténdola, poder apreciar las sedas del labro y otros detalles de interés. La identificacién bajo el microscopio, la mayor parte de las veces a fuertes aumentos, se realizar hasta el nivel méximo posible con ayuda de los traba- jos de Bryce y Hobart (1972), Prat (1978 a), Cranston (1982), Rossaro (1982), Fittkau y Roback (1983), Pinder y Reiss (1983) y Wiederholm (1983). BOLETIN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES, 1994 DEMETRIO CALLE MARTINEZ. La identificacién del estadio larvario no es facil. Incluso las larvas de muchas especies son todavia desconocidas. Con frecuencia sélo es posible identificar hasta género. Este nivel de identificacion puede resultar vtil en muchos casos, segtin Bryce y Hobart (1972). 2.3, Temporalizacién Consideramos que la duraci6n apropiada para llevar a cabo un estudio extensivo que abargue todos los aspectos mencionados es de uno a dos afios. Los muestreos se extienden a lo largo del primer afio. En este perfodo se recogen las muestras de agua y de material biolégico en cada estacién de muestreo, tal como se ha descrito en apartados anteriores. A continuacién se procede a la realizacién de los andlisis fisico-quimicos propuestos y a la separaci6n de los quironémidos y restantes macroinvertebrados de las mues- tras recogidas. Seguidamente se elaboran y analizan los datos obtenidos para los diferentes pardmetros fisico-quimicos y se determinan las especies de quironémidos recolectadas. Esta parte es la mas laboriosa y larga de realizar pues en muestras de este tipo de organismos Ilevadas a cabo por diversos investigadores se han llegado a contabilizar, en ocasiones. mas de 100.000 individuos por estacién de muestreo que, obviamente, hay que determinar a nivel de género y especie. > Anilisis e interpretacién de los datos biolégicos El anilisis de las muestras biolégicas se refiere generalmente a la deter- minacién de las especies y al conteo de los ejemplares. Para la interpreta- cidn de los resultados se elabora una matriz de datos donde se relacionan las especies 0 taxones presentes en las estaciones de muestreo y se indica la presencia (datos cualitativos) o frecuencia (datos cuantitativos) de aquellas en éstas (Garcfa de Jalén y Gonzdlez del Tanago, 1986). A partir de la matriz se pueden efectuar numerosos andlisis segtin los objetivos del estudio. En nuestro caso, utilizamos para el andlisis, como hemos indicado, las comunidades de quironémidos, Debido a la abundancia numérica y especi- fica y a su fuerte actitud colonizadora, los quirondémidos constituyen un material muy importante para apreciar la calidad de las aguas de los rios y controlar su contaminacién (Wilson, 1980). Wilson y Wilson (1984) han propuesto un método de clasificacién de la calidad de las aguas del rio Rhin a partir de exuvias pupales de quironémidos identificadas a nivel de género, Io que les leva a repartir cada taxén de METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS. 1.995 quiron6midos en cuatro categorfas segdin su tolerancia a la contaminacién. Brouquet-Lagraire (1985) utiliza este indice, con algunas modificaciones, para estudiar rfos contaminados afluentes del Garona (Francia). Logicamente, muchas de las especies que estos investigadores han uti- lizado no es presumible que se encuentren en nuestros rios, por lo es necesa- rio confeccionar una lista de especies indicadoras basada en la autoecologia de las especies y en las caracteristicas fisico-quimicas del agua. Para resaltar la importancia de los distintos parametros medidos y de las relaciones positivas 0 negativas de su variaci6n en los rios estudiados, se leva a cabo un andlisis multivariante de los datos. Este procedimiento ha sido empleado por numerosos autores para tratar de determinar las tenden- cias en la variacién tanto de pardmetros fisico-quimicos como bioldgicos en rios (Angelier et al., 1978; Cushing et al., 1980; Prat et al., 1982; Sabater y Armengol, 1986; ...)- Son también muy utilizados, como hemos comentado, los indices basa- dos en la fauna de macroinvertebrados. Uno de los primeros indices utiliza- dos fue el propuesto por Kolwitz y Marsson (1902, 1909), que elaboraron el sistema de las «zonas de los saprobios». Este sistema fue modificado des- pués por otros investigadores. Otros indices biolégicos muy utilizados son el de Trent (Woodiwiss, 1964) o el de Chandler (1970). 2.4.1. Estudio de las comunidades de quironémidos Hasta aqui hemos utilizado el término «comunidad» en el sentido de «grupo de especies» indicado por Giller (1984), es decir, para referirnos al conjunto de poblaciones de las diferentes especies. En adelante, utilizare- mos este término para referirnos exclusivamente a las especies de quironé- midos, sin considerar los restantes macroinvertebrados. Para abordar el estudio de las comunidades de quironémidos se utiliza- ran las exuvias pupales obtenidas en los muestreos de 90 minutos de dura- cién, en las cuatro estaciones del aiio. Para este estudio consideraremos los siguientes aspectos que en esta clase de trabajos han sido ampliamente utilizados por muchos investigadores: a) Riqueza especifica y diversidad Uno de los efectos de la contaminaci6n es la modificacién de la estruc- tura de las comunidades haciendo desaparecer las especies poco tolerantes y proliferar las mds resistentes, que no encuentran competencia. Este efecto, BOLETIN DEL INSTITUTO Dr ESTUDIOS GIENNENSES 1.996 DEMETRIO CALLE MARTINEZ que a veces puede deberse también a factores distintos a la contaminaci6n, puede conocerse teniendo en cuenta los pardmetros de riqueza y diversidad. En los estudios ecolégicos de !a comunidad, la riqueza y diversidad de espe- cies son parémetros basicos. Sin embargo, presentan limitaciones en cuanto a su correcta interpretaci6n. La riqueza, entendida como el nimero de especies presentes en la co- munidad, es un par4metro cualitativo, es decir, no tiene en cuenta la abun- dancia de cada especie, por lo que cuando se trata de comparar varias comu- nidades es necesario considerar si e] tamaiio de las diferentes muestras es el mismo, lo que raramente ocurre en los estudios ecolégicos. Existen indices de riqueza clasicos que relacionan el nimero de espe- cies y el ntimero total de individuos observados para independizar la riqueza de especies del tamajio de la muestra. Son, por ejemplo, el indice de Margalef (1958) y el de Menhinick (1964). Muchos anilisis sobre su uso han conclui- do que, cuando Jas muestras tienen diferentes tamafios, las comunidades no pueden ser comparadas satisfactoriamente pues ambos estan correlaciona- dos significativamente con el tamafio de la muestra (Murphy, 1978; Wilhm, 1967;...). Tu = S-1 / In (n), (,,,)? = S?/n. S es el ntimero de especies de la comunidad y n el ntimero total de individuos observados. Algunos métodos estadisticos ¢ indices se han propuesto para tratar de eliminar este obstaculo. Entre ellos se ha utilizado con buenos resultados el método estadistico conocido como rarefraccién (Ludwig y Reynolds, 1988), que sirve para calcular el valor esperado de especies de una muestra cuando necesitamos conocer la riqueza especffica y los tamajios de las diferentes muestras tomadas son diferentes. Asi, es posible comparar satisfactoriamen- te el ntimero de especies entre diferentes comunidades (Sanders, 1968; Hurlbert, 1971; Cortés y Monzén, 1993). Por su parte, la diversidad incluye dos componentes: la riqueza y la uniformidad o equitabilidad. Este dltimo se refiere a como la abundancia de las especies (ntimero de individuos, biomasa, etc.) se distribuye entre las muestras. Uno de los indices de uniformidad mas utilizado es el J" de Pielou (1975, 1977), que expresa la relacién entre el indice de Shannon (H’) y el méximo valor teérico que H’ puede tener (cuando todas las especies de una METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS. 1997 muestra estén uniformemente distribuidas con un individuo por especie), que corresponde matematicamente a In S, siendo S el ntimero de especies (I =H'/InS). Se han propuesto otros muchos indices para caracterizar tanto la rique- za como la uniformidad. Estos indices combinan ambos parametros en un tinico valor que se denomina indice de diversidad. Aunque es un parémetro muy utilizado en la prictica ecolégica, puede producir ambigiiedad en la interpretaci6n del andlisis de la estructura de la comunidad pues combina varias variables (ntimero de especies, abundancia relativa de cada una, y homogeneidad y tamafio de la zona muestreada ~James y Rathbun, 1981-). En algunos casos, un valor dado del indice de diversidad puede resultar de varias combinaciones distintas de riqueza y uniformidad, por lo que es difi- cil conocer la importancia relativa de ambas. Probablemente, los «nimeros de diversidad» de Hill (1973) son los que pueden ofrecer una mejor inter- pretacién ecol6gica (Ludwig y Reynolds, 1988). Los ntmeros de Hill (NI y N2) dan, respectivamente, el mimero de especies abundantes y muy abundantes en una muestra, NI se basa en el indice de Shannon (1949) y N2 en el de Simpson (1949). H’ presenta venta- jas respecto a otros indices de diversidad tales como su independencia del tamajio de la muestra y su baja variabilidad en relacién con el nivel de iden- tificacién de las especies (Helawell, 1978; Verneaux, 1984). De Jong (1975) demuestra también que H’ est4 relacionado linealmente con el logaritmo del niimero de especies en la muestra, que es la forma dada por Hill (1973) de H’ enel NI (NI=e"). Los célculos del ntimero de especies esperado por rarefraccién pueden realizarse con el programa RAREFRAC.BAS y los restantes pardmetros pueden calcularse con el programa SPDIVERS.BAS, ambos del paquete estadistico de Ludwig y Reynolds (1988). Es conveniente analizar también el grado de correlacién existente entre los parémetros para establecer, en la medida de lo posible, que parametro tiene mayor «peso especifico» en los muestreos. Concretamente, se trata de aclarar cual de los dos componentes, riqueza o uniformidad, influye masen la diversidad. La correlacién entre los parémetros se puede calcular con el programa MICROSTA (Ecosoft, 1984). b) Clasificacién Se utiliza la clasificacién con el objetivo de distinguir grupos de espe- cies de quironémidos caracteristicos de distintos tramos de los rios con im- ROLETIN DEL INSTITUTO DEPSTUDIOS GIENNENSES, 1.998 DEMETRIO CALLE MARTINEZ portantes diferencias ecol6gicas. Para ello se utilizan todas las especies re- colectadas tanto a la deriva como con redes de mano. Para unificar, no se incluyen las que s6lo estan representadas por adultos recogidos en vuelo. Se calculan los coeficientes de similitud de Sorensen (1948), de Raabe (1952) y de correlacion de rango de Spearman (1913). El primero esté basa- do en el criterio de presencia-ausencia y se elige para reflejar el aspecto cualitativo de la informacién faunistica. Los otros dos tienen en cuenta la abundancia relativa de cada especie, con la particularidad que el de Spearman considera el rango de cada una, lo que eliminarfa el posible efecto de sobre- valoraci6n de alguna especie que se encontrara en el momento de recogida de las muestras de deriva en maxima actividad de emergencia. Los célculos para los coeficientes de Sorensen y Raabe pueden efec- twarse con el programa CLUSTER 3 (Walker, 1987), que da como salida los correspondientes dendogramas de similitud que agrupan las estaciones por afinidad faunistica, El coeficiente de correlacién de rango de Spearman se puede calcular con el programa MICROSTA (Ecosoft, 1984). ¢) Ordenacion Segtin Ludwig y Reynolds (1988), el término «ordenacién» se usa para describir un conjunto de técnicas en las que las unidades de muestreo estén organizadas en relacién a unos ejes, de tal forma que su posicién relativa con respecto a ellos ofrece el maximo de informacién acerca de sus similitu- des ecoldgicas. Para ordenar las comunidades de quironémidos puede utilizarse un método indirecto en el cual las unidades de muestreo estén situadas dentro de un sistema reducido de coordenadas basado en la similitud 0 disimilitud de la composicién en especies, por lo que estén relacionadas via ejes 0 gradientes (Whittaker 1967, 1978). Este método presenta la ventaja, con respecto a los métodos directos, que los factores obtenidos son los més im- portantes en la ordenacidn de las especies (Rossaro, 1991b). Coneretamente, se realiza un Anilisis de Correspondencias por Des- composicién en segmentos (en adelante, ACD), que es un desarrollo del anil de correspondencias (Hill, 1974) 0 andlisis factorial de correspon- dencias (Benzecri, 1973), que evita sus dos mayores inconvenientes: el «efec- to arco», artefacto matematico que no se corresponde con una estructura real de los datos, y la no conservacién de las distancias ecolégicas (Gauch et al., 1977; Hill y Gauch, 1980; Gauch, 1982). Sus caracteristicas han sido analizadas por Hill y Gauch (1980) concluyendo que es la mejor de las téc- METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS... 1.999 nicas de ordenacién conocidas por cuanto, entre otras ventajas, la ordena- cidn de las especies y de las muestras se produce simulténeamente y los ejes obtenidos tienen una clara significacién. Desde que surgieron estos métodos de andlisis que eliminan el «efecto arco», se han obtenido resultados muy satisfactorios en estudios de datos de vegetaci6n (Whittaker, 1987), nichos de aves (Sabo, 1979), insectos bénticos (Leland er al., 1986), coledpteros acudticos (Foster et al., 1992), comunida- des de macroinvertebrados (Towsend ef al., 1983; Marchant, 1989 a, b; Ro- driguez y Wright, 1988; Voelz y Ward, 1990; Boulton y Lloyd, 1991; Storey etal., 1991 EIACD se ha utilizado también en los tiltimos ajios en estu- dios de andlisis de comunidades de quironémidos (Rossaro 1991, 1993; Aagaard, 1993; Ruse, 1993; Verdonschot ef al., 1993; Wilson, 1993; Calle, 1994), Segtin Rossaro (1991 b), el ACD es una técnica de ordenacién nece- saria para una buena interpretaci6n de los resultados acerca del conocimien- to de la respuesta de las especies a los factores ambientales. Para corregir sus limitaciones (Minchin, 1987; Wartenberg et al., 1987; Peet et al., 1988; Jackson y Somers, 1991), habria que considerar la conve- niencia de suprimir valores extremos y discontinuidades antes del anélisis (el programa CANOCO permite eliminar los datos superfluos), y, ademas, es necesario elegir en la entrada de datos un ntimero adecuado de segmentos para una correcta interpretacién de los resultados. Esta interpretacién re- quiere también cierta «intuicién ecolégica» y ayuda suplementaria por la experiencia de campo y por la integracién de datos ambientales de las esta- ciones muestreadas (Hill y Gauch, 1980). Los cdlculos pueden efectuarse con el programa informatico CANOCO (Ter Braak 1988, 1989), que es una extensin de DECORANA (Hill, 1979). Entre otras ventajas este programa permite tratar gran cantidad de datos sin dificultad (Ter Braak, 1989). Ademés, segtin Peet er al. (1988), CANOCO realiza el andlisis de una forma mas adecuada, desde el punto de vista mate- matico (descomposicién por polinomios), que DECORANA. Se elegiré el néimero de segmentos recomendado por el manual del programa (26) que es el ms efectivo para una correcta interpretaci6n de los resultados (Jackson y Somers, 1991). Para efectuar los calculos se introducen en el andlisis las abundancias, expresadas en porcentajes, de las especies que superen el 1% del total de exuvias recolectadas en cada estacién (Calle, 1994). El andlisis da como resultado varios ejes que nos permiten apreciar con efectividad los gradientes més importantes que afectan a la distribucién de las especies. Proporciona, POLETIN DEL INSTTUTO. DE ESTUDIOS GIENNENSES 2.000 DEMETRIO CALLE MARTINEZ ademés, los valores para la ordenacién de las mismas y de las estaciones de muestreo, Estos ejes pueden considerarse como hipotéticos gradientes ambienta- les (porque el andlisis incluye tinicamente los datos de las especies) y, por consiguiente, pueden ser interpretados en términos de medida de las va- riables ambientales utilizando un andlisis de correlacién (Voelz y Ward, 1990, 1991). Por ello, una vez efectuada la ordenacién, se incluyen los valores me- dios anuales de las variables fisico-quimicas y fisiograficas en las localida- des estudiadas, junto con los valores obtenidos para los ejes en esas locali- dades, y se calcula la correlacién entre ambos para examinar la relacién entre los parametros ambientales y las especies. Esta es una técnica comin usada en estudios ecolégicos (Whittaker, 1987; Matthews y Robinson, 1988). La matriz de correlacién se puede calcular con el programa MICROSTA (Ecosoft, 1984). Por tiltimo, es necesario considerar en el estudio de las comunidades de quironémidos, la posible influencia de la perturbacién, pues para muchos autores no s6lo es la caracteristica mas importante para ser estudiada en los rfos, sino que es ademis el factor organizador dominante de su ecologia (Resh er al., 1988; Sabater et al., 1993). El efecto de la perturbacién sobre la estructura de una comunidad de larvas de quironémidos del rio Danubio ha sido estudiado por Schmid (1992) concluyendo que es el factor con mayor influencia sobre la composicién especifica. Entendemos por perturbacién, siguiendo la definicién propuesta por Resh et al. (1988), que completa la de Pickett y White (1985), aquel evento relativamente discreto en el tiempo, caracterizado por una frecuencia, inten- idad y severidad fuera de un rango predecible, que produce una disrupcin del ecosistema, la comunidad o la estructura de la poblacién, y que cambia los recursos, disponibilidad de sustrato o el ambiente fisico. De todos los factores propuestos por Resh et al. (1988) como genera- dores de perturbacién, consideramos mas interesantes para discutir los deri- vados del uso y control de los recursos por el hombre, que, en nuestro caso, pueden ser por su frecuencia, intensidad y severidad, los principales deter- minantes de los cambios en la estructura de las comunidades. Otros efectos, como los derivados del régimen hidrolégico, también son importantes pues afectan a todos los fenémenos ecolégicos de los siste- mas ldticos y pueden tener una influencia significativa sobre la dindmica de METODOLOGIA PARA EVALUAR LA CALIDAD DE LAS AGUAS. 2.001 la comunidad. Sin embargo, para evaluar su posible efecto, es necesario conocer la prediccién de caudal, pues los organismos de medios Iéticos es. én adaptados, presumiblemente, a fluctuaciones predecibles. Esto requeri- ria numerosos datos acumulados durante largo tiempo y técnicas adecuadas de medida. Ademés, no esté clara su aplicabilidad (Resh e1 al., 1988). No obstante, al discutir los resultados que se obtengan es necesario considerar este posible efecto en la estructura de las comunidades, en especial en aque- Hos tramos sometidos a frecuentes e impredecibles cambios de caudal. 2.5. Comparacién faunistica con otras regiones geogréficas Es interesante comparar la fauna de quironémidos obtenida en la zona objeto de estudio con la encontrada en otras regiones geogrdficas para ana- lizar las similitudes y diferencias de sus poblaciones y la mayor o menor diversidad, Para ello se pueden utilizar las listas de especies elaboradas por diferentes autores que han investigado en zonas como el Alto Guadalquivir (Calle, 1994), Sierra Nevada (Casas, 1990), Pirineos franceses (Laville y Vingon, 1986), Alpes franceses (Serra-Tosio, 1989), Macizo Central francés (Laville y Serra-Tosio, 1987), y rios de la vertiente mediterranea de Marrue- cos (Kettani er al., 1994), La comparacién de resultados se realiza teniendo en cuenta el nimero de especies comunes con esas 2onas geogréficas, asi como los porcentajes de especies de cada taxén de quironémidos. Este tipo de estudios, basados en los inventarios faunisticos, constitu- yen una importante base para trabajos comparativos de biogeografia y ecologia al referirse en la mayorfa de los casos a una gran diversidad de habitats. También pueden clarificar algunos componentes zoogeogrificos y ecoldgicos de la distribucién de las especies (Blackith y Blackith, 1975). No obstante, hemos de incidir en la provisionalidad de las conclusiones en tanto todas las regiones analizadas no se equiparen en cuanto al nivel de conocimiento faunistico. POLBTIN DEL INSTITUT DE ESTUDIOS GIENNENSES 2.002 DEMETRIO CALLE MARTINEZ BIBLIOGRAFIA AaGaxp, K. (1993): «Ordination or typology-the search for a stable classification of running water communities», Netherlands Journal of Aquatic Ecology, 26 (2-4): 441-445, AiRRE, A. (1993): «Legislacin sobre calidad y proteccién de aguas continentales», Bela- rra, 9:31-46. ANGBLIER, E.; BorDes, J, M.; LUCCHETTA. J. 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