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Enero 13, 1903

Males de las adulaciones.


“Hija mía, las alabanzas, las adulaciones, son
escupitiñas y fango que ensucian y enlodan al
alma y ciegan la mente para no dejarle conocer
quién verdaderamente es ella, especialmente si
no parten de la verdad, porque si parten de la
verdad y la persona es digna de alabanzas,
conociendo la verdad me dará a Mí la gloria;
pero si parten de la falsedad, empujan a tal
exceso al alma, que se confirma mayormente
en el mal.”
Libro de Cielo. Enero 13, 1903 Volumen 4
“Hágase Tu Voluntad En La Tierra Como En El
Cielo

“Hija mía, ¿quieres saber de dónde comenzó el mal


en el hombre? El principio es que el hombre en
cuanto se conoce a sí mismo, o sea, empieza a
adquirir el uso de la razón, se dice a sí mismo: ‘Yo
soy algo’, y creyéndose alguna cosa se separa de
Mí, no se fía de Mí que soy el Todo y toda la
confianza y fuerza la toma de él mismo, y de esto
sucede que pierde hasta todo buen principio, y
perdiendo el buen principio, ¿cuál será su fin?
Imagínalo tú misma hija mía.
Julio 16, 1901 Vol. 4

“Cuando el corazón está lleno del conocimiento de sí


mismo, las alabanzas de los hombres son como
aquellas olas del mar, que se elevan y desbordan
pero jamás salen de sus límites.
Abril 23, 1899 Vol. 2

“Así que quien posee la Gracia tiene en sí misma el


paraíso, porque la Gracia no es otra cosa que
poseerme a Mí mismo, y siendo Yo sólo el objeto
encantador que encanta a todo el paraíso y que
formo todos los contentos de los bienaventurados, el
alma, poseyendo la Gracia, dondequiera que se
encuentre posee su paraíso.”
Noviembre 27, 1899 Vol. 3

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