Está en la página 1de 7

Confrontando Paradigmas Doctrinales

Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti…


domingo, 02 de agosto de 2020

Han sido maravillosos estos días en los cuales la presencia del Espíritu Santo de Dios en mi vida me
ha guiado a observar la verdad en sus Escrituras a pesar de la fuerte contaminación de los
paradigmas doctrinales que han sido confrontados en mi vida, “¿qué pide Jehová tu Dios de ti?” es
quizá una de las preguntas mas trascendentales que el discípulo de Jesucristo debería hacerse en
estos tiempos tan conmocionados por la pandemia, las aberraciones sociales, las confusiones
doctrinales y los acontecimientos políticos y naturales.

El viernes al caer la noche, siendo ya el día del Señor, durante la oración de la tarde, ocurrió un
evento sin lugar a dudas especial; durante la actividad de oración en familia, El Espíritu Santo de
Dios no se hizo esperar y nos visitó durante una petición de oración particularmente interesante.

La petición de oración de cuerpo se realizó por un avivamiento del Espíritu Santo de Dios en la vida
de cada creyente de nuestro Señor Jesucristo, en cada persona que con sus labios y corazón haya
confesado que Jesús es su Señor y Salvador, pero…

No era un avivamiento como tradicionalmente se solicita, en el cual se espera y visualiza que en las
congregaciones haya un derramamiento del Espíritu Santo donde todos los asistentes dancen en el
Espíritu y hablen en lenguas y se hagan milagros, señales y prodigios, no, esta vez era una necesidad
diferente de su presencia, era para manifestar el verdadero propósito y naturaleza del Espíritu Santo
de Dios en la vida del hombre… “Convencerlo de Pecado de Justicia y de Juicio…” (Juan 16: 8-11)

Comencé a quebrantarme fuertemente en el espíritu y El Espíritu Santo de Dios me ministraba que


su pueblo ha venido a ser como los profetas de Baal, al dejarse engañar y siendo engañadores,
menospreciando la enseñanza y la verdad, usando la naturaleza y características del Espíritu Santo
como si se tratare de un espíritu de adivinación, donde en lugar de apoyarse en su Santidad y
naturaleza para la obtención del conocimiento pleno de la verdad y la búsqueda de la manifestación
del arrepentimiento de corazón en los hombres, han amado más los deleites y las vanidades de sus
corazones; queriendo más ser vistos por los hombres, que hacer la voluntad de Dios y diciendo
con ligereza “Así te dice el Señor…” y así como Baal significa Señor en su raíz aramea-hebrea han
venido ellos a identificarse como sus profetas durante sus ministraciones, dejando en poco el
conocimiento de su Santo Nombre y su Santa Palabra, YA ESTE PECADO ES DEMASIADO GRANDE Y
NO PUEDE SER SOPORTADO y si el pueblo no se arrepintiere, por causa de este pecado el juicio
venidero iba a ser tal, que el Covid-19 iba a parecer un paseo en la pradera.

Finalizó el servicio y en lo particular, las experiencias obtenidas a través de mi transitar en los


caminos de Nuestro Señor Jesucristo han dejado una huella de temor en mi corazón sobre compartir
ligeramente advertencias de este tipo, pero cuando el propósito viene de lo alto no hay corazón que
pueda resistirse, tal como lo comprendió el mismo Jonás.

Mi más íntimo hermano en la fe que actualmente se encuentra en Perú, había despertado la mañana
anterior con una profunda inquietud de hacerme llegar una imagen que no se le salía de la cabeza,
recitando además en su mente insistentemente el verso de Deuteronomio 6:4; sin dudarlo él busco
la imagen y me la hizo llegar al teléfono sin saber de qué se trataba esa inquietud tan grande, incluso
llegando a temer que yo pensará que se había vuelto loco, pues teníamos varios días que no
conversábamos y de repente así nada más, sintió el deseo incontenible de enviarme esa imagen. Sin
embargo, por un daño mayor en mi teléfono no pude detallar la imagen en ese momento que él me
la enviara.

Él día después de la ministración, me encontraba sumamente inquieto y aunque era avanzada la


noche mi esposa y yo estábamos orando pidiéndole al Padre instrucción sobre este llamado a
arrepentimiento tan particularmente fuerte y en mi corazón quería tener la certeza de saber si era
solo un celo de mi corazón por su palabra o verdaderamente era un quebrantamiento del Espíritu
Santo con un llamado al arrepentimiento a su pueblo; después de orar por esta dirección
inmediatamente salto en mi la profunda necesidad de buscar la conversación con mi hermano y
aunque ya eran pasadas la 1 de la madrugada decidí encender mi computador para acceder a mi
celular y resolver por todos los medios posibles mediante aplicativos el acceso a la conversación con
mi hermano pues la pantalla de mi teléfono celular estaba realmente inservible; para mi sorpresa
cuando veo la imagen que mi hermano me había enviado y leí las palabras que me testificó, no tuve
otro sentimiento que temor de Dios en mi corazón, y una necesidad de poner manos a la obra en la
redacción de este mensaje, pues lo que me envió era nada mas y nada menos que la imagen de Elías
en el monte Carmelo cuando confrontando a los profetas de Baal, clamo a Dios por fuego sobre el
holocausto que demostró a todo el pueblo de Israel que JEHOVA ES ÉL DIOS! 1 Reyes 18. 39.

¡De esta manera mis amados hermanos y discípulos de Jesús, inicio esta disertación pidiéndoles que
no seamos de oídos Sordos a este llamado al arrepentimiento! No sea que seamos contados por
profetas de Baal.
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti…”

Nosotros los gentiles debemos reconocer que ¡hemos heredado mentiras y engaños! (Jeremías
16:19) Reconozcamos que ¡Jehová es Él Dios! (1 Reyes 18: 39) Y dejemos de desconocer la
SANTIDAD Y LA NATURALEZA de su NOMBRE, pues hasta ahora la hemos tenido en poco (Éxodo
20.7; Deuteronomio 5.11) y nos hemos conformado SIN PROTESTAR con el título de “El Señor” para
manifestar la Santidad de la Presencia de Dios en nuestras vidas.

Esta práctica abominable proviene de los que adoraban a Baal-Peor quienes consideraban que no
debían pronunciar el nombre de su dios pagano por ser demasiado “santo” para ellos; en
contraposición a lo instruido por Dios a su pueblo en las Sagradas Escrituras, donde constantemente
se hace honor y honra al Nombre que es Sobre todo Nombre, el Nombre de Jehová nuestro Dios y
que Su Nombre fuera puesto Sobre su Pueblo. (Números 6:22-27)

Actualmente se han encontrado más de 1.000 manuscritos hebreos con todas las vocales sobre el
nombre, enseñándonos como pronunciarlo y cabe destacar que en NINGUNO de ellos aparece el
Nombre de Dios como otra variable que no sea YeHoVaH tal como lo ha evidenciado el Maestro de
Estudios Bíblicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y Judío Caraíta Nehemias Gordon, entre
otros hombres que son instrumentos de Dios para este ministerio, quienes hoy nos enseñan el
verdadero Nombre de Dios soportado en investigaciones serias y diligentes basadas en evidencias
históricas y arqueológicas, (no con fabulas producto de conjeturas, sueños e imaginación de los
hombres) punto que expone claramente en su libro “Shattering the Conspiracy of Silence”
(Destrozando la conspiración de Silencio) donde explica como los rabinos fariseos y escribas Judíos
conspiraron para esconder el nombre de Dios entre los gentiles e incluso dentro del propio pueblo
de Israel, borrando una o todas las tildes necesarias para su pronunciación y creando toda la clase
de mitos y leyendas alrededor del tema para ocultar el Nombre Santo de Dios, y como de igual
manera, hombres gentiles han inventado pronunciaciones erróneas basado en falsas premisas y en
un empobrecido entendimiento de la lengua y cultura bíblica hebrea.
https://www.nehemiaswall.com/about-nehemia-gordon. Pero esto da cumplimiento a lo declarado
por nuestro Señor Jesucristo respecto a las tildes y consonantes (Mateo 5)

Debemos enseñar y dar a conocer ¡Él Nombre de Dios y sus Mandamientos! Tal como nuestro
Señor Jesús nos lo enseño y lo dio a conocer (Juan 17; Mateo 28.20; Marcos 16.14-18; Lucas 24.36-
49)
Hermanos amados comencemos a orar en arrepentimiento, rogando al Espíritu Santo de Dios que
nos revele la verdad de las Escrituras en nosotros los creyentes conforme a su verdadero propósito
en nuestras vidas y dejar de usar su Santidad como vehículo de shows espirituales con los que se
persigue únicamente motivar y entretener a los creyentes y no creyentes dentro de una
congregación. Juan 16

Es necesario que nos arrepintamos y reconozcamos que Hemos Sido Indoctos en la Ley de Dios y
por nuestra falta de conocimiento las hemos torcido, (2 Pedro 3: 15-16) hemos escuchado sin
cuestionar a quienes las han torcido para perdición de ellos y tropiezo nuestro; cada creyente debe
asumir su responsabilidad de pedir al Espíritu Santo de Dios que nos permita llegar al conocimiento
pleno de la verdad en nuestras vidas como necesidad primaria. (Juan 16; Mateo 6:33; Santiago 1)

¡Nos hemos vuelto soberbios en cuanto a nuestra condición de haber sido injertados en el olivo
original y la verdad es que somos ciegos guiando otros ciegos! La Iglesia de Jesucristo debe volver
a reconocer la importancia de escudriñar en doctrinas centrales sobre la naturaleza de Jesús como
ÉL Hijo de Dios, el Verbo hecho carne, no como un hijo o creación de Dios, diseñado exclusivamente
para un propósito especifico y nada más, escudriñemos en el significado de su entrega y su amor,
en el cual siendo Dios se despojó a sí mismo y se hizo hombre como nosotros (Filipenses 2) así
como está escrito “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” en el
evangelio según San Juan 1 y ya ha quedado en evidencia que esta traducción es la correcta, tras el
descubrimiento de fragmentos del evangelio de Juan escrito en Hebreo encontrados en la biblioteca
privada del vaticano la cual puede ser consultado y constatado de primera mano por todo aquel que
tenga acceso a internet a través del siguiente enlace:
https://digi.vatlib.it/view/MSS_Vat.ebr.530.pt.1/0071; de igual manera nuestro propio Señor
Jesucristo se expresa de Él mismo en Juan 17 durante la oración elevada al Padre por sus discípulos
y luego como él mismo se describe delante de Juan en el libro de Revelaciones como el Principio y
el Fin, el que era, el que es y que vendrá (lo cual es el significado del Nombre de Jehová) (Apocalipsis
1:8) revelación que era necesaria que fuera presentada a Juan y por Juan específicamente, el cual,
entre los apóstoles contaba con un testimonio lo suficientemente sólido entre la iglesia, por todas
las penurias y pruebas que había padecido por causa de nuestro Señor Jesucristo, como para
presentar y sostener esta verdad central en medio de sus hermanos, tal como el mismo lo expresa
al inicio del libro de Revelaciones del cual destaco que se ha encontrado fragmentos de una copia
de dicho manuscrito igualmente en hebreo, pero esta vez en la biblioteca Británica y que
actualmente podemos consultar y constatar con nuestros propios ojos mediante una sencilla visita
al enlace: http://www.bl.uk/manuscripts/FullDisplay.aspx?ref=Sloane_MS_237 todo esto nos
permite reflexionar en las palabras del profeta Daniel sobre el aumento de la ciencia en los últimos
días, (Daniel 12) y como estos avances nos permiten mirar con nuestros propios ojos, evidencias
que habían sido ocultas para nosotros, confirmando en esto su palabra “Porque no hay nada oculto
que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.” Marcos 4:22 RVR 1960

Debemos reconocer que hemos desconocido y hemos sido engañados en cuanto a la relación de
Jesús con la Ley, del cual se habla que es el profeta prometido por Jehová, el cual, oiría directamente
de su boca y daría a conocer los mandamientos de Dios sin añadir ni quitar de su palabra tal como
lo hacía Moisés, (Deuteronomio 18: 15-22) EN ESTA TRANSGRESIÓN CAYERON los escribas, fariseos,
saduceos, sacerdotes y líderes religiosos en general de la época, quienes pervirtieron la ley a través
de sus regulaciones, añadiendo y quitando a su Santa Palabra creando dogmas de hombres
exclusivos de su propio sistema religioso como lo denuncio nuestro Señor Jesucristo a través de
TODO SU MINISTERIO y el Apóstol Pablo en medio de los gentiles, como vemos por ejemplo en su
carta a los Gálatas específicamente en el capítulo 2 por mencionar solo un ejemplo; toda esta
práctica religiosa en Israel es la que más tarde se transformaría en el judaísmo rabínico actual, en el
que incluso muchos han caído, buscando un escape a las mentiras doctrinales y argumentos
inverosímiles de la iglesia gentil actual. HOY EN DÍA por causa de nuestra propia ignorancia hemos
INVENTADO NUESTRO PROPIO SISTEMA RELIGIOSO GENTIL AÑADIENDO DOGMAS DE HOMBRES Y
ENSEÑANDO QUE LA LEY HA SIDO ABOLIDA hecho del que nos advirtió nuestro Señor Jesucristo
acerca del fin de los tiempos en Mateo 24 y acontecimientos que también venia denunciando el
mismo Apóstol Pablo por ejemplo en su carta a los Colosenses 2.20-23.

Comprendamos hermanos, que Nuestro Señor Jesucristo siendo el Verbo, siendo la palabra del
Dios viviente, se hizo hombre para ser para nosotros ese profeta prometido a su pueblo al cual
debemos OIR y OBEDECER, y de esta manera, Él guiaría a su pueblo (como una vez lo hizo Moisés) a
un arrepentimiento genuino, a cumplir TODOS LOS MANDAMIENTOS de la Ley de Dios
(Deuteronomio 4-6) sin añadirle ni quitarle, mediante el cual solo así podemos declararle
VERDADERAMENTE como NUESTRO MESIAS, SEÑOR Y SALVADOR (Lucas 6:46 Mateo 7:24; Marcos
1:22; lucas 6:47) y restaurador del pueblo santo de Israel, el cual fue disperso entre las naciones
por causa de su pecado (Deuteronomio 30) y de quienes debemos esperar su plena restauración
(Romanos 11)
Este es el principio fundamental sobre la naturaleza de Jesús como ¡la Ley de Dios hecha carne!
(Juan 1) Y en este sentido LA LEY NO HA SIDO ABROGADA, PUES ÉL NO PUEDE NEGARSE A SÍ
MISMO (2 Timoteo 2:13) conforme a lo que claramente es legible por todos nosotros como
testimonio en el evangelio de Mateo al registrar las palabras de Jesús “Porque de cierto os digo que
hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya
cumplido” Mateo 5.

En este sentido es necesario reconocer que hemos restado importancia a la relación de las fiestas
Bíblicas y días consagrados a Jehová, como sombras proféticas de los eventos por venir, llegando
inclusive a prohibir que se observen y practiquen, y si esto no fuese poco, juzgamos en nuestra
ignorancia de las Escrituras a quienes El Espíritu Santo inquieta a observar dichas fiestas bíblicas,
desconociendo que ellas son las bases de las doctrinas fundamentales de la esperanza del creyente
y discípulo de Jesucristo como lo son: el arrebatamiento, la Segunda Venida, El Reino Milenial y El
Cielo Nuevo y Tierra Nueva; como bien explica el Apóstol Pablo en su carta a los Colosenses 2.

Es necesario arrepentirnos y nacer de nuevo y dejar las celebraciones y prácticas paganas de


adoración en las que ligeramente caemos cada año, según la tradición de nuestros padres, así como
abandonar la errada e inverosímil interpretación de las escrituras basadas en revelaciones
proscritas, que han traído por consecuencia el afloramiento de tantas divisiones denominacionales
y entregando cada día más almas a las tinieblas que las que salvamos en el Nombre de nuestro Señor
Jesucristo, de esta manera, mediante la continua creación de regulaciones y doctrinas de hombres,
hemos venido a ser peor que los fariseos de la época de nuestro Señor Jesucristo, a quienes
nuestro Mesías, Señor y Salvador acuso de hacer un prosélito más hijo del adversario que de Dios
(Mateo 23. 15)

Hemos agregando y aceptado de forma consistente, fábulas producto de la imaginación de los


hombres, fundamentadas en filosofías y creencias heredadas de las culturas helenísticas latinas y
griegas en las que se fundamentó la iglesia pagana de Constantino, la cual, ostentaba de un
profundo sentimiento antisemítico que procuro desmedidamente desligar los orígenes hebreos de
nuestra fe y de esta manera nos alentó a caer en lo advertido y exhortado por el Apóstol Pablo en
su carta a los Romanos en todo el capítulo 11. Si no fuera suficiente, hemos tenido la osadía de
llamar dichas fabulas “revelación del Espíritu Santo” y nos sentamos en grandes escuelas teológicas
a tomar dictados de interpretaciones y versos bíblicos escogidos y sacados de su contexto sin llegar
a refutar ninguno de ellos, olvidando por completo el noble ejemplo de los nuevos creyentes en
Tesalónica quienes Escudriñaban las Escrituras día y noche (La Ley, los Escritos y los Profetas) para
comprobar y así decidir si aceptar todo lo que los apóstoles les decían respecto a los
acontecimientos de nuestro Señor Jesucristo y su certeza (Hechos 17:11) nos hemos conformado
con mirar referencias aisladas de las escrituras, totalmente sacadas fuera de su contexto y hemos
dicho que esto es escudriñar.

Amados hermanos, es necesario DAR A CONOCER el Nombre de Jehová nuestro Dios en medio
nuestro, así como OIR y OBEDECER sus mandamientos, tal como nos lo enseño nuestro Señor
Jesucristo a lo largo de todo su ministerio (Juan 17) y no como lo han enseñado quienes interpretan
torcidamente los escritos de Pablo Apóstol para nuestra perdición (2 Pedro3:15-16).

Los mandamientos de Dios, su Palabra, ese VERBO, es quien se ha hecho carne en nuestro Señor
Jesucristo sin añadirle ni quitarle. Antes bien, Siempre conociendo de plena certeza que no somos
justificados por la ley, sino por la gracia inmerecida del sacrificio de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo, pues NADIE VA AL PADRE SI NO A TRAVES DE ÉL (Juan 14:6) pero consientes de nuestra
necesidad de dar frutos dignos de arrepentimiento y expresar en nosotros el amor de nuestro
Mesías, Señor y Salvador Jesucristo mediante la manifestación de la ley de Dios en nuestras vidas,
así como lo exhorta El Apóstol Santiago capítulo 2: 14-17 y el Apóstol Pablo en su epístola a los
Romanos 13: 8-14; Solo mediante esta manifestación del cumplimiento de los mandamientos de
Dios es que podemos declarar que la circuncisión nada es, pues hemos recibido la circuncisión del
corazón como lo explica el mismo Apóstol Pablo en 1 Corintios 7: 19

En este orden de ideas y para finalizar, recordemos lo que Nuestro Señor Jesucristo advirtió respecto
a quienes no recibían sus palabras, las cuales son los mandamientos de Dios sin añadirle ni quitarle.

“El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella
le juzgará en el día postrero.” Juan 12:48 RVR 1960.

Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en
todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas
prosperidad… Deuteronomio 10:12-13 RVR 1960

Hno. Nestor Santos.

También podría gustarte