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Es frecuente encontrar en la misión de las Organizaciones No Lucrativas que trabajamos por y para las

personas con discapacidad intelectual, la referencia a la mejora de la Calidad de Vida de las personas a
las que atendemos. Nuestra misión, sin ir más lejos, es Mejorar la calidad de vida de las personas con
Inteligencia Límite o Discapacidad Intelectual Ligera y sus familias, prestando los apoyos necesarios para
el desarrollo de sus proyectos de vida.

Pero ¿qué queremos decir exactamente cuando hablamos de Calidad de Vida? ¿Qué es lo que
pretendemos mejorar? ¿Cuál es la base de nuestro trabajo?

La respuesta a todas estas cuestiones la encontramos en el Modelo de Calidad de Vida de Schalock y


Verdugo.

Schalock y Verdugo, (2007, en prensa) definían la calidad de vida de un individuo como «[…] un estado
deseado de bienestar personal compuesto por varias dimensiones centrales que están influenciadas por
factores personales y ambientales. Estas dimensiones centrales son iguales para todas las personas,
pero pueden variar individualmente en la importancia y valor que se les atribuye. La evaluación de las
dimensiones está basada en indicadores que son sensibles a la cultura y al contexto en que se aplica.»

La calidad de vida de las personas con Inteligencia Límite y Discapacidad Intelectual Ligera se compone
de los mismos factores que la del resto de personas. Con toda seguridad existirán manifestaciones
particulares y elecciones propias que darán lugar a diferencias en la interpretación que cada individuo
hace de su propia calidad de vida pero las dimensiones que implican este concepto son siempre las
mismas para todas las personas.

Entendemos pues que la calidad de vida está formada por componentes objetivos y subjetivos que
podemos medir y que se entienden desde las ocho dimensiones propuestas por Schalock y Verdugo
(2002, 2012a).

Las 8 dimensiones de la calidad de vida

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