TRABAJO PRÁCTICO

REESTRUCTURACIÓN SENSORIAL
Cada día, durante aproximadamente 10 minutos, toma una agradable
ducha a presión del siguiente modo: expón todo tu cuerpo bajo un
chorro de agua fresca o ligeramente caliente.
Deja que tu conciencia se desplace por cada parte de tu cuerpo a
medida que te mueves bajo la ducha.
Luego dirige el chorro de agua a una parte concreta de tu cuerpo.
Dirige, al mismo tiempo toda tu atención y conciencia a la región del
cuerpo que está recibiendo el agua. Cierra los ojos, mantén la atención
concentrada en las sensaciones corporales que se derivan del roce del
agua en esa parte concreta del cuerpo. Presta atención a las
sensaciones que se producen en cada zona, inclusio si no sientes nada,
o si sientes un hormigueo o algún dolor. Mientras haces esto, dí
mentalmente «esta es mi cabeza, este es mi cuello, esta son mis manos,
estas son las plantas de mis pies… os doy la bienvenida.
También puedes hacerlo dando suaves palmadas energéticas en las
distintas partes de tu cuerpo.
Con el tiempo, si lo practicas regularmente, te ayudará a restablecer la
sensación de tener un cuerpo que tiene sensibilidad en la piel.
Este es un primer paso FUNDAMENTAL para empezar a reconectar y
acercarnos a nuestro cuerpo y reintegrar la relación entre nuestro yo
emocional y nuestro yo racional.