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Tabla de contenido

LA PROFUNDIDAD DEL CONCEPTO DE SEXUALIDAD. 4


MÓDULO 2 4
OBJETIVO DEL MÓDULO: 5
OBJETIVO DE APRENDIZAJE: 5
1. LAS Y LOS DOCENTES REFLEXIONAN SOBRE SUS PROPIAS CONCEPCIONES DE LA SEXUALIDAD 5
1.1. ACTIVIDAD PARA LA AUTORREFLEXIÓN: LA EDUCACIÓN SEXUAL QUE RECIBÍ EN MI NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. 8
2. DESARROLLO CONCEPTUAL 11
2.1. SEXUALIDAD 11
2.2. ENFOQUES 15
3. ¿EN QUÉ MOMENTO SE APLICAN LAS OPORTUNIDADES CURRICULARES? 20
4. LA MULTIDIMENSIONALIDAD DE LA EIS 24
BIBLIOGRAFÍA 28
La profundidad del concepto
de sexualidad.
Módulo 2

Te damos la más cordial bienvenida al módulo “La profundidad del concepto


de sexualidad”. En este módulo podrás entender el concepto de sexualidad
desde una mirada integral y multidimensional, como parte de la Educación
Integral en Sexualidad (EIS).

Esperamos que este módulo te permita entender la sexualidad como un


concepto integral y que sobrepasa la noción de genitalidad, su
transversalización desde diferentes enfoques de trabajo y su abordaje desde
una visión multidimensional en el contexto educativo.
Objetivo del módulo:
Revisar el concepto de sexualidad desde una mirada integral y
multidimensional, como parte de la Educación Integral en Sexualidad (EIS).

Objetivo de aprendizaje:
Los y las docentes participantes serán capaces de entender la sexualidad
como un concepto integral y que sobrepasa la noción de genitalidad, su
transversalización desde diferentes enfoques de trabajo y su abordaje desde
una visión multidimensional en el contexto educativo.

1. Las y los docentes reflexionan sobre sus


propias concepciones de la sexualidad

Las prácticas y ejercicios reflexivos que fortalecen nuestros procesos de


sensibilización sobre el abordaje en sexualidad integral se tornan
indispensables, porque las y los docentes somos referentes para las niñas,
niños y adolescentes con quienes trabajamos día a día. Las y los estudiantes
esperan acceder a sus docentes y ser apoyados por estos cuando enfrentan
situaciones con las que no pueden lidiar solos o solas, y tampoco encuentran
en casa con quien dialogar, incluso todo lo contrario. Aún vivimos en una
sociedad machista, a la que le cuesta mucho abordar el tema, en gran medida
debido a la carencia de espacios de diálogo e intercambio de información
veraz que vivimos durante la niñez y adolescencia quienes hoy somos
personas adultas. No contamos con ello en la escuela, ni fuera de esta.
En correspondencia al derecho de vivir una sexualidad plena y libre de
violencias, a la comunidad, instituciones educativas y docentes nos
corresponde brindar a todas las y los estudiantes las herramientas necesarias
para vivir una vida que les permita su pleno desarrollo, sin violencias y con
alegría. Por ello, la importancia de que las y los docentes reflexionemos sobre
nuestras propias trayectorias de vida, que construyen una determinada
concepción de la sexualidad.

Esto invita a un ejercicio constante de reflexión personal y colectiva, y a una


intensa coherencia entre el discurso y la práctica, tanto en el aula como en la
institución, y fuera de ella, como miembros de toda la comunidad. Mostrarse
en contradicción con los propios discursos sobre respeto, equidad y
derechos humanos, provoca confusión y distanciamiento en las y los
estudiantes. Por ejemplo, dejar pasar o incluso manifestar ideas homofóbicas
o machistas, contradice profundamente el rol docente, como persona
referente para la construcción de un mundo más justo.

Cuando hablamos de sexualidad, hablamos de experiencias de vida


placenteras y dolorosas, de emociones, de nuestros cuerpos y de estos en
relación con otros; de lo que nos gusta y no nos gusta, de cómo preferimos
las cosas. Difícilmente, se puede acompañar de manera oportuna y
pertinente a las y los estudiantes en tales experiencias si en lo personal no se
les presta atención. En este sentido, reconocer las propias concepciones,
ideas y limitaciones o resistencias ante este tema, reflexionar sobre ello y
encontrar estrategias para superar las barreras identificadas, es un primer
gran paso en el camino de la Educación Integral de la Sexualidad. Desde allí,
entonces, practicar una docencia que facilite a las y los estudiantes caminar
en sintonía con el ejercicio de sus derechos.
Los procesos de educación en sexualidad requieren que estemos dispuestas
y dispuestos a integrar nuevos aprendizajes, a la vez que a reconocer
aquellos que potencialmente pueden reproducir estructuras que promuevan
prácticas violentas o discriminatorias. La EIS es un derecho de las personas
que debe ser garantizado por el Estado, por lo tanto, por el sistema
educativo, lo que involucra a toda la comunidad educativa. Y, dentro de ella,
las y los docentes tenemos un fuerte protagonismo por ser quienes
compartimos varias horas en el espacio del aula con las y los estudiantes.

Para ello, es necesario que el personal docente, directivo, de servicios y toda


la comunidad educativa, cuente con espacios para reflexionar en torno a
temas relacionados con la sexualidad, como el conocimiento del cuerpo y el
reconocimiento de las emociones, el embarazo en niñas y adolescentes, la
violencia sexual y otras violencias basadas en género, la diversidad sexo
genérica, el uso de las redes sociales, la autonomía, el placer, los afectos, las
relaciones de noviazgo y otros tantos temas vinculados. Preguntarnos ¿qué
opiniones tengo sobre estos temas? ¿Cuánto he investigado, dialogado y
reflexionado al respecto? ¿Cuáles son mis prejuicios?

Por ello, les invitamos a realizar la siguiente actividad, a través de recordar


algunos momentos de sus vidas que resultan clave en el desarrollo pleno de
la sexualidad y que, al revisarlas, ayudará también a saber qué elementos les
hace falta explorar y revisar más para acompañar y guiar sobre el tema de
sexualidad a sus estudiantes y sus familias, así como a las acciones
encaminadas por la institución y la comunidad educativa en general. De este
modo, asumir el rol de garantes del derecho de las niñas, niños y
adolescentes de contar con una Educación Integral de la Sexualidad y así
aportar a sus vidas llenas de proyectos.
1.1. Actividad para la autorreflexión: la educación sexual que recibí en mi
niñez y adolescencia.

A continuación, se proponen algunas preguntas relacionadas con tres ejes


temáticos que motivan la reflexión sobre el aprendizaje personal en torno a
la sexualidad y roles de género, para tomar conciencia de los aprendizajes
durante la crianza.

Identificando mis estereotipos de género: “Aprendí de ti a...”.

Aprendí sobre las mujeres a través de mi madre [o de quien cumplió ese rol],
y aprendí sobre los hombres a través de mi padre [o de quien cumplió este
rol].

¿Qué me decían sobre el hecho de ser hombre o ser mujer?


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¿Qué cosas podía y no podía hacer, decir o pensar por el hecho de ser
hombre o de ser mujer?
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Nota: Si se tiene más reflexiones sobre este tema, se puede escribir una carta
que empiece con la frase “Aprendí de ti a...”
Cómo viví mi desarrollo psicosexual

¿Quién me explicó cuando era niño o niña los cambios que iba a
experimentar mi cuerpo durante la adolescencia?
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¿Me hablaron sobre la menstruación o sobre la espermarquia? ¿Qué tipo de


información me dieron en este sentido: respondía a creencias populares o a
conocimiento científico? ¿Cómo me afectó el tipo de información que recibí
sobre este tema?

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¿Cómo me sentí la primera vez que tuve la menstruación o la primera vez


que tuve una eyaculación cuando era adolescente? ¿Sentí miedo, culpa o
vergüenza o, por el contrario, tuve sensaciones positivas?
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¿Con quién pude conversar sobre estos cambios para poder comprenderlos?
¿Sentí apoyo por parte de las personas adultas que me rodeaban?
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Mi primera vez

¿Cómo aprendí lo que sé sobre la sexualidad? ¿Con quién hablé sobre estos
temas? ¿Qué mensajes me dieron? ¿Tuve la información que necesitaba para
tomar decisiones sobre las relaciones sexuales? ¿Qué consejos me daban mi
madre o padre, mis hermanos, mis amigos o amigas?
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¿Hubo alguna persona adulta a la que pude preguntar sobre mis dudas sobre
la sexualidad y las relaciones afectivas? Si fue así, ¿quién fue esta persona y
por qué pude confiar en él o ella?
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¿Qué cosas pude haber evitado o haber hecho de otra manera si hubiese
tenido acceso a más información y diálogo con alguien de confianza?
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Actividad tomada de la Guía metodológica para la prevención del embarazo en adolescentes.


Mineduc 2019. https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2020/11/Guia-prevencion-
embarazo-adolescente-segunda-edicion.pdf
2. Desarrollo Conceptual

2.1. Sexualidad

Para trabajar el tema de la Educación Integral de la Sexualidad (EIS) es


fundamental revisar y profundizar en la noción de sexualidad. Clarificar este
concepto (“sexualidad”) permitirá entender todo lo que ésta engloba, así
como despejar algunos mitos y prejuicios sociales que circulan al respecto
en las instituciones educativas, las comunidades y las familias.

La palabra, “sexualidad”, no es simple de definir. Habitualmente, en el


imaginario social de las personas, se piensa que este concepto equivale a
“genitalidad”, es decir, a las partes genitales y a los aparatos reproductivos
de las personas donde el único fin del abordaje de estos temas tienen que
ver con la copulación y la fecunidad; sin embargo, como vamos a revisar a
continuación, se trata de algo más amplio, que involucra muchos otros
aspectos de la vida de las personas.

Dimensiones y aspectos de la sexualidad

Es así que se entiende a la “sexualidad” como “una dimensión fundamental


del ser humano que incluye varias facetas y temas: el conocimiento del
cuerpo humano y nuestra relación con este; lazos afectivos y amor; sexo;
género; identidad de género; orientación sexual; intimidad sexual; placer y
reproducción. Se experimenta en forma de pensamientos, fantasías, deseos,
creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones
(OPS/OMS, 2000; OMS 2006). Es decir que cuando hablamos en la escuela
o colegio con nuestros estudiantes sobre lo que nos gusta hacer, de cómo
nos sentimos frente a nuestra familia, comunidad, sociedad, de las relaciones
amorosas saludables, estamos también hablando de sexualidad desde esa
mirada integral.

Esto significa también que en la sexualidad se involucran y articulan varias


dimensiones de la persona:

Si bien la sexualidad puede abarcar todos estos aspectos, no es necesario


que se experimenten ni se expresen todos. En resumen, la sexualidad se
practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos.

Lo anterior nos permite considerar los siguientes aspectos de la sexualidad:


• La sexualidad no solo es lo biológico, sino que refiere a la persona y
cómo se relaciona con otras, de manera interpersonal y sexual. En
otras palabras, la sexualidad refiera a una experiencia que es subjetiva
y a la necesidad humana de tener tanto intimidad como privacidad. La
sexualidad es, por ende, tanto individual y social y no solo tiene que
ver con lo instintivo y natural. Si ponemos un ejemplo en el aula,
cuando un niño o niña nos pregunta sobre lo que le gustaría ser cuando
sea grande, ya estamos posibilitando el abordaje de la sexualidad,
porque implica que tenga que conocerse, saber qué le gusta y cómo
se siente bien.

• Al mismo tiempo, la sexualidad es una construcción social. Esto


significa que involucra creencias, identidades, comportamientos y
prácticas (individuales, familiares, colectivas), además de estar
bastante influenciada por los principios y normas culturales, que
pueden ir cambiando a lo largo del tiempo y las épocas. No es lo mismo
hablar de sexualidad en las comunidades de la amazonía ecuatoriana
o en las comunidades de la costa, y por otro lado en las comunidades
de la sierra del país, pues existen prácticas e identidades distintas.

• A su vez, la sexualidad está vinculada al poder. Un ejemplo de este


poder es, el límite supremo de una persona de controlar su propio
cuerpo. Pero la sexualidad también se expresa en las relaciones de
poder que existen entre las personas, en donde suelen aparecer
desigualdades (por ejemplo, entre adultos y niños y niñas o entre
hombres y mujeres). Desde la EIS se analiza la relación entre
sexualidad, género y poder, así como sus dimensiones políticas y
sociales. Desde la escuela, las y los docentes tenemos un poder, el del
conocimiento, el de las calificaciones, y por eso es importante realizar
este ejercicio de reconocer el abuso o no del poder en el ejercicio de
la sexualidad, lo que implica que se pueda mirar a profundidad las
formas de relacionamiento que tenemos con nuestros estudiantes
hombres y con nuestras estudiantes mujeres y, además, con los y las
estudiantes de las diversidades sexuales.
• Las expectativas que rigen el comportamiento sexual varían
ampliamente dentro de todas las culturas. Dependiendo de la cultura,
algunas conductas serán aceptables y deseadas, mientras que otras se
consideran inaceptables. Esto no significa que no ocurran o que se
deban excluir de la discusión dentro del contexto de educación de la
sexualidad integral. Desde nuestro rol como docentes, se debe tener
claridad que hay situaciones que no pueden considerarse como
naturales porque atentan contra la integridad de nuestros estudiantes
en todas las culturas y cosmovisiones, porque atentan contra sus
derechos humanos.

• La sexualidad está presente a lo largo de toda la vida, desde que


nacemos hasta que morimos y, por consiguiente, se manifiesta de
diferente manera dependiendo de la edad. Por eso es importante
promover la educación como una herramienta para preparar a niños,
niñas, adolescentes y jóvenes para que tengan relaciones saludables y
responsables en las distintas etapas de su vida, con contenidos
adaptados a su edad y madurez (física, emocional y cognitiva). La
docencia nos reta a que de manera permanente vayamos innovando
para poder responder las necesidades que tienen nuestros y nuestras
estudiantes, quienes a lo largo de sus vidas están en una permanente
construcción de su sexualidad, definición de su identidad y en
constante cambio. Educar para la sexualidad es una de nuestras
principales obligaciones y además uno de los derechos más
importantes que tenemos que garantizar dentro de las aulas.

A partir de esta primera entrada al concepto de sexualidad, nos damos


cuenta de la importancia de contar con definiciones elaboradas por
consenso de los principales conceptos utilizados en los ámbitos de
sexualidad humana y salud sexual. El emplear esta definición de conceptos
clave permitirá que la comunicación, y divulgación de la información sobre
EIS sea eficaz y comprensible.

2.2. Enfoques

Cuando se piensa en Educación Integral en Sexualidad, es fundamental


comprenderla desde diferentes enfoques, que aseguren concebir este tema
de manera integral.

A continuación te explicamos en qué consiste cada uno de estos enfoques y


por qué es importante tomarlos en consideración cuando educamos en
sexualidad:

a. Enfoque de derechos
Tiene como objetivo reconocer a las personas como sujetos de derechos,
independientemente de su sexo, etnia, edad, condición socioeconómica o
cualquier otra distinción que tenga por objeto o resultado menoscabar o
anular el reconocimiento, goce o ejercicio de esos derechos. En virtud de
este reconocimiento, es deber del Estado respetar, proteger y garantizar los
derechos a través de la implementación de políticas públicas alineadas a las
normativas nacionales e internacionales vigentes.

Garantizar el enfoque de derechos en el aula implica reconocer que cada uno


de nuestros/as estudiantes tienen necesidades específicas, que vienen de
distintos contextos, con realidades familiares diversas y con sus propios
intereses y que ninguna de esas condiciones representa un motivo para ser
víctima de algún tipo de discriminación. Es un reto para nosotros como
docentes, garantizar que la educación sea un derecho que se ejerce con
respecto, de manera inclusiva y en igualdad de oportunidades para todas y
todos nuestros estudiantes.
b. Enfoque de género
Promueve una cultura equitativa de respeto hacia las personas y los
colectivos sociales. Se basa en el principio de igualdad y no discriminación y
en el ejercicio y garantía de los derechos humanos. Este enfoque apunta a
resaltar la construcción sociocultural alrededor de los géneros, proponiendo
valoraciones que promuevan la igualdad de oportunidades y permitan la
reflexión sobre la influencia de los estereotipos sociales en los procesos de
desarrollo y formación individual y de la cultura. El enfoque de género, al ser
una categoría de análisis de las construcciones sociales, pretende incorporar
estrategias para contrarrestar las relaciones de poder que se encuentran
naturalizadas, y aportar a la transformación social mediante el
reconocimiento de la diversidad.

Tener presente el enfoque de género en nuestras aulas implica promover que


nuestras estudiantes se interesen por las ciencias, porque pueden, porque
son buenas y porque generalmente se les ha dicho que no son su campo de
estudio, así como también motivar para que nuestros estudiantes hombres
puedan decir lo que sienten, expresen sus emociones y no se cohiban por ser
hombres, implica también generar procesos de reflexión para que los y las
estudiantes de las diversidades sexuales se encuentre incluidos, que sean
parte del grupo y que no se generen situaciones de discriminación, en
definitiva significa generar todas las condiciones para que los y las
estudiantes se sientan seguras en su ambiente de aprendizaje y que no se
reproduzcan prácticas que han legitimado de manera histórica las
desigualdades entre las personas.

c. Enfoque de bienestar
Reconoce al bienestar como un estado en el cual cada persona es consciente
de sus propias capacidades, afrontando las tensiones normales de la vida y
en capacidad de contribuir con su comunidad.
Para este enfoque es necesario reconocer que para aprender se necesita
sentirse bien y seguro/a, por tanto es fundamental que en el aula podamos
reconocer cuándo nuestros/as estudiantes requieren apoyo, buscarlo con los
profesionales responsables de atender estas situaciones como son los
profesionales DECE. También significa reconocer que mi bienestar como
docente es importante, que si yo no me encuentro bien será complejo poder
enseñar con todas mis habilidades, y que si no me encuentro estable tengo
que buscar apoyo en profesionales que puedan ayudarme y acompañarme.

d. Enfoque intercultural
Abarca el reconocimiento de los diferentes pueblos, culturas, cosmovisiones,
formas, opciones, concepciones y prácticas de vida implícitas en el acto de
comprender y respetar a quien es distinto. Busca fortalecer la convivencia
armónica para entender, promover y desarrollar actividades concretas que
se encuentren adaptadas a las necesidades socioculturales.

Dentro de mi aula tener esta mirada intercultural me permite reconocer


oportunidades pedagógicas para poder contextualizar de mejor manera los
contenidos de mis clases, rescatar el origen de nuestras tradiciones pero
además respetar las otras formas de vida, creencias y experiencias que
tienen mis estudiantes.

e. Enfoque intergeneracional
Pone en evidencia que las personas tienen necesidades específicas en
relación con la etapa de desarrollo evolutivo en la que se encuentran.
Fomenta y resalta el derecho de las personas de toda edad a expresarse, así
como la validez de sus opiniones y deseos. Implica el reconocimiento de
niños, niñas y adolescentes como interlocutores válidos y sujetos clave en
los procesos educativos y sociales, más aún cuando pueden estar en
situación de riesgo.
Generalmente nuestra sociedad ha considerado que los niños, niñas y
adolescentes no tienen una voz y se toman decisiones por ellos y ellas sin
siquiera preguntarles, por lo tanto tener un enfoque intergeneracional en mis
clases implica que tengo que actualizarme de manera permanente para
entender los intereses de mis estudiantes, no deslegitimar los mismos y
tampoco tomar decisiones por ellos y por ellas sin tomar en cuenta sus
opiniones. En la actualidad, la tecnología nos ha permitido desarrollar un
diálogo intergeneracional donde son ellos y ellas, niños, niñas y adolescentes,
quienes nos enseñan sobre el uso de los dispositivos, y nosotros como
docentes quienes acompañamos esos conocimientos con ética,
responsabilidad y respeto. Debemos reconocer que son sujetos de derechos
y por lo tanto su voz es importante.

f. Enfoque inclusivo
Implica hacer efectivo el derecho a la educación sin discriminación alguna,
respetando las diversidades culturales, socioeconómicas, étnicas, de
orientación sexual, de necesidades educativas especiales asociadas o no a la
discapacidad, entre otras. Permite crear estrategias específicas que eliminen
barreras que limiten la permanencia de niños, niñas y adolescentes en el
proceso de aprendizaje, y que fomenten la participación activa, promoción y
culminación de su formación en el sistema educativo.

En el aula este enfoque nos reta a desarrollar prácticas que permitan que
todos/as nuestros/as estudiantes se sientan parte del grupo, es decir que se
piense en la mejor ubicación de estudiantes para que los y las que tienen
dificultades para escuchar puedan hacerlo porque se ha pensado en sus
necesidades, que los y las que aprenden de manera visual tengan elementos
adecuados para su aprendizaje, que las estudiantes que son madres o que
están embarazadas no se sientan aisladas por el grupo, que se aborden
temáticas que sean de interés para todos y todas y que además se reflexione
sobre las ventajas que implica el aprendizaje en la diversidad.

g. Enfoque pedagógico
Se fundamenta en el concepto de una educación para la vida que posibilite
la formación y el desarrollo humano desde una visión integral, donde el
estudiantado viva experiencias esenciales y afines a sus intereses, aptitudes
y actitudes, y que fortalezcan la toma de decisiones personales con
conocimiento.

El trabajo pedagógico implica mucha creatividad, pues esa es la tarea de las


y los profesores, innovar, crear, sorprender a nuestros estudiantes, y por
sobre todo encontrar estrategias para hablar sobre estos temas tan
importantes para su desarrollo personal. Recuerda que siempre hay
posibilidades para responder a sus preguntas sobre una sexualidad integral,
sana, respetuosa; para esto tenemos que informarnos y formarnos de manera
adecuada.

h. Enfoque restaurativo
Se ha incluido específicamente en este documento debido a los temas que
aborda. Busca romper con el esquema punitivo de gestión de la convivencia
escolar (a tal falta, tal sanción), aportando una nueva perspectiva que
plantea la transformación de los conflictos desde la asunción de
responsabilidad y reparación de daños. El enfoque, además de proporcionar
prácticas reactivas a cualquier situación conflictiva, también plantea
estrategias a nivel preventivo y proactivo, aportando nuevas metodologías
para la gestión de las relaciones en el salón de clase.

En el aula el enfoque restaurativo implica que todos y todas nuestras


estudiantes tengan derecho a la reparación, es decir que tengan la
posibilidad de sentir que la situación que les ha generado malestar, dolor,
molestia o una vulneración de sus derechos pueda ser reconocida y sobre
todo que se evite de que vuelva a pasar. Para que eso suceda en el aula se
requiere de un proceso de reflexión colectiva y de manera permanente con
todos y todas las estudiantes, para que se expongan de manera segura las
causas y consecuencias de los hechos que cada persona tiene al generar una
acción. Implica además que se pueda reconocer la falta pero también que se
proponga una salida para mejorar esta situación, que se busquen alternativas
para que las dos partes se sientan incluidas y sobre todo no se vuelvan a
repetir las situaciones incómodas o dolorosas. También nos propone una
mirada no sancionatoria sino por el contrario, una mirada que invite a la
reflexión y al cambio de actitudes y además el poder expresar los
sentimientos y emociones de manera propositiva.

3. ¿En qué momento se aplican las


oportunidades curriculares?

Desde la política educativa se han definido 5 niveles y subniveles educativos,


que marcan de manera integradora los ejes de desarrollo y aprendizaje que
se establecen en cada uno de éstos y que permiten organizar los contenidos
para que sean asimilados de manera adecuada por las y los estudiantes, estos
como bien lo sabemos han sido definidos de la siguiente manera:
Nivel / Subnivel Grados

1 Preparatoria Corresponde a 1º grado de Educación General Básica y


preferentemente se ofrece a los estudiantes de cinco
(5) años de edad.

2 Básica Elemental Corresponde a 2º, 3º y 4º grados de Educación General


Básica y preferentemente se ofrece a los estudiantes
de 6 a 8 años de edad.

3 Básica Media Corresponde a 5º, 6º y 7º grados de Educación General


Básica y preferentemente se ofrece a los estudiantes
de 9 a 11 años de edad.

4 Básica Superior Corresponde a 8º, 9º y 10º grados de Educación


General Básica y preferentemente se ofrece a los
estudiantes de 12 a 14 años de edad.

5 Bachillerato El nivel de Bachillerato tiene tres (3) cursos, 1°, 2°y 3°


de Bachillerato y preferentemente se ofrece a los
estudiantes de 15 a 17 años de edad.

El currículo nacional parte de “la visión de que todos los niños son seres
biopsicosociales, únicos e irrepetibles y los ubica como actores centrales del
proceso de enseñanza y aprendizaje. En consecuencia, son sujetos de
aprendizaje desde sus necesidades, potencialidades e intereses; por lo tanto,
el documento reconoce y da valor a los deseos, sentimientos y expectativas
de los niños, considerando y respondiendo a sus especificidades (nivel de
desarrollo, edad, características de personalidad, ritmos, estilos de aprender,
contexto cultural y lengua), atendiendo a la diversidad en todas sus
manifestaciones, respondiendo a criterios de inclusión en igualdad de
oportunidades” (MINEDUC, 2014, p.16 ). Por tanto, abre miles de
oportunidades para abordar temáticas vinculadas con la sexualidad a lo largo
de toda la etapa escolar.
En cada etapa,la información que reciben las y los estudiantes va de acuerdo
a su nivel de madurez y etapa evolutiva. Por lo tanto, las oportunidades
curriculares también responden a esto. Reconocer que niñas, niños y
adolescentes son seres sexuales y sexuados y que su sexualidad tiene
necesidades que se diferencian sustancialmente de la sexualidad en la edad
adulta es fundamental, es así que a continuación presentamos algunas
reflexiones acerca de la sexualidad en niñas y niños y en adolescentes.

Construcción de la sexualidad

A partir de esto, podemos prestar más atención como docentes a la


información que entregamos a nuestras y nuestros estudiantes de acuerdo a
los distintos niveles y subniveles educativos en los que enseñamos. El pensar
en las distintas asignaturas para reconocer qué oportunidades tenemos para
el abordaje de estas temáticas vinculadas con la Educación Integral de la
Sexualidad es fundamental.

Por lo tanto, los dos textos con los que cuenta el Ministerio de Educación son
un aporte a la práctica docente de acuerdo a los distintos niveles y subniveles
educativos:
1. MINEDUC-UNESCO (2021). Oportunidades curriculares de Educación
Integral en Sexualidad. (Educación General Básica: Preparatoria,
Elemental y Media).
2. MINEDUC-UNFPA-FLACSO Argentina (2021). Oportunidades
curriculares de Educación Integral en Sexualidad. (Educación General
Básica Superior y Bachillerato).

Finalmente, en esta sección queremos presentar un ejemplo de cómo son las


Fichas de Oportunidades Curriculares que encontraremos detalladas a lo
largo de los siguientes módulos. En este caso, los ejemplos han sido
desarrollados de acuerdo a un tema transversal en el desarrollo integral de
niñas, niños y adolescentes: los temas de alimentación y nutrición saludable.

Es así, que para ejemplificar lo planteado acerca de lo que son las


oportunidades curriculares y cómo aplicarlas en cada subnivel y nivel
educativo, a continuación, presentaremos 5 fichas de Oportunidades
Curriculares sobre alimentación y nutrición saludable. Es decir, encontrarás
un ejemplo por cada nivel, pues consideramos que este también es un tema
fundamental al pensar en el bienestar integral del estudiantado de todas las
edades y, por lo tanto, los objetivos en cuanto a nutrición se los puede
vincular también con los objetivos de EIS.

Nivel / Subnivel Enlace de descarga de archivo PDF

https://padlet-
1 Preparatoria uploads.storage.googleapis.com/1433214613/5f88f4ab
9e16e99d30ed8003975068da/1PMA.pdf

https://padlet-
2. Básica uploads.storage.googleapis.com/1433214613/b76af6ef
Elemental af1456dd77bd76409bc1d112/2PMA.pdf

https://padlet-
3. Básica Media uploads.storage.googleapis.com/1433214613/984851a
93ec4c007d70c3854e7f80568/3PMA.pdf

https://padlet-
4. Básica Superior uploads.storage.googleapis.com/1433214613/9bef856
cc8ae69c1342a8d5323765a53/4_PMA.pdf

https://padlet-
5. Bachillerato uploads.storage.googleapis.com/1433214613/10bac71
6ebeedfea1868fa1ff54bd69a/5_PMA.pdf
4. La multidimensionalidad de la EIS
Ponerla en práctica con la Comunidad Educativa

Hemos visto que la sexualidad está inmersa en todos los aspectos de la vida.
Esto hace que todos los espacios que habitamos y las personas con las que
nos relacionamos, influyan de manera importante en la forma en cómo
vivimos, experimentamos y desarrollamos nuestra sexualidad.

Se han mencionado dos entornos fundamentales en el desarrollo de las niñas,


niños y adolescentes, la familia y la escuela. Ambos forman parte de un
entorno mayor al que llamamos comunidad y más ampliamente, sociedad.
De este modo, si bien cada persona constituye una singularidad, por lo que
somos grupos humanos de personas diversas, también somos seres comunes
que compartimos ciertos patrones culturales que se transmiten de
generación en generación a través de múltiples mecanismos.

Según la Guía para docentes de educación en sexualidad y afectividad


(Mineduc, 2018), los patrones socioculturales son los imaginarios y las
prácticas que en cada cultura reflejan las concepciones que las personas
tienen sobre la afectividad, relaciones de pareja, relaciones familiares, lo
femenino, lo masculino, ser madre, ser padre, ser hijas/hijos, el embarazo,
cómo se asume la niñez, juventud, adultez, vejez, la relación con la naturaleza
y sus ciclos, en definitiva, las concepciones sobre la sexualidad. Todos estos
elementos configuran las relaciones de género e intergeneracionales, las
relaciones personales y comunitarias.

Por ello, es importante que tengamos presente este aspecto cultural y qué
de esos patrones estamos reproduciendo en todos los aspectos del ámbito
educativo. Por ejemplo, en el lenguaje con que se le habla a las y los
estudiantes, ¿reproduce estereotipos de género?; las imágenes que se
colocan en los pasillos o carteleras de la escuela, la distribución de las tareas
dentro del aula, la disposición de los espacios en toda la institución educativa
y por supuesto, la planificación curricular. Es necesario reconocer cuáles son
esos prejuicios y estereotipos que reproducen desigualdades para lograr un
abordaje multidimensional de la EIS, donde todos los actores de la
comunidad educativa asuman su rol.

Para las y los docentes, cuyo trabajo radica fundamentalmente -aunque no


de manera exclusiva- en el aula, uno de los instrumentos clave como apoyo
al trabajo en EIS es la Guía de Desarrollo Humano Integral Dirigida a docentes
para la implementación de Habilidades para la Vida en el Sistema Nacional
Educativo (Mineduc, 2018). El objetivo de la hora de Desarrollo Humano
Integral es brindar herramientas para fortalecer las habilidades necesarias
para un pleno desarrollo personal que resulta en la construcción de una
comunidad armónica libre de violencias, con niños, niñas y adolescentes que
vivencian sus proyectos de vida. De este modo, fomentar una cultura de paz
basada en la prevención para la garantía de derechos en las instituciones
educativas.

La EIS tiene como propósito aportar en el desarrollo de habilidades para una


vida plena, en ejercicio de los derechos y libre de violencias. De este modo,
se evidencia esta estrecha relación entre estrategias, programas e
instrumentos generados por el Ministerio de Educación orientados al
desarrollo del autoconocimiento, la toma de decisiones personales y
colectivas, el manejo adecuado de la información, que han sido elaborados
para facilitar el trabajo en el aula, en la institución y en la comunidad
educativa, en pos de garantizar los derechos de las niñas, niños y
adolescentes.

En esta misma línea, cabe reconocer las Herramientas para orientar la


construcción de proyectos de vida de estudiantes (Mineduc, 2018), cuyo
objetivo es Proporcionar al personal docente y de los Departamentos de
Consejería Estudiantil (DECE) herramientas lúdicas y reflexivas orientadas al
acompañamiento en el proceso de construcción de Proyectos de Vida de
niños, niñas y adolescentes, a través de la construcción de aprendizajes y el
reconocimiento de actitudes, aptitudes, gustos, habilidades, intereses y
deseos personales. Como instrumento asociado, encontramos al Manual de
Orientación Vocacional y Profesional para los Departamentos de Consejería
Estudiantil (Mineduc, 2015).

Los objetivos que nos plantean estos instrumentos, así como la EIS misma,
implican un trabajo de toda la comunidad educativa, como ya se ha dicho. Y,
como educadores y educadoras, cabe prestar nuestras herramientas
pedagógicas a las familias, que muchas veces carecen de ellas. La Educación
Integral en Sexualidad brinda esta oportunidad para encontrarse, accionar y
reflexionar de manera conjunta en el marco de la comunidad educativa.

El rol del tutor o tutora de grado es fundamental para esa mediación


pedagógica con las familias, encaminada a fortalecer en ellas las capacidades
que amplían los factores protectores de derechos en los entornos de sus
hijos e hijas, y para el trabajo coordinado entre institución educativa y
familias para el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes.

El Programa Educando en Familia es una acción socioeducativa, a través de


la cual se promueven actividades que provocan diálogos de saberes,
conocimientos, experiencias, sabidurías y prácticas sociales en los diversos
contextos culturales. Su objetivo es promover la participación de las familias
en varios temas vinculados con la garantía de los derechos de las niñas, niños
y adolescentes, entre ellos sexualidad integral.

Es un programa que brinda la oportunidad de establecer espacios y tiempos


concretos para una reflexión colectiva entre docentes y familias que permita
profundizar y reafirmar aquellas prácticas o patrones culturales que son
resilientes, basadas en el respeto, cuidado de la dignidad humana y
protección de derechos, y transformar aquellas prácticas y patrones que los
vulneran.

El programa ha creado varios módulos, entre ellos Educación de la


Sexualidad y Afectividad, así como una serie de insumos comunicacionales
como afiches, videos, trípticos sobre cómo abordar la sexualidad en familia,
que están a disposición de las instituciones educativas para apoyar en este
proceso. La intención es que sean acciones conjuntas, planificadas y con
responsabilidad compartida entre toda la comunidad educativa, lideradas
por el DECE y en cada curso por el docente tutor o tutora.

Muchas de las actividades que se detallan en los siguientes módulos como


oportunidades curriculares para trabajar educación integral de la sexualidad
en el aula, también pueden ser aprovechadas, con su debida adaptación, en
los encuentros con las familias.
Bibliografía
• FLACSO Argentina. Pausa y va de nuevo. Recuperado de:
https://eis.flacso.org.ar

• Gaete, V. (2015). Desarrollo psicosocial del adolescente. Revista


chilena de pediatría, 86(6), 436-443. Recuperado de
https://scielo.conicyt.cl/pdf/rcp/v86n6/art10.pdf

• MINEDUC-UNESCO (2021). Oportunidades curriculares de Educación


Integral en Sexualidad. (Educación General Básica: Preparatoria,
Elemental y Media). Basica-UNESCO-FINAL.pdf (educacion.gob.ec)

• MINEDUC-UNFPA-FLACSO Argentina (2021). Oportunidades


curriculares de Educación Integral en Sexualidad. (Educación General
Básica Superior y Bachillerato). UNFPA-bachillerato-2-2020.pdf
(educacion.gob.ec)

• MINEDUC (2018). Guía para docentes de educación en sexualidad y


afectividad. https://educacion.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2019/10/Guia-Educacion-de-la-
Sexualidad-y-Afectividad.pdf

• MINEDUC (2018). Guía de Desarrollo Humano Integral Dirigida a


docentes para la implementación de Habilidades para la Vida en el
Sistema Nacional Educativo. https://educacion.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2018/09/GUIA-DE-DESARROLLO-
HUMANO-INTEGRAL.pdf

• MINEDUC (2018). Herramientas para orientar la construcción de


proyectos de vida de estudiantes. https://educacion.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2018/11/Herramientas-Proyectos-de-
Vida-Nivel-1.pdf

• MINEDUC (2015). Manual de Orientación Vocacional y Profesional


para los Departamentos de Consejería Estudiantil.
https://educacion.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2016/06/A.-Manual-de-OVP.pdf

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