Está en la página 1de 2

Editorial

¿Enfermedad neurológica o psiquiátrica?


Neurological or psychiatric disease?

N uestra Sociedad alberga tres especialidades


que convergen principalmente en el interés
común de entender y controlar enfermedades de
de la psiquiatría y aquellos más biológicos, estruc-
turales, pertenecerían al ámbito de la neurología.
Es decir, si un trastorno es consistentemente aso-
un solo órgano, el cerebro, particularidad que nos ciado a un evidente proceso patológico que afecta
distingue de otras especialidades, donde el órgano al SNC entonces es considerado neurológico, sin
de interés no se comparte, como sucede con la embargo, hoy está bien establecido que los des-
cardiología o con la dermatología, por ejemplo. órdenes psiquiátricos no son solo mentales, sino
Menciono esta obviedad a propósito de que, en mi también físicos. Por ejemplo, es claro que en la
calidad de neurólogo dedicado al campo de las de- esquizofrenia, y en menor medida en el trastorno
mencias, se me ha invitado a participar en un sim- bipolar, existen algunas alteraciones específicas
posio latinoamericano donde se debatirá acerca de la estructura cerebral, aunque más micro que
de la supuesta propiedad de un subtema por una macroscópicas, hallazgos que sugieren que el lí-
determinada especialidad y lo anterior, en virtud mite o nivel cuantitativo de afectación constituye
de un reciente comunicado de la OMS donde se ha más bien una frontera ficticia para señalar con
propuesto trasladar el diagnóstico sindromático de certeza un origen u otro. La visión simplista de
demencia desde el capítulo de trastornos mentales que los trastornos neurológicos son orgánicos y
y conductuales, su histórico lugar, al capítulo de que los psiquiátricos son funcionales está obsoleta.
enfermedades del sistema nervioso en la próxima Entonces, es razonable advertir el riesgo futuro de
versión 11 de la Clasificación Internacional de En- considerar posiblemente neurológica a cada enti-
fermedades (ICD-11). Esta decisión, por supuesto, dad psiquiátrica donde, debido a los progresos de
ha generado una comprensible reacción opositora la investigación científica, se van identificando las
desde los círculos psiquiátricos y especialmente bases biológicas de tales trastornos. Podría con-
desde la Psicogeriatría, subespecialidad de tra- tribuir a un cierto esclarecimiento de esta contro-
dicional vínculo con los problemas cognitivos y versia la muy interesante investigación publicada
conductuales propios de enfermedades mentales por Crossley y cols. (B J Psych, 2015) donde se
de las personas mayores. El argumento esgrimido metaanalizaron 168 estudios diferentes, con más
para este cambio ha sido mitigar la doble carga de de 4 mil pacientes portadores de variadas y clásicas
estigmatización que generaría la utilización de los patologías neurológicas o psiquiátricas, en que se
términos demencia y trastorno mental, cuestión utilizó morfometría basada en voxel con RNM
que ha intentado ser refutada por distintas asocia- para comparar el tamaño de la sustancia gris de di-
ciones científicas psiquiátricas con razones psico- ferentes regiones cerebrales entre pacientes y con-
sociales, económicas y de práctica clínica. Natural- troles. En enfermedades neurológicas los mayores
mente, pueden subyacer otras explicaciones para cambios se detectaron en los ganglios basales, en la
fundamentar esta inesperada modificación taxo- ínsula y en el córtex temporal y sensorio-motor, a
nómica y sin olvidar que, específicamente para el diferencia de las enfermedades psiquiátricas donde
caso de la demencia, ya el propio DSM-5 adoptó el mayor deterioro se detectó en el córtex cingu-
el término de trastorno neurocognitivo mayor. Sea lado, frontal medial, frontal superior y occipital,
como fuere, este conflicto nos retrotrae al antiguo lo que permite concluir que por lo menos desde
dualismo cartesiano mente-cuerpo, donde los de­ una perspectiva de neuroimagen los trastornos
sórdenes mentales, más intangibles, serían objeto neurológicos y psiquiátricos representan dos clases

REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2017; 55 (3): 149-150 www.sonepsyn.cl 149


Editorial

distintas de desórdenes. Independiente de un cier- vez más en atención a lo multidimensional de cada


to segundo aire de la neuropsiquiatría como sub- enfermedad cerebral y donde lo transdisciplinario
especialidad en el último tiempo, seguramente este suele ser mucho más eficaz tanto para los desafíos
debate epistemológico y clínico continuará, pero diagnósticos como terapéuticos de nuestras com-
mientras tanto pareciera que, en vez de insistir en plejas especialidades.
profundizar esta dicotomía, y como las neurocien-
cias actuales nos enseñan, lo aconsejable es que Dr. Patricio Fuentes G.
estas disciplinas hermanas se complementen cada Editor

150 www.sonepsyn.cl REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2017; 55 (3): 149-150

También podría gustarte