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y corrección del MMP1-2, y sobre el uso ético del test.

La supervisión
debe asegurar que los técnicos den habitual mente los pasos necesarios
para controlar la precisión, prevengan el uso de métodos inapropiados de
evaluación y permanezcan vigilantes en cuanto a las potenciales fuentes
de invalidez del test (ver más adelante Determinación de la validez del
protocolo).
El MMPI-2 se usará a menudo en respuestas a informes pedidos por colegas
de profesiones afines. Es importante que el usuario del MMP1-2 sea capaz
de comunicar la información y conclusiones generadas por los resultados
del MMPI-2 de forma que sea comprensible para esos profesionales. El
simple informe de las puntuaciones del test o de los patrones de
codificación no es suficiente o apropiado cuando el receptor carece de
las cualificados básicas señaladas anteriormente. Se requieren informes
verbales precisos para la mayoría de las comunicaciones
interprofesionales. 2.2. RESPONSABILIDAD ETICA
DEL USUARIO DEL TEST
Es esencial que el usuario del MMPI-2 controle el rango de su aplicación,
las condiciones en las que es aplicado y corregido, así como la
confidencialidad de los resultados del test y los informes finales. Debe
ser conocedor de las limitaciones del test y restringir su uso a los
problemas y clientes apropiados. No deben proporcionarse las puntuaciones
del test a personas que no estén lo suficientemente preparadas como para
hacer un uso profesional de ellas. Se debe ser serio y sensible al
proporcionar las interpretaciones y recomendaciones del test at cliente o
paciente en cuestión (ver mas adelante Uso ético del test).
2.3. APLICACIÓN DEL MMPI-2
Existen numerosas consideraciones implicadas en la aplicación del MMP1-2
aparte de las inherentes al uso de cualquier instrumento psicológico. Se
insta al usuario del test a que se familiarice con esas novedades y siga
las siguientes recomendaciones en todas las aplicaciones del
Cuestionario, ya sean de investigación, formación o evaluación clínica.
USO ÉTICO DEL TEST
La facilidad con que el MMPI-2 puede ser aplicado y corregido (ver la
sección siguiente) puede relajar las exigencias de uso de este
instrumento por parte de algunos profesionales, de manera que puede
comprometer las garantías éticas y profesionales que exigen todas las
medidas de evaluación psicológica. Cualquier aplicación del MMPI-2 debe
realizarse de forma que garantice la intimidad del sujeto o cliente, la
ausencia de distracciones e intrusiones y la total seguridad de que los
resultados del examen serán respetados, protegidos y exactos en beneficio
y aumento del bienestar de la persona. El descuido en la aplicación o
corrección, la falta de cuidado en la proyección y reserva de los
resultados, u otra evidencia de insensibilidad en las comunicaciones
inherentes a la aplicación del test pueden dañar seriamente el valor de
la información reunida por medio del MMPI-2. Los individuos en los que
descansa la responsabilidad de la aplicación rutinaria del test deben
estar cuidadosamente entrenados y bien informados acerca de los pasos
necesarios para obtener un protocolo de test válido y útil. Esto es
particularmente importante si la persona encargada de estas tareas es un
técnico o empleado que carece de cualquier preparación profesional o de
la experiencia y reconocimiento requeridos en psicometría o evaluación,
resumidos anteriormente en Cualificaciones básicas de

Los usuarios del MMPl-2. La supervisión por parte de un profesional


totalmente cualificado es tan esencia! en el uso del MMPI-2 como en el de
cualquier otro instrumento de evaluación. Debe controlarse periódicamente
el uso del test para asegurar el mantenimiento de normas correctas.
SUJETOS A LOS QUE LES ES APLICABLE La utilidad de la información obtenida
mediante el MMPf-2 depende en gran medida de la capacidad del sujeto para
comprender las instrucciones del test, cumplir con las demandas de la
tarea, comprender e interpretar el contenido de los ítems en relación a
se mismo y registrar estas auto-atribuciones de modo sincero. Numerosos
estados emocionales o condiciones físicas pueden perjudicar esta
capacidad. Es vital que el aplicador del instrumentó esté alerta a la
presencia de algunas condiciones incapacitantes, tales como: agudeza
visual limitada, dislexia o afasia receptiva, trastorno de aprendizaje,
intoxicación por drogas o alcohol o estado de "ausencia mental",
reacciones tóxicas a diversos agentes infecciosos u otros delirios
orgánicos, desorientación causada por daño cerebral, confusión posterior
al ataquen un trastorno epiléptico, daño neurológico residual por
regímenes polifarmacológicos prolongados, estados contusiónales durante
episodios catatónicos o ataques de alucinaciones, el profundo retraso
psicomotor de una condición grave de depresión, o la extrema
destructibilidad de una reacción maniaca. Cualquiera de estos estados o
grados similares de perjuicio a la fiabilidad de la aplicación pueden
limitar la capacidad del sujeto al que se aplica el test para cumplir con
las relativamente simples tareas de leer los ítems del MMPI-2 y registrar
sus respuestas.
Además, la persona que aplica el test debe determinar s¡ el sujeto puede
leer el
contenido de los ítems e interpretar su significado en el contexto
cultural del que se han obtenido. Es decir, no basta con verificar que el
individuo puede reproducir oralmente las palabras de una frase dada (una
capacidad en el rango de algunos sujetos muy precoces de diez años de
edad). El contenido del item debe tener significado para el sujeto de
acuerdo con su tipo de experiencia en la vida (algo más difícil para los
más jóvenes, los intelectual mente limitados, los discapacitados para el
aprendizaje, los gravemente limitados cultural mente, o los que han
emigrado recientemente a este país para los que el significado de muchos
términos españoles pueden ser poco claros). Aunque en el MMP1-2 existen
controles de validez que pueden servir para cuestionar la aceptabilidad
de una aplicación del test, es mucho mejor intentar evaluar esos
problemas antes de empezar el test, y sustituirlo por una forma más
manejable de! Cuestionario, o aplicarlo en más de una sesión. En algunos
casos de aplicaciones colectivas puede ser imposible identificar esa
clase de complicaciones; es entonces cuando puede ser necesario confiar
en los controles de validez del test para detectar los protocolos
inaceptables.
Hathaway y McKjnley intentaron que las habilidades de lectura necesarias
para comprender los ítems del MMPI-2 fueran aproximadamente las de un
nivel de quinto grado (2° de ESO). Inmediatamente a la publicación del
test, los estudios realizados confirmaron que generalmente este nivel de
competencia lectora es suficiente, pero informaron que se requería un
nivel de sexto grado o ligeramente superior para comprender adecuadamente
algunos ítems. Como parte de la tipificación del MMPI, se realizaron
nuevos estudios sobre el nivel de dificultad de lectura de sus ítems. Se
calculo en cada ítem un índice de dificultad lectora y de comprensión
denominado "Valor Léxico"' . Este índice se basó en la longitud

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