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Traducción directa del alemán de

AXEL HONNETH
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

PETER STORANDT DILLER

Revisión de traducción de
GUSTAVO LEYVA

CRÍTICA
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

DEL AGRAVIO
MORAL
Patologías de la sociedad
contemporánea

Edición de
GUSTAVO LEYVA

Introducción de
MIRIAM MESQUITA SAMPAIO
DE MADUREIRA
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

XI. REALIZACIÓN ORGANIZADA


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DE SÍ MISMO. PARADOJAS
DE LA INDIVIDUALIZACIÓN*

DESDE SUS INICIOS A FINES DEL SIGLO XIX, la sociología, en la medida en


que se presenta como teoría de la sociedad, se comprende como un
debate sobre los procesos de cambio sintomáticos de las sociedades
modernas. Ella dispone principalmente de dos conceptos para di-
cho fin y provienen del legado de la filosofía social clásica: con el
término de “racionalización” denomina Max Weber la extensión
gradual de pautas de racionalidad instrumental hacia las esferas so-
ciales que en un principio se encontraban todavía sujetas a la inte-
gración tradicional por vínculos de valor y la afectividad; en cam-
bio, con el término de “individualización” se entiende, por ejemplo
en Émile Durkheim, el proceso en que los integrantes de la socie-
dad se liberan de manera creciente e irreversible de vínculos tradi-
cionales y presiones estereotipantes: liberación que les proporciona
una mayor libertad de elección y autonomía. Por tanto, la evolución
de las sociedades modernas se entiende –sobre la base de ambos
conceptos– con frecuencia como un proceso de entrelazamiento ins-
titucional entre la racionalización y el creciente individualismo. Sin
embargo, por grande que sea el aumento de conocimientos que va
asociado a este doble concepto, desde el principio son múltiples los
problemas que cada una de estas categorías plantea tomándola por
sí misma: en el concepto de “racionalización” pronto ya no queda
claro si en verdad es la pauta uniforme de la efectividad de reglas
técnicas que nos hace hablar de una racionalización institucional en

* Este ensayo fue publicado originalmente en Axel Honneth, Befreiung aus


der Mündigkeit. Paradoxien des gegenwärtigen Kapitalismus, Fráncfort del Meno,
Campus, 2002, pp. 141-158.

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ámbitos tan diversos como la organización de la economía, la admi- de un aumento de las aportaciones del propio sujeto. En mi contri-
nistración política, la conducción individual de la vida y de la vida bución me centraré en las peculiaridades estructurales que el pro-
familiar; como quiera que se analicen en concreto los procesos de ceso de individualización determinado por estos dos polos ha
cambio institucionales en dichas esferas, al menos es discutible si adoptado hoy en día; sin embargo, antes se requiere clarificar toda-
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debemos sujetarlos todos al mismo criterio de un aumento de la ra- vía otros conceptos, ya que la circunstancia mencionada es aún más
cionalidad instrumental. No obstante, pronto se cuestionó también compleja de lo que puede parecer a primera vista.
el uso que Durkheim hace de la categoría de una “individualiza-
ción” socialmente inducida, cuando en cierta coincidencia con He-
gel infiere del hecho de la diferenciación funcional un aumento de 1.
posibilidades de configuración individuales. Weber dice ya en un
pasaje que la expresión de “individualismo” se refiere a “lo más El clásico entre los sociólogos que desarrolló desde temprano un
heterogéneo imaginable”.1 El problema central reside desde el prin- sentido por las diferenciaciones conceptuales que eran necesarias
cipio en la pregunta de en qué medida podría generarse efectiva- dentro de la propia disciplina para disipar las ambigüedades en el
mente –a partir de la pluralización, registrada de manera descrip- concepto de “individualización” es Georg Simmel. Como ningún
tiva, de los roles, vínculos y pertenencias individuales– un indicio otro autor de la generación de los fundadores está consciente de
que apunte también hacia un aumento de la autonomía personal. que entre el mero hecho del aumento de las propiedades indivi-
Probablemente, para este segundo aspecto –el crecimiento del po- duales, es decir, de la pluralización de estilos de vida facilitada
der de acción y de la capacidad de reflexión individuales– podrán por la economía monetaria, y el crecimiento de la autonomía per-
indicarse también criterios accesibles para cierta clase de observa- sonal hay una diferencia fundamental; aunque la anonimización
ción externa; pero como quiera que se resuelvan tales cuestiones de de las relaciones sociales en las grandes urbes puede conducir a
investigación, fuera de toda discusión parece estar el hecho de que una desvinculación de la pertenencia a grupos y con ello a una
el término de individualización de la historia de vida se refiere a un multiplicación de las opciones de elección, esto a su modo de ver
proceso fácil de observar que, en este sentido, se realiza de manera no implica de ninguna manera que crezca también la libertad in-
objetiva, mientras que la afirmación de una autonomización del su- dividual, porque ello requiere el “apoyo dotador de seguridad”
jeto quedará a fin de cuentas siempre unida a la perspectiva de los por parte de otros sujetos.2 Simmel señala empero no solo desde
participantes de la interacción. En este sentido, el concepto de “in- temprano la necesidad de diferenciar entre la individualización
dividualización” –el segundo elemento de un diagnóstico socioló- social y el aumento de libertad para corresponder a la tarea de un
gico de la era moderna– entraña desde el principio una ambivalen- diagnóstico del capitalismo moderno, sino que a la sociología le
cia precaria, porque atañe al mismo tiempo al hecho exterior de un proporciona todavía otras complicaciones con el concepto de “in-
aumento de las propiedades individuales como el hecho “interior” dividualización” al revelar dos estratos de significado más en sus
diagnósticos sociológicos de la época. Por un lado, para Simmel
los procesos de pluralización de las opciones de elección, los cua-
1
Max Weber, “Die protestantische Ethik und der Geist des Kapitalismus”,
en Gesammelte Aufsätze zur Religionssoziologie, t.1, Tubinga, 1972, p. 95, n. 3 [trad.
2
esp.: La ética protestante y el espíritu del capitalismo, México, Fondo de Cultura Georg Simmel, Philosophie des Geldes. Gesamtausgabe, t. 6, Fráncfort del
Económica, 2003]. Meno, 1989, p. 456 [trad. esp.: Filosofía del dinero, Granada, Comares, 2003].
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les se registran de manera descriptiva, conllevan siempre –como vidualismo “cualitativo” que, siguiendo a Herder, Schleiermacher,
lo evidencian los análisis contenidos en la Filosofía del dinero– el Nietzsche y Kierkegaard, se centra por completo en la articulación
peligro de un empobrecimiento de los contactos sociales y un cre- de la personalidad auténtica del individuo. El incremento de li-
cimiento de la indiferencia interhumana; por eso, en el concepto bertad individual transcurre, por tanto, para Simmel, en las dos
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de “individualización” siempre debe distinguirse también un ter- direcciones de la extensión de autonomía y del crecimiento de au-
cer componente de significación que se refiere a las tendencias de tenticidad, entre las cuales existe una multiplicidad de tensiones
desmembración del sujeto individual dentro del creciente tejido que en la era moderna no son fáciles de eliminar. Resumiendo sus
de contactos sociales anonimizados. Simmel cree poder describir estudios sociológicos, Simmel distingue, por ende, entre no me-
por lo pronto esta tendencia evolutiva también desde la perspec- nos de cuatro fenómenos a los que puede referirse en cada caso el
tiva del observador; es decir, no se refiere a un proceso de cre- concepto de “individualización”: además de la individualización
ciente soledad, de aislamiento sentido o experimentado, sino al de los caminos de vida –que parece ser un hecho empíricamente
hecho objetivo de una cada vez mayor concentración en intereses observable–, por ella se entiende tanto un creciente aislamiento de
meramente propios e independientes de los demás. los actores como un aumento de la capacidad de reflexión o un
Es más: Simmel percibe en la idea misma del aumento de li- incremento de autenticidad de los individuos. El problema reside
bertad dos aspectos de significación diferentes que lo inducen a en mantener en el diagnóstico sociológico de la época siempre se-
diferenciar aún más el concepto de “individualización”.3 El punto parados estos cuatro procesos de evolución, de tal modo que las
de partida lo constituye en este caso una distinción al fijar la meta vinculaciones recíprocas siquiera puedan saltar a la vista.
del segundo polo de la individualización, a saber, de la autonomi- Es posible que haya sido esta extrema riqueza de significados
zación; en un caso –en su opinión, en el ámbito cultural romano–, que, en los últimos cien años, condujo a que el diagnóstico de una
se entiende como el telos de la formación de libertad interior la ar- “individualización” de las sociedades modernas ha sido interpre-
ticulación autónoma de convicciones y propósitos que en princi- tado de maneras muy diversas. De modo instructivo, Markus
pio todos los hombres pueden compartir; es un individualismo de Schroer distingue en su resumen, relativo a la historia de la teoría,
igualdad, ya que se trata de posibilitar una capacidad individual del debate subyacente entre tres corrientes, de las cuales cada una
de reflexión que constituye una propiedad de la especie humana evaluó el proceso de un incremento de la individualidad de ma-
como tal. A esta idea de autonomía –como tal vez diríamos hoy en nera muy diferente:4 por un lado, la creciente atribución de “indi-
día– se le opone un segundo idealismo que tiene sus raíces, en tér- vidualidad” por la educación, la administración y la industria cul-
minos de la historia de las ideas, en el romanticismo alemán: en tural se describe como un proceso de disciplinamiento que surge
este se entiende como meta del aumento de libertad individual la de una peculiar forma del individualismo conformista que más
elaboración, en el marco de la historia de la vida, de aquellas pro- bien paraliza las fuerzas reflexivas de resistencia del individuo;
piedades singulares e inconfundibles que precisamente distin- por otro lado, surge entre los seguidores de Durkheim y Parsons
guen a los individuos; en este sentido, hay que hablar de un indi- una perspectiva que interpreta la destradicionalización y plurali-
zación funcional como una oportunidad de hacer crecer la indivi-

3
Georg Simmel, “Individualismus”, en Schriften zur Soziologie. Eine Aus-
wahl, ed. e introd. de Heinz-Jürgen Dahme y Otthein Rammstedt, Fráncfort del
4
Meno, 1983, pp. 267-274. Markus Schroer, Das Individuum der Gesellschaft, Fráncfort del Meno, 2001.
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dualidad, la cual libera las capacidades de planear la vida de ma- mente los estudios empíricos que señalan los patrones de expecta-
nera reflexiva y responsable de sí misma; y en medio de estas dos tivas institucionales que han convertido en una exigencia a los su-
corrientes se encuentra finalmente una tercera escuela de teoría jetos mismos la formación de una originalidad referida a la historia
que considera el proceso de individualización como un suceso am- de la vida: la presentación de un “sí mismo auténtico”, dicen, se
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biguo que implica una emancipación del individuo de los vínculos ha hecho cada vez más un requisito de contratación, en especial en
tradicionales y, al mismo tiempo, un crecimiento oculto de la con- la esfera del trabajo calificado; de manera que incluso los mismos
formidad. Si nos dedicamos ahora a la actualidad, el panorama de interesados con frecuencia ya no saben distinguir muy bien entre
por sí confuso se hace aún más complicado; a las tres perspectivas el proceso de autoencuentro “auténtico” y el estilizado.8
de interpretación que ya distinguió Schroer se han agregado otros Seguramente, este listado de fenómenos nuevos que entran
modos de ver que destacan en el proceso de individualización ya en el ámbito no muy distinto de la “individualización” podría
sea un mayor énfasis en ciertos fenómenos o un patrón estructural completarse con algunas observaciones más; recientemente hay
cambiado por completo. Así creció –para dar solo algunas pala- análisis –en especial de psicología social y de sociología de los me-
bras clave– entre los seguidores del comunitarismo la atención so- dios de comunicación– que podrían ampliar con criterios adicio-
ciológica a aquel aspecto de la individualización que Simmel des- nales el espectro de procesos de aislamiento y autonomización
cribió ya como un aumento de indiferencia: como los sujetos abierto por Georg Simmel. Pero incluso este breve resumen esbo-
abandonan cada vez más rápido las relaciones orgánicas debido a zado basta para destacar en toda su dimensión la dificultad con la
la mayor movilidad y el acelerado cambio de empleo, su capaci- que actualmente se ve confrontado un tratamiento del proceso de
dad de entablar vínculos es escasa y por eso desarrollarán en ma- “individualización”: hay demasiados fenómenos sociales, dema-
yor medida una actitud meramente egocéntrica hacia sus contra- siadas rupturas en la actualidad que atañen a uno u otro aspecto
partes de interacción.5 Al tiempo que hay estudios que analizan de la “individualización”, para poder hablar a la ligera de un pa-
las consecuencias culturales de la virtualización de la comunica- trón evolutivo que ya se esté perfilando con claridad. Si, no obs-
ción social y que van en la misma dirección,6 otro tema de Simmel tante, a continuación voy a hablar en el concepto de “paradoja”
es tocado por las observaciones diagnósticas de la época que Char- sobre un esquema semejante del decurso social, ello tendrá lugar
les Taylor ha presentado en los últimos años; en su opinión, el bajo la reserva metodológica de presentar aquí solo una posible
ideal romántico de “autenticidad” ha sido tan trivializado en la interpretación entre muchas otras igualmente legítimas. La tesis
actualidad que a espaldas perdió sus referencias dialógicas y co- que quiero sostener es esta: las reclamaciones de autorrealización
munitarias, conduciendo a una perspectiva egocéntrica de mera individual que hace treinta o cuarenta años crecieron con rapidez
referencia a sí mismo.7 Por último, hay que considerar adicional- en las sociedades occidentales por la confluencia históricamente
singular de procesos de individualización muy diversos se han

5
Robert Putnam, Bowling Alone: The Collapse and Revival of American Communi-
8
ty by Robert D. Putnam, Nueva York, 2000 [trad. esp.: Solo en la bolera. Colapso y re- Martin Baethge, “Arbeit, Vergesellschaftung, Identität – Zur zunehmen-
surgimiento de la comunidad norteamericana, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2002]. den normativen Subjektivierung der Arbeit”, en Soziale Welt, año 42, vol. I,
6
Andreas Wittel, “Towards a Network Sociability”, en Theory, Culture & 1991, pp. 6-19; Hermann Kocyba, “Der Preis der Anerkennung. Von der tay-
Society, vol. 18, núm. 6, 2001, pp. 51-76; Hubert L. Dreyfus, On the Internet, Lon- loristischen Missachtung zur strategischen Instrumentalisierung der Subjek-
dres, 2001 [trad. esp.: Acerca de Internet, Barcelona, UOC, 2003]. tivität der Arbeitenden”, en Ursula Holtgrewe, Stephan Voswinkel y Gabriele
7
Charles Taylor, Das Unbehagen an der Moderne, Fráncfort del Meno, 1995. Wagner (eds.), Anerkennung und Arbeit, Constanza, 2000, pp. 127-140.
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convertido ya a tal grado en un patrón de expectativas institucio- las sociedades occidentales de la posguerra como un proceso de
nalizado de la reproducción social que han perdido su finalidad entrelazamiento de tendencias distintas y peculiares de indivi-
interior, volviéndose fundamento de legitimación del sistema. El dualización; por eso no es del todo equivocado hablar, siguiendo
resultado de esta paradójica conversión, en la que los procesos que a Ulrich Beck o Anthony Giddens, de un nivel nuevo, específico
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alguna vez prometieron un aumento de libertad cualitativa han de la era moderna tardía, del individualismo reflexivo.9 Por cierto,
llegado a ser la ideología de la desinstitucionalización, es el surgi- este diagnóstico requiere una conciencia clara del hecho de que
miento de una gran cantidad de síntomas individuales de un vacío con respecto a esta forma crecida de individualidad no se trata
interior, de sentirse inútil y carente de un destino. Para fundamen- del resultado de un proceso de incremento unilineal, por así de-
tar la tesis señalada quiero proceder en tres pasos, tratando de ex- cirlo, sino de la intensificación recíproca de dinámicas de evolu-
poner en el primero la fusión “por afinidad electiva” que se dio ción que transcurrieron cada una de manera totalmente separada;
durante los años sesenta y setenta en los países desarrollados de es probable que la mejor forma de describir lo que sucedió sea la
Occidente entre procesos de individualización que se generaron de Max Weber: una confluencia de procesos de cambio materiales,
independientemente unos de los otros y que transcurrieron de ma- sociales y mentales que "por afinidad electiva” tenían tantos ras-
neras distintas, de modo que en general puede hablarse de una gos en común que unidos pudieron generar una nueva forma del
forma nueva de “individualismo” (2); en el segundo paso quiero “individualismo”.10 Los fundamentos materiales de este empujón
reconstruir los procesos sociales que en las décadas siguientes pro- de individualización provienen de una serie de procesos de evolu-
dujeron la transformación de aquellas reclamaciones individual- ción social-estructurales que juntos han conducido a una plurali-
mente desarrolladas en patrones institucionales de expectativas zación de los caminos de vida individuales, la cual puede referirse
mediante trabajos de adaptación institucionales y organizativos, de manera puramente descriptiva: el crecimiento desproporcio-
de manera que ahora se presentan a los sujetos como exigencias nado del ingreso y del tiempo fuera del trabajo lucrativo pudo
casi externas; también en este caso tendré que limitarme, al igual ampliar de manera paulatina el margen de decisión individual y,
que en el primer paso, a señalar solo algunas tendencias de evolu- viceversa, reducir el poder formador de los ambientes de vida es-
ción esenciales (3); y en el tercer paso listaré, por último, los indi- pecíficos de clases sociales; la ampliación del sector servicios en
cadores social-psicológicos y clínicos que hoy hablan en favor de los países capitalistas de Occidente aumentó además las oportuni-
que la conversión paradójica del proceso de individualización dades de ascenso de gran parte de la población a tal punto que
amenaza con conducir a una multiplicidad de nuevas formas de pudo echarse a andar un amplio proceso de movilización social en
sufrimiento social, tanto materiales como psíquicas; esta perspec- dirección ascendente, el cual hizo que las situaciones de vida cons-
tiva me permitirá concluir, por cierto, con una cita sorprendente-
mente actual de Georg Simmel (4).
9
Ulrich Beck, Risikogesellschaft. Auf dem Weg in eine andere Moderne, Fránc-
fort del Meno, 1986 [trad. esp.: La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad,
Barcelona, Paidós Ibérica, 1998]; Anthony Giddens, Modernity and Self-Identity.
2. Self and Society in the Late Modern Age, Cambridge, 1991, cap. 3 [trad. esp.: Mo-
dernidad e identidad del yo. El yo y la sociedad en la época contemporánea, Barcelona,
Península, 1994].
A una distancia de ya casi cuarenta años, hoy en día nos resulta 10
Max Weber, “Die protestantische Ethik und der Geist des Kapitalismus”,
absolutamente posible describir los cambios social-culturales en op. cit., p. 82.
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tantemente se diversificaran cada vez más; finalmente, con la ex- das las formas de existencia se individualizaron en un alto grado:
pansión de la educación que también se produjo a nivel interna- los integrantes de las sociedades occidentales fueron forzados, ani-
cional en Occidente como a los quince años de haber terminado la mados o estimulados a convertirse en el centro de sus planes de
guerra, se ampliaron con rapidez las opciones de elegir el trabajo, vida y su conducción de vida propios con motivo de sus futuras
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de modo que también en este aspecto los caminos de vida de los oportunidades.
individuos empezaron a diferir bastante; por tanto, ya en la época Sin embargo, todos estos procesos de cambio de estructuras
de las rebeliones estudiantiles la población presenta, en lo que toca sociales no habrían bastado para conducir a una forma realmente
a las trayectorias biográficas y formas de existencia, un panorama nueva del individualismo si no se hubieran aunado otros cambios
mucho más plural y diversificado en sí de lo que había sido el caso y modificaciones de actitud, de carácter más bien sociocultural;
todavía diez años antes. bien puede afirmarse que sin la ampliación objetiva de las opcio-
A las tendencias objetivas de que se ampliaran las opciones de nes de acción individuales los nuevos ideales culturales no ha-
acción se agregan indicadores que brindan indicios, al menos im- brían tenido ninguna oportunidad de imponerse, pero todas las
precisos, de que en el mismo lapso de tiempo se incrementó tam- raíces de estos se encuentran en regiones por completo indepen-
bién la capacidad de autonomía de los individuos, que a fin de dientes de ello. En este sentido, es solo el aumento de ingresos
cuentas no puede aprehenderse sino de manera performativa; en unido al crecimiento económico de la época de la posguerra que
este sentido, sería sorprendente que con la extensión de las posibi- brinda las posibilidades de un comportamiento de consumo de
lidades educativas no hubieran aumentado también las oportuni- lujo moderado; mas el significado específico que el individuo aso-
dades de realizar procesos de autoencuentro y reflexión indivi- cia en creciente medida con ello no se explica sino a partir de fuen-
duales.11 La disolución de las redes de contacto específicas de clase tes muy distintas, a saber, culturales, pues la necesidad de buscar
que también se inició por la reforma educativa, pero asimismo por en el consumo de productos culturales superfluos y no necesarios
la reestructuración de las grandes urbes, puede haber contribuido para la vida la posibilidad de una intensificación del gozo de vivir
a ampliar al individuo el horizonte de caminos de vida imagina- propio procede, según Colin Campbell, de corrientes subyacentes
bles y, de esta manera, extender radicalmente el margen de acción religiosas, en su mayoría protestantes, en las que –como alterna-
para actuar a modo de prueba; también hay estudios empíricos tiva a la ética de trabajo calvinista– los estados extracotidianos de
que a principios de los años setenta señalan, refiriendo las tenden- excitación afectiva se valoran como señales de la bondad y gracia
cias de una agudización de la crisis de adolescencia, que en gene- de Dios; una vez que, con el sentimentalismo y el romanticismo,
ral había crecido el potencial de encontrar de manera autónoma la la raíz religiosa de dicho placer por el fantasioso estímulo de los
identidad.12 Cualesquiera que hayan sido las causas sociales con- sentidos murió, ella pudo convertirse en el incentivo normativo
cretas, parece estar fuera de toda discusión que en solo dos déca- de una carga emocional masiva de artículos de consumo que au-
mentaban la intensidad; carga que otorgó al consumismo cotidia-
nizado de la posguerra su característica específica, es decir, la de
ser garantía de identidad.13 No obstante, lo que vale para el con-
11
Jürgen Habermas, Theorie des kommunikativen Handelns, t. 2, Fráncfort del
Meno, 1981, pp. 567 y ss. [trad. esp.: Teoría de la acción comunicativa, 2 vols.,
Madrid, Taurus, 1987].
12 13
Rainer Döbert y Gertrud Nunner-Winkler, Adoleszenzkrise und Identitäts- Colin Campbell, The Romantic Ethic and the Spirít of Modern Consumerism,
bildung, Fráncfort del Meno, 1975. Oxford, 1987.
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sumismo en particular parece aplicar también para una gran can- sivo de mediación a la recepción de ciertas novelas, por ejemplo,
tidad de otros cambios de comportamiento de aquella época; casi de Hermann Hesse o Henry Miller, y de la naciente música de
siempre ocurre que la reducción de exigencias de comportamiento rock. Los huecos normativos que, por así decirlo, habían sido
rígidas no simplemente conduce a la formación de un ideal de abiertos por las nuevas libertades facilitadas por las estructuras
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personalidad nuevo, sino que solo aumenta sobre una amplia base sociales se cerraron casi en todas partes con la adopción de ele-
la oportunidad de adoptar tradiciones culturales que hasta enton- mentos tradicionales casi románticos en la práctica de la vida:
ces estuvieron reservadas a algunas minorías: tradiciones que des- adopción que hizo que la biografía propia se percibiera como un
pués forzarán de manera secundaria la evolución de patrones de proceso de realización tentativa de un núcleo de personalidad que
identidad cambiados. Los procesos de cambio social-estructurales era singular y propio. De la conjugación de una individualización
que convierten cada vez más a los individuos en el centro de su social-estructural y del ideal de autenticidad del romanticismo
propia planeación de vida, y facilitan la adopción masiva de es- surgió aquello que puede describirse como la configuración com-
quemas de interpretación que en su mayoría son de origen román- pacta de un nuevo idealismo: acelerados aún por la multiplicación
tico, fueron transmitidos por pequeños grupos en forma de sectas de las relaciones sociales, los sujetos perdieron en grado creciente
y hacen aparecer la vida como un proceso de autorrealización a la la disposición de entender su propio camino de vida como el
manera de un experimento. proceso lineal de un desarrollo de identidad que acaba en el rol
Un buen ejemplo de esta conexión “de afinidad electiva” en- profesional y la división intrafamiliar del trabajo específica por
tre el cambio social y la transformación cultural es aquel proceso género; este esquema de identidad relativamente rígido en el que
de una modificación de comportamiento que después ha sido de- todavía Parsons basaba su teoría como de manera natural fue reem-
nominado con frecuencia la “revolución sexual”.14 No es que la plazado –debido a la apertura de nuevas opciones de acción, la
disolución de patrones de roles convencionales, como se hizo po- pertenencia a entornos sociales diversos, el mayor contacto con
sible en el transcurso de la pluralización de formas de existencia formas de vida antes desconocidas y la adopción de patrones de
durante los años sesenta, haya insinuado por sí misma la revalo- interpretación románticos– por la tendencia a comprender dife-
ración de la sexualidad como un campo preferente para ensayar rentes opciones de identidad como material del encuentro expe-
la individualidad propia; por el contrario, primero se necesitaba la rimental de sí mismo. En forma masiva surge, hablando en la
apropiación masiva de un ideal cultural que interpretaba ya –aun- terminología de Simmel, un individualismo de índole “cualita-
que en forma minoritaria– al hombre primordialmente como “su- tiva”: los sujetos someten a prueba diversas formas de existencia
jeto del apetito” (Foucault), antes de que pudiera formarse un es- para poder realizar a la luz de las experiencias vividas aquel nú-
tilo de conducta que permitía vivir experimentos de promiscuidad cleo del propio sí mismo que los distingue lo más claramente po-
permanentes como expresión de la autorrealización individual: sible de todos los demás. Ahora bien, la continuación de este pro-
por cierto, con esta difusión de patrones de interpretación apoya- ceso de cambio –que apenas se está iniciando– consiste en que
dos en la tradición, debe de haber correspondido un papel deci- las instituciones sociales clave se adapten de manera creativa al
nuevo ideal de comportamiento para hacer de él, como perfil de
existencia que aumenta la efectividad, el fundamento de legiti-
mación para reestructuraciones de amplios alcances.
14
Véase el excelente resumen de Volkmar Sigusch, “Kultureller Wandel der
Sexualität”, en Volkmar Sigusch (ed.), Sexuelle Störungen und ihre Behandlung, 3a
ed., Stuttgart y Nueva York, 2001, pp. 16-52.
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3. alimenta únicamente del volátil material de los sentimientos y


afectos propios.17 Parece que también ha aumentado la tendencia a
Del proceso de cambio sociocultural que acabo de describir como emplear mucha energía psíquica en las así llamadas actividades de
el resultado de una conjugación de evoluciones materiales e inte- tiempo libre, que ya no son experimentadas como un recreo o un
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lectuales, Daniel Bell sacó hace veinticinco años conclusiones de descanso del trabajo cotidiano, sino como la ejecución de un en-
vastos alcances en el sentido de una creciente contradicción dentro sayo de los contornos del propio yo.18 Finalmente, el consumo de
del capitalismo.15 Se basa principalmente en las bruscas transfor- artículos de lujo ha aumentado también de forma considerable en
maciones culturales como consecuencia del movimiento estudian- las últimas décadas con las diferencias conocidas en cuanto a estra-
til al afirmar que surgió una nueva moral cotidiana hedonista que tos sociales, porque en apariencia se percibe como una oportuni-
tenía que entrar cada vez más en conflicto con los requerimientos dad de representar estéticamente, aunque sea por un lapso breve,
funcionales económicos del capitalismo: los valores de creatividad las identidades móviles.19 No obstante, todas estas tendencias de
estética e impulsividad sensual, que según su convicción han pe- evolución que sin duda apuntan hacia un “individualismo de in-
netrado desde las subculturas de las vanguardias artísticas en las confundibilidad” (Simmel) no han entrado de ninguna manera en
orientaciones de comportamiento de gran parte de la población, conflicto con los requerimientos funcionales de la economía capita-
impiden en grado creciente la formación de las virtudes de ética lista; por el contrario, no es del todo descabellada la impresión de
laboral que siguen siendo necesarias para mantener la eficiencia que ya se han convertido en una fuerza productiva –de la que se ha
económica. Este pronóstico sociológico –podemos afirmar hoy en abusado de manera peculiar– de la modernización capitalista.
día con seguridad– no se ha cumplido; el nuevo individualismo Tampoco los procesos de transformación que de esta manera
“cualitativo” que se reconoce con facilidad en la descripción de se manifiestan pueden comprenderse simplemente como la ema-
Bell del carácter hedonista no ha conducido a una merma de la nación de un proceso único de evolución; y la idea de que se trata
productividad de las empresas económicas capitalistas. Cierta- de cadenas de acción interconectadas de manera intencional, es
mente, la mayor pretensión de autorrealización, el trato experi- decir, de formaciones de reacción inducidas conscientemente, tam-
mental de la identidad propia inspirado por el encuentro consigo poco parece describir de forma adecuada dicha circunstancia. Por
mismo, ya se está reflejando en las estadísticas sociales que docu- el contrario, para explicar por qué la pretensión de autorrealiza-
mentan mayores tasas de divorcio, un decrecimiento de los naci- ción durante el último tercio del siglo xx ha sido transformada
mientos y un cambio en las formas de familia;16 las relaciones pri- cada vez más en una exigencia institucional, se presta de nuevo la
marias se están haciendo, en la opinión de Anthony Giddens, cada metáfora de los procesos de transformación que encajan al modo
vez más frágiles y cortas, porque adoptan en un grado creciente el de una “afinidad electiva”: pues los individuos son confrontados,
carácter de relaciones “puras” en las que el vínculo recíproco se primero de manera tardía y después más masiva, con la expecta-

15 17
Daniel Bell, Die Zukunft der westlichen Welt, Kultur und Technologie im Wi- Anthony Giddens, Modernity and Self-ldentity, op. cit., cap. 3.
18
derstreit, Fráncfort del Meno, 1976. Véase, por ejemplo, Dean MacCannell, “Staged Authenticity: Arrange-
16
Véase Kurt Lüscher, Franz Schultheis y Michael Wehrspaun (eds.), Die ments of Social Space in Tourist Settings”, en American Journal of Sociology, vol.
“postmoderne” Familie, Constanza, 1990; Hartmut Tyrell, “Ehe und Familie – 79, núm. 3, 1973, pp. 589-603.
19
Institutionalisierung und Deinstitutionalisierung”, en Kurt Lüscher, Franz Eva Illouz, Consuming the Romantic Utopia. Love and the Cultural Contradic-
Schultheis y Michael Wehrspaun (eds.), op. cit. tions of Capitalism, Berkeley, California, 1997.
378 CRÍTICA DEL AGRAVIO MORAL REALIZACIÓN ORGANIZADA DE SÍ MISMO 379
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

tiva de tener que presentarse como sujetos biográficamente flexi- para presentar e intensificar la originalidad del proyecto de vida
bles y dispuestos al cambio para poder tener éxito en términos la- propio.23 La instrumentalización de las pretensiones de autorreali-
borales o sociales.20 Un papel pionero en este proceso de conversión zación, de la que puede hablarse en este caso, condujo a que sur-
lo tienen seguramente los medios electrónicos, cuya mayor impor- giera una espiral –que se ha venido acelerando– de innovaciones
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tancia en la vida cotidiana procura mucho más que antes que se estilísticas y reacciones de aprovechamiento, porque toda imagen
mantenga siempre vivo el ideal estilístico del proyecto de vida lo nueva de sí mismo era convertida con rapidez en el contenido co-
más original y creativo posible; aunque es probable que los indivi- dificado de la siguiente estrategia publicitaria; posiblemente, in-
duos sigan brindando –como ya lo supuso Adorno–21 bastante es- cluso ya se está imponiendo la sensación de que la dependencia se
cepticismo rutinario a los proyectos de existencia transmitidos por haya invertido, porque la industria de la moda y del consumo pa-
los medios, no puede descartarse que el ideal de autorrealización rece estar en condiciones de propagar por su parte imágenes mo-
se experimente por esta vía de manera subliminal como una pre- delo de la vida auténtica, por las que los sujetos se orientan con
tensión hecha a la formación de la subjetividad propia.22 Puede posterioridad en su proceso de hallarse a sí mismos. El intento de
suceder que en algunos casos se borren los límites entre la reali- realizarse a sí mismo en el transcurso de la vida propia es organi-
dad y la ficción, de manera que surge la inclinación –que quedará zado de manera subliminal, por así decirlo, por las ofertas cultu-
en el subconsciente– de buscar el sí mismo propio exactamente allí rales que la industria publicitaria transmite a los individuos con
donde se supone que se encuentra en el ídolo de la televisión o el un calculado sentido por las diferencias específicas de edad, es-
cine; por lo tanto, tal vez puede hablarse en suma de cierta ten- trato social y género.
dencia de seguir patrones estandarizados de encontrar su identi- Sin embargo, más importantes que estos efectos mediales –cu-
dad para descubrir la esencia de su personalidad propia, en el yos alcances sociales además parecen ser inciertos– son sin duda
fondo, de manera experimental. las reestructuraciones que en los años ochenta apresaron al sector
Un efecto equiparable lo han tenido probablemente también productivo y de servicios. Lo que en ese lapso se llevó a cabo ha
las estrategias de publicidad que fueron desarrolladas en las últi- sido descrito en términos económicos como una fase de abandono
mas dos décadas por la industria de consumo para lograr ventas de los métodos de producción fordistas; pero para nuestros propó-
aceleradas de sus productos; en este caso se puede constatar la sitos es decisivo el hecho de que con ello se inició un acercamiento
tendencia de que ciertos artículos se promueven con la promesa por completo novedoso a los sujetos del trabajo, quienes institucio-
subliminal de que al comprarlos se adquirirá un recurso estético nalmente ya no son tratados como empleados dependientes, sino
como “emprendedores” creativos de sí mismos.24 Si ya pronto se
está hablando de una “subjetivación normativa del trabajo”25 y de
20
Richard Sennett, Der flexible Mensch. Die Kultur des neuen Kapitalismus,
Berlín, 1998 [trad. esp.: La cultura del nuevo capitalismo, Barcelona, Anagrama,
2006]; Sighard Neckel, “Identität al Ware. Die Marktwirtschaft im Sozialen”,
en Die Macht der Unterscheidung. Essays zur Kultursoziologie der modernen Gesell- 23
schaft, Fráncfort del Meno, 2000, pp. 37-47. Rob Shields (ed.), Lifestyle Shopping: The Subject of Consumption, Londres,
21
Theodor W. Adorno, “Freizeit”, en Gesammelte Schriften, t. 10.2, Fráncfort 1992.
24
del Meno, 1977, pp. 645-655. Günter Voβ y Hans Pongratz, “Der Arbeitskraftunternehmer. Eine neue
22
John B. Thompson, The Media and Modernity. A Social Theory of the Media, Grundform der Ware Arbeitskraft?”, en Kölner Zeitschrift fiir Soziologie und So-
Stanford, California, 1995, cap. 7 [trad. esp.: Los media y la modernidad. Una teoría zialpsychologie, año 50, vol. 1, 1998.
25
de los medios de comunicación, Barcelona, Paidós, 1998]. Martin Baethge, op. cit.
380 CRÍTICA DEL AGRAVIO MORAL REALIZACIÓN ORGANIZADA DE SÍ MISMO 381
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una mayor valoración de los resultados individuales del trabajo,26 Es probable que no esté del todo equivocado el ver dispuesta
esto se refiere en primer lugar al hecho de que la iniciativa intelec- en los procesos así señalados la tendencia de transformar las ma-
tual propia de los empleados es incorporada en grado creciente en yores pretensiones de autorrealización en una fuerza productiva
la organización de los procesos de producción y de servicios: con- de la economía capitalista. La inclinación de los sujetos por en-
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

ceptos de gestión novedosos que apuestan a la reducción de jerar- tender su vida en creciente grado como una exploración experi-
quías, la autonomía de equipos y el autocontrol pretenden corres- mental de la identidad propia no solo sirve como fundamento de
ponder a las necesidades de autorrealización de los trabajadores, legitimación para una serie de medidas de reestructuración econó-
quienes en su actividad buscan opciones de objetivar de manera micas que en su conjunto apuntan a una desregulación del sector
autónoma sus capacidades aprendidas. Sin embargo, pronto se productivo y de servicios;28 el nuevo individualismo es más bien
hace evidente que las nuevas estrategias postayloristas de las em- aprovechado hoy en día como factor productivo también en el
presas tienen el efecto muy distinto de hacer cada vez más aborda- sentido en que a los trabajadores se les exige, invocando sus nece-
ble el trabajo como una “vocación”, de modo que se permitirá plan- sidades aparentemente cambiadas, mayor compromiso, flexibili-
tear expectativas totalmente cambiadas a los trabajadores: su dad e iniciativa propia que en las condiciones de un capitalismo
motivación debe corresponder de modo intrínseco únicamente al regulado en términos del Estado social. Sin embargo, me parece
perfil de actividad requerido, en forma subliminal deben estar dis- descabellado entender dicha tendencia de aprovechar económica-
puestos a presentar cualquier cambio de lugar de trabajo como re- mente los impulsos y las inclinaciones individuales como una es-
sultado de una decisión propia, y el compromiso debe estar dedi- trategia intencional con que una administración que cooperaba de
cado en suma al bien de la empresa entera. De esta forma surge manera inteligente y sensible haya reaccionado ante la crítica “he-
durante tan solo dos décadas un nuevo sistema de exigencias que donista” al capitalismo surgida en los años sesenta; el “nuevo es-
permite hacer que el empleo dependa de la presentación convin- píritu del capitalismo” que Luc Boltanski y Ève Chiapello anali-
cente de una voluntad de autorrealización en el trabajo; y esta in- zaron de manera fascinante en su estudio del mismo nombre29
versión genera a su vez el margen de acción legitimador para justi- parece ser más bien el resultado no intencionado de una concate-
ficar las medidas de desregulación, al señalar la obsolescencia de nación de distintos procesos que poseen cada uno su historia y di-
asegurar el estatus por parte de la empresa en vistas de la mayor námica de evolución propias. No obstante, si aunamos a los cam-
disposición del empleado individual a tomar responsabilidades bios estructurales que ya mencionamos con respecto a los medios
propias. La presión que de esta manera recae en los empleados y electrónicos, la industria publicitaria y la esfera de producción, el
obreros tiene una forma por completo paradójica: considerando sus
futuras oportunidades de empleo, ellos tienen que organizar su
biografía laboral propia de modo ficticio siguiendo el patrón de au-
torrealización, a pesar de que en gran medida debe de existir única- beit in Familie und Erwerbsarbeit”, en Hans-Joachim Hoffmann-Novotny y
mente el deseo de seguridad social y económica.27 Friedhelm Gehrmann (eds.), Ansprüche an die Arbeit. Umfragedaten und Interpre-
tationen, Fráncfort del Meno y Nueva York, 1984; Richard Sennett, Der flexible
Mensch, op. cit.
28
Robert Castel, Die Metamorphosen der sozialen Frage. Eine Chronik der Lohnar-
beit, Constanza, 2000 [trad. esp.: Metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del
26
Hermann Kocyba, op. cit. asalariado, Buenos Aires, Paidós, 1997].
27
Johann Behrens, “‘Selbstverwirklichung’ – oder: Vom Verblassen aller 29
Luc Boltanski y Ève Chiapello, Le Nouvel Esprit du Capitalisme, París, 1999
Alternativen zur Berufsarbeit. Umfragen und Fallstudien zur Krise der Ar- [trad. esp.: El nuevo espíritu del capitalismo, Madrid, Akal, 2002].
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hecho de un aumento de expectativas cotidianas confusas a la au- nos de producción por contrato, donde los inmigrantes laborales
torrealización individual, llegamos entonces al mismo resultado procedentes de las zonas de pobreza pueblan las metrópolis de
con el que Boltanski y Chiapello concluyen su análisis: el indivi- Occidente en busca de trabajos ocasionales, allí retornan las mis-
dualismo de autorrealización, que hace medio siglo fue creciendo mas formas desprotegidas de trabajadores en préstamo, trabajo
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

gradualmente, se ha convertido, debido a la instrumentalización, de tiempo parcial y en casa que ya se encontraron al inicio de la
la estandarización y la ficcionalización, en un sistema de preten- industrialización capitalista.31 La flexibilización del mercado la-
siones que en términos emocionales se ha enfriado y bajo cuyas boral e incluso la latente sujeción a la lógica del mercado de la so-
consecuencias hoy los sujetos parecen sufrir más que prosperar. ciedad entera, justificadas de manera endeble con referencia al
nuevo individualismo, convierten de nuevo en un desafío aquella
“cuestión social” de la que el siglo XX supuso en su segunda mi-
4. tad que formaba parte del legado del siglo XIX que había sido su-
perado con éxito.
Sin embargo, debajo de este umbral visible se han extendido
Con los cambios institucionales que el capitalismo occidental ex- durante las últimas décadas otras formas de sufrimiento social
perimentó en los últimos veinte años, el ideal de autorrealizacíón que en cierto modo no tienen antecedentes en la historia de las
que se persiguió en la práctica de vida se ha convertido en ideolo- sociedades capitalistas; ellas son mucho menos susceptibles a la
gía y fuerza productiva de un sistema económico desregulado: las observación empírica porque tienen lugar en el ámbito de la enfer-
pretensiones que los sujetos habían formado antes al empezar a medad psíquica, de modo que para examinarlas se dispone solo de
interpretar su vida como un proceso experimental de encontrar(se) indicadores clínicos. En un impresionante estudio que lleva el título
a sí mismos regresan ahora de manera difusa hacia ellos como La fatiga de ser uno mismo,32 el sociólogo francés Alain Ehrenberg
exigencias externas, de modo que son animados de modo oculto llegó, después de revisar materiales clínicos, al resultado de que
o abierto a mantener sus decisiones y metas biográficas siempre hoy en día nos estamos enfrentando a un rápido aumento de las
abiertas. De este proceso de una conversión de ideales en presio- depresiones; no solo un número creciente de diagnósticos terapéu-
nes, de pretensiones en demandas, se han generado formas de un ticos sino la coyuntura sin igual de antidepresivos químicos indican
malestar y sufrimiento social que antes no se conocían como fenó- que los síntomas neuróticos han sido reemplazados en un grado
meno masivo en la historia de las sociedades occidentales. Esto alarmante por enfermedades depresivas. Ehrenberg utiliza como
no aplica por cierto para aquellos fenómenos de desgracia coti- clave para explicar este cuadro convertido en fenómeno masivo la
diana que Pierre Bourdieu junto con otros colaboradores buscó idea de que los individuos, por la exigencia vagamente difundida
captar en el libro sobre La miseria del mundo:30 allí donde la desre- de que deben ser ellos mismos, se enfrentan, por así decirlo, a un
gulación y el desempleo generan una clase creciente de inútiles sobreesfuerzo psíquico; la presión permanente de obtener de la
permanentes, donde los consorcios que operan a escala interna- vida interior propia el material de una auténtica autorrealización
cional buscan sin ningún control político cada vez nuevos cami-

30 31
Fierre Bourdieu, Das Elend der Welt. Zeugnisse und Diagnosen des alltägli- Robert Castel, Die Metamorphosen der sozialen Frage, op. cit.
32
chen Leidens an der Gesellschaft, Constanza, 1997 [trad. esp.: La miseria del mundo, Alain Ehrenberg, Fatigue d’être soi. Dépression et société, París, 1998 [trad. esp.:
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2002]. La fatiga de ser uno mismo. Depresión y sociedad, Buenos Aires, Nueva Visión, 2000].
384 CRÍTICA DEL AGRAVIO MORAL REALIZACIÓN ORGANIZADA DE SÍ MISMO 385
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exige a los sujetos una forma sostenida de introspección que en meramente negativa–, pero en los hechos, por lo mismo, era sin
algún punto tiene que conducir, por así decirlo, al vacío; y seme- ninguna directiva, sin ningún contenido determinado y determi-
jante punto, en que incluso con un propósito fuerte las vivencias nante y, por tanto, disponía a ese vacío y esa inconsistencia que
psíquicas ya no establecen una dirección para la ejecución de la permitía extenderse sin encontrar resistencia a cualquier impulso
Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines

vida, marca para Ehrenberg el momento del inicio de una depre- casual, caprichoso y seductor –de acuerdo con el destino del
sión.33 Es posible que al convertirse el ideal de autorrealización en hombre inestable quien ha abandonado a sus dioses y cuya “li-
una relación de coerción hayamos alcanzado el umbral histórico bertad” así obtenida solo da lugar a que cualquier valor momen-
en que la vivencia de ese vacío ha llegado a ser la experiencia de táneo se eleve en ídolo–.35
una parte creciente de la población: presionados por todos lados
para que se muestren abiertos a los impulsos psíquicos de un au-
téntico encuentro de sí mismos, a los sujetos no les queda más que REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
la alternativa entre una autenticidad simulada o la fuga hacia la
enfermedad depresiva, entre la originalidad orquestada por moti-
vos estratégicos y el enmudecimiento enfermizo.34 Considerando ADORNO, Theodor W., “Freizeit”, en Gesammelte Schriften, t. 10.2,
la claridad con que Georg Simmel observó los cambios sociocultu- Francfort del Meno, 1977, pp. 645-655.
rales de su época, no sorprende que en su Filosofía del dinero se en- BAETHGE, Martin, “Arbeit, Vergesellschaftung, Identität – Zur zu-
cuentre ya un presentimiento de esta situación. Sobre el ideal de nehmenden normativen Subjektivierung der Arbeit”, en So-
autorrealización se dice allí: ziale Welt, año 42, vol. I, 1991, pp. 6-19.
BECK, Ulrich, Risikogesellschaft. Auf dem Weg in eine andere Moderne,
Definitivamente era libertad lo que [es decir: los campesinos, AH] Fráncfort del Meno, 1986 [trad. esp.: La sociedad del riesgo. Ha-
obtuvieron; pero solo la libertad de algo, no la libertad para algo; cia una nueva modernidad, Barcelona, Paidós Ibérica, 1998].
definitivamente, en apariencia era la libertad para todo –por ser BEHRENS, Johann, “‘Selbstverwirklichung’ – oder: Vom Verblassen
aller Alternativen zur Berufsarbeit. Umfragen und Fallstudien
zur Krise der Arbeit in Familie und Erwerbsarbeit”, en Hans-
Joachim Hoffmann-Novotny y Friedhelm Gehrmann (eds.),
33
Para el caso de Alemania, véase Jörg Frommer, Martina Knüfermann, Ansprüche an die Arbeit. Umfragedaten und Interpretationen,
Christian Krause y Diana Wittig, “Angst und Depressivität im Ost-West-Ver- Fráncfort del Meno y Nueva York, 1984, pp. 117-135.
gleich. Eine inhaltsanalytische Studie an psychotherapeutischen Erstinterviews”, BELL, Daniel, Die Zukunft der westlichen Welt, Kultur und Technolo-
en Aike Hessel, Michael Geyer y Elmar Brähler (eds.), Gewinne und Verluste sozia-
gie im Widerstreit, Fráncfort del Meno, 1976.
len Wandels. Globalisierung und deutsche Wiedervereinigung aus psychosozialer Sicht,
Opladen y Wiesbaden, 1999. BOLTANSKI, LUC y Ève Chiapello, Le Nouvel Esprit du Capitalisme,
34
Andreas Kuhlmann me señaló que en este punto habría que distinguir París, 1999 [trad. esp.: El nuevo espíritu del capitalismo, Madrid,
más estrictamente entre la depresión en el estrecho sentido clínico y en el lato Akal, 2002].
sentido metafórico de un “sufrimiento por el vacío interior”, pues mientras BOURDIEU, Pierre, Das Elend der Welt. Zeugnisse und Diagnosen des
la persona verdaderamente depresiva parece perder todo interés por su vida
y su entorno, y está, por ende, “como paralizada”, la persona que padece un
“vacío interior” bien puede sostenerse de manera compensatoria con activida-
des febriles e inquietas. Para seguir tratando este tema, que aquí solo hemos
esbozado, dicha distinción sería de extrema importancia. 35
Georg Simmel, Philosophie des Geldes, op. cit., p. 552.
386 CRÍTICA DEL AGRAVIO MORAL REALLZACIÓN ORGANIZADA DE SÍ MISMO 387
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busca expresar con tales procesos de racionalización o emancipa-
ción, en términos normativos, ha sido enriquecido de manera gra-
dual, al mismo tiempo se ha venido conservando la idea de una
restricción estructural generada por el sistema de aprovecha-
miento capitalista; incluso allí donde se contó con una lógica idio-
sincrásica de la racionalización comunicativa del mundo de vida,
el esquema de evolución rector seguía siendo la tendencia de una
creciente oposición al mundo de las leyes de funcionamiento eco-
nómico, mundo que se estaba independizando. Sin embargo,
quien hoy en día intente examinar las nuevas transformaciones
de las sociedades capitalistas en Occidente se topará pronto con
las deficiencias de este modelo tradicional: no solo es muy difícil
definir los límites entre la cultura y la economía, entre el mundo

1
Estas reflexiones tienen la función de precisar un programa de investi-
gaciones que servirá, en el Instituto de Investigaciones Sociales de Fráncfort,
de marco teórico para los proyectos empíricos allí ubicados. Los primeros ele-
mentos de dicho programa de investigaciones se encuentran en Axel Honneth
(ed.), Befreiumg aus der Mündigkeit. Paradoxien des gegenwärligen Kapitalismus,
Fráncfort del Meno, 2002. Este trabajo fue publicado en Berliner Debatte Initial,
15: 1, 2004, pp. 4-17.

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