¿Trova o Repentismo?

Convergencia de un canto popular.

Por. Esneider Marín Torres

Músico Percusionista.

A américa llega con los europeos su folklore, danzas, instrumentos

musicales, formas interpretativas que en la época estaban
enmarcadas como cultas e incultas (música sinfónica y música
popular) y sin duda llegan sus narrativas tanto cantadas como
recitadas.

La trova y el trovador español arriban a la isla de Cuba, allí en la

primera ciudad capital del país se compondría lo que se conoce como
una de las nacientes canciones trovadorescas hechas en el nuevo
continente, que además se convertiría en el himno de independencia
del ejercito Mambí, La Bayamesa, pieza histórica que representa una
época y un momento en la vida de un pueblo. Así es la trova en la
vida de las personas, un sentido popular y propio, una forma de
viajar por medio del discurso y la poesía.

A la Nueva Granda llegan también los españoles con su folklore y

demás formas culturales expresivas, entre estas aparece en el
panorama cultural granadino los trovadores, que con sus guitarras
o laúd (hoy convertidas en bandolas) componían sus piezas poéticas
cantadas, elementos que han acompañado al ser humano desde siglos
anteriores.

Muchas son las historias que narran como la trova nace en el campo
de un país como el nuestro, pero en esa historia se ha ignorado que
no solo Colombia tiene este tipo de expresionismo popular y
campesina, en cada país donde hubo presencia europea hay un cantor
popular y paradójicamente este tipo de canción o poesía cantada, o
incluso género musical nace en las montañas, llanos y pampas
latinoamericanas. En Colombia se les conoce como trovadores, en otros
lugares como Copleros, repentistas, Payadores y cantaores, aquí todos
utilizan la improvisación y su ingenio para contar sus tradiciones,
anhelos y retos de manera jocosa.