• Tiene forma de semiluna y se encuentra apoyada sobre las superficies
superior y posterior del testículo. Mide aprox. 7,5 cm de longitud. En el epidídimo se describe una cabeza, un cuerpo y una cola. • El conducto epididimario se pliega para caber en el epidídimo, por consecuencia, en los preparados se observan cortes transversales, diagonales y longitudinales del conducto con escaso tejido conectivo entre ellos. • Está revestido por una epitelio seudoestratificado que consta de dos tipos de células, llamadas principales y basales. 1.- Células principales : Son cilíndricas altas, su altura disminuye a medida que se acercan al conducto deferente. Desde la superficie apical de estas células se extienden hacia la luz muchas microvellosidades modificadas largas e irregulares que reciben el nombre de estereocilios. 2.- Células basales : son pequeñas y redondeadas y están apoyadas sobre la lámina basal. Además, son frecuentes los linfocitos intraepiteliales, que reciben el nombre de células de halo. Las células epididimarias tienen función tanto absortiva como secretora. La mayor parte del líquido que no es absorbido por los conductillos eferentes se reabsorbe en la porción proximal del epidídimo. Las células epiteliales también fagocitan cualquier cuerpo residual que no haya sido eliminada por las células de Sertoli. Las células principales secretan glicerofosfocolina, ácido sialico y glucoproteinas, que contribuyen a la maduración de los espermatozoides. El epitelio del conducto epididimario descansa sobre una vaina delgada de tejido conectivo laxo, en torno de la cual hay células muscular lisas dispuestas en capas. En la cabeza el conducto posee una capa de musculo circular, en el cuerpo posee dos capas, una longitudinal interna y otra circular externa. En la cola se agrega una capa longitudinal externa, de modo que la circular que en medio de las dos capas longitudinales MUCOSA VAGINAL La vagina comienza desde el cuello uterino (la parte más baja del útero) y se abre en la vulva (los genitales externos de la mujer). La vagina está generalmente plegada con sus paredes tocándose entre sí. Las paredes vaginales tienen muchos pliegues que ayudan a que la vagina se abra y se expanda durante la relación sexual o el nacimiento de un bebé. El tejido que conforma el tracto genital femenino (mucosa) también está compuesto en su mayor parte por múltiples capas de epitelio estratificado, que suele ofrecer una buena barrera contra la mayoría de virus y patógenos que puedan entrar en contacto con la vagina. siendo el más habitual de ellos el mantenimiento de un medio ácido que, curiosamente, se mantiene así gracias a la acción de una bacteria que se encuentra presente en la flora habitual de la mucosa vaginal. Estas bacterias llamadas lactobacilos o bacilos de Doderlain, se alimentan del glucógeno (azúcar) que se almacena en las células de la pared vaginal y lo metabolizan convirtiéndolo principalmente en ácido láctico y peróxido de hidrógeno (entre otras sustancias), lo cual contribuye a que la mucosa vaginal mantenga un entorno ácido, con un pH de aproximadamente 4.0. Normalmente, bacterias, hongos y protozoos necesitan un entorno alcalino (un pH superior a 6.0) para sobrevivir y además también utilizan el glucógeno para nutrirse. La presencia de lactobacilos en la vagina hace que todos esos organismos extraños que llegan hasta ella encuentren un entorno poco adecuado para su proliferación, por lo que una buena colonia de lactobacilos y otras bacterias que forman la flora bacteriana es indispensable para mantener la vagina libre de la mayoría de infecciones.
Diferentes tipos de células y tejidos se encuentran en la vagina:
1.- El revestimiento de la vagina tiene una capa de células planas
llamadas células escamosas. A esta capa de células se le llama también epitelio o revestimiento epitelial porque las células escamosas son un tipo de célula epitelial. 2.- La pared vaginal debajo del epitelio está compuesta por tejido conectivo, muscular, vasos linfáticos y nervios. 3.- Las glándulas cercanas a la abertura de la vagina producen una mucosidad que mantiene lubricado el revestimiento de la vagina.