¿Con que limpiara el joven su camino?

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1 Lo necesario para limpiar el camino del joven
1.1 Un corazón escudriñador
1.2 La meditación en la palabra
2 La palabra nos dirá qué camino tomar
3 ¿Qué nos debe animar a estudiar la palabra?

¿Con qué limpiará el joven su camino?

Con guardar tu palabra.

Salmo 119:9

Introducción

En la biblia hay muchos referentes para los jóvenes, el más grande de ellos
obviamente es Jesucristo,

Es el único perfecto en la palabra de Dios, en él no hay error ni pecado, el resto de

personajes como José, Moisés, David…

Aunque fueron personas con una gran fe, tuvieron momentos de desliz, a José se le
olvido darle la gloria a Dios al decir: “¿no sabéis que un hombre como yo sabe
adivinar?” Génesis 44:15

David, fue autor de un homicidio para poder encubrir su pecado de adulterio con
la mujer de Urías. 2 Samuel 11:14

Y podemos pasarnos un buen tiempo hablando de los pecados y errores que

cometieron los hombres de Dios en determinada época de su vida.

El versículo que leímos al inicio lo escribió David, en él expresa su falta de

entendimiento para obedecer la ley de Dios.

Este salmo fue escrito después de hacer pecado contra Dios, aquí reconoce lo
importante de meditar en la palabra de Dios para no caer en pecado.

En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 

Salmo 119:15
Puntos principales

Lo necesario para limpiar el camino del joven

Un corazón escudriñador

Hemos escuchado miles de sermones, sin exagerar, de que hacer para no caer en
tentación, la mayoría de ellos están enfocados a la práctica espiritual de la oración.

Testimonio:

“en una ocasión hablando con un pastor que había caído en pecado, comento: no sé
qué me paso, oré mucho para no caer, hice muchos ayunos, pero aun así no pude
contenerme”

¿Porque hay tentaciones que por mucho que oremos siguen rondando en nuestras
cabezas?

Fácil, a eso que llamamos tentación la biblia lo llama concupiscencia y es la que nos
lleva a cometer pecado.

“sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y

seducido.

Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el

pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

Santiago 1:14-15

Las concupiscencias no se pueden eliminar al 100% pero podemos evitar

alimentarlas, ¿Cómo desnutrimos las concupiscencias?

Todo empieza en el corazón, en nuestros pensamientos, duramos despiertos

aproximadamente 16 o 18 horas en el día, en ese lapso de tiempo nos ocupamos
en diferentes labores y nos exponemos a diferentes situaciones.

Es en esos momentos donde somos tentados con lo que vemos y oímos, es donde
a nuestra mente vienen diversos pensamientos inclinados a lo malo.

Hay un dicho bien dicho que dice: no puedes evitar que los pájaros vuelen sobre tu
cabeza, pero sí que hagan nido en ella.
Es imposible que no se vengan pensamientos contrarios a la voluntad de Dios, pero
es posible no meditar en ellos.

Encontramos la clave NO MEDITAR EN ELLOS y es ahí donde le damos la razón a

David cando dice:

“En tus mandamientos meditare”

Salmo 119:15

Entonces, lo primero que se necesita es un corazón dispuesto a aprender más de

Dios, que escudriñe las escrituras.

Hay muchedumbre de versos bíblico que nos mandan a estudiar la Palabra, el más
conocido es el que dijo Jesús:

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna;

y ellas son las que dan testimonio de mí.

Juan 5:39

La meditación en la palabra

Si todo el tiempo estamos resistiendo los malos pensamientos con los nuestros,
perderemos la batalla de pensamientos.

Los argumentos que se levantan en nuestra mente se combaten con pensamientos

bíblicos y no humanos.

“porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas,

derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios,

y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”

2 Corintios 10:4-5

Dependiendo de la situación se levantaran pensamientos como: ¡vamos, en ese

negocio que vas a hacer puedes robar! Pero, así como se levantan los malos
pensamientos, se levantará la palabra en tu corazón que te dice:
 ¿perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera.

Romanos 6:16

Que nuestro corazón se convierta en un campo de batalla donde derrotemos

los dardos del enemigo con la palabra de Dios.

Así como lo hizo Jesús, que cada vez que satanás lo tentaba, Jesús misionaba una
cita bíblica para mantenerse en pie.

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se

conviertan en pan.

El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.

Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,

y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:

A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán,

Para que no tropieces con tu pie en piedra.

Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del
mundo y la gloria de ellos,

y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y
a él sólo servirás.

El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

Mateo 4:1-11
La palabra nos dirá qué camino tomar

Los mandamientos y las enseñanzas son como una lámpara encendida;

la corrección y la disciplina te mostrarán cómo debes vivir;

Proverbios 6:23

¡Todos los errores que hemos cometido los hubiéramos podido evitar si
aplicáramos la palabra de Dios!

Bien dijo: Immanuel Kant

“La existencia de la Biblia como texto para el pueblo es el más valioso bien que posee
el género humano. Todo intento de menospreciarla constituye un crimen contra la
humanidad.”

Algunos cristianos no la menosprecian de palabras, pero si de hechos, cuando se

organiza una actividad recreativa fluyen las ideas.

Pero cuando se organiza un estudio bíblico fluyen las excusas para no asistir,
recordemos que Dios tiene más en cuenta los aptos que las palabras.

¿Qué nos debe animar a estudiar la palabra?

Entender ciencia y sabiduría, tomar consejo y dirección para nuestra vida, dar a
liento a nuestras almas y consuelo en las tribulaciones.

Por fe vivimos, si queremos más fe debemos escudriñar más la palabra.

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Romanos 10:17

Y lo más importante, sin la palabra no tendríamos salvación, porque gracias a ella

conocemos de esta salvación tan grande.

Conclusión

Si queremos vivir dos veces (una en la tierra y otra en el cielo) debemos escudriñar
la biblia.
¿son razones suficientes para amar la palabra y estudiarla?

Si queremos llegar a la meta de este llamamiento, debemos estar pensando

constantemente en la palabra de Dios.

Estudiemos la palabra, ella nos guardara de que nuestro pie no tropiece en piedra
y si tropezamos nos levantara.