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I. PETITORIO:
Que, habiendo sido notificada con la resolución N° 01 de
fecha 06 de Marzo del 2019, con el contenido de la demanda de Reducción de Alimentos y sus
anexos, presentada en mi contra por don Lucho Antonio Aquino Trejo, motivo por el cual
recurro a su honorable despacho con la finalidad de proceder dentro del plazo legal a
CONTESTAR la demanda, negándola y contradiciéndola en todos sus extremos, solicitando se
declare INFUNDADA en base a los fundamentos de hechos y derecho que expongo a
continuación:
II. FUNDAMENTOS DE HECHO:
PRIMERO: Respecto del primer y segundo punto del contenido de la demanda, es cierto que
con el recurrente procreamos a nuestro hijo Adrián Valentino Aquino Cueto, producto de
nuestra relación sentimental, así como es cierto que mediante proceso judicial N° 1708-2009,
seguida ante el juzgado de paz letrado se fijó como pensión de alimentos a favor a nuestro
menor hijo el 20% de la remuneración mensual que percibe el demandante, la mismas que hasta
la fecha viene cumpliendo toda vez que su empleadora – ministerio de educación – viene
haciendo es descuento de planilla, dado que el recurrente tiene la condición de profesor
nombrado.
SEGUNDO: Respecto del tercer y cuarto punto de la demanda, es preciso aclarar que la relación
entre mi menor hijo, su padre y mi persona en calidad de madre, es nula, por ello decir que se
mantiene una buena relación es completamente falso, ya que en realidad no existe ninguna
clases de relación, esto debido a que mi menor hijo no es tomando en cuenta por parte de su
padre, puesto que el recurrente solo le da prioridad a sus demás hijos; en la actualidad y
después de todos los años de ausencia solo pretende aparecer para reducir la pensión de
alimentos de nuestro menor hijo, la misma que desde ya es sumamente baja, si bien es cierto el
recurrente asiste con una pensión de alimentos a dos de sus hijas mayores, sin embargo dicha
asignación fue fijada el 31 de enero del 2008, es decir casi dos años antes que se fijara la
pensión de mi menor hijo, cuando él ya tenía carga familiar, y sabia cuáles eran sus obligaciones
para con su otros hijos, por lo que alegar que posee carga familiar, es solo una estrategia para
reducir la pensión de alimento de mi menor hijo, que como vuelvo a repetir es sumamente baja;
se debe tener en cuenta que, el 20% asignado, fue el porcentaje que el propio recurrente
propuso, aceptando por mi parte dicha propuesta sin modificación alguna, es decir nadie le
impuso el monto de pensión, por lo que se entiende que el mismo recurrente conocía su
capacidad económica.
QUINTO: Respecto del quinto, si bien es cierto el recurrente ha acreditado tener familia, es
decir una esposa y un hijo, esto no enerva su responsabilidad como padre para sus demás hijos,
dado que tanto el demandante como su esposa son persona jóvenes que oscilan entre los 35 y
45 años, los mismo que no tienen ningún impedimento físico y/o psicológico que los inhabilite
para el trabajo que les permita llevar una vida holgada, puesto que conforme lo establece el
artículo 93° del código del niño y del adolecente, “es obligación de ambos padres prestar
alimentos de sus hijos”.
OCTAVO: De otro lado, nuestro Código Civil en su art. 482° primera parte nos señala que: “La
pensión de alimenticia se incrementa o reduce según el aumento o la disminución que
experimenten las necesidades del alimentista y las posibilidades del que deba prestarlas.
Cuando el monto de la pensión se hubiera fijado en un porcentaje de las remuneraciones del
obligado, no es necesario nuevo juicio para reajustarla. Dicho reajuste se produce
automáticamente según las variaciones de dichas remuneraciones.”
NOVENO: En ese sentido es necesario referirnos a las necesidades del alimentista; está
claramente normado por nuestra legislación que las necesidades se presumen por ser mi
pequeño hijo un menor de 10 años de edad, dependiendo directamente de sus padres, e
incapaz de sostenerse por el mismo; además de venir cursando el quinto grado de educación
primaria, en la institución educativa publica N° 20390 “HORTENCIA DULANTO DE LAS CASAS”
del distrito de Chancay Provincia de Huaral Departamento de Lima, conforme es de verse de la
constancia de estudios de fecha 19 de Marzo del 2019, que adjunto como medio probatorio, de
otro lado cada año se debe cubrir gastos de derecho de APAFA, útiles escolares, y vestimenta
educativa, cuyos costos superar la pensión que el demandando viene proporcionando, así
como sus controles de salud, que si bien es cierto goza del seguro por parte del recurrente,
existen medicamentos que no costea el seguro; es decir señor juez las necesidades de mi
menor hijo no ha disminuido para nada, por el contario han aumentado y seguirán aumentado
conforme se desarrolle y cumpla sus aspiraciones académicas; además de ello el recurrente no
ha acreditado de forma fehaciente que las necesidades de mi menor hijo hayan disminuido,
puesto que en la realidad tal disminución de necesidad no existe.
DECIMO: Asimismo debemos referirnos a las posibilidades económicas del demandado; debe
tenerse presente señor juez que desde que se fijó la pensión de alimentos, la carga familiar
referida a sus dos hijas mayores ya las poseía, y fue propuesto de propio recurrente establecer
una pensión del 20% para mi menor hijo, es decir él sabía cuál era sus posibilidades para con su
tres hijos en aquel entonces, más aun si tenemos en cuenta que el demandado sigue
trabajando como docente nombrado en la institución educativa publica N° 20402 “Virgen de
Fátima” de la ciudad de Huaral, y que recibe un sueldo que desde la fecha que se realizó la
conciliación en el expediente N° 01708-2009-0-1302-JP-FC-02, o ha disminuido, puesto que no
presenta ningún medio probatorio que así lo acredite, muy por el contario ha habido un ligero
aumento de sus ingresos a raíz de la huelga que realizo el magisterio que es de conocimiento
público, donde el sector educación anuncio un aumento de sueldo para los profesores
nombrados; si bien es cierto ahora tiene una nueva familiar donde existe un menor más, ello no
es razón suficiente para disminuir la pensión de mi hijo, ya que como se mencionó en líneas
precedentes, tanto su conyugue, y sobre todo el demandante no cuenta con ninguna
imposibilidad física ni menta que le impida trabajar en diferentes ocupaciones que le permitan
agenciarse de la economía que requiere para cumplir con sus obligaciones.
Situación que viene realizando señor juez, es decir el recurrente no solo cuenta con su trabajo
como docente nombrado, sino que realiza actividades de organización de eventos y labora en
Radio Impacto de Huaral, junto a su esposa Teresa Violeta Lázaro Zevallos, conforme es de
verse del informe de la red social que adjuntamos como medio probatorio, lo cual le permite
llevar un vida holgada, con el cual le permite adquirir bienes, tal como el auto de placa N°
H2B379, la semi-camioneta de placa N° 20192A y un lote de terreno ubicado en la Lotizadora “EL
AMAUTA”, que como es de conocimiento público es una Lotizadora de la asociación
magisterial donde sus socios son docente, la profesión con la que cuenta el recurrente, lo antes
dicho se acredita con el reporte de bienes muebles e inmuebles obtenidos de la sunarp, los
mismo que adjunto como medios probatorios; es decir señor juez queda sumamente claro que
las posibilidades económicas del recurrente no han disminuido, muy por el contrario se
presume que han aumentado, y no como pretende hacerle crear a su judicatura, tratando de
sorprenderlo indicando que sus ingresos no le alcanzan.
OTROSI DIGO: .- Al amparo de los Artículos 80 y 74 del Código Procesal Civil; Otorgo facultades
Generales de Representación al Abogado que autoriza el presente escrito; Declarando estar
debidamente instruido de las facultades que otorgo, señalando domicilio personal en lo
indicado en la introducción del presente escrito.