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El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos

Médicos de atención de la salud de la mujer

OPINIÓN DEL COMITÉ

Número 495 • Julio 2011
(Reafirmado 2017)

Comité de Práctica Obstétrica

Este documento refleja los avances clínicos y científicos emergentes a la fecha de emisión y
está sujeto a cambios. La información no debe interpretarse como dictando un curso exclusivo
de tratamiento o procedimiento a seguir.

Vitamina D: detección y suplementación durante

El embarazo
RESUMEN: Durante el embarazo, la deficiencia grave de vitamina D materna se ha asociado con evidencia bioquímica de homeostasis
esquelética alterada, raquitismo congénito y fracturas en el recién nacido. En este momento, no hay pruebas suficientes para respaldar
una recomendación de detección de deficiencia de vitamina D en todas las mujeres embarazadas.
Para las mujeres embarazadas que se cree que tienen un mayor riesgo de deficiencia de vitamina D, se pueden considerar los niveles
de 25-hidroxivitamina D en suero materno y se deben interpretar en el contexto de la circunstancia clínica individual. Cuando se identifica
una deficiencia de vitamina D durante el embarazo, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que 1000 a 2000 unidades
internacionales por día de vitamina D son seguras. Los regímenes de dosis más altas utilizados para el tratamiento de la deficiencia de
vitamina D no se han estudiado durante el embarazo. Las recomendaciones sobre la suplementación rutinaria de vitamina D durante el
embarazo más allá de la contenida en una vitamina prenatal deben esperar la finalización de los ensayos clínicos aleatorizados en curso.

La vitamina D es una vitamina liposoluble que se obtiene principalmente
del consumo de leche o jugos fortificados, aceites de pescado y suplementos
dietéticos. También se produce endógenamente en la piel con la exposición
a la luz solar. La vitamina D que se ingiere o se produce en la piel debe
someterse a hidroxilación en el hígado a 25-hidroxivitamina D (25-OH-D),
luego a una hidroxilación adicional principalmente en el riñón a la 1,25-
dihidroxivitamina D fisiológicamente activa. La forma es esencial para
promover la absorción de calcio en el intestino y permite la mineralización
y el crecimiento normal de los huesos.
Durante el embarazo, la deficiencia grave de vitamina D materna se ha
asociado con evidencia bioquímica de homeostasis esquelética alterada,
raquitismo congénito y fracturas en el recién nacido (1, 2).
La evidencia reciente sugiere que la deficiencia de vitamina D es
común durante el embarazo, especialmente entre los grupos de alto riesgo,
incluidas las vegetarianas, las mujeres con exposición solar limitada (p. ej.,
aquellas que viven en climas fríos, residen en latitudes del norte o usan
ropa protectora contra el sol y el invierno) y minorías étnicas, especialmente
las de piel más oscura (3–5). Los niveles de vitamina D en los recién
nacidos dependen en gran medida del estado de vitamina D de la madre.
En consecuencia, los bebés de madres con o con alto riesgo de deficiencia
de vitamina D también corren el riesgo de tener deficiencia de vitamina D
(5–6).
Para la mujer embarazada individual que se piensa que tiene un
mayor riesgo de deficiencia de vitamina D, el suero
La concentración de 25-OH-D se puede utilizar como indicador del estado
nutricional de vitamina D. Aunque no hay consenso sobre un nivel óptimo
para mantener la salud general, la mayoría está de acuerdo en que un nivel
sérico de al menos 20 ng/mL
(50 nmol/L) para evitar problemas óseos (7–10).
Con base en las observaciones de los biomarcadores de la actividad de la
vitamina D, como la hormona paratiroidea, la absorción de calcio y la
densidad mineral ósea, algunos expertos han sugerido que la deficiencia
de vitamina D debe definirse como niveles circulantes de 25-OH-D inferiores
a 32 ng/ml. (80 nmol/L) (11).
No se ha determinado un nivel sérico óptimo durante el embarazo y sigue
siendo un área de investigación activa.
En 2010, el Consejo de Alimentación y Nutrición del Instituto de
Medicina de las Academias Nacionales estableció que una ingesta
adecuada de vitamina D durante el embarazo y la lactancia era de 600
unidades internacionales por día (12). La mayoría de las vitaminas
prenatales suelen contener 400 unidades internacionales de vitamina D por
tableta. Al resumir estudios observacionales e intervencionistas recientes,
los autores de un informe clínico reciente del Comité de Nutrición de la
Academia Estadounidense de Pediatría sugirieron que es posible que se
necesite una ingesta diaria superior a la recomendada por la Junta de
Alimentos y Nutrición para mantener la vitamina D materna. suficiencia (13).
Aunque faltan datos sobre la seguridad de dosis más altas, la mayoría de
los expertos están de acuerdo en que la vitamina D suplementaria es segura
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en dosis de hasta 4.000 unidades internacionales por día durante el
embarazo o la lactancia (12).
En este momento, no hay pruebas suficientes para respaldar
una recomendación de detección de deficiencia de vitamina D en
todas las mujeres embarazadas. Para las mujeres embarazadas
que se cree que tienen un mayor riesgo de deficiencia de vitamina
D, se pueden considerar los niveles de 25-OH-D en el suero materno
y se deben interpretar en el contexto de la circunstancia clínica
individual. Cuando se identifica una deficiencia de vitamina D
durante el embarazo, la mayoría de los expertos están de acuerdo
en que 1000–2000 unidades internacionales por día de vitamina D
son seguras. Los regímenes de dosis más altas utilizados para el
tratamiento de la deficiencia de vitamina D no se han estudiado
durante el embarazo. Las recomendaciones sobre la suplementación
rutinaria de vitamina D durante el embarazo más allá de la contenida
en una vitamina prenatal deben esperar la finalización de los
ensayos clínicos aleatorizados en curso. En este momento, no hay
pruebas suficientes para recomendar la administración de
12. Instituto de Medicina de las Academias Nacionales (EE.UU.).
suplementos de vitamina D para la prevención del parto prematuro o la preeclampsia.
Referencias
1. Pawley N, obispo NJ. Predictores prenatales e infantiles de la salud ósea: la
influencia de la vitamina D. Am J Clin Nutr 2004;80:1748S–51S.
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Estado de vitamina D materna durante el embarazo y los resultados del
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3. Hollis BW, Wagner CL. Evaluación de los requerimientos dietéticos de
vitamina D durante el embarazo y la lactancia. Am J Clin Nutr 2004;79:717–
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vitamina D en un grupo saludable de madres y recién nacidos. Clin Pediatr
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2 Opinión del Comité No. 495
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en Arch Dis Child 2007;92:1049]. Arch Dis Child 2007;92:750–3.
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357:266–81.
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N Engl J Med 2007;357:1980–1; respuesta del autor 1981–2.
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10. Institutos Nacionales de Salud, Oficina de Suplementos Dietéticos.
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11. Hollis BW, Wagner CL. Niveles séricos normales de vitamina D.
N Engl J Med 2005;352:515–6; respuesta del autor 515–6.
Ingestas dietéticas de referencia de calcio y vitamina D.
Washington, DC: Prensa de la Academia Nacional; 2010.
13. Wagner CL, Greer FR. Prevención del raquitismo y la deficiencia de vitamina
D en bebés, niños y adolescentes. Sección de Lactancia Materna de la
Academia Estadounidense de Pediatría; Comité de Nutrición de la Academia
Estadounidense de Pediatría [la errata publicada aparece en Pediatrics
2009;123:197]. Pediatría 2008;
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ISSN 1074-861X
Vitamina D: cribado y suplementación durante el embarazo. Opinión
del Comité No. 495. Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos.
Obstet Gynecol 2011;118:197–8.