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Manual de Consensos Ped 2021 Parte 1
Manual de Consensos Ped 2021 Parte 1
Actualizaciones 2021
El Instituto Aula Magna es un nuevo concepto en Cursos para el Ingreso a las
Residencias Médicas en la Argentina.
Nuestro Instituto nace luego de muchos años de experiencia en diferentes centros de
altos estudios, y de la fusión de profesionales médicos y profesores especializados en las
más diversas áreas educativas, que decidieron unir sus esfuerzos y formar una idea.
Teniendo en cuenta el tiempo otorgado para la preparación de los exámenes de
Residencias Médicas, tenemos la necesidad de destacar los conceptos fundamentales que
son evaluados año tras año. Es por ello que decidimos realizar este manual con el fin de
obtener la información necesaria y actualizada de Pediatría. De esta manera, les
brindamos la información para su mejor preparación y conocimiento, y lograr el gran
objetivo de ingresar al Sistema de Residencias y Concurrencias Médicas. Nuestra
bibliografía siempre está basada en la considerada oficial, y es actualizada todos los años.
El Resumen de las Actualizaciones 2021 del Instituto Aula Magna es la herramienta
justa, sumado al resto de nuestros manuales, para preparar adecuadamente los exámenes
UBA, Único Médico e Instituciones Privadas.
Sabemos lo que necesitas, pasamos por lo mismo que vos, pensamos en el alumno
tratando de formar un médico mejor.
PARTE GENERAL
ARTÍCULO 1°. - El ejercicio de la medicina, odontología y actividades de colaboración de las mismas en la
Capital Federal y Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, queda sujeto a
las normas de la presente ley y las reglamentaciones que en su consecuencia se dicten.
El control del ejercicio de dichas profesiones y actividades y el gobierno de las matrículas respectivas se
realizará por la Secretaría de Estado de Salud Pública en las condiciones que se establezcan en la
correspondiente reglamentación.
ARTÍCULO 3°. - Todas las actividades relacionadas con la asistencia médico-social y con el cuidado de la
higiene y estética de las personas, en cuanto puedan relacionarse con la salud de las mismas, estarán
sometidas a la fiscalización de la Secretaría de Estado de Salud Pública y sujetas a las normas de esta ley y
sus reglamentaciones.
ARTÍCULO 4°. - Queda prohibido a toda persona que no esté comprendida en la presente ley participar en
las actividades o realizar las acciones que en la misma se reglamentan. Sin perjuicio de las penalidades
impuestas por esta ley, los que actuaren fuera de los límites en que deben ser desarrolladas sus
actividades, serán denunciadas por infracción al art. 208 del Cód. Penal.
ARTÍCULO 5°. - Para ejercer las profesiones o actividades que se reglamentan en la presente ley, las
personas comprendidas en la misma deberán inscribir previamente sus títulos o certificados habilitantes en
la Secretaría de Estado de Salud Pública, la que autorizará el ejercicio profesional otorgando la matrícula y
extendiendo la correspondiente credencial. Esta deberá ser devuelta a la Secretaría de Estado mencionada
cuando por cualquier circunstancia sea suspendida o anulada la correspondiente matrícula.
Los interesados, en su primera presentación, deberán constituir un domicilio legal y declarar sus domicilios
real y profesional.
La matriculación es el acto por el cual la autoridad sanitaria (Secretaría de Estado de Salud Pública) otorga
la autorización para el ejercicio profesional, la que podrá ser suspendida en virtud de sentencia judicial firme
o de acuerdo con lo establecido en el título VIII de la presente ley.
ARTÍCULO 6°. - La Secretaría de Estado de Salud Pública tiene facultades para controlar en todos los
casos la seriedad y eficiencia de las prestaciones, pudiendo intervenir de oficio, por demanda o a petición
de parte interesada. La resolución que se dicte en cada caso al respecto no causará instancia.
ARTÍCULO 7°. - Los locales o establecimientos donde ejerzan las personas comprendidas en la presente
ley, deberán estar previamente habilitados por la Secretaría de Estado de Salud Pública y sujetos a su
fiscalización y control, la que podrá suspender la habilitación, y/o disponer su clausura cuando las
ARTÍCULO 8°. - La Secretaría de Estado de Salud Pública, a través de sus organismos competentes
inhabilitará para el ejercicio de las profesiones y actividades auxiliares a las personas con enfermedades
invalidantes mientras duren éstas. La incapacidad será determinada por una junta médica constituida por un
médico designado por la Secretaría de Estado de Salud Pública, quien presidirá la junta, otro designado por
la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y el restante podrá ser designado por el
interesado. Las decisiones de la junta médica se tomarán por simple mayoría de votos.
La persona inhabilitada podrá solicitar su rehabilitación invocando la desaparición de las causales, debiendo
dictaminar previamente una junta médica integrada en la forma prevista en el párrafo anterior.
ARTÍCULO 10. - Los anuncios o publicidad en relación con las profesiones y actividades regladas por la
presente ley, las personas que las ejerzan o los establecimientos en que se realicen, deberán ajustarse a lo
que la reglamentación establezca para cada profesión o actividad auxiliar.
Todo lo que exceda de nombre, apellido, profesión, título, especialidades y cargos técnicos, registrados y
reconocidos por la Secretaría de Estado de Salud Pública; domicilio, teléfono, horas y días de consulta,
debe ser previamente autorizado por la misma.
En ningún caso podrán anunciarse precios de consulta, ventajas económicas o gratuita de servicios,
exceptuándose a las entidades de bien público.
A los efectos de la presente ley entiéndese por publicidad la efectuada en chapas domiciliarias, carteles,
circulares, avisos periodísticos, radiales, televisados o cualquier otro medio que sirva a tales fines.
Las direcciones o administraciones de guías, diarios, revistas, radios, canales de televisión y demás medios
que sirvan a la publicidad de tales anuncios, que les den curso sin la autorización mencionada, serán
también pasibles de las sanciones pecuniarias establecidas en el Título VIII de la presente ley.
ARTÍCULO 11. - Todo aquello que llegare a conocimiento de las personas cuya actividad se reglamenta en
la presente ley, con motivo o en razón de su ejercicio, no podrá darse a conocer -salvo los casos que otras
leyes así lo determinen o cuando se trate de evitar un mal mayor y sin perjuicio de lo previsto en el Código
Penal-, sino a instituciones, sociedades, revistas o publicaciones científicas, prohibiéndose facilitarlo o
utilizarlo con fines de propaganda, publicidad, lucro o beneficio personal.
ARTÍCULO 12. - Los profesionales médicos u odontólogos que a la fecha de la promulgación de la presente
ley tengan el ejercicio privado autorizado en virtud del inc. f) del art. 4° del dec. 6216/44 (ley 12.912) podrán
continuar en el mismo hasta el vencimiento de la respectiva autorización.
TITULO II
DE LOS MEDICOS
CAPITULO I - Generalidades
ARTÍCULO 13. - El ejercicio de la medicina sólo se autorizará a médicos, médicos cirujanos o doctores en
medicina, previa obtención de la matrícula correspondiente.
Podrán ejercerla:
ARTÍCULO 14. - Anualmente las universidades nacionales y escuelas reconocidas enviarán a la Secretaría
de Estado de Salud Pública una nómina de los alumnos diplomados en las distintas profesiones o
actividades auxiliares, haciendo constar datos de identificación y fecha de egreso.
Mensualmente las oficinas de Registro Civil enviarán directamente a la Secretaría de Estado de Salud
Pública la nómina de profesionales fallecidos, debiendo ésta proceder a la anulación del diploma y la
matrícula.
ARTÍCULO 15. - Los títulos anulados o invalidados por autoridad competente determinarán la anulación de
la matrícula. En la misma forma se procederá con relación a los títulos revalidados en el país. Las
circunstancias aludidas deberán ser acreditadas con documentación debidamente legalizada.
ARTÍCULO 16. - Los profesionales referidos en el art. 13, sólo podrán ejercer en los locales o consultorios
previamente habilitados o en instituciones o establecimientos asistenciales o de investigación oficiales o
privados habilitados o en el domicilio del paciente. Toda actividad médica en otros lugares no es admisible,
salvo casos de fuerza mayor o fortuitos.
ARTÍCULO 17. - Los profesionales que ejerzan la medicina podrán certificar las comprobaciones y/o
constataciones que efectúen en el ejercicio de su profesión, con referencia a estados de salud o
enfermedad, administración, prescripción, indicación, aplicación o control de los procedimientos a que se
hace referencia en el art. 2° precisando la identidad del titular, en las condiciones que se reglamenten.
ARTÍCULO 18. - Los profesionales que ejerzan la medicina no podrán ser simultáneamente propietarios
parciales o totales, desempeñar cargos técnicos o administrativos, aunque sean honorarios, en
establecimientos que elaboren, distribuyan o expendan medicamentos, especialidades medicinales,
productos dietéticos, agentes terapéuticos, elementos de diagnóstico, artículos de uso radiológico, artículos
de óptica, lentes y/o aparatos ortopédicos.
Se exceptúan de las disposiciones del párrafo anterior los profesionales que realicen labores de asistencia
médica al personal de dichos establecimientos.
ARTÍCULO 19. - Los profesionales que ejerzan la medicina están, sin perjuicio de lo que establezcan las
demás disposiciones legales vigentes, obligados a:
Neumonía:
Definición de caso: Enfermedad respiratoria aguda febril (> 38°) con tos, dificultad respiratoria, taquipnea y
radiología que muestra un infiltrado lobar o segmentario o derrame pleural.
Sinónimos diagnósticos: Neumonía, Neumonía de la comunidad, Neumonía bacteriana, Neumonía viral,
Neumonía atípica, Neumopatía aguda, Neumonitis, Bronconeumonía, Síndrome neumónico, NAC.
Modalidad de Notificación: Módulo de vigilancia clínica (C2) ante todo caso que cumpla con la definición
de caso sospechoso, modalidad Agrupada/numérica.
Periodicidad: Semanal
Periodicidad: Inmediata.
Periodicidad: Inmediata.
Higiene personal
Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de toser o estornudar.
Hay que evitar tocarse la boca, la nariz o los ojos, especialmente con manos sin lavar.
Al toser o estornudar, cubrirse la nariz y boca con un pañuelo o papel descartable, con el pliegue
interno del codo, para no diseminar partículas infectadas en el ambiente, y desechar el pañuelo en
la basura después de su uso. (Se deben lavar las manos inmediatamente después).
No compartir utensilios, alimentos y bebidas (ej. Mate).
Las personas con síntomas deben permanecer en sus domicilios sin concurrir al trabajo por 7 días,
o hasta la remisión completa de los síntomas respiratorios si estos persisten más allá de ese
período, y limitar el contacto con otros para evitar infectarlos.
No auto medicarse, y no ingerir aspirinas.
Todo paciente de cualquier edad internado por infección respiratoria aguda (IRAG) que requiera
cuidados intensivos.
Todo paciente que cumpla con la definición de caso de IRAGI.
En ambas situaciones se debe realizar panel respiratorio por IF, y si resultase negativo se estudiará
para Influenza por técnicas moleculares (PCR).
Pacientes internados en los establecimientos que funcionen como Unidades Centinela de IRAG. En
esta estrategia se estudiarán todos los pacientes seleccionados mediante técnicas y para los
agentes que se definan a partir de los protocolos de vigilancia vigentes.
Todo paciente que cumpla con la definición de caso de IRA sospecha virus emergente deberá ser
estudiada para diagnóstico etiológico en el Laboratorio Nacional de Referencia de Influenza y otros
virus respiratorios o a alguno de los Centros Nacionales de Influenza.
Pacientes ambulatorios seleccionados en el marco de la estrategia de Unidades Centinela de ETI.
En esta estrategia se estudiarán todos los pacientes seleccionados mediante técnicas y para los
agentes que se definan a partir de los protocolos de vigilancia vigentes.
No se debe esperar la confirmación de influenza por laboratorio para tomar decisiones acerca del inicio del
tratamiento con antivirales.
La indicación de tratamiento antiviral con Oseltamivir deberá continuar durante todo el período en que se
evidencie circulación de virus Influenza.
Las recomendaciones de Oseltamivir se aplican también a todos los pacientes que recibieron la vacuna antigripal.
Pacientes adultos
Pacientes ambulatorios: sólo se tratan los pacientes con factores de riesgo para complicaciones por
Influenza con menos de 48 horas de inicio de los síntomas. El embarazo se encuentra dentro de estos
factores de riesgo, por lo que deben recibir tratamiento las mujeres embarazadas (en cualquier
momento del embarazo) a iguales dosis que las mujeres no embarazadas, sin importar el tiempo de
evolución.
Pacientes internados: se tratan todos los pacientes internados por IRA sin esperar el resultado del
laboratorio.
Niños
Pacientes ambulatorios: sólo se tratan los pacientes con factores de riesgo para complicaciones por
Influenza con menos de 48 horas de inicio de los síntomas. Para el tratamiento antiviral no se
considera factor de riesgo a todo niño menor de 2 años.
Pacientes internados: se tratan todos los niños con presentación grave o progresiva que requiera
cuidados intensivos sin esperar el resultado del laboratorio. Si el resultado es Influenza o negativo para
virus respiratorios se deberá completar tratamiento. Si se recupera otro virus, evaluar según criterio
médico, gravedad y progresión de la enfermedad, edad del paciente, enfermedad de base, la
posibilidad de mantener o suspender el tratamiento.
En aquellos niños internados con cuadros moderados o leves, puede esperarse el resultado de la IFI
para iniciar el tratamiento con antivirales, siempre que se disponga de IFI con resultados dentro de las
24 horas de ingreso del paciente. Si el resultado es positivo para Influenza, completar tratamiento. Si se
rescata otro virus respiratorio o el estudio es negativo, al igual que en los pacientes graves evaluar
según criterio médico, gravedad y progresión de la enfermedad, edad del paciente, presencia de
factores de riesgo, la posibilidad de suspender el tratamiento antiviral específico.
QUIMIOPROFILAXIS POSTEXPOSICIÓN:
La quimioprofilaxis disminuye, pero no elimina el riesgo de padecer influenza. La seroprotección se obtiene
generalmente entre dos a tres semanas de la inmunización.
Se deben administrar antivirales para quimioprofilaxis en los pacientes con Factores de Riesgo para
complicaciones de Influenza que sean contactos estrechos con un caso de Influenza.
Dado que la efectividad de la vacuna contra la influenza no es del 100%, la historia de vacunación no
descarta que se pueda padecer una infección por virus influenza, por lo que el tratamiento antiviral empírico
temprano debe iniciarse en las personas vacunadas con signos y síntomas de influenza en los grupos en
los que está indicado.
Se recomienda oseltamivir para la quimioprofilaxis antiviral de influenza A (H1N1, H3N2) o Influenza B.
La quimioprofilaxis post exposición debe ser indicada cuando los antivirales pueden iniciarse dentro de las
48 horas de la última exposición y prolongarse durante 7 días.
En la situación epidemiológica actual, la quimioprofilaxis a la población general no está justificada y es
oportuno recordar que su uso indiscriminado aumenta la posibilidad de resistencia a la medicación
La rabia es una zoonosis de origen viral que afecta al sistema nervioso central (SNC) de todas las especies
de mamíferos, incluido el hombre, que en la gran mayoría de los casos presenta desenlace fatal. Está
distribuida en todo el mundo y es la responsable de la muerte de más de 60.000 personas por año. Aunque
se considera que hay un importante sub-registro, la mayoría de los casos tienen lugar en África y Asia, con
diferentes grados de control en el resto del mundo.
Los virus causantes de la rabia pertenecen a la familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus. En Argentina, así
como en toda América, se encuentra presente hasta el momento, sólo el virus rábico clásico (genotipo 1); y
dentro del mismo, existen diferentes variantes antigénicas.
El principal reservorio terrestre es el perro en el ciclo urbano y perros salvajes y otros mamíferos silvestres
(coatí, zorros) en el ciclo rural. El reservorio aéreo es el murciélago insectívoro en el ciclo urbano y los
murciélagos hematófagos en el ciclo rural.
De acuerdo con la Ley N° 15.465 en Argentina, la rabia es una “Evento de notificación obligatoria”
(ENO), tanto para la rabia animal como para la rabia humana.
Esquema pre exposición Con vacuna de cultivo en líneas celulares, aplicación intramuscular (IM): 2
dosis, los días 0 y 7. Realizar serología luego (excepto viajeros) entre los 14 y 30 días para evaluar 40
respuesta y luego repetir según riesgo de exposición.
La Profilaxis Post Exposición (PPE) debe efectuarse lo más precozmente posible. No es una emergencia,
pero sí una urgencia médica. Si bien no hay un lapso límite para efectuarla (no debe olvidarse que el
período de incubación puede ser de hasta dos años), debe tenerse en cuenta que su postergación, por
cualquier motivo, puede tener como consecuencia el fracaso de la PPE y, por ende, la aparición de
síntomas y la muerte de la persona afectada, en caso de que el animal tuviera rabia.
La PPE se basa en la vacunación acompañada o no, según el caso, de la administración de
gammaglobulinas antirrábicas:
Vacunación: se realizará con vacuna producida en línea de cultivos celulares. Las dosis de vacuna en
pediatría son las mismas que en población adulta. Las vacunas antirrábicas se pueden administrar
simultáneamente con cualquiera de las otras vacunas.
Esquema de Zagreb (4 dosis en 3 visitas): 2 dosis el día 0 (cada dosis se aplica en un brazo
diferente) y 1 dosis los días 7 y 21
Esquema de Essen modificado (4 dosis en 4 visitas): los días 0 – 3 – 7 y 14 a 28
1 Si a las 72 horas de sucedida la exposición no se cuenta con el resultado de laboratorio, se debe aplicar la gammaglobulina.
2 Sujeto a la situación epidemiológica del lugar y la decisión de las autoridades sanitarias locales. En lugares en los cuales la rabia es una
problemática frecuente debe considerarse como indispensable el uso de gammaglobulina. En áreas de baja probabilidad puede considerarse
individualmente la pertinencia de iniciar o no la profilaxis postexposición. En caso de decidir aplicarla, el uso de gammaglobulina puede ser
facultativo dependiendo de clase de animal agresor y contexto de agresión.
Cuando el animal involucrado es un animal de bajo riesgo: roedores (rata, ratón, cuis, jerbo,
cobayo, chinchilla, vizcacha, ardilla) y lagomorfos (conejo, liebre, etc.), se podrá descartar el
uso de PPE ya que estos animales no son ni hospedadores primarios ni tienen un papel en la
epidemiología y la transmisión de la enfermedad.
Situación de alto riesgo para la transmisión vectorial: Chaco, Catamarca, Formosa, Santiago del Estero,
San Juan y Mendoza presentan una re-emergencia de la transmisión vectorial de Chagas debido a un
aumento de la infestación domiciliaria y a una alta seroprevalencia en grupos vulnerables.
Situación de riesgo moderado para la transmisión vectorial: Córdoba, Corrientes, La Rioja, Salta, y
Tucumán, muestran una situación de riesgo intermedio con un índice de re-infestación mayor al 5% en
algunos departamentos, e insuficiente cobertura de vigilancia en algunos casos.
Situación de bajo riesgo para la transmisión vectorial: en mayo del 2017, la provincia de San Luis logró
certificar la interrupción de la transmisión vectorial. En el 2012 lograron certificar las provincias de Misiones
y Santa Fe, conjuntamente con 6 departamentos del Sur de Santiago del Estero (Aguirre, Mitre, Rivadavia,
Belgrano, Quebracho y Ojo de Agua). Las provincias de Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Neuquén y Río Negro
lograron recertificar la interrupción de la transmisión vectorial.
El 98% de los casos nuevos de Chagas ocurren en menores de 15 años y es en ellos que el
tratamiento específico resulta más efectivo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el aborto inseguro como un procedimiento para terminar
un embarazo efectuado por personas que no cuenten con las habilidades necesarias o en condiciones
carentes de los estándares médicos mínimos, o ambas. Casi la mitad de los abortos en el mundo son
inseguros.
Se considera que en la Argentina se realizan entre 370 y 522 mil interrupciones de embarazos por año, cifra
estimativa por ser práctica clandestina. En 2017 murieron en nuestro país 30 mujeres a causa de
embarazos terminados en aborto. Dos de ellas eran adolescentes de 15 a 19 años, 8 eran jóvenes de entre
20 y 24 años y 8, de entre 25 y 29 años. En 2017, el 60% de las muertes por embarazo terminado en aborto
correspondió a mujeres de 15 a 29 años.
En la Argentina, la muerte por embarazo terminado en aborto está entre las primeras causas de
muerte materna.
En el 2017, las muertes por embarazos terminados en abortos representaron el 14,85% del total de muertes
maternas. Mientras las muertes maternas por trastornos hipertensivos, edema y proteinuria en el embarazo,
parto y puerperio representaron el 18,32% del total y las muertes por sepsis y otras complicaciones
principalmente relacionadas con el puerperio, el 16,83%.
De esta forma, en la Argentina toda mujer, niña, adolescente y, en general, toda persona con capacidad de
gestar, tiene derecho a solicitar una interrupción legal del embarazo que cursa según los mismos
estándares de calidad que el resto de los servicios de salud, cuando:
El embarazo representa un peligro para la vida de la persona gestante
El embarazo representa un peligro para la salud de la persona gestante. Según la OMS, la
salud implica el “completo estado de bienestar físico, psíquico y social, y no solamente la ausencia
de enfermedades o afecciones”. El concepto de peligro no exige la configuración de un daño, sino
su posible ocurrencia.
El embarazo proviene de una violación (se trate o no de una persona con discapacidad
intelectual o psicosocial). En los casos de violación, el único requisito para acceder a una ILE es
que la mujer, o cuando fuera necesario su representante legal, realice una declaración jurada donde
afirme que el embarazo que cursa es producto de una violación. Para la realización de una ILE
nunca es exigible la denuncia policial o judicial de violación. NO es necesario que la mujer relate
los detalles del evento. No se debe insistir en preguntar y recabar datos del posible actor del delito
de violación para no revictimizarla.
La violación constituye violencia sexual y esta es un tipo de violencia de género. Las interrupciones de
“embarazos no deseados de víctimas de violencia de género deben considerarse abortos no punibles por
causa de violación” (PNSSyPR, 2015b).
El Estado es que tiene el poder de poner a disposición de quien solicite la práctica, las condiciones médicas
e higiénicas necesarias para llevarlo a cabo de manera rápida, accesible y segura. La realización de ILEs
debe guiarse fundamentalmente por el principio de autonomía. Las mujeres con discapacidad víctimas
de violación tienen derecho, al igual que las personas sin discapacidad, a decidir autónomamente si ejercer
o no su derecho a ILE. Tienen derecho a solicitar y acceder a los ajustes razonables y sistemas de apoyo
para poder ejercer su derecho a la decisión autónoma.
La decisión de la mujer es incuestionable y no debe ser sometida por parte de las/los profesionales
de la salud a juicios de valor derivados de sus consideraciones personales o religiosas. Se requiere
siempre del consentimiento informado por parte de la usuaria.
Es importante destacar que los delitos contra la integridad sexual de niñas/os y adolescentes
(menores de 18 años) son de instancia pública (art.72 del Código Penal). Por lo tanto, una vez
realizada la comunicación correspondiente a los organismos de protección de derechos, la
intervención tendiente a la protección del/la niño/a o adolescente deberá contemplar también la
denuncia penal por la situación de abuso para que se sancione al victimario, preferentemente en
fiscalías u otros organismos especializados en la temática.
No judicialización. La interrupción debe ser practicada por el equipo de salud sin intervenciones
adicionales innecesarias, sean médicas, administrativas o judiciales. Judicializar significa dar intervención
de cualquier forma a organismos judiciales o policiales, dando estado público a una situación privada y
confidencial de quien acude al servicio de salud. El principio de no judicialización implica que la intervención
de un/a solo/a profesional de la salud es suficiente para decidir si el caso se encuadra en las causales del
artículo 86 del Código Penal. En ningún supuesto la causa penal podrá constituir dilación alguna para la
realización de la ILE. El derecho de la víctima a la ILE, no deberá ser obstaculizado en modo alguno por la
tramitación de la causa penal.
Confidencialidad. Es derecho de las personas (con o sin discapacidad) que quienes participen en la
elaboración o manipulación de la documentación clínica guarden la debida reserva. Si se considerara
necesario compartir la información con terceros –incluidos esposo/a, compañero/a, padre, madre– debe
hacerse con la autorización expresa de la persona usuaria, otorgada de manera libre y sobre la base de
información clara. Del mismo modo se debe proceder en consultas de personas con discapacidad. Siempre
se debe preguntar si desean – o no– estar acompañadas/os por terceras personas de su confianza que
las/os asistan (intérpretes de señas, familiares, u otros). En el caso de que la persona así lo pida, se puede
Privacidad. Los servicios donde se lleven a cabo procedimientos de ILE deben respetar la privacidad de las
mujeres durante todo el proceso.
Celeridad/rapidez. A quienes soliciten o requieran que se les realice una ILE se les debe garantizar una
atención ágil e inmediata.
Los riesgos biomédicos relacionados con el embarazo y el parto son mayores en las niñas y adolescentes
más jóvenes que tienen peores resultados maternos y neonatales comparadas con mujeres de mayor edad
(muerte materna, infecciones, eclampsia, fístula obstétrica, parto prematuro y mortalidad neonatal). Por lo
tanto, en las situaciones de embarazo en menores de 15 años debe considerarse siempre la posibilidad de
acceso a ILE por riesgo para la salud o la vida.
Los riesgos físicos y emocionales asociados a los embarazos en niñas y adolescentes menores de 15 años
se constituyen en sí mismos como causal salud.
Consentimiento. Tal como se remarca en la Resolución 65/2015 del Ministerio de Salud de la Nación, la
firma podrá emitirse en cualquier formato (braille, manuscrito, digital, audio, etc.) o idioma. Lo central es que
quede de manifiesto que la persona comprende la información y expresa su voluntad en tal sentido.
Todas las personas de 16 años o más son consideradas por la legislación argentina como adultas
en lo referente al cuidado del propio cuerpo. Por ello, pueden otorgar por sí mismas su
consentimiento informado y realizar personalmente y firmar la declaración jurada requerida para la
interrupción de un embarazo producto de una violación (en caso de que corresponda) sin que se
requiera el asentimiento de sus progenitores o representantes legales.
Entre los 13 y 16 años las personas adolescentes pueden dar su consentimiento autónomamente
para las prácticas de ILE cuando esta práctica no implique un riesgo grave para su salud o su vida.
Sólo en situaciones de riesgo será necesario, además de su consentimiento, el asentimiento de sus
progenitores, representantes legales, personas que ejerzan formal o informalmente roles de
cuidado, personas “allegadas” o referentes afectivos.
Todas las niñas, es decir menores de 13 años, podrán brindar su consentimiento con el
acompañamiento de sus progenitores, representantes legales, personas que ejerzan formal o
informalmente roles de cuidado, personas “allegadas” o referentes afectivos. Estas/os deberán
participar en conjunto con la niña en la toma de decisiones y deberán firmar ratificando el
consentimiento informado de la niña. El principio de autonomía progresiva (es el desarrollo en el
tiempo de la capacidad para la toma de decisiones) debe guiar el accionar del equipo de salud y de
las/os adultas/os que la acompañan. Si existiera una negativa de progenitores, tutores o encargados
de acompañar la decisión de la niña, podrá ser acompañada para brindar su consentimiento por
otro/a referente afectivo. Si no existiera esta posibilidad, el conflicto debe resolverse desde el equipo
de salud teniendo en cuenta el interés superior de la niña, la regla de no sustitución del
consentimiento, y la aptitud de la niña para decidir en base al desarrollo de su autonomía
progresiva.
Según la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) se consideran
personas con discapacidad (PCD) a quienes tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o
sensoriales de largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y
efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con las demás. Las personas con padecimiento mental
tienen la misma dignidad, autonomía y capacidad jurídica para decidir sobre su cuerpo que el resto de las
personas.
Respecto del consentimiento informado, se puede ofrecer que la persona con discapacidad cuente con
una o más personas de su confianza (ya sea de la familia, la comunidad, el equipo de salud o las
instituciones de protección de derechos) que le presten el apoyo necesario para tomar una decisión
autónoma y brindar - o no – su consentimiento. Bajo ninguna circunstancia el servicio sanitario debe exigir
la acreditación de discapacidad intelectual/mental, para no generar burocracia dilatoria.
EQUIPOS DE SALUD
La calidad de la atención y los requisitos para acceder a la práctica de ILE son los mismos en
establecimientos públicos, de obras sociales y privados. También lo es la responsabilidad de los
profesionales en caso de no respetar los derechos de las personas.
No es necesaria la intervención de más de una/un médica/o para la constatación de las causales de no
punibilidad previstas en la ley.
La CSJN plantea que las/los profesionales de la salud podrán ser responsables penal, civil y/o
administrativamente por el incumplimiento de sus obligaciones en el ejercicio de su profesión cuando, de
forma injustificada, no constaten la existencia de alguna de las causales previstas en el Código Penal para
la realización de una ILE, realicen maniobras dilatorias durante el proceso, suministren información falsa o
cuando prevalezca en ellos una negativa injustificada a practicar el aborto.
Toda/o profesional de la salud tiene derecho a ejercer la objeción de conciencia con respecto a la práctica
del aborto no punible, siempre y cuando no se traduzca en derivaciones o demoras que comprometan la
atención de la requirente del servicio (CSJN, 2012). La objeción de conciencia no puede traducirse en un
incumplimiento de los deberes profesionales, ni dañar derechos de las pacientes.
La objeción de conciencia es siempre individual y no institucional. De acuerdo a esto, todos los
efectores de salud en los que se practiquen ILEs deberán garantizar su realización en los casos con
derecho a acceder a ella. Asimismo, deberán contar con recursos humanos y materiales suficientes para
garantizar en forma permanente el ejercicio de los derechos que la ley les confiere a las personas en
relación a esta práctica.
En caso de que un/una profesional de la salud desee ejercer su derecho a la objeción de conciencia, deberá
notificar su voluntad por escrito a las autoridades del establecimiento de salud en el que se desempeñe; es
decir que solo podrá ejercerlo cuando se haya declarado y notificado previamente a las autoridades
pertinentes. Los profesionales objetores, aunque hayan notificado previamente su voluntad, están obligados
a cumplir con el deber de informar a la mujer sobre su derecho a acceder a una ILE si constatan alguna de
las causales que lo justifican. En ese caso el profesional debe remitirla inmediatamente a un profesional no
objetor para que continúe la atención. De no existir alguien encuadrado en esa categoría, debe realizar la
interrupción; es decir que no puede invocar su objeción para eludir el deber de participar de un
procedimiento de ILE.
Para garantizar el derecho de estas personas de acceder a ILEs es necesario que los efectores de salud
generen las condiciones para brindar el servicio. Ofrecer una atención integral para la interrupción legal del
embarazo implica:
Brindar un trato humanitario que incluya la recepción y orientación de las personas para responder a
sus necesidades de salud emocional y física
De acuerdo al principio de celeridad/rapidez, a quienes requieran ILE debe garantizársele una atención ágil
e inmediata. El plazo entre la solicitud de la práctica y su realización, no debería ser mayor de 10 (diez)
días corridos. El consentimiento informado y la declaración jurada son los únicos requisitos que se debe
solicitar a la mujer para realizar una ILE producto de una violación.
La OMS sugiere que el riesgo teórico de isoinmunización es muy bajo en embarazos menores a 63 días
de gestación (9 semanas). En consecuencia, la determinación del factor Rh y la administración de profilaxis
anti-Rh no se consideran requisitos previos para realizar el procedimiento de ILE en embarazos
tempranos. Si se dispone de inmunoglobulina anti-Rh, debe administrarse antes o durante el procedimiento.
El legrado o raspado uterino debe ser utilizado cuando ninguno de los otros métodos mencionados esté
disponible. Los servicios de salud y los responsables de los programas deben realizar todo el esfuerzo
posible para reemplazar el legrado uterino por el tratamiento médico o la aspiración.
Se indicará la internación para realizar el procedimiento medicamentoso en aquellas mujeres que presenten
las siguientes situaciones:
Embarazos mayores a 10 semanas.
Embarazos menores a 10 semanas que no cumplan con los requisitos para tratamiento ambulatorio.
Mujeres víctimas de violación que han realizado una denuncia policial, en cuyo caso es necesario
garantizar las medidas necesarias para conservar el material para un estudio de ADN.
Mujeres cuya condición clínica haga necesario un control estricto durante el procedimiento.
En la mayoría de los casos la expulsión fetal y placentaria ocurren en las primeras 24 horas, pero
puede demorarse entre 48 y 72 horas.
Luego de una interrupción realizada con un procedimiento médico, el riesgo de infección intrauterina es muy
bajo; por lo tanto, no se requieren antibióticos profilácticos (OMS, 2012).
En aquellos lugares donde la práctica habitual es el legrado uterino se deben dirigir todos los esfuerzos a
reemplazarla por la aspiración de vacío, a fin de mejorar la seguridad y calidad de la atención. El uso de
rutina de antibióticos al momento del procedimiento instrumental disminuye el riesgo de infecciones
posteriores.
De acuerdo a la experiencia de los equipos de salud que realizan ILEs en nuestro país, en las
interrupciones del segundo trimestre se recomienda la combinación de los tratamientos medicamentoso
e instrumental. Primero se realiza el procedimiento medicamentoso con misoprostol a las dosis indicadas
para el segundo trimestre, y luego, una vez que se produjo la expulsión del contenido intrauterino, se
completa la evacuación uterina mediante el procedimiento instrumental.
En la mayoría de los casos la expulsión fetal y placentaria ocurren en las primeras 24 horas, pero
puede demorarse entre 48 y 72 horas (FLASOG, 2013).
Recomendar a la mujer que no tenga relaciones sexuales hasta que cese el sangrado post aborto.
Reafirmar que para evitar un embarazo no deseado necesita empezar a usar un método
anticonceptivo casi de inmediato.
Informar sobre los métodos que puede utilizar de manera segura.
Entregar anticoncepción de emergencia, de considerarse oportuno.
Procurar que haya existencia de insumos anticonceptivos y favorecer el acceso a los mismos.
La mayoría de los estudios epidemiológicos citados muestran que: En el 75% de los casos de maltrato, la
víctima es la mujer. El 25% de las mujeres sufrirá una violación. 1 de cada 6 embarazadas será agredida
física o sexualmente durante la gestación.
En nuestro país:
Se estima que el 25% de las mujeres sufre regularmente violencia doméstica y el 50% pasará por
alguna situación de violencia en algún momento de su vida. (Raúl Mejia y María Aleman; -1999-
UBA; Violencia doméstica. Rol del médico clínico.)
Según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo, en 1 de cada 5 parejas argentinas hay
violencia.
El informe de Naciones Unidas de 2008 nos dice que 1 mujer muere cada 3 días por violencia
familiar.
De acuerdo al último Informe de Noviembre 2008 de Amnistía Internacional: Se registra 1 caso de
agresión física cada 36 horas; y ocurre 1 ataque sexual por día.
El secreto profesional no es absoluto, hay que analizar cuál es el bien jurídico prevalente. Debe ponerse en
conocimiento al juez aquellos secretos cuya no revelación implica riesgo a terceras personas o al propio, y
éste evaluará si el profesional debe difundir o no la información. El Código habla de “Justa Causa” y
establece dos presupuestos:
Cuando la denuncia resulte obligatoria por determinación legislativa.
Cuando sea para evitar un mal mayor.
La historia clínica es aconsejable que sea firmada por el paciente ya que, de esta manera, adquiere el
carácter de declaración jurídica confesional. Además, deben firmar todas las personas que hayan
intervenido, pues no reviste el mismo carácter, en lo que a la responsabilidad se refiere, la firma del médico
(que es un agente público) que la firma del Jefe del Servicio o el Director del establecimiento (quienes son
funcionarios públicos).
Las personas que ejercen violencia y las víctimas NO necesariamente son individuos con alguna
psicopatología especial. Atribuirles enfermedades o trastornos es una manera de justificar la conducta
violenta y una forma de declarar inimputables a los violentos.
El alcohol o las drogas no son causa ni explican la conducta violenta, aunque pueden agravar el caso o
facilitar su aparición debido a su función desinhibitoria. Generalmente la persona abusiva ejerce el maltrato
en privado, mostrando hacia el exterior una fachada respetable e insospechada, siendo compatible con
cualquier aspecto, capacidad, inteligencia, actividad o profesión.
Los Centros de Salud que posean Servicio de Guardia y Emergencias deben brindar la cobertura de
atención necesaria y adecuada en los horarios en los que se suelen producir estas situaciones críticas (por
la noche, fines de semana, feriados.)
Ante la detección de una víctima de violencia, es necesario saber que la ocasión de la consulta puede ser la
única oportunidad que tiene el Centro de intervenir. Por ello, quien la reciba, debe valorar la situación
familiar, social, los recursos económicos y todos los datos que resulten de utilidad (domicilio, teléfonos de
familiares, vecinos, amigos, etc.) a fin de asegurar el posterior seguimiento integral del caso.
Es importante aclarar que el plazo legal para realizar la DENUNCIA por violación es de hasta 12 (doce
años).
RECURSERO LOCAL:
El Recursero es un listado donde figuran los teléfonos, direcciones y horarios de todas las
instituciones estatales, hogares, refugios, ongs, líneas de atención telefónica, etc., orientados a la
problemática y pertenecientes a la jurisdicción.
Es una tarea fundamental del Equipo elaborarlo previamente, informándose y registrando todos los
datos posibles a través de comunicaciones y visitas a las instituciones y organizaciones barriales,
labor que fortalecerá la inserción del Equipo para trabajar con la comunidad en el inicio de la
conformación de REDES.
Todo el personal del centro debe conocer y tener acceso al mismo durante todo el horario de
atención.
El Congreso de la Nación sancionó el 30 de diciembre de 2020 la Ley 27.610 sobre Regulación del acceso
a la interrupción voluntaria del embarazo y a la atención postaborto, la cual entró en vigencia el 24 de enero
de 2021.
Las mujeres y otras personas con capacidad de gestar, según el artículo 2 de la Ley 27.610, tienen
derecho a:
a)Decidir la interrupción del embarazo;
b)Requerir y acceder a la atención de la interrupción del embarazo en los servicios del sistema de salud;
c) Requerir y recibir atención post aborto en los servicios del sistema de salud, independientemente de
que la decisión de abortar hubiera sido contraria a los casos legalmente habilita dos en la ley;
d)Prevenir los embarazos no intencionales mediante el acceso a información, educación sexual integral y
métodos anticonceptivos eficaces.
Los equipos de salud son los principales responsables de garantizar el acceso a la IVE/ILE. Tanto los
efectores públicos, las obras sociales, como las empresas y entidades de medicina prepaga deben
garantizar el cumplimiento de la Ley 27.610.
De acuerdo con el artículo 4 de la Ley 27.610, las mujeres y otras personas con capacidad de gestar
tienen derecho a decidir y acceder a la interrupción voluntaria de su embarazo hasta la semana
catorce (14), inclusive, del proceso gestacional (IVE). Además, tienen derecho a decidir y acceder a la
interrupción legal de su embarazo en las siguientes situaciones (ILE):
a)Si el embarazo fuere resultado de una violación, con el requerimiento y la declaración jurada
pertinente de la persona gestante ante el personal de salud interviniente.
b)Si estuviera en peligro la vida o la salud de la persona gestante.
De esta manera, la ley adopta un modelo de regulación mixto con un criterio temporal y otro de causales.
Este modelo, de conformidad con los principios de progresividad y no regresividad de los derechos
humanos, incorpora la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana catorce (14) inclusive del
proceso de gestación, y mantiene, actualizadas, las causales ya previstas en el Código Penal de la Nación
desde 1921.
Acceso a la IVE solo con consentimiento informado de la persona (no tiene que explicar motivos)
hasta la semana 14 de gestación inclusive.
Acceso a la ILE Para el acceso a la ILE es necesario que se encuadre en las causales peligro para
la vida o salud de la persona o que el embarazo sea producto de violencia sexual.
Consentimiento informado en general, expresado por escrito mediante documento en el que, luego de
recibir la información pertinente, la persona manifiesta haber decidido en forma autónoma, libre de
influencias y presiones de cualquier tipo y conociendo cabalmente posibilidades y riesgos, interrumpir el
embarazo que cursa. La firma puede emitirse en cualquier formato (braille, manuscrito, digital, audio, etc.) o
idioma, incluyendo lenguas originarias. Nadie puede ser sustituido en el ejercicio personal de este derecho.
Para la realización de una ILE nunca es exigible la denuncia policial o judicial de la violación.
Estándares para la atención: trato digno, privacidad (en los casos de violación cuyas víctimas
fueran niñas y adolescentes, el deber de comunicar la vulneración de derechos y de realizar la
denuncia deben cumplirse, respetando los derechos a la privacidad y confidencialidad de NNyA, su
autonomía progresiva, interés superior y participación significativa), confidencialidad, autonomía
de voluntad, acceso a la información, calidad.
De acuerdo al artículo 5 de la Ley 27.610, “[t]oda persona gestante tiene derecho a acceder a la
interrupción de su embarazo en los servicios del sistema de salud o con su asistencia, en un plazo
máximo de diez (10) días corridos desde su requerimiento y en las condiciones que se establecen
en la Ley 27.610 y en las Leyes 26.485, 26.529 y concordantes”.
Los profesionales de la salud podrán ser responsables civiles, penal y/o administrativamente por el
incumplimiento de sus obligaciones en el ejercicio de su profesión cuando, de forma injustificada, realicen
maniobras dilatorias durante el proceso, suministren información falsa, incumplan el deber de secreto
profesional y el deber de confidencialidad o cuando prevalezca en ellos una negativa injustificada a practicar
el aborto.
Para información, inconvenientes o consultas se encuentra disponible la Línea salud sexual 0800 222 3444.
Considerar dos períodos: la adolescencia temprana (de los 10 a los 14 años) y la adolescencia tardía (de los
15 a los 19 años). Esta diferencia cobra particular relevancia al considerar los determinantes del embarazo:
entre las NyA de 10 a 14 años se debe considerar más frecuentemente la presencia de situaciones de
abuso y coerción y de embarazos y maternidades infantiles forzadas.
En el área de la salud mental, se han observado altas tasas de síntomas de depresión y ansiedad en las
adolescentes durante el embarazo y el posparto, que en general son más altas que las de la población
adulta.
Las niñas menores de 13 años podrán brindar su consentimiento con el acompañamiento de sus
progenitores, representantes legales, personas que ejerzan formal o informalmente roles de
cuidado, personas “allegadas” o referentes afectivos. Estas/os deberán participar, en conjunto con
la niña, en la toma de decisiones y deberán firmar ratificando el consentimiento informado de la
niña.
A partir de los 13 años, podrán consentir de manera autónoma, sin acompañamiento, todas las
prácticas sanitarias que no pongan en riesgo grave su salud o su vida; esto incluye todos los
métodos anticonceptivos reversibles disponibles y la Interrupción Legal del Embarazo en
condiciones seguras.
Durante 2018 hubo en Argentina 685.394 nacimientos, de los cuales 87.118 fueron de
niñas y adolescentes menores de 20 años, cifra que representa el 12,9% del total de los
nacimientos de ese año. 2350 correspondieron a NyA con menos de 15 años y 84.768 a
adolescentes entre 15 y 19 años. La tasa de fecundidad adolescente fue de 1,4 nacidos
por cada 1.000 NyA de entre 10 y 14, lo que significa entre 6 y 7 nacimientos diarios.
La falta de respuesta institucional a los embarazos forzados en NyA menores de 15 años son formas de
violencia institucional e incumplen las garantías de derechos consagrados por la legislación nacional.
Se incumple cuando no se da a la niña información para que decida.
Se incumple cuando no se ofrece la posibilidad de Interrupción Legal del Embarazo y se actúa como
si no hubiera otra posibilidad más que continuar con el embarazo.
La denuncia es un acto jurídico por medio del cual se informa a las autoridades policiales o judiciales sobre
la existencia de un delito. La comunicación administrativa es un acto jurídico por medio del cual se pone en
conocimiento de las autoridades administrativas una situación sobre la que tiene competencia.
La comunicación sirve para integrar equipos de intervención interinstitucional que permitan abordar de
forma integral la atención de la salud de NNyA, en las esferas físicas, psíquicas y sociales, especialmente
las últimas.
Tanto la denuncia como la comunicación son obligatorias.
La denuncia ante situaciones de violencia sexual es obligatoria en menores de edad y personas con
discapacidad, según las leyes 24417 de protección contra la violencia familiar y 27455, que modifica el
artículo 72 del Código Penal.
En algunas situaciones (por ejemplo, lesiones físicas graves, riesgo para la salud mental o la integridad
personal), los profesionales pueden indicar la internación para poder observar y proteger a la NyA, hasta
que las autoridades competentes tomen medidas más apropiadas de protección o puedan convocar a
personas de confianza de la NyA para que se hagan responsables de su cuidado y protección y así evitar el
riesgo.
Información sobre procedimiento de ILE propiamente dicho los métodos son los
farmacológicos (misoprostol) y los instrumentales (Aspiración Manual Endouterina, AMEU). En los casos en
que la ILE se haya realizado por causal de violación, es conveniente conservar el material para un eventual
estudio de ADN.
Aspiracion Manual Endouterina (AMEU) consiste en la evacuación del contenido uterino a través de
una cánula plástica unida a una fuente de vacío. Según sea la forma en que se produce el vacío, la técnica
puede ser de aspiración eléctrica, mediante la utilización de una bomba eléctrica, o manual, en la que el
vacío se crea utilizando un aspirador plástico sostenido y activado con la mano (AMEU). En la aspiración de
vacío se notifican índices de aborto completo de entre el 95% y el 100%, con tasas de complicaciones
extremadamente bajas. Se sugiere la utilización de profilaxis antibiótica con única dosis oral antes del
procedimiento de 200 mg de doxiciclina o 500 mg de azitromicina o 500 mg de metronidazol. Antes del
procedimiento, se sugiere la preparación cervical con la administración de 400 mcg de misoprostol vía
sublingual, 1 hora antes del procedimiento, o vía vaginal, 3 horas antes.