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INTERCULTURALIDAD, — PY NS Loy 6 eta Luchas (de)coloniales de nuestra época Catherine vat OPT To SCL TemaUieli meta) iets * Ediciones Abyaty " Cp gb Escaneado con CamScanner Escaneado con CamScanner ee ee 40 Catherine Walsh jsorprende spectivas presentes Y pasadas ¢sorp! ns que “Ig oe biguo, dificil de consentir y poco significatiy, ee i ias —étnico-culturale: ir y construir desde las diferencias —etnuc - SY a ee dad ecuatoriana? {Cudl seria la manera de pensar ie de estas diferencias constitutivas de ella, i ivisién? De esta form, Jemento de complementaridad y unidad y no de division a, ele! iit e 1 ser un proyecto “otro” de una sociedad “otra” 32 podria la interculturalidad ser un proy' ; d un proyecto que refute al del mestizaje, su horizonte colonial y su discurso de Z ; poder, sirviendo como contrarrespu esta? En el afan de interpelar estas pre. guntas, pasamos ahora al anélisis de la interculturalidad. Frente a tales ‘i nacional” siga siendo atin am! Ja vez coloniales | y construir la sociedad, haciendo ” INTERCULTURALIDAD Y EL PROYECTO DE SOCIEDAD “OTRA’ En los afios 60 Agustin Cueva pronosticé la necesidad de toma de con- ciencia y transformaci6n total de la sociedad ecuatoriana: Lo que necesitamos llevar a cabo es una labor encaminada a hacer que el hombre tome conciencia de su situacién real y actde en consecuencia. Pues no hay que olvidar que si bien es cierto que la verdad ecuatoriana no apareceri entera sino en el momento de una transformacién total, no lo es menos que para que ésta se produzca es necesario que previamente se haya Iegado a un punto alto de toma de conciencia de nuestros problemas (Cueva, 1967/1986). En la misma linea, el historiador ecuatoriano Galo Ramén (2000) pre- gunt6 hace casi una década si era posible la interculturalidad en el Ecuador, interrogante que me parece central frente al problema de la sociedad y cultu- ra nacionales discutido en parrafos anteriores y frente al reto de la conciencia critica y transformacién total que presenté Cueva. Pero, ,qué mismo enten- 32. La nocién de “otrootra” aqut, como he explicado anteriormente, no implica una sociedad o un Proyecto més; tampoco un proyecto alternative que tenga como referente al actual. Mas bien Parte del sentido que le da el érabe-islémico Abdelkebir Khatibi (2001) retomada por el argenti- novestadounidense Walter Mignolo (2003). Bs decir, al encontrar y constmit algo radicalmente Gistinto desde la diferencia y hacia la liberacin (Khatiiy; la necesidad de imaginar un proyecto de sociedad no desde la modernidad 0 los colonizadores y “liberadores” sino desde principios Politicos, éticos, econsmicos y epistémicos distintos (Mignolo, 2003), Escaneado con CamScanner Interculturalidad, Estado, sociedad. Luchas (de)coloniales de nuestra época | 41 ~<_ demos por as Y cual es su relacién con esta reingenieria social? {Como se di ferencia del multi y Pluriculturalismo y de qué manera sugiere y requiere transformaciones radicales de la sociedad “nacional”? Al respecto, por qué hablar de un proyecto social, politico y ético de la interculturalidad y, simulténeamente, de un proyecto de una sociedad “otra”? HACIA UNA COMPRENSION DE LA INTERCULTURALIDAD Desde los afios 90 se da en América Latina en general, y en la region andina en particular, una nueva atencién a la diversidad étnico-cultural; una atenci6n que parte de reconocimientos juridicos y una necesidad, cada vez mayor, de promover relaciones positivas entre distintos grupos culturales; de confrontar la discriminacién, el racismo y la exclusién; de formar ciudadanos conscientes de las diferencias y capaces de trabajar conjuntamente en el desa- rrollodel pafs y en la construccién de una sociedad justa, equitativa, igualita- ria y plural. La interculturalidad se inscribe en este esfuerzo. Como concepto y prictica, proceso y proyecto, la interculturalidad sig- -nifica -en su forma mds general- el contacto e intercambio entre culturas en | términos equitativos; en condiciones de igualdad. Tal contacto ¢ intercambio | no deben ser pensados simplemente en términos étnicos sino a partir de la relacién, comunicacién y aprendizaje permanentes entre personas, grupos, conocimientos, valores, tradiciones, légicas y racionalidades distintas, orien- tados a generar, construir y propiciar un respeto mutuo, y un desarrollo pleno las capacidades de los individuos y colectivos, por encima de sus diferen- s culturales y sociales. En sf, la interculturalidad intenta romper con la his {hegeménica de una cultura dominante y otras subordinadas y, de esa reforzar las identidades tradicionalmente excluidas para construir, vida cotidiana como en las instituciones sociales, un con-vivir de_ egitimidad entre todos los grupos de la sociedad. _/ Ituralidad no es una descripcién de una realidad dada 0 logra- nto casi “natural” de las sociedades y culturas (Guerrero, 1999). ‘un proceso y una actividad continuos; la interculturalidad debie- fa menos como sustantivo y mas como verbo de accién, tarea de dy no solamente de sectores indigenas y afrodescendientes. En lidad tiene el rol —critico, central y prospectivo en todas las Escaneado con CamScanner 42 | Catherine Walsh aso a paso sociedades, estructurg ruir pe is. e reconstruir pa osha * i; ituciones sociales= de rece ‘ticos, juridicos y epistémic instituciones Sock (educativos, soci politicos, jul ¥ eptstémicos), y educa temas y process Meatrslaciones, actitudes, valores, pricticas, saberes 4 ccionar entre todos f° 1 es} gualdad, el reconocimi de accionar ee ndamentados en el respeto € igualdad, a miento da nS la convivencia democratica que, por la misma realidad las diferencia: a ate social, es muchas veces conflictiva. sy price " emente, los términos inter, multi y pl juriculturalidad, son usados ene Por ende, un primer paso necesario para aclarar el signifi. i distinguirlo de los otros términos. como sinénime ; ; cado de la interculturalidad, es : ; La multi, pluri e interculturalidad se refieren a la diversidad cultural; sin embar, ms apuntan a distintas maneras de conceptualizar esa diversidad y q desarrollar politicas y practicas relacionadas con ella dentro de las organiza- ciones ¢ instituciones de la sociedad, incluido el propio Estado. Veamos estas diferencias. La multiculturalidad es un término principalmente desc Basicamente se refiere a 1a multiplicidad de culturas, existentes ‘rminado espacio —local, regional, nacional o inter n sariamente tengan una relacién entre ellas. Su_ to de paises occidentales, como los nacionales (negros e indigenas) coexisten. con “minorfas involuntarias” cuya colonial e imperial estadounidense —4 nos- y a los blancos, todos ellos descendi ‘e curopeos; 0.como en Europa, donde la j temente. i En esos contextos, el multicult cultural; es decir, una Separacion 0 g cerradas sobre sf mismas, sin ag ticulturalidad se cConstruy Escaneado con CamScanner Interculturalidad, Estado, sociedad. Luchas (de)coloniales de nuestra época | 43 s6lo a nivel de las actitudes~ es considerada suficiente para permitir que la sociedad nacional (y monocultural) funcione sin mayor conflict, problema o resistencia. Pero, ademas de obviar la dimensién relacional, esta nocién de tolerancia como eje del problema multicultural —“problema” de las minorias— ‘oculta la permanencia de las desigualdades e inequidades sociales que no per- miten a todos los grupos relacionarse equitativamente y participar activa- mente en la sociedad, dejando asf intactas las estructuras e instituciones que privilegian a unos en relaci6n a otros.33 Tiene raz6n Raimon Panikkar (2002: 30) cuando dice que: “el multicul- turalismo exhibe todavia el sindrome colonialista que consiste en creer que existe una supracultura superior a todas las demds, capaz de ofrecerles una hospitalidad benigna y condescendiente, incluso si la llam4semos metacultu- ra”. Entonces, mientras se lo emplea para referir a situaciones 0 contextos especificos, el multiculturalismo est4 fundamentado en problemas supuesta- mente “universales” —o que tienen que ver con “minorias étnicas’— cuya res- puesta o solucidn, segtin esta légica, también debe ser universal. Por eso y como argumentaré en el préximo capitulo, las politicas multiculturales del ~ Banco Mundial y de otras entidades financieras, multilaterales y transnacio- nales, son las mismas en todos los pafses del llamado “tercer mundo”; son politicas que se “abren” hacia la diversidad al mismo tiempo que aseguran el ( ol y continuo dominio del poder hegem6nico nacional y los intereses del mo global. Refiriéndose a este fendmeno, Slajov Zizek (2001) sos- ne que la que atestiguamos es la nueva Iégica multicultural del capitalismo que el multiculturalismo sustenta la produccién y administra- diferencia dentro del orden nacional, volviéndola funcional a la del neoliberalismo (Muyolema, 2001), la interculturalidad -como aqui, pensada desde los grupos histéricamente subalternizados rriba”— apunta a cambios radicales en este orden. Su proyecto reconocer, tolerar o incorporar lo diferente dentro de la s establecidas. Por el contrario, es implosionar —desde la tructuras coloniales del poder (incluyendo a aquéllas que el saber, el ser y las relaciones complejas en torno a la | multiculturalismo a nivel global en los dltimos aiios han aparecido tex- iva liberal, enfatizando la tolerancia y ocultando la permanencia de las das y la hegemonta dominante (ver, por ejemplo, Klymicka, 1998), Escaneado con CamScanner 44 — Catherine Walsh sta ci royectO; es Te-concep. madre naturaleza), como reto, propuesta, bie oe 0: cea — : fl estructuras sociales, epistemi , alizar y re-fundar estructuras oe as. y eee y en relaci6n equitativa légicas, practicas y modos cultura. ponen en escena ta so, la i i Tes diversos de pensar, actuar y vivir. Por eso, la interculturalidad no es uy hecho dado sino algo en permanente camino y construc de explorar con mayor profundidad la nocién de intercul eed ida ‘i rare. idad como categoria ms utilizada en el con- mos el concepto de pluriculturali texto latinoamericano. La pluriculturalidad responde a la necesidad de un comgamney que'rep ies sente la particularidad de la regién, donde pueblos indigenas y negros han convivido por siglos (aunque conflictivamente) con blanco-mestizos, y donde los mestizajes -el cultural y el del discurso del poder— han sido, como vimos antes, parte de la realidad, conjuntamente con la resistencia e insurgencia sociocultural y, recientemente, la revitalizacin de las diferencias. Al contra- no de la multiculturalidad, la pluriculturalidad sugiere una pluralidad hist6ri- cay actual, en la cual varias culturas conviven en un espacio territorial y jun- tas, supuestamente, hacen la totalidad nacional.3+ rig Aunque la distincién entre multi y pluri es te es que el primer término apunta a un’ u formas de organizacién social muchas v mientras que el segundo sefiala la plural mismas. Es decir, la multiculturalidad no criptiva, a la existencia de distintos grupo y politica, permanecen separados, divid pluriculturalidad indica una conviven a territorial, aunque sin una profunda esta manera, se limita a describir una { venciones en ella ni cuestiona la m do dentro de sf, racializando y subal cas y sistemas de vida. Por ello, su politico no representa avance alg con el Estado, 34 Digo “supuestamente” porque, como arg Premisa discursiva de la cultura domis Escaneado con CamScanner é | Interculturalidad, Estado, sociedad. Luchas (de)coloniales de nuestra época. 45 La interculturalidad es distinta en cuanto se refiere a complejas relacio- nes, negociaciones e intercambios culturales, y busca desarrollar una interac- cidn entre personas, conocimientos, pricticas, ldgicas, racionalidades y prin- cipios de vida culturalmente diferentes; una interaccién que admite y que parte de las asimetrfas sociales, econémicas, polfticas y de poder, y de las condiciones institucionales que limitan la posibilidad de que el “otro” pueda ser considerado sujeto —con identidad, diferencia y agencia~ con capacidad de actuar. No se trata simplemente de reconocer, descubrir o tolerar al otro 0 ala diferencia en sf. Tampoco se trata de esencializar identidades 0 entender- Jas como adscripciones étnicas inamovibles.35 MAs bien se trata de impulsar activamente procesos de intercambio que, por medio de mediaciones socia- les, politicas y comunicativas, permitan construir espacios de encuentro, did- logo, articulacién y asociacién entre seres y saberes, sentidos y practicas, Iégicas y racionalidades distintas. Pero estos procesos de intercambio no constituyen un simple contacto 0 relacién entre culturas, como ha sucedido histéricamente y como ocurre coti- dianamente en espacios culturalmente compartidos como los mercados, los medios de transporte o el medio laboral, entre lenguas (por ejemplo, el kich- y el castellano) o en el consumo musical, plistico o gastronémico (ver 2000; Garcia Canclini, 2001). Por el contrario, apunta a algo mucho ofundo que pretende confrontar los racismos y las desigualdades en los culturales, entre culturas mismas y como parte de las estructu- iones de Ja sociedad. Por eso, y sin negar que existan relaciones irales en el 4mbito personal, podemos decir que en el de la sociedad, ndo a todas sus instituciones, la interculturalidad atin no existe. Se e un proceso por alcanzar por medio de nuevas politicas, practicas, y acciones sociales concretos y conscientes que se pueden construir ibstracto” sino en medio de procesos formativos colectivos, en los que ‘miembros de culturas diversas asi como sus maneras de ser y cambios Jdentidades” se refiere a la tendencia a resaltar la diferencias étni- o las diferencias de mujeres, de os GLBTI, ete.— como si fueran iden- véneas, estéticas y con fronteras siempre definidas. El problema con ‘multiplicidad, luidez y cardcter dindmico y mltiple de la identi- ino tiene una sola identidad sino maltiples, cada una con diver- Escaneado con CamScanner a 46 Catherine Walsh separable de la jdentidad y la dife. as en las que nos identificamos con otra per. cil El hecho de relacionarse be eee mos de oe sy pricticas culturales distintas requiere as, saberes, penta que se forman y destacan; tanto a x * aed Eso no implica a ie 0

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