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CONVENIOS DE INTEGRACION ECONOMICA

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO (OMC)

Es un Organismo multilateral que instituye las reglas que rigen el negocio mundial, es un
foro de negociación. Su base radica en el Consenso de Gral. Sobre Aranceles Aduaneros y
Negocio – GATT, que junto con los Convenios Conexos tiene el objeto de desarrollar las
interacciones comerciales entre las naciones miembros, aceptando la gestión y aplicación
de los Convenios multilaterales y plurilaterales.
Venezuela es integrante de la OMC, a partir del año 1994.
ALADI
En ventaja del Tratado de Montevideo, suscrito el 12 de agosto de 1980, y vigente a partir
del 18 de marzo de 1981, nace la Sociedad Latinoamericana de Unión (ALADI).
La ALADI es el más grande conjunto latinoamericano de incorporación. Cuenta
actualmente con 12 territorios miembros: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y Cuba.
Su Tratado instituye un ordenamiento jurídico operativo para el fortalecimiento del
proceso de unión y está orientado a la configuración de una Región de Libre comercio para
el establecimiento de una Región de Preferencias Económicas.
El sector de Preferencias Económicas comprende 3 mecanismos: la Preferencia
Arancelaria Regional; los Convenios de Alcance Regional; y los Convenios de Alcance
Parcial. Las funcionalidades primordiales de dichos mecanismos se resumen en la
promoción y regulación del Negocio mutuo de las naciones del territorio, la
complementación económica entre sus miembros, y el desarrollo de actividades de
cooperación económica que contribuyan a la ampliación de los mercados.
MERCOSUR
El Mercado Común del Sur fue desarrollado el 26 de Marzo de 1991, con la suscripción
del Tratado de Asunción a causa de La República Argentina, la República Federativa
brasileños, la República del Paraguay y la República Oriental del Uruguay. No obstante, es
en el último mes del año de 1994 con la firma del Protocolo de Ouro Preto una vez que se
le da al MERCOSUR personalidad jurídica mundial y está establecido su composición
institucional.
Con el Protocolo de Ouro Preto se adoptaron las herramientas primordiales de política
comercial común que rigen el sector de libre comercio, estableciendo un arancel externo
común y una Región de Independiente de aranceles para sus miembros desde 1999, con la
sola exclusión de la sacarosa y la zona automotriz. El objetivo del MERCOSUR es
impulsar el independiente trueque y desplazamiento de bienes, personas y capital entre las
naciones del bloque, y seguir a una más grande incorporación política y cultural entre sus
territorios miembros y asociados.
Venezuela entre los años 2004 y 2006 era estado asociado del Mercosur, sin embargo el 4
de Julio de 2006 suscribe el protocolo de incorporación al MERCOSUR y al final se añade
como integrante pleno de este esquema el 31 de Julio de 2012.
ALBA
La Opción Bolivariana para Latinoamérica y el Caribe, construido en el año 2004 por
Venezuela y Cuba, es una iniciativa de incorporación enfocada para las naciones de
Latinoamérica y el Caribe que pone hincapié en la contienda contra la pobreza y la
exclusión social, bajo un plan de participación y complementación política, social y
económica entre sus miembros.
Este esquema, se basa en la construcción de mecanismos que aprovechen los beneficios
cooperativas entre las diversas naciones similares para indemnizar las asimetrías entre
aquellos territorios. Esto se hace por medio de la cooperación de fondos compensatorios,
con el objetivo de la corrección de discapacidades intrínsecas de las naciones miembros y la
aplicación del Tratado de negocio de Pueblos (TCP). Del mismo modo, conforma entre sus
miembros el Espacio Económico del ALBA-TCP (ECOALBA), como una región
económica de desarrollo compartido y prevé el Sistema exclusivo de Indemnización
Regional de Pagos (SUCRE).
En la actualidad son miembros del ALBA los próximos territorios: Vieja y Barbuda,
Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa
Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela.
Bajo el esquema del ALBA – TCP, Venezuela ha suscrito los próximos Convenios
especiales:
Con Bolivia: Consenso de negocio de los Pueblos para la Complementariedad Económica,
Provechosa (2011)
Con Ecuador: Consenso Marco de Cooperación entré el Régimen de la República
Bolivariana de Venezuela y el Régimen de la República del Ecuador para Profundizar los
lazos de Negocio y Desarrollo (2011)
UNASUR
El tratado constitutivo de la Alianza de Naciones Suramericanas – UNASUR, ha sido
firmado el 23 de mayo de 2008 por un conjunto de 12 territorios suramericanos, entre los
cuales se hallan: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú,
Surinam, Uruguay, Colombia y Venezuela.
UNASUR tiene como fin edificar de forma participativa y consensuada, un lugar de
adhesión y alianza en el campo cultural, social, económico y político, dando prioridad al
diálogo político, las políticas sociales, la enseñanza, la energía, la infraestructura, el
financiamiento y el medio ambiente, por medio del fortalecimiento de la democracia y
reducción de las asimetrías entre los competidores.
Bajo este esquema, servible el Banco del Sur el cual, tiene por objeto financiar el
desarrollo económico, social y ambiental, realizando uso del ahorro intra y extra regional;
robustecer la adhesión; minimizar las asimetrías y fomentar la equitativa repartición de las
inversiones entre las naciones miembros.
Adicionalmente, la UNASUR tiene un Consejo de Protección Suramericano (CDS), que ha
sido postulado por Venezuela y Brasil para servir como un mecanismo para la estabilidad
regional; promoviendo la cooperación militar y la custodia regional.
CELAC
La Sociedad de Estados Latinoamericanos y Caribeños- CELAC, es esfuerzo de unión
política, de carácter regional, que busca impulsar la adhesión y desarrollo de las naciones
latinoamericanos y caribeños. La CELAC está constituida por los 33 Jefes de Régimen de
territorios del Caribe y Suramérica.
-VENEZUELA - ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO – IDH
Índice de desarrollo humano (IDH) de 2019 en Venezuela ha sido 0,711 aspectos, lo cual
implica que ha empeorado en relación a 2018, en el cual se situó en 0,733.
El IDH es un fundamental indicador del desarrollo humano que prepara todos los años
Naciones Unidas. Hablamos de un indicador que, a diferencia de los que se usaban antes
que medían el desarrollo económico de un territorio, examina la salud, la enseñanza y las
ganancias.
Si ordenamos las naciones en funcionalidad de su Índice de desarrollo humano, Venezuela
está en el puesto 113, o sea, sus pobladores permanecen en un mal sitio dentro del ranking
de desarrollo humano (IDH).
El IDH, tiene presente 3 cambiantes: vida extensa y sana, conocimientos y grado de vida
confiable. Por consiguiente, influyen entre otros el producido de que la esperanza de vida
en Venezuela se encuentre en 72,13 años, su tasa de mortalidad en el 6,98‰ y su renta per
cápita sea de 2.886€ euros.
-Asimetría entre el desarrollo económico y social entre los países involucrados

CUBA
Las interrelaciones bilaterales entre Cuba y Venezuela durante la historia no fueron
constantes.
La revolución Cubana ganó gracias al repudio generalizado por parte poblacional hacia la
mediación norteamericana y la corrupción del gobierno.
Por tal razón, la causa cubana en comienzo ha sido apoyada por otros Estados como
Venezuela debido a que el desplazamiento cubano simpatizó con el proceso democrático
que se venía gestando internamente en comentado territorio.
En 1974 se generan novedosas elecciones en Venezuela y se posesiona como mandatario
Carlos Andrés Pérez. Con él, los acercamientos con cuba, iniciados por su antepasado, no
son interrumpidos, sino que se acentúan. Se restablecen las interrelaciones diplomáticas y
económicas con la Isla, a medida que se promueve e impulsa el levantamiento de las
sanciones que la Organización de los Estados Americanos había impuesto a Cuba. Del
mismo modo se busca reinsertar a Cuba como protagonista directo en los acontecimientos
del conjunto de naciones.
Al empezar el Siglo XXI se vislumbran años de afinidad y de correlación en los vínculos
entre Cuba y Venezuela. Ciertamente esto tiene su origen una vez que en Venezuela, un
candidato perteneciente de un partido diferente a los clásicos, el Teniente Coronel Hugo
Chávez Frías, del partido Desplazamiento Quinta República, por medio de un discurso
populista que critica de manera enorme las actividades de los gobiernos anteriores y hace
devoción a dirigentes del pasado como simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón rodríguez,
consigue el favorecimiento primordial del electorado y consigue transformarse en el
Mandatario de Venezuela por los siguientes años.
A partir de entonces, Chávez ha dejado bastante en claro su interés por conservar una
estrecha interacción con el régimen cubano, pues al igual que el mandatario Fidel Castro,
sobresale la afinidad ideológica, proclaman la total colaboración poblacional en los asuntos
internos, critican de manera enorme el Sistema Capitalista y velan por entablar un nuevo
orden mundial. Especialmente, un sistema ordenado, justo y equitativo. Por lo tanto, la
intensión de Cuba y de Venezuela fue conseguir más grande colaboración en los asuntos
mundiales para minimizar la percepción de territorios dependientes y frágiles, para
transformarse en actores importantes, de la misma forma que lo argumenta Mohammed
Ayoob en su teoría del Realismo Subalterno.
Por lo anterior la evolución de las interacciones en medio de éstos 2 territorios en materia
política se explicara posteriormente bajo los axiomas de la teoría del Realismo Subalterno
ya que sirve como herramienta analítico en la comprensión y estudio de las diversas
dinámicas.
BOLIVIA
En los alrededor de 14 años de régimen de Evo Morales, Bolivia ha crecido una media del
4,8% al año, con una inflación que el FMI proyecta en un 2% para 2019 y cortando la
pobreza extrema a la mitad hasta el 17%.
Por su lado, la hiperinflacionaria Venezuela de Nicolás Maduro, siguiendo políticas
económicas prácticamente heredadas de Hugo Chávez, ha acabado la mitad de su economía
en 6 años. No en vano han escapado bastante más de 4 millones de individuos del territorio
que presume tener una de las más grandes reservas probadas de petróleo. Casi como en un
país en guerra, escasean bienes de primera necesidad y resulta inclusive virtualmente
imposible lograr ciertos medicamentos.
A pesar de tener dirigentes socialistas, las situaciones de las economías de Bolivia y
Venezuela parecen diametralmente opuestas.
Se debe describir el triunfo de la política de Morales y el punto de inicio debería ser
rememorar los persistentes traumas entre los bolivianos por la hiperinflación que sufrieron
en los años ochenta.
Por Dicha razón, al llegar al poder en 2006, en un tiempo de mucha convulsión política, la
izquierda boliviana tuvo presente que de la igualdad macroeconómica dependía su
permanencia. De esta forma ha sido como, bajo la dirección del ministro Luis Arce
Catacora, idearon un modelo mixto con base en 2 pilares.
El primero e importante está dirigido al sector estatal, que se hace con el control de los
hidrocarburos y la electricidad, estratégicos generadores de recursos económicos que
después son con el propósito de políticas sociales.
Otra diferencia con Venezuela es que las nacionalizaciones bolivianas se circunscribieron a
sectores estratégicos. Esa iniciativa traza una frontera clara entre el modelo mixto boliviano
y el expansionismo estatal que impuso Chávez en Venezuela, y que Maduro no hizo más
que profundizar.
Los «traumas colectivos» venezolanos estaban más marcados por el Caracazo, la ola de
maltrato desatada por un paquete de ajuste de corte neoliberal, y no tanto por la carencia de
disciplina fiscal.
Otro contraste está en que a medida que en Bolivia el régimen se esforzaba en desdolarizar
la economía e impulsar la confianza de los clientes en su moneda, en Venezuela se
pretendía resolver los inconvenientes de flujo de caja imprimiendo dinero.
El dinero en circulación en Venezuela pasó de los 127 billones a final de 2017 a 8.000
billardos. Y aquello en un entorno de contracción económica.
Esta impresión de moneda sin respaldo en la economía real, dinero inorgánico, hunde el
costo de la moneda, puesto que es ineludible que ocasione inflación. Aun cuando en el
papel en Venezuela confluyen varios componentes que un economista calificaría de
inflacionarios, el régimen defiende que la hiperinflación que padece el territorio es
«inducida y criminal».

Sin embargo, no cada una de son buenas noticias en la economía boliviana y hay motivos
para la inquietud.
La prometida industrialización de los recursos naturales no arribó a lo extenso de los años
de boom petrolero y los críticos acusan al régimen de haber profundizado el modelo rentista
extractivista.
NICARAGUA
La economía de Venezuela caerá un 23% en 2019; la de Nicaragua, un 5%; lo cual
convierte en ambas únicas del territorio de Latinoamérica y el Caribe que registrarán una
contracción, según las previsiones del último análisis de la CEPAL (CEPAL).
Por su lado, la economía de Dominica crecerá un 9,9%; la República Dominicana, un
5,5%; la de Panamá, un 4,9%; la de Guyana, un 4,6%; y la de Bolivia, un 4%.
La zona en su grupo crecerá un 0,5%, 4 décimas por abajo de lo cual registró en 2018,
manteniendo así la trayectoria descendiente que ya había anotado a partir de 2013. Sin
embargo a diferencia de últimos años, en 2019 la desaceleración va a ser generalizada y
perjudicará a 21 de los 33 territorios
Aproximadamente, el Análisis Económico de Latinoamérica y el Caribe 2019 muestra que
se espera que América del Sur crezca 0,2%, América Central 2,9% y el Caribe 2,1%.
SALVADOR
Uno de los más prósperos y además violentos territorios de América Central, es habitado
por los indios pipi en 1524, una vez que el español Pedro de Alvarado llega a la zona,
llamada Cuscatlán por los originarios. Ha sido colonia española hasta 1821, una vez que se
adhiere a la Federación Centroamericana. Movimientos separatistas fracasan en 1832-1833.
La República es proclamada 3 años más tarde del fin de la Federación, en 1841. El
territorio vive una fase de seguridad política a fines del siglo XIX que coincide con el
florecimiento de la economía cafetera.

Los precedentes esbozados reflejan que en El Salvador a partir de sus inicios como
República se caracterizó por tener un clima de constante inestabilidad política, patentizada
por los seguidos golpes de estado e impregnada de totalitarismo asumido por el área militar,
sumiendo al territorio en atraso, impidiendo con ello que la población tuviere colaboración
en los procesos de elecciones en equidad de condiciones, indistintamente de la doctrina que
profesasen. La inestabilidad política, signada por el totalitarismo se constituyó en un
impedimento para instaurar un sistema democrático y que como constataremos en el
próximo capítulo, ha sido bastante dificultoso para el poblado salvadoreño, quien aportó la
más grande cuota de sacrificio en el proceso de consecución de la igualdad política y el
bienestar social sobre las bases del respeto a los derechos humanos y de condiciones
económicas que le permitiesen una vida digna.
Los sucesos que se permanecen produciendo en Venezuela, no por ser menos esperados son
menos relevantes. Respetando el presente marco constitucional ya de por sí bastante
deteriorado, el mandatario de la Asamblea Nacional Juan Guaidó está recabando la ayuda
universal para concluir con un sistema político que ha sumido a Venezuela en la más
grande debacle económica del siglo XXI. Algo que simulaba tan alejado, como era el
hundimiento de un territorio a base de un proceso hiperinflacionario y la práctica
desaparición de la independiente compañía, ha sucedido en uno de las naciones más
prósperos y con más grandes riquezas naturales de Latinoamérica en pleno siglo XXI.

El guión de la devastación económica seguido por el difunto Hugo Chávez y hasta ahora
por Nicolás Maduro no es bastante diferente al ya aplicado tantas veces durante la Historia
y cuyo exponente más cercano geográfica y temporalmente es Cuba: un proceso
acumulativo en todo el tiempo de retroceso de las libertades más primordiales, combinado
con ataques primero puntuales y luego generalizados hacia la propiedad privada y con una
política de construcción de inflación cada vez más agresiva. Llevar al estrés más alto a la
economía venezolana ha causado la pérdida de un tercio de su Producto Interno Bruto
anterior en menos de 5 años, cosa que solo pasa en instantes de guerra, y una depreciación
en el mismo lapso del bolívar frente al dólar del 99,98%.

En ventaja de esta catástrofe económica, el territorio después o más temprano poseía que
reaccionar, tanto internamente como frente al exterior. La primera actitud ha estado basada
en la salida continuada de capitales e individuos en los últimos años, en especial en ambos
últimos con fuertes flujos migratorios hacia las naciones vecinos como Brasil y Colombia,
inclusive Perú además. Ya son bastante más de 3 millones de individuos las que han
escapado del territorio en lo cual se está catalogando como el más grande desplazamiento
migratorio de América en toda su Historia, de esta forma calificado por el portavoz de la
secretaría general de las naciones unidas. En un clima de represión continuada, la actitud
correspondió a aguardar sin embargo faltaba un componente elemental: quién o quiénes
podrían ser los primeros en empezar una revolución ante la dictadura chavista y ante la
parálisis de ciertos sectores clave del territorio como la cúpula del Batallón.

Llegados a este punto, la salida para Venezuela a partir del lado económico es notable: es
necesario un cambio de sistema para realizar un proceso de recomposición de los pilares
económicos más básicos como es el abastecimiento de alimentos, energía y bienes de
primera necesidad. Y aquí, al igual que ocurre en el plano político, es indispensable un
apoyo económico intenso y continuado en la era de las naciones del territorio y de los
organismos de todo el mundo como el FMI (FMI). Como ha sucedido en otros territorios
que fueron exterminados por procesos hiperinflacionarios, el primer paso es la construcción
de una totalmente nueva divisa respaldada por activos reales, empero que
desafortunadamente no va a poder disponer de las antaño abultadas reservas de oro, debido
a que permanecen en su mayoría pignoradas en operaciones de financiación que no se
pueden poder repagar. En el año 2000, Venezuela contaba con 311 toneladas de oro, en lo
que a día actual registra 161 toneladas conforme el World Gold Council en el tercer
trimestre de 2018 y 134 toneladas de manera oficial famosas por el Banco Central de
Venezuela.
El segundo paso es restaurar los fundamentos básicos de la economía de mercado como es
regresar las características robadas a los venezolanos y a los inversores extranjeros y
ordenar el en la actualidad monstruoso sector público controlado por los chavistas.
Recobrar los sectores más relevantes de la economía venezolana visiblemente pasa por la
industria petrolera -controlada por China y las líneas de financiación que ha ido ampliando
al sistema en los últimos años- y por la minería. Empero no se puede fiar en que sea el
exclusivo motor de la recuperación, ya que, al nivel de devastación económica presente, ni
un barril de petróleo a 140 dólares podría rescatar las cuentas exteriores y el gran déficit de
la estatal Pdvsa, la cual según cálculos de la OPEP requiere con urgencia inversiones por
costo de 10.000 millones de dólares si se desea evadir su hundimiento. Solo para hacerse
una iniciativa: la producción de petróleo ha caído a la mitad en 5 años, pasando de 3
millones de barriles al cierre de 2014 a menos de 1,5 millones a noviembre de 2018.

Y, al final, al punto de sofisticación y minuciosidad al que hemos llegado en el instante


presente para seguir fenómenos como la evasión fiscal, el fraude o el blanqueo de dinero, se
necesita ejercer dichos métodos y medidas para recortar las vías de financiación del sistema
bolivariano enquistado en un territorio tan fundamental para Latinoamérica como es
Venezuela ya hace bastante más de 2 décadas. En este sentido, es una señal bastante
positiva la implicación tanto estadounidense como de todos las naciones vecinos de
Venezuela, los cuales son agentes clave en el momento de bloquear los fondos que
financian la dictadura de Maduro y, así, estrangular financieramente a los partidarios del
sistema de hoy.

En suma, dichos son sin lugar a dudas los primeros pasos de una reforma económica que
costará varios años para enderezar el rumbo de Venezuela. Quizá el punto positivo esta vez
es la fortaleza económica de sus vecinos -Colombia y Brasil- que al costado de otros
territorios del conjunto de naciones americano van a ser clave para sanear la economía y
facilitar la llegada de novedosas inversiones.

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