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HONRANDO A;L PADRE Y AL HIJO

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El apóstol Juan relata como en una ocasión Jesús sanó en un día de sábado a un hombre que había sido
paralítico por 38 años (Juan 5:1-9). Los judíos aprovecharon la ocasión para acusarle de violar el sábado
(Juan 5:15). Cuando los judíos confrontaron a Jesús, él se declaró Hijo de Dios, lo cual llenó de ira a los judíos
y "...procuraban matarle porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio
Padre, haciéndose igual a Dios" (Juan 5:18 | LBLA).
Los judíos entendieron que el reclamo de Jesús de ser Hijo de Dios implicaba igualdad con Dios. "Por eso
Jesús, respondiendo, les dijo: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta,
sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera"
(Juan 5:19 | LBLA).
Note la expresión: "porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera." Esta
declaración claramente implica igualdad. Las expresión griega γαρ αν (gar an) significa "lo que sea" o
"cualquier cosa", o sea, que no hay nada que el Padre haga que el Hijo no pueda hacer. Con esta respuesta
Cristo estableció que él es todopoderoso al igual que su Padre. Luego Jesús le dijo lo siguiente a los judïos:
"para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le
envió" (Juan 5: 5:23 | LBLA).
La palabra griega τιμάω (timao) que se traduce por honrar, significa "honor, a tener en honor, reverenciar,
venerar" (Strong). A Cristo hay que venerarlo de la misma forma que se venera sl Padre; ni más, ni menos.
Por tal razón todo lo creado en los cielos y en la tierra adora al Padre y al Hijo. Veamos:
"Y a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas
que en ellos hay , oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y
el dominio por los siglos de los siglos. Y los cuatro seres vivientes decían: Amén. Y los ancianos se postraron
y adoraron" (Apocalipsis 5:13-14a | LBLA).
Aquel que rehuse adorar al Hijo y pretenda rendirle homenaje como si fuera un mero campeón de boxeo, no
honra al Padre. Al Hijo se honra de la misma forma que se honra al Padre.
El mensaje de la Biblia es claro.
Por Rafael Montesinos

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