EL LEON

Aún nos quedan años luz para que la cultura en nuestro país deje de ser
una asignatura pendiente y sea universal como la medicina gratuita,
entonces tendremos una democracia en condiciones de igualdad con
otras diez naciones. Acabamos de darnos un baño de emociones viendo
una película llena de encanto, sensibilidad y pedagogía titulada EL LOBO
Y EL LEON, toda una lección en defensa de la libertad de los animales.
No es demagogia ecologista vacía, sino noventa minutos de felicidad que
llena de gozo, lejos del ruido, griterío,
telediarios luctuosos o violencia desatada en las calles.

la dirección de Gilles de Maistre, francés, cree firmemente en la

comunión entre el Universo animal, la Naturaleza, y los pocos racionales
seres humanos. El filme pone a los espectadores en un mismo plano que
la pareja cuadrápeda, lo mismo que un bellísimo paisaje y música que se
suman para recordarnos un planeta que compartimos entre nosotros
mismos. Y las espectaculares fotografias, encadenadas con una sinfonia
de luz y colores.
 
Pero si el gancho de lobo y león nos maravilla por su naturalidad, la
figura de la actriz Molly Kunz es un impacto visual de delicadeza
femenina, un sexy que avasalla los ojos como un cisne en su papel de
Alma, que en una escena con prado verde y melodía de fondo, nos
prende y relaja. La bella y sus dos amigos animales que interpretan sus
papeles como actores consumados para Oscar.
 
Estas cosas nos relajan, es cultura, salvo que unos policias locales
entren en su casa buscando unas llaves que un personaje escandaloso
dejó olvidadas. No importa, la libertad nos permite esta clase de
cine.Vamos a relajarnos. Amemos a los animales. Incondicionalmente.