Está en la página 1de 1

El motor de gas me interesó y seguí su progreso, pero solo desde la curiosidad, hasta cerca

de 1885 o 1886 cuando, la máquina de vapor siendo descartada como la fuerza motriz para
el carro que tenía la intención de construir algún día, tuve que buscar otro tipo de fuerza
motriz. En 1885 reparé un motor Otto en la fábrica Águila de Hierro en Detroit. Nadie en la
ciudad sabía nada de ello.

También podría gustarte