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Convivientes también pueden heredar:

Las parejas de convivientes pueden cautelar los bienes adquiridos durante su relación y
heredarlos en caso alguno de ellos falleciera, siempre que hayan inscrito sus uniones de
hecho ante un notario.

Ese derecho es cautelado por la Ley 30007, que establece que los convivientes deben
registrar oficialmente su condición para conformar una sociedad de gananciales.

"El trámite es simple", según lo señaló a la Agencia Andina el presidente de la


Comisión de Asuntos Académicos del Colegio de Notarios de Lima, Sergio Berróspi
Polo.

Requisitos

Explicó que los requisitos para inscribir una unión de hecho son que esta relación de
convivencia tenga una antigüedad mínima de dos años y que sus integrantes sean
solteros o divorciados, pero no solo separados de un matrimonio anterior.

El primer paso es presentar una solicitud a una notaría pidiendo la inscripción de


la unión de hecho y manifestando que mantienen una relación de dos años o más.

A esa solicitud hay que adjuntar un certificado domiciliario y un certificado negativo de


unión de hecho (de que no están conviviendo con otras personas). Este último
documento es emitido por la Superintendencia de Registros Públicos (Sunarp).

A todo ello se puede adjuntar las partidas de nacimiento de los hijos en común si los
hubiera, pero, además, dos testigos que certifiquen la convivencia.

El notario calificará la solicitud y la mandará publicar en el diario oficial El Peruano y


en otro diario de circulación a manera de edicto, para comunicar la intención de los
convivientes y esperar si alguien se opone.

Pasados los 15 días hábiles sin que nadie que se oponga, el notario extenderá la escritura
pública declarando la unión de hecho y la enviará a Registros Públicos para su
inscripción. 

El pago que los solicitantes deben hacer a la notaría por este trámite puede oscilar
entre los 250 y 300 soles aproximadamente.

La ventaja de inscribir una unión de hecho es el factor hereditario, pues al haberse


cumplido con ese trámite, si uno de los convivientes fallece, el otro puede heredar los
bienes de su pareja.

De lo contrario, al no tener ese reconocimiento legal, no tendría condición de heredero.

Berrospi Polo indicó que también es posible inscribir el término de una convivencia
cuando la relación acabó y se quiere evitar el acceso a la herencia de la otra persona.

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