Está en la página 1de 17

DIPUTADO CLAUDIO ENRIQUE MONGE PEREIRA:

Muchas gracias, señor Presidente, empezamos a las quince y cincuenta


y siete. Buenas tardes, compañeras y compañeros.

Señorías, felicitarlas y felicitarlos de nuevo, ya que ayer, domingo,


celebramos el Día Mundial del Ambiente, y espero que ese día de ayer se
convierta en una vida completa. Esta semana también es la semana del
medioambiente en Costa Rica, hay muchas instituciones celebrando, haciendo
actividades, los niños y las niñas en las escuelas están trabajando hoy en
proyectos específicos, están exponiendo proyectos, están exponiendo trabajos
que tienen que ver con todo esto.

Yo quiero referirme a este asunto, toda vez que en diferentes


oportunidades hemos hablado desde esta curul acerca del tema, el tema de las
marinas y los atracaderos turísticos, yo espero que las personas que defienden
este tipo de proyectos y este tipo de desarrollo, pues también nos pongan
atención de la misma forma que nosotros les ponemos a ellos cuando hablan
no nos retiramos del Plenario, ni les damos la espalda, sino que escuchamos lo
que les escriben, porque pueda ser que ahí haya algún argumento importante,
algún documento relevante que nosotros desconozcamos y que nos pueda
servir para enriquecernos, inclusive, hasta para tomar decisiones.

Pero, bueno, en ausencia de ellos que de una vez que leyeron su


dictamen se retiraron de este recinto, de este Plenario, en la misma tónica de
no escuchar y de no compartir otros argumentos, y de analizarlos y de
estudiarlos con seriedad, pues, yo voy a manifestarme en relación con el tema
para los compañeras y los compañeros que están aquí en el Plenario y para
todo el pueblo de Costa Rica que nos sigue en sus hogares, ya sea por la
televisión o por las ondas de la radio y también para los estimables amigos y
amigas de la prensa que están en su barra y para el ciudadano costarricense
que nos acompaña aquí en las barras.

La Sala Constitucional por enésima vez podríamos decir rechazó


este proyecto de Ley de marinas por considerar que lesiona los principios de
progresividad de los derechos humanos en materia ambiental, y por no incluir,
además, varias categorías de manejo para las áreas silvestres protegidas en la
prohibición de marinas mediante este voto 018702 del 2010.

Y es que aquí estamos hablando de derechos humanos porque no


solamente lo tenemos garantizado los ciudadanos y las ciudadanas de este
país constitucionalmente de acuerdo con lo que reza el artículo 50, sino que
también organismos internacionales han venido señalando y tomando acuerdos
importantes vinculantes para nuestro país en ese mismo sentido, que el
medioambiente es un derecho de todas y de todos los ciudadanos y que así
como la ONU recientemente acordó darle la categoría de derecho humano al
agua, así también se le ha venido dando a otros aspectos que tienen que ver
con la vida del ser humano en el único planeta que tenemos.
La consulta de constitucionalidad fue presentada, en su ocasión, por
diputados y diputadas de varias fracciones de este Parlamento, del Frente
Amplio, de Acción Ciudadana y del Partido Accesibilidad Sin Exclusión, y la
Sala Constitucional nos dio la razón, también en relación con la ausencia de
regulaciones en cuestiones que tienen que ver con migración, cuestiones
sanitarias y cuestiones aduanales y eso también es muy importante traerlo a
colación.

La magistratura constitucional determinó en su voto en el expediente


10013699-07CO que, además, se violentaron los principios de razonabilidad y
proporcionalidad por las atribuciones que se le encomiendan a ese Centro
Interinstitucional de Atracaderos y Marinas Turísticas, conocido con las siglas
de Cimat, creado por este proyecto y a las corporaciones municipales que son
de carácter exclusivo de la Secretaria Técnica Nacional Ambiental, Setena. De
acuerdo con esta sentencia el principio de progresividad de los derechos
humanos, especialmente en materia ambiental se ve lesionado por no incluir la
prohibición de construir marinas donde existan reservas forestales, zonas
protectoras, refugios nacionales de vida silvestre, humedales, monumentos
naturales, reservas marinas y áreas marinas de manejo.

En relación con el informe de la Comisión de Consultas de


Constitucionalidad, que leyó aquí con tanta pasión, con tanto fervor, con tanto
amor, no recibe el voto de la Sala al decir que no es vinculante porque solo
advierte de vicios por el fondo del proyecto, y no vicios de constitucionalidad en
el trámite legislativo, y me parece que este es un argumento sumamente risible,
y además muy preocupante, o sea, no le preocupa a la Comisión que haya
vicios de inconstitucionalidad por el fondo del proyecto, ¿verdad?, y se ampara
en que no los encuentra por la forma, eso me parece a mí sumamente grave
entratándose de un asunto tan importante para todas y para todos como es la
defensa del medio ambiente y lo que podríamos llamar el in dubio pro natura.

Dice además que en Costa Rica no existe el principio de progresividad


ambiental, el principio de progresividad ambiental dicta que los objetivos
ambientales deberán ser logrados en forma gradual a través de metas interinas
y finales proyectadas en un cronograma temporal que facilite la adecuación
correspondiente a las actividades relacionadas con esos objetivos. Se trata de
balancear tres objetivos: El ambiental, el social y el económico, lo que haya
hecho el Estado en materia ambiental no puede disminuir, sino que debe ser
más bien cada vez mayor y mejor.

El informe de mayoría afirmativo que dice la Comisión de Consultas de


Constitucionalidad dice que este principio no aplica para Costa Rica, y señala
por el fondo lo siguiente, dice que en el artículo 1 el proyecto en cuestión se
establecen las salvedades de áreas protegidas, veamos si es cierto, artículo 1,
concesión: En las áreas de dominio publico como en la zona marítimo-
terrestre, y/o el área adyacente cubierta permanentemente por el mar, áreas
adyacentes a las ciudades costeras a excepción de los terrenos que presenten
espacios abiertos de uso común podrán otorgarse concesiones para la
construcción, administración y explotación de marinas y atracaderos turísticos
de conformidad con lo dispuesto en la presente ley. Se exceptúan de esta
disposición las áreas de manglar, los parques nacionales y las reservas
biológicas, igualmente no se otorgarán concesiones para la construcción y
operación de marinas y atracaderos turísticos en áreas donde existan
ecosistemas coralinos.

Dice la Comisión de Consultas de Constitucionalidad que más bien se


avanza en la legislación, porque en la actual Ley de marinas no se contemplan
los ecosistemas coralinos como zona de excepción, pero, ¿acaso nos creen a
nosotros bobos?, ¿acaso nos creen a nosotros analfabetos?, ¿y qué pasa
entonces con la Ley Orgánica del Ambiente, que define más allá a todas las
áreas silvestres protegidas?, parques nacionales, reservas biológicas, refugios
de vida silvestre, reservas forestales, zonas protectoras y humedales.

Así que entonces nos encontramos, una vez más, aquí discutiendo
acerca de este controversial proyecto, llamado Modificación de varios artículos
de la Ley 7744, concesión y operación de marinas turísticas. A todas luces, un
proyecto muy controversial y al cual le hemos dedicado nosotros horas de
horas de estudio y de discusión aquí, por medio de resúmenes, porque no hay
mucho tiempo para entrar al fondo de todos los asuntos que tienen que ver con
este proyecto, que son aspectos no solamente relacionados con el ambiente,
con la ecología, con la biodiversidad, si no que son asuntos también
relacionados con la problemática social de nuestro país, con los problemas
económicos y con una serie de consecuencias que conllevan.

Sí, efectivamente, es un proyecto muy controversial, no solo por los


reiterados argumentos que nosotros hemos esbozado, desde la fracción de
nuestro partido Acción Ciudadana, y que han esbozado también otras y otros
compañeros en este Plenario, desde el pasado período y que no han sido de
recibo en este recinto para algunos diputados y diputadas que se han
empeñado en que se apruebe, prácticamente, a trocha y mocha, sino también
porque algo definitivamente huele mal cuando en diversas ocasiones, algunas
por la forma y ahora una por el fondo, la Sala Constitucional reitera la
inviabilidad constitucional del texto y cuando se dan actos de ilegalidad, como
los que aquí nosotros vivimos, hace algunos días, durante la votación de
aquella moción de ampliación del plazo cuatrienal del mismo y que se espero
demasiado tiempo para que regresaran aquí a este Plenario algunas personas
que estaban en sus oficinas o en otros lados y hasta en el cafetín para poder
tener los votos y aprobar esta ampliación del plazo cuatrienal.

Para este servidor de ustedes, continúan las incongruencias y las


inconsistencias de peso, que me impiden emitir un voto favorable para este
dictamen de la Comisión, porque este proyecto continúa con los vicios de
inconstitucionalidad que, por el fondo, la Sala ha señalado.

Así que en este lapso que tengo para hacer uso de palabra, yo me
abocaré a profundizar sobre varios argumentos que he ido señalando, tanto en
este Plenario como en medios de prensa y en foros de discusión, con diversos
movimientos sociales, movimientos ecologistas, ambientalistas, estudiantes de
escuelas y de colegios, no solamente de las zonas costeras, sino también de la
Gran Área Metropolitana, que están muy preocupados por la situación de
nuestros océanos.

Primero, y una de las variantes más discutidas del texto, yo sigo notando
una problemática de fondo, en el tanto continúa existiendo una exclusión
expresa de las municipalidades en el proceso de otorgamiento de las
concesiones. Estas no son involucradas, las municipalidades no se toman en
cuenta como debe ser, en este primer proceso, a cargo de la conformación de
lo que se ha dado en llamar el Cimat, es decir, esa comisión interinstitucional
de marinas y atracaderos turísticos, que conformados por diversas instituciones
centrales del Estado, adquiere entonces un carácter político y no técnico, como
debería ser, o científico, en este caso.

La municipalidad entonces, o las municipalidades de todos aquellos


cantones que tiene el territorio en las zonas costeras, quedan rezagadas a un
mero trámite de otorgamiento de permisos de construcción y de concesión,
imposibilitando procesos de desarrollo local-participativo y excluyendo, por
tanto, a las mismas comunidades de ese proceso en la toma de decisiones.

A nivel jurisdiccional y por cuanto a las competencias de autoridades


públicas involucradas, el evidente choque entre el órgano creado en este
Cimat, este consejo interinstitucional y las municipalidades, atenta contra el
régimen de autonomía municipal y, por ende, contra los procesos de
descentralización que se vienen gestando desde los gobiernos locales. Esto
por cuanto el Cimat tiene preponderancia en el otorgamiento de la viabilidad
técnica, relegando a un papel secundario las acciones de las municipalidades
dentro del proceso de concesión, y aquí quiero recordar que hay
municipalidades que han hecho un ingente esfuerzo, que han hecho muchos
esfuerzos y que han gastado mucho dinero, millones, para elaborar planes
reguladores y planes específicos, precisamentem para controlar su desarrollo y
que este sea amigable con el ambiente, especificando los usos de suelos y lo
que se puede y no se puede hacer en determinadas zonas.

Este órgano del Cimat nos deja muchas dudas, en general, es un órgano
al cual hay que ponerle mucha atención, porque no queda claro,
específicamente, no lo que va a hacer ese órgano, al que así se le dan
atribuciones, sino lo que van a hacer otras instancias que tienen funciones muy
bien determinadas y que están en otras leyes.

Este órgano es concebido como un órgano desconcentrado del Instituto


Costarricense de Turismo y no contempla en su conformación a personeros de
las respectivas municipalidades. Dice el texto de marras que deberán
contemplar, a la hora de estudiar las concesiones, lo dispuesto en el plan
regulador de la zona en cuestión, lo que genera un vacío jurídico en el caso
que en determinadas zonas no se cuente aún con la elaboración de estos
planes.

Entonces, compañeras y compañeros, ¿qué se hace en este caso?, ¿lo


dejamos a criterio de ese consejo interinstitucional?, ¿al criterio del Cimat o se
consulta a las municipalidades, aunque estas no tengan las posibilidades de
responder?

Y en esta misma línea, sobre el fondo de lo que debería ser el desarrollo


local es notorio que la ley tiene un claro direccionamiento a fomentar las
inversiones extranjeras directas, la inversión privada, fomentando un modelo
basado en el crecimiento económico solamente y no en el desarrollo integral de
las comunidades. Y aquí los que viajamos a menudo a las comunidades
costeras, los que viajamos a estas zonas sabemos que el desarrollo es
insípido, sabemos que están rezagadas, que tienen una enorme cantidad de
problemas derivados no solamente de las carencias económicas, sino lo que
esto significa y el reflejo que se da en el aspecto social, en el aspecto
educativo, en salud, etcétera.

No es un secreto que el modelo de marinas turísticas no genera valor


agregado para las comunidades que las reciben ni generan encadenamientos
productivos que beneficien a los vecinos, todo lo contrario, es una actividad que
beneficia en su totalidad a la parte inversionista y en forma marginal a las
comunidades.

Quiero recordar un dato que investigamos nosotros el año pasado y


compartimos aquí en relación con las fuentes de trabajo que han creado las
marinas que existen Costa Rica, y según los datos oficiales que maneja la Caja
Costarricense de Seguro Social, solamente durante toda su existencia las
marinas han creado en Costa Rica novecientos un empleos, eso es lo que han
creado, eso es lo que han generado en todo el país, novecientos un empleos y,
por lo general, empleos de muy baja calidad, muy mal remunerados.

Y a cada entrada a discusión una pregunta de fondo: ¿para qué


entonces estamos nosotros legislando?, porque con la legislación damos forma
al modelo de desarrollo que queremos para el país, para los costarricenses,
entonces, estamos legislando para darle continuidad a un frágil modelo de
inversión extranjera sin antes contemplar aspectos de vital importancia para las
comunidades y son las zonas más pobres las que siguen asumiendo los costos
de un modelo excluyente que ve números en abstracto, porque los números
que se le presentan son en abstracto.

Me decían algunas personas allá en mi provincia que se negaron a


participar en el censo; decían: Nosotros no vamos a colaborar, nos preguntan
que cuántos televisores hay en la casa, que cuántos radios, etcétera, y no
vamos a colaborar porque no queremos seguir siendo números de una
estadística que es falsa, porque la mayoría de los costarricenses lo que
tenemos en la casa lo debemos y para no decir nombres ni hacerle propaganda
a nadie, se lo debemos a “tome chichi” y estamos hasta la coronilla con tarjetas
de crédito que no podemos pagar, y tenemos la vida prestada.

Entonces, se trata de que este tipo de proyectos lo que fomentan es ese


tipo de modelo, ese modelo de desarrollo que no reflejan absolutamente nada,
y son en Costa Rica las zonas más pobres las que siguen asumiendo los
costos de un modelo excluyente, porque toda persona sabe que el hecho de
que las divisas o el PIB se incrementen, el producto interno bruto, no reflejan
nada por sí mismas o por sí solas.

Las zonas costeras albergan la mayor parte de la industria turística,


inmobiliaria y de la inversión foránea en el país y, sin embargo, los índices de
desarrollo social siguen en un decrecimiento espeluznante, acelerado. Los que
ya tenemos algunos años y hemos viajado durante décadas a estas zonas,
sabemos que lo que estamos diciendo responde a la realidad, ese desarrollo
exagerado en cemento, en varilla, en cuestiones estéticas no se refleja, de
ningún modo, en la calidad de vida de sus pobladores autóctonos.

Y uno de los ejemplos más importantes, podríamos señalar nosotros, a


la península de Osa, cuyo crecimiento de la industria inmobiliaria tiene un
comportamiento sumamente fuerte y ascendente, con impactos importantes en
el medioambiente y aun así siguen albergando a cantones con el mayor nivel
de pobreza y los mayores índices de rezago social y económico, y eso es una
verdad y está en los datos.

Entonces, nos corresponde a nosotros, como legisladores y legisladoras,


seguir fortaleciendo esta dinámica de exclusión o ponernos a legislar para la
búsqueda de soluciones efectivas, fomentando modelos de desarrollo
autóctonos que se traduzcan en educación pública de calidad, en salud pública
de calidad, en alimentación de calidad. Modelos de turismo rural comunitario,
por ejemplo, que están adornando, absolutamente, todas las páginas de los
programas de gobierno, pero que, a la hora de la hora, son solo palabras.

Tenemos, por otro lado, el aspecto ambiental. Y acá hay que ponderar
la irresponsabilidad con la que son redactadas nuestras leyes en el país. Y es
que resulta inadmisible, desde todo punto de vista, la elaboración de este tipo
de leyes sin la existencia, por ejemplo, y esto es muy importante, de un plan
integral de marinas, la ausencia de estudios sobre la capacidad de los litorales,
la ausencia de controles estrictos previos y posteriores y las limitaciones
municipales para corroborar las compatibilidades de los proyectos de marinas
con los planes costeros, los planes reguladores, los planes de zonificación o los
usos de suelo, donde estos existan.

Y, precisamente, entrando a la materia de la ausencia de mecanismos


efectivos de control y monitoreo, existe una gran preocupación, una
preocupación importantísima, el control y monitoreo sobre el manejo de
residuos sólidos y los residuos líquidos, y recordemos que aquí no hace mucho
aprobamos una ley en ese sentido para apoyar a las comunidades a las
familias, a las municipalidades.

Pregunto yo: ¿están las municipalidades preparadas para monitorear


esto de forma eficaz?

Y es que, según investigaciones preliminares, cada marina maneja, en


promedio, alrededor de siete grupos de desechos sólidos, siete grupos de
desechos sólidos, tales como combustibles, aceites, aguas residuales, resinas
tóxicas, disolventes y otros más, sin embargo, no existe un plan de manejo de
los mismos ni las capacidades estatales para gestionar la planificación de estas
implicaciones ambientales. A esto hay que sumar no solo que el radio de
impacto de las marinas es de alrededor de diez kilómetros a la redonda, pero
de donde están estas instaladas, sino, además, que las aguas de desecho de
los barcos deben tomarse en cuenta para esto.

Aquí recuerdo la reciente discusión del Tratado de libre comercio con


China y lo que señalaban algunas compañeras y algunos compañeros muy
atinadamente, en el sentido de que no abalaban este proyecto de ley porque
Costa Rica carece de las normas, de las regulaciones específicas para que
estos tratados se puedan cumplir desde adentro y por eso tenemos que se
aprueban a diestra y siniestra tratados que no reflejan en la realidad lo que en
el papel dicen, en relación con el beneficio que deben o deberían aportar al
pueblo de Costa Rica.

Y esta no es la principal amenaza ambiental del proyecto; por ejemplo, a


mí me preocupa mucho que el proyecto establezca prohibiciones solamente
para las áreas de manglar, los parques nacionales y las reservas biológicas.

Igualmente, no se otorgarán concesiones para la construcción de


operaciones de marinas y atracaderos turísticos en áreas donde existan
ecosistemas coralinos, pero y qué pasa con el resto de áreas protegidas, como
las reservas forestales, las zonas protectoras, los refugios nacionales de vida
silvestre, los humedales, los monumentos naturales, las reservas marinas y
áreas marinas de manejo, poniendo en riesgo una parte importantísima del
capital de recursos naturales de nuestro país, ¿qué pasa con todas esas otras
zonas?

Además, hay que tener en cuenta que Costa Rica solo cuenta con un
uno por ciento del área marina protegida, costarricenses que nos escuchan,
Costa Rica solo cuenta con un uno por ciento del área marina protegida, eso
quiere decir que el noventa y nueve por ciento está al garete, que en el noventa
y nueve por ciento puede suceder cualquier cosa. O sea, que nosotros más
bien deberíamos pensar de previo en la elaboración de normativas tendientes a
fortalecer y proteger los recursos marino-costeros, en vez de ponerlos en
riesgo de esta forma.

El recurso hídrico, por ejemplo, es una extraordinaria preocupación que


tenemos en esta fracción del Partido Acción Ciudadana y que es compartida
por compañeras y compañeros de todas las fracciones aquí presentes, por
algunos y algunas compañeras, y es que datos del último Estado de la Nación
señalan un crecimiento exacerbado en la perforación de los pozos de agua, los
pozos legales y los ilegales, a tal extremo que, inclusive, ya existe un mapa de
prohibición para perforación de pozos y estos ya son más… existen más que la
cantidad de pozos perforados para ser utilizados en el sector agropecuario.

Y sí se ha privilegiado en algunas zonas la perforación de pozos para el


desarrollo turístico— entiéndase— fuentes de agua para regar campos de golf.
No deberíamos, entonces, compañeras y compañeros, tomar como una
variable de decisión el tema de la capacidad de la recarga acuífera o algunos
les parece que este es un asunto de menor cuantía.

La preocupación sobre el tutelaje no es solo en cuanto al manejo de


residuos y medio ambiente, sino que hay que tomar en cuenta que este
proyecto abre los portillos al crecimiento de la instalación de muelles privados y
esto es un asunto de suyo que se las trae.

Entonces, vamos retrocediendo, pues de nada vale que la Sala


Constitucional se pronuncie desde enero del año 2006, ordenando el cierre de
todo muelle privado, de nada valen las múltiples denuncias de organizaciones
de gran renombre, como, por ejemplo, Pretoma, y Marviva, en torno al
incumplimiento de los artículos 211 y 2012 del Reglamento General de la Ley
de Aduanas, donde se estipula claramente la exigencia del uso de muelles
públicos, y eso no ha servido de nada, de nada valen las investigaciones que
han salido del seno de la pasada Comisión Especial de Ambiente de este
Congreso al respecto, y que tenemos pendientes, además, para discutir,
precisamente, aquí en este recinto parlamentario y no fueron convocadas en
extraordinarias, y no están en la agenda.

De nada valen todas esas argumentaciones de fondo, porque con este


tipo de proyectos, como el de las marinas, estamos haciéndonos de la vista
gorda y fomentando la instauración de más muelles privados sin las
herramientas de tutelaje necesarias.

Y todos sabemos, como se ha señalado aquí y lo han dicho muchos


compañeros, que en muchos casos son antros que promueven el contrabando,
la evasión de impuestos en las aduanas, el proxenetismo y otras cosas por el
estilo.

Y si ahora, por ejemplo, sin la existencia de este proyecto la negligencia


sobre los mismos se reparte entre Incopesca, el Ministerio de Obras Públicas y
Transportes y las aduanas, no queremos imaginar, compañeras y compañeros,
señorías, qué será de esta situación con un sinnúmero de marinas operando
por todo el país, sin una legislación clara de verdad.

Y bueno, hay muchos otros temas que podríamos nosotros señalar en


relación con esto de las marinas, pero también vale la pena que nosotros
recordemos el asunto de Crucitas, que recordemos el asunto de la minería a
cielo abierto, igual con todas las consecuencias nefastas que eso trae para
nuestro país, y que nos tiene una situación muy complicada y muy difícil a nivel
de casación y otros problemas.

Señalar, por ejemplo, la terrible noticia que nos dan hoy los medios de
comunicación en relación con la exploración petrolera, si somos un país que se
supone que está en paz con la naturaleza, pero cada paso que se da nos hace
a nosotros pensar que ese discurso de paz con la naturaleza es como el
sermón del cura gatica, que predica pero no práctica y que predica porque eso
se vende en el mercado internacional, porque eso se vende en los foros,
porque eso permite a algunos en vez de ser ambientalistas ser ambientalistos,
es decir, como me decía, cuando le hablaba de esto al ex ministro de Trabajo,
don Chico Morales, me decía: Sí, los vivazos de siempre, sí, los que andan
montados en un avión y andan de congreso en congreso, con discursos
elaborados, pero que sí son como el cura gatica, andan predicando pero no
practican nada aquí y nos dan esta terrible noticia, de que están dispuestos.

Y a mí me llama mucho la atención cuando leo las declaraciones de don


Teófilo de la Torre tan superficiales, cuando dice que… que sí, que después de
diez años de maraña legal ya va la concesión a esta petrolera internacional, y
ni siquiera una reflexión de fondo, con lo que pasó y está pasando todavía en el
golfo de México con esa terrible contaminación que pasarán años para poderla
resolver y lo que ha pasado en otras zonas, las tragedias en Hungría, por
ejemplo, con la utilización del cianuro, la contaminación del río Danubio, la
cantidad de muertes que se han registrado en el mundo, los problemas en
África, en Nigeria con la muerte de cientos de seres humanos, precisamente,
por esa lucha depredadora contra el medioambiente y contra la madre tierra.

Entonces, esta noticia, realmente es alarmante, y vieran que leyendo


la… me preocupan cosas importantísimas, por ejemplo, el lobby que hace esta
empresa con la señora embajadora de Costa Rica allá en el Norte, con doña
Muni Figueres, el lobby que hace con senadores republicanos, la presión que
ejercen sobre la Embajadora de Estados Unidos en Costa Rica para que
presionen a doña Laura Chinchilla para que le dé camino a esta concesión y
para que le dé camino a la exploración petrolera, y la Sala Constitucional lo que
nos dice es que está avalando lo que la Setena había determinado, en el
sentido de que el permiso es para hacer estudios previos, y ya don Teófilo está
hablando de perforación.

¿Y qué pasa con las moratorias anteriores? ¿Ni siquiera las vamos a
estudiar, en relación con otras empresas, pero moratoria al fin? ¿Qué pasa
con los pasos que hemos dado aquí nosotros, en este Parlamento, con un
nuevo Código de Minería, que sea específico en relación con la extracción de
metales pesados a cielo abierto, pero que habla de la prohibición de la
utilización del cianuro como una materia altamente contaminante, para proteger
precisamente el recurso hídrico, la biodiversidad?

Y, además, y quiero señalarlo, no solamente por esas presiones de


carácter inmoral, por esas presiones políticas que se ejercen sobre nuestros
representantes diplomáticos, y sobre los representantes diplomáticos de esas
empresas en nuestro país, y sobre nuestros políticos y senadores, y ver aquí
alegremente al exministro Dobles, una persona altamente cuestionada, dando
declaraciones personales a favor de una transnacional, en contra de los
derechos ambientales de los costarricenses y en contra de nuestro patrimonio,
y dice que va a título personal, ¡qué cuento!

Y esto tiene que ver con esta bandera que está aquí, que es la bandera
que llevamos a Calero, que es la bandera que enarbolamos cuando
denunciamos, hace un año en el mes de junio, el asunto del dragado del río
San Juan, y que no había estudios de impacto ambiental para hacer ese
dragado, y que estamos hablando de… sí, de un río nicaragüense, pero
estamos hablando de una cuenca binacional, cuyo cuarenta por ciento está en
territorio costarricense, en zonas altamente frágiles, vulnerables, desde el
punto de vista del ambiente y la biodiversidad.

Y la Cancillería fue irresponsable, y el Ministro fue irresponsable, y fue


laxo, y fue omiso, y hasta sospechoso, porque no se atendió a los que
asentimos, y hoy día tenemos una parte del territorio nacional, la parte de
Portillos en isla Calero, como territorio en disputa, y eso se va a ventilar en
cuatro o cinco años, en seis años, en la Corte Internacional de Justicia de La
Haya, y resulta que yo lo había señalado, compañeras y compañeros, aquí en
este Plenario y en otros lugares, que eso tiene que ver con el asunto del
petróleo, y el asunto del gas natural, y hoy el periódico La Nación nos trae aquí
un mapa de los bloques que se le dan en concesión a esta transnacional. Y
vean qué curioso, la mayoría de esos bloques están en la margen del río San
Juan, están en la parte nacional costarricense de esa cuenca binacional, y lo
decíamos, porque el señor Canciller, cuando fue Ministro del Minaet, sabía que
esa división en bloques, por riquezas naturales, estaba hecha y que estaba el
bloque 11.

Y si ustedes ven este mapa con mucho cuidado, se van a dar cuenta
que, precisamente, las concesiones están ahí, donde está isla Calero. Y
hemos hablado, no solo del problema del río San Juan en cuanto al dragado
sin estudio, hemos hablado de la represa Brito también, que se las trae, que es
un problema fundamental, hemos hablado de un canal interoceánico, hemos
hablado del interés de los chinos y del interés de los iraníes en esa zona. Y
resulta que uno de esos bloques, donde está una de las mayores riquezas de
gas natural y petróleo, que es el bloque 11, está justamente en la isla Calero…
en la isla Portillos, que ahora es territorio en disputa, y que eso significa
seiscientos, setecientos kilómetros cuadrados en el mar patrimonial
costarricense, donde hay profundas riquezas, y que es territorio en disputa, o
sea, ya no sabemos si es de nosotros.

Y qué casualidad, que después de aprobar el TLC con China, y que


después de que se le baja el tono y el nivel de parte del Poder Ejecutivo y de la
Cancillería al tema Calero, aparecen estas cosas, y el miedo que había para
que discutiéramos ese tema. Por eso sigo insistiendo en la irresponsabilidad
que ha habido y que hubo desde la Cancillería para no tratar el tema del
dragado y de la invasión con la seriedad debida y con el patriotismo debido,
porque hoy día sí está claro. Miren, aquí están, ahí están esos bloques, y ahí
es donde quieren ir a explotar esos recursos naturales, en uno de los bloques
que hoy día es territorio en disputa, ya no sabemos si es nuestro.

Y esa es una gran realidad, es verdad, todo está relacionado, y yo lo leí


aquí el jueves de la semana pasada, cuando comentaba con ustedes la
extraordinaria carta del Jefe Seattle, escrita hace doscientos sesenta años,
cuando dice que todo va enlazado, que lo que le hagamos a la tierra nos lo
hacemos a nosotros. Y aquí pareciera que estamos, nosotros, legislando en
temas tan serios, que tienen que ver con el ambiente, solo para nosotros o solo
para las transnacionales, solo para los extranjeros y no pensamos ya no en
nosotros, no, ni siquiera en las futuras generaciones de este país.

Aquí hay compañeros que hablan de las marinas con un placer inmenso,
con una pasión increíble, talvez con la misma con que yo hablo en contra.
¿Será que creen que el mar es solamente esa porción de playa, donde van de
vez en cuando a asolearse, a bañarse? No, dicen los expertos que conocemos
más la luna que los océanos, aquí está la noticia de una experta internacional
que estuvo por Costa Rica, y nos señala que conocemos más de la luna que de
nuestros océanos, una persona que ha hecho estudios de investigación
profundísimos y que vino aquí a dar capacitación.

Y yo lo relaciono con el premio que acaba de recibir nuestra señora


Presidenta en los Estados Unidos por protección de los océanos, por una parte
allá en la Isla del Coco, pero el resto, si solo el uno por ciento del territorio
marino costarricense está regulado. Entonces, recibimos premios y premios,
pero, a la hora de actuar, no vemos nosotros reflejado absolutamente en
ninguna política que vaya en protección. Y, en este caso, por ejemplo, sobre el
principio de progresividad que la Sala señala y por lo cual rechaza, entre otras
cosas, este proyecto, ni siquiera pensamos en el in dubio pro natura, es decir,
ni siquiera le damos a la naturaleza posibilidad, y dicen que no, que, entonces,
sigamos discutiendo el tema.

Dice la doctora Patricia Miloslavich, que es esta experta y que vino


aquí, y que fue atendida, inclusive, por personeros altos del gobierno en
relación con el censo de vida marina, que es un programa de investigación, con
una meta muy ambiciosa, que consiste en inventariar la diversidad, la
abundancia y la distribución de las especies que habitan en los océanos, y por
eso señalaba lo otro, que alguna vez se cree que el mar, que los océanos son
solo ese pedacito, donde vamos, los que tenemos suerte y podemos todavía, a
mojarnos un poco ahí los jocotes, ¿verdad?, porque a otros no podemos entrar,
a otros espacios que ya están prohibidos en este país para los costarricenses y
las costarricenses, porque ya han cercado las playas, ya las han tapado y no
se puede ingresar: Durante una década, dos mil setecientas investigadores de
ochenta países realizaron quinientas cuarenta expediciones en una frontera
aún inexplorada. El programa llegó a su fin el año pasado y dejó un legado de
mil doscientas especies nuevas, ya descritas, y unas cinco mil aún por
descubrir, unas cinco mil especies marinas aún por descubrir.

La doctora Miloslavich fue una de las coordinadoras y dice que aunque


el océano es mucho más rico y diverso de lo que pensamos, también está más
impactado de lo que nosotros creíamos y arrojaron estas investigaciones,
repito, hechas por más de dos mil setecientos investigadores del más alto vuelo
de ochenta países diferentes, y por eso dice que conocemos más de la luna
que de los océanos.

Y sabemos que el futuro de nuestro país para seguridad alimentaria y


para otras cosas están los océanos y de la humanidad, y, sin embargo, no le
damos la importancia que ellos tienen, y por eso me parece a mí que no es de
recibo que proyectos como estos se traten a la ligera y que no se entre a
discutir por el fondo y que no podemos escuchar nosotros los argumentos de
aquellas personas que se oponen a ellos y que nos digan y nos expliquen, que
nos expliquen, a lo mejor estamos equivocados nosotros, y a lo mejor nos dan
argumentos para convencernos de que estamos equivocados, y nos dicen que
lo que hemos estado señalando aquí durante horas de horas no es correcto,
que los estudios que hacemos hasta altas horas de la noche los fines de
semana, la experiencia que hemos acumulado, la seriedad con que abordamos
estos temas no es correcto.

Pero no escuchamos nada, no escuchamos absolutamente nada ningún


argumento, solo aprobar por aprobar, vayamos a los lugares donde existen
marinas en este país a ver cuál ha sido el valor agregado, ¿cuáles son los
encadenamientos que han provocado en esas comunidades?, ¿cuál progreso
hay?, vamos, vamos a San Pedrillo, vamos allá por Drake, vamos a todos esos
lugares a ver cómo vive la población, ni siquiera a la Telesecundaria pueden ir
los muchachos, tienen que venir los turistas, muchas veces, a regalar
materiales didácticos a las escuelas, el maestro vive en una tienda de campaña
que está en un galerón, y esa es la triste realidad, ¿cuál progreso?, que
compren un collar de caracoles de vez en cuando, o una cartera hecha de
cocos, ¿eso es progreso para la comunidad?, al contrario.

Vamos a Guanacaste, igual, conocíamos a los dueños de esos terrenos


y hoy día son, prácticamente, indigentes, hoy día viven, prácticamente, ahí,
caminando, deambulando y un par que conocí hace cuarenta años que eran
propietarios de grandes terrenos, ahí en playa Hermosa, ahora venden copos,
venden granizados en la playa, a mil colones. Eso es así.

Así que entonces, compañeras y compañeros, me parece a mí que de


suyo esto se trata de un proyecto que debe discutirse, que debe de analizarse
con mucha profundidad y con mucha seriedad.

Y yo creo que debemos rechazar el informe de la Comisión de Asuntos


de Constitucionalidad, porque para mí gusto no es serio, que nos digan que la
Sala no se refirió, así el proyecto de ley tiene visos inconstitucionales en la
redacción o choques, y no ver en el lecho importantísimo de que la Sala señala
visos de inconstitucionalidad por el fondo, porque el principio de progresividad
es un principio que hay que respetar.

Y si nosotros de verdad estamos pensando en nuestro país, si estamos


pensando en el futuro de las nuevas generaciones, del mismo nuestro, en el
futuro del planeta de este país, no podemos alegar como argumento principal
que porque en Costa Rica no exista el principio de progresividad en materia de
derechos humanos, entonces no le vamos a poner atención, que en otros
países sí existe, no si aquí no existe, pues hagámoslo que exista el principio de
progresividad para los derechos humanos, porque este servidor y todas y todos
nosotros, y todas las comunidades que hoy día nos escuchan tienen derecho a
un ambiente sano y está garantizado por la Constitución, y tienen derecho a
ese principio de progresividad, ¿por qué tenemos que ir para atrás?, ¿por qué
tenemos que ir siempre en desmedro del ambiente, elaborando leyes aquí que
dañan, que borran con la mano, que borran con el codo lo que hacemos con la
mano?

Yo creo, compañeras y compañeros, que vamos a tener nosotros que


insistir mucho y que seguir hablando aquí en todos los espacios que haya para
tratar de llevar luces y argumentos de fondo en relación con el tema de la
naturaleza. Viene la perforación petrolera, está en ascuas el asunto de la
minería, aparece la mina Bellavista ahí en Miramar, que quiere otra vez sacar
las garras y que ni siquiera le da vergüenza que haya contaminado mantos
acuíferos, que haya provocado desprendimiento de cerros, que haya dañado a
la comunidad de Miramar, para decir que quieren, que haya gente arrasando
con los manglares en Puntarenas, ochocientas hectáreas de manglares para
sembrar piña, y ya se ven desde la Interamericana aquellos parches inmensos,
antes veíamos el mar, ahora vemos parches rojizos donde se está sembrando
piña, el río Aranjuez destruido, en Puntarenas, y desviando el agua sin ningún
control hacia los ingenios, llámense Palmar, o despalmar. Ahí está y las
comunidades más allá sin agua, la biodiversidad muriéndose, ni siquiera, ni
siquiera nos hemos puesto a pensar en la necesidad de educar a nuestra
población para que comprenda la importancia de los océanos y su carácter de
maternidad, su carácter vital para la vida humana. No, le cortamos los ríos, y
ya ni el agua llega a los manglares y se mueren los manglares y todo el
reservorio de vida.

Esa es la verdad, compañeras y compañeros, como hay compañeros


aquí que quieren hacer uso de la palabra, yo voy a ir cerrando un poco.

Vean los índices educativos en las zonas marítimo-costeras, vean el


problema que tienen las poblaciones de Sardinal, allá en Nosara y en otros
lugares. En Limón, vamos a Talamanca, don Rodrigo de todo corazón se lo
digo, usted que es un bien y hombre, una persona respetuosa yo he ido, con
mucha seriedad, a recorrer el litoral Atlántico que es bellísimo, que es precioso,
de los más bellos del mundo, y veamos lo que está pasando, por ejemplo, en el
cantón de Talamanca, la zona de protección del área marítimo-costera
destruida, arrasada. Uno se instala, inclusive, contra su voluntad en cabinas
que fueron construidas sobre vagonetadas de piedras de ríos, de corales,
sacados del mar para poder elevar el nivel y construir cabinas, secando
humedales, y aun así, el concierto de ranas y de sapos durante toda la noche
es imparable, porque son humedales y ahí está y el agua es necia, y es
testaruda, y es necia, como este diputado, y sigue saliendo y sigue brotando el
agua.

¿Cómo entender que esa es nuestra gran riqueza?, si sube usted a la


montaña, arrasado los bosques, en la zonas indígenas protegidas, si se sube a
la montaña y usted ve para Gandoca, para Manzanillo, para otros lugares, se
da cuenta que cada vez hay menos cobertura boscosa. La misma guardia de
proximidad, en Puerto Viejo está en la zona marítimo-terrestre y no tienen
agua, y ahí el agua brotando del suelo, y no puede ser que nosotros aceptemos
que la gente va a tener que subsistir y sobrevivir tomando agua de coco…
Don Luis Gerardo Villanueva me pide una interrupción, con mucho
gusto.

EL PRESIDENTE JUAN CARLOS MENDOZA GARCÍA:

Por el orden.

DIPUTADO LUIS GERARDO VILLANUEVA MONGE:

Gracias, diputado Monge Pereira, y gracias, señor Presidente. Para


pedirle un receso de diez minutos exactos, a fin de que podamos anunciar lo
que dijimos en jefa y jefes de fracción, la propuesta de reforma del reglamento,
que es también otra base para la discusión en la gran reforma que debe de
existir en este Parlamento sobre su reglamento, si me da diez minutos de
receso, y le pido al diputado Monge Pereira permiso, que nos lo dé también.

EL PRESIDENTE JUAN CARLOS MENDOZA GARCÍA:

A solicitud de la bancada de Liberación Nacional vamos a hacer un


receso de hasta diez minutos.

A solicitud de la bancada de Liberación Nacional se extiende el receso


hasta por cinco minutos más.

Vencido el tiempo del receso, no hay cuórum, corre el tiempo


reglamentario.

Se reanuda la sesión.

Diputado Monge Pereira, disculpe, diputado Monge, me acaban de


solicitar cinco minutos más de receso, los cuales vamos a dar.

Diputados, se reanuda la sesión

Diputado Monge Pereira, puede continuar.

DIPUTADO CLAUDIO ENRIQUE MONGE PEREIRA:

Muchas gracias, señor Presidente. Muchas gracias a todas y a todos,


que me brindan su gentil atención.

Vean qué interesante, muchos y muchas, o algunos y algunas podrían


pensar que este es un tema muy nuestro, muy del Plenario, y en este rato que
hemos tenido, de varios recesos legislativos, hemos recibido una cantidad
importantísima de llamadas, no solamente de costarricenses preocupados por
el tema, que nos piden ser sus voceros, sino también de medios de
comunicación.

En este lapso he tenido el honor de atender a una cantidad


importantísima de medios de comunicación; escritos, radiales, televisivos,
porque recuerden que las encuestas hechas por empresas encuestadoras
importantes en Costa Rica en relación con el tema minero, en relación con la
minería a cielo abierto y, en general, en relación con el tema minero,
determinaron y demostraron que casi el noventa por ciento de la ciudadanía
nacional se opone a este tipo de desarrollo, se opone a este tipo de
explotaciones.

Y recordaba yo que aquí hemos dado nosotros muestras de buena


voluntad, de inteligencia, con el Ejecutivo, aprobando proyectos importantes
como el nuevo código de minería, que prohíbe la minería metálica pesada a
cielo abierto y que no hay que ver solamente el producto final de la minería,
sino los métodos con los que se hace, se habla de la prohibición del cianuro y
de otras sustancias altamente contaminantes, ¿y qué es lo que estamos
protegiendo?, estamos protegiendo el recurso hídrico.

Yo tuve la oportunidad, Dios me dio esa oportunidad y la vida, de


estudiar en varias universidades en Europa, y haciendo un postgrado tuve unos
compañeros de Kuwait, en los año 70, en el año 73, tuve compañeros de
Kuwait, y estábamos conversando, y me decía uno de ellos que ellos todas las
plantas las tenían en macetas, porque en Kuwait ellos metían una pala en el
patio o en el jardín y salía petróleo y que por eso eran muy ricos, y yo les decía,
a mí eso no me causa ninguna envidia —y usted sabe, don Rodrigo,
compañero diputado don Jorge Angulo sabe también, que vive en una zona
muy rica, don Wálter Céspedes— yo le decía, mire; a mí eso no me desvela,
porque donde yo vivo meto una pala en el patio de mi casa y sale agua, y yo sí
le puedo garantizar a usted que dentro de unos años no vamos a comer
petróleo, ni vamos a tomar petróleo, y ustedes van a necesitar de nosotros y
ese recurso con que Dios premió a este país, y somos una potencia, una
potencia mundial, estamos por encima de esos países y tenemos el seguro
agarrado.

Nosotros tenemos aquí el instrumento fundamental para el desarrollo,


ninguna nación, ni las más poderosas, se van a poder desarrollar sin el recurso
hídrico, y nosotros, y eso es lo que yo quisiera, que nuestros gobernantes
comprendieran y promovieran el desarrollo de este país, debe de
fundamentarse en la protección de ese recurso, en su salvaguarda, porque de
eso depende, no solamente la vida de los seres humanos, sino la propia vida
de este país.

Ya sabemos, en África, en Asia y Suramérica, hay guerras, hay


conflictos donde la gente se mata por el recurso hídrico, por el agua, y nosotros
lo tenemos aquí en abundancia, y quizás por eso, por estar nosotros rodeados
de ese recurso no lo vemos así, con esa importancia, pero al igual que yo, hace
más de cuarenta años, le decía a este amigo mío, kuwaití, que yo no lo
envidiaba, lo vuelvo a decir y lo repito, qué tenemos que envidiarle nosotros a
Kuwait, absolutamente nada, nosotros, como país sin petróleo, hemos logrado
cosas importantísimas también, y tenemos índices de escolaridad superiores,
hemos tenido más acceso a las escuelas, a los colegios, a las universidades,
hemos tenido el seguro social que tenemos que defender y proteger igual que
como se defiende el agua; así que, cuando yo hago estos llamados, los hago,
precisamente, para que todos retomemos esa conciencia que nos enseñaron
nuestros maestros, nuestras maestras, en la escuela, nuestros profesores en el
colegio, que nos decían lo inmensamente ricos, si se quiere podríamos hacer
una homologación, una analogía del cuerpo humano con nuestro país, y así
como sabemos que dos terceras partes del cuerpo humano están constituidas
por agua, podríamos decir que más partes de nuestro territorio están
constituidas por agua y por agua de altimísima calidad, tenemos mantos
acuíferos en todo el país, tenemos ríos, riachuelos, es decir, esto es un país
sumamente rico, es un país privilegiado.

Y por eso, a la hora ver estos proyectos, llámese marinas o cualquier


otro proyecto que tenga ver con posibles lesiones a la naturaleza, deben de
analizarse y discutirse con mucha profundidad.

Quiero compartirles a ustedes, compañeros, una opinión de la


Contraloría General de la República en relación con la Setena, con la
Secretaría Técnica Ambiental, y resulta que la Setena no está haciendo caso
de la Sala Constitucional, y talvez este llamado que hace la Contraloría General
de la República, firmado por doña Rocío, pues talvez sirva para que la Setena
se ponga la mano en el corazón y actué en relación con este llamado que se le
hace por medio de lo que ha denominado como el informe sobre la gestión de
las Secretaría Técnica Ambiental, y es que este informe nos arroja
conclusiones importantísimas que deberían ser un insumo obligatorio antes de
tomar la decisión de votar esta recomendación que hace la Comisión de
Asuntos Internacionales, y por eso quiero compartírselos.

Dice la Contraloría, textualmente: “La Contraloría General determinó que


la gestión de la Setena en la evaluación ambiental estratégica y de la
evaluación de impacto ambiental ha resultado insuficiente para el desarrollo
sostenible de la zona costera e incongruente con la tutela de un ambiente sano
y ecológicamente equilibrado. Se evidenció el otorgamiento de viabilidades
ambientales sin información idónea acerca de la biodiversidad que se afecta, la
capacidad de uso del suelo y la afectación al recurso hídrico en los sitios para
el desarrollo inmobiliario y turístico, de los efectos acumulativos de los
megaproyectos, el análisis fraccionado de proyectos. Resulta evidente la venia
de la Setena para que se den cambios de uso del suelo, la afectación de
bosques, manglares, humedales, e incluso, de zonas restringidas de las áreas
silvestres protegidas, entre ellas, el Parque Nacional Marino Las Baulas, el
Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca Manzanillo y el Humedal Nacional
Cariari, clasificados como áreas ambientalmente frágiles.

Además, la evaluación de los posibles impactos y las herramientas


utilizadas no son efectivas; se carece de estudios técnicos integrales que
identifiquen los sitios costeros vulnerables, pocos proyectos califican para
estudios de mayor rigurosidad como la Evaluación de Impacto Ambiental.
Viabilidades ambientales fueron otorgadas a proyectos que invaden la
zona pública, que no proponen infraestructura idónea para el tratamiento de
aguas servidas. Así, sitios como la ciudad de Jacó concentran aguas negras
en la playa, siendo de las más contaminadas del país. En estas circunstancias,
la institución adolece del personal suficiente para labores de control y
seguimiento de compromisos ambientales y de la labor de los regentes.” Cierro
comillas.

Entonces, compañeros y compañeros, en guerra avisada no muere


soldado, por favor, llamo su atención sobre el tema, sobre el particular y les
solicito su voto en contra de este informe de la Comisión.

Muchas gracias, señor Presidente.

También podría gustarte