Otro tema importante para el estudio de la adultez tardía es el afrontamiento ante el
envejecimiento. Esto es importante para el desarrollo del adulto mayor debido a que en esta etapa hay cambios laborales, como la jubilación; cambios familiares como la salida de los hijos de la casa para formar su propia familia, y personales como la pérdida progresiva de la independencia e incluso la muerte del cónyuge los cuales requieren de ciertas estrategias para poder seguir viviendo satisfactoriamente. Para ello, Mayordomo, Sales, Satorre y Blasco (2015), profesores de la Universidad Católica de Valencia, enfatizan en el afrontamiento por medio de diversas habilidades poniendo en funcionamiento los recursos que se poseen para tomar distancia a situaciones estresantes y re-evaluarlas positivamente. De este modo, se entiende que las personas mayores arrostran sus problemas distanciándose de ellas para poder evaluarlas objetivamente para no derrumbarse ante ellas.
Asimismo, los adultos mayores han desarrollado diversas capacidades a lo largo de
su vida, lo cual les permite poder enfrentar diversos conflictos de manera satisfactoria. A ello, Mayordomo et al. (2015) comentan que, “las personas mayores saben identificar mejor sus emociones que los jóvenes y elaboran mejores y más apropiadas estrategias para actuar eficazmente en las situaciones conflictivas”. De este modo, dado el conocimiento previo que se tiene sobre sí mismos y la comparación con otros momentos conflictivos similares, las personas mayores pueden controlar mejor la situación y, del mismo modo, sus emociones para obtener un buen ajuste en ello.