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TEMA 14.

– EL CONOCIMIENTO JURÍDICO

I. PANORAMA DE LOS SABERES JURÍDICOS EN LA ACTUALIDAD


No existe una única disciplina que se refiera al Derecho, sino diferentes saberes jurídicos con estatutos
epistemológicos distintos, es decir, sujetos a métodos y perspectivas diversas a través de las cuales se
desarrolla la actividad del conocimiento jurídico:

 Dimensión normativa – Las disciplinas que se centran en las normas jurídicas – contempladas
siempre como enunciados de deber ser – son la Dogmática Jurídica o Ciencia Jurídica en sentido
estricto, el Derecho Comparado y la Teoría General del Derecho.

 Dimensión fáctica – El Derecho es obra humana, producto de una cultura determinada, que nace y
se desarrolla en el seno de unas concretas circunstancias sociales para responder a unas necesidades
específicas.

 Dimensión valorativa – es a la filosofía del Derechos a quien le corresponde como tema central de
estudio esta dimensión. Así, la axiología jurídica se centrará en el valor de la justicia, construyendo
destacadas teorías en torno a la misma.

II. EL SENTIDO Y LA FUNCIÓN DE LAS CIENCIAS DEL DERECHO


1. Distintas concepciones de la ciencia jurídica
Dos puntualizaciones previas son necesarias:

 Se trata de un problema ceñido exclusivamente a la Modernidad

 La certificidad que se predica de ciertas disciplinas no constituye una categoría inmutable o


ahistórica, con la consecuencia de que los juristas teóricos han debido ir confrontando su actividad
con lo en cada época ha tenido nombre y reconocimiento de ciencia

Como es sabido, la estricta concepción racionalista de los siglos XVII y XVIII, buscaba describir aquellas
leyes físico-naturales capaces de dar cuenta de un mundo concebido como un sistema ordenado. Se
comprende entonces que el objeto de estudio del jurista – el Derecho positivo-, provisto siempre de los
caracteres de convencionalidad, contingencia y mutabilidad, quedara seriamente cuestionado. La
consecuencia de esta insatisfacción fue la aparición de nuevas doctrinas iusnaturalistas (racionalistas), de
forma semejante a las leyes físicas que dirigen el universo existían normas que regulaban el comportamiento
humano y que conformaban el auténtico ordenamiento jurídico, el Derecho Natural, previo y superior al
Derecho positivo.

La ciencia del Derecho Natural terminó siendo una gran complicación para la nueva mentalidad positivista
surgida en el siglo XIX. Suponía la problemática separación del conocimiento jurídico en dos partes, por un
lado, se creó un nuevo saber que por ser verdadero no era jurídico (Derecho Natural), y por otro lado se
mantuvo el saber tradicional que por ser jurídico no era verdadero (Jurisprudencia).
Pero tampoco la concepción positivista de la ciencia, propia del siglo XIX, permitió una inicial y feliz
inserción de la actividad de los juristas teóricos en su seno. Las concepciones normativistas de la ciencia
jurídica se centraban en formulas legislativas abstractas – parecían quedar fuera de los cánones prescritos
por la nueva metodología positivista. Las únicas ciencias del Derecho posibles eran aquellas disciplinas
empíricas que conseguían reducir el Derechos a los hechos, sean éstos sociales o psicológicos, es decir, la
Sociología o la Psicología Jurídicas.

La semilla del positivismo jurídico estaba sembrada, y con ella el ocaso del iusnaturalismo racionalista.
Con el paso de los años, el nuevo positivismo normativista construyó una estricta concepción formalista del
conocimiento jurídico. De esta manera, y de la mano de juristas como Kelsen, se sentaban presuntamente
las bases definitivas para afianzar las condiciones de posibilidad de un auténtico y puro conocimiento
científico sobre el Derecho. Estas visiones han permanecido exentas de crítica durante el convulso siglo XX,
tras la segunda guerra mundial.

En resumen, no existe un concepto universa y ahistórico de ciencia que consagre las reglas que todas las
disciplinas deben respetar para merecer el título de científicas. La epistemología ha terminado flexibilizando
considerablemente la misma noción de ciencia, de tal manera que el acceso a l olimpo científico resulta
mucho menos exigente. El conocimiento jurídico tiene un sentido muy distinto de aquel que se predica de
las ciencias naturales o formales el conocimiento científico ha de estar metodológica y sistemáticamente
contrastado. Y es en este sentido en el que las ciencias jurídicas, tanto en su vertiente normativista como
histórico-sociológica, pueden predicar de sí mismas una serie de características propias, un mínimo común
denominador de la cientificidad de su saber: generalidad, objetividad, verificabilidad, previsibilidad,
sistematicidad, estabilidad, etc.

Funciones que cumplen las ciencias jurídicas:

 Función descriptiva: condensada en el análisis, comprensión y descripción sistemática del Derecho


vigente en un determinado territorio, o algún sector concreto del mismo
 Orientación práctica: encaminada directa o indirectamente a la resolución de problemas jurídicos.
 Orientación prescriptiva: poner de manifiesto los problemas jurídicos que no cuentan con una
solución satisfactoria en el seno del Derecho vigente, sugiriendo así los oportunos cambios
legislativos o jurisprudenciales.

2. Principales manifestaciones de la ciencia jurídica


Es posible distinguir tres disciplinas con diferentes niveles de abstracción: la Dogmática Jurídica, el Derecho
comparado y la Teoría general del Derecho. Existe también un conocimiento científico que se centra en la
dimensión de hecho social que caracteriza a lo jurídico, la Sociología del Derecho.

2.1. Dogmática jurídica


Las investigaciones propias de la Dogmática Jurídica poseen una larga tradición histórica. Sus orígenes se
pueden rastrear en la república romana, donde los juristas se ocupan de dotar a los diferentes materiales
normativos de un alto grado de firmeza y racionalización. La unidad cultural cristiana propia del pensamiento
jurídico medieval será la que impulsará su efectivo desarrollo. Sin embargo, el calificativo de Dogmática
Jurídica es más reciente, fruto de la doctrina jurídica alemana del siglo XIX, y cuyas raíces terminológicas está
vinculadas a la acepción teológica del término dogma. Los juristas los reciben del legislador, sin posibilidad
de cuestionarlos o sustituirlos, por lo que deben limitarse a construir con ellos un sistema unitario y
coherente.
La dogmática jurídica se va a centrar en el estudio del Derecho vigente en un determinado territorio, en el
análisis sistemático del contenido material de las normas jurídicas dadas. Su cometido principal será la
interpretación, explicación y sistematización de los materiales normativos en los que se concreta dicho
Derecho positivo, ya sea en un ordenamiento jurídico determinado (Derecho español, Derecho Alemán), o
en sectores concretos de cada sistema jurídico (Dogmática Civil o Penal). No es posible hablar de una
dogmática general del Derecho. La visión de la disciplina no puede llevarnos a atribuir a las misma un
carácter meramente teórico, con intereses puramente cognoscitivos que se limitarían a describir el Derecho
vigente. Cumple también importantes funciones prácticas.

 Desde luego, la Dogmática posee una innegable función descriptiva, que se revela en la explicación
pormenorizada de aquello que prescriben las normas jurídicas, de su contenido material. Resulta
evidente que las distintas normas jurídicas no son elementos aislados dentro del conjunto del que
forman parte, sino que tienen intrínsecas relaciones que deben ser analizadas. Es necesaria una
función de ordenación y sistematización de los materiales normativos propios de su ámbito.
 Asumir funciones prescriptivas entre sus cometidos se cuenta el de suministrar diferentes criterios
para una correcta interpretación y aplicación del Derecho, lo que implica siempre una cierta
actividad valorativa, así como de orientación y crítica de las decisiones judiciales. Realiza también
propuestas de lege ferenda, encaminadas a solucionar problemas mediante las oportunas reformas
legislativas.
 La problemática de la ciencia jurídica no es exclusivamente de orden epistemológico. El derecho
puede ser definido como el lenguaje del poder, cuestión que nos lleva a reconocer la función
jurídico-política o ideológica que puede cumplir la Dogmática en la construcción de conceptos y
categorías para la justificación del orden establecido.

2.2. Derecho comparado


El derecho comparado constituye una especialidad de la ciencia jurídica general que se centra en analizar
varios ordenamientos vigentes en una época determinada con el objetivo de establecer nexos y divergencias
entre los mismos. Se dedica a confrontar, a establecer comparaciones jurídicas entre los distintos elementos
empíricos normativos. Esta comparación puede realizarse entre sistemas jurídicos en su totalidad, entre
sectores normativos específicos o incluso entre instituciones jurídicas concretas.

En la actualidad cumple importantes funciones, tanto teóricas como prácticas.

 La labor de comparación y determinación de los aspectos comunes a diferentes ordenamientos,


constituye un apoyo importante para el adecuado conocimiento de la realidad jurídica en general, y,
más concretamente, puede contribuir en el perfeccionamiento de los procesos de interpretación y
aplicación del derecho nacional.
 Resulta de utilidad como instrumento de técnica legislativa. Proporcional sugerencia útiles a la hora
de aprontar propuestas internas de reforma legislativa.
 En ciertos espacios geográficos, el Derecho comparado cumple una importante función político-
jurídica, procesos de armonización o unificación de las distintas legislaciones nacionales, las
iniciativas destinadas a elaborar un marco integrador del Derecho europeo (no solo en el derecho
privado sino en el constitucionalismo y desarrollo de libertades fundamentales).

2.3. Teoría general de Derecho


Su objeto de estudio no se limita a un sistema jurídico o sector del mismo en particular, ni a la comparación
del contenido de diferentes ramas u ordenamientos jurídicos. Surgida en Alemania en la segunda mitad del
siglo XIX como alternativa positivista a la Filosofía del Derecho, la diferencia fundamental estriba en que se
trata de un saber jurídico que por su carácter formal y conceptualista alcanza un mayor grado de
generalidad. La elaboración y el análisis de aquellos conceptos jurídicos fundamentales (norma, derecho
subjetivo, relación jurídica, responsabilidad, sanción etc.) que son comunes a las diversas ramas de un
ordenamiento jurídico, o a los distintos ordenamientos nacionales o regionales. Se trata de una disciplina
con un mayor nivel de abstracción que la Dogmática Jurídica, se desentiende en gran medida del contenido
material de las normas, de su evolución histórica o de las condiciones sociales y políticas que las rodean,
para centrar su interés en la estructura formal de la experiencia jurídica y en la sistematización de los
conceptos jurídicos básicos sobre los que descansa el Derecho positivo. En el nivel más elevado de la ciencia
jurídica se sitúa, y se suele decir que constituye la síntesis y coronación de la Dogmática.

2.4. Sociología del Derecho


No estudia el Derecho bajo el punto de vista interno del análisis normativo sino como un fenómeno social
entre otros. La perspectiva de la sociología del Derecho es exterior a las normas, ya que se proyecta sobre
distintas realidades sociales que rodean al Derecho y que son ciertamente ineludibles para us entera
comprensión. Se encarga de estudiar los jurídico como resultado de la interacción social. Se ocupa de las
recíprocas relaciones entre el Derecho y la sociedad: de la incidencia de diversos factores sociales en la
creación, mantenimiento, modificación y desaparición del Derecho; y, a su vez, de las múltiples influencias
que éste ejerce sobre la realidad social.

El análisis sociológico del Derecho se extiende a los siguientes aspectos:

 Lo característico de esta disciplina es el análisis funcional del Derecho, como instrumento de


estabilidad social o de resolución de conflictos. Se estudiarán las diversas funciones sociales
desempeñadas por el Derecho, tales como la función organizativa, persuasiva, promocional,
distributiva, de legitimación del poder, de control social. Etc.
 El objetivo de todo Derecho es regular las relaciones sociales de convivencia de tal manera que se
produzca una observancia generalizada de sus mandatos; es decir, todo ordenamiento jurídico
pretende ser eficaz. La eficacia social del Derecho se convierte en uno de los temas principales del
análisis sociológico-jurídico, que estudiará tanto aquellos elementos que contribuyen a la eficacia del
derecho como las causas o factores de ineficacia jurídica.
 Todos los análisis acerca del comportamiento de los diversos operadores jurídicos, los estudios sobre
la actividad de la propia administración de justicia o los mecanismos extrajudiciales de resolución de
conflictos son campos de la sociología de las profesiones jurídicas. Especial relevancia tienen los
análisis de las decisiones judiciales y legislativas contempladas desde un punto de vista social.
 El derecho se manifiesta como impulsor de trasformaciones sociales. Es posible analizar el fenómeno
jurídico como un importante factor de cambio social.

III. SENTIDO Y FUNCIÓN DE LA REFLEXIÓN RILOSÓFICA SOBRE EL DERECHO


1. La Filosofía del Derecho como disciplina autónoma
La reflexión filosófica sobre el Derecho ha sido una actividad constante desde la antigüedad. El término
filosofía del derecho surge a finales del siglo XVIII y no alcanza gran difusión hasta entrado el siglo XIX. Esta
denominación estaba llamada a sustituir al término de Derecho Natural. Pero no se trata de una cuestión
meramente terminológica. Es un cambio más profundo.

Es legítimo preguntarse por el sentido y la función que desempeña el pensamiento filosófico-jurídico,


cuestión que no puede desvincularse de la justificación de la filosofía misma. Existen una serie de problemas
cuyo abordaje y resolución no puede proceder de las ciencias jurídicas, y que, en consecuencia, justificarían
plenamente la existencia de la filosofía del Derecho. Mientras que el científico del Derecho tiende a
circunscribir su reflexión en el Derecho que es, en las normas positivas, el filósofo pretende ofrecer una
concepción omnicomprensiva del fenómeno jurídico que se haga cargo de su entero desenvolvimiento,
desde sus presupuestos sociales hasta su valoración crítica, pasando por su formalización normativa.
Incumbe a la filosofía-jurídica un papel decisivo: no sólo el conocimiento y explicación de ser del Derecho
sino también la determinación del deber ser jurídico, que incluirá todos aquellos estudios acerca del Derecho
justo, la tensión entre legalidad y legitimidad o el sentido y alcance de los derechos humanos.

La relación entre la ciencia y la Filosofía del Derecho no debe plantearse en términos de antagonismo o de
apoyo y complementariedad.

2. Principales ámbitos de proyección de la reflexión iusfilosófica


Existe un acuerdo o consenso fundamenta sobre el alcance de su contenido. Temas propios de la Filosofía
del Derecho las respuestas que se ofrecen a estas tres preguntas: ¿Qué es el Derecho?, ¿Cómo se conoce el
Derecho?, y ¿cómo debe ser el Derecho?, cuestiones que dan origen, respectivamente, a la Teoría del
Derecho, a la Teoría del conocimiento jurídico y a la Axiología Jurídica.

2.1. Teoría del Derecho


Es posible realizar un planteamiento esquemático del tema comprensivo y clarificador. La teoría del derecho
u ontología jurídica es aquella parte de la filosofía que tiene por objeto el estudio del ser del derecho.
Persigue qué es lo jurídico, qué debe entenderse por Derecho en general, y las respuestas variarán según las
concepciones filosóficas sostenidas por cada autor. Se trata de una disciplina preliminar.

La reflexión se va a situar en un plano distinto al de las ciencias jurídicas, ya que éstas parten de un objeto
dado y claramente delimitado, y sus respuestas vendrán determinadas por la función de interpretación y
exposición sistemática del mismo. La Teoría del Derecho trascenderá los hechos jurídicos empíricos en su
labor de problematización crítica, analizando el propio proceso de conversión de la realidad jurídica en
objeto de conocimiento. Se trata de alcanzar una comprensión totalizadora del sentido que corresponde
atribuir al Derecho, a cualquier Derecho, en el marco de la realidad humana y social, lo que no excluye la
confrontación racional de diversas concepciones jurídicas ni el apoyo en las diferentes ciencias, aunque
siempre trascendiendo esas perspectivas estrictamente científicas.

El contenido temático de la disciplina incluirá todas aquellas cuestiones que ayuden a determinar el
concepto de Derecho:

 La diferenciación respecto de otros órdenes normativos, como la moral o los usos sociales, y la
investigación de sus posibles relaciones, con el objetivo de determinar sus características propias.
 El análisis del problema de la validar jurídica, sus criterios de identificación, así como sus relaciones
con la eficacia o la legitimidad.
 El examen de las distintas manifestaciones del Derecho, las normas y principios, su estructura y
naturaleza, los conceptos jurídicos fundamentales, así como como el estudio del sistema jurídico en
su conjunto.
 El estudio de los problemas que plantea la realización del Derecho, singularmente las cuestiones de
interpretación, aplicación y argumentación jurídica

2.2. Teoría del conocimiento jurídico.


Se trata de una disciplina que debe interrogarse sobre el carácter científico de la labor de los juristas,
analizando los problemas epistemológicos, lógicos y metodológicos que planta su actividad, cuestión que
lógicamente sólo puede abordarse desde el exterior de la misma, desde un plano filosófico.
La Teoría del conocimiento jurídico consiste en la reflexión crítica tanto sobre la ciencia del Derecho como
sobre la concreta actividad científica propia de los juristas, por lo que entre sus temas de estudio destacarán
el análisis de los componentes específicos del conocimiento jurídico, así como la cuestión de su posición
dentro del panorama actual de las disciplinas científicas y su relación con el resto de las ciencias sociales.

2.3. Axiología Jurídica


El derecho positivo en su aspecto forma constituye el objeto de la teoría general del derecho, mientras que
en su aspecto material se ocupan las diferentes ciencias jurídicas particulares. En relación con el contenido
de la filosofía del Derecho, hemos dado cuenta también de aquellas disciplinas que responden a dos
preguntas esenciales: qué es el Derecho y como se puede conocer. Son saberes indispensables en la tarea de
alcanzar un conocimiento riguroso de la realidad jurídica, pero no pueden agotar sus posibilidades puesto
que no ofrecen criterios que sirvan para enjuiciar críticamente el contenido mismo del Derecho positivo. No
responden a la pregunta de cómo debería ser el Derecho. Este (el derecho) no es neutral.

La Axiología Jurídica tiene como objetivo situar el estudio del deber ser del Derecho, en el análisis crítico-
valorativo del mismo, que incluirá la discusión racional acerca de la efectiva implantación de los distintos
valores jurídicos que los ordenamientos pretenden proteger, así como de aquellos valores a cuya realización
debe tender cualquier sistema jurídico.

Es viable la reflexión filosófica acerca de la justicia y que son posibles las argumentaciones racionales
sobre el Derecho justo, eso sí, alejadas en todo momento de posturas absolutas y dogmáticas y, por ello,
siempre provisionales e inescindibles de los procesos sociales y los fenómenos humanos colectivos.

Entre los cometidos de la Axiología Jurídica destaca singularmente en la actualidad el estudio sistemático
de los derechos humanos, pues no en vano pretende plasmar y proteger valores tan importantes como la
libertad, la igualdad, la autonomía o la dignidad de la personal.

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