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Los antiguos egipcios consideraban el khu un aura que unía la forma espiritual del

individuo con la física, o mejor dicho, servía como una especie de escudo o ancla
espiritual.  Cuando alguien moría, el khu le envolvía en una placenta ectoplásmica
protectora que transportaba a salvo al espíritu a través de la barrera que separa el mundo
físico del espiritual. El khu servía entonces como vínculo entre ese mundo y el cuerpo
del individuo.

Las antiguas prácticas funerarias egipicas no sólo ayudaban al khu a hacer una
transición más segura, sino que ayudaban a que el espírtu pudiera liberarse con más
facilidad de la placenta para comenzar su trayecto por el Mundo Subterráneo. El khu
permanecía conectado a su cadáver, descansando en el vacío atemporal de Duat, y su
esencia incorpórea forjaba un poderoso vínculo entre los demás aspectos del espíritu y
el khat, brillando en el inframundo como un faro fantasmal visible para el viajero ba y
sirviendo como anclaje para el vigilante ka. 

Ciertos egipcios iluminados afirmaron que esta conexión simpática entre el semblante
físico y la forma espiritual poda aplicarse a objetos especialmente preparados. Se
regalaba a los muertos estatuillas de delicada manufactura que representaban
trabajadores cuyos reflejos espirituales servirían como empleados en los campos del
cielo. Herramientas y armas preparadas de la forma adecuada también tenían su uso
representativo en el mas allá. Al reconocer esta resonancia como una especie de khu que
podía encontrarse en toda creación material, los sacerdotes y hechiceros intentaban
reforzar y manipular el influjo de sus propios khus en el mundo espiritual y el material,
y tal era su habilidad y dedicación que al morir se convertían en los vigilantes de la
puerta entre lo temporal y lo eterno

 Sin embargo, su preparación no haba tenido en cuenta a los invasores que entraban a
saquear las tumbas y a los exploradores curiosos. Se sacaba a los muertos de sus
tumbas, llevándose a los khu de forma involuntaria, al estar unidos a ellos. Dispersaron
estos cadáveres por todo el mundo, metidos en cajas como trofeos molidos para hacer
cataplasmas, quemados como combustibles y destruidos en estudios científicos. Quizá
el único beneficio de esta diáspora obligada fue que trajo consigo los nombres y la
cultura de Egipto a un mundo hambriento de antiguos misterios. El leal khu se aferró a
esta pequeña esperanza intentando aprovechar la energía de las jóvenes civilizaciones
para revivir la suya propia, moribunda. La furiosa Dja-akh destruyó esa esperanza, los
khu débiles y aletargados fueron aniquilados, dejando sus cuerpos y sus reliquias
baratas vacas de inspiración en su ausencia, y sólo los mas brillantes sobrevivieron a la
tormenta, refugiados en sus cuerpos o en sus símbolos protectores, y estos valientes
supervivientes recordaron el tiempo en que tanto reyes como plebeyos respetaban sus
talentos. Adoptaron el nombre de Sakhmu, las espadas-maza talladas en madera que
representaban el vínculo entre la responsabilidad temporal y la divina.

En cada khu resplandece la luz del ingenio creativo para alcanzar la Tercera Vida, el
khu busca a gente tediosa, egoísta, torpe o egocéntrica, mortales cuya vida estaba vacía
y que ya buscaban a la divinidad o imploraban que la divinidad les tocase. Por lo
general, intentaban luchar por crear algo que perdurase, pero carecían de iluminación
interior. Es posible que pisase a los demás en su escalada hacia lo alto de una empresa
sólo para alcanzar un peldaño superior vacío, o que hubiese buscado el elusivo secreto
del éxito en los negocios o las relaciones, pero tras las señales equivocadas Tal vez se
hubiese vuelto viejo y amargado, tan absorto en el bullicio de las tareas diarias que
nunca llegó a ver la belleza del mundo que le rodeaba. Sea como sea, es una persona
ansiosa de ser el centro del mundo, por lo que nunca encontró su lugar en él. El khu abre
los ojos de los ciegos a lo espiritual y revela la poderosa iluminación que puede
encontrarse a las puertas entre los reinos. Su nuevo anfitrión contempla la gloria y el
horror del Inframundo, la majestuosidad del otro lado del velo, y es testigo de los
intrincados vínculos que unen la vida y la muerte a lo sacro

En su nueva vida, los Cetros Espirituales han recuperado la senda mágica Hekau de
Icono (llamada Ushabti en el antiguo Egipto) Su capacidad para atisbar el mundo
espiritual inspira a los Sakhmu a imbuir sus obras de la chispa de la divinidad. Usando
nueva tecnología reforzada con antiguo misticismo, algunos Sakhmu intentan subyugar
la energía de la Dja-akh, que aún retumba por el Inframundo

La Hajj

Debido a su experiencia habitando recipientes preparados para tal fin al khu no le


resulta complicado animar el cadáver del anfitrión No sufre las limitaciones físicas que
afectan a los muertos vivientes, aunque debe enfrentarse a las barreras del lenguaje y la
cultura igual que los demás tem-akh.

La Tercera Vida

Los Sakhmu que acaban de resucitar se regodean


en la nueva inspiración que han recibido. Sus manos
se mueven con una gracia que les resultaba esquiva
durante su Segunda Vida. Les acosan visiones que
atisban con el rabillo del ojo, y su imaginación
estalla como nunca lo haba hecho antes. El Sakhmu
siente que hay imágenes de más allá del reino físico
que se abren camino hacia la realidad utilizándole
como vehículo, y es irresistible (ni tan sólo por un
instante) el consecuente impulso creativo, que a su
vez puede provocar asombro a quien contempla :sus
creaciones y observa un atisbo fragmentario de la
divinidad.
Con el paso del tiempo, el Cetro Espiritual se para a contemplar sus propias creaciones
con un sentido del asombro más objetivo, y a medida que avanza en el sendero de Maat
comienza a considerar cada obra un mero reflejo del gran plan del Modelador.

El arte por gratificación personal da paso, o al menos debería, a una artesanía


destinada a cometidos más elevados. Sus cuadros evocan las grandes lecciones de la
vida y la muerte. Sus innovadoras y elegantes aplicaciones de la destreza técnica dejan
un legado que puede ayudar a los demás mientras está viajando por el Mundo
Subterráneo. La minuciosa atención que presta a la hora de sacar a relucir el espíritu de
los materiales le permite crear reliquias y prendas que ayudan a los muertos. Los
Sakhmu están continuamente ganando mayor comprensión de su papel de eterno
vínculo entre los dos mundos, y se consideran las manos de un gran arquitecto que
pueden ayudar a construir las puertas por las que otros podrán penetrar en los reinos
espirituales.

Afiliaciones

La manera que tienen los Cetros Espirituales de relacionarse en la sociedad depende


de sus talentos individuales. Los poetas dotados de nueva inspiración podrían frecuentar
(o fundar) un club bohemio de poesía. Un practicante de vudú, antes falto de fe, puede
aprender a bailar con un fervor tal que los espíritus acudan en masa junto a él. Es
posible que si es músico intente formar una nueva banda. Esta diversidad de intereses
aparece también reflejada en la relación del personaje con los grupos de momias. Las
Amenti Sakhmu pueden encontrarse dentro del Culto de Isis y los Shemsu-heru.

La Corporación Ashukhi recluta en masa a los Cetros Espirituales de entre aquellos


que combinan el ancestral Hekau de Icono con una destreza técnica altamente
desarrollada.

Creacion del personaje

La experiencia de una momia Sakhmu en su Tercera Vida es comparable a la de un


ciego que de repente puede ver. Al recibir iluminación mística sobre las
correspondencias de cada objeto que la rodea, la momia se zambulle en un mundo de
terrible caos e intrincada hermosura. El khu de un antiguo artesano egipcio, dotado de
una visión sagrada y del poder de crear belleza, se une a alguien que ansiaba en vano
cualquier tipo de talento o inspiración. Estos individuos solían tener un aburrido trabajo
técnico o eran artesanos poco inspirados, por lo que el concepto del personaje puede ser
desde un pintor de brocha gorda que puede crear ahora hechizantes y evocadores
retratos hasta un perezoso escultor que descubre imágenes escondidas en cada pieza de
madera que toca, pasando por un programador que imprime elegancia pura a cada línea
de código que escribe. La Destreza es un Atributo Físico muy valorado entre los
artesanos, ya que suelen ser hábiles con las manos. Unos sentidos agudos y una
intuición creativa suelen indicar una elevada Percepción o Astucia. El khu trae consigo
los talentos artísticos, o inflama la creatividad ya existente hasta que alcanza nuevas
cotas. Cualquier Habilidad asociada con la artesanía o las artes puede verse afectada de
esta manera.

Hekau Primario:

Icono
Determinacion
Puntos de Vista:
El Yo Resplandeciente. La luz Kher-Minu: Los Custodios de Tumbas
vigilaban el khat mientras nosotros hacíamos lo
interior del khu brilla bajo la superficie
propio con el portal al Mundo Subterráneo.
de la realidad como un atisbo de la
Ahora parecen más preocupados por su
divinidad. Esta esencia no tiene por
apariencia que por la lucha que libramos. Por lo
qué expresarse en formas tradicionales
menos algunos nos acordamos que existe el
de belleza física, sino que implica
Inframundo. 
profundidad y resonancia en todo el
arte de la momia. Khri-habi: Bah, unos aburridos. Es como
hablar con un ordenador. Y... se... piensan...
cada... cosa... que... dicen...
A unque es posible que el Sakhmu no Mesektet: Hemos estado mucho tiempo en el
siempre vea con claridad el mundo portal entre los mundos. Los Soles Nocturnos
espiritual, puede al menos echar un han viajado al reino oculto y han regresado. ¡No
vistazo de vez en cuando a sus podemos más que imaginar lo que han
misterios y obtener visiones e contemplado en A'aru!..
iluminación de ello. Se sitúa en la Sefekhi: A la gente le gusta olvidar que tienen
frontera de los mundos y seduce a los un lado oscuro. Me gusta ayudarles a que lo
espíritus con promesas de la vitalidad recuerden, pero si ves a uno de los Desatados,
que ofrece la vida, y esos mismos lo recordarás, te lo aseguro.
espíritus le tientan a su vez con Udja-Sen: Almas torturadas. Recuerdo lo que
conocimiento del lado tenebroso del significa sentirse vacío por dentro. La
espejo. diferencia es que yo no me lo gané.
Los otros: Me gustaría ver a alguno de los
E Otros ¿Cómo se debe sentir uno siendo un
l jugador del Sakhmu puede volver artefacto del pasado en lugar de creando uno? 
a intentar cualquier tirada de su reserva
de Conciencia (o cualquiera que
conlleve tareas artísticas) sustituyendo
la misma por su puntuación en
Equilibrio.

 
Se aplica el nuevo resultado aunque sea peor que el original. Una tirada "artística"
puede ser Expresión, Interpretación, Artesanía o posiblemente Informática siempre que
el empleo de la misma sea iluminador, interesante y evocador. Otras habilidades, como
Atletismo para un bailarín, podrían resultar adecuadas, pero el Narrador debería estar
atento por si intentan abusar de su talento con "asesinatos artísticos" u otras proezas
estúpidas o intentos de echarse de las reglas de forma absurda. No se puede mirar el
espíritu de algo que has destruido sin esperar que no te destruyan también. Los Sakhmu
que lo intentan descubren que su musa les falla inexplicablemente durante largos
períodos hasta que aprenda la lección..., o quizá para siempre si corrompe demasiado su
khu

Deuda

El resplandeciente khu hace que los Sakhmu sean difíciles de confundir. Los Cetros
Espirituales exudan una atracción inexplicablemente singular, un don que hace que sean
imposibles de ignorar. Sufren una penalización de +2 a la dificultad de todos los
intentos de mantener el anonimato o evitar que les detecten. De esta manera, cuando un
Sakhmu intenta colarse en algún sitio, tiene un +2 a la dificultad de su tirada de Sigilo.
De igual manera, si es objeto de una tirada de Percepción no enfrentada, la dificultad de
quienes la buscan se reduce en 2. En situaciones en las que no le busquen
específicamente o casos de confusión de identidades, recuerdan o escogen al Cetro
Espiritual con más facilidad. Un asesino que esté disparando indiscriminadamente a una
multitud o un testigo olvidadizo observando a un grupo de sospechosos siempre
escogerá a los Sakhmu. El beneficio de que el reino espiritual te preste atención tiene
doble filo, y algunos artistas dirían que ambos causan profundos cortes.

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