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AUTORES: Dra. Silvia Batlle, Lic. Marcela Vidondo, Lic. Fanny Kaliman, Lic.
Cristina Sansone, Al. María Clara Nuñez, Lic. Gabriela Bory, Lic. Mercedes
Dueñas, Lic. Lila Solano, Lic. Silvia Maldonado.
TÍTULO EN ESPAÑOL
TITULO EN INGLES
RESUMEN EN ESPAÑOL
ABSTRACT
This paper focuses in the study of the meanings of study and school in young
people who are attending middle level, considering three moments of the
scholastic trajectory: first, third and fifth year. The investigation’s methodology is
quantitative.1546 self-managing questionnaires were taken to students attend-
ing public secondary schools of the C.A.B.A, of which 707 were women and 839
were men. The average age in first year was of 14 years; in third year of 16
years and fifth year of 18 years.
Using the non-parametric test and the test of multiple comparisons of Kruskal
Wallis, we conclude that the meaning of study and school of the population at -
tending the first year is different from the one of third and fifth year.
KEY WORDS
1. LA EDUCACIÓN MEDIA
Hasta el siglo XX, la escuela secundaria fue concebida como un canal de as-
censo social y prestigio, especialmente para los sectores medios que querían
disputar el poder político a los grupos tradicionales. El principal objetivo de la
educación media en esa etapa era posibilitar el pasaje a los estudios superio-
res (Dussel y Southwell, 2008; Filmus et al., 2001).
Desde la década del 30, los planes gubernamentales para el desarrollo del país
propiciaron la expansión del sector secundario de la economía. Paralelamente
al aumento considerable del empleo y la creciente distribución de los ingresos,
se inició un proceso de migración interna y una rápida urbanización. Se nece-
sitó de una educación que acompañara la evolución de estos cambios sociales.
Estos acontecimientos llevaron a un crecimiento de la matrícula de la escuela
media.
En este sentido es importante considerar que las significaciones que los jóve-
nes construyen amalgaman tanto los cambios del contexto de la institución es-
colar como los propios desarrollos identitarios en tanto adolescentes.
Los procesos de socialización que se inician dentro del núcleo familiar permiten
que las personas interioricen las normas y valores de su entorno social. Estos
procesos se van complejizando a medida que intervienen otras instancias so-
ciales. Así la escuela, el trabajo y el grupo de pares son portadores de repre-
sentaciones que contribuirán a la estructuración y restructuración de las trans-
mitidas originariamente por el grupo familiar en la socialización primaria (Berger
y Luckman, 1968; Simons-Morton y Chen, 2009). Entendemos que la subjetivi-
dad no se puede analizar por fuera de los ambientes de socialización en los
que los sujetos están implicados y en los cuales construyen sus significaciones,
sus valores, sus creencias y perfilan su particular trayectoria de vida (Aisenson,
2006).
Para una mayor comprensión de dicha problemática es que nos interesa anali-
zar, en este caso, si hay diferencias en las significaciones que los jóvenes es -
colarizados atribuyen al estudio y a la escuela. Para esto se decidió trabajar
con jóvenes de primero, tercero y el último año de la escuela secundaria, ya
que estos años funcionan como momentos bisagras en la construcción de las
trayectorias educativas. Desde lo evolutivo, el ingreso a primer año coincide
con el inicio de la adolescencia, que implica, entre otras modificaciones, un au-
mento de contactos sociales con pares y diversificación de los vínculos con los
adultos. El pasaje de la primaria a la secundaria, marca un cambio de ciclo,
con un aumento del número de materias y de profesores, y en algunos casos
supone una primera elección de modalidad de orientación (bachiller, comercial,
técnica). Durante tercer año, los jóvenes pueden comenzar a hacer uso de su
autonomía a partir de las situaciones de elección por las que atraviesan, y tam-
bién aumentan las salidas exogámicas, tanto por los nuevos contactos sociales
como con las nuevas experiencias de exploración que pueden desarrollar. El
último año del secundario encuentra a los jóvenes con el cierre de la escolari -
dad media y la necesidad de planificar sus proyectos futuros.
El estudio de Aisenson, et al. (2002) resalta la alta valoración que tiene la es-
cuela para los jóvenes, la cual es de gran importancia ya que favorece la con-
fianza y la seguridad de los jóvenes en la implementación de su proyecto edu -
cativo. Asimismo estos autores han encontrado que existe una valoración posi-
tiva en relación a la interacción con los pares. Macri (2006) observó que las
prácticas escolares que los jóvenes realizan son valoradas como de poco inte-
rés. Asimismo la escuela aparece representada por el lugar físico, los aspectos
institucionales y las relaciones con los pares. Dabenigno (2009) encontró en
sus investigaciones niveles intermedios de conformidad respecto de la escue-
la, los cuales resultan del balance entre posiciones más bien críticas frente a lo
que consideran que se aprende en la escuela y valoraciones más altas de as-
pectos como la sociabilidad y el papel de la escuela para la vida en general.
Zafaroni y Paredes (2005) encontraron que algunos jóvenes perciben la educa-
ción como vehículo de ascenso social y económico, fundamentalmente relacio-
nado con la posibilidad de conseguir trabajo.
Para los jóvenes de tercer año los resultados obtenidos en relación a significa-
ción del estudio muestran que las medias más altas se obtuvieron en las si-
guientes dimensiones: Un futuro mejor (M=4,54 DS=0,70), Trabajar en lo que
uno quiere (M=4,48 DS=0,83) y Tener un título (M=4,48 DS=0,87). (Cuadro
Anexo 3)
6. SIGNIFICADO DE LA ESCUELA.
Los resultados obtenidos para primer año muestran que las variables que pre-
sentan medias más altas son: Obtener un título para trabajar (M=4,56
DS=0,70), Tener una formación básica para continuar estudiando en el futuro
(M=4,30 DS=0,87) y Desarrollar valores: respeto, responsabilidad, solidaridad,
honestidad (M=4,24 DS= 0,92). (Cuadro Anexo 5)
En los jóvenes de tercer año los resultados obtenidos muestran que las varia-
bles que presentan medias más elevadas son: Obtener un título para trabajar
(M=4,47 DS=0,74), Tener una formación básica para continuar estudiando en
el futuro (M=4,32 DS=0,76) y Desarrollar valores: respeto, responsabilidad, soli-
daridad, honestidad (M=4,07 DS= 0,94). (Cuadro Anexo 6)
Por último, los resultados correspondiente a quinto año muestran que las varia-
bles que presentan medias más altas son: Obtener un título para trabajar
(M=4,27 DS=0,85), Tener una formación básica para continuar estudiando en
el futuro (M=4,19 DS=0,90) y Contar con una cultura general (M=3,85 DS=
0,90). (Cuadro Anexo 7)
Asimismo se aplicó el test no paramétrico (Kruskal Wallis) para estudiar si las
tres poblaciones de estudiantes (primer año, tercer año y quinto año) son igua-
les respecto al puntaje medio de la significación de la escuela. Como el p-valor
obtenido es 0,0001 se rechaza la hipótesis de que las tres poblaciones tienen
la misma mediana.
7. CONCLUSIONES
Los jóvenes de primero, tercero y quinto año priorizan como primera y segunda
opción las mismas dimensiones: Futuro mejor y Trabajar en lo que uno quiere.
Es decir que los dos aspectos más considerados tienen que ver con su inser-
ción social futura.
Estos resultados son similares con lo que han observado las investigaciones de
Aisenson et al., 2008, donde se destaca para jóvenes de quinto año que el sig-
nificado del estudio aparece asociado a la posibilidad de desarrollarse perso-
nalmente. También las investigaciones de Macri (2006) han encontrado que en
jóvenes escolarizados el significado del estudio aparece asociado tanto al ca-
rácter instrumental como a la satisfacción personal.
Por otro lado hemos encontrado que la significación del estudio y de la escuela
de la población de primer año es distinta a la de tercero y quinto. Podriamos
pensar que primer año es un año transicional, por un lado de entrada a la ado-
lescencia y por el otro de inicio de un ciclo escolar diferente, que tiene reglas y
organización distinta a la primaria. Estos jóvenes estarían socializándose en la
asunción del rol de estudiante secundario, a diferencia de los de tercero y quin-
to año, que ya han construido ese rol por la trayectoria escolar que han recorri-
do. Es decir que los estudiantes de tercero y quinto año posiblemente tengan
una visión más homogénea en relación a las significaciones que han construido
en la socialización escolar.
Estos resultados pueden ser insumos actualizados para el diseño e implemen-
tación de Programas de Orientación Vocacional y Ocupacional que tomen en
cuentas las problemáticas y necesidades particulares de cada año en el marco
de la escuela media.
8. BIBLIOGRAFÍA:
Aisenson, D., Aisenson, G., Legaspi, L., Valenzuela, V., Polastri, G. y Duro, L.
(2008). El sentido del estudio y el trabajo para los jóvenes que finalizan la es -
cuela del nivel medio. Un análisis desde la perspectiva de la Psicología de la
Orientación, Anuario XIV de Investigaciones, Facultad de Psicología. Universi-
dad de Buenos Aires.
Aisenson, D., Aisenson, G., Legaspi, L., Batlle, S., Valenzuela, V. y Polastri, G.
(2006). Concepciones sobre el estudio y el trabajo, apoyo social percibido y ac-
tividades de tiempo libre en jóvenes que finalizan la escuela media. Anuario
XIV de Investigaciones. Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires.
Filmus, D., Kaplan, C., Miranda, A. y Moragues, M. (2001). Cada vez más
necesaria, cada vez más insuficiente. Escuela media y mercado de trabajo en
épocas de globalización. Buenos Aires: Santillana.