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LAS RABONAS LAS MUJERES DE LA GUERRA

Quiero mencionar un justo reconocimiento a las mujeres que con su valioso


aporte construyeron nuestra historia.

Las rabonas eran mujeres que ofrecieron su valentía su fuerza por el Perú sin
pedir nada a cambio. Acompañaban a los soldados en las marchas.

Ramón Muñiz estuvo presente en la batalla de Chorrillos desde 1981 a 1984, en


su cuadro al óleo “El repaso”, este pintor español revela al mundo todo el
espanto de los crímenes de guerra, violando las leyes humanitarias de la guerra.

deja grabado en ese oleo en 1888 la figura de una rabona cubriendo con su
cuerpo al soldado peruano ya caído en el suelo, lo protege con su brazo
izquierda, con su mano derecha frena la estocada final y con una miraba
suplicante le dice al soldado chileno:

¡No le hagas daño!

Esta era una estrategia del ejercito ingles que Chile imito.

Te quisieron borrar de la memoria histórica


que registró tu heroísmo.

Algunos vilipendiaron tu sacrificio


en los campos de batalla de la Guerra del Pacífico.

En medio de la metralla, del zarpazo criminal contra la patria y del coro que
avivaba la muerte,
tu figura aparecía en horizonte como bálsamo y, fundamentalmente, como uno de
los valores más ricos que pueden tener los pueblos civilizados.” LA
SOLIDARIDAD”.

Pero no la solidaridad declarativa que estila este mundo de globalización


informativa.

Sino, activo y efectivo auxilio a los que sufren el horror de la guerra.

Una mano extendida sin condiciones a los caídos.

Como lo dijo nuestro historiador; Jorge Basadre Grohmann,

La Rabona consoló,
enjugo las lágrimas,
calmo la sed
y cuido de las heridas del soldado,
interpuso su mano entre el infierno abatido y
la bayoneta del enemigo que lo repasaba.

Imploró, lloró y oró amargamente ante el cadáver del ser que era todo su mundo.

Lo ayudo a “bien morir”,


le cerró los ojos,
lo enterró,
tomó su armas y continúo:

Con bravura la defensa de su patria


Patria que es de todos y que ella contribuyo a moldear.

Era el amor puro y excelso hacia el esposo, hermano, novio y todo aquel que
necesitaba que alguien le cerrara los ojos antes de morir en la defensa de la
patria invadida.

Eras, en aquellos aciagos tiempo, una mujer a la que llamaron “RABONA” porque
ibas detrás de las tropas decisivas y decididas.

Si bien marchabas uniformada y armada en bandolera, como parte del ejército,


también portabas el latido de madre cargando a cuestas o llevando de la mano a
tus hijos y mujer amada que es capaz del sacrificio con tal de que no muera la
esperanza por un mundo mejor.

Rabona, cantinera o simplemente vivandera como te calificó Flora Tristan en su


libro Peregrinaciones de una paria, rescatando tu valor de guerrera peruana o
como te recordaba Jorge Basadre Grohman a la hora de hacer el balance de los
héroes anónimos en la defensa del honor patrio, fuiste capitana en el coraje y
ternura en esa horas de honda tristeza.

Igualmente, en este tributo, a Delfina Paredes, primera actriz del Perú, quien en
su monólogo “Evangelina retorna de la Breña” perenniza todo el fulgor heroico de
nuestra campesina en las acciones de Pisagua, San Francisco, Tarapacá, Tacna,
Arica, Concepción, Pucará, Marcavalle, Tarma y Huamachuco.

No te hemos olvidado rabona, cantinera y vivandera.


Porque eres raíz de la patria.

Concluido el combate, como a las 15 horas, y replegadas  las vencidas


tropas boliviana-peruanas, más tarde y los días siguientes, las “rabonas” de
sectores populares volvieron al ensangrentado campo dominado por Chile a
buscar a su gente.
Ignacia Zeballos de la Cruz Roja de Bolivia, las describió con tristeza:
“Mujeres vestidas con mantas y polleras descoloridas, algunas cargando una
criatura en la espalda llevando un niño en la mano, circulaban entre los
cadáveres; encorvadas buscando al esposo, al amante o quizá al hijo, que no
volvió a Tacna. Guiadas por el color de las chaquetas, daban vueltas a los restos
humanos y cuando reconocían al que buscaban, caían de rodillas a su lado”.
Las “rabonas” eran, sin duda, compañeras de vida y muerte.
HONOR Y GLORIA A LAS MUEJERES QUE LUCHARON POR NUESTRA
LIBERTAD.

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