Está en la página 1de 14

El renacer ensangrentado

Estudiante

Juan Esteban Carmona Bolaños

Profesor

Natalia Restrepo Maya

Materia JUAN ESTEBAN CARMONA BOLAÑOS


Comunicación social-periodismo

Historia del siglo2022


XX

Corporación Universitaria Minuto De Dios

EL RENACER
Ciencias Humanas

ENSANGRENTADO
Comunicación Social-Periodismo
En el recuento renacemos como héroes

2022
El renacer ensangrentado

E
l siguiente trabajo escrito tiene como objetivo central mostrar la cultura que

puede nacer a partir de una guerra, esos agentes de cambio que traen para

una comunidad nuevas formas de identidad. Por esto vamos a entrar en

contexto partiendo lo que fue la política y la guerra en el siglo XX, desde la realidad del

pueblo colombiano. Además, incentivar el arte como mecanismo de protesta y promotor de

espacios que transforme la vida de los ciudadanos, en especial la población joven; quienes

han sido víctimas del reclutamiento forzoso a mano de grupos armados al margen de la ley,

bandas delincuenciales, comercialización de estupefacientes y la disputa por territorios para

expender la venta y consumo de dichas sustancias. Así pues, entremos en materia,

empezando por conocer los conceptos que permitirán el desarrollo de la siguiente crónica

que tendrá lugar en este espacio. Podríamos iniciar por definir la política. Nombrada la

ciencia del poder nace para mediar los conflictos y necesidades de una comunidad

determinada.

En Colombia ésta ha sido marcada por el bipartidismo, desde tiempos coloniales han

existido los conservadores y liberales, lo que lleva a una división social que hasta el día de

hoy es evidente. De este modo, la desigualdad social que se vive en nuestro país fue la

chispa que condujo a una violencia política que nos hizo victimas a todos como ciudadanos

de esta patria. Corre el año 1963 y a partir de la violencia y opresión por parte del estado

contra los campesinos liberales, nacen grupos armados que lucharían por la resistencia y el
El renacer ensangrentado

reconocimiento de los derechos de la

clase media y baja para terminar con

esta hegemonía conservadora. Ahora

bien, el siglo XX fue un tiempo difícil

para nuestra nación, porque pasó de una

“soberanía” a una guerra que hasta el

día de hoy lleva más de 50 años

desarrollándose. Además, el

surgimiento de las guerrillas, su

pretensión de ganar influencias sobre la

población campesina y movimientos populares urbanos. El estado, en el gobierno de Julio

César Turbay Ayala desarrolló desde los años setenta, una estrategia contrainsurgente bajo

la orientación de la llamada “doctrina de la seguridad nacional” que se aplicó con mayor

rigor y motivados bajo su profundo odio, contra quien profetizara ideas liberales, lo que

dejó un saldo de graves violaciones de los derechos humanos. Es así como desde el

bipartidismo, los mismos ciudadanos empezaron a fundar movimientos paramilitares que

combatieran por mano propia contra los grupos ilegales de pensamiento liberal y comunista

que hacían presencia en ciertos municipios de Colombia. A pesar de que la acción para

militar había probado ser un medio eficaz para expulsar la guerrilla de algunas regiones, el

costo fue la transformación de dominios territoriales armados. Irónicamente, el estado que

en su momento apoyó el accionar de estos movimientos, tomó medidas para combatir no

solo los grupos de pensamiento liberal, sino que ahora tenia otro enemigo que combatir, el

narcotráfico. La guerra al narcoterrorismo decretada por el gobierno de Virgilio Barco

Vargas en agosto de 1989 puso en evidencia la inconsistencia de la política de seguridad


El renacer ensangrentado

interna, pues organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, el

procurador general de la nación y periodistas han documentado amplias vinculaciones entre

grupos paramilitares financiados por el narcotráfico y miembros del ejercito nacional.

El surgimiento del paramilitarismo es entonces, la debilidad estructural del estado

colombiano para imponer las élites regionales en un marco de conductas democráticas para

la resolución del conflicto social. Esto se traduce en las relaciones de cooperación con la

violencia directa por parte las élites regionales, cuyo apoyo es indispensable para la

conservación del régimen político.

Llegados a este punto conozcamos un municipio de Antioquia que fue azotado por todas

estas decisiones sociales y políticas. San Carlos, un municipio ubicado en el oriente

antioqueño tiene una extensión de 702km y se encuentra a 119km de Medellín, la capital de

Antioquia. Está conformado por 9 barrios en la cabecera municipal, tres corregimientos,

catorce centros zonales y 76 veredas. Limita en dirección norte con los municipios de San

Rafael y San Roque, hacia el sur podemos encontrar a San Luis y finalmente es zona
El renacer ensangrentado

fronteriza en el occidente con los municipios de Granda y Guatapé. Así pues, estas

características hacen de este pueblo un territorio montañoso y rico en fuentes hídricas.

Gracias a esta ubicación geográfica tan propensa a ser explotada por la industria de la

electricidad, esta zona del país se convirtió en el punto estratégico de los grupos

paramilitares para paralizar la producción de electricidad del país.

A partir de la instalación de las hidroeléctricas,

surgieron varios movimientos cívicos en la

localidad y la región. El movimiento cívico tuvo su

periodo de mayor auge entre 1981 y 1984

participaron de 11 a 14 municipios. Por otra parte,

la junta de acción comunal, promovieron a

mediados de los noventa un modelo campesino de

desarrollo rural, al movimiento se agregaron

sectores de la sociedad civil como; los estudiantes, los comerciantes, campesinos y

maestros. En 1982 empezaron a escucharse amenazas y a verse panfletos que ordenaba a

algunos a marcharse. Hasta que 27 de octubre de 1983 se hizo realidad lo impensable, era

asesinado el medico cartagenero Julián Conrado quien estaba ejerciendo su año rural en el

municipio de San Carlos. “varios policías que se encontraban en la plaza no hicieron nada

para detener al pistolero, forcejearon luego con la gente que trataba de aproximarse al

cadáver”. (TIEMPO, 1983, pág. 1)

A mediados de la década de 1980, el ELN hizo presencia en la región del oriente


El renacer ensangrentado

antioqueño con el frente Carlos Alirio Buitrago (fundado en 1986), líder en la constitución

de una extensa área de operaciones denominada área industrial, la cual abarca los territorios

donde se encuentran localizadas las hidroeléctricas, los embalses, la industria del cemento

(Cementos Río Claro en San Luis) y la autopista Medellín-Bogotá (Vicepresidencia de la

República 2007, 4).

Este proyecto respondió a la meta trazada en una reunión nacional del ELN llevada a cabo

en 1986 para hacer presencia en zonas estratégicas de la economía del país y

garantizar el control de corredores que facilitaran la movilidad de sus frentes. El control

territorial de San Carlos podría facilitar la conexión con otros frentes que operaban en el

nororiente antioqueño afirmó (Rangel 1988)

Por su parte, las FARC se instalaron en San Carlos

finalizando los años ochenta a través del frente 9º que se

desplazó desde San Rafael y del frente 47 proveniente del

sur del departamento de Caldas. Esta expansión

respondía a la estrategia definida en la

VII Conferencia de las FARC de 1982, en la que se

contemplaba un aumento de 27 a 48 frentes y una

presencia ya no sólo en zonas de colonización de frontera sino también en aquellas con un

alto potencial económico y de colonización interna. San Carlos cumplía con estos requisitos

y además ofrecía una posibilidad para proyectarse hacia la zona del altiplano y desde allí

hacia la capital, Medellín.


El renacer ensangrentado

Entre 1986 y 1997 se vivió lo que los habitantes de San Car-

los definen como los tiempos de hegemonía guerrillera. Casi toda

la población recuerda haberles encontrado en el camino o haber atendido a sus demandas en

alguna ocasión. Según sus testimonios, en un inicio no hubo presión fuerte sobre la

población, sólo le hablaban a la gente sobre las injusticias que cometían los ricos

y los políticos.

“Lo que sucede es que hay una estampida de la gente, esto es un criterio muy personal. Yo

dije: “no pues esto está muy difícil aquí, ¡nos vamos!” y vieron las guerrillas una

oportunidad hermosa de meterse aquí, porque ya la gente tenía un odio contra las

instituciones, un odio frente a la policía que veíamos cómo mataba a la gente, porque la

gente se mataba aquí tranquilamente, se iba y se guardaban en los comandos. Entonces las

guerrillas, es un concepto yo creo, vieron la oportunidad de llegar aquí, porque había un

descontento popular contra las instituciones, y entraron en el ochenta y seis y el ochenta y

siete buscándonos a nosotros que para reivindicar la muerte de los amigos de nosotros.”

(Testimonio de hombre Adulto, San Carlos,)


El renacer ensangrentado

Las principales acciones

guerrilleras perpetradas fueron

asesinatos selectivos, daño a

bienes civiles, bloqueos de vías,

secuestros y, en menor medida,

incursiones y ataques a objetivos

militares. A modo de ejemplo

están esos eventos que todos los

San Carlitanos recuerdan, tales

como; la toma del casco urbano

de San Carlos el 24 de diciembre

de 1990,

la voladura de torres de energía en la línea Guatapé-San Carlos y un intento de toma de la

central hidroeléctrica de Jaguas el 20 de noviembre de 1992, repelida por la Policía.

No obstante, se presentan algunas diferencias entre estos dos grupos: mientras que el ELN

privilegió la construcción de una base social dando el impulso a proyectos comunitarios, las

FARC pusieron el acento en las acciones militares.

Otro hecho significativo se produjo el 3 de julio de 1997,cuando las guerrillas de las FARC

y el ELN atacaron a militares de la Brigada Móvil Batallón Héroes de Barbacoas en El

Cerrito. Esta acción de gran impacto se inició en las horas de la madrugada y se prolongó

durante tres horas. Unos 100 hombres del ELN y de las FARC se enfrentaron con morteros

y granadas a dos suboficiales y 36 soldados de una de las compañías del Batallón de


El renacer ensangrentado

Contraguerrilla 42, Héroes de Barbacoas, adscrito a la IV Brigada. Este batallón tenía

presencia en la zona desde 1995 por disposición del entonces gobernador Álvaro Uribe

Vélez (El Colombiano, 4 de julio de 1997).

Estos fueron hechos cotidianos durante un periodo en el territorio, afectando a la población,

creando una atmosfera de miedo, crueldad y ferocidad. Debido a esto se produjo un

desplazamiento masivo, se tiene registro de al menos 19.954 abandonaron forzosamente su

lugar de residencia teniendo en cuenta que el municipio para esa época contaba con 25.840

pobladores. “San Carlos es un caso singular que muestra la especificidad y gravedad del

delito del desplazamiento forzado y su relación con las lógicas e impactos generales del

conflicto armado en Colombia” (Marín, 2016).

El desplazamiento se hace especialmente intenso en dos años, 2001 a 2005, cuando alcanzó

el punto máximo y afectó a casi la mitad del total de la población, con un éxodo de 9304

personas (47%). En el mismo período el municipio recibió 4918 personas (91% del total
El renacer ensangrentado

general), con una tendencia similar a la de la expulsión.

"¿Cómo se explica uno, por ejemplo, que aquí, en pleno parque, a media cuadrita del

comando, tengan una base los paramilitares, donde

tienen gente retenida, gente torturando, donde le

mocha la cabeza a una persona y juegan fútbol con

ella, donde a la otra media cuadrita se toman un hotel

que ahora es sede del CARE y es una sede que está

conectada así directamente? Pues ésas son cosas que

uno, negarlas, es llamarnos a engaños y tapar lo que

no se puede tapar, entonces se da esa alianza y viene

una arremetida muy grande" (Testimonio, mujer de

San Carlos).

San Carlos ha sido escenario de casi todas las estrategias de

guerra que se conocen en el conflicto armado colombiano y

ha padecido los intentos de todos los grupos armados por

someter a los ciudadanos a sus lógicas e instrumentalizarlos

según sus intereses. La

población se ha visto en una verdadera encrucijada, en la que

los habitantes y oriundos del municipio han resultado

implicados y enfrentados.
El renacer ensangrentado

Teniendo en cuenta el contexto histórico que se acaba de mencionar, nació el colectivo

artístico “San Carlos, memoria de sueños y esperanzas”, una iniciativa creada por un grupo

de cuatro artistas plásticos del municipio. A partir de grafitis, aerosoles y obras de arte,

Juan Fernando Marín, Alejandra Giraldo, Danilo y José López, buscan reflejar cultura,

recuperar el tejido social y la memoria histórica de San Carlos que surge de la necesidad de

resignificar los espacios que fueron utilizados como escenarios para la intimidación

psicológica y propaganda de guerra que aun después de los procesos de paz que se dieron

en el territorio continúan estigmatizando a la comunidad como un vestigio imborrable del

conflicto que seguían marcadas en las paredes del municipio como tinta indeleble.

El muralismo se ha convertido en un atractivo turístico de la región, allí existe ‘El Tur

Memoria Todo Color’ un recorrido que se puede realizar caminando o en bicicleta por el
El renacer ensangrentado

casco urbano y la zona rural del

municipio, allí se puede disfrutar

de más de 60 murales. “La idea es

mostrar por medio de los murales,

a Colombia y al mundo entero, que

San Carlos es más que conflicto.

Que somos una región cargada de

riqueza hídrica, flora, fauna y de

gente extraordinaria”, afirma José

López.

El muralismo se ha convertido en la principal herramienta de los

jóvenes y muralistas para reflejar artísticamente el nuevo rostro

de San Carlos. A través de los muros plasman sus historias

cargadas de magia y de color, una idea que surgió de la necesidad

de devolverle a los sancarlitanos la esperanza por medio del arte

y de mostrar las verdaderas historias de su gente. San Carlos es

una de las grandes galerías a cielo abierto de Antioquia, a través

de 120 murales este territorio le da un nuevo significado a su

historia.
El renacer ensangrentado
El renacer ensangrentado

Marlon Gómez expresó “me siento afortunado de que el pueblo se esté volviendo una

galería al libre, y cambiar su historia por medio del arte” Cabe mencionar, que Marlon, al

igual que varios jóvenes el municipio, participa de este proyecto porque siente el poder en

el arte y no en las armas.

entre el 8 y 15 de noviembre de 2021 se llevó o a cabo la cuarta versión del encuentro

internacional de muralismo por la Paz “Memoria a Todo Color” en el municipio de San

Carlos, el cual contó con reconocidos artistas del muralismo del país provenientes de

Medellín, Bogotá, Cali, Nariño, Guatapé y La Ceja, como también artistas internacionales

de países como EEUU, México, Venezuela y Perú; quienes, durante ocho días, le pintaron a

la Paz, escucharon las historias de las comunidades y le dieron vida a sus memorias, las

cuales fueron tatuadas en cada una de las paredes que se intervinieron artísticamente.

Durante el evento también se realizaron foros, talleres, recorridos por los murales y

actividades artísticas y culturales.

También podría gustarte