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La actual crisis sanitaria generada por la pandemia del COVID 19, ha incrementado la pobreza
llegando a un tercio de la población peruana: once millones de compatriotas. La pobreza incrementa
la inseguridad alimentaria y el riesgo de malnutrición, siendo las más afectadas las familias en las
zonas rurales y urbano marginales. Se calcula que existen 4 millones de peruanos en situación de
inseguridad alimentaria severa, o sea, casi un millón de familias se han quedado sin alimentos o
pasan hambre uno o varios días durante el año.
La alimentación es un derecho inherente a todos los ciudadanos y debe ser adecuada: suficiente,
variada, inocua y basada en alimentos naturales y sanos, para permitir a las personas desarrollarse
plenamente, reducir el riesgo de enfermar, ser productivo y sentirse bien. No obstante, aquellas
personas en situación de pobreza viven con mayor riesgo de enfermar y morir a causa de la
inseguridad alimentaria y, en el caso de la niñez, en riesgo de afectar su potencial de desarrollo.
Frente a esta situación, demandamos a los Partidos Políticos que participan en la segunda vuelta
electoral, la puesta en práctica de políticas para asegurar la adecuada alimentación de la población,
en especial de aquella en mayor vulnerabilidad; para lo cual, planteamos las siguientes medidas
prioritarias:
PERUSAN está integrada por: Acción Contra el Hambre, ADRA, CARE Perú, Cáritas del Perú, CEPES-
Centro Peruano de Estudios Sociales, Future Generations, HOMAS, INN- Instituto de Investigación
Nutricional, MSH Perú, Nutri Educate Perú, PRISMA y World Vision Perú, además de especialistas
como miembros no institucionales.