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FUNDACION UNIVERSITARIA DEL ÁREA ANDINA

ESPECIALIZACIÓN EN GESTIÓN AMBIENTAL

EDUCACION AMBIENTAL Y TERRITORIO

ACTIVIDAD 3

EJE 3: ENSAYO

Docente:
Lina Yised López Guarín

Alumno:
Hugo César Pérez Munar

Fundación Universitaria del Área Andina


Especialización en Gestión Ambiental
Educación Ambiental y Territorio
Ibagué, Tolima 20 de abril de 2020

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¿cómo se puede realizar la educación ambiental en adultos?

La Educación Ambiental debe ser un proceso permanente y transversal en el sistema


educativo formal, donde los estudiantes adquieran y fomenten su conciencia,
conocimientos, actitudes, conductas, valores, competencias y experiencias prácticas
para actuar de forma individual, grupal o colectiva en la resolución o mitigación de los
problemas ambientales. No obstante, la Educación ambiental no sólo debe ser una
estrategia de transmisión de información en la educación formal, sino una forma de
enseñanza enfocada hacia la labor praxis (Espejel Rodriguez & Castillo Ramos,
2019).

La Educación Ambiental a través de la historia ha sido el mecanismo para poder


fomentar el cuidado del medio ambiente en la población, sin embargo, los problemas
de contaminación todavía persisten en muchos lugares en el mundo (Cumba Castro,
2020).

Leandro (2012) afirma que la educación ambiental es un proceso educativo durante


el cual el individuo y las colectividades generales y/o específicas asimilan unos
conceptos y se crea un sistema de valores mediante los cuales se desarrollan unas
capacidades y comportamientos en su relación con el mundo, los organismos, los
ecosistemas, y los grupos sociales en su conjunto, que les permiten enjuiciar las
interacciones entre el medio humano (…) y el medio biofísico (Cumba Castro, 2020).

En efecto, se identifica que la educación ambiental en las escuelas, colegios y


universidades posee un grado de dificultad de introducir programas educativos, que
fomenten la concienciación del alumnado y la identificación de los contenidos
didácticos con su entorno cotidiano (Megias Delgado, De Casas Moreno, & Paramio
Perez, 2019). Además, enfrenta desafíos que impiden el desarrollo total de está en el
ámbito comunicacional, esto se debe a la agenda pública que manejan los medios de
comunicación masivo en todas las naciones (Cumba Castro, 2020).

La Educación Ambiental se convierte en una antesala de la responsabilidad social,


es decir resulta ser un instrumento de reconstrucción cultural válida para apoyar todo
aquello que se ha plasmado con la responsabilidad social, facilitando los procesos y
mejorando los resultados de esta. Es de gran importancia que las sociedades
centren su interés en la educación ambiental, asumiendo el papel responsable que le
obliga el hecho de convivir en medio del ecosistema llamado tierra (Avendaño, 2012).

Flor et al (2005) describe que se deberán desarrollar e implementar programas


pedagógicos para trabajar las habilidades y convertir la información en una práctica
significativa (Megias Delgado, De Casas Moreno, & Paramio Perez, 2019). Lo cual es
necesario para llevar a cabo la educación ambiental en los adultos, lo que hoy en día
se conoce con el termino de andragogía. González (2004) describe que este término
tiene que ver con aspectos socioculturales; logra que el adulto se integre en el
ambiente donde se desempeña, utilizando efectivamente lo aprendido (Morales
Pacavita & Leguizamon Gonzalez, 2018).

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En base a la definición de la educación ambiental y la descripción de educar a un
adulto, es diferente a la educación de los jóvenes, la cual van adquiriendo de la
experiencia y convivencia familiar, escolar y comunitaria, lo que hace que cada
individuo tenga su propia cultura con valores y actitudes diferentes de su entorno
(Espejel Rodriguez & Castillo Ramos, 2019). En cuanto la educación de adultos es
un proceso por el cual los alumnos cobran conciencia de sus experiencias más
importantes y de los significados que acompañan esa experiencia (Morales Pacavita
& Leguizamon Gonzalez, 2018).

Conforme a cómo educar ambientalmente a un adulto, se cita a Knowles (1984), el


cual propone como primera medida la creación de un ambiente favorable que permita
al estudiante adulto una atmósfera de confianza en la que va a ser tomado en cuenta
alrededor de todo el proceso (Morales Pacavita & Leguizamon Gonzalez, 2018). Esto
permite cumplir con uno de los objetivos de la Educación Ambiental, es el de
Conocimientos, consiste en ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir
una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas
conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una
responsabilidad crítica (Belgrado, 1975).

Asimismo, para profundizar el concepto, captación, aprendizaje, entre otros de la


educación ambiental en un adulto, se implementará un conjunto de diferentes
corrientes de la educación ambiental; se define como la noción de corriente que se
refiere aquí a una manera general de concebir y de practicar la educación ambiental
(Sauvé, 2005).

Sauvé, comenta que la corriente naturalista, está centrada en la relación con la


naturaleza. Para el caso presente, se aplicarían el enfoque espiritualista, el cual se
trata de explorar la dimensión simbólica de nuestra relación con la naturaleza y de
comprender que somos parte integrante de ella y el enfoque experiencial (vivir en la
naturaleza y aprender de ella) (Sauvé, 2005). Esto permite que el adulto inicie su
educación ambiental conociendo su territorio, aprender a entrar en contacto con la
naturaleza, viviendo experiencias de relación con el ambiente natural.

Es importante, en la educación ambiental dirigida a adultos, fomentar la corriente


conservacionista, el cual concierne a su calidad como a su cantidad: el agua, el
suelo, la energía, las plantas (principalmente las plantas comestibles y medicínales) y
los animales (por los recursos que se pueden obtener de ellos), el patrimonio
genético, el patrimonio construido, entre otros (Sauvé, 2005). Lo anterior permite
desempolvar los valores, principios, actitudes, pensamientos y demás en los adultos,
para el cuidado del medio ambiente.

En base a lo anterior, se aplicaran dos herramientas de desarrollo participativo para


la educación ambiental en adultos, las cuales consisten en Caminata y Diagrama de
Corte o Transecto y Matriz de evaluación de recursos; como objetivos tienen que el
diagrama puede servir de punto de partida a la discusión de alternativas, puede ser
muy sencillo, para ayudar a la gente a expresar lo que sabe de su medio ambiente y

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Evaluar el concepto de los miembros de la comunidad, sobre la disponibilidad y
calidad de recursos naturales de uso común (leña, madera, agua, forraje,...)
respectivamente (Geilfus, 1997). Estas herramientas de participación permiten tener
contacto directo hombre – naturaleza, en el caso presente, el adulto viviría las
experiencias de interactuar con el medio ambiente.

Al aplicar las herramientas anteriores, se resalta la aplicación de la corriente


resolutiva, la cual trata de informar o de conducir la gente a informarse sobre
problemáticas ambientales, así como a desarrollar habilidades apuntando a
resolverlos. La corriente sistémica, el enfoque sistémico permite conocer y
comprender adecuadamente las realidades y las problemáticas ambientales (Sauvé,
2005). Estas corrientes permiten también la interacción del hombre – naturaleza.

Como finalidad de las herramientas de participación, se detalla como perspectiva en


la Educación Ambiental en adultos, es la Ética, esta debe contribuir a la formación de
los individuos y de las sociedades en actitudes y valores para el manejo adecuado
del medio, a través de una concepción ética que obedezca a una reflexión crítica y
estructurada que haga posible comprender el porqué de esos valores para asumirlos
como propios y actuar en consecuencia (MINAMBIENTE & MINEDUCACION, 2002).

Asimismo, esta educación ambiental en adultos, debe ser considerada como el


proceso que le permite al individuo comprender las relaciones de interdependencia
con su entorno, a partir del conocimiento reflexivo y crítico de su realidad biofísica,
social, política, económica y cultural para que, a partir de la apropiación de la
realidad concreta, se puedan generar en él y en su comunidad actitudes de
valoración y respeto por el ambiente (MINAMBIENTE & MINEDUCACION, 2002).

Finalmente, la Educación Ambiental debe ser orientada de la familia a la escuela y


viceversa para fortalecer los conocimientos, habilidades, valores, actitudes y
conductas de los jóvenes y de los integrantes del grupo familiar para lograr un
entorno congruente con su realidad (Espejel Rodriguez & Castillo Ramos, 2019).
Además, La Educación Ambiental debe propiciar la construcción permanente de una
escala de valores que les permita a los individuos y a los colectivos relacionarse de
manera adecuada consigo mismos, con los demás seres humanos y con su entorno
natural, en el marco del desarrollo sostenible y el mejoramiento de la calidad de vida
(MINAMBIENTE & MINEDUCACION, 2002).

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Referencias
Avendaño, W. (2012). LA EDUCACION AMBIENTAL (EA) COMO HERRAMIENTA DE LA
RESPONSABILIDAD SOCIAL (RS). Luna Azul , 94-115.

Belgrado. (1975). Carta de Belgrado . Belgrado: Seminario internacional de Educacion Ambiental.

Cumba Castro, E. A. (2020). La educación ambiental en los medios televisivos. Estudio de caso:
Oromar TV. ALTERIDAD Revista de Educación, 125-138.

Espejel Rodriguez, A., & Castillo Ramos, I. (2019). La EA debe ser un proceso permanente y transversal
en el sistema educativo formal, donde los estudiantes adquieran y fomenten su conciencia,
conocimientos, actitudes, conductas, valores, competencias y experiencias prácticas para
actuar de forma individua. ALTERIDAD Revista de Educación, 231-242.

Geilfus, F. (1997). 80 HERRAMIENTAS PARA EL DESARROLLO PARTICIPATIVO: Diagnóstico Planificación


Monitoreo Evaluación . El Salvador : Roberto Rodríguez Sandoval, IICA/Holanda LADERAS
C.A. .

Megias Delgado, M., De Casas Moreno, P., & Paramio Perez, G. (2019). Publicidad y competencia
mediática para la educación ambiental en alumnos de primaria. ALTERIDAD Revista de
Educación , 220-230.

MINAMBIENTE, & MINEDUCACION. (2002). POLITICA NACIONAL DE EDUCACION AMBIENTAL.


BOGOTA: REPUBLICA DE COLOMBIA.

Morales Pacavita, O. S., & Leguizamon Gonzalez, M. C. (2018). TEORÍA ANDRAGÓGICA: ACIERTOS Y
DESACIERTOS EN LA FORMACIÓN DOCENTE EN TIC. Praxis y Saber, 161-181.

Sauvé, L. (2005). UNA CARTOGRAFÍA DE CORRIENTES EN EDUCACIÓN AMBIENTAL . Educação


ambiental - Pesquisa e desafios, 17-46.

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