Cuarto Tema La Paz Del Perdon

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LA PAZ DEL

PERDON
Perdonar no sólo nos da una
gran paz mental sino también
es haber decidido vivir el
momento presente y
liberarnos de un sufrimiento.
La Madre Teresa de Calcuta
decía “Si en verdad queremos
amar, tenemos que aprender a
perdonar”. Cuando nos
rehusamos a perdonar,
nosotros sufrimos. ¡Muchas
veces el “culpable” ni siquiera
sabe qué estamos pensando!
El sigue feliz de la vida
mientras nosotros nos
sometemos a una
interminable tortura. Si me
niego a perdonar a “x” por
haberme hecho tal ofensa, el
que sufro soy yo. A él no le
salen úlceras, ni padece un
desagradable insomnio, o
disgusto. La falta de perdón es
una de las principales causas
de enfermedad, porque una
mente infeliz engendra un
cuerpo infeliz.
El guardar rencor no sólo
infecta nuestra alma sino
también nuestro cuerpo. La
mayoría de las enfermedades
de la “civilización” tienen su
asidero en su contraparte
emocional. Se sabe que para
curar cualquier enfermedad,
es importante estar libre de
sentimientos negativos.
Enfermedades como el cáncer,
ciertos estudios señalan que lo
suelen padecer personas que
albergan o albergaron rencor.
Nunca hay que olvidar que
somos conjunción de mente y
cuerpo y que lo que afecte a
uno afectará al otro.
Además, si culpamos y
responsabilizamos a otros
individuos de nuestra
felicidad, rehusamos a admitir
nuestra propia
responsabilidad. Echarle la
culpa al otro nunca le ha
servido a nadie. Culpar al otro
es una excusa para no asumir
la realidad, una excusa para no
actuar.
El verdadero perdón es
olvidarse completamente del
hecho. Cuando optamos por
perdonar, un maravilloso
principio entra en acción. Al
sufrir nosotros una
transformación, los demás
también cambian. Por alguna
razón, en el instante en que
optamos por modificar
nuestra forma de ver las cosas,
los demás responden a
nuestro cambio de
expectativas.

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