PALABRAS FINALES.

Muy buenos días. Aunque voy a hablar desde nuestra experiencia familiar personal, creo que varios
de los presentes podrían llegar a sentirse muy identificados con las palabras que voy a decir a
continuación.

La experiencia de acompañar a nuestros hijos en el camino a su primera comunión fue mas larga de lo
habitual producto de la pandemia, pero eso no significa que fue algo tediosos o aburrido como
muchos pudiesen imaginar. Muy por el contrario, fue una experiencia enriquecedora mediante la cual
cada uno de los padres que participamos nos nutrimos de los temas tratados en cada reunión,
abrimos nuestros corazones, incluso a veces compartiendo sentimientos personales bien profundos, y
transmitimos dichas experiencias a nuestros hijos semana tras semana en nuestras casas.

Para qué hablar de la experiencia de los niños, donde en mi caso, mi hijo cada semana esperaba
ansioso el día para juntarse con sus amigos del catecismo.

Quizás varios de nosotros crecimos con un catecismo donde solo estaban involucrados los niños y
luego de dos años finalizaba con la primera comunión, pero la experiencia del catecismo donde los
niños van acompañados de los padres me aparece un gran acierto de la iglesia católica, ya que además
de acercar al niño o niña a su nuevo sacramento, también acerca a las familias mucho mas a la iglesia.

Es cierto que cada día es menos frecuente encontrar familias interesadas en hacer parte de la iglesia
católica a sus hijos e hijas, y por lo mismo, somos los llamados a difundir y promover esta experiencia
entre nuestros amigos, conocidos o familiares. Es una lástima que, en esta ocasión, el aforo fuera tan
pequeño, ya que también hoy podía haber sido una instancia para promover aún más este
sacramento, invitando a participar de esta eucaristía a amigos o familiares que aún no involucran a
sus niños en este lindo camino.

Para finalizar, quiero agradecer muy especialmente a los monitores que participaron tanto en el
catecismo de los niños como en el de los padres, haciendo de ésta una experiencia muy acogedora y
dinámica, que realmente incentiva la participación de la gente. Sin su buena voluntad el sacramento
que nuestros niños cumplirán hoy no se podría estar llevando a cabo.

Muchas gracias.