Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Las formas de vida no son estáticas sino que evolucionan; las especies cambian
continuamente, unas se originan y otros se extinguen.
2. El proceso de la evolución es gradual, lento y continuo, sin saltos discontinuos o
cambios súbitos.
3. Los organismos parecidos se hallan emparentados y descienden de un antepasado
común. Todos los organismos vivientes pueden remontarse a un origen único de la
vida.
4. La selección natural es la llave, en dos fases, que explica todo el sistema.
La primera fase es la producción de variabilidad: la generación de modificaciones
espontáneas en los individuos.
La segunda, la selección a través de la supervivencia en la lucha por la vida: los
individuos mejor dotados, los que han nacido con modificaciones espontáneas
favorables para hacer frente al medio ambiente van a tener más posibilidades de
sobrevivir, de reproducirse y de dejar descendencia con estas ventajas.
Las principales críticas a las teorías de Darwin provienen del dudoso carácter hereditario
de las modificaciones individuales, que sólo ha podido demostrarse cuando constituyen
mutaciones.
Como reacción a las críticas sufridas por los postulados de Darwin, sus discípulos han
desarrollado una segunda teoría, llamada neodarvinismo y que viene a unirse al
lamarckismo, el mutacionismo y el propio darvinismo en la defensa de la teoría
evolucionista.
Los otros científicos que en esa época consideraban la teoría como incompleta, criticaban que esta no
presentar ningún mecanismo capaz de transmitir la herencia en los seres vivos; esto ya que desconocían
que Gregor Mendel había estudiado las leyes de la herencia en 1865 (teorías de Mendel que
permanecieron desconocidas -incluso por Darwin- hasta el siglo XX).
Otro de los problemas a los que se enfrentó la teoría de Darwin en esa época, era la imposibilidad que
tenían de conocer la edad correcta de la Tierra. Por ejemplo, según los estudios de Lord Kelvin, que
posteriormente resultaron equivocados, postulaban erroneamente que la edad de la Tierra era demasiado
pequeña para albergar en su historia el largo proceso evolutivo necesario por las especies naturales. Así,
Kelvin afirmó que sólo mediante el diseño inteligente se podía haber alcanzado la gran diversidad
biológica actual. Sin embargo, las ideas de Kelvin chocaban con la datación de la Tierra propuesta por los
geólogos con base en los primeros estudios sobre la edad de diferentes tipos de rocas, y la cuestión de la
edad de la Tierra era un tema de actualidad científica que sólo sería resuelto a favor de Darwin, solo tras
el descubrimiento de la radiactividad por Becquerel.
En 1875 el teólogo Charles Hodge acusó a Darwin de negar la existencia de Dios al definir a los humanos
como el resultado de un proceso natural en lugar de una creación diseñada por Dios.
Hoy en día, aunque en biología se consideran como correctas las ideas básicas de Darwin, las cuales
conforman parte de la Síntesis evolutiva moderna (actual teoría de la evolución); aún siguen existiendo
algunos lugares en los que el debate religioso-científico se mantiene, como en Estados Unidos y en
algunos lugares de Australia. El creacionismo ha cambiado de estrategia y su versión más moderna ahora
se llama diseño inteligente. Aunque carece de la objetividad de la ciencia, está dando una dura batalla en
los sectores conservadores de los Estados Unidos para tratar de ser aceptado en la curricula escolar.
a reacción al Origen fue inmediata. Algunos biólogos argumentaron que Darwin no pudo probar
su hipótesis. Otros criticaron el concepto de variaión de Darwin, argumentando que el no pudo
explicar ni el origen de las variaciones ni como se pasaron a las generaciones sucesivas. Esta
objeción científica en particular no se contestó hasta el nacimiento de la genéticamoderna en
los inicios del siglo XX. De hecho, muchos científicos continuaron expresando sus dudas
durante los 50 a 80 años siguientes. Los ataques más publicados sobre las ideas de Darwin, no
vinieron de los científicos sino de los opositores religiosos. El pensamiento de que cosas
vivientes habían evolucionado por procesos naturales negaron la creación especial de la raza
humana y parecío poner a la humanidad en el mismo plano que los animales; ambas ideas
fueron serias amenazas a la opinión teológica ortodoxa.