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Facultad de Ingeniería
Escuela de Ingeniería Mecánica
Energía y transporte
Por tanto, los cuerpos poseen energía, y dicha energía les permitiría ser capaces
de producir cambios o efectos en sí mismos o en otros cuerpos. Ahora bien, para
desencadenar ese cambio, la energía que acumula un cuerpo debe ser liberada, o
transferida a otro cuerpo.
2. FORMAS DE ENERGÍA.
Ec = 1/2 · m · v2 3
Energía potencial (Ep): Es la energía de un cuerpo debido a su posición dentro de
un campo de fuerzas determinado. En el caso del campo gravitatorio terrestre,
sería la energía de un cuerpo debido a la altura h en la que se encuentre:
Ep = m · g · h
Se cumple que la energía mecánica es la suma de la energía cinética más la
energía potencial:
Em = Ec + Ep
4) Energía nuclear.
6) Energía eléctrica.
Los cuerpos poseen energía en formas muy diversas. Pues bien, la energía se
encuentra en constante transformación. Todas las formas de energía son
convertibles, pasando de unas a otras.
Ejemplos:
Al arder la madera, la energía química de la misma se transforma en térmica y
luminosa.
Ejemplos:
a) Fuentes convencionales: son las que llevan más tiempo explotándose, las
“tradicionales” (carbón, petróleo, gas, energía nuclear y energía hidráulica).
b) Fuentes alternativas: son las que aún están en estudio y desarrollo, por lo que
su capacidad energética aún no es demasiado alta (energía eólica, solar,
geotérmica, etc.)
Las principales fuentes de energía utilizadas actualmente por el ser humano son:
combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural), combustibles nucleares
(uranio, plutonio, etc.), saltos de agua (cascadas, presas, etc.), viento, sol,
mareas, olas del mar, biomasa, biocombustibles, calor de la corteza terrestre,
residuos sólidos urbanos (RSU), etc.
En el proceso, además, se genera dióxido de carbono (CO2), por lo que este tipo
de movimiento no es sustancialmente diferente del producido por otro tipo de
motor. Sin embargo, el transporte que se realiza con el “motor de sangre” no es
considerado a los efectos de análisis de la energía consumida en el transporte
Para ello, vamos a considerar al automóvil idealizado, como una forma estructural
con ruedas que debe moverse, acelerar y frenar sobre un pavimento y estar
sometido a las condiciones ambientales de la atmósfera. De esta forma
conoceremos los datos de la energía neta que requiere para funcionar. A partir de
los resultados obtenidos y del rendimiento del vehículo podremos conocer el
consumo
Para acelerar nuestro vehículo necesitamos una fuerza que venza la Primera Ley
de Newton o ley de la inercia.
Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo
a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.
Ec = ½ · m · v²
Ecr = ½ · I · ω²
I = M · R²
Así, para obtener la energía total necesaria para acelerar el vehículo desde una
velocidad inicial ‘vi’ a una velocidad final ‘vf’ se procede de la siguiente forma.
En la siguiente gráfica, también para el caso del vehículo de 1366 kg, se muestra
como varía la potencia necesaria para ascender a velocidad constante un desnivel
en función de la pendiente y la velocidad.
Una forma de optimizar el gasto de energía debida a los desniveles del terreno es,
al igual que en el apartado anterior, utilizando un sistema de recuperación de
energía. En este caso, la energía que se aporta al vehículo al superar una
pendiente ascendente se puede transformar de nuevo en energía útil en una
pendiente descendente. En vehículos híbridos y eléctricos, como hemos visto, se
usa el motor eléctrico como generador en los descensos y la batería para
almacenar la energía recuperada para su uso posterior.