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Huesos de la cara
La cara es un conglomerado óseo, situado en la parte inferior y anterior de la
cabeza, que contiene en sus cavidades la mayoría de los aparatos de los
sentidos. En la cara hay catorce huesos de los cuales doce son formados por
seis pares y los otros dos son impares o únicos y se localizan en la línea media.
Maxilar superior
Hueso par de forma cuadrilátera, aplanado de adentro afuera y presenta dos
caras interna y externa, cuatro bordes y cuatro ángulos.
Palatinos
Son un par de huesos cortos e irregulares, ocupan uno en el lado derecho y otro
en el izquierdo, la parte más posterior de la cara y presentan dos láminas una
horizontal y otra vertical. Se localizan por detrás del maxilar con quien se
articula hacia delante, además se articula con el palatino del lado opuesto y con
el esfenoides, etmoides, vómer y cornetes inferiores. Contribuye a la formación de
las fosas nasales.
Unguis o Lagrimales
Son un par de huesos, que se hayan situados en la parte anterior de la cara
interna de la fosa orbitaria, la cual contribuyen a formar; también contribuyen a
formar las fosas nasales. Constituye una pequeña lámina ósea, de forma
cuadrilátera irregular, que presenta así como el hueso propio de la nariz, dos caras
y cuatro bordes.
Vomer
Es un hueso único o impar, que se encuentra en la línea media de la cara,
constituye la parte posterior del tabique nasal, es una lámina cuadrilátera muy
delgada que presenta dos caras, dos bordes. Se articula con el etmoides y el
esfenoides por arriba y con los maxilares superiores y los palatinos por debajo,
presenta dos caras y dos bordes.
Órbitas oculares
Las órbitas oculares son cavidades excavadas entre la cara y el cráneo a derecha e
izquierda de la línea media. Tiene forma de pirámide cuadrangular de base
anterior.
En la órbita se estudian cuatro paredes.
• Superior o techo: formada por la porción horizontal del frontal y el ala
menor des esfenoides.
• Inferior o piso: formada por la apófisis piramidal del maxilar superior,
la apófisis orbitaria del cigomático y la apófisis orbitaria del palatino.
• Interna: formada por la apófisis ascendente del maxilar superior, los
lagrimales y el cuerpo del esfenoides.
• Externa: formada por el ala mayor del esfenoides y las apófisis orbitarias del
cigomático y la del hueso frontal.
Fosas nasales
Las fosas nasales son largos corredores aplanados, transversalmente situados a
derecha e izquierda de la línea media. Cada una de ellos presenta cuatro paredes
y dos aberturas, anterior y posterior.
• Pared externa: formada por seis huesos: maxilar superior,
esfenoides, palatino, lagrimal, conchas nasales, inferiores y el etmoides.
• Pared interna: representada por el tabique nasal (formado por el vómer
y la lámina perpendicular del etmoides).
• Pared superior o techo: formada por los huesos propios de la nariz,
espina nasal del hueso frontal, lámina horizontal del etmoides y el cuerpo
del esfenoides.
• Pared inferior o piso: formada por la apófisis palatina del maxilar superior
y la lámina horizontal del hueso palatino.
Fosa pterigo maxilar
Pequeña región situada por dentro de la fosa cigomática que tiene forma de
pirámide cuadrangular con: cuatro paredes, una base y un vértice.
• Pared anterior: formada por la tuberosidad del maxilar.
• Pared posterior: constituida por la apófisis pterigoides.
• Pared interna: por la porción vertical del palatino y separa la región de la
fosa nasal correspondiente.
• Pared externa: reemplazada por una hendidura que hace comunicar esta
región con la fosa cigomática.
Bóveda palatina
Región en forma de herradura circunscrita, por detrás al borde posterior del
palatino; por delante y a los lados, el borde alveolar del maxilar superior.
Está formada por la apófisis palatina de los maxilares superiores y porción
horizontal de los dos palatinos.
Las partes blandas de la cara son aquellas que en forma aislada o en conjunto,
otorgan a la región cráneo facial una forma especial propias de cada especie y
personal, propias de cada individuo
SMAS
La musculatura facial trabaja sinérgicamente para permitir un amplio rango de
expresiones. El sistema musculoaponeurótico superficial (SMAS) es una lámina
fibromuscular que envuelve e interconecta los músculos, para permitir ese
sinergismo. Este concepto fue enunciado en los años 60 por Paul Tessier.
De esta forma las partes blandas que forman gran parte de la cara integran un
sistema de tres capas. Una capa dermoepidérmica superficial, la grasa
subcutánea subyacente y aún más profunda, una lámina formada por tejido
fibroelástico y músculo. A esta última lámina es a lo que llamamos SMAS. El
SMAS posee múltiples extensiones ligamentarias que atraviesan la grasa
subcutánea y se adhieren a la capa dermoepidérmica. Esta integración hace que
las tres capas de tejido blando se muevan y comporten como una unidad. La
disociación de esta unidad por los mecanismos de envejecimiento es la
responsable de varias alteraciones estéticas.
En el cuello el SMAS incorpora al músculo cutáneo que actúa en algunas
expresiones junto a la porción inferior de la cara.
Sistema ligamentario
El sistema de ligamentos y tabiques conectivos de la cara es el principal
responsable, más que la flacidez muscular, de los cambios estructurales que se
observan en el rostro con los procesos de envejecimiento.
Los ligamentos pueden ser osteocutáneos o musculocutáneos, dependiendo de su
origen, aunque siempre terminan insertándose en la dermis y confundiéndose con
sus fibras elásticas.
El septum orbitario es una membrana que se origina del reborde orbitario inferior.
Atraviesa la grasa sub orbicular, la porción inferior del músculo orbicular, la grasa
subcutánea y se inserta en la dermis, a lo largo de una línea que va desde el canto
interno del ojo hacia la región malar. Este es el surco orbito malar. El septum malar
provee soporte a la grasa sub orbitaria, la porción inferior del M. orbicular y la piel,
a la vez que separa la región orbitaria del pómulo y constituye el límite inferior de
las “bolsas” del párpado inferior.
Región temporal
Encontramos debajo de la piel una capa grasa, la fascia temporoparietal, la fascia
temporal y al músculo temporal (masticador)
Región occipitofrontal
Las capas de tejido que encontramos en la frente y cuero cabelludo son: piel,
grasa subcutánea, el equivalente al SMAS (llamado galea), una capa de tejido
conectivo laxo y el periostio. La galea es la capa musculoaponeurótica, también
llamado músculo occipitofrontal. Este músculo, considerado por muchos autores
como digástrico, está formado por un vientre anterior o músculo frontal y otro
posterior o músculo occipital. Ambos músculos están unidos por la aponeurosis
epicraneal.
Músculo frontal
Estos músculos (un par) son los elevadores primarios de las cejas. No posee
inserciones óseas reales, ya que se continúan hacia atrás con la aponeurosis
epicraneal (galea aponeurótica) y el músculo occipital y hacia adelante se
insertan en la piel de las cejas. El músculo occipital se inserta a su vez en la
línea curva occipital superior.
El músculo frontal se interdigital con los músculos depresores de las cejas que sí
tienen inserciones óseas.
Párpados
El párpado superior se extiende desde su borde libre hasta las cejas, que lo separan
de la frente. El párpado inferior se extiende por debajo del reborde orbitario para
continuarse con el pómulo, formando pliegues donde existe superposición entre el
tejido conectivo laxo del párpado con el denso del pómulo.
En el lugar del párpado superior donde se insertan las fibras del músculo elevador
del párpado, se forma el surco palpebral superior a 8-11 mm del borde libre del
párpado.
El surco palpebral inferior corre a 3 mm de la porción media del borde palpebral y
a 5 mm del borde palpebral externo.
El surco nasogeniano nace en el canto interno y se extiende en la depresión entre
el orbicular de los párpados y el canino.
En algunas personas es notable el pliegue malar, que se extiende en forma
descendente de lateral a medial desde el canto externo hasta la porción inferior
del surco nasogeniano. Este pliegue se acentúa con la edad.
El sistema depresor del párpado inferior está formado por una extensión
aponeurótica del tendón del músculo recto inferior (ligamento de Lockwood) que se
inserta en el borde inferior del tarso. Algunas de estas fibras sobrepasan el tarso,
atravesando el septum orbitario y terminando en la piel para formar el surco
palpebral inferior.
La membrana fibrosa une todos los cartílagos y rellena los espacios que quedan entre
ellos.
La oreja
Los músculos de la oreja tienen por objeto dilatar el conducto auditivo externo y
orientar el pabellón. En el ser humano son muy delgados y carecen de importancia
funcional.
El labio superior se extiende desde la base de la nariz hasta el borde libre del
bermellón y lateralmente hasta los surcos nasogenianos. El labio inferior se
extiende desde el borde del bermellón hasta el mentón y lateralmente hasta las
comisuras. El límite entre la piel y el bermellón en todo su perímetro, forma un
borde de color pálido (borde bermellón) que acentúa el límite entre piel y mucosa.
En el borde bermellón superior, dos estructuras paramedianas forman el arco de
Cupido y desde las cuales se elevan dos columnas de tejido hasta la columela de
la nariz. La depresión entre las dos columnas se denomina filtrum.
El surco labiomentoniano se corresponde intraoralmente con el surco gingivolabial.
Músculos de la boca
Antes de explicar la musculatura de la boca, vamos a definir una estructura muy
importante en la anatomía funcional de la boca: el modiolo
El modiolo es un engrosamiento tendinoso ubicado en cada comisura, que
sirve de sitio de inserción a varios músculos relacionados con el labio superior e
inferior y que en su conjunto pueden modificar en forma significativa tanto la
expresión como la función de la boca.
Según su inserción los músculos de la boca se pueden dividir en los que se
insertan en el modiolo (grupo 1), los que se insertan en el labio superior (grupo
2) y los que lo hacen en el inferior (grupo 3).
Grupo 1
• Orbicular de los labios
• Buccinador
• Elevador del ángulo de la oca. Canino
• Depresor del ángulo de la boca
• Cigomatico mayor
• Risorio
Grupo 2
• Elevador del labio superior
• Elevador del labio superior y ala de la nariz
• Cigomático menor
Grupo 3
• Depresor del labio inferior
• Mentoniano
• Cutaneo del cuello o platysma
Músculos de la masticación
Son llamados así los músculos que producen la compresión de ambos
maxilares entre si. Son de cada lado el músculo masetero, temporal,
pterigoideo interno y pterigoideo externo. Todos ellos ocupan la fosa
cigomática y reciben inervación motora del nervio trigémino.
La apertura de la boca se produce por la relajación de los músculos anteriores y
efecto de la gravedad y en forma activa por la acción de los músculos
suprahioideos.
Inervación sensitiva
El nervio trigémino o V par craneal es el proveedor primario de sensibilidad a la
cara. El plexo cervical y los nervios facial, neumogástrico y glosofaríngeo hacen
aportes menores. Los haces nerviosos sensitivos se encuentran típicamente
mas superficiales que los motores, en el plano entre la grasa superficial y el
SMAS. El trigémino se divide en tres ramas terminales: N. oftálmico, N. maxilar
superior y N. maxilar inferior.
El oftálmico se divide luego del orificio supraorbitario en nervios supraorbitario,
supratroclear, infratroclear, nasal externo y lagrimal. Provee sensibilidad a la
porción anterior del cuero cabelludo, la frente, párpado superior y puente nasal. Las
ramas del nervio maxilar superior emergen por el orificio infraorbitario. Su rama
principal es el N. infraorbitario. Otras ramas menores son el N. cigomáticofacial y
el N. cigomáticotemporal. Inerva el párpado inferior, sienes, nariz y labio superior.
El N. maxilar inferior es la única rama mixta del trigémino (lleva fibras motoras y
sensitivas). Provee sensibilidad al labio inferior, el mentón, maxilar inferior y región
preauricular.
Las ramas principales del N. maxilar inferior son el N. auriculotemporal, N. dentario
inferior y N. lingual.
El auriculotemporal inerva parte de la oreja, sienes la porción parieto temporal
del cuero cabelludo. El lingual inerva parte de las mejillas, así como la mucosa
bucal y encías.
El plexo cervical está constituido por las ramas anteriores de los nervios
raquídeos C2 a C4. Subyace a los músculos esternocleidomastoideos y es
responsable de la inervación sensitiva del cuello, parte posterior de la oreja, y
porción posterior del cuero cabelludo.
Pequeñas ramas sensitivas de los nervios vago, glosofaríngeo y facial inervan la
piel del conducto auditivo externo y la concha de la oreja.
Irrigación
Las principales arterias del cuello, las carótidas, nacen como arteria carótida
primitiva derecha del tronco arterial braquiocefálico y carótida primitiva izquierda
del cayado aórtico.
Ambas carótidas primitivas ascienden por el cuello cubiertas por el músculo
esternocleidomastoideo y al llegar a la altura del borde superior del cartílago
tiroides se dividen en carótida externa e interna.
La arteria carótida externa emite las ramas tiroidea superior, lingual, facial,
occipital, auricular posterior y faríngea inferior o ascendente. A la altura del cóndilo
del maxilar inferior la carótida externa se divide en sus ramas terminales: Arterias
maxilar interna y temporal superficial.
La vena yugular interna recibe sangre de los senos venosos del cráneo. En el
cuello a nivel del hueso hioides recibe las venas lingual, facial, tiroidea superior
(tronco tirolinguofacial), tiroidea media y faríngea inferior.
Es un nervio craneal mixto, por lo que posee características comunes a todos los
nervios craneales
Se desarrolla a partir del mesodermo del segundo arco branquial, junto con los
músculos de la mímica. Sus motoneuronas se encuentran en el puente del tronco
cerebral, mientras que las neuronas de su componente sensitivo se hallan en el
ganglio geniculado, dentro de la porción petrosa o peñasco del temporal. Son las
fibras del componente sensitivo las que forman el nervio conocido como intermediario
de Wrisberg desde el ganglio geniculado hasta el origen real.
Su tronco principal (motor) emerge del tronco cerebral en la fosita supraolivar del
surco bulboprotuberancial (origen aparente) y se dirige en dirección anterolateral hacia
el peñasco, cruzando el ángulo pontocerebeloso. Ingresa en el peñasco por el
conducto auditivo interno, donde se relaciona estrechamente con el nervio auditivo
(VIII par). El conducto óseo por el cual el nervio facial recorre el interior de la porción
petrosa del hueso temporal se llama acueducto de Falopio.
En el interior del peñasco el tronco del facial se engrosa para formar el ganglio
geniculado, desde donde se desprenden ramos parasimpáticos. Más adelante en el
trayecto intrapetroso se desprende el nervio llamado cuerda del tímpano, compuesto
por ramos sensitivos y secretomotores, que se dirige a la cavidad bucal unido al nervio
lingual. Cerca de la cuerda del tímpano, el facial aporta un pequeño ramo motor para
inervar el músculo del esribo.
En total las ramas emitidas por el nervio facial en su recorrido intrapetroso son:
La parálisis facial puede ser tanto una entidad patológica en si, como un signo
emergente de una gran cantidad de afecciones. Trabajos de investigación de meta
análisis han identificado hasta 75 causas de parálisis facial. Existen varias formas de
clasificar el origen de la parálisis facial (localización, causa, etc.)
1. Intracraneana
✓ Vascular
✓ Degenerativa
✓ Tumoral
✓ Traumática
✓ Anomalías congénitas
2. Del hueso temporal
✓ Infecciosas
✓ Tumores
✓ Fracturas
✓ Iatrogénicas
3. Glándula parótida
✓ Tumoral
✓ Traumática
✓ Iatrogénica
Se deben agotar todos los procedimientos diagnósticos posibles, ya que una gran
cantidad de causas de parálisis facial son tratables.
Parálisis central
La inervación del músculo frontal y parte del orbicular de los párpados está
conservada, ya que estos poseen inervación cortical bilateral. Existe falta de
concordancia entre los movimientos voluntarios y emocionales.
El nervio facial puede presentar síntomas de lesión intermitente, de tipo irritativo. Estos
se caracterizan por la producción de movimientos faciales de tipo clónico e
involuntario. Estos movimientos, de tipo espasmódico, pueden ser originados por la
compresión del nervio por parte de una arteria o vena aberrante o un tumor del ángulo
pontocerebeloso. La esclerosis múltiple y ciertos tumores intraparenquimatosos del
tronco cerebral pueden ocasionar temblor fino recurrente en algunos músculos
faciales.
Parálisis periférica
La parálisis periférica, produce impotencia funcional de los músculos faciales de un
lado de la cara. También pueden agregarse alteraciones en la secreción lagrimal,
salival y del gusto, según a que nivel se halle afectado el N. facial.
Parálisis de Bell
Es la más frecuente de las parálisis del VII par, sin preferencia de sexo y con una edad
de máxima incidencia entre los 18 y 50 años. Su causa es desconocida, existiendo
numerosas teorías etiopatogénicas. Según la teoría vascular, una alteración
microcirculatoria, produciría edema del facial en el interior del acueducto de Falopio,
produciendo compresión, isquemia y daño del nervio. La teoría viral, asocia la parálisis
con infección del nervio por herpes simple. La neuritis y la respuesta inmunológica
consecuentes producirían edema y afección del nervio.
Otra posibilidad sería que un proceso inflamatorio agudo e idiopático del collar
estilomastoideo (en el orificio del mismo nombre) produjera la compresión nerviosa. Se
postulan antecedentes hereditarios, ya que en gran parte de los pacientes existen
antecedentes familiares.
Se caracteriza por:
Complicaciones:
El virus varicela zoster puede producir una neuritis del facial que se manifiesta por
otalgia, vesículas típicas en el pabellón auricular y parálisis facial. No es una
manifestación frecuente de la varicela en los niños. Coexisten síntomas de
enfermedad viral sistémica (decaimiento, fiebre, etc.). El diagnóstico es clínico y
lamentablemente es una entidad que suele dejar secuelas. El tratamiento se realiza
con aciclovir.
Otitis
Parálisis traumática
Consecuencia de fracturas del hueso temporal que produce desgarro del nervio, lesión
por esquirla ósea o compresión por hematoma intracanalicular. La reparación suele
ser quirúrgica. Pueden existir lesiones traumáticas en el trayecto extratemporal por
traumatismo directo por parte de objetos contundentes, heridas por arma blanca o de
fuego o fractura del maxilar inferior.
Tumoral
• Neurinoma del facial: Tumor poco frecuente que ocurre en la segunda porción
del facial y se manifiesta por parálisis periférica progresiva, hipoacusia,
acúsenos y a veces vértigo. El tratamiento es quirúrgico
• Hemangioma: poco frecuente. Se produce a expensas del tejido vascular que
rodea al nervio.
• Meningioma: Se origina en la aracnoides y es frecuente a nivel del ganglio
geniculado.
ANAMNESIS
• Alteraciones motoras:
✓ Asimetría facial
✓ Inmovilidad facial homolateral de la mímica refleja
✓ Desviación de la comisura bucal hacia el lado sano e inexpresión de la
hemicara con desaparición de los pliegues frontales y nasogenianos
homolaterales.
✓ Ceja homolateral mas baja y ampliación de la hendidura palpebral. Esto
produce exposición de la esclerótica (signo de Bell).
✓ Dificultad en la masticación y deglución.
• Alteraciones sensitivas:
✓ Rigidez y parestesias en la cara
✓ Otalgia
✓ Disgeusia (sabor metálico)
✓ Hiposmia (por alteración de la motilidad de las narinas)
✓ Algiacusia (por alteración de la movilidad del músculo del estribo)
• Alteración parasimpática:
✓ Hiper e hipolagrimeo, eventualmente ulceraciones corneanas
El examen debe ser completo junto a la anamnesis detallada. Evaluar la musculatura
facial en detalle en busca de asimetrías. Se pedirá al paciente que efectúe gestos que
evidencien alteraciones motoras (cerrar los ojos con fuerza, arrugar la frente, mostrar
los dientes y tensar el cuello). Cuando el paciente afectado de parálisis intenta cerrar
el ojo del lado afectado, la contracción sinérgica del músculo recto superior, hace girar
el globo ocular, dejando a la vista una porción de esclerótica (Signo de Bell). La
exploración del gusto el los 2/3 anteriores de la lengua, podrá mostrar alteraciones. Es
conveniente realizar un breve examen de los otros pares craneales, ya que la
asociación de alteraciones en mas de uno al mismo tiempo es sugestivo de lesión del
tronco encefálico. En general la parálisis facial será idiopática si presenta una
evolución aguda (menos de 48 hs.), precedida por sintomatología de infección viral y
el resto de la exploración física resulta normal. Se reevaluará en aprox. 3 semanas y si
no se ha resuelto se buscarán causas secundarias.
• Epífora real
• Dolor auricular
• Disacusia
• Test de Shirmer patológico
Exámenes complementarios
• Radiografía
• TAC
• RNM
• Pruebas electrodiagnósticas