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TRABAJO PRÁCTICO 5
Identidades Sociales
Personalmente creo que hay ciertos aspectos del artículo que son al menos
materia de debate. Porque, por un lado, la autora cuestiona de manera tajante
la supuesta intención del Estado boliviano de ocultar las luchas internas y el
sometimiento de unas parcialidades sobre otras. Y concluye afirmando que
incluso las danzas folklóricas (a las que alude al describir la festividad) no
representan a quienes se identifican con las naciones originarias. Afirmación al
menos confusa, innecesaria o en tal caso sin una base explicativa o fuente.
Todo grupo social está marcado por desigualdades internas, basadas en sus
sistemas de poder. El ejemplo de la nota no marca estas desigualdades con
mucha claridad. Pero podemos identificar algunas cuestiones, como la rivalidad
que se nombra entre los organizadores de una y otra festividad. Es claro que el
acceso a los recursos y visibilidad que tiene la Entrada, deja en desventaja a los
organizadores del evento de la Charrúa.
7. ¿Cómo los representan los que no son parte de la comunidad? ¿Se pueden
evidenciar relaciones desiguales? ¿Entre quiénes?
En consonancia con la respuesta anterior entonces, decimos que la mayoría de
aquellos que no son parte de la comunidad boliviana en Argentina, tienen una
visión estigmatizante de sus miembros. Pareciera que ser argentino incluye
necesariamente despreciar a los bolivianos. Esto se basa, claramente, en una
herencia colonial, donde los argentinos nos colocamos en el lugar del
colonizador (como si esto fuera posible!) y establecemos relaciones desiguales
con los miembros de la comunidad boliviana. Hemos estigmatizado tanto a sus
miembros que los hemos confinado a determinados sectores económicos como
la distribución de frutas y verduras o la construcción. Más allá de todos los
discursos políticos y prácticas sociales que abonan a la integración cultural,
social y política de los pueblos de la América del Sur, pareciera que los
argentinos (o mejor dicho “el modelo de argentino de clase media, blanco,
hombre, conservador y heterosexual” –para dejar de lado la ficción
simplificadora-) nos seguimos colocando “un escalón más arriba”, en una clara
posición argentinocéntrica y culturalmente colonializada.