MABEL _
morana
INSCRIPCIONES CRITICAS.
Ensayos sobre cultura latinoamericana
*
Ensayo / Estudios Culewales
EDITORIAL
CUARTOPROPIOInseaurcones criss
‘OMABEL MORARA
Insp 357.844
SN, 979563005553
2 Edhar oar Propo
Valenzuela 9, Prowaenca, anigs
Fovelrox (562) 79 620
Disehoy cagamacki: Rosana Espino
Ein: Conalo Wontero
Imprestn: rhea OM
IMPAESO EN CALE PRINTED IN CALE
edi, mara de0%4,
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InDIce
PRESENTACION
LIMAGINARIOS VISUALES
capiruto
Lalndecenca de as imigenes.
‘Améreay sus rosros oceiertales
cariruioa
\znacién yl ltr de a pats: América Latins
‘eos imaginarios det siglo Xk
capiruio3
loje que Hora: Biopoltica, nudos dea memora
yyarte pico en el Per de hoy
Il LITERATURA ESTUDIOS DE AREAEN UN MUNDO GLOBAL
cariruLo 4
Estudos iterariosyculturales latinoamericanos
‘Aproximaciones intrransipostdecpinaias
cartrutos
(Post)modernidad, crt, ya cuestién del canon
castruio6
{La cuestin del humanism en Amesica Latin:
nts cegos yineas de fuga
casiruto?
os estudios de frea en un mundo global
IL. SABER / PODER /VIVIR EN AMERICA LATINA,
castrutos
Domesticara Otro: Notas sobre otredady representaclin
2
38
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3
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183
23
29caetruio3
‘Biopolticay cuerpo social en América Latins 26
casiruto 10
‘Geopolitics del saber, transmedemiéad y buen vivir 289
capiruLon
‘Moderisady violencia (Acerca dees aportesctcos a
de Bolvar Echeverria)
capiruto
Vale al coraxén e a melancols. Desencanto y
(posymoderidad en Roger Bart asCAPITULO 4
Estudios literarios y culturales latinoamericanos.
‘Aproximaciones inter/trans/postdisciplinarias
Conocimiento, poder, realidad
El debate sobre os objeivos y metodologtas que se deben se-
uit para la produccién de conocimiento es tan anciguo como la
teflerin sobre cl poder y sobre ls condiciones de nuestro acceso
alo real, entendiendo por tall mundo dado y aprehensiblea tra-
vés de los sentidos y dela racionalidad, Sin embargo, desde nues-
tra perspectiva actual, afecrada por el evolucionario impacto de
las tecnologias y por los procesos de ineegracién global, resulta
cevidente que las categorias mismas que acabamos de meacionar
(conocimiento, poder y realidad) se encuentran en répido y ra-
ical proceso de redefinicién. Tal redefinicién esté guiads por la
nnecesidad de incorporar a esos conceptos tna amplitud cue bu-
biera resultado dificil coneebir en el siglo ancerior. La expansion
de fronteras del conocimiento en el terreno de ls ciencas, desde
Ja dlonacién hasta los descubrimientos astronémicos, desde la f-
sica cudntica alas veenologias digitale, desafiaradicalmente las
premises y metodologias que rigieran hasta la primera mitad del
siglo XX. La nocién de poder que se apoyara en los conceptos
de Estado, sociedad civil e insttucionalidad culeural emite hoy
en dia apenas a una versin afantasmada de los conceptos de au-
Coridad y hegemonia que sirvieran para descibiresteuccaras de
dominacin y diseios sociales en el mundo moderno, En cuanto
ala nocién de realidad, es dificil retener respecto a ell. algin
significado concreto ya que miltiples tears y campos de in-
‘estigacién cientifico-humanistica delinsian de distintas mane-
as su dominio, las posibles formas de abordaje que ella admie
y las estrategias de representacién que se le aplican. Ligada ya* pons cts Ener curs ari MABEL MORARA
definitivamente a la vireualidad, que constituyera su ant6nimo
hasta hace algunas décadas, la nocién de realidad designa shora
no sélo lo permanente y exterior al sujeto sino también lo ima-
‘sinado y lo simblico’ Las ideas modernas de identidad, sujeto y
tertitori, las coordenadas espacio-temporales manejadas por la
ciencia moderna, los limites tradicionalmente aceptados entre lo
pretendido y lo real, loreal y lo iusorio, han disminuido notoria-
‘mente su vigencia en un mundo dominado por el simulacro y por
Ja transicoriedad de mensajes y prppucstas. Tales nociones de iden-
tidad, sujeto y tertorio han perdido su aunty su capacidad de de-
signar catgorfas primarias de andliss socal en el mundo de hoy. y
resultan de por s{noperantes ano se por el dejo de nostalgia que
conllevan y por la calidad evocativa casi rere, que las caractetica,
sos térmiinos nombran hoy mésel mundo que va quedando ats,
que el que nos acecha en cada pantalla de los ordenadores.
En cste panorama de mutacién constante y acelerados ri
‘mos comunicacionales, la fancién intelectual y académica se ha
modificado tambien sustancialmente. La répida expansién del
mercado como espacio de cireulacién competitiva de proyectos
Y productos simbélicos se hace también presente en todas las
reas de produccién y diseminacién del saber. La competitivi-
dad que caracteriza hoy dia a las insticuciones de investigacién y
edueacién superior (universidades, fundaciones culturles, edi-
toriales, centros de investigacién cientifica, et.) no se distingue
de la que se registra en cualquier otro dominio de cireulacién de
rmercancis. Las transformacioncs que sufte la esfera profesional
sandotestminoscanianos poi dedse ue, enert rend eraad
aswoscémes y Guardiola rnten 9 ete concepta de Beudillad en fe
trroduclénaLa restora desc socles en Amen Latina.= rcp tas aor te ats laeameran| MABEL MORARA
tinica forma legitima 0 auténtce de produccién simbslica hasta
a mitad del siglo XX. Asimismo, fendmenos de nuestro tiempo
‘como la problemética ecolégics, la migracién, los movimientos
sociales, la violencia, las sub-culturas urbanas, el narcotrifco,
etc. requicren herramientas crtico-tebricas capaces de abarcat
procesos transnacionalizados y nuevas formas de subjecividad y
accién social
Saberes disciplinarios
‘Teniendo como telén de fondo las transformaciones socio-
calurales que hemos venido eonsignando hasta ahora, el foo
de nuestra indagacién en estas nowas tiene que ver con Jas for-
mas de integracién de los saberes que han venido desarollin-
dose desde la segunda mitad del siglo XX. y que han tomado
tun nuevo giro con el advenimiento de los Estudios Culturales a
partir de los afios 80. Nuestro objetivo es explorar los procesos
de innovacién ¢ hibridacién merodolégica como sintoma de los
desajustes y reacomodos del trabajo intelectual en el contexto de
la globalidad. Esto eupone, necesariamente, la consideracién de
ladivisin disciplinaria que se consolida desde fines de siglo XIX
‘como parte del aparato epistemoldgico de la modemidad, y de
la fancionalidad ideoldgica de esa distribucién del conocimiento
de cara. alos proyectos de organizacién y control del mundo so-
cial por parte de los estados nacionales.
-Existe acuerdo entre los investigadores de estos temas acerca
de la funcién que se asigna al saber diseiplinario en la modern
dad capitalist’. Como es sabide, la modeenidad se afrma como
+ eral respect Walerstln, Casto hms de Sous Sorts.
]
‘net 4 Estos teen yoda eames Aoronmacone te
l intento fiustico de someter Ia naturaleza y el mundo social al
orden dela racionalidad téenico-cientificay al régimen poitico-
administrativo del Estado y sus insticuciones (Casero-CGéme2)
Dentro de este programa, el conocimiento de ls leyes que rigen
la nacuralezay a sociedad se convertiré ea uno de los objtivos
primarios en cl mundo modemo. Como habia sefakdo Max
‘Weber, la racionalizacién de Oceidente viene a contrapesar la
incertidumbre ontolégica en el desencancado mundo moderno
(Casto-Gémer y Guardiola xxi
En sus miltiples trabajos acerca del estaruro epistemolégi-
co del saber, Immanuel Wallerstein ha estudiado la historia de
Ia distribucion disciplinaria principalmente desde fines del siglo
XVII, Bs enconces que, en el contexto de la Mustaciéa, se pro-
duce la separacién de las ciencias y a flosofia, las cuzles pasan
a constituir los dos grandes dominios del saber (“las dos cul-
turas’) que todavia hoy rigen la organizacién universitaria y la
concepcién general sobre las formas y métodos de produccién
del conocimiento. En este contexto, la Revolucién industrial
‘marca un indudable cambio no s6lo en los modos de produeciéa
sino en la concepcién de lo social y en las formas de entender
fa funcién y modalidades que asume el proceso de produccién
del conocimiento, La clencla serd el espacio de indagzcién em-
pirica en el que se busca descubri las leyes que rigen el mundo
fisico-nacural. La flosofia seri el Ambico en el que se esarzlla
cl pensamiento especulativo y abarcaré las ramas de la tcologia,
Jas letras, la ldgica, la étiea, ete, que se van desarrollando como
dliferenciaciones aplcadas al mundo de las ideas. El persamiento
hhumanistico afirma la existencia de verdades goncrales que atra-
viesan culturas, lenguas y condiciones geoculturales, aunque It
jerarquizacién del conocimiento por dreas del saber o segin el
Tagar que los distintos paises ocupan en el diseio geopolitico
de la modernidad resulta evidente. Como explica Walesein, la
distribucién del conocimiento sigue las esferas bien difeenciadss
‘que secorresponden con la consolidacin del liberals. Ya queel Estado, el mercado y la sociedad se consideraban, como indi
2 el socidlogo estadounidense, entidades diferentes, la ciencia
politica, la economia y la soctologfa se aficman como espacios
también expecificos de investigacién y de andlisis. Aunque las
reas del saber proliferan dentro de estas dos grades esferas (flo-
soflayciencia), no seré sino hasta la segunda mitad del siglo XIX
y sobre todo en cl contexto del Posiivismo que se configurarin
las disciplinas en su forma “contemporinea”, Junto al desarrollo
de las ciencias naturales que ccupan la cima del saber surgen,
«en su propio teritorio epistemoldgico, la Historia, la Sociologia,
la Ciencia Politica y la Economfa, como dominios separados de
conocimiento, Se valora particularmente el trabajo de archivo, la
experimentacion y la objetividad.
De esta manera, resulta obvio que el surgimiento de las cien-
cias sociales en el siglo XIX acompatia el proceso de legitimaci6n,
‘moderna del eurocentrismo y la expansién colonialista. Como
habia sido el caso con el descubrimiento del "Nuevo Mundo”,
el colonialismo decimonénico plantea nuevamente el desaffo de
comprender los afueras de la modemnidad, el espacio del Otro,
que amenaza con su alteridad redcal los esquemas y valores cul-
turales del dominador. Wallerstein insisteen el hecho de que las
ciencias sociales lejos de efectuar una “rupeura epistemolégica”
con el colonialisto més bien absorben su sistema conceptual y
colaboran con su legitimacién politco-ideoldgica. De esta ma-
neta, la ciencias sociales actian hacia adentro, asistiendo al Esta
do en la comprensién del funcionamiento social y politico de la
nacién modema en pleno periodo de expansién captalista, pero
también actian hacia after, legtimando la empresa colonialsta
¥y conceptualizando el espacio dela otredad como el afuera cons-
‘itutivo de la modernidad, aquél que le da sentido y legitimidad
«la expansién de las grandes naciones que controlan el sistema
‘mundial. Pronio resulta obvio, sin embargo, que los paradig-
amas de la modernidad resultan insuficientes ¢ inadecuados para
la comprensién de la otredad del colonizado, La anctopologia
‘api 4 tos ras yatta nthoararanon pons *
‘emerge as! como un campo destinado al estudio de poblaciones
coloniales. Los conceptos de primitivismo, barbarie, cxtismo,
premodernidad, permean los estudios de la culeura y dicen més
sobre la posicionalidad que se autossigna el observador que sobre
cl objeto de estudio que éte a definido. En esta instancia de su
desarrollo la antropologfa define a la cultura como un espacio
distante y resistente a la modernidad. Para el andlisis de todas
aguellasculturas que no pueden ser catalogadas como primitvas
{las de China, India, el mundo érabe, et.) surgen, como Wallers-
‘ein nos recuerda, los estudios oriencales, que se ocupar. de aque
llas sociedades que constituyen el limite econdmico, 2oliico y
cultural de Occidente.
Qué espacio ocupan las humanidades en esta disribucién
general del conocimiento? El campo de las humanidades, dst
nado a producir un saber no-cientfio, se limita al espacio de la
alea cultura, y se rstsinge al estudio y conservacién de los lega-
dos de latradicin entendidos como patrimonio de ls euleuras
nacionales. Su fancién es asi conseruadora en el sentido est
del término, ya que cumplen con la misién de consolida, expan-
dir y preservar el capital cultural usufructuado por las sectores
ominantes, que se sienten representados en él. Los exudios li-
terarios se atienen al estudio de textos consagrados, considerados
lisicos 0 por lo menos dignos de integrar ls historias de ls lite-
racuras, Se van formando asf los cénones de las literaturas nacio-
nales como registro del gusto dominante y como exclusién de las
formas de expresién de sectoressomexidos, hablantes ce lenguas
subalternas, et. La culeura populary las formas masiva conside-
radas carentes de sofstcacin, si no caen en el espacia etnogri-
fico del folclore, quedan fuera del émbito de las hummauidades.re) cts ts nae ste ci ecameran MASEL MORARA
La intersdisciplinariedad en la Guerra Fria
Si el desarrollo que acabamos de mencionar corresponde a
Ja que podria considerarse la primera erapa en la instituciona-
lizacién moderna del saber diseiplinario, la segunda instancia
comenzaria después de la segunda guerra, con la creacién del
nuevo sistema mundial encabezado por la hegemonta de los Es-
tados Unidos. La universidad que surgiera en su estructuracién
moderna hacia fines del siglo XIX se expande y complejiza. La
hibridacién disciplinaria invade todos los campos del saber y as
comparcimentaciones de este proliferan en dreas de especial
i6n que ramifican los espacios primarios en miéltiples dominios
sociologia politica, socilogia econémica, sociologis histérca,
sociologia del eutismo, sociologia de literatura, etc. Lo mismo
stucede coa la economia, la filosofia, la historia, que se extienden
Para abarear campos dversos de accién intelectual pricticas so-
ales y produccién simbelica del més variado caricter. Con la
descolonizacién de Africa y Asia surge el interés por las culturas
liberadas del dominio europeo. Miltiples movimientos sociales
{feminismo, negritud, movimientos estudiantiles, etc.) alercan
sobre laactivacién de nuevos sujtos sociales que adquieren pre-
sencia piblica y definen agendas reivindicaivas y poitcas. Estas
indmicas activan los procesos de apertura disciplinaria, que re-
gistran I expansién de las fronteras del saber en todos los m-
bitos intelectuales y académicos. La hegemonia norteamericana
{mpulsa, en el context dela Guerra Fria, la creaci6n de los ext
dios de drea como forma de adquiti un conocimiento especiico
sobre las distintas regiones que caen bajo el control politico eco-
némico de os Estados Unidos. La semiética, el estructuralismo,
* Water Wignofo ha mado 1 ane, junto otros autores, seb ls
reladonesqueexistieron entre losestuos de tes ya datbulon canals
APITULO Jesus ina vite noua. Aone. »
inyectan un impulso de cientificiad en los estudios lingiisticos,
licerarios y comunicacionales. El marxismo, ya afirmado como
tuna alternativa poderosa al libe-alismo, afirma sus fundamen-
10 flosificos en todos los dominios del saber y crea un espacio
ppropicio para la definitiva interconexién de economia, politica
y cultura, ideologia y esttica, teoria y praxis, El saber compa
timentado heredado del positivismo resulta en la segunda mi-
tad del siglo XX obviamente insuficiente para dar cuenta de los
procesos derivados de la transnarionalizacién del capital y para
satisfaer las expectativas de los nuevos sectors presentes y acti-
vos en la escena piibica. Las disciplinas lexibilzan sus fromteras
epistémicas y metodolégicas y se comienza a ensayar Rujosinter-
disciplinarios, es decir conexiones entre disciplinas que desde sus
dominios especficos busean complementar saberes y procesos de
indagacidn intelectual. La interdisciplinariedad se convierte asi
cn el desideritun de los estudios académicos y de los proyectos
incelectuales en las diversas drcas del saber. Las “tres culturas*
(Giencias naturales, ciencias socides y humanidades) continian
cxistiendo pero el acercamiento entre las dos ilkimas es una tea-
lidad que tiende a erosionar sus jerarquias.
‘Si nos remontéramos 2 los crigenes de Ia interdisciplinarie-
dad, verlamos que sus raicesarrancan de la culeura griega, que
afirma la idea de un conocimiento unificado que integra y sinte-
tiza clementos de las ciencias, la creencia, la creacin artista y el
pensamiento filos6fico®. Sin embargo, cuando hablamos hoy dia
de interdisciplinariedad, nos referimos a las formas que asume
cl saber en la segunda mitad del siglo XX. Mas conerstamente,
aludimos a la combinacin de vatios campos acedémicos que se
abocan, cada uno desde sus protocolos disciplinaros, aun tema
1 sobre el mado en que ese elas se moda con el adenine de fs
Etudes cultures Versoore eto M gro.
\orAltespecteThompron Kemo ‘rcpt pss one MABEL MORARA
comiin, como se observa en la figura, que muestra las diversas
modalidades de vineulacin disciplinaria.
Interdisciplinariedsd en eat
Mientras que la multdisciplinatiedad remice @ una serie
de campos del saber que de manera auténoma se abocan si-
mulcineamente al estudio de un problema determinedo, la
interdisciplinariedad crea un espacio de superposicién que
puede ser epistémico 0 metodolégico, y que puede manifer-
‘arse de modo ocasional o permanente, en la medida en que la cola-
boracién se establezca de modo excepcional o pase a constinuir una
La figca ta so tomaca de “TansdctinnyInquey, Hebaie Eduction
Neto, eta hetergtarsdspinary itn
prictica constante para el tratamiento de cierto tipo de proble-
ras. Las disciplinas involucradas interdsciplinariamente coinc-
den, como se ve, solamente en un area especifca, mientras que
resco del campo disciplinario se mantiene independiente ¢ in-
cambiado. En algunos casos, sin embargo, el rea en comin se
desarrolla hasta dar hugar a una nueva disciplina (bioquimica,
astrofisca, neuropsicologa,filosofia del derecho, economia po-
ltica,antropologi cultural, flosofia dela ciencia, historia de la
literacura, son algunos ejemplos de esas hibridaciones). En cuan-
oa la wansdisciplinariedad, que se erataré més adelante, implica
tuna accién intelecual que atraviesa las dsciplinas, cransvasa sus
fronterasepistémicas y metodolégicas, dando lugar a formas uni-
ficadas y complejas de conocimienco’
‘La interdisciplinariedad levanta, a pesar de sus beneficios
para la produccién de conocimiento, eservas y objeciones. Sele
critica, por ejemplo, una excesiva flexbilizacin de los protocolos
de especializacin del saber la cual resulta a veces en falta de co-
hherenciao rigor, yen un laxo compromiso del investigador con
los campos discipinarias involucrados en el estudio. Més allé
de aspectos profesionales, otras objeciones tocan aspectos ideo-
Jégicos que se vinculan con el proyecto de Ia modernidad y fa
organizacién del saber en las insttuciones culturals,
En un cextofndamental y bastante olvidado producido ha-
«ia fines de los aos 60, Louis Althusser expone no sin un dejo de
izonia critica las ventajas e inconvenientes de los vinculos entre
filosoia y ciencias sociales. En Curso de flosofta para centfios
(1967) el critico marxista indica que, a su eriterio, las que lama
ddsciplinas literarias(entendiendo pot rales literatura, historia, fc
losofia,légica, mora, religién) no tienen como objeto conocer a
erat respecte Nolecu “the Tanta Evoldon” yen més etl,
Nioleseu (998)w margins cer: Enzo ste itr etiam MABEL MORARA
su objet de estudio sino definir y ransmitr las replas y normas
pcticas destinadas a jar en los letrados detezminadas relacio-
nes culturales entre ellos y esos objetos. Su inalidad seria, enton-
ces, ensefar a consumir, degustar, apreciar y utilizar los textos
litecatioso ls lecciones de la historia y el pensamiento filosdfico.
Las disciplnas literarias no proporcionarian, entonces, un seber
clentifice sino una cierta erudicién o familiaridad con el objeto
que han definido como propio de su campo. De ahi que esas
disciplias se apoyen principalmente en la pedagogta,osientada
hacia un saber-hacer 0 un saber-gué-hacer~ con ls textualidades
privilegiadas de la literatura la religin, las artes y la filosofi,
csferas del conocimiento a partir de las cuales las elites ecansmi-
ten sus valores y sustentan sus proyectos sociales. El objeto de las,
dlisciplnasliterarias cs asi establecer una vinculacién en segundo
grado oon la cultura que existe yaen la sociedad, con sus discur-
08 y précticas intelectuales. De ahi que sean aproximaciones que
prvilegiun el comentario yl analisis hermenéutico,ejercicios no
‘exentos de connotaciones ideolégicas, en el sentido althusseriano
de produccién de falsa conciencia, es decir, de reproduccién de
formas eipecificas de comprensién del mundo que sirven al pro-
yecto dominante y que se diseminan a través de ls textualidades,
culturales, naturalizindose ea los imaginarios colectivos. Althus-
ser denuncia este fendmeno de “sincronizacién” entre ideologia
dominante, educacin y cultura literara, sobre todo tal como las,
dlsciplinas lterarias son definidas por las humanidades césias.
Segin Althusser, dada su orientacién hacia el dominio racio-
nal de la naturaleza, la modernidad hizo de la interdisciplinarie-
dad una de sus consignas principales y uno de sus més pragmati-
0s micosideoldgicos, Sientendemos por interdisciplinariedad la
cooperacién organizada de especialists para la comprensin de
lun tema comin, resulta obvio que esta estrategia de conocimien-
‘o se revela contra la compartimentacién de saberes consolidada
del posicvismo y contra el principio de dvisién del trabajo que
dda luga: ala especializaci6n profesional propio dela modernidad.
‘APTULO 4 eosberesy utes nconerene Aroacnee ”
1a interdsciplinaredad opera también como reaccién contra la
tigidez. metodolégica de ciertas disciplinas intenta compensar
las crisis intemas por las que atraviesan, sobre todo a partir de
la segunda mitad del siglo XX, campos como los de la antropo-
log, la historia, I sociologa, la lingistca, la critica literaria y
ros, al enfientane a la necesidad de revisar prococolos meto-
dolégicos, estrategjas discursivas y pretensiones de cientficidad.
“Althusser, por su exterioridad respecto a las dems dreas
del saber y tambin por su voluntad de abarcara todas esas Seas
‘en una reflexion totalizante, el fldsofo habrfa sido por excelencia,
“el artesano de la interdisciplinariedad” en la época moderna. Sin
embargo, segin el rebrico francés, la labor dela filsofla deberia
scr mas bien “trazar una linea de demarcacién entre a pretensign
ideoldgica de a inverdisciplinariedad y las diversas realidades de
Tas que funciona como sintoma’. Althusser eshorea asi al eslare-
cimiento de las rarones histérico-ideoldgicas que mosivaron en
su momento la divisin de los saberes teniendo en cuenta los
proyectos sociales y las estructuras de poder a los que esa (inter)
disciplinariedad se articuaea en sus distntasinstancias de aplica-
cién académico-educativa (capitalismo, colonialismo, proyecto
liberal de la nacién-Estado). Alshusser reconoce, sin embargo,
uusos legieimos de la ineerdisciplinariedad: aquellos en que un
problema dado, scbre todo en el campo de ls ciencis, requiere
lo que Althusser entiende como una intervenciin disciplinatia
particulary especializada.
‘Althusser reconoce que hacia fines de los afos 60 las que
llama diseiplinas terarias van abandonando la tadicién de las
hhumanidades y empiezan a reivindicarse como parte de las cien-
cas bumanas. Con sa apelacién al término “ciencias’, ls disci-
plinaslitrarias estarian indicando la pretensién de haber aban-
donado sus anterores modos de relacionarse con sus objetos
nada aseguraria que Ia naturaleza de esas dreas se ha modifcado
sustancialmente. Por el contrato, la pretensién de cientiicidad
demostraria mas bien el deseo de llegar a un rigor inaleanzadoo cine tno bite inane MABLL MORARA
{uc se tata de conquistar con laadopeién de un mécodo que es
exterior a esos campos de estudio. El caso que Althusser cataloga
de realmence aberrant es el del esructuraismo, cuya ansiedsd
de ciemtificidad resulta innecesaria en las cienciss verdaderas,
Es evidente, de acuerdo a lo que se ha venido discutiendo
hasta ahora, que las distntas formas del saber se organizan y di-
seminan socialmente en estrecha vinculacién a los procesos de
cambio social y a los horizontes de expectativas que se abren a
nivel de subjetividades colectivas. Los estudios genealogicos y
cpistemolégicos de Michel Foucault explotin exhaustivamente
las relaciones entre saber y poder y establecen lineas de desarro-
lo histérico en los procesos de produccién del conocimiento.
Su concepto arqucolégico de la cultura nos permite entender,
desde una perspectiva antihumanistica, el estauto histéricamen.
te variable de las ciencias humanas y los distintos regimenes de
verdad que informan las pricticas discursivas en diferentes épo-
28 y contextos culturales. Su mismo andliss es un ejemplo de
thar se etre rect de ean en bans
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‘APITULO 4 eon new yc inmost o
pricticacrtico-tebrica en el que la indagacion histrica, liceraria,
filosifca, estécicay politica se combinan y ausilian mutuamen-
te, no ya en la definicién de un problema comiin, sino en el
planteamiento mismo de cuestiones que exceden los parimetros
iaciplinaios tradcionales y los presupuestos de la Fumanistica
‘como dominio de un saber que se apoya en valores trascendentes,
y universales
Postmodernidad y transdisciplinariedad
Pero sila interdisciplinariedad que marca la segunda etapa
‘en nuestro recorrido es un elemento crucial y representativo de
la concepcién moderna del saber, hacia los aos 80 se iniciaré
tuna nueva torsién en el campo del conocimiento. Esta nueva
instancia, en la cual estamos sumergidos, debe ser entendida en.
estrecha relacién con las transformaciones sociales e ideol6gicas
ue se corresponden con el fin de la Guerra Fria y con el avance
de los procesos de globalizacin. Si la asi lamada postmoderni-
dlad implica el descaecimiento de las formas de racionalizacién
_Veralrepectotosplantaniertosde Alberto Moreiassobre satus tras
ests cfturaleslauneamercanes, 314,893,
siguen integrando, ahora en competencia con los preponderan-
tes medios audiovisuales el espacio culzual. Por él circulan no-
‘midicamente significados, procesos representacionales y formas
de experimentacién que hablan miltiples lenguajes y apelan a
pablicos plurales y cambiantes. Sin logar a duds, la expansién
« imposiciones del mercado tienen mucho quc ver con la co-
tizacion de! capital simbélico y con las estrategias que este va
asumiendo para sobrevivir las lichas represemtacionales, Es en
‘ste espacio desauratizante, supuestamente democratizador y te-
‘mendamente diversificado del mercado que los significados se
abren a la avider del consumo y al desafio de la interpretacién.
: espacio literario es ahora un terttorio fromterizo, una “zona de
contacto” en la que los sentidos se tradueen e intercambian de
‘manera constante y donde el hale de consagracién de que gozaba
hhasta hace algunas décadas la lieracua se va disipando para dejar
Jugar aun erfico proiferante de sgnificados en busca de recono-
cimiento y legtimacién,ca Inport Enea tars MABEL MORASA
Obras citadas
Althusser, Louls. Curso de flosofia por centifios. Buenos Ares: lanetar
‘Agostini 987
Bucher, Jule A. “Towards a New Model of General Education at Harvard
College.” chteplishes harvardeculs/docsicb.tpic735185 Fes)
Bocklerspa. Web.
Castro-Gémer, Santiago, ed. La reestrcturaién de las clencassoioles en
‘América ating Dogo atts PENSAR de Eatos Soc y CU
turales, 2000.
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la Transdlsiptinarie, Pari: Rocher, 996,
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‘Thompson Klein, Jule. Intercscplnrty. History, Theory and Practice, Oe
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CAPULO 4 udes Meare inlet Aino »
‘llerstla, manuel. The Moder World System Capitalist Agriculture and
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‘Walsh, Catherine, Freya Schiwy, Santiago Castro-Géme, eds Indicptnar
Jas Ceci scales. Ceopoleas del conocimenta y colonilided del
pode. Perspectives desde fo andine. Quito: Universidad Andina S:
‘dn Bolivar, Abya-Yala, 2002Versiones preliminares de estos trabajos fueron presentadas
cen las siguientes instituciones:
“La indxencia de las imégenes. América y sus rostos occidentales”
Conferenciaplenaia,Jomadas de Ate y Cultura Colonial, Museo
de Arte Colonial, Bogots, 20105 Institute of Latin American Ste,
‘niversidag Nacional de Seoul, Corea de! Sur, 2012
“ta nactn ye altar dela patria: América Latin ens imaginaros del siglo
YX", Facultad de Fllogfa, Universidad de Sevilla y Universidad de
‘lcante 2010.
“El ojo que ora": Bio polis, nudos de a memoria y art pico ene Pert
sho". Conferenciaplenara.JALLA, Rio de Janelro, 2010
“Estudios teratlos y elturales latnoamercanos. Aproximaciones inter!
transpost-diciplnarias". Grupo de Estudios Interdscptinaios,
UNAM, 20%
“(Post}nadernidad, critics ya cuestién del canon”. Conferencia Penara,
Universidad Santo Tomés,Bogots, 201.
“La quesién del humanismo en América Latina: puntos cess linens de
‘fuga. Modern Languages Assocation, Los Angeles, 201
“Los esudos de ares en un mundo global”, Center for intemational tues,
‘ho Univers, 201,
“Domestcar al Otro": Notas sobre otredag, ference y represertacén”.
LASA, Toronto, 2010
“Biopolca y cuerpo soci en América Latina”. IV South by Midwest
!rtemational Conference on Latin American Cultural Stuces, 2013.
““ceopolticas del saber, tansmederniéod y ‘buen vivir. Cneventro Sure
Sur, Minster de Cultura de Ecuador, 203. Humanites Research
Center, Rice Univesity, Texas, 2013,
“er mercado de la volenca (Acerca de os aportes critcos de Bolivar Eche-
vera". UNAM, Facultad de Flosofla, Seminario sebre Moderidad,
Seagradece a estas istituconesypartcuarmente alos co
legas que cursaron ls invaciones, fs oportuniad de com
pari estas ideas y los apntes ruin et ha ust
fae memos.
Expreso asimismo ml gratkue @ Gonzalo Montero por sus
caldados en la preparacin de los materiales que forman
fete libro ya Cuarto Propio por la digenteedicén de los