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“Abrí el molde y ahí estaba esta hermosa ‘I’ amarilla”, recuerda. Su nuevo plástico
pasó la primera prueba —se podía moldear a través del calor como el plástico
regular—. Sin embargo, faltaba otro paso importante en la reformulación del
mundo de los plásticos.
Feinberg colocó la I bajo una luz blanca y, cinco minutos después, solo quedaba la
mitad. La otra mitad había caído al piso. Al juntar ambas partes, la I tenía un
agujero en la mitad compuesto por una sustancia pegajosa amarilla.
El plástico no simplemente se derritió. Su estructura, los polímeros sintéticos en su
interior, habían regresado a sus unidades moleculares. “Fue una sensación
fenomenal”, dijo sobre el exitoso experimento
La mayoría de los polímeros sintéticos no fueron diseñados para desintegrarse o
desaparecer. Por el contrario, fueron creados para durar tanto como sea posible
cuando comiencen a remplazar al metal y al vidrio en objetos de larga duración
como automóviles y aviones.
No obstante, los polímeros sintéticos se volvieron tan populares y adaptables que,
décadas después, son la raíz del problema global de miles de millones de
toneladas de desperdicio plástico. Los más recientes villanos en las campañas a
favor del medioambiente son los productos desechables de plástico elaborados
con polímeros sintéticos —popotes, filtros de cigarrillos, tapas de tazas de café,
etcétera—
Durante las décadas pasadas, esta diferencia entre la vida material y la vida útil
del producto ha causado la acumulación de desperdicio plástico en tiraderos de
basura y ambientes naturales, parte de él ha estado a la deriva en océanos hasta
que montones y montones han llegado a los confines del mundo y partes
pequeñas han sido ingeridas por la vida marina. Es muy poca la cantidad que se
recicla; de hecho, algunos cálculos estiman que solo un 10 por ciento de todos los
plásticos son reciclados cada año.
“El verdadero truco es hacerlos estables cuando los estás usando e inestables
cuando no quieres usarlos”, dijo Marc Hillmyer, quien dirige el Centro de Polímeros
Sustentables en la Universidad de Minnesota.