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En este video hablaremos sobre el grado de adopción

de Big Data a nivel global.


Para ello,
nos centraremos en proporcionarte un contexto económico
de las iniciativas en los sectores público y privado,
hablaremos de las cifras dedicadas en inversiones para este tipo de proyectos,
así como las tipologías de los negocios con mayor grado de madurez.
Big Data ya no es una moda experimental de laboratorios tecnológicos,
sino una realidad que podemos ver aplicada
en proyectos reales realizados en organizaciones tanto privadas como públicas.
Estos proyectos están proporcionando buenos resultados
en empresas e instituciones
de múltiples sectores.
Un vistazo a las cifras de inversión en Big Data a nivel mundial
en las empresas
confirma la relevancia y el protagonismo que esta tecnología
está tomando en la estrategia de las empresas para crecer.
Esto apuntala la percepción de la solidez de estas tecnologías,
ya que, en definitiva,
las compañías no invierten de forma sostenida en proyectos
sin un retorno de la inversión claro.
Como podemos ver,
en 2016 se realizaron proyectos relacionados con Big Data
por una cuantía de 130.1 billones de dólares a nivel mundial,
ascendiendo a $150.8 en 2017,
lo que implica un crecimiento del 15%.
A partir del 2017,
el crecimiento continúa,
manteniéndose en dos cifras anualmente,
existiendo proyecciones para el año 2020
de 203 billones,
lo que nos deja entrever que en los próximos años
Big Data se irá asentando progresivamente.
Si entramos en más detalle y analizamos la inversión por sectores,
vemos cómo entre los actores que más invirtieron históricamente en esta tecnología
está el sector Bancario y Financiero,
el sector Tecnológico y el de las Telecomunicaciones.
Esto no resulta llamativo,
ya que estos tres sectores
son los que históricamente han trabajado con sistemas de información
que generaban enormes cantidades de datos
y los que han dedicado mayor cantidad de recursos económicos
a la transformación digital.
Por este motivo,
estos sectores también han sido las principales pioneros
en la incorporación de estas nuevas tecnologías
para el tratamiento y explotación de los datos.
En el sector de la distribución y el retail
se está experimentando también un gran auge,
debido sobre todo al estrecho contacto con el cliente
que tienen este tipo de compañías,
particularmente aquellas centradas en el mercado minorista.
El reto en este sector
es ser capaz de analizar al cliente de la tienda física de forma semejante
a como se hace con el cliente on-line,
y para ello es necesario realizar inversiones.
El sector industrial, energético y de servicios públicos
históricamente han sido tremendamente proactivos en el uso de sensores en sus
operaciones,
y en el análisis de los datos generados por dichos sensores,
para garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones o sus servicios.
Por este motivo,
su incorporación a proyectos apoyados por tecnologías Big Data
se ha producido de forma gradual,
motivado por la necesidad de garantizar las operaciones
y evitar cualquier riesgo que pudiese generar paradas en la producción
o en la provisión del servicio.
A pesar de esta progresividad,
en los datos de 2018 el sector industrial y de energía
es uno de los que más crece en cuanto a inversión en tecnologías Big Data.
A priori, se podría pensar que este tipo de proyectos
de tratamiento de grandes volúmenes de datos
están solamente restringido a grandes corporaciones y empresas.
Efectivamente, las grandes compañías son las que han liderado
la adopción del Big data inicialmente
(hay un 80% de grandes compañías
que ya han llevado a cabo algún proyecto sustentado sobre tecnologías Big Data),
pero también se puede observar que existe un 63% de pequeñas y medianas empresas
que han realizado en algún momento alguna iniciativa de este tipo.
Esta diferencia también se puede apreciar
en lo que a las partidas presupuestarias se refiere,
con un 60% de grandes compañías dedicando partidas presupuestarias
a iniciativas de análisis de datos basadas en tecnologías Big Data,
y un porcentaje importante del 40%
de las pequeñas y medianas empresas
contemplando iniciativas en este sentido.
En el sector público
se va integrando poco a poco la adopción del Big Data
ya que puede ayudar a gobiernos
a mejorar el diseño de políticas
y la prestación de servicios
y aumentar su eficiencia, efectividad y transparencia.
Por ejemplo, estudios del McKinsey Global Institute
indican que la adopción de nuevas tecnologías analíticas en el sector público en
Europa
puede potencialmente reducir entre un 15 y un 20%
el coste de sus actividades administrativas,
creando valor entre 150 y 300 mil millones de euros
y acelerando el crecimiento anual hasta un 0.5% en los próximos 10 años.
Pero para el sector público Big Data también supone nuevos desafíos
(nuevas infraestructuras tecnológicas,
nuevos perfiles, nuevos procedimientos…),
lo que está ralentizando su apropiación.
A pesar de ello,
se ha observado un aumento del interés
de las instituciones en adoptar este nuevo paradigma
por la enorme oportunidad de eficiencia
que supone para un sector que en 2012
representó el 50% del PBI
para los países de la Unión Europea.
Cada vez más, instituciones públicas nacionales, regionales
o municipales están incluyendo proyectos de Big data para solucionar problemas
como la detección del fraude en tributos,
la optimización de la distribución del transporte público,
la sanidad predictiva para mejora de la atención al ciudadano,
el análisis de la movilidad de los turistas para optimizar los servicios,
o aplicaciones en el medio ambiente como pueden ser la predicción de los incendios
forestales
o de la calidad del aire para aplicación de medidas preventivas.
En conclusión, en este módulo has podido comprobar
que los proyectos y las iniciativas en tecnologías Big Data
adquieren cada vez más importancia en las organizaciones,
con un crecimiento sostenido
y un número cada vez mayor de instituciones y empresas
de todos los tamaños incrementando su nivel de madurez.

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