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Paso 3 - Trabajo Colaborativo 2

Responder preguntas y Elaborar un mentefacto conceptual.

Participantes:
Luz Adriana Rodríguez Código: 1104712348
Adriana Hoyos Código: 1084250425
Diego Alejandro Morales Código: 9872817
Heydi Yuliana Cardona Código: 1111454468
Marlen Valenzuela Código: 1084901221

Grupo: 401305_78

Tutor: Willian German Gamez

Universidad Nacional Abierta y a Distancia


Escuela de Ciencias de la Educación
Curso Didáctica
2019
texto argumentado de máximo siete cuartillas

Antes que mencionar los ejes teóricos que se deben tener en cuenta en el procesos de
enseñanza, se hace necesario el denotar la importancia de la contextualización del
aprendizaje, es decir, la necesidad de establecer vínculos entre los contenidos que se
desprenden de las teorías macro y la cotidianidad del estudiante (Mosquera y Sánchez,
2015), esto con el fin de no continuar ampliándola brecha entre el camino de la ciencia y la
realidad de los alumnos, situación que lleva al distanciamiento y la apatía de estos por el
conocimiento.

Dentro de los aspectos a enseñar se destacan, en el campo de la matemática: elaborar,


transformar, crear objetos, resolver situaciones y problemas, actuar sobre sí mismo,
autorregularse, esto con el fin de vincular el saber científico con la vida, el medio social y
el trabajo (Fuentes, Y. Y., González, A. C., Graus, M. E. G., & Rodríguez, G. O, 2016)

Igualmente, temáticas como geometría, aritmética, algebra, estadística, son de especial


relevancia, pero deben ser interrelacionados y no tratados como entidades separadas
Alsina, Á., Novo Martín, M. L., & Moreno Robles, A, 2016), ya que los problemas a los
que se enfrentan los estudiantes en su vida diaria implican la combinación de
competencias, conocimientos y habilidades de distintas áreas, y no las afrontan como algo
limitado a un campo particular. El desarrollo del pensamiento, en este caso matemático
debe estar muy por encima de la acumulación de saberes procedimentales y la acumulación
de conocimientos.

Aquello que nos hace seres humanos y diferentes del resto de los seres vivos en el planeta
es nuestra capacidad de raciocinio: adquirir conocimientos, aprender y solucionar
problemas usando esta cualidad. En pocas palabras, aprender es la característica inherente
al ser humano que nos hace únicos y de esta pequeña reflexión entra en contexto la
profesión de ser profesor, es una de las más complejas, pero también una de las más
gratificantes que existen, porque al educar no solo es importante enseñar a los alumnos,
sino también aprender cada día a ser mejor docente y como ser humano. El papel del
profesor consiste en didáctizar los saberes, re contextualizarlos para transformarlos en
objetos de enseñanza, ponerlos en circulación en la clase y asegurar las transformaciones
necesarias para facilitar su adquisición (Dolz, 2011, pp. 99-100).
Hoy se reconoce la necesidad de una enseñanza centrada en el sujeto que aprende, lo cual
exige enfocar la enseñanza como un proceso de orientación del aprendizaje, donde se creen
las condiciones para que los estudiantes no solo se apropien de los conocimientos, sino que
desarrollen habilidades, formen valores y adquieran estrategias que les permitan actuar de
forma independiente, comprometida y creadora, para resolver los problemas a los que
deberá enfrentarse en su futuro personal y profesional.

El lugar que ahora posee el profesor le concede el trabajo definitivo de educar a las jóvenes
generaciones, motivo que pone al orden del día la función social de sus acciones.
Conocemos que esta responsabilidad social se ha vuelto difícil, por cuanto necesita que se
apropie de los conocimientos de un campo disciplinar y sea capaz de enfrentarse a los retos
que exige una sociedad como en la que estamos viviendo, cuando se cree que un profesor
es un educador de seres humanos y que muchas veces es el profesional que pasa más
tiempo con los infantes y adolescentes, se hace evidente la importancia social de su trabajo
y las variadas responsabilidades de su profesión. El profesor contemporáneo se carea de
distintos desafíos que le impone su disciplina, y otros que le exige la sociedad. Hoy en día,
requiere de competencias diferentes para solucionar con creatividad los primeros, y
participar así en la solución de los segundos.
El proceso de Transposición Didáctica admite que los contenidos sean un vínculo de
efectos didácticos elegidos para ser experimentados por los educandos, con algún propósito
y en contextos concretos. Además, hace posible que los contenidos se comprueben y se
relacionen con los saberes previos del estudiante.
Los valores pedagógicos son los contenidos definitivos y construidos por la sociedad; éstos
contienen hechos, reglas e ideologías que se obtienen como contenidos educativos.
También los saberes previos, éstos son los contenidos sobrentendidos o repertorios de
conocimientos, de operaciones y de ejercicios establecidos y colocados a la obtención de
una meta. Estos contenidos son el saber hacer, las normas y los valores que el
conocimiento del centro, en su conjunto, y de manera directa, los docentes, orientan de
forma asistemática e inconsciente a sus estudiantes.
Anteriormente se produjo una tendencia pedagógica en el que los contenidos no tenían
tanta relevancia, sino el proceso que se ejecutaba con ellos; se aprobaba en los logros
formativos y se desvalorizaban las ganancias informativas. Presentemente se requiere
considerar los contenidos como componente primordial para la clasificación de una
ideología autónoma, espléndida y oportuna para el trabajo y el desarrollo social.
En la experiencia educativa, el propósito no puede ser exclusivamente conocer contenidos
sino también aprovecharlos de forma contextualizada y adecuarlos a las premuras
individuales y sociales.
Cada año, al momento del inicio del año escolar, se forma un nuevo sistema didáctico
constituido por los tres pilares: el saber, el docente y el alumno. Alrededor del programa
(que va entonces a designar el saber a enseñar) un nuevo contrato didáctico se renueva
anualmente entre un docente y sus alumnos. Pero este sistema didáctico inmerso también
en un ambiente, constituido especialmente por el sistema de enseñanza, este mismo
insertado en un sistema La transposición didáctica: Historia de un concepto 88 Miguel
Ángel Gómez M. más amplio todavía: la sociedad (padres, mundo político, medios de
comunicación, “sabios”, etc). El sistema didáctico situado en el seno de un sistema de
enseñanza debe entonces confrontarse regularmente al debate social. Esta confrontación se
hace por la intermediación de una cierta categoría de individuos que van a enfrentarse “a
los problemas que nacen del encuentro con la sociedad y sus exigencias”. (Chevallard,
1985, p. 23)

Cuando se habla de la docencia se puede pensar en alumnos, pues estos dos conceptos
están ligados y cumplen con ciertos criterios propios, el docente tiene la responsabilidad de
compartir sus conocimientos con sus alumnos, a su vez estos tienen el compromiso de
aprovechar y sacar el mayor beneficio posible para asi tener un futuro exitoso, el profesor
necesita saber comunicarse, oír de manera activa y respetuosa las diferentes posturas,
incluir y valorar las diferencias, así como despertar curiosidad por el conocimiento, de
acuerdo con las etapas de desarrollo de cada estudiante. El maestro identifica sus
emociones y las de los estudiantes y las guías de manera constructiva.
En su práctica cotidiana, el profesor se enfrenta a sus estudiantes y sus expectativas, tan
desiguales como el número de aprendices en el salón de clase, y se responsabiliza con las
peculiaridades de cada uno. No sólo el saber de cada alumno es diferente sino sus modos y
fuentes de motivación hacia el aprendizaje. Es importante, entonces, que conozca estas
diferencias para procurar el aprendizaje de todos y cada uno. A partir de esas
peculiaridades, los profesores proyectan sus lecciones y adaptan los materiales de acuerdo
con las necesidades y los retos pedagógicos a los que se enfrentan. Todo ello para formar
hombres y mujeres con las capacidades y conocimientos necesarios para participar
activamente en su sociedad.
Hoy en día está claro que el profesor está en la obligación de modernizar sus
conocimientos y desarrollar de forma constante habilidades y actitudes que le permitan
responder efectivamente a los retos, un docente tiene mucho que aprender día a día, pues
cada vez la tecnología va haciendo parte del sistema escolar, es entonces como él debe
estar actualizado y sobre todo crear estrategias para lograr un apego significativo con el
alumno y los temas a desarrollar.

Por medio del desarrollo de lo que sus estudiantes deben saber, saber hacer y ser. Así, la
formación en competencias como lo son las básicas, ciudadanas y laborales, en sus
alumnos, es a la vez un incentivo para su desarrollo personal. El profesor que ama la
ciencia, el placer estético de sus explicaciones y la manera como se confrontan las
hipótesis y las ideas para su fortalecimiento, desarrolla pensamiento científico en sus
alumnos. Pero también, promueve ambientes democráticos el profesor que permite el
diálogo de saberes, en el que cada cual participa en la construcción de ellos mediante el
reconocimiento de buenos argumentos y con capacidad de autocrítica.

Un buen docente también se encuentra en plena formación y renovación de


conocimientos, de manera que pueda integrar en las clases, nuevas metodologías,
herramientas o recursos.

Buchmann nos señala que "Conocer algo nos permite enseñarlo; y conocer un contenido
con profundidad significa estar mentalmente organizado y bien preparado para enseñarlo
de una forma general" (1984, p. 37). Cuando el profesor no posee conocimientos
adecuados de la estructura de la disciplina que está enseñando, su enseñanza se ve afectada
en algunos aspectos que la investigación ha detectado: por ejemplo, cuando los profesores
no conocen las estructuras de la disciplina que enseñan, pueden representar erróneamente
el contenido y la naturaleza en sí de la disciplina. El conocimiento que los profesores
poseen del contenido a enseñar también influye en el qué y el cómo enseñan. Por otra
parte, la falta de conocimientos del profesor puede afectar al nivel del discurso en clase, así
como el tipo de preguntas que los profesores hacen en clase (Carlsen, 1987); y a la forma
en que los profesores critican y utilizan libros de texto (Hashweh, 1987) Es por esto que
debemos actualizarnos constantemente ya que estamos en un mundo tecnológico.
Las aulas virtuales o el uso de las aplicaciones tecnológicas han marcado una nueva forma
de enseñanza, con la que los docentes deben de sentirte a gusto y preparados. 
Según indicó Hattie, aquellos profesores que proponen tareas específicas e indican cuáles
son los objetivos académicos precisos de cada actividad suelen ser los más exitosos,
asimismo, los alumnos le otorgan un valor especial a quienes les
suministran ejemplos y modelos de referencia, Hattie tambien indica que los estudiantes
deberían tener la oportunidad de dirigir su propio aprendizaje. Justamente este es el
cometido de la metacognición, es decir, la conciencia del conocimiento adquirido y la
habilidad para comprender, controlar y manipular los propios procesos cognitivos.
las estrategias de aprendizaje son procesos de toma de decisiones, en las cuales el
estudiante elige y recupera los conocimientos que necesita para complementar una tarea,
estas estrategias son procedimientos personales que permiten, por una parte, el control, la
selección y la ejecución de métodos y técnicas para el procesamiento de la información; y
por el otro, planificar, evaluar y regular los procesos cognitivos que intervienen en dicho
proceso.
Teniendo en cuenta que ya han qu8edado atrás esos tiempos donde el profesor era el centro
de atención en el aula de clase, hoy el actor principal de la clase debe ser el alumno,
brindándole orientación, nuestras enseñanzas, entender su forma de adquirir los
conocimientos, sus intereses y necesidades.

Según la metodología de Bloom existen siete niveles de elaboración de procesamiento de


la información:

1. Conocimiento. Se pide al alumno que recuerde información.


2. Comprensión. El alumno debe ordenar los conocimientos mentalmente.
3. Aplicación de la información. Es necesario que aprenda a aplicar la información que se
le ha dado previamente a diferentes situaciones.
4. Análisis. Mediante pensamientos profundos y críticos.
5. Síntesis. Pedimos al alumno que sintetice el problema y lo resuelva de la manera más
adecuada desde su punto de vista.
6. La Evaluación se observa en las respuestas, ya que no existe una única respuesta
correcta.

7. La Acción-Vivencia: se desarrollan temas relacionados con sus vivencias y con


los valores de la vida, debe ser un tema que logre la participación y el interés de los
alumnos.
A partir de lo analizado, es válido utilizar el término estrategia docente para significar las
secuencias de acciones que, atendiendo a todos los componentes del proceso, guían la
selección de los métodos y los recursos didácticos más apropiados para la dirección del
aprendizaje, teniendo en cuenta las condiciones en que este proceso transcurre, la
diversidad de los estudiantes, los contenidos y los procesos, para alcanzar los fines
educativos propuestos.

Todos recordamos a algún docente que nos ha marcado o con el que hemos aprendido
conceptos, más allá de los relacionados con las materias, y nos ha animado a trabajar en
nuestras metas personales y profesionales.
Mentefacto Conceptual
Conclusiones:
1 Identificamos los diferentes elementos para la escrituración cortés con los respectivos
derechos de autor.

2. Convertir, por decirlo de algún modo, el saber científico en un saber que pueda ser asimilado por
el estudiante es un reto que afronta todo docente a la hora de realizar su planeación, paso que
demanda sumo cuidado para no caer en incongruencias que conduzcan al error.

3. Se debe destacar el papel que juega el docente como productor de conocimiento y como
dinamizador del proceso de construcción de este por parte del estudiante, integrando su formación
profesional y su experiencia.
Bibliografías. 

Ortega, J. (2017). Conocimiento escolar y conocimiento “disciplinar” del profesor: algunas


reflexiones sobre la participación del profesor en la construcción y enseñanza del
contenido asociado a las disciplinas escolares. Folios Primera época, 45 (1), 87-107.
Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/folios/n45/n45a07.pdf
Perafán, G. (2013). La transposición didáctica como estatuto epistemológico fundante de
los saberes académicos del profesor. Folios, Segunda época, 83-93. Recuperado de
www.scielo.org.co/pdf/folios/n37/n37a06

Gamboa, M. (2018). Transposición didáctica y Conocimiento didáctico del contenido.


Bogotá: Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Recuperado de:
http://repository.unad.edu.co/handle/10596/10240

Kallison, J. M. 1986. "Effects of Lesson Organization on Achievement." American


Educational Research Journal 23: 337-347

Good, T. And S. Marshall. 1984. "Do Students Learn More in Heterogeneous or


Homogenous Groups?" The Social Context of Instruction : Group Organization and Group
Processes. Eds. P. Peterson, L.C. Wilkinson, and M. Hallihan. New York: Academic Press.
15-38.

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