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Art. 2314. “El que ha cometido un delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es obligado a
la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el delito o cuasidelito”.
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Art. 2329.” Por regla general todo daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra
persona, debe ser reparado por ésta”.
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Art. 2320. “Toda persona es responsable no sólo de sus propias acciones, sino del hecho de
aquellos que estuvieren a su cuidado”
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Art. 2322. “Los amos responderán de la conducta de sus criados o sirvientes, en el ejercicio de
sus respectivas funciones; y esto aunque el hecho de que se trate no se haya ejecutado a su
vista”.
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• Procedencia del recurso de apelación de la demandante, en virtud
del artículo 2314 del código civil, en cuanto a la exigencia de lucro
cesante y daño emergente.
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reprocha debió haber aplicado esta establecido en virtud de
literatura extranjera, y además cuya infracción no ha sido acreditada
en el juicio de primera instancia.
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3. Se le imputa luego, que una vez tomada la decisión de extirpar,
tampoco siguió el procedimiento adecuado, ya que no
reconstruye en la misma operación el nervio facial de la
paciente, reduciendo así las posibilidades de éxito.
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Celis Rodríguez, Rubén, “Responsabilidad Extracontractual”, Librotecnia, Santiago, 2004, pág.
59., en apuntes de derecho civil extracontractual, Orrego Acuña, Juan Andres pag. 24
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Ibid.
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• Cuando del incumplimiento del contrato resulte también un delito o
cuasidelito penal (como en el caso de la negligencia medica)
En estos casos, la responsabilidad civil nacida del delito penal sería
indistintamente contractual y extracontractual; optando siempre eso si, por
una de las dos, ya que ambas conjuntamente seria improcedente.
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incumplimiento contractual según la doctrina clásica o contractualista, y no
debiera admitirse que el contrato no existe, por faltar el consentimiento del
paciente.
Francisco Merino, apartándose de la tesis contractualista, plantea
una responsabilidad legal del médico, que exige el cumplimiento de los
siguientes requisitos:
1° Que el médico haya desarrollado una actividad inherente a la profesión.
2° Que exista norma legal que lo obligue a observar determinada
conducta.
Como lo son los artículos 2329 del código civil y 491 del código penal, que
contienen un mandato para el medico, que lo obligan a actuar con
diligencia.
3° Que se produzca una transgresión de la conducta legalmente exigida.
Puede producirse esta transgresión:
• si el médico daña al paciente; y
• si al ocurrir lo anterior, el médico incurre en negligencia,
imprudencia o impericia, que precisamente causan el daño.
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Art. 2316. “Es obligado a la indemnización el que hizo el daño, y sus herederos.”
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Los requisitos para la existencia de la responsabilidad por el hecho
ajeno son:
• Relación de dependencia entre el autor del daño y la persona
responsable. Deberá probar esta relación la víctima.
• Que ambas partes sean capaces de delito o cuasidelito
• Que se pruebe la culpabilidad del subordinado.
La presunción de culpa es simplemente legal, excepto en el caso
del articulo 2321 del código civil.
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La tercera, “de la responsabilidad por el riesgo de la empresa”,
supone que tanto clínicas y hospitales son empresas de servicios, por
tanto crean y se lucran de un riesgo, y por ello deben responder de los
daños causados por ello, independientemente si hubo o no culpa.
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cuando no tengan forma de ejercer control sobre sus actos. El problema
esta, cuando el daño es causado por un medico que no es dependiente de
tal hospital. En estos casos, aunque ese medico atienda en las
instalaciones del centro y ocupe sus insumos e instrumentos, el
establecimiento no es civilmente responsable, salvo que se llegare a
probar culpa en la organización o falta de servicio.
Así, en relación con la responsabilidad civil del hospital por los
daños causados por la intervención de un equipo médico, es necesario
distinguir la forma como el paciente contrató los referidos servicios médico-
quirúrgicos. Si el demandante sólo contrató dichos servicios con su médico
particular y éste configuró el equipo médico con sus colaboradores más
inmediatos (médicos ayudantes, anestesistas y enfermeras
especializadas), el hospital no sería civilmente responsable por las culpas
de éstos, pues se trata de personas que no pertenecen al personal del
mismo, salvo que exista una falta de servicio o culpa en la organización o
que un funcionario del propio hospital que colabore con el equipo medico
haya incurrido en culpa.
Según Zelaya Etchegaray, “la moderna doctrina del riesgo de
empresa sostiene que el hospital, considerado como empresa prestadora
de un servicio más o menos integral de salud, tendría la capacidad de
controlar los riesgos típicos o inherentes a su actividad, soportar el daño y
distribuir su costo entre el mayor número de personas. De esta forma, se
ayuda a crear un incentivo financiero para que el hospital sea más
cuidadoso en la selección, instrucción y
regularización de las actividades que se realizan en su interior”9.
Tratándose de un Centro Médico, esto es el lugar donde varios
médicos tienen sus consultas privadas, compartiendo infraestructura,
instrumental y equipos, cuyos gastos son comunes, la negligencia de uno
de ellos no compromete la responsabilidad civil del centro médico ni del
resto de los profesionales que lo integran.
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Posición de la corte en la sentencia:
En este sentido, la corte ha fallado que presentada por la actora la
petición de que se condene a la PUC por responsabilidad en el hecho
ajeno, esta pretensión no tendría asidera, ya que además de acreditar la
existencia de una acción u omisión culpable, también se debe acreditar
que tal persona tiene un vinculo de dependencia con la institución,
cuestión que no se da en este caso, ya que la actora concurrió a la
consulta particular del facultativo, y no se prueba que dicha institución
haya tenido injerencia en el tratamiento y procedimiento efectuado, por
tanto no se le puede considerar civilmente responsable por lo que ejecuten
médicos contratados directamente por los pacientes.
Para entregar este argumento, la corte se apoya principalmente en
la doctrina clásica, principalmente lo sostenido por el profesor Enrique
Barros, quien estima que el hospital o clínica solo responde en el caso de
no haber dispuesto los medios necesarios para prestar los servicios, no
haberse observado los deberes de cuidado en la administración de los
equipos de trabajo, infraestructura e instalaciones, cuestión que ha juicio
de la corte no ha sido probada en esta causa.
Frente a este argumento nuestra postura estuvo dividida, por un
lado es cierto que no se cumplen las condiciones que exigen los preceptos
legales para configurar la responsabilidad por el hecho ajeno, pero por otro
lado, consideramos también que los artículos 2320 y 2322 del código civil,
produce el efecto de invertir la carga de la prueba, por lo que es la PUC
quien debe probar la falta de responsabilidad, cuestión que no hace.
También consideramos que se debe dejar atrás la doctrina
tradicional en este sentido, y dar una revisión a la teoría más moderna, la
que plantea que por ser estos centros de salud, verdaderas empresas que
lucran con la salud de las personas, deberían hacerse responsables de
todo cuanto acontece en sus instalaciones.
Por otra parte, consideramos que el hecho de haber sido esta
institución donde se realizo la intervención, no es intrascendente, toda vez
que es en función del prestigio y confianza que le provoco a la actora el
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nombre de la institución, que ella pudo haber accedido a realizarse tal
intervención, y que de no haber sido por ello, tal cirugía no se hubiese
realizado. Esta institución presto su nombre y prestigio, y la demandante
firmo un contrato de ingerso en el centro hospitalario, cuestión mas que
suficiente para nosotros para determinar que si existe responsabilidad.
3. EXTENCION DE LA INDEMNIZACION.
Tal reparación del daño, dependerá del alcance que este tuvo, y la
indemnización debe abarcarlo en su totalidad, es por ello que comprende
tanto el lucro cesante, el daño emergente y el daño moral. En este sentido
es fundamental el elemento nexo causal para la determinación de los
daños que deberán ser indemnizados. La Reparación dependerá de la
magnitud del daño ocasionado. La indemnización debe resarcirlo
totalmente. En consecuencia, comprende el daño emergente, el lucro
cesante y el daño moral.
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determinación de los daños que deberán ser indemnizados (extensión de
la reparación).
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V CONCLUSIONES:
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