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Prof.

en Educación Especial
PEDAGOGÍA

TP 1
El contexto actual de la educación.

Grupo:
Fabiana Villegas (voc)
Daniela Castro (voc)

A- Se presenta power point en clase.

B- Se elige la película: "El lobo de Wall Street".

Fundamentos:
Basada en experiencias reales del corredor de bolsa Jordan Belfort que, a mediados de los
ochenta, empieza a trabajar en la bolsa de valores como un joven que persigue el sueño
americano de riqueza, poder e independencia, pero lo primero que aprende es que lo más
importante no es hacer ganar dinero a los clientes, sino ser muy ambicioso y conseguir una
buena comisión, sin ninguno tipo de ética personal y profesional.
A los protagonistas no les interesan las relaciones ni los sentimientos, lo que de verdad
importa son las sensaciones intensas y las experiencias perecederas, no se busca la
conexión emocional y por tanto hay una ausencia total de empatía, ese sentimiento de
ponerse en lugar del otro y tratar de entender qué le pasa, qué necesita o qué quiere, y que
también exige entenderse uno mismo. En toda la película no hay una sola actitud de
autorreflexión y auto-empatía, lo que predomina no es la represión sino la disociación, y la
utilización del otro como un objeto para conseguir los propios deseos.
Esa búsqueda compulsiva de nuevas adquisiciones y experiencias es un fiel reflejo de lo
que llama Bauman la sociedad líquida, donde el consumo se caracteriza no por adquirir y
poseer sino, más bien, por estar en constante movimiento, pues, como él mismo escribe “la
vida moderna líquida es un ensayo cotidiano de fugacidad universal, lo que los habitantes
del mundo líquido moderno descubren enseguida es que no hay nada en el mundo que
pueda durar y menos aún para siempre”. 
Scorsese capta una cara del mundo financiero que ha introducido cambios significativos de
valores sociales, así como mecanismos psicológicos característicos del sujeto posmoderno.
Es importante resaltar que Jordan Belfort, en quién está basada la historia de la película,
terminó en prisión unos años por los chantajes y demases acusaciones de abuso y estafa.
Hoy en día Belfort está en libertad, tiene un bestseller publicado y da charlas motivacionales
alrededor del mundo.
Está casado con una joven argentina, y lejos de ser repudiado, es celebrado y aclamado por
la sociedad, promulgando los valores posmodernos del eclecticismo acrítico y amoral, la
debilitación de la autoridad, mistificacion científica, concepción ahistorica de la realidad,
cultura de la imagen, imperio de lo efímero en el paraíso del cambio, mistificacion del placer
y la pulsión y el culto al cuerpo y a la imagen.

C- En la posmodernidad las antiguas certidumbres se rompen y la confianza en la ciencia


empieza a perder credibilidad. Los grandes avances en telecomunicaciones y la masiva
diseminación de información dan múltiples opciones a nuevas formas de vida.
Económicamente la postmodernidad se basa más en la producción de pequeñas que de
grandes mercancías; en los servicios más que en la manufactura, en la información e
imágenes más que en los productos y las cosas. La necesidad de flexibilidad y respuestas
rápidas en la política y en la organización se refleja en la descentralización de la toma de
decisiones, en reducir la especialización y en desdibujar los roles y los límites. Los papeles
y las funciones cambian constantemente, y en el ámbito personal, pueden crear poder, pero
la falta de estabilidad y continuidad pueden producir crisis en las relaciones interpersonales.
El mundo posmoderno es rápido, comprimido, complejo e incierto.
En la sociedad posmoderna ha muerto el optimismo tecnológico y científico, pues los
innumerables descubrimientos no siempre han ido acompañados de una mejora de la
condición humana: degradación del medioambiente, aumento del ritmo de trabajo,
incremento de la desocupación, etc. Ninguna ideología política es ya capaz de entusiasmar.
En la actualidad son más esclarecedores los deseos individualistas que los intereses de
clase.
La saturación de información y las mayores opciones de elección no están conduciendo al
enriquecimiento de los criterios personales de análisis y toma de decisiones ni a la
formación de cultura sino más bien a la confusión y perplejidad. Ello supone, además, un
factor más de discriminación de los grupos más desfavorecidos, lo que de nuevo produce
desigualdades de origen y el pensamiento único en una sociedad cada vez menos plural
donde lo políticamente correcto parece ser la única opción.
La condición posmoderna difunde y legitima de forma sutil más que impositiva, y la ausencia
de información veraz y contrastada para la participación política, cultural y profesional puede
suponer un factor más de discriminación, exclusión, conformismo social y posturas acríticas.
De ahí que la escuela tenga ante sí el reto de desvelar este mundo de la imagen y toda la
cultura que lo rodea y deba prepararse para un profundo análisis de los medios, así como
para una concientización del contexto diverso y veloz.
Ya no se trata de formar a un grupo para los estudios universitarios sino de proporcionar
una formación más completa a todos los ciudadanos.
La función de la escuela ya no puede ser la de preparar académicamente a sus ciudadanos
sino proporcionar una formación lo más completa posible para que puedan desenvolverse
en una sociedad cada vez más incierta y compleja.
Las escuelas deben preparar a los individuos capacitandolos con un conocimiento de
situación o contexto más que con conocimientos académicos. Su valor residirá en su
habilidad para resolver problemas dentro de una sociedad de mercado cada vez más
competitiva.
El objetivo prioritario de la educación del futuro será aprender a vivir juntos, lo que implica
comprender al otro, respetarlo, realizar proyectos comunes y solucionar pacífica e
inteligentemente los conflictos. Se deberá buscar educar sujetos con miradas críticas,
dónde el pensamiento sobre la subjetividad propia y auto análisis sean parte de la currícula
para generar hábitos que promuevan la convivencia y la empatía.

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