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02 MAR 2022 DISCURSO OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Un salto adelante en
la acción
medioambiental
Foto de Duncan Moore/ PNUMA / 02 mar 2022
DISCURSO PRONUNCIADO POR: Inger Andersen
EVENTO: Discurso
para: Segmento de alto nivel de la reanudación de la Quinta
Asamblea de Medio Ambiente
LUGAR: Nairobi, Kenia

Su Excelencia Félix Moloua, Primer Ministro, Jefe de

Gobierno de la República Centroafricana

Sr. Espen Barth Eide, Presidente de la 5ª Asamblea de las

Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Ministro de
Clima y Medio Ambiente de Noruega

Secretaria General Adjunta Amina Mohammed

Sr. Keriako Tobiko, Secretario del Gabinete de Medio

Ambiente y Bosques,
Kenia

Excelencias, Ministros, Delegados

Permítanme comenzar dando las gracias a nuestro país

anfitrión, Kenia, por su liderazgo en materia de medio
ambiente y por sus extraordinarios esfuerzos para que la
reanudación de la quinta Asamblea de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente sea un éxito rotundo.
Aunque nos reunimos en un momento de agitación, en el
que la paz sigue siendo más importante que nunca, puedo
decir sin duda que la UNEA 5.2 es la reunión más
relevante e importante de este organismo desde su
formación. ¿Por qué? Porque la triple crisis planetaria del
cambio climático, la pérdida de la naturaleza y la
biodiversidad, y la contaminación y los residuos, amenaza
con tirar de la alfombra bajo los Objetivos de Desarrollo
Sostenible, y con ello, con hacer desaparecer nuestras
aspiraciones de acabar con el hambre y la pobreza, ofrecer
paz y equidad, y vivir en armonía con el mundo natural.
El cambio climático, tal y como nos decía esta semana el
último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático, está desencadenando impactos
de mayor escala e intensidad en todo el planeta. Estamos
asistiendo a peligrosas alteraciones en todo el mundo
natural. Las especies están migrando en busca de
condiciones más habitables. La injusticia climática hace
que los pueblos indígenas y las comunidades locales se
vean más afectados.

La naturaleza y la pérdida de biodiversidad están royendo

los cimientos de la salud y la prosperidad humanas. Un
ejemplo asombroso es que entre el 20% y el 40% de la
tierra está degradada. Esta degradación afecta a casi la
mitad de los ciudadanos del mundo y hace cada vez más
difícil alimentar a todos, tarea en la que ya estamos
fracasando.

La contaminación es, sencillamente, mortal. Toda vida

perdida es una tragedia, por supuesto, pero demos alguna
escala: El COVID-19 ha causado cerca de seis millones de
muertes en dos años. Sólo la contaminación del aire
interior y exterior causa siete millones de muertes
prematuras cada año. Paramos el mundo por el COVID-19,
y sin embargo dejamos que siga la contaminación.
Estas tres crisis se suman a una emergencia planetaria
interconectada, impulsada por la forma insostenible en que
producimos bienes y consumimos recursos.

Dadas las estadísticas, es comprensible que la gente esté

preocupada por la triple crisis planetaria. Que los jóvenes
estén preocupados por su futuro. Que mucha gente se
sienta impotente. Pero no estamos indefensos. Lo que
hemos hecho, podemos deshacerlo.

Ya hemos conseguido mucho: a través de este organismo,

de los acuerdos multilaterales internacionales y de la
actuación de gobiernos, empresas, sociedad civil y
particulares. Hay una concienciación récord sobre los
problemas y sus soluciones basadas en la ciencia. Un
compromiso récord de las partes interesadas, sobre todo
de los jóvenes. Una acción significativa récord. Un
compromiso récord para aumentar la ambición. Sí, todavía
estamos avanzando muy lentamente para ponernos al día
con la aceleración de la crisis. Pero conocemos las
soluciones. Estoy seguro de que podemos desplegarlas al
ritmo y la escala necesarios.

Colegas, al celebrar este año los 50 años desde Estocolmo

y el nacimiento del PNUMA, debemos reconocer también
los esfuerzos de quienes nos precedieron: desde Maurice
Strong, el primer Director Ejecutivo del PNUMA, hasta las
personas comprometidas que perdieron la vida al llegar a
la UNEA en marzo de 2019. Todos ellos han ayudado a
construir una plataforma para la acción. A ellos les
debemos elevarnos desde esta plataforma hacia un mundo
con cero emisiones. Un mundo sin contaminación. Un
mundo en el que las personas vivan en armonía con la
naturaleza.

La UNEA 5.2 nos ha dado la oportunidad de volar. Los

negociadores han hecho un trabajo increíble. Para su
 adopción hoy, tenemos resoluciones que pueden añadir
empuje a nuestro salto, dirección a nuestro vuelo. Son
transversales a la triple crisis planetaria.

La Directora Ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, hablando durante la sesión

plenaria de apertura del segmento de alto nivel 5.2 de la UNEA

Pero de los propósitos que adoptará, hay uno muy

importante que destaca.

Como dije a los negociadores hace unos días, el mundo

exige que actuemos contra la contaminación por plásticos.
Ellos, los negociadores, han dado el primer paso en este
proceso al acordar la creación de un Comité
Intergubernamental de Negociación (CIN) que forjará un
acuerdo mundial sobre la contaminación por plásticos.

Esto habría sido impensable hace apenas unos años. Pero

hoy, aquí en Nairobi, en la única sede de las Naciones
Unidas en el mundo en desarrollo, en la capital mundial del
medio ambiente, se está dando un paso crucial para
cambiar el rumbo de la contaminación por plástico. Es un
momento histórico. Felicito a todos los implicados por
habernos llevado a este punto. Pero queda mucho trabajo
por delante para hacer frente a la enorme magnitud de la
contaminación por plásticos.
Mira, en el espacio de una vida humana, hemos creado un
enorme problema. Recuerdo que mi madre me contaba
que estaba sentada en un café inmediatamente después
de la liberación de Dinamarca, antes de que yo naciera. En
la mesa de al lado había dos hombres de negocios
estadounidenses con bloques de colores hechos de un
nuevo y extraño material. Mientras escuchaba a hurtadillas,
la curiosa colegiala de 18 años les oyó decir: "Esto es
plástico. Esto es el futuro".

Estos empresarios sólo preveían un futuro de beneficios y

comodidad. No previeron un futuro -ahora nuestro
presente- en el que la contaminación por plásticos está en
todas partes, desde la fosa oceánica más profunda hasta la
cima de la montaña más alta. Vemos esta contaminación.
Sentimos su impacto climático. Vivimos con el puro
despilfarro que supone tomar un material versátil y
duradero y convertirlo en desechable, perdiendo todo su
valor en lugar de conservarlo.

Ahora debemos hacer que la forma errónea de fabricar y

utilizar el plástico sea el pasado.
Distinguidos invitados, el mundo está mirando. Les
pido que aprueben la resolución del INC para que
puedan comenzar las negociaciones, y podamos
entonces aterrizar el acuerdo propiamente dicho a la
mayor brevedad posible, y a más tardar, a finales de
2024.

Y al embarcarnos en este viaje, tengamos claro que el

acuerdo solo contará de verdad si tiene disposiciones
claras que sean jurídicamente vinculantes, como dice la
resolución. Solo contará si adopta un enfoque de ciclo de
vida completo, que abarque desde el diseño hasta la
producción, pasando por la circularidad y la reducción,
gestión y prevención de residuos.

Tenemos que explorar todas las opciones, incluidos los

objetivos para los nuevos polímeros en bruto que se
introducen en la economía. Tenemos que explorar
mecanismos de seguimiento y de información para apoyar
la acción nacional. Debemos establecer mecanismos de
financiación y medios de aplicación. Tenemos que ofrecer
incentivos a todas las partes interesadas y
comprometernos con las empresas. Y, por último, tenemos
que asegurarnos de que el acuerdo cuente con un
verdadero apoyo político al más alto nivel, tanto para llegar
a un acuerdo en un tiempo récord como para empezar a
aplicarlo.

Así pues, las decisiones que tomemos hoy serán

monumentales. Cuando demos el pistoletazo de salida
a la resolución del INC, tendremos el acuerdo
medioambiental multilateral internacional más
importante desde París. Y dicho acuerdo podría ser
transformador.

Si se consigue el acuerdo adecuado, se pondrá en marcha

una economía circular que aportará enormes beneficios.
Un enfoque integral de economía circular podría reducir el
volumen de plásticos que entran en nuestros océanos en
más del 80% para 2040. Podría reducir la producción de
plástico virgen en un 55%. Podría ahorrar a los gobiernos
70.000 millones de dólares para 2040. Podría reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero en un 25%.
Crear 700.000 puestos de trabajo adicionales,
principalmente en el sur del mundo.

Y hacerlo bien podría crear un modelo para un movimiento

muy necesario hacia la circularidad en otros sectores,
especialmente en la energía, el transporte y la
construcción. Lo que funciona para los plásticos podría
funcionar también en estos sectores, creando puestos de
trabajo y mitigando la triple crisis planetaria.

Distinguidos invitados,

El PNUMA@50 demuestra que hemos logrado mucho.

Pero no tenemos otros 50 años para terminar el trabajo
que empezamos en Estocolmo en 1972. Tenemos menos
de diez años para reducir casi a la mitad las emisiones de
gases de efecto invernadero y mantenernos en el camino
de un aumento de la temperatura de 1,5 grados
centígrados en este siglo. Tenemos el mismo tiempo para
cumplir el Decenio de las Naciones Unidas para la
Restauración de los Ecosistemas y recuperar tierras
productivas y sanas de la degradación y la desertificación.
Y cuando lo hagamos, cuando superemos la triple crisis
planetaria, conseguiremos los ODS.

El PNUMA se está centrando y profundizando en la triple

crisis planetaria, incluso mediante la creación de tres
fondos temáticos: Estabilidad climática, Vivir en armonía
con la naturaleza y Hacia un planeta sin contaminación.
Estos fondos permitirán a los Estados miembros respaldar
el trabajo del PNUMA para hacer frente a la triple crisis de
manera que apoyen las economías de los países y tengan
un mayor impacto.

Mientras tanto, usted está a punto de dar un discurso en la

UNEA 5.2 - sobre la contaminación por plásticos y cada
resolución enfocada y significativa. Por ello, les doy las
gracias. Pero recuerden que estas resoluciones sólo
cambiarán la aguja si, una vez adoptadas, crean
rápidamente un impacto en el mundo real. Y sólo pueden
tener un impacto real si reciben un respaldo inequívoco al
más alto nivel político.
Así que nos corresponde seguir la ciencia, juntos, como
comunidad global. Debemos saltar alto, volar lejos y
movernos rápido para crear un mundo en el que todos
podamos vivir, juntos, en paz y prosperidad. Gracias, de
nuevo, a todos los que nos han traído hasta el punto en
que tenemos la oportunidad de hacerlo. Ahora adoptemos
estas resoluciones y demos ese salto.

Gracias