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Cine Etica y Argumentacion Judicial COTRE SUPERIOR MEXICO
Cine Etica y Argumentacion Judicial COTRE SUPERIOR MEXICO
PO
C156 Cine, ética y argumentación judicial / [esta obra estuvo a cargo del Instituto de
C563c Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la Ética
Judicial ; presentación Ministro en retiro Mariano Azuela Güitrón ; Prólogo
José Ramón Narváez Hernández]. -- México : Suprema Corte de Justicia de la
Nación, Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis, 2013.
xiii, 654 p. : il. col. y b. y n. ; 28 cm.
ISBN 978-607-468-509-1
Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio, sin autorización escrita de los titulares
de los derechos.
Los derechos de copyright de las carátulas, carteles y pósters incluidos en esta obra, pertenecen a
sus respectivas distribuidoras y productoras.
Impreso en México
Printed in Mexico
Esta obra estuvo a cargo del Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión
de la Ética Judicial.
Cine,
ética y argumentación
judicial
Primera Sala
Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo
Presidente
Segunda Sala
Ministro Sergio A. Valls Hernández
Presidente
Presentación.................................................................................................. IX
Prólogo........................................................................................................... XI
Rashomon...................................................................................................... 397
Ulises Schmill Ordóñez
Topaze............................................................................................................. 485
Gonzalo Uribarri Carpintero
Por su elemento estético, el cine es una herramienta para adquirir cultura y, por
tanto, aporta la posibilidad de mejorar como personas. Cuando la ética se apoya en
la estética logra mejor sus objetivos, esta combinación altamente explotada por los
griegos a través de la idea de paideia, logró buenos resultados, el ciudadano se
educaba a través de las artes, se hacía más responsable y crítico.
IX
Se ha insistido mucho en señalar que, una imagen dice o vale más que mil pala-
bras, pero es cierto, una sola escena puede transformarle la vida a una persona, si
ésta es acompañada de la reflexión adecuada. El cine como instrumento en la
capacitación judicial sirve para sensibilizar a los miembros que integran el Poder
Judicial, pero sobre todo, es un medio que permite ilustrar los principios de la
ética judicial o ciertos argumentos complicados de alguna sentencia cuyo caso
XI
En tercer lugar, el trabajo del profesor Alfonso Huerta, comunicólogo con una
amplia experiencia en el desarrollo de cine-clubs, constituye una herramienta muy
valiosa para introducirnos en la apreciación del cine. Además, nos ofrece una rela-
ción importante de los géneros cinematográficos que más relación han tenido a
lo largo de la historia con el ámbito judicial.
Finalmente, esta primera sección comprende el trabajo del profesor Álvaro Fer
nández Reyes, quien aborda los temas jurídicos del castigo, la sanción y la ley a
partir de cómo son proyectados por diversas películas, como una expresión cultu-
ral de tipo sociológico que se vuelve especialmente indicativa.
Por otro lado, la segunda sección del libro se integra por los dossiers que, conforme
a la metodología, se fueron generando en el Instituto como material de apoyo
para los asistentes a cada una de las películas que se proyectaron en nuestros
ciclos. La variedad en la extensión de los contenidos no sólo es una muestra de
las diversas lecturas y análisis que permite la apreciación cinematográfica, sino
de la flexibilidad que debe tenerse para la formación de estos materiales en aten-
ción al tipo de evento y al público particular al que se encuentran dirigidos
1
Una propuesta interesante al respecto es la de Peske, Nancy y West, Beverly, Cineterapia. La guía de películas
para todos los estados de ánimo, Ediciones B, Barcelona, 2002; aunque la guía está pensada en los estados de
ánimo femeninos, lo que es obvio a partir de la lectura de la misma, es que como en cualquier otra terapia es
necesario un tratamiento y dosificaciones específicas para cada malestar, ciertamente el cine es una terapia
grupal por lo que la selección de las películas debe ser genérica pero no está de más tratar de hacer las debidas
advertencias en su caso cuando se trate de argumentos o escenas fuertes que puedan afectar a algunos.
quien expone el análisis de una película, y hacer notar que se trata siempre de un
punto de vista personal.2
El uso de películas para formar al personal judicial puede ser algo sencillo e inclu-
so recurrente, pero no por ello debe ser algo irreflexivo, ciertamente, el hecho de
reunir a un grupo de personas (por ejemplo a los empleados de un órgano judicial)
puede ser de entrada positivo de cara a una actividad de integración, pero la idea
es que se puede ir un poco más allá y lograr ciertas dinámicas que permitan apro-
vechar lo que se vio en pantalla.
El primer problema al que nos enfrentamos es ¿qué película elegir? David Gilmour
nos dice: "Elegir películas para la gente es un asunto peliagudo. En cierto senti-
do es igual de revelador que escribir una carta a alguien. Muestra lo que uno
piensa, lo que le emociona, a veces incluso puede mostrar cómo piensa uno que el
mundo lo ve a él".3
Por lo que se refiere a la lista de posibles películas relacionadas con la ética judi-
cial, podemos decir que hay algunas que tratan directamente los principios ético
judiciales; su identificación constituye un trabajo pendiente pero además un trabajo
2
Esta virtud es conocida en ética general y ética judicial como la humildad "Virtud que consiste en el cono-
cimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento" (según defi
nición de la Real Academia). El comentarista y el auditorio deben saber de antemano que es una actividad para
mejorar como jueces y personas y no una batalla campal de argumentos.
3
Gilmour, David, Cineclub, Reservoir books, Colombia, 2009, p. 199.
Una experiencia inicial que se ha tenido en este sentido, nos sugiere que puede
haber dos grandes grupos de películas. Por un lado, aquellas que se ubican en el
sector de los trial films, es decir, películas con trama judicial donde aparecen fun-
cionarios judiciales haciendo diversas acciones, mismas que podrían ser reflexio-
nadas a la luz de los principios de la ética judicial; al final del día nos daremos
cuenta que todo abona a ellos, porque este tipo de películas en las que se enfatiza
la argumentación jurídica podrían ser útiles e incentivadoras para mejorar la acti-
vidad argumentativa del Juez. Ni siquiera esbozaremos una lista de estas pelícu-
las porque sería robarle espacio a la intención del ensayo, pero sirva decir que
circulan varias listas sobre este tipo de películas. Sólo por mencionar unas muy
emblemáticas sobre ética judicial: And justice for all (Justicia para todos, Norman,
Jewison, 1979),5 pero igualmente para reivindicar el cine latinoamericano de buena
calidad y contemporáneo, El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009).
4
Vigo, Luis Rodolfo, "Preguntas, objeciones, riesgos y justificación de la ética judicial" en Códigos de Ética
Judicial, derecho disciplinario y justificación de la ética del Juez, Serie Ética Judicial no. 19, Suprema Corte
de Justicia de la Nación, México, 2010, pp. 57-99, en particular p. 58. Incluso podríamos problematizar si la ética
judicial es estrictamente aplicable sólo al Juez; de hecho, en el cine, el Juez suele ocupar espacios muy cortos
y su actuación siempre está enmarcada por la interacción con otros muchos personajes, en principio con el
abogado y el justiciable.
5
En este ensayo se colocarán los títulos originales de las películas citadas, esta es una sugerencia que a
nosotros nos ha resultado útil, de este modo cuando se elabore una ficha técnica sobre una película es siempre
aconsejable poner el título original, pues algunas películas cuentan con diferentes títulos en español y eso
puede dificultar su ubicación, para lo cual también se anexa el nombre del director y el año en el caso de que
hubiera más versiones con el mismo título. Eventualmente hay quien agrega el país de origen, aunque cada vez
es más recurrente ver películas apátridas con director de una nacionalidad y presupuesto de otros tantos
países.
El otro grupo de películas lo integran aquellas que tratan de conflictos éticos, inclu-
so sin hacer la mínima referencia a algo judicial, pero que, por obvias razones,
pueden ser utilizadas para hacer analogías y aplicaciones prácticas en el ámbito
judicial; por ejemplo The road (El último camino, John Hillcoat, 2009)6 que habla de
la confianza en los demás, o Babettes gæstebud (El festín de Babet, Gabriel Axel,
1987) que trata sobre la honestidad y las relaciones humanas, situaciones que son
perfectamente extrapolables a un juzgado.
Mucha tinta se ha vertido en torno a todo lo que el cine puede aportarnos cultu
ralmente, de hecho la mayoría de personas que asisten a la proyección de una pe-
lícula van convencidos de que además de entretenimiento, recibirán información y
aprenderán algo nuevo. Para abonar un poco más al tema y siguiendo a Valentín
6
Vid. infra, apartado 7.
7
Coria, José Felipe, Taller de cinefilia, Paidós, México, 2006, p. 24.
Thury,8 podemos decir que el cine nos aporta 4 cosas importantes en el área jurí
dica en específico:9
8
Thury Cornejo, Valentín, "El cine, ¿nos aporta algo diferente para la enseñanza del Derecho?", Academia:
Revista sobre enseñanza del Derecho, año 7, número 14, 2009, pp. 59-81.
9
Sobre el uso didáctico del cine en el ámbito jurídico recomendamos Rivaya, Benjamín, "Derecho y cine.
Sobre las posibilidades del cine como instrumento para la didáctica jurídica" en Presno Linera, Miguel Ángel,
y Rivaya, Benjamín (coords.), Una introducción cinematográfica al derecho, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2006,
pp. 12-28. El profesor Rivaya nos explica cómo el cine es poderosa herramienta en tanto que rompe los esque-
mas de una acartonada pedagogía tradicionalista del derecho.
10
Medine, David, "Law and Kurosawa’s Rashomon", en Literatura/Film Quartely, vol. 20, no. 1, 1992,
pp. 55-60.
d) Derecho y cultura popular: los asistentes a eventos sobre cine y ética judi-
cial podrán percibir el intríngulis de la película de inicio, pero además al
analizar el impacto de la película en otras personas como amigos y fami
liares o sus propios compañeros de trabajo, servirá para dimensionar los
problemas sociales y percibir los imaginarios que sobre la justicia tienen
el cine y los ciudadanos a los que se administra justicia.
Podríamos agregar una aportación más del cine y que debe ser tomada en cuen-
ta por quien comenta películas, se trata de la relación ética y estética; el cine nos
aporta con el simple hecho de mirar las imágenes que ahí se nos presentan, la
historia del cine nos narra cómo los primeros cinematógrafos causaron verdaderas
revoluciones sociales simplemente por el hecho de mostrar lugares lejanos y cos-
tumbres extrañas; por eso el cine, por su elemento estético, es una herramienta
para adquirir cultura y por tanto la posibilidad de mejorar como personas. Cuando
la ética se apoya en la estética logra mejor sus objetivos; esta combinación alta-
mente explotada por los griegos a través de la idea de paideia logró buenos resul
tados, el ciudadano se educaba a través de las artes, se hacía más responsable
y crítico.
El arte se sirve de las emociones, logra comunicar su mensaje cuando logra co
nectar emotivamente a su destinatario; el mejor consejo para quien comenta una
película es aprovechar las emociones y el contenido visual y artístico de la misma.
Siempre es mejor que el comentario de una película lo haga el mismo que la sugi-
rió, es mejor una película grata para el comentarista e incluso alguna que le haya
motivado personalmente, porque esta emotividad podrá ser contagiada a otros;
pedagógicamente hablando, es muy eficaz el conocimiento que se acompaña con
el entusiasmo de quien lo transmite. Hernán Rivera en su novela La contadora de
películas, nos narra la historia de una niña que fue elegida entre varios hermanos
por su padre para ir a ver películas al cine y luego contárselas a la familia, el motivo
de que ella fuera la elegida es que ella revivía las películas y lograba transmitir en
quien la escuchaba sentimientos, incluso más profundos que si se hubiera asistido
personalmente a ver la película, como sucedió de hecho con una señora mayor
que pidió se le contara una película que ya había visto y la niña no se recordaba
bien, pero la contó con tal pasión, que esa versión le gustó más a la viejita.11
a. El estado de alerta
11
Cfr. Rivera Latelier, Hernán, La contadora de películas, Alfaguara, México, 2010.
dinero o, en su caso, como un trampolín para cargos más altos; en tal situación
es difícil que se planteen la necesidad de capacitarse, pero supongamos que se
parte del presupuesto de que el Juez considera necesario adquirir nuevos cono
cimientos, este es el estado de alerta, es decir, aquel escenario en el que el Juez al
menos tiene la convicción de necesitar la capacitación.
Este estado de alerta debería ser constante y permanente, quien considera que
ya ha llegado a un nivel óptimo de conocimientos, realmente está lejos de conse-
guirlo, no por la máxima socrática del "yo sólo sé que no sé nada" que puede ser en
el fondo una falsa soberbia, pues se es consciente de la ventaja que supone el
considerarse abierto al aprendizaje y, por tanto, con una superioridad sobre los
demás. Aquí es muy adecuada una escena de la película Fahrenheit 451 (François
Truffaut, 1966) basada en la novela homónima de 1953 de Ray Bradbury, en la cual,
un incendiario de bibliotecas del futuro se topa con la Ética a Nicómaco de Aristó-
teles y para justificar el quemarlo dice: "Éste debe de ser muy profundo... la Ética de
Aristóteles, cualquiera que lo haya leído, a la fuerza ha de considerarse superior al
que no lo ha leído... y es inútil, compréndalo, todos hemos de ser iguales. Sólo se
alcanza la felicidad estando todo el mundo al mismo nivel, Por eso debemos que-
mar los libros, Montag... todos los libros".
(…)
Hay una película que he visto por última vez, ésta es una verdad irrefutable, pero
además, hay una película que jamás veré. Lo trascendente y lo efímero se unen en
el cine. El cine permite preservar el estado de alerta respecto de los conocimientos
pues se tiene la sensación con grandes rasgos de verosimilitud, de que son
muchos los temas de que tratan las películas y que siempre se aprende algo nuevo,
incluso con las malas películas.
Por lo apenas expuesto, el Juez debe buscar un tipo de formación que lo posibilite
a mejorar en su actuación, este es el tipo de formación más difícil pues implica la
adquisición de habilidades que no se adquieren a través de la simple aprehensión
de ideas. Sabemos muy bien que el positivismo científico fomentó un tipo de edu-
cación basada en la recolección y sistematización de información, sistema que hoy
impera en la mayoría de nuestros países, por lo que poco se repara en la adquisi-
ción de hábitos y en el cambio de conductas que es finalmente a lo que aspira la
ética judicial. Pues bien, el cine no sólo informa, sino que, incluso abiertamen-
te desde sus inicios, tuvo la intención de formar; es un detonante que lleva a re
flexionar, así que ante la gran oferta de cursos que informan, el cine podría ser un
instrumento interesante para formar conciencias, como lo propone el siguiente
artículo del Código Iberoamericano de Ética Judicial:
c) Formación audiovisual
12
Tal vez nos hemos convertido en el homo filmicus al que se refiere Posada, Pablo Humberto, Apreciación
del cine, 3a. ed., Alhambra mexicana, México, 1992, pp. 6-7. "Pues el cine se presenta al hombre y éste no puede
sustraerse de su influencia. Podrán ser muchos los que no asistan al cine y los que asistan rara vez; pero el
espectáculo está presente en todas partes proponiendo puntos de vista y presentando maneras de ser… y
el hombre no puede ignorarlo o dejar de sentir sus efectos…".
Una imagen dice más que mil palabras. Esto puede ser cierto en la medida que, el que
mira, tenga los elementos necesarios para decodificar la imagen, pero ciertamente
una imagen es más directa e inmediata que las palabras, por ejemplo de un libro; claro
está que no hay que prescindir de los libros y de las lecciones, pero al lado de todo ello,
una película podría ser muy eficaz para ahorrar tiempo (cuando no lo hay) o para refor-
zar conocimientos; finalmente es una herramienta más que debe utilizarse con pru-
dencia13 y de modo transversal, es decir, junto con otras herramientas, y sin que el ideal
sea formar sólo a través de medios audiovisuales, lo cierto es que en el trajín de la vida
de nuestros días a veces viene bien comenzar una discusión altamente polémica o
especialmente difícil, a través de imágenes cinematográficas.
No podemos dejar de mencionar que el cine pertenece a un tipo de medio que por su
naturaleza está diseñado para fomentar la evasión del espectador para que por un
momento se olvide de sus problemas y los de su contexto (a menos que la película
no trate directamente de ello) "saturación y costumbre, invisibilizan las imágenes y
su significado, y configuran algo así como un ‘efecto paisaje’ en el que se ve sólo la
forma, pero se pierden por completo la esencia y el contenido";14 quien utilice el cine
como herramienta didáctica debe estar consciente de ello porque se parte del prejui-
cio de que al cine va uno a divertirse o, en el mejor de los casos, a dejar de pensar
en primera persona; creemos que entretenimiento y reflexión no necesariamente
deben estar enfrentadas como ideas y que es posible divertirse y formarse a la vez.
13
La Real Academia nos dice de esta virtud: "Una de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en discernir
y distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello" es una virtud que depende mucho de las circuns-
tancias, para algunos es la virtud de virtudes porque requiere de la convergencia de las demás, es aplicar las
virtudes en el momento idóneo, por eso se le conoce también como circunspección, criterio y discrecionalidad.
14
Rivera Betancur, Jerónimo L., Cine recetas y símbolos. Guía para entender el cine, sin dejar de disfrutarlo,
Universidad de Medellín, Medellín, 2010, p. 20. Lo cual no deja de ser paradójico, pues la propia oscuridad de la
sala de cine fomenta nuestra sensación de aislamiento y a la vez de participación en lo que se observa pues
nuestra atención se fija en el único punto iluminado.
Por lo que hace al artículo 30 se menciona a todos los saberes y técnicas que favo-
rezcan el mejor cumplimiento de la función, el cine como herramienta pedagógica
es una técnica o, mejor dicho, una tecnología que podría contribuir al objetivo
deseado, y aunque es relativamente joven el cine (un poco más de 100 años) al ser
heredero de otros saberes como las artes dramáticas y escénicas, definitivamente
viene a constituir un nuevo saber propio de nuestro tiempo. Para quien hace histo-
ria del cine en general, le es común encontrar anécdotas de las personas que
asistieron a las primeras filmaciones, las cuales de inmediato entraban en contac-
to con realidades, lo que de otra forma, hubiera sido imposible hacer, lugares dis-
tantes, costumbres diferentes y extrañas pero, por otro lado, problemas y soluciones
comunes. El cine es un medio de conocimiento de lo humano muy simple y, por
ello, muy accesible para la mayoría, por eso el cine nació plebeyo y democrático,
bajo carpas, en zonas rurales y barrios de poca categoría. Lo que para muchos era
entretenimiento de masas para otros fue una oportunidad para comenzar a formar,
a veces no con tan buenas intenciones; por eso con el cine, nació la ética del cine,
porque todo director tiene una responsabilidad social enorme.
Por lo que hace al artículo 31, nuevamente el cine puede contribuir mucho. Nor-
malmente los temas relacionados con la ponderación de derechos y valores cons-
titucionales pueden ser bastante polémicos, el cine nuevamente se presenta
como un mediador emocional que podría presentar los derechos y valores deba-
tidos en un contexto de aplicación. De entrada observaremos que los derechos
no coexisten solos, el ejercicio de abstracción que hace el juzgador (sobre todo
constitucional) para enfrentar sólo dos derechos o sólo dos valores, es una simpli-
ficación; a través del cine, por el contrario, se puede percibir el entramado de los
derechos y valores en un contexto específico.
5. APRECIAR EL CINE
El cine es entretenimiento pero también cuenta con una carga ética; a través del
7o. arte se plantean problemáticas a las que los seres humanos se enfrentan ya sea
cotidianamente o en el límite de su humanidad, el cine propone soluciones e inclu-
so el simple planteamiento de los casos nos da la sensación de estar asistiendo a
la materialización de cuestiones que en el plano teórico parecen demasiado com-
plicadas, pero basta ponerlas en imágenes para intentar resolverlas.
No abundaremos sobre la relevancia del cine porque hoy por hoy es obvia; como
arte es algo que llega a millones, como fenómeno educador, es un hecho que mu-
chos gobiernos, ideologías y posturas son traducidas en largometrajes para lograr
cambiar conciencias. El cine es entonces relevante para nuestras sociedades
audiovisuales.
¿Cómo apreciar el cine? Significa dotarlo de valor, por el título de este ensayo es
claro que partimos del presupuesto de su utilidad en la actualización de los funcio-
¿Qué es lo que el director quiso decir?, ¿qué es lo que quiso hacernos pensar?, ¿qué
es lo que quiso hacernos sentir? Preguntas como las anteriores o similares ayudan
a identificar cuál es el mensaje que quiere transmitir el director, estamos delante
de una cuestión inherente al cine, que es su hermenéutica, toda película debe
presumirse como una visión particular del director; incluso en los documentales,
no podemos exigirle objetividad al director, lo que vemos en la pantalla, como se
dice en la jerga cinematográfica, es una propuesta, podemos identificarnos o apar-
tarnos de ella. Además hay directores iconoclastas que buscan romper esquemas
y manejan discursos contrarios a la opinión de la mayoría.
Obviamente es muy favorable conocer el discurso del director porque eso nos per-
mitirá tener un parámetro más objetivo para juzgar lo que vemos, ciertamente a
veces no es fácil, porque pareciera que una vez que la película es proyectada ha
cobrado vida propia y hay como una especie de parricidio respecto del director.
González Iñárritu, por ejemplo, en los comentarios adicionales de Amores perros,
dice que cuando él ve la película le da la sensación de estar viendo algo ajeno a él
y eso le permite apreciarla mejor, pero incluso liberarse de la propia carga de con-
ciencia que le llevaría a replantear una y mil veces su película; algunos directores
optan por hacer las otras versiones posibles o inicios o finales alternativos y todo
esto puede hacer más complicado, pero también más rico el análisis, de forma que
todo contribuye a tener más cabalidad del problema, incluso el contexto en el
que fue filmada la película, los problemas a los que se enfrentó el director y los
productores, la biografía misma del director y, en algunos casos, la adaptación que
ciertos actores hacen de la idea del director; todo lo que sirva para ilustrar el dis-
curso es útil.
15
Algunos de estos aspectos los hemos tomado de Rivas, Carolina, Cine paso a paso. Metodología del auto
conocimiento, FONCA, CONACULTA, CUEC/UNAM, México, 2010.
Un matiz que debemos hacer en este punto, es que si bien hay un tema preponde-
rante y para hacer análisis cinematográfico es conveniente identificarlo, también
es cierto que el tema de la película pudiera estar mezclado con otros temas, in
cluso podría estar escondido, y es que en el cine como en la realidad, los valores,
vicios y virtudes coexisten e interactúan de manera compleja y, a veces, lo que pa-
recía no tener importancia, aparece posteriormente como algo fundamental para
la solución de un conflicto o para entender un contexto específico; también es
cierto que dependiendo del intérprete, ya sea de la realidad o del filme, la selección
del tema puede variar, incluso en el mismo intérprete, que en momentos puede ser
más susceptible hacia una lectura particular del asunto.
c. El conflicto y la premisa
que el espectador genere su propia síntesis, como lo hace incluso el mismo direc-
tor, razón que explica algunas veces las necesarias secuelas; en efecto, aunque
es cierto que en algunas ocasiones las secuelas obedecen a fines puramente co-
merciales, eso no obsta para que se pueda identificar la propuesta dialéctica de
un director o productor a través de una saga.
d. Sociología de la película
16
Cfr. Anderson, Benedict, Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del naciona
lismo, FCE, México, 1993.
Para decirlo de forma muy sencilla, el uso del zoom de la cámara contribuye a
generar estados de expectación, enfatizan aspectos de una escena, en fin, ayudan
al director a consolidar el mensaje que pretende, y si bien es cierto que el primer
plano tiene un efecto retórico manifiesto, también es cierto que algunas veces
los planos secundarios cobran verdadera importancia; incluso, yendo más allá,
por la propia dialéctica del cine, lo que "debió" verse en pantalla pero no se vio (y por
tanto se deja a la imaginación del espectador), conocido como plano en off, puede
ser fundamental.
ii) Musicalización
refuerzan una escena y preparan al espectador para una aventura sensitiva más
transversal, donde se suman el oído y la vista.
iii) Edición
También conocida como montaje, para muchos el trabajo más arduo y el más artís-
tico; normalmente los directores se encuentran condicionados por un tiempo, por
cuestiones comerciales y por su propio discurso, al final deben sacrificarse esce-
nas y reducir otras, por eso es interesante, contar a veces con versiones extendidas
y versiones del director que pueden ayudar a entender mejor el discurso, el tema,
el conflicto y la premisa.
iv) La actuación
Hay películas que sólo valen la pena por la actuación de uno de los personajes,
por citar un ejemplo reciente, la ganadora del Óscar Natalie Portman en Black swan
(Cisne Negro, Darren Aronofsky, 2010). Hay actores tan buenos que hacen su
propia adaptación del personaje superando en mucho las pretensiones iniciales del
director. La famosa escena de ... and justice for all (Justicia para todos) no sería lo
mismo sin Al Pacino, tal vez en una de sus mejores interpretaciones.
También se dice que fórmulas muy exitosas como Pirates of the Caribbean (Piratas
del Caribe),17 deben su éxito a la adaptación que Johny Deep hace de su papel;
directores y productores esperan la interpretación que Deep hará de un personaje
para poder desarrollar el guión; así que la actuación puede justificar o incluso de-
terminar el rumbo de una película.
17
Tetralogía de Disney dirigidas, las 3 primeras, por Gore Verbinski (2003, 2006 y 2007) y la última por Rob
Marshall (2011).
Por otro lado, cada quien ve su película, esto quiere decir que cada espectador re-
crea y reinterpreta lo que está en la pantalla a partir de sus propios presupuestos
culturales, aunque ciertamente existen escenas que por los elementos que con
tienen hacen planteamientos más generales con un lenguaje más universal, por
lo que pueden ser interpretadas bajo presupuestos más o menos comunes por la
mayoría de espectadores; sin embargo, siempre cabe la posibilidad de interpreta-
ciones tangenciales, de percepciones distintas; el análisis de las películas debe ser
tal que permita debates respetuosos, en la medida de lo posible, sobre puntos co-
munes, pero debe mediar la libertad de análisis y permitirse la inclusión de puntos
de vista diferentes, todo en aras de la riqueza argumentativa.
Para quien se inicia en la didáctica cinematográfica, hay que advertirle que siem-
pre es bueno mirar la película a proyectarse un par de veces para detectar todos
los detalles posibles que puedan contribuir a una mejor visión, pero también debe
intentar ser empático y pensar en el público que verá la película, todos tenemos
diferentes sensibilidades y hay escenas que pueden tocar puntos vulnerables o
simplemente ser inapropiadas para un tipo de auditorio. Algunos profesores optan
por la edición de la película, eso ciertamente puede ser costoso y complicado,
algunos aparatos hoy en día permiten pre-programar la proyección con selección
de escenas; también está el método tradicional de adelantar y rebobinar, pero esto
también puede ser contraproducente para parte del auditorio que puede distraerse
o entender mal la intención del monitor. Ciertamente, hay películas que son impor-
tantes para un cierto tema y que a veces, por cuestiones comerciales, introducen
escenas incómodas para algunos, con el afán de generar morbo o simplemente
dar un giro a la trama. Para no desaprovechar estas películas, podría hacerse la
aclaración al inicio a los asistentes para que estén prevenidos, incluso puede
aprovecharse el hecho para hacer comentarios sobre la pertinencia de ese tipo
de escenas.
Nuevamente estamos delante de una situación que requiere prudencia, para ver
cierto tipo de cine es necesaria una formación cultural particular, para poder lograr
la disección perfecta entre la persona, el personaje y la realidad; algunas personas
llegan a comprender principios muy complejos con películas para nada verosí
miles, para otros en cambio es necesario compenetrarse en la película, por lo que
son necesarios elementos cercanos a ellos; en cualquiera de los casos, un buen
tratamiento previo y posterior de la película puede ayudar a extraer lo mejor de la
misma y darle su justo lugar a las cuestiones extras; lo mismo puede ser aplicado
para un documental o una película; hay documentales poderosos que no por el
hecho de serlo son totalmente imparciales; de hecho siempre hay un discurso
detrás y tal vez una película de ficción con la misma temática puede ser más influ-
yente que el propio documental.
6. LA CARGA ACADÉMICA
La diferencia entre ver una película y aprovechar lo que la película nos ofrece para
reflexionar, se encuentra en el planteamiento de las preguntas adecuadas. La expe-
riencia indica que un cuestionario mínimo con preguntas acuciosamente elabora-
das, que sirvan como detonantes de reflexión y análisis, hacen la diferencia. Esta
parte, que podríamos llamar la ficha de trabajo, consiste en entregar a los espec
tadores un breve cuestionario que pueda encauzar la reflexión; el cuestionario
podría incluso iniciar con algunas de las preguntas que aquí hemos planteado
como: ¿qué película hubiera usted propuesto para abordar ese tema?, ¿qué hubie-
ra hecho usted en tal situación?, ¿qué escala de valores cree que nos propone el
director o la película?, y ¿qué escala propondría usted?
Estos pasos que parecen elementales pueden ser muy importantes para generar
en el espectador la convicción de estar aprendiendo por él mismo algo, como de
hecho lo es. En la novela Cineclub, de David Gilmour, un padre se acerca a su hijo
adolescente, con problemas escolares y personales, proponiéndole que vean
películas y las comenten, en la primera ocasión que tienen el padre comienza
explicándole al hijo el porqué se considera importante esa película en la historia
del cine, el efecto que en él mismo produjo su visión y le da las razones por las que
considera dicho film debe ser visto, después de observarlo, el padre a pesar de una
cierta apatía del hijo, comienza a hacerle una serie de preguntas para detonar el
análisis:
–¿Qué te ha parecido?
–Un poco aburrida.
–Me recobré del comentario.
–¿Ves algún paralelismo entre la situación del personaje y la tuya?
–Él meditó un momento.
–No.
–¿Por qué crees que tiene esa expresión tan curiosa en la cara al
final de la película, en la última imagen?
–No lo sé.
–¿Qué cara tiene?
El padre con las preguntas correctas logra que su hijo apático reflexione sobre lo
que vio, e incluso más adelante en la novela el hijo se interesa por leer, viajar y es-
tudiar a raíz de lo que ha descubierto con su padre a través del cine.
Este ejercicio debe realizarse en el tenor indicado al inicio de este trabajo, es decir,
con respeto y libertad, con apertura y transparencia tratando de sumar los diferen-
tes pareceres y percepciones para enriquecer el debate; recuérdese que cada uno
de nosotros ve su propia película, el ejercicio debe consistir en centrar la problemá-
tica para que no se diluya la discusión, sino por el contrario, que pueda la mayoría
aportar en torno a un lugar común. Ahora intentaremos aplicar la metodología.
7. METODOLOGÍA APLICADA
i) Sinopsis de la película
La carretera sigue la premisa del libro del mismo nombre. Un padre sin nombre
(Mortensen) y su hijo de corta edad (Smit-McPhee) luchan por la supervivencia en
un mundo convertido en un páramo invernal en decadencia tras un cataclismo
cuyo origen jamás es determinado.
18
Gilmour, Davir, Cineclub, op cit., pp. 22-23.
La elección de esta película para este ciclo obedeció sobre todo a la necesidad de
discurrir sobre contextos en los que el Juez debe trabajar a pesar de imperar esce-
iii) Análisis
quedado una bala que el padre cederá a su hijo en caso de peligro y previo su
sacrificio.
El niño ha llegado a pensar que no existen personas buenas, con las cuales se
pueda simplemente platicar o jugar; el padre no lo desmiente para que siga alerta
y desconfiando de los demás, pero el niño tiene sus dudas lo que él siente y las
actitudes generosas de su padre le demuestran lo contrario. Finalmente conocen a
un bondadoso anciano, el niño le insiste a su padre que deben ayudarlo, ¿de qué
sirve la vida, si no hay la posibilidad de convivir?, al día siguiente se alejan del an-
ciano. En otro momento un hombre (que es afroamericano por cierto) los roba sin
hacerles daño, el padre recupera lo suyo, pero recurre a una pequeña venganza
que el hijo insiste no efectúe, la voz del niño lo hace recapacitar aunque es dema-
siado tarde, el hombre se ha ido.
El padre ha dicho al niño que ellos llevan dentro un fuego que los impulsa a seguir
adelante intentando sobrevivir y con esperanza, el niño asocia este fuego con la
gente buena. Aun en un mundo caótico y pervertido, conviene confiar en los demás
y esperar algo del futuro; por su parte, el padre sigue lidiando con su pasado, in
tenta incluso cerrar el círculo deshaciéndose de las cosas que lo ligaban a su
esposa.
Había una ligera esperanza al llegar a la costa, el mar significa un poco contra
dictoriamente: plenitud y vacío, es inicio y límite, de cualquier modo como diría
Monguin, es una metáfora de la modernidad con sus incertidumbres y sus falsas
esperanzas. ¿Qué hay del otro lado del mar? pregunta el niño a su padre: nada
responde éste, luego reflexiona un poco y corrige: tal vez haya otro padre con su
hijo mirando hacia el mar como lo hacemos nosotros. La alegoría del espejo, del
soñador soñado, la esperanza es el reflejo de nosotros mismos.
Ahí mismo en la playa, el padre comienza a enfermarse, él mismo intuye que está
por morir, dice –es lo que esperaba desde hace tiempo; el encuentro con el vaga-
bundo que les robó fue el inicio del fin, quizá está arrepentido de su comportamien-
to, vuelve a recomendar a su hijo que se mantenga alerta, con la pistola preparada,
que siga haciendo todo igual como lo han venido haciendo, que siga su camino
hacia el sur.
¿Confiar o no confiar?
Finalmente el padre muere, el hijo se queda a velarlo al parecer sin ningún proyecto
específico, hasta que aparece un hombre, el niño se alerta, el desconocido le dice
que baje el arma, el niño le comenta que su padre le recomendó no soltarla por
nada del mundo, que desconfíe, el hombre le plantea sus dos opciones: seguir solo
o acompañarlo a él y su familia, su esposa y dos niños; puede ser una mentira su-
giere el niño, lo cual implicaría su aniquilación, el hombre le dice que es un riesgo
que debe correr. Al final era cierto, la esperanza está más viva que nunca, el niño
tiene una familia y un camino que recorrer.
La película es bastante cruda y genera sensaciones muy dispares entre los asis
tentes, tal vez este sea uno de los casos en que sea recomendable dejar pasar al
menos un día entre la exhibición de la película y el comentario.
Hay algunas escenas bastante fuertes en las que el director claramente busca
conmover al espectador; para algunos, estas escenas pueden afectarles, por lo que
tal vez convenga advertir al inicio a los asistentes. Uno de estos temas difíciles es
el del canibalismo que practican algunas personas en esta trama. Otro punto que
puede generar debate es el supuesto suicidio de la madre, aunque el director jamás
nos la muestra muerta; lo cierto es que discutir si hizo bien o no al suicidarse y dejar
a su familia puede desviar del tema, así que se debe estar bien preparado para con-
ducir el debate.
v) Ficha visual
Por ejemplo:
Imagen 1
En esta escena vemos al anciano invidente con el que se toparon el padre y su hijo,
el primero seguía desconfiando pero el niño quería creer que todavía había per-
sonas buenas. Así, los asistentes ubicarán mejor al anciano.
19
Esta es la carga académica. En cine, lo sencillo es siempre lo mejor, así que la ficha de trabajo para el
asistente debe tener los elementos mínimos para no generar prejuicios; pueden incluirse también la ficha
técnica y/o la ficha artística.
20
Cuando se trata sólo del reparto suele denominarse ficha artística.
viii) Bibliografía
MONGIN, Oliver, El miedo al vacío. Ensayo sobre las pasiones democráticas, FCE,
México, 1993.
Lord of the Flies (El señor de las moscas, Harry Hook, 1990).
35
1. INTRODUCCIÓN
37
1
Monroy Gálvez, Juan, "Quiero ser Juez", El Comercio, 6 de agosto de 1993, p. A-4.
mismo que en el cine, como lo ejemplifica la película High Noon. Los lazos de
conducta entre el individuo decente que camina en solitario de la película, y el Juez
en su reflexión y uso de las herramientas jurídicas son claros; es el caso de un
hombre que se encuentra en el dilema de hacer respetar la ley poniendo en juego
su propia vida (hacer su trabajo y cumplir con su deber), o dejar todo en manos
de otras personas e irse lejos a vivir una nueva vida libre de problemas ajenos a
los propios.
Los artífices del derecho es uno de los temas, si es que no el principal, que se debe
desarrollar al iniciar los estudios en la Facultad de Derecho. La mayoría de las
veces se puede conocer muy bien La teoría pura del Derecho, pero no se está al
tanto de los episodios de la vida de Hans Kelsen que pueden ayudar a explicar
su razonamiento. En los inicios del curso de Comparación jurídica, por ejemplo, se
presentan los artífices norteamericanos,2 por ser estos los partícipes más cercanos
de las escuelas del Análisis Económico del Derecho, de Derecho y Literatura, del
Realismo Jurídico, así como de Competencia y Mercado; sus perfiles son una bio-
grafía socio-jurídica del Common Law norteamericano.3 Debería de realizarse
igual en el curso de Historia del Derecho, revisando a los Juristas Universales4 y
a nuestros abogados célebres (incluidos nuestros Jueces).5 De todos los Jueces
destacan dos, por su historia y trayectoria en la judicatura contemporánea, Enrique
López Albújar y Domingo García Rada, ya que además de ser eruditos en el estudio
y aplicación del derecho, sus itinerarios fueron intachables.
López Albújar como ser humano y como Juez cultivó un amor por el Perú producto
de sus constantes viajes al interior que, además, le sirvieron para hacerse una
idea de los problemas elementales que afrontaba la justicia.6 Las justificaciones
para su incumplimiento, en ese entonces, además del bandolerismo que hacía
mella en los Andes, las deja retratadas en su novela jurídica Los caballeros del delito.7
A lo largo de sus travesías, entendió que la tendencia en el Perú era a desobedecer
la ley, en razón de la existencia de sus múltiples usos y costumbres, que en esa
época no eran recogidos por el derecho positivo, por ejemplo, la ruta aymara del
comercio.8 Albújar advertía en su itinerario como Juez en las provincias del Perú
esta pendencia o dilema de tipificar conductas como delictuosas a las ya cultural-
mente aceptadas y favorecidas por la tolerancia de la sociedad.
El piurano de corazón cuenta en sus memorias que, para él, cabía la posibilidad de
dedicarse a la política, al ejercicio libre de la abogacía, pero su mayor deseo era
2
Schwartz, Bernard, Los diez mejores Jueces de la historia norteamericana, Civitas, Madrid, 1980.
3
Vile, John R., Great American Judges, ABC-Clio, California, 2003.
4
Domingo, Rafael (ed.), Juristas universales, Marcial Pons, jurídicas y sociales, Madrid, 2004.
5
Ramos Núñez, Carlos, Historia de la Corte Suprema de Justicia del Perú, Fondo Editorial del Poder Judicial,
Lima, 2009.
6
López Albújar, Enrique, Memorias, P.L., Villanueva, Lima, 1963.
7
Una de las historias que acompaña la pluma de Ciro Alegría en su obra Los Perros Hambrientos es justa-
mente la de los Celedonios, célebres bandoleros que se dedicaban al abigeato en los Andes del centro y del sur
del Perú. En el mismo caso de López Albújar, uno de sus cuentos andinos Ushanan Jampi fue llevado al cine con
el título El abigeo (2001), bajo la dirección de Flaviano Quispe Chaiña.
8
Rénique, José Luis, La batalla por Puno: conflicto agrario y nación en los Andes peruanos 1866-1995, IEP:
SUR Casa de Estudios del Socialismo, Lima, 2004.
Un relato exegético de las memorias del autor de Matalaché, nos detiene en los
temas que le preocupaban a nuestro personaje: la independencia económica,
la ratificación judicial (Jueces provisionales), y el venusterio.10 Como dato curioso, se
advierte que Albújar tenía una posición particular frente a que los Jueces debían
ser hombres casados, debido a que aseguraba que mejor juzga aquel que tiene
familia que el que no la tiene o la tiene prestada.
9
López Albújar, Enrique, Memorias, op. cit., pp. 96-97.
10
Advertía este problema López Albújar hace mas de 50 años de publicadas sus memorias y aún el problema
persiste tal como lo recaba en su trabajo de investigación respecto del hacinamiento y falta de un adonisterio en
la cárcel de mujeres limeña. Avilés, Marco. Día de Visita-Confesiones de mujeres desde el penal de Santa Mónica,
Aguilar, Lima, 2007.
Publicó diversas obras, entre las que se encuentra Memorias de un Juez.11 El Juez
Domingo García, por su conducta intachable y posición frente a los intereses polí-
ticos y venales, es un modelo a seguir para la judicatura nacional. Expone los
ambages de la investidura en uno de sus discursos: "Ser al mismo tiempo Juez y
hombre es un dilema dramático: debe despojarse de todas sus debilidades y pre-
juicios, prescindir de amigos, desatender recomendaciones y sobreponerse a
deseos y pasiones para discernir justicia con absoluta imparcialidad".12
En la novela Los Geniecillos Dominicales, Julio Ramón Ribeyro lanzaba una frase
capital en relación al Poder Ejecutivo frente a la independencia del Poder Judicial:
11
García Rada, Domingo, Memorias de un Juez, Andina, Lima, 1978.
12
García Rada, Domingo, "Discurso al asumir la Presidencia de la Corte Suprema de Justicia" (1967).
De García Rada es preciso anotar que fungió como un acucioso regente del Poder
Judicial durante el tiempo que ocupó la Presidencia; en su gestión se alcanzó
incluso a remozar el magnífico edificio del Palacio de Justicia y logró que se insta-
laran los dos leones que custodian la puerta principal de ingreso del edificio:
13
Ramos Núñez, Carlos Augusto, Historia del Palacio Nacional de Justicia, Fondo Editorial del Poder Judicial,
Lima, 2009.
amor por el país, quizá acentuado en esos tiempos difíciles de ocupación e infa-
mia. De raigambre aristocrática, resolvería que con su padre –quien optó por ser
ingeniero– se había roto el linaje de estar destinado a ser presidentes de la Corte
Suprema de Justicia y Ministros de Relaciones Exteriores. Julio Ramón Ribeyro
recibiría el premio Juan Rulfo en 1994, el historiador José Pareja Paz-Soldán recuer-
da así al viejo Ramón Ribeyro:
Las circunstancias actuales sitúan a los nuevos abogados en plena dislocada ma-
sificación de la carrera abogadil, es ahí donde se debiera impartir con ejemplos de
nuestra judicatura las charlas de ética judicial. Jueces que se han sobrepuesto a
los años de dificultad republicana, sumada a las horas difíciles donde campeaba el
tinterillaje y la informalidad; podría decirse que les tocó vivir horas peliagudas, pero
al país siempre lo ha acompañado un tiempo en convulsión, más aún cuando hay
justicia por conceder en un pueblo joven que aún medita su porvenir.
a. Prolegómenos
Manuel Gonzáles Prada fue un intelectual peruano que vivió el fragor y tempestad
social, político y militar de finales del siglo XIX y que criticó duramente la posición
de los Magistrados frente a la sociedad, exponiendo sus debilidades, complejos y
falta de compromiso. Cien años después Vladimiro Montesinos –asesor de Alberto
Fujimori– desnudaría nuevamente a la magistratura mostrando sus peores ele-
mentos.14 Con sus vladivideos se exhibía la miseria en la que se había sumido a la
sociedad peruana; Alonso Cueto en su novela Grandes Miradas retrata con nombre
propio aquellos oscuros días: el ex Magistrado Alipio Montes de Oca se encuentra
conversando con Vladimiro Montesinos, en la sala del SIN (Sociedad Nacional de
Industrias); en la plática Montes de Oca decía: "no se preocupe Doctor Montesi-
nos, en el Poder Judicial todo lo podemos hacer, menos que un varón pueda
parir, pero eso sí, podemos dejar constancia de ello"; desafortunadamente aún
suceden este tipo de casos en los que los Jueces son descubiertos en situaciones
comprometedoras.
Manuel Atienza asegura que en lo concerniente al perfil del Juez resulta con
veniente detenerse no solamente en los conocimientos de derecho que pudiera
poseer, sino en su carácter y en la formación que ha tenido.
14
Cueto, Alonso, Grandes Miradas, Peisa, Lima, 2003; asimismo: En la sala de la corrupción: videos y audios
de Vladimiro Montesinos (1998-2000), Fondo Editorial del Congreso del Perú, Lima, 2004. 6 v.
15
Atienza, Manuel, Virtudes judiciales. Sobre la selección y formación de Jueces en el Estado de derecho,
Ponencia presentada en la III conferencia de Presidentes de tribunales y Cortes Supremas de Justicia de Ibero-
américa, Portugal y España, dictada en la ciudad de Madrid el año de 1997.
16
Rúa, Efraín, El crimen de la cantuta: la desaparición y muerte de un profesor y nueve estudiantes que estre
meció al país. Lima, 1996.
17
Jara, Umberto, Ojo por ojo, Norma, Lima, 2003.
18
Infante, Carlos, Canto Grande y las dos colinas, Manoalzada, Lima, 2007.
19
Uceda, Ricardo, Muerte en el pentagonito: los cementerios secretos del ejército peruano, Planeta, Bogotá,
2004.
20
"Virtudes y Principios del Magistrado" en Materiales de estudio de la Academia Peruana de la Magistratura,
Lima, 2003, p. 124.
El curso de ética judicial debe ser ágil, incorporando herramientas lúdicas para
su dramatización y enseñanza. El tema de fondo no es dialogar sobre qué es la
ética o en qué consiste el curso de ética judicial; es válido hacerlo, pero realmente
la base radica en poder llegar a conocer el perfil del Juez que está recibiendo el
curso y que se haga manifiesto si asimila los temas conversados y pueda dar su
apreciación sobre los mismos; esto es vital, si atendemos a que el Juez es la parte
neurálgica de un despacho de administración de justicia y es quien marcará el
paso de los auxiliares que laboran con él. Para lo anterior, puede ser conveniente
tener siempre presente que: a) La toma de decisiones se genera de acuerdo a los
principios de cada uno (subjetivo), aunque éstos deben estar orientados a los prin-
cipios básicos de la sociedad donde se está administrando justicia (objetivo), b) Hay
que ser críticos del entorno social, c) Se debe partir de la idea de que se convive
con gente formada bajo preceptos no siempre iguales al de uno mismo, ni del propio
entorno, esto devendrá en que el Juez pueda homologar creativamente las aprecia-
ciones que el derecho consuetudinario tiene de la idea de justicia, d) Se tienen que
respetar las creencias ajenas y otorgar tolerancia cultural, y e) Resulta útil realizar
una cartografía de los usos y costumbres del país.
21
Atienza, Manuel, Virtudes judiciales..., op. cit. El subrayado es nuestro.
Las probables soluciones a los problemas éticos deben de llevase a cabo en trabajo
grupal, reuniendo no solamente a miembros del foro, sino también a miembros de
la comunidad interesados en participar, dentro del curso se puede desarrollar ética
y sociedad donde se invite a un número definido de personas a participar en los
diálogos y así poder comprender mejor la variada y compleja idiosincrasia del país,
haciéndose necesario para ello: a) Trabajo en equipo, b) Consenso jurídico (unifica-
ción de criterios) y administrativos (descentralización de funciones ajenas a la
administración de justicia), c) Perfil profesional que considere el perfeccionamien-
to jurídico sin descuidar su formación cultural.
Mediante el cine22 muy bien se pueden mostrar las impresiones del Perú, sobre
todo para aquellos que aún no lo han visitado. A través de las películas se puede
conocer una parte importante del imaginario de un país, sin embargo, el cine es
un arma de doble filo para el espectador ya que puede envolverlo en la ficción o, en
definitiva, acercarlo a la realidad del país. En el caso de los argumentos jurídicos,
éstos han sido retratados tomando como base casos reales; es así que varios temas
son tratados en el cine: la pena de muerte en Muerte al amanecer, el terrorismo
en La boca del lobo, el Derecho laboral en Ciudad de M, la realidad penitenciaria en
Alias la gringa, el homicidio en Muerte de un magnate, el linchamiento en El caso
Huayanay. Qué mejor elemento que el cine con sus recursos de ficción para acer-
car al estudiante de derecho a circunstancias que tiene por entendidas en los libros
o en la práctica en los tribunales. Pero cómo lograr la compresión holística del
22
Bedoya, Ricardo, 100 años de cine en el Perú: una historia crítica, Universidad de Lima, Lima, 1992. Asimis-
mo usted puede apreciar las películas en la frondosa colección Butaca Perú.
A la generación peruana que creció viendo películas de Pedro Infante, Jorge Negrete,
Emilio "El indio" Fernández, Tin Tan y del bufo iberoamericano Cantinflas, les ha
quedado grabado en la retina que se debe visitar Acapulco o recibir una sere-
nata con las mañanitas, y si usted es aficionado a las corridas de toros, concurrir a
la Plaza Monumental. El mismo ejemplo se podría aplicar al ámbito de la ética ju-
dicial si en lugar de proyectar a los actores proyectamos a los referentes de la judi-
catura, esto sería una invitación para los alumnos a servirse de su ejemplo.
Qué decir de los planos cinematográficos; éstos nos acercan a la trama e influyen
en nuestras opiniones de acuerdo a los encuadres que nos ofrece la cámara. Así,
el cine, que es compendio y paradigma de comunicación, se expresa de múltiples
y variadas maneras, y con ella –tan igual como en el foro lo es el lenguaje jurídico–
viaja en las películas la construcción del lenguaje cinematográfico. Ese lenguaje,
23
Martínez-Salanova Sánchez, Enrique, "El lenguaje vivo de los medios de comunicación-Un paso más
para la lectura crítica" en Comunicar, 17, 2001, Revista Científica de Comunicación y Educación, pp. 49-55.
Sobre la responsabilidad ética del cine y del cineasta, el crítico de cine Ricardo
Bedoya nos señala que las mejores películas proponen sobre todo miradas sobre
24
Idem.
el hombre y su condición;25 igual razona Juan José Muñoz al manifestar el valor del
deber, la experiencia y la función creativa que plantea el cine para asimilarla:
El cine se provee de lo que tiene a su alrededor, de todas las artes resulta ser la
menos autoreferencista, esto no sucede ni en los remakes:
25
Bedoya, Ricardo, "Las miradas sobre el hombre" en Revista de comunicación, vol. 6, Universidad de Piura,
2007, pp. 5-16.
26
Muñoz García, Juan José, "El cine como experiencia antropológica y ética" en Revista de comunicación.
vol. 6, Universidad de Piura, 2007, pp. 17-35.
27
Ibidem, p. 20.
la claridad con la que se aprecia el fenómeno jurídico en el cine nos ayuda a iden-
tificar la elocuencia necesaria en los tribunales y, más importante aún, el dilema de
los personajes:
Nos podemos encontrar ante los ilustrados de una materia, quienes conocen per-
fectamente su propuesta de investigación y de enseñanza, pero resulta que al
actuar como interlocutores en las aulas, adolecen de la falta de comunicación,
empatía y transmisión dinámica de ideas, que traerían como consecuencia la
inexistencia del debate y la polémica. Lo anterior se encuentra ampliamente ilus-
trado en la película El espejo tiene dos caras, en la que se muestra a un profesor de
28
Delgado-Guembes, Cesar, "El derecho sin coartada. Del diván a la teoría del derecho. Cómo la discusión
del film legal define el sentido del fenómeno jurídico", Themis, n. 56, Lima, pp. 275-289.
¿Por qué acudir al cine como recurso didáctico en el aula? Por las
ventajas que tienen las producciones de ciencia y ciencia-ficción
para acercarnos al estudio de los contenidos de enseñanza. En el
marco de una cultura eminentemente visual como la que vivimos,
donde la nuestra es la sociedad de la imagen, la sociedad forma
cada vez más su idea de la realidad a través del cine y la televisión,
ya sea mediante películas de ficción, dramas, documentales o cual-
quier otro género.29
29
García Colorado, Gabriel y García Ituarte, Ximena, El cine como recurso didáctico, México: Trillas,
2010, p. 62.
30
Remake de la película Condenado a vivir, que a su vez está basada en las memorias de Ramón Sampedro
titulado Cartas desde el infierno.
debate en este tan delicado tema y como señala el autor: de una manera más ágil y
provechosa. Ahora mismo podemos pensar qué preguntas podrían venir a nuestra
mente si el auditorio en su conjunto participa de la película Presunto culpable;31
podría ocurrir que el espectador se identifique con la desgracia del personaje de
haber sido condenado sin pruebas; tratando de ser imparcial con todos los frentes,
en este caso, más que un documental fue una película documentada con hechos y
personajes de la realidad. Analicemos sólo un elemento cinematográfico, el sonido;
desde el momento que se le inserta un fondo musical a las situaciones de los invo-
lucrados, las emociones se hacen sentir: en el caso de los acusados, música entu-
siasta y en el caso de los "cancerberos", arreglos musicales dramáticos; se toma
partido por uno de los implicados y así el espectador rompe su imparcialidad.
Usted puede continuar el análisis de los elementos cinematográficos apreciando
cómo se usó el montaje, los planos, movimientos, escenarios judiciales, ilumina-
ción, etcétera.
Por otro lado, no se discute si es un buen o mal trabajo, sino hasta qué punto po-
dría servirnos para reflexionar respecto de las cosas que se podrían mejorar. Otro
ejemplo de la intencionalidad en el uso de los elementos cinematográficos lo da
una importante escena: a una abogada del Estado, se le pregunta ¿por qué razones
cree ella que el acusado es el asesino?, sólo responde que lo hace "porque es su
trabajo"; resulta evidente que la intención de la producción era generar en el espec-
tador la idea siguiente: que mal andamos en la administración de justicia. Como lo
venimos señalando, también existe la ética cinematográfica, el hecho de intentar
capitalizar un pasaje polémico de la administración de justicia ¿servirá para mejo-
rar al ente judicial?, o solamente valdrá de provecho para los productores que ca
pitalizan un problema en su país de origen. Finalmente el presunto sale de la
cárcel, las cosas siguen igual, menos para los productores. Escuchar las voces
de la prisión que nos señalan que aquí –refiriéndose a los presidios– lo último que
importa es decir la verdad y que sólo queda bien librado aquel que miente (debido
a que sólo así se puede conseguir la libertad), nos lleva a la reflexión sobre los ribe-
tes de formalismo y corrupción que ha tomado el sistema de administración de
31
Película mexicana de los directores Roberto Hernández y Geoffrey Smith, exhibida en 2008 por primera vez
en el Festival Internacional de Amsterdam y en México, de manera comercial, en febrero de 2011.
justicia con el uso del sistema penal inquisitivo, en el que sólo importa aquello que
al inicio del proceso quedó redactado en los papeles.
High Noon es una película hecha en respuesta al macartismo del director Fred
Zinnemann, además de exponer las escalas de valores sobre la vida y sobre los
bienes que tiene el ser humano. Ha sido utilizada en más de una oportunidad en
los cursos relacionados con la conducta de los Jueces (Deontología forense,
Buenas prácticas, Ética y derecho). El problema es, sin embargo, que a menudo la
película es proyectada sin más, esperando que los alumnos identifiquen la razón
de la misma como un ejemplo de compromiso ante el cumplimiento del deber, sin
ningún soporte o ficha práctica que apoye al novato espectador a entender el uso
de ese recurso audiovisual. Este inconveniente en la forma como se ha utilizado
esta película en los cursos para Jueces se enmarca, en realidad, en una crítica
mas amplia.
32
Leysser, León, "El análisis económico del derecho civil en Italia: un inventario histórico-bibliográfico míni-
mo", Themis, n. 42, 2001, pp. 317-335.
En esta película, High Noon, se rememora el compromiso del hombre (el sheriff del
pueblo) que se queda solo, de aquel que medita en solitario las decisiones que
tiene que tomar, es decir, sin que nadie lo obligue; incluso, en contra de la opinión
del pueblo que lo alienta a retirarse (y no es que él no pueda hacerlo, el Juez en la
película lo hizo); sin embargo, el solitario sheriff decide quedarse a afrontar el resul-
tado de su decisión de defender la ley si ésta va a ser violentada, convirtiéndose el
mandato de cumplir o hacer cumplir la ley en un deber moral. Una visión polémica
de los personajes es que cada uno de ellos tiene un compromiso consigo mismo,
con su líder, con su comunidad, de acuerdo a su escala de valores; la ex novia del
alguacil, por ejemplo, muestra firmeza para saber qué hacer, incluso los mismos
malhechores manifiestan deber de apoyar a su líder en su venganza.
Mientras el reloj avanza, se pone a prueba a la gente del pueblo respecto de qué
hacer, pareciera que los criminales tuvieran la ley a su favor, todos presienten lo
que va a pasar, es más, saben lo que va a pasar, pero nadie puede hacer nada;
no pueden arrestarlos antes de que realicen su venganza, el pueblo que ha vivido en
tiempos de paz no está preparado para responder a este tipo de situaciones.
Aquí se presentan dos situaciones en razón del origen de las damas: la ex novia es
de origen mexicano, y la actual esposa del comisario es cuáquera; a lo largo de la
película se verá cómo inciden estos factores en el desarrollo de la trama. Usted
recordará que la primera reacción del sheriff ante la noticia de que llegaban los
bribones, la recibe momentos después de contraer nupcias y, en ese instante, oye
los pedidos del pueblo de que por su seguridad y la de su esposa se vaya; en aquel
momento, el pueblo le asegura al sheriff que ellos arreglaran el asunto y le hacen
ver que ya no le corresponde enfrentarlo –sólo le faltaba un día más como sheriff–.
Emocionado por las nupcias y la contemplación de su mujer como parte de su
nueva familia, se va a toda prisa en su carreta, pero, como hemos señalado, a
medio camino decide volver, pues considera que hay una tarea que cumplir y ésta
comienza desempeñando su deber mientras el aún sea el alguacil. Ante estos
eventos, la señorita Helen (la ex novia) decide marcharse del pueblo; al margen de
ello, la película muestra qué haría Helen si fuera la mujer de Will, parece conocerlo
mejor y segura del papel que le tocaría desempeñar en el caso de que su hombre
estuviera en peligro, pero está convencida de que debe irse del pueblo; finalmente
Helen le vende al señor Weaver la tienda que venía administrando:
Helen Ramírez: Te diré por qué me voy, Will Kane estará muerto
después de media hora de haber llegado el tren, y nadie piensa en
hacer nada para impedirlo y cuando él muera morirá este pueblo
también. Lo presiento, yo estoy sola en este mundo y tengo que
ganarme la vida, por eso debo procurar irme a otro pueblo para
seguir viviendo.
En la conversación entre las dos damas, Helen Ramírez le dice a Amy que siempre
ha odiado este pueblo, donde le han recordado hasta con las miradas que es una
extranjera en medio de granjeros norteamericanos, y le enrostra que si Will Kane
fuera su hombre no importaría lo que él diga y que cogería un arma y lucharía por
su vida; Por otro lado, la mujer de Will tiene claro que su esposo debe irse con
ella, pero ante la negativa de Will ella le increpa diciendo que si no viene ahora, ella
subirá sola a ese tren. La esposa se encuentra frente al dilema de enfrentarse a
los delincuentes usando la fuerza, lo que no va con sus principios morales, o dejar
a su esposo.
Los que antes apoyaron a Will, ahora simplemente le daban la espalda. Ya no esta-
ban aquellos hombres con los que logró someter a esta pandilla, ni en el bar o en
la iglesia, ni su esposa, su ex novia o su mentor, ya no había nadie; en las calles se
ve caminando en solitario a un hombre en busca de ayuda y finalmente en busca
de su destino; son ilustrativas las palabras del Juez sobre cómo la gente olvida tan
rápido lo que uno fue o hizo por los demás:
Algo similar sucedió en el Perú, en el año de 1990. Mario Vargas Llosa se fue del
país después de su derrota en las elecciones presidenciales, confesó incluso que
económicamente casi con lo justo para los pasajes; el Perú había preferido a Alber-
to Fujimori para su presidente y descartaba al literato, la gente le apostaba enton-
ces a un desconocido que prometía honradez, tecnología y trabajo, y al escritor se le
veía como un ‘vil’ amigo de la derecha peruana; este mismo señor ganaría el premio
Nobel veinte años después, y a su retorno al Perú sería recibido como el consentido
de todos los peruanos; podría decirse lo mismo de la gente que echó a García por
su nefasto primer gobierno; a su retorno, una década después, lo esperaban con
pañuelos en mano lanzándole vivas. Lo mismo podríamos decir de Néstor Cerpa,
líder terrorista del MRTA33 que sangró al país en diferentes oportunidades y, sin
embargo, en la actualidad (por una dudosa afinidad o ignorancia), en el lugar de su
entierro, sus adeptos arman fiestas abundantes en alcohol para así hacer notar
su recuerdo, hasta el extremo de llorarlo como si se tratara de un héroe.
d. La iglesia
Si usted acude al último lugar al que recurriría para pedir ayuda, es porque real-
mente la necesita, y si es a usted a quien recurren, pues esta por título brindarla.
Will interrumpe los servicios de la misa, y esto le es reprochado por el reverendo,
quien le recuerda que a menudo no los visita, lo que es peor aún, que no había
celebrado su matrimonio en dicha iglesia. Will sólo atina a decir que su esposa
es cuáquera y que ése fue el motivo por el cual no se casaron en la iglesia, además
de que venía a pedir ayuda. La primera reacción de algunos hombres es hablar a
su favor y querer brindarle su apoyo, en reconocimiento a que el pueblo es lo que
es gracias a sus oficios en el pasado; otro grupo toma la voz y señala que ya los
tiempos habían cambiado, asumían que sí había hecho un buen trabajo, pero que,
esta vez, el pueblo estaba en los ojos de financistas interesados en invertir y que un
asunto de esa índole no iba a favorecer dicha empresa, además de que éste ya era
un tema personal entre Will y los malhechores, que si se hubiera ido del pueblo eso
habría favorecido a todos por igual, es decir, Will estaría fuera de peligro y el pueblo
no estaría involucrado en este problema; otro da una opinión aún más formal: para
qué se ha pagado dinero durante tanto tiempo para mantener a un sheriff y algua-
ciles si a la primera que pasa un problema vienen donde ellos a pedir ayuda, ese no
es nuestro trabajo; por otro lado, una mujer levanta la voz y les recuerda lo que era
antes ese pueblo, que una mujer no podía ni pasear a plena luz del día ni era un
lugar adecuado para los niños, finalmente terminan sugiriéndole que se vaya y los
indecisos simplemente callan, nadie decide apoyarlo.
e. La cantina
Usted advertirá que en la cantina las conversaciones se hacían con mayor libertad,
las cuales apuntaban a que Will estaba perdido, los malhechores ya no les caían
33
Movimiento Revolucionario Tópac Amaro.
tan mal, e incluso, el cantinero se anima a señalar que antes de la llegada del
sheriff a su negocio le iba mejor; mientras tanto llega Will a la cantina y los hom-
bres le dan la espalda, es más, le señalan que en la cantina el malhechor tenía
amigos y le dejan ver su desinterés por lo que le pudiera pasar; no lo han recibido
nada bien, le dicen que las cosas han cambiado; que antes él tenía seis tiradores
fijos y eran de primera, ahora sólo tenía uno; que no tenía por qué resolver los pro-
blemas de ese pueblo, él ya se estaba yendo, podría dejar las cosas como están.
f. El novato
Will. Te escucho
Harvey: Yo veo así el asunto, como el alguacil nuevo no llega hasta
mañana, y si tú te hubieras ido, yo estaría a cargo de esto ¿verdad?
Will: Verdad
Harvey: Bien, entonces si valgo para hacer el trabajo cuando hay
problemas, ¿por qué la junta del pueblo no me comunica oficial-
mente el problema?
Will: No tengo idea
Harvey: ¿No lo sabes?
Will: No
Harvey: Es curioso, pensaba que tu opinión contaba mucho
Will: Quizá no me lo preguntaron, quizá te creían muy joven
Harvey: ¿Tú también lo crees así?
Will: A veces te portas como un chiquillo, vamos
g. El Juez
La participación de este personaje es mínima, pero capital. El Juez fue una perso-
na que cumplió con su trabajo y hasta ahí, ya que advirtió que las condiciones
para hacerle frente no ameritaban el riesgo, pues él no tenía la fuerza coercitiva para
que su mandato fuera obedecido. Los maleantes venían a vengarse ¿Qué habría
hecho usted en su lugar? ¿Se habría quedado, se habría ido, habría tomado un
arma y desempeñado un rol que no le correspondía? Tal vez el quedarse habría
generado una situación de respaldo que los ciudadanos habrían imitado, sin em-
bargo, simplemente se retiró, pues su suerte estaba echada antes de la lucha. Así,
el Juez que dictó la sentencia en aquél entonces, se encuentra recogiendo su
bandera, su balanza de la justicia y demás pertenencias en su despacho. Le dice a
Will que fue una mala idea que haya regresado y le pone de ejemplo que no hay
tiempo para la educación cívica, y haciendo memoria le cuenta unas historias:
h. El maestro
Will: Desde que era un niño quería ser como tú, has sido alguacil
toda tu vida
Mart: Sí. Toda mi vida, una buena vida, se arriesga la vida agarran-
do asesinos, y luego los jurados los sueltan para dispararte otra
vez. Si eres honrado, pasas toda la vida pobre y al final mueres
asesinado en cualquier calle sucia y solitaria. ¿Por qué? Por nada,
por una estrella de lata
Will: El Juez se fue del pueblo, Harvey ha renunciado y yo no logro
conseguir voluntarios
Mart: No me extraña, todo ha ocurrido demasiado aprisa, a mu-
chos les da por hablar de orden y de la ley en vez de hacer algo por
ello, quizá sea porque en el fondo no les importa, simplemente no
les importa, esa es la triste realidad
i. El compromiso
j. Los malhechores
Aquí los personajes son cuatro [Ben Miller, Pierce, Colby y Frank Miller, el indulta-
do]. El administrador del hotel le dice a la esposa de Will que con Frank Miller había
más prosperidad en el pueblo y que no es el único que piensa así. El forajido Ben,
es bien recibido en la cantina del pueblo.
¿Por qué no se ha detenido a esos tres delincuentes que se han estado paseando
por las calles del pueblo? ¿Por qué no los detuvieron y así solo tendrían que ocupar-
se de Frank Miller?; como dijo el sheriff: porque no había razón para detenerlos,
porque la ley no prohibía sentarse en un banco de la estación del tren, había que
cumplir el derecho positivo.
Es una película donde se ponen a prueba los valores y creencias de los personajes
respecto de la situación que vive el pueblo, tendrán que tomar una decisión cada
uno de ellos, sin olvidar incluso a los delincuentes; las sucesivas versiones de
esta trama: La ley de Yuma, 3:10 to Yuma y Río Bravo, enfocan diferentes problemas,
pero se mantiene la idea principal del compromiso frente a la seguridad y necesi-
dad. En un remake (1981), el final tiene un agregado, el comisario Will, terminada
la acción donde su mujer antepone a su esposo frente a los principios de su comu-
nidad y mata a uno de los delincuentes ayudándolo de esa manera a sobrevivir, se
La película cumple con el desafío de expresar los dilemas del hombre para tomar
decisiones que pondrán a prueba sus principios y logra hacer meditar entre el cum
plir con el deber o buscar el bienestar individual. Corresponde al profesor del curso
llevar a cabo un adecuado provecho de High Noon.
Mucho se habla de la crisis del Poder Judicial, pero no son monopolio de la judica-
tura los dramas a los que se somete la sociedad. Juan Monroy Gálvez nos señala
que ni antes ni después de las reformas habrá más o menos corrupción; ante ello
también estarán los funcionarios que cumplan su deber.34 El compromiso invo
lucra no sólo a los Magistrados:
8. CONCLUSIONES
34
Monroy Gálvez, Juan, Para ‘mi otro Corazón’, Palestra, Lima, 2000, p. 180.
35
Cuadros Villena, Carlos Ferdinand, Ética de la abogacía para la liberación, UNMSM, Lima, 1975.
Los Magistrados tienen preferencia por la enseñanza que propone su escuela judi-
cial, entonces, existe confianza en su propuesta académica; será saludable que
ésta diversifique su plana de profesionales, solo por citar un tema, si se está discu-
tiendo el asidero de la jurisprudencia en los casos de parricidio, no leer simple
mente los libros de Derecho Penal Parte Especial; será oportuno incorporar al
Curso de psiquiatría, de Honorio Delgado,37 y más aún la participación de un profe-
sional de la salud.
¿Dónde están ahora los Ribeyro, los Pino? ¿los López Albújar? ¿los García Rada?
pues sólo olvidados; ellos forman parte de nuestros ancestros judiciales, se les cita
en muchos casos respecto de sus bien articuladas argumentaciones, también se
36
Monroy Gálvez, Juan, Para ‘mi otro Corazón’, op. cit., p. 172.
37
Delgado, Honorio, Curso de Psiquiatría, Santa María, Lima, 1952.
les debería evocar en situaciones de reflexión que todo Juez tiene antes de dictar
sentencia. John Quincy Adams así lo hizo en la defensa de los africanos de la gole-
ta Amistad, señalando que todo aquello por lo que habían trabajado sus anteceso-
res, las presiones, limitaciones e incluso problemas que esta defensa generaría
no debieran ser olvidadas, y ser tomadas en cuenta respecto del rumbo que debe
tomar su país, la libertad, la independencia de funciones, la prevalencia del ser
humano respecto del derecho de propiedad, porque si no, estos hombres que
enfrentaron en el pasado las amenazas a la libertad habrían luchado en vano.38
Habría sido en vano el viaje de Pino, la travesía de Albújar, la hora suprema de
Domingo García Rada.
38
Adams, John Q., Argument of John Quincy Adams Before the Supreme Court of the United States in the case
of the United States, Appellants, vs. Cinque, and others, Africans, captured in the schooner Amistad, by Lieut.
Gedney, Delivered on the 24th of February and 1st of March 1841. La causa de la Goleta Amistad fue llevada al
cine bajo el mismo nombre en 1997.
39
Ledesma Narváez, Marianella, Jueces y reforma judicial, Gaceta Jurídica, Lima, 1999.
b. Tolerancia
En el supuesto de que el cine sea parte integrante del curso de ética se deben usar
películas que efectivamente apunten a desnudar las ofuscaciones o dilemas co-
munes y no los típicos courtroom drama.
40
Guevara Gil, Armando, Diversidad y complejidad legal: aproximaciones a la antropología e historia del
derecho, PUCP, Lima, 2009.
No atiborrarlos tan sólo con teoría del derecho o temas que en el curso de la Escue-
la Judicial han estado leyendo y releyendo, doctrina, jurisprudencia y textos de
actualidad; ya a esas alturas se encuentran imbuidos del conocimiento teórico, sea
cual fuere el curso que se vaya a dictar, éste debería tener un contexto de discu-
sión, de reflexión, como es el caso del curso de Ética Judicial, a través del cual se
pueden explorar las dificultades con las que se podrían encontrar y exponer ante
sus compañeros las virtudes de cada uno frente al estudio y frente a su capacidad
para responder acorde a los principios morales básicos.
además de saber derecho, debe quedarle claro que tiene como alumnos a aquellas
personas que van a decidir sobre bienes humanos en conflicto; además, el docente
tendrá que tener aptitudes para la sana critica y la reflexión y saber de antemano
que formar parte de una Escuela Judicial no es continuar solamente con la trans-
misión de conocimiento.
hasta la dedicación sin ataduras por parte de los Magistrados del último rincón del
país [El Salomón de los Andes]. Es en ese contexto de evolución donde las artes
encuentran enlaces, se espera con anhelo Jueces que sean los referentes como ya
lo han hecho los peruanos antes mencionados. Entusiasmo si me queda por aquello
que la magistratura tiene para aportar al desarrollo del país. ¿Por qué no?
El cine sin dejar de lado su objetivo central –el entretenimiento– nos puede brindar
un espacio para el análisis, reflexión y el acercamiento visual con otras realidades
o asimilación de circunstancias que bien podrían ser retratadas mental y hasta
físicamente en nuestras ciudades. Recordemos a Marilyn Monroe mientras el viento
juega con su vestido, a Rocky Balboa corriendo en uno de sus tantos entrenamien-
tos, las frases que el teniente Gamboa gruñe a los cadetes en La ciudad y los perros,
Cantinflas sorteando a la autoridad con ingenio, velocidad y frases disparatadas,
¿acaso no han sido imaginadas y hasta repetidas por actores y gente común fuera
de sus países de origen?, una cantidad ingente de veces. En el caso de las películas
que incluyen a Magistrados, donde hay escenarios en que los Jueces libran bata-
llas por la justicia, bien podrían ser asimiladas en nuestras realidades como quien
hace uso de la comparación jurídica, a la hora de analizar y asimilar el derecho de
otras latitudes. Con el cine integramos pasajes de ficción en posibles circunstan-
cias reales. Si buscamos en las memorias, cartas y conversatorios de nuestros
Jueces, advertiremos sus primeros acercamientos al cine ya sea cuando niños, en
los claustros o en el otoño de sus vidas; qué refrescante sería permitirles un espa-
cio en las gacetas judiciales para que nos compartan su acercamiento con el arte
–en este caso el cine–.
Desde aquel espectador que sólo se divierte, sin importarle el director, guión, actor
o género, hasta el cinéfilo de perfil intelectual, que además del cine comercial le
gusta el cine documental, el de denuncia, el activista, el cine como sea, que objeta
pasajes sociales en la ficción cinematográfica, hasta el punto de llegar a reflexio-
nar desde el punto de vista profesional (ya sea que viere la película como sociólogo,
i) De la película
Debemos tener en cuenta los siguientes tres elementos: a) Objetivos del curso: que
podrían ser desde el interés en que se conozcan los Jueces en una conversación
distendida (el cine es un medio de comunicación propicio para ello), hasta la pro-
puesta docente de acercar a los participantes en la integración del cine con el
derecho; b) Metodología a emplearse: establecer si se va desarrollar una clase-
Entregar las fichas de trabajo (ficha técnica: una sinopsis que se usará de introduc-
ción para la misma), los materiales de lectura relacionados con los temas de la
película, generar un ambiente adecuado para la proyección de la película, que sea
distendido, preferir un clima ameno y de camaradería entre los participantes.
41
"Virtudes y Principios...", op. cit.
ció y manifieste sus interpretaciones personales sobre las decisiones que tomaron
los personajes en la misma, los sentimientos que le generaron, las vivencias susci-
tadas, y muy importante compartir, de ser el caso, alguna experiencia similar que
le haya sucedido en la realidad o de la cual haya tomado noticias. Brindar un espa-
cio para las reflexiones finales y proceder al uso del cuestionario de preguntas.
v) En la conversación
Percibir si la película fue del agrado del auditorio, realizar preguntas respecto del
argumento; si es la primera vez que la ha visto; qué películas son las que vieron
últimamente; si pensaron que tenía un contexto jurídico, y si se destacó alguna si-
tuación que llamó su atención. Se puede opinar además de la fotografía, la belleza
del paisaje y todo lo relacionado al entorno de la película, siempre procurando ge-
nerar un ambiente de diálogo, es decir, evitar que de pronto sea un solo alumno
quien participe en el tenor de los debates y tratar de que la mayoría participe para
así poder reunir todos los perfiles, incluido el silencio.
Analizar las decisiones que tomaron, cómo las catalogarían en su escala de valores
y si habrían hecho lo mismo en el caso de que les ocurriese una situación similar;
el participante podrá dar ejemplos personales que se asemejen al argumento de la
película o de los cuales haya oído hablar, y ¿de qué manera experimentó el tema,
al realizar los trabajos de grupo en el aula? Lo que se busca en esta etapa es el
acercamiento a la comprensión de conceptos claves, los cuales deberán ser detec-
tados y provistos por los participantes. Se podría inducir al participante a mani
festar sus opiniones respecto de situaciones comunes, y así pasar a la discusión
de la película. Luego, si se ha logrado el clima adecuado, proponer circunstan-
cias de la vida real mediante preguntas como: ¿Qué es lo que usted más reprocha
de sus colegas?, en el trabajo ¿cuál es el comportamiento que le genera incomodi-
dad?, ¿qué me lleva a hacer eso?, ¿cuál es la razón para hacerlo?, ¿qué utilizo para
hacerlo?, ¿qué pretendo obtener?
¿Tiene relación el título con el argumento?, de ser el caso ¿cómo habrías titulado la
película?, si fueras el director ¿qué parte del argumento modificarías?, ¿quién te
hubiera gustado que actuará en la película?, ¿qué secuencias modificarías? Así se
irán descubriendo las preocupaciones que los alumnos tienen respecto del tema,
sus situaciones comunes y extremas; seguidamente se pueden leer las apreciacio-
nes que los alumnos tienen para finalmente evaluar la película; se debe prestar
atención tanto al trabajo de grupo como al individual y discutir las contradicciones
de ambos; se deben revisar también los objetivos propuestos de acuerdo al perfil
y destacar qué elementos se han discutido y cuáles son los que en esa oportunidad
no han sido tomados en cuenta; para terminar, podemos formular las siguientes
interrogantes: ¿la película elegida fue apropiada?, ¿qué otras películas ayudarían a
desarrollar el tema de conversación?
c. Inventario
1. Ahí está el detalle [México, 1940] Una serie de enredos hará que el célebre
Cantinflas sea llevado a un tribunal de justicia; en su afán de alcanzar la
verdad, el Juez encargado será víctima de los absurdos del bufón, quien se
encontrará en medio de equivocaciones y acusaciones sin sentido en rela-
ción a un crimen del que es acusado.
9. El secreto de sus ojos [Argentina, 2009] Una magnífica película que cuen-
ta, al mismo tiempo, una historia de amor entre un empleado de tribunales
y una Jueza, así como las circunstancias de un crimen sin resolver. El abo-
gado, ya al borde del retiro, terminará escribiendo una novela donde relata-
rá ambas historias en un país convulsionado políticamente.
BIBLIOGRAFÍA
Lujilde, Andrés, Cine y literatura en el aula, Editorial SB, Buenos Aires, 2007.
Bedoya, Ricardo, 100 años de cine en el Perú: una historia crítica, Universidad
de Lima, Lima, 1992.
Bedoya, Ricardo y León Frías, Isaac, Ojos bien abiertos–El lenguaje de las
imágenes en movimiento, 2a. edición, Universidad de Lima, Lima, 2011.
Delgado-Guembes, Cesar, "El derecho sin coartada. Del diván a la teoría del
derecho. Cómo la discusión del film legal define el sentido del fenómeno
jurídico", Themis, n. 56, Lima, pp. 275-289.
Infante, Carlos, Canto Grande y las dos colinas, Manoalzada, Lima, 2007.
Leysser, León H., "El análisis económico del derecho civil en Italia: un inventa-
rio histórico-bibliográfico mínimo", Themis, n. 42, 2001.
Monroy Gálvez, Juan, Para ‘mi otro Corazón’, Palestra, Lima, 2000.
Muñoz García, Juan José, "El cine como experiencia antropológica y ética",
Revista de comunicación, vol. 6, Universidad de Piura, 2007.
85
1
Rivaya, Benjamín y Zapatero, Luis, (eds.) Los saberes y el cine, Tirant lo Blanch, Valencia, 2010.
2
Garapon, Antoine, "El poder inédito de los Jueces" en Carbonell, Miguel. et al. (comp.), Jueces y Derecho.
Problemas contemporaneos, Porrúa, México, 2008, p. 386.
87
Strickland, el Derecho y el cine "parece que han sido hechos el uno para el otro",3 y
a que el cine aporta perspectivas nuevas, distintas de las habituales, "no tan orde-
nadas, frías y rígidas".4 Creo que no puedo decirlo mejor de lo que ya lo hice:
3
Strickland, Rennard. et al. (eds.) Screening justice – The cinema of law: Significant films of law, order and
social justice, William S. Hein & Co., New York, 2006, XXIII.
4
Romero, Emilio. G, Otros abogados y otros juicios en el cine español, Laertes, Barcelona, 2006, p. 15.
5
Rivaya, Benjamín y De Cima, Pablo, Derecho y Cine en 100 películas. Una guía básica, Tirant lo Blanch,
Valencia, 2004, pp. 97-98.
El cine sería un instrumento útil, por tanto, en la enseñanza del Derecho, aunque
también resulta obvio que la utilidad del recurso cinematográfico disminuye cuan-
do se trata de preparar específicos técnicos juristas, como notarios, registradores,
técnicos de la administración y otros. En cambio, me parece que vuelve a ser un
medio idóneo para utilizar en la formación de los Jueces,6 porque son muchas
las películas que, ante los conflictos sociales, nos hablan de cómo se deben y no
se deben resolver, de las circunstancias que hay que tener en cuenta, de cómo se
toman decisiones y de cómo se deben tomar, y de cuáles son las cualidades que
deben poseer quienes tienen que tomarlas, así como de los defectos de los que deben
huir; además, muchos de los problemas con los que se encuentra un Juez constitu
yen tópicos dramáticos típicamente cinematográficos, caso del falso culpable, sobre
todo en la versión del error judicial. El cine, en fin, no sólo agrieta el "escandaloso
aislamiento cultural en que vive el pensamiento jurídico",7 sin duda a consecuencia
de la presunción de que "el Derecho es autónomo",8 lo que bastaría para celebrar
su uso, sino que puede utilizarse como simulador en el que entrenarse en la argu-
mentación que requiere la toma de decisiones. Evidentemente, no soy el primero
que piensa que el cine puede ser un instrumento interesante para la formación
de los Jueces: "creo que en la enseñanza de las virtudes judiciales –decía Manuel
Atienza–, el cine y, sobre todo, la literatura podrían jugar un papel de cierta
importancia".9
Que los Jueces conozcan el Derecho resulta imprescindible, pero no basta; tam-
bién necesitan cultivar la sensibilidad necesaria para aplicar las normas razonable-
mente. Dicho claramente: "El Juez no puede ser un autómata, sino una persona
6
Por más que las películas no estén hechas con ese objetivo: "Tengo una idea muy razonable de la gente con
la que tratamos –decía Billy Wilder–, y sé que no estamos haciendo una película para la Facultad de Derecho
de Harvard, sino para gente de clase media, la gente que se ve en el metro o en un restaurante". Cfr. Crowe,
Cameron, Conversaciones con Billy Wilder, Alianza Editorial, Madrid, 2005, p. 84.
7
Nieto, Alejandro, El arbitrio judicial, Ariel, Barcelona, 2000, p. 26.
8
Robson, Peter (2005), "Law and Film Studies: Autonomy and Theory" en Freeman, Michael, Law and
Popular Culture: Current Legal Issues, Oxford University Press, Vol. 7, Oxford, UK, p. 24.
9
Atienza, Manuel, "Virtudes judiciales. Selección y formación de los Jueces en el Estado de derecho"
en Carbonell, Miguel. et al. (comp.), Jueces y Derecho..., op. cit. Según Atienza, las virtudes judiciales son
la autorestricción y la modestia (que derivan del principio de independencia), el sentido de la justicia y la
valentía (que derivan del de imparcialidad) y la prudencia (que deriva del de motivación). Cfr. Atienza, Manuel.
"Ética judicial", Jueces para la democracia. Información y Debate, n. 40, marzo/2001, p. 17.
sensible, valerosa, culta, con experiencia vital y con gran sentido común".10 Si a ello
unimos que las nuevas generaciones poseen una formación inevitablemente
audiovisual, que los nuevos Jueces también son homo videns,11 no extraña que
entre ellos aumente el interés, cada día más, por la utilización del cine en su apren-
dizaje. Que esto es así lo demuestra un número creciente de cursos de formación,
organizados por el Consejo General del Poder Judicial español y por otras instan-
cias, en los que está presente el cine.
Resulta obvio que existe una imagen del Juez en la pantalla grande, como existe
una imagen del Juez en la literatura, y entonces no parecería extraño que los Jue-
ces quisieran saber cómo es esa imagen, en este caso fílmica. Si en alguna medida
el cine muestra algo del sentir social, la conciencia colectiva, el espíritu del pueblo
o como quiera llamarse, el espectador podría sacar consecuencias y aprender de
lo que narran las películas. Pero entonces nos daríamos cuenta de que la imagen
cinematográfica del Juez es, curiosamente, secundaria: los Jueces no suelen ser
los protagonistas de los relatos fílmicos. Quizás en la actualidad los Jueces hayan
alcanzado unos niveles de visibilidad inéditos,12 pero creo que en el cine no ocurre
lo mismo. No digamos nada de los fiscales, aunque haya algunas cintas muy
interesantes en las que el protagonista es un fiscal, como el caso de I Am the Law
–Yo soy la ley– (Alexander Hall, 1938) y The Young Savages –Los jóvenes salvajes–
(John Frankenheimer, 1961), interpretado magníficamente el papel principal de
ambos fiscales por Edward G. Robinson y Burt Lancaster, respectivamente. Las
películas que podríamos denominar judiciales han sido llamadas habitualmente
de abogados, y en ellas el Juez desempeña un papel de menor importancia. Así,
resulta que ese subgénero que es el drama y el melodrama judicial no trataría de
los Jueces sino de los abogados. En efecto, el amante del cine que conozca este
tipo de filmografía se dará cuenta de que no suele recordar la imagen de los Jueces
en la pantalla. Por supuesto hay excepciones (¡cómo olvidarse del Juez de Anato-
mía de un asesinato!), pero hasta en una película como Judge Priest –El Juez Priest–
(1934), de Ford, resulta que aquél es recusado y, para el pleito de que se trata, deja
de ser Juez y se convierte en abogado. Por poner un ejemplo más reciente de un
10
Martín Pallín, José Antonio, ¿Para qué servimos los Jueces?, Los libros de la catarata, Madrid, 2010, p. 20.
11
Sartori, Giovanni, Homo videns. La sociedad teledirigida, Santillana, Madrid, 2005.
12
Malem Seña, Jorge, El error judicial y la formación de los Jueces, Gedisa, Barcelona, 2008, p. 247.
caso que fue llevado al cine en varias ocasiones, el de Ramón Sampedro (en
Condenado a vivir –Roberto Bodegas, 2001– y en Mar adentro –Alejandro Amenábar,
2004–); en ese caso –digo–, en el que los Jueces jugaron un papel fundamental, la
imagen de éstos siempre aparece velada, escondida; ya no en un segundo plano,
sino más lejos todavía. Por qué esto es así es un interrogante aún no resuelto, pero
cuya respuesta tiene que ver con el hecho de que el cine suele utilizar como recur-
so la empatía, consiguiendo que los espectadores se identifiquen, no con el Juez, al
que hay que suponer imparcial, sino con alguna de las partes o de quien represen-
ta a las partes en el proceso, tras el que se halla el conflicto, el eje de la trama.
13
Ippolito, Franco, "La formación de los magistrados", Jueces para la democracia. Información y Debate,
n. 50, julio/2004, p. 23.
2. Por su "potencialidad emocional", pues resulta obvio que las emociones jue-
gan algún papel en la práctica jurídica y, en concreto, en la tarea de juzgar.15
¿Acaso el Juez no siente emociones ante un conflicto concreto al que se
enfrenta? ¿No sería razonable que fuera consciente de ellas y que pudiera, en
la medida de lo posible, ejercer algún control sobre las mismas? ¿No habría
de poseer el Juez inteligencia emocional? El momento emocional resulta
clave para comprender el ejercicio de tomar decisiones y, sin embargo, pare
ce absolutamente extraño al mundo jurídico, que vive por completo ajeno a
las emociones. Pues bien, el
... análisis jurídico a través del cine supone dar entrada al factor
emocional en la enseñanza. El cine, como la literatura y el resto de
las expresiones artísticas, está destinado a producir emociones.
Y éstas suelen tener dos repercusiones positivas en la docencia.
En primer lugar, favorecen que un estudiante pueda sentirse intere-
sado por un tema jurídico. Y en segundo lugar, pueden servir para
que comprendan mejor la materia que se esté tratando.16
14
Pérez Triviño, José Luis, "Cine y Derecho. Aplicaciones docentes", Quaderns de Cine, n. 1, Vicerectorat
d'Extensió Universitària, Universitat d'Alacant, D.L, 2007, p. 71.
15
Cfr. Bernuz, María José, "Derecho y sensibilidad", Anuario de Filosofía del Derecho, n. 25, 2008-2009, p. 189.
16
Pérez TrIviño, José Luis, "Cine y Derecho...", op. cit., pp. 73-74.
No está claro por qué en la cita la mesa es verde pero, en cualquier caso, hay que
huir de ese Juez inconsciente de su labor valorativa y, en cambio, formar Jueces
críticos. Para conseguirlo, el cine resulta un instrumento de fundamental impor-
tancia. ¿Por qué? Lo expresó bien Pablo Bonorino: porque es verdad que la narra-
ción cinematográfica, precisamente por los "mecanismos narrativos" que utiliza, se
convierte en un discurso retórico que potencia la "adopción acrítica" de creencias
y la defensa de juicios morales tácitos que "están inducidos por la manera en la que
se construye y presenta el relato"; pero también es verdad que esa primera impre-
sión tiene que ser superada por el espectador inteligente, que ha de ser capaz de
elevarse a "una reflexión argumentativa explícita y crítica".18 Si la labor de Juez es la
de argumentar, se entiende la importancia que tienen los estudios y las experien-
cias de este tipo, consistentes en gran medida en desvelar opciones morales poco
17
Kantorowicz, Hermann, "La lucha por la ciencia del Derecho" [1906] en Varios, La ciencia del Derecho,
Losada, Buenos Aires, 1949, p. 329.
18
Bonorino, Pablo Raúl, La violación en el cine, Tirant lo Blanch, Valencia, 2011, pp. 19-20.
fundadas pero presentadas de tal forma que el espectador las da por buenas sin
más. La dialéctica entre persuadir y convencer, tan importante a efectos judiciales,
puede observarse en el cine.
En fin, reitero para los Jueces lo que en su día dije para los juristas en general, que
el cine es un instrumento interesante para su formación porque "se trata de una
forma de "aprendizaje experimental" que ayuda a pasar de los conceptos abstrac-
tos a las concretas realidades y posibilita experiencias de comprensión, potencian-
do la imaginación jurídica".19 El cine consigue lo que no consigue un caso práctico de
la Facultad, porque lo contextualiza e involucra las emociones, es decir, es más real
que la irreal "práctica", que precisamente por eso no deja de ser mera teoría. Quizás
ésta pueda ser la primera enseñanza que el cine ofrece a los juristas y, más en
particular, a los Jueces; enseñanza que formuló el abogado representado por
James Stewart en ese clásico imprescindible que es Anatomy of a Murder –Anato-
mía de un asesinato– (Otto Preminger, 1959): ¡Un juicio no es un debate universita-
rio! Por lo demás, no se propone que los Jueces vean cine solamente, porque el
visionado ha de encontrarse orientado; como dice Garapon, se trata "de un material
particularmente rico con la condición de saber aprovecharlo":20 las películas val-
drían como punto de partida para plantear problemas (que han de interesar a quie-
nes tienen por labor tomar decisiones, conforme a normas, para resolver problemas)
y propiciar el debate y el estudio sobre esas cuestiones. No hace falta decir que, en
la formación de los Jueces, el cine no pretende sustituir la literatura ni la impres-
cindible relación directa de los nuevos Jueces con los ya veteranos, lo que obvia-
mente no podría hacer.
Hay que realizar dos apreciaciones más antes de dar cuenta del cine que –a mi
juicio– ha de interesar a los Jueces. Una apreciación referida al medio, que es fílmi
co, audiovisual y, por tanto, extraño al método didáctico tradicional, básicamente
literario. El cine no sólo dice, aunque también lo hace desde que es sonoro, sino
que sobre todo muestra.21 Pero ¿cómo se muestra el Derecho? Salvo excepcional-
mente, las películas no enseñan las normas escritas, sino las normas en funcio
19
Rivaya, Benjamín, "Derecho y Cine. Sobre las posibilidades del cine como instrumento para la didáctica
jurídica" en Presno Linera, Miguel y Rivaya, Benjamín, (eds.) Una introducción cinematográfica al Derecho,
Tirant lo Blanch, Valencia, 2006, p. 27.
20
Garapon, Antoine, "El poder inédito...", op. cit., p. 85.
21
Truffaut, Francois, El cine según Hitchcock, Madrid, Alianza, 2007, p. 130.
La otra apreciación que querría hacer se refiere al fin que se ha de perseguir con el
uso de la herramienta cinematográfica. Si la tesis que mantengo es que ésta puede
servir al objetivo de la formación de los Jueces, hay que pensar en algún modelo
de Juez, de tal forma que el cine, junto con todos los demás medios didácticos,
trate de conseguir que los Jueces reales se ajusten al ideal.25 Creo que hoy día existe
22
Un ejemplo nos lo da Billy Wilder cuando se refiere a A place in the Sun, Un lugar en el sol (George Stevens,
1951): "En este film –dice– aparece un fiscal de distrito que cojea. Yo le dije a alguien: ‘Es una película magnífica,
pero la justicia no tenía por qué cojear’. Era demasiado alegórico. No estaba bien". Cfr. Crowe, Cameron,
Conversaciones con Billy Wilder, Alianza Editorial, Madrid, 2005, p. 43.
23
Sarat, Austin, "Imaginig the Law of the Father: Loss, Dread, and Mourning in The Sweet Hereafter", Law and
Society Review, Vol. 34, n. 1, 2000, pp. 8-9; Sherwin, Richard, "Nomos and Cinema", UCLA Law Review, agosto,
2001, p. 151.
24
Cfr. Asimow, Michael y Mader, Shannon, Law and Popular Culture. A Course Book, Peter Lang, New York,
2007, pp. 6-8.
25
La formación judicial tiene que estar orientada ideológicamente; porque todavía hoy "existe una suerte de
asimetría entre el entrenamiento judicial orientado a que los alumnos obtengan las habilidades técnicas y
teóricas necesarias para el desarrollo eficaz de sus funciones de administración de justicia, y la formación
de actitudes axiológicas. Es necesario orientar la formación judicial para que promueva estas actitudes".
Cfr. Ríos, Carlos, "La literatura y el cine como herramientas para la formación ética de los Jueces", Isonomía:
Revista de Teoría y Filosofía del Derecho, n. 22 (abril 2005), México, Instituto Tecnológico Autónomo de México,
[s.a.], p. 209.
En lo que sigue trataré de apuntar los tópicos cinematográficos que resultan inte-
resantes para la formación de los Jueces, a la vez que señalaré la filmografía a mi
juicio más importante en la que se reflejan esos tópicos y, al hilo de la exposición,
me iré fijando en todo aquello que, tengo para mí, les puede enseñar. No pretendo
elaborar una historia del cine judicial, ni analizar la imagen fílmica de la justicia,
ni conseguir una filmografía exhaustiva desde la perspectiva de una didáctica ju
dicial, que se me antoja una misión imposible, sino únicamente mostrar cómo el
cine puede ser un recurso didáctico en la específica enseñanza que han de recibir
los Jueces.
En Derecho y razón, la magna obra de Luigi Ferrajoli, se dice que las "novelas poli-
ciacas están llenas de construcciones probatorias aparentemente aplastantes que
26
Andrés Ibáñez, Perfecto, "La argumentación y su expresión en la sentencia", Estudios de Derecho judicial
n. 32, 2000, p. 32.
27
Ferrajoli, Luigi, Derecho y garantías. La ley del más débil, Trotta, Madrid, 2004. Por mi parte, resulta obvio
que el presente trabajo está orientado por una concepción garantista del Derecho, cuyo principal valedor es
Luigi Ferrajoli. En este sentido, utilizo el cine como Luis Gómez Romero utilizó antes la literatura. Cfr. Gómez
Romero, Luis, El tiempo de los débiles. Garantismo y literatura, Porrúa, México, 2008.
28
Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón. Teorías del garantismo penal, Trotta, Madrid, 2001, p. 132.
29
Cfr. Ibidem, passim; Taruffo, Michel, La prueba, Marcial Pons, Madrid, 2008; Gascón, Marina, Los hechos
en el Derecho. Bases argumentales de la prueba, Marcial Pons, Madrid, 1999.
El argumento del error o de la posibilidad del error tiene mucho que ver con esa
emoción impaciente (¡tan cinematográfica!) que es el suspense, pues en muchos
casos el suspense deriva del conocimiento que tiene el espectador de la respuesta
correcta o, al menos, de la respuesta incorrecta, conociéndose la verdadera al final
de la película; aunque también es verdad que hay ocasiones en que, como si fuera
en la vida real, nunca llega a descubrirse. En el ámbito del cine sirve para acrecen-
tar el interés del relato, absorbiendo la percepción del espectador, hipnotizado por
30
Cfr. Nead, Lynda, "Courtroom Sketching: Reflections on History, Law and the Image" en Freeman, Michael,
ed., Law and Poular Culture, Vol. 7, mayo, 2005, p. 174.
31
Cfr. Torres Dulce, Eduardo, "El Juez en la pantalla" en Toharia, José Juan, (dir.) Estudios de Derecho
Judicial, n. 25, 2000, pp. 47-48.
32
Gómez Martínez, Carlos, "La grabación del sonido y de la imagen en los juicios civiles: del Juez lector al
Juez espectador", Jueces para la democracia, n. 48, noviembre/2003, p. 82.
33
Cfr. Malem Seña, Jorge, El error judicial..., op. cit., 2008, pp. 101-102.
34
Ordóñez Solís, David, "Jueces de cine y el arte de juzgar. Del Juez de la horca al Juez profesional", Revista
jurídica de deporte y entretenimiento, n. 26, 2009, p. 474.
lo que pueda ocurrir.35 En el ámbito judicial, sin duda sufren el suspense las partes
que esperan un fallo que les afectará vitalmente, pero también el Juez puede sentir
esa emoción al ir descubriendo más y más circunstancias del caso que juzga, o
nuevas normas y direcciones jurisprudenciales que afectarán a la decisión final.
De esta manera, el suspense se convierte en el recurso/emoción propio del cine
judicial, siendo éste generalmente cine de suspense. Recuérdese la advertencia
que acompaña a la proyección de la genial obra de Billy Wilder, Witness for the
Prosecution –Testigo de cargo– (1957): "Les encarecemos en beneficio de aquellos
amigos suyos que no hayan visto aún la película que no revelen a nadie el secreto
del final de Testigo de cargo".
La película que tengo por el mejor exponente del cine jurídico durante esta primera
época es Intolerance –Intolerancia– (1916), la gran superproducción de D. W. Griffith;
en ella encontramos el caso del error judicial. Pero en Intolerancia no se trata sólo
de la posibilidad de que se produzca el error, sino que el que se va a producir es el
más trágico que quepa imaginar, el que significa la condena a muerte de un inocen
te. Por eso la pena de muerte ha ido muchas veces unida al error judicial, siendo
esa unión un recurso argumentativo abolicionista típicamente cinematográfico,
porque el fallo en este caso es absolutamente irreparable, lo que sirve para refor-
zar, por medio de una emoción dramática, el atractivo de la trama. ¿No deberíamos
hablar entonces de (t)error judicial?
35
Lo mismo ocurre con otros medios; parece que Wenceslao Fernández Flórez dijo que "hay algo que inte-
resa a los lectores de periódicos mucho más que un crimen: un error judicial". Malem Seña, Jorge, El error
judicial..., op. cit., p. 94.
36
Claro que depende de lo que se entienda por democracia, pues un requisito de ésta ha de ser la protección,
no la liquidación, de la minoría disidente. Cfr. Kelsen, Hans, Esencia y valor de la democracia, Labor, Barcelona,
1934, p. 157.
37
Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón..., op. cit., p. 68. Existe un gran número de películas que tratan de esa
pretendida legitimidad democrática de la justicia penal. Aun tratándose de un producto cinematográfico defi-
ciente, quisiera citar Citizen Verdict, Justicia en directo (Philippe Martínez, 2003), por cuanto desarrolla una
idea muy interesante, aunque ya he dicho que fallida, la de convertir la Justicia en un reality show en que el
público juzga a un presunto criminal.
Pero no fue Griffith el único gran cineasta que se valió del falso culpable para
elaborar y hacer atractivas sus narraciones. Otros de los mejores directores de la
historia del cine utilizaron en muchas ocasiones el caso del error judicial, o de
la posibilidad de que se produzca, destacando todos ellos no sólo que la empresa
del conocimiento humano es complicada y dificultosa, sino que también puede
fracasar. De entre quienes usaron el tópico destaca por varias razones Fritz Lang:
no sólo por su impresionante obra, sino por lo alambicado de los argumentos de
las películas que dirigió que versan sobre el error, no sólo judicial, y sobre todo por
fijarse en los efectos imprevistos, inimaginables e indeseables, de las decisiones
erróneas, pues si bien es verdad que las decisiones acertadas también pueden
producir imprevistos efectos disvaliosos, qué duda cabe de que resultan mucho
más lamentables cuando son el resultado de una equivocación que, por principio,
no debería haberse producido. De Lang habría que destacar, sobre todo, Fury,
–Furia– (1936), You Only Live Once –Sólo se vive una vez– (1937) y Beyond a Reaso-
nable Doubt –Más allá de la duda– (1956).
38
Vives Antón, Tomás, "Más allá de toda duda razonable", Teoría & Derecho: Revista de pensamiento jurídico,
n. 2, 2007, p. 167.
Otro de los principales cineastas de la historia fue John Ford, quien también dedicó
varios de sus trabajos al mundo judicial, siendo algunos de ellos imprescindibles:
Judge Priest –El Juez Priest– (1934), The Prisoner of Shark Island –Prisionero del odio–
(1936), Young Mr. Lincoln –El joven Lincoln– (1939), The Sun Shines Bright –El sol
siempre brilla en Kentucky– (1953), Sergeant Rutledge –El sargento negro– (1960).
En alguna de esas películas se produce el error judicial, mientras que en otras no
llega a ocurrir, aunque está a punto de producirse. Desde el punto de vista de la
educación judicial destaca El joven Lincoln (hagiografía de la juventud de Abraham
Lincoln, interpretado magistralmente por Henry Fonda) porque el cine permite
crear y presentar al público una circunstancia que sería muy difícil observar en la
vida real, aunque evidentemente podría ser real. Dos jóvenes son acusados de ase-
sinato, por lo que se solicita para ambos la pena de muerte. La argucia de Ford
consiste en hacer creer que, efectivamente, son los autores del crimen. Lo cree
todo el pueblo de Springfield, que trata de lincharlos; lo cree la propia familia de
los presuntos culpables, incluida la madre, auténtica heroína fordiana, y hasta
ellos mismos, ya que uno piensa que fue el otro y el otro piensa que fue el uno.
En cuanto al Juez, no tiene reparos en decir que los dos muchachos tienen dere-
cho a un juicio justo antes de ser ajusticiados. Incluso Lincoln piensa que está
defendiendo a los verdaderos causantes de la muerte, por más que también crea
que actuaron en legítima defensa. Lo que es más importante aún: los especta
dores, porque lo han visto o han creído verlo, también lo creen. Tanto quienes se
encuentran en la pantalla, los participantes en la narración, como los espectado-
res, los observadores externos, están seguros de saber quién mató a la víctima…
¡Pero se equivocan!
En las otras películas de Ford que tratan del error, importa detenerse en las causas
de que se dicte o casi se dicte una resolución errónea. En el caso de Prisionero del
odio, se trata del relato de lo que le sucedió al doctor Samuel Mudd, detenido y
condenado por participar en el complot que acabó con la vida de Lincoln, cuando
únicamente había curado al asesino, pero desconociendo lo que el herido había
hecho. Error judicial, por tanto, que acabará reparándose cuando se demuestre
que, de ser algo, Mudd tiene más de héroe que de criminal. Pero importa pararse
en las causas que hicieron que la sentencia fuera injusta y errónea. El magnicidio
del mítico presidente que abolió la esclavitud provocó en los Estados Unidos una
sensación de terror e inseguridad que hizo que, como en algunas otras ocasio-
nes, se buscara rápidamente a los culpables y rápidamente, saltándose las míni-
mas garantías, fueran condenados. En esa reacción, como no podría ser de otra
forma, participaron los Jueces, que antes de ejercer su función fueron aleccio
nados por una autoridad militar. "El objeto de este juicio no es determinar la culpa-
bilidad o inocencia de unos rebeldes sino evitar al país más derramamientos de
sangre […] la dureza es lo único que puede salvar al país de los disturbios". Y luego:
"Primero, no deben permitir que su juicio en este caso se vea perturbado por tecni-
cismos legales, ni deben tener en cuenta las habituales normas de las pruebas.
Segundo, y lo más importante, no se dejen influir por esa odiosa creación, ese
disparate legal que es la duda razonable". Por fin, aludirá a la legitimación democrá
tica de la condena: "Resumiendo, la voz del tribunal tiene que ser la voz del pueblo",
les dice a la vez que les enseña una multitud enfurecida que clama venganza.
La otra película de Ford a la que hay que referirse es El sargento negro, aunque en
este caso, como en El joven Lincoln, el error judicial no llega a producirse, de nuevo
gracias a un buen abogado que investiga, argumenta y tiene la perspicacia nece-
saria para dar la vuelta a un caso que, desde un principio, estaba perdido. Inte
resante también por la propia narración de los acontecimientos, en la que cada uno
de los testigos va contando su versión en largos y continuos flash backs, que posi-
bilitan el enfrentamiento procesal de perspectivas. Se trata del proceso que se sigue
contra el sargento negro Braxton Rutledge (Woody Strode), para el que se solicita
la pena de muerte, acusado de violar y asesinar a la adolescente blanca Lucy
Dabney y asesinar también al padre de ésta, general del ejército. Pero ¿por qué está
a punto de producirse el error judicial? Lo indicará el mismo imputado: porque
Lincoln (omnipresente en esta filmografía fordiana) proscribió la esclavitud, pero
no hizo a los negros libres ni iguales, objetivo por el que lucha el movimiento por
los derechos civiles, en Estados Unidos, en el momento en que se rueda la película.
Alegato de Ford contra la discriminación racial, por tanto, que advierte que el error
judicial puede ser producido por una discriminación latente que juega contra quien
pertenece a la minoría discriminada. El tema ha sido tratado en el cine en muchas
ocasiones. Recuérdese, por ejemplo, True Crime, Ejecución inminente (1999), de
Evidentemente, a veces el error se produce porque, sin más, aun queriendo cono-
cer correctamente, no se consigue alcanzar la verdad, pero en otras ocasiones se
debe a las interferencias de distinto tipo que pueden producirse, como puede ser
en el citado caso de los prejuicios raciales. En otras ocasiones son las motivacio-
nes políticas las que están detrás de la creencia del Juez de que ciertos hechos son
verdaderos, cuando realmente no lo son. Por ahora valga como ejemplo el del (la-
mentable) Juez de la película irlandesa In the Name of the Father, En el nombre del
padre (Jim Sheridan, 1993), que condena a varios inocentes a severas penas priva-
tivas de libertad, decisión que ha de ser contextualizada en el marco de la lucha
antiterrorista contra el IRA (Irish Republican Army), que es la que hace que la ver-
dad procesal no coincida con la verdad material, que los hechos probados no hayan
ocurrido realmente. Por lo demás, digo que la actuación del Juez es lamentable
porque al dictar sentencia expresamente afirma que él no hubiera tenido ningún
reparo en condenar a muerte a los acusados. En otras películas aparecen escenas
semejantes, en las que el Juez expresa aquello que no es obligado (por ejemplo, en
Yo confieso, de Hitchcock, que en breve se comentará). Por una elemental razón de
prudencia, deberían callarse.
Evidentemente, las películas que giran en torno al error o la posibilidad del error
judicial son tantas que no puede pretenderse citarlas todas, pero las que necesa-
riamente han de aparecer en este capítulo son las de Alfred Hitchcock, pues si
antes nos hemos referido al suspense, ese recurso tan cinematográfico que, a la
vez, es una "emoción judicial", nadie lo supo plasmar en el cine como Hitchcock,
que rodó películas judiciales (y no judiciales) inolvidables en torno al tópico del
falso culpable, tema central de su filmografía, incluyendo algunas sobre el error
judicial. Desde luego no extraña que se le haya llamado "el rey del suspense".
Le explicó, a Francois Truffaut, por qué tenía ese interés: "Es que el tema del hombre
acusado injustamente produce mayor sensación de peligro a los espectadores,
porque se colocan más fácilmente en la situación de este hombre que en la de un
La cuestión del falso culpable, del hombre acusado de un crimen que no ha come-
tido, ya aparece en 1927, en The Lodger, El enemigo de las rubias (1927), de la que
se dice que es la primera película hitchcockiana, sobre Jack el Destripador. Una
década después, en Young and Innocent (A Girl Was Young), Inocencia y juventud
(1937), en otro caso de falso culpable, Hitchcock hace saber al público más que a
los personajes de la película, un recurso especialmente interesante que permite
jugar con el conocimiento que unos tienen y del que otros carecen. En 1942, en
Saboteur, Sabotaje, presenta el caso de un obrero de una fábrica aeronáutica
acusado de sabotaje y sus esfuerzos por demostrar su inocencia. En 1945, en la
freudiana y daliniana Spellbound, traducida en España como Recuerda, hasta el falso
culpable que, precisamente sufre complejo de culpabilidad, cree que es el verda-
dero. Luego, en una gran película judicial, The Paradine Case, El proceso Paradine
(1947), no habrá error judicial al final, pero si se observa a lo largo de todo el metra-
je lo difícil que es lograr un conocimiento verdadero y objetivo que en ocasiones
(¿en muchas ocasiones?) no se logra. De esta película interesa especialmente el
papel del Juez, en la soberbia interpretación de Charles Laughton, duro, irónico y
escéptico. En 1950, en State Fright, Pánico en la escena, no se trató la figura de un
"verdadero falso culpable" sino de un "falso culpable verdadero", demostrando que
una buena película era capaz de crear confusión, de hacer creer al público lo
que fuera. En I Confess, Yo confieso (1953), el falso culpable (el Juez estará persua-
dido de su culpabilidad hasta el final) es un sacerdote católico que, para demostrar
su inocencia, tendría que vulnerar el secreto de confesión. En Dial M for Murder,
Crimen perfecto, de 1954, nos encontramos con un caso de error judicial con resul-
tado de condena a muerte, si bien el error se produce porque alguien ha puesto las
circunstancias necesarias para que se produzca es decir, no es casual, o debido
sencillamente no a la dificultad inherente al conocimiento sino a la voluntad de
alguien que quiere provocarlo. Por fin, Frenzy, Frenesí (1972) versará sobre un hom-
bre inocente que es acusado, procesado y condenado por el asesinato de varias
39
Truffaut, Francois, El cine según..., op. cit., p. 50.
mujeres. En palabras de Truffaut, "le veremos durante hora y media debatirse como
una mosca presa en una tela de araña".40
Pero será la que lleve por título precisamente The Wrong Man, traducida en España
como Falso culpable (1956), la que mejor represente la temática del error, aunque al
final no llegará a ser judicial. La película, por lo demás, no narra un caso ficticio
sino real, lo que generaría una mayor inquietud en el espectador; al fin y al cabo, lo
que sucedía en el filme le podría ocurrir a cualquiera. Para crear esa sensación de
miedo entre quienes vieran la película, Hitchcock se valió de lo que, en la vida
cotidiana, muchas veces se les escucha repetir a los policías al acusado: "No se
preocupe; si usted no es culpable no tiene nada que temer". Resulta evidente, em-
pero, que sí hay algo que temer. La trama es conocida: un hombre normal o, incluso,
mejor de lo normal pues parece el prototipo del buen padre de familia, interpretado
otra vez por Henry Fonda, es acusado de cometer varios atracos, pero todo se debe
a la coincidencia de varias pruebas indiciarias que conducen a hacer pensar que
aquel hombre es culpable. No se trata de un crimen especialmente repugnante ni
se solicita para el acusado la pena de muerte sino que es algo menos llamativo,
aunque también sirve para perjudicar enormemente la vida del protagonista (la
triste circunstancia hará enloquecer a la esposa, por ejemplo). Todo acabará bien,
pero podría haber finalizado de otra manera.
¿Acaso habrá quien diga que los relatos hitchcockianos no son verosímiles y que,
por tanto, no valen para nuestros propósitos de enseñar que el conocimiento judi-
cial, como todo conocimiento humano, es falible? El mismo Hitchcock reconoció
que muchos de los argumentos de sus películas no eran verosímiles, que la vero
similitud no le interesaba, que "si se quiere analizarlo todo y construirlo todo en
términos de plausibilidad y de verosimilitud, ningún guión de ficción resistiría ese
análisis".41 Hay que ir más allá, pues quien tiene entre sus misiones la de conocer
la realidad, saber qué sucedió, tiene que saber también que en muchas ocasio-
nes la propia realidad es inverosímil e increíble, pero no por eso deja de ser la
realidad.
40
Ibidem. p. 321.
41
Ibidem. p. 93.
Por lo que se refiere a los argumentos jurídicos, lo habitual ha sido que el cine se
haya ocupado de asuntos judiciales de índole penal, casi nunca de asuntos admi-
nistrativos o mercantiles; alguna vez de asuntos laborales y constitucionales; algu-
na más de asuntos civiles, sobre todo familiares. En este punto interesan sobre
todo las películas que han versado sobre el cuidado de los hijos, una temática típi-
camente judicial, pues normalmente la clave de la narración gira en torno a la de-
cisión que ha de tomar el Juez, una decisión que ha de dilucidar qué persona es la
más adecuada para encargarse del cuidado de los hijos. En fin, aunque sea el más
característico, no sólo el cine del falso culpable interesa a los Jueces. Por otra
parte, la película con la que quiero abrir este capítulo no es una película judicial.
Muy temprano, Chaplin rodó una película genial, como tantas suyas, que trataba
del tema de la adopción, The Kid, El chico (1921). Por supuesto, Charlot no adoptaba
legalmente al chico sino, digámoslo así, de forma extralegal; esto es, se trataba de
una adopción de hecho, no de Derecho. Pero así todo vale para estudiar lo que es
la adopción y la que debe ser su regulación. Como sabemos, una mujer tiene un
hijo ("Su delito es ser madre", dice un cartel en la película) pero el padre la ha deja-
do y, sintiéndose sola, abandona al recién nacido. Tras muchas peripecias, Charlot,
que vive pobremente en un barrio marginal, decide hacerse cargo de él y se lo lleva
al cuarto donde mora, un cuarto destartalado y cochambroso en el que podrán
verse tiernas escenas de cómo el vagabundo cría al niño. Pasan los años y aquella
pareja se ha convertido, sin duda, en una familia (monoparental), aunque las con-
42
Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón..., op. cit., p. 149.
arriba a una conclusión que, en todo caso, no será la mejor en términos absolutos
sino la mejor aquí y ahora.
sienten Sam y Lucy, recíprocamente, ¿no ha de ser tenido en cuenta?; aun siendo
una niña, ¿hasta qué punto ha de pesar la opinión de Lucy sobre su destino?; ¿es
razonable el mensaje de la película, que trata de persuadirnos (quizás más que de
convencernos) de que Sam es el padre adecuado? La problemática presentada por
la película no es sencilla, pero es la misma con la que se encuentran quienes tie-
nen que decidir con quién se quedan lo hijos, pues más allá de lo obvio, que hay
que decidir en interés del menor, habría que responder a muchos interrogantes:
¿ha de tenerse en cuenta el coeficiente intelectual de los padres y hasta qué
punto?, ¿han de tenerse en cuenta los ingresos de los padres y hasta qué punto?,
¿han de tenerse en cuenta las emociones de los padres y los hijos y hasta qué
punto?, etcétera.
Pero antes de que se rodara este melodrama hollywoodiense, un director que tiene
gran importancia para los estudios de Derecho y Cine, Ken Loach, había tratado el
tema sin ningún edulcorante en Ladybird, Ladybird (1994). La cinematografía de
Loach, el mejor exponente del cine laboralista de los últimos tiempos, es de un
realismo social tan ajeno a pretensiones estéticas como volcado en exigencias éti-
cas. En este caso estamos también ante cine social, si bien la trama no es estricta-
mente laboralista sino familiarista, pues narra las desventuras de una familia ya no
desestructurada sino absolutamente caótica. Maggie, una mujer fuertemente gol-
peada por la vida (y por su padre, y por su pareja, etc.), es madre de cuatro hijos de
distintos padres todos ellos. En una ocasión, va a divertirse y deja a su hijos ence-
rrados en casa, con tan mala fortuna que se provoca un incendio y uno de los niños
sufre quemaduras graves. A partir de entonces, los servicios de Asistencia Social
no sólo se harán cargo del lesionado, sino que estarán al tanto de los otros, hasta
que decidan, por fin, hacerse cargo de todos los niños. En la vista pública que se
celebre para dilucidar qué hacer, se exponen las tesis de ambas partes: mientras
que para la que representa el interés público, Maggie no puede cuidar a sus hijos
razonablemente, para el representante de ésta la madre es perfectamente capaz de
hacerlo si se modifican las circunstancias adversas que le han tocado vivir. Maggie
aún tendrá cinco hijos más, ahora con la misma pareja, un paraguayo refugiado
político en Gran Bretaña, y de nuevo volverá a plantearse la cuestión del cuidado de
éstos, influyendo posiblemente factores xenófobos en la toma de la decisión. Pero
no se trata de desarrollar pormenorizadamente el argumento, sino de plantear, una
vez más, qué es lo que se debe hacer. De nuevo, el cine resulta de especial interés
para quienes tienen que decidir pues la película, para lo que sin duda utiliza recur-
sos emocionales, parece tomar opción por la madre. No digo que no deba ser así,
ya que podría haber argumentos consistentes que fundamenten esa postura, lo que
afirmo es que la persuasión cinematográfica no puede ser la causa de una decisión
que no necesita ser explicada, sino justificada, argumentada convincentemente.
Más allá de la búsqueda de alternativas, si nos elevamos sobre ese caso concreto,
la película plantea un grave dilema para un Juez: ¿qué ha de hacer un Juez cuando
tiene que aplicar una ley evidentemente injusta? Por supuesto, se puede discutir
del "evidentemente" pues no estoy planteando la cuestión de legitimar un genocidio
(lo que "evidentemente" sería injusto) sino la más cotidiana de decidir si unos niños
quedan custodiados por su padre o por su madre o son tutelados por una institu-
ción, etcétera. No planteo el problema moral del Juez que tiene que aplicar el orden
jurídico nazi, que vale como paradigma del mal absoluto, sino el del Juez que apli-
cando un ordenamiento jurídico democrático y, en general, respetuoso con los
derechos humanos, se ve en la tesitura de tener que utilizar una norma injusta.
Sería un caso parecido, por ejemplo, al de la norma española que condenaba a los
objetores de conciencia insumisos, que se negaban a realizar el servicio civil obli-
gatorio. ¿Qué hacer? ¿Retorcer la norma hasta conseguir que diga lo que no dice?
¿Acaso debería establecerse un derecho a la objeción de conciencia de los Jueces?
No parece razonable. Quizás en casos semejantes los Jueces deberían hacer uso
del derecho de petición, solicitando que la ley se modifique, lo que salvaría su
conciencia.
Así todo, la película aún no ha acabado: el padre privado de sus hijos seguirá lu-
chando para conseguir la reunión familiar; en diversos frentes, en el mediático
(pues es interesante observar el papel que juega la prensa, probablemente funda-
mental para conseguir un veredicto favorable) y en el judicial, demandando ante el
Tribunal Supremo la declaración de inconstitucionalidad de la ley de la infancia
antes citada. Por una parte, se trata de analizar si la referida norma es respetuosa
con el derecho que la Constitución reconoce a los padres responsables a educar
a sus hijos; por otra parte, ha de tenerse en cuenta la ideología patriarcal y machis-
ta en que –parece– se sustentaba el Derecho de familia irlandés. El defensor de la
constitucionalidad de la ley lo dirá explícitamente: el modelo de familia es la sagra-
da familia. Ésa es la razón por la que el caso que relata la película resulta proble-
mático en la Irlanda de entonces, porque la familia que se pretende no sigue el
modelo. Al final, el Supremo declarará la inconstitucionalidad de la ley, pero eso
importa menos que la relación que se muestra entre un ordenamiento jurídico y la
moral social (católica, en este caso) que lo nutre y en la que se apoya.
3. SOCIALISMO Y JUDICATURA:
LA MADRE (VSEVOLOD PUDOVKIN, 1926)
El cine del error judicial recomendaba prudencia a los Jueces; prudencia, porque
el conocimiento exacto de lo que ocurrió, y ahora se juzga, no sólo es difícil sino
La película que mejor muestra la crítica marxista a la judicatura es una de las ma-
yores obras de la cinematografía soviética, La madre (1926), de Pudovkin, basada
43
Marx, Carlos y Engels, Federico, El manifiesto comunista [1848], Alhambra, Madrid, 1985, pp. 53-54, 65.
44
Kropotkin, Piotr, Las prisiones. El salariado. La moral anarquista, F. Sempere y Cia., Valencia, p. 50.
45
Kropotkin, Piotr, Ouvres, Francois Maspero, Paris, 1976, p. 224.
46
Kropotkin, Piotr, Palabras de un rebelde [1885], Pequeña Biblioteca Calamus Scriptorius, Palma de
Mallorca, 1977, p. 91.
47
Proudhon, Pierre, ¿Qué es la propiedad? [1840], Tusquets, Barcelona, 1975, p. 122.
marginados sean carne del Derecho penal, pero también es verdad que quienes al
final deciden las condenas son los Jueces… Aunque se sientan conmovidos por
el discurso de un Humphrey Bogart metido a abogado, como ocurre en Knock on
Any Door, Llamad a cualquier puerta (Nicholas Ray, 1949):
Cuando acepté este caso, pensaba que Nick Romano era inocente.
De modo que creí su versión. Lo mismo que me contaron Sunshine
y Butch. Y lo creí porque deseaba creerlo. Deseaba creer que toda
la mugre, rencor y rabia de su pasado no habían producido un
asesino. Pero Nick Romano es culpable. Lo es de muchas cosas.
Es culpable de saber que su padre moría en prisión. Es culpable de
haberse criado en la pobreza. Es culpable de haber vivido entre el
hampa, de haber tenido las peores compañías, los vividores y rufia-
nes, mendigos y prostitutas del peor distrito, de los que deshonran
una moderna ciudad. Es culpable de que las tabernas y billares
estén abiertos para un muchacho. Es culpable del trato brutal de
un primitivo reformatorio.
Podrían citarse en este apartado referido a la presencia del Juez en el cine de los
perdedores sociales (que incluirían a los habitantes de barrios marginados pero
también a minorías étnicas, religiosas, sexuales, etcétera.) muchísimas películas
de todas las épocas. En esa relación aparecería un buen número de obras sobre/
contra la pena de muerte, como Angels with Dirty Faces, Ángeles con caras sucias
(Michael Curtiz, 1938), The Young Savages, Los jóvenes salvajes (John Frankenheimer,
1961), In Cold Blood, A sangre fría (Richard Brooks, 1967), El chacal de Nahueltoro
(Miguel Littin, 1969) o Pascual Duarte (Ricardo Franco, 1976). En cuanto al cine
carcelario, enseña que los perdedores sociales son los habituales habitantes de las
prisiones, también de las cinematográficas.
La crítica que podríamos llamar socialista a la función judicial queda bien expre
sada en una película francesa, de Bertarnd Tavernier, que lleva el sugerente título
de Le juge et l´assassin, El Juez y el asesino, de 1975. Efectivamente, en gran me
dida la obra trata de la relación que se establece entre un Juez y un soldado con-
vertido en vagabundo del que efectivamente sabemos que se trata de un asesino
Para los juristas, y más en concreto para los Jueces, la crítica resulta desoladora.
¿Efectivamente no pueden ser éstos otra cosa que funcionarios de las clases supe-
riores? ¿Ha de ejercer el Juez esa función o, en el mejor de los casos, juzgar con
mala conciencia? Valdrían otras, pero quisiera pararme ahora en una conocida
película de Sidney Lumet en la que se hace una clara y consciente reivindicación
del Derecho, The Verdict, Veredicto final (1982), una típica (¿o no tan típica?) pelícu-
la de abogados en la que se enfrentan, como en otras muchas ocasiones, una
concepción idealista y otra realista sobre el Derecho. En el trasfondo de la trama no
se halla un problema jurídico sino ético, filosófico jurídico, el de la actitud moral
que el jurista debe adoptar ante el orden jurídico. De hecho, el abogado Frank
Galvin, interpretado sabiamente por Paul Newman, es un profesional fracasado
que entró en crisis precisamente por tratar de evitar las prácticas corruptas de sus
compañeros, con lo que sólo logró que lo expulsaran del despacho en el que traba-
jaba, divorciarse de su mujer y alcoholizarse. Ahora trata de sobrevivir repartiendo
su tarjeta de visita entre los familiares de quienes aún están de cuerpo presente en
los velatorios. No se trata de narrar el caso judicial de la película, un caso en el que
parecen enfrentarse David contra Goliat, sino de exponer la tesis del relato, tesis
No otra cosa es lo que viene a decir Ferrajoli cuando afirma que el Derecho es
(debe ser) "la ley del más débil" y, por tanto, la superación del estado de naturaleza
en el que el más fuerte establece su ley. Esa sería, al fin y al cabo, la historia del
Derecho moderno, que poco a poco ha ido sometiendo a límites, minimizando y
controlando el poder, sustituyendo así el gobierno de los hombres por el gobierno
de las leyes,48 conforme a una concepción garantista del Derecho que lo entiende
como límite del poder, de todos los poderes, ya sean públicos o privados, para pro-
teger los derechos fundamentales de, en último término, todos los seres huma-
nos.49 El socialismo, en cambio, repudió el Derecho, cualquier Derecho, con lo que
se quedó inerme ante los enemigos de los derechos humanos, de uno y otro signo,
incluso de sí mismo:
48
Ferrajoli, Luigi, El garantismo y la filosofía del Derecho, Universidad Externado de Colombia, Bogotá,
2000, pp. 122-123.
49
Ibidem. p. 143.
Otra cuestión que inevitablemente ha tratado el cine, sin duda porque permite la
dramatización, es la de la construcción de las pruebas, de tal forma que éstas
lleven a que se dicte una sentencia injusta. Por supuesto no se puede reducir a
este argumento, pero es lo que ocurre en una de las cumbres del séptimo arte, en
La passion de Jeanne d’Arc, La pasión de Juana de Arco (Carl Theodor Dreyer, 1928).
Basada en las actas del proceso que se siguió contra la santa, la película nos con-
vierte en "testigos del impresionante drama de una joven creyente enfrentada a una
cohorte de ofuscados teólogos y curtidos juristas". Efectivamente, Juana sufrirá el
acoso de los religiosos, miembros del tribunal eclesiástico que la juzgará, que se
encuentran persuadidos de que es culpable de herejía y hechicería. Es el fanatis-
mo de esos Jueces, presentado por medio de multitud de primeros planos de sus
expresivos rostros (superioridad, condescendencia, impaciencia, dureza, burla, in-
dignación, más burla, enfado, rabia, ira, cansancio, fastidio, odio) que se enfrentan
a la cara angelical de Juana (tristeza, cansancio infinito, sufrimiento, éxtasis); es el
fanatismo de esos Jueces –decía– el que explica su comportamiento, convencidos
como están de su culpabilidad. Se trata de conseguir su confesión, para lo que vale
tanto la persuasión como el engaño, tanto la privación del bien como la imposición
del mal, el tormento. Pero quizás sea cierto que no se trata únicamente de que
confiese sino de que se arrepienta, de que vuelva a la verdad y renuncie al mal.51
Algo parecido dijo el mismo Dreyer, que el sentido del logro de la confesión, incluso
a través de la tortura, era que "esa confesión garantizaba la vida eterna de los
acusados".52 Pero la muerte en la hoguera valdrá como símbolo cinematográfico
50
Ferrajoli, Luigi y García Figueroa, Andrea, "Entrevista a Luigi Ferrajoli" en Carbonell, Manuel y
Salazar, Pedro, (coords.), Garantismo. Estudios sobre el pensamiento jurídico de Luigi Ferrajoli, Trotta/UNAM,
Madrid, 2005, p. 521.
51
Paredes Castañón, José, "La pasión de Juana de Arco/ Dies Irae. Las políticas de la tortura", en García
Amado y Paredes Castañón (coords.), Torturas en el Cine, Tirant lo Blanch, Valencia, 2005, p. 62.
52
Dreyer, Carl, Reflexiones sobre mi oficio, Paidós, Barcelona, 1999, pp. 69-70.
Lo mismo cabría decir de aquellas otras cintas que narran procesos seguidos ante
el tribunal de la Inquisición. Véanse los biopics de Giordano Bruno (Giuliano Mon-
taldo, 1973), quemado en la hoguera en 1600 por negarse a rectificar sus opiniones
científicas y filosóficas ante la Inquisición, y de Galileo, tanto en la versión de Liliana
Cavani (1968) como en la de Joseph Losey (1974), magnífica obra esta última por
más que sea muy dependiente de su origen teatral, pues está basada en el drama
de Bertold Brecht. En ambas biografías cinematográficas de Galileo se muestran
las polémicas que sacuden a la Iglesia ante la pujanza de la ciencia y las nuevas
teorías. Pero el miedo a lo nuevo y la defensa de la tradición se imponen y, otra vez,
se condenan las doctrinas del científico con los argumentos de siempre: que van
en contra de lo que dice la Biblia y, por tanto, contra Dios; que contradicen la anti-
gua sabiduría de Aristóteles; que la teoría copernicana, en que se fundan y a la que
a su vez fundamenta, es "filosóficamente absurda, formalmente herética y errónea
respecto a la fe", como se dice en la película de Cavani; que harían perder a las
gentes sencillas su confianza en las Escrituras, cuando tan necesaria les resulta.
No se trata de que hoy día los argumentos no resulten razonables sino, otra vez, de
la vehemencia de los Jueces, presentados como fanáticos capaces de hacer lo que
sea por preservar el dogma y la tradición. Desde luego, la imagen cinematográfica
de la Inquisición coincide con la que se tiene habitualmente de ella.
53
De Sed de mal resulta muy interesante la diferenciación que se observa entre el garantismo y el autorita-
rismo, precisamente cuando discuten los personajes que encarnan Charlton Heston y Orson Welles, ya que
una concepción garantista del Derecho también afecta, y muy especialmente, a la policía. Mientras Vargas, el
policía mexicano, aboga por un Estado de derecho frente a otro policial, Quinlay, el estadounidense, apela a
la eficacia en la lucha contra el crimen, crimen que puede destruir la vida del propio Vargas, viene a decirle en
una escena genial.
dar por bueno cualquier medio de prueba, es decir, que los medios que pueden
utilizarse "para establecer la verdad acerca de los hechos de la causa"54 no siempre
lo consiguen y, en cualquier caso, en todos los casos, requieren ser verificados; al
igual que requiere ser verificada su licitud.
En este apartado hay que citar la que creo que es la más conocida película judicial
española, la de Pilar Miró, El crimen de Cuenca (1979),55 que narra un proceso ju
dicial que fue objeto a su vez de otro proceso judicial que resultaría interesante
analizar ahora, pasados más de treinta años. La película tuvo problemas para su
exhibición, pues aunque la actual Constitución ya había entrado en vigor, se retra-
saba la concesión del permiso administrativo correspondiente, y entonces ocurrió
lo sorprendente: un juzgado militar ordenó el secuestro del filme. Después, en abril
de 1979, el citado tribunal abrió un proceso contra Pilar Miró, acusada de injurias
contra la guardia civil, cuando la película relataba hechos probados históricamen-
te y, en cualquier caso, quedaría amparada por la libertad de expresión. Se produjo
una de las grandes tormentas políticas de aquel tiempo, que las broncas parlamen-
tarias se encargaron de amplificar aún más. Mientras tanto, Joaquín Ruiz-Giménez
se hizo cargo de la defensa de Miró, solicitando la inhibición de la jurisdicción mi-
litar y el sobreseimiento de la causa. Hasta se aprobó una reforma del código de
justicia militar y, efectivamente, se sobreseyó el procedimiento. Desde entonces
El crimen de Cuenca no es sólo una película.56 En fin, creo que ninguna otra obra
cinematográfica merecería ser citada como ésta en una historia del Derecho
español.
54
Taruffo, M., La prueba, Marcial Pons, Madrid, 2008, p. 15.
55
Aprovechando la aparición de la película de Pilar Miró, hay que hacer una referencia al cine español. Que
en cualquier caso se puede errar lo demuestra lo que yo mismo afirmé hace años: "El crimen de Cuenca es una
de las pocas y dignas películas españolas de juicios". Cfr. Rivaya, Benjamín y De Cima, Pablo, Derecho y Cine
en 100 películas..., op. cit., p. 353. Claro que depende de lo que se entienda por "pocas", pero desde luego son
muchas más de lo que yo imaginaba. Quien rompió con el tópico y me sacó de mi error fue Emilio G. Romero,
que en su libro Otros abogados y otros juicios en el cine español enumera y analiza un buen número de películas
de juicios españolas, algunas de ellas magníficas, caso de Nuestro culpable (Fernando Mignoni, 1938), El clavo
(Rafael Gil, 1944), Audiencia pública (Florián Rey, 1944), Pleito de sangre (Ricardo Gascón, 1955), La bandera negra
(Amando de Ossorio, 1956), El diablo también llora (José Antonio Nieves Conde, 1963), Jarrapellejos (Antonio
Giménez Rico, 1987), Subjúdice (Jospe María Forn, 1998) o La suerte dormida (Ángeles González Sinde, 2003).
Difíciles de encontrar las que se rodaron antes de que llegara la democracia, sin embargo muchas de ellas
merecen ser vistas, tanto por el público general como por los Jueces en particular. Como tantas otras veces,
nuestro cine puede resultar sorprendente.
56
Pérez Millán, Juan, Pilar Miró, Directora de cine, Fundación Festival de cine de Huesca y Calamar Edicio-
nes, Madrid, 2007, pp. 112-119.
Al inicio de la década de los treinta apareció una película de Fritz Lang, M. El vam-
piro de Dusseldorf (1931), en la que se explicaba cómo no se debía juzgar. Un depre-
dador sexual y asesino múltiple en activo es buscado por la policía, pero también
por la criminalidad de Dusseldorf, precisamente porque se ve perjudicada por la
presión policial que aquél ha generado. Al criminal no lo detendrá la policía sino
el hampa, que lo someterá a un juicio del que, aunque el presidente del tribunal
diga que será conforme a Derecho, ya de antemano se conoce la sentencia. Sin
embargo, el personaje interpretado por un impresionante Peter Lorre alega que es
una fuerza irresistible la que le empuja a actuar de la forma en que lo hace, a la vez
que pide que le detenga la policía y le juzgue un tribunal de verdad. Realmente
aquél no es un tribunal, ni el Derecho que aplica es Derecho. Frente a la arbitrariedad
puede actuar así. La razón básica para rechazar el linchamiento es que se trata de
una práctica irreflexiva, en caliente, que hace imposible que aquel a quien se trata
de linchar pueda ni siquiera aportar pruebas que le sean favorables, vulnerándose
así el derecho a la defensa, evidentemente; además impide también el juicio sere-
no sobre la pena que ha de corresponder al criminal, caso de que efectivamente lo
sea. La "pompa legal y todo el montaje", en palabras del joven Lincoln, es decir,
el procedimiento legal, constituyen garantías mínimas para que se pueda hacer
justicia (se trata de condiciones necesarias pero no suficientes), que en todo caso
exige la imparcialidad y el distanciamiento del que ha de juzgar. Por eso tienen algo
de humor negro las bromas que se suelen hacer ante el linchamiento. Por ejemplo,
en Two Rode Together, Dos cabalgan juntos (1961), también de John Ford, ante la
inminencia del linchamiento de un indio, el militar que interpreta Richard Widmark
se niega, a lo que uno de los cabecillas le responde: "Esto no es un linchamiento,
soldado. Hemos formado un tribunal con un Juez y un jurado […] y yo, como Juez
del tribunal, he dictado sentencia. Será colgado por el cuello hasta que muera".
En las clásicas películas que acaban de ser citadas, las de Ford y la de Mulligan,
aparece una escena dedicada al linchamiento o al intento de linchamiento, pero
hay otras que se dedican por entero, todo su metraje, a un linchamiento, caso de
The Ox-Bown Incident, Incidente en Ox-Bown (William A. Wellman, 1943) y The Chase,
La jauría humana (Arthur Penn, 1966). La primera es una impresionante joya cinema
tográfica que narra cómo, ante la noticia de un robo con asesinato, en un pueblo
de Nevada se prepara una partida de exaltados para perseguir a los criminales:
corren tras ellos, les dan alcance, los "juzgan" y los ejecutan… Justo antes de saber
que el que se creía asesinado vive y que los verdaderos culpables ya han sido dete-
nidos. El solo argumento que se observa tras la narración ya es suficiente para
condenar el linchamiento pero, como ocurre en el gran cine, importa menos lo que
se razona que lo que se muestra, en este caso con una estética que se mueve entre
el western y el cine negro, que consigue crear un ambiente opresivo, casi claus
trofóbico, aunque los decorados sean exteriores, generando en el espectador emo-
ciones de ira y de piedad a un mismo tiempo. Desde luego, el claroscuro estético
no se traslada al terreno moral, en el que las posiciones quedan claramente defini-
das, sin que por ello el relato resulte maniqueo; probablemente como en la realidad,
quienes se enfrentan a esta forma expeditiva de hacer justicia se caracterizan no
sólo por ser precavidos sino por los sentimientos humanitarios. Las interpretacio-
nes (otra vez de Henry Fonda, de Dana Andrews, Anthony Quinn, etc.), memorables
tanto tomadas individualmente como en su conjunto, refuerzan el impacto del
drama que constituye la violación de un derecho fundamental, el derecho a un
juicio justo, sobre lo que versa la película. El sentido de este trabajo hace que cobre
especial importancia la figura del Juez que aparece en el filme, el Juez Tyler, que
nos da la impresión de ser un hombre presuntuoso y timorato a la vez, del que es
difícil decir algo bueno. Desde luego, carece de autoridad, hasta el punto de que
todos discuten sus palabras. El amigo del que se cree que han matado le espetará:
"Le digo que el que mató a Larry Kinkeid no regresará aquí para que usted empiece
con trucos legales y papeleos que tardarán seis meses, para que luego lo suelten
porque Davies o cualquier otra vieja diga que en el fondo no es un mal chico".
Como réplica valgan las palabras escritas por Donald, el padre de familia linchado
por aquella turba, reivindicando la ley como garantía de los derechos de todos:
Desde el peligroso terreno (ideológico) al que nos ha llevado Huston con El Juez de
la horca cabe dar el paso hasta las películas de vengadores y justicieros, que tam-
bién toman y ejecutan decisiones saltándose todos los límites imaginables.
Hay que referirse también a la cinta titulada The Chase, mejor titulada todavía en
español (lo que no suele ocurrir), La jauría humana (Arthur Penn, 1966), emblemáti
ca película norteamericana de los años sesenta que, por medio de una ambienta-
ción muy cuidada y de unas interpretaciones inolvidables, describe magníficamente
el opresivo ambiente de una población del sur que resultará alterado cuando llegue
la noticia de que un antiguo vecino, que se hallaba preso, se ha escapado de la
prisión y que, además, en la huida pudo haber matado a un hombre. El miedo,
el alcohol y las ganas de diversión se darán la mano para que una jauría humana
persiga al prófugo y "le dé su merecido". En casi todas las películas que tratan de
linchamiento se observa, de forma más o menos expresa, una reivindicación del
Derecho y de las instancias jurídicas, vulneradas por el comportamiento de los
linchadores. En ninguna como ésta, sin embargo, se hace tan clara apología de
los procedimientos jurídicos frente a la violencia informal del grupo vengador.
Representa esa justificación del Derecho el personaje del sheriff, interpretado por
Marlon Brando, que encierra a un vecino en los calabozos para protegerlo y que
busca a Bubber, Robert Redford, no sólo para detenerlo, como es normal, sino
sobre todo para evitar que lo encuentren "esos salvajes". "Créame, Anna, yo soy su
única esperanza de salvación", le dirá al personaje interpretado por Jane Fonda,
cuando le pida que le convenza para que se entregue. "Te pondré a salvo en la cár-
cel", le gritará al huido sin pizca de ironía. Luigi Ferrajoli encontraría en esta película
la ilustración de la justificación del Derecho penal, que no se halla sólo en la pre-
vención del delito, sino también en la prevención
... de otro tipo de mal antitético al delito que suele ser olvidado tanto
por las doctrinas justificacionistas como por las abolicionistas. Este
otro mal es la mayor reacción –informal, salvaje, espontánea, arbi-
traria, punitiva pero no penal– que a falta de penas podría provenir
de la parte ofendida o de fuerza sociales o institucionales solidarias
con ella. Es el impedir este mal, del que sería víctima el reo o inclu-
so personas ligadas a él, lo que representa, me parece, el segundo
y fundamental fin justificador del Derecho penal. Pretendo decir que
la pena no sirve sólo para prevenir los injustos delitos, sino también los
castigos injustos; que no se amenaza con ella y se la impone sólo
ne peccetur, sino también ne punietur; que no tutela sólo a la persona
ofendida por el delito, sino también al delincuente frente a las reac-
ciones informales, públicas o privadas".57
En fin, tras este breve recorrido no cabe más que declarar otra vez, frente a quienes
afirman el estado de naturaleza, nuestra fe en el Derecho y en los Jueces garantis-
tas, así como en los procesos sometidos a límites, pautados y pausados, con
tiempos para aportar pruebas, para defenderse y argumentar, para reflexionar…
Los pleitos no pueden durar eternamente, pero tampoco pueden ser expeditivos; los
Jueces deberían saberlo.
En 1933 apareció una película de risa en la que nada menos que Groucho Marx
encarnaba el papel de un magistrado, Duck Soup, Sopa de ganso (Leo McCarey,
1933), lo que no volvería a ocurrir, que yo sepa, pues en varios ocasiones Groucho
ejercería la abogacía (logrando, por cierto, escenas memorables), pero no volvería
a ocuparse de juzgar a nadie. En este caso, se trató del juicio oral que se siguió
contra Chico. Se le juzgaba por un delito de alta traición, y presidía la vista Groucho.
Lo primero que le dice es: "Chicolini, te apuesto ocho contra uno a que te consi
deramos culpable". Llega el fiscal, que pide la pena de muerte, y poco después
Chico reconoce muerto de risa que efectivamente robó algunos planos. "Ahora te
apuesto veinte contra uno a que te consideramos culpable", le espeta el Juez. Pero
acto seguido se apiada de él y se convierte en su defensor. Al fin, dirigiéndose
al jurado, Groucho ensaya un discurso: "Caballeros, como pueden ver, habla igual
que un tonto, parece un tonto, pero no dejen que eso les engañe. Es realmente un
idiota. Yo suplico que le sea devuelto a su padre y hermanos que le están esperan-
do con los brazos abiertos en la penitenciaría". Entre protestas del fiscal y de todos
los demás, aparece un correo que anuncia que la guerra ha comenzado, lo que
hace que los allí presentes se olviden del juicio y marchen ufanos a la lucha.
57
Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón..., op. cit., p. 332.
La razón de la risa que provoca la vista es clara: el juicio es una actividad pautada,
en la que todos los papeles están perfectamente definidos, sin que puedan ser
intercambiados. Aquí sin embargo resulta que se admiten apuestas, la pena de
muerte da risa y el Juez se convierte cuando quiere en abogado defensor.
En este punto podría hacerse referencia al papel que los Jueces juegan en las
comedias. Efectivamente, la sala de vistas parece un lugar idóneo para gastar
bromas:
Pero hasta dónde sé hay pocos Jueces de risa, y cuando aparecen en películas có-
micas, más incluso que en las dramáticas, suelen pasar bastante desapercibidos,
cuando no son invisibles totalmente. Casi siempre, pero hay excepciones. Por
ejemplo, un Juez que provoca la risa es el que aparece en Tango, La maté porque
era mía (Patrice Leconte, 1993), una irreverente comedia que, baste con leer el títu-
lo, gira en torno a la violencia de género. El papel del Juez resulta cómico no sólo
por ser completamente inmoral, sino por no asumir ninguna ideología judicialista
y manifestarlo abiertamente, incluso profiriendo auténticas barbaridades jurídi-
cas: "para mí un hombre que mata a su mujer –dice– no es un asesino". También
tiene gracia el Juez de Un crime au paradis, Un crimen en el paraíso (Jean Becker,
2001), que en la misma vista se hace amigo del imputado. En otras comedias,
como en My Cousin Vinny, Mi primo Vinny (Jonathan Lynn, 1992), la seriedad del
Juez sirve de contraste para las bromas que se hacen, precisamente. Pero dejaba
58
Aldarondo, Ricardo, "Perdiendo el juicio: la comedia frente a la ley", Nosferatu: Revista de Cine, n. 32,
junio, 2000, p. 22.
sin citar una importante comedia judicial que nos permitirá introducir la también
importante cuestión de las relaciones existentes entre las ideologías patriarca-
les, machistas, y la función judicial, casi siempre ejercida por varones, al menos
hasta aquí.
Como digo, un hito en la historia del cine procesal no será un drama sino una co-
media, Adam’s Rib, La costilla de Adán (George Cukor, 1949), que narra las vicisi
tudes de los Bonners, un matrimonio de juristas interpretado magníficamente por
Spencer Tracy y Katharine Hepburn. Se dará la casualidad de que, en un caso de lo
que hoy llamaríamos violencia de género en el que una mujer está a punto de
matar a su marido, Adam ejercerá la acusación y Amanda la defensa, producién-
dose así una divertida batalla de sexos. Amanda es una avanzada abogada que
representa el punto de vista del feminismo de la época, el feminismo de la igual-
dad, mientras que Adam mantiene una perspectiva más tradicional. En cualquier
caso, Amanda no sólo hace una crítica general al machismo imperante en la socie-
dad norteamericana de entonces, al hecho de que a los hombres se les permitan
actitudes y comportamientos que se prohíben a las mujeres, sino a su reflejo en
el mundo de la justicia. "¿Por qué dejar que este deplorable sistema se filtre en los
tribunales, donde se supone que la mujer es igual que el hombre?", pregunta.
La batalla argumental que se produce en la película tiene interés, pero importa
ahora fijarse en el Juez, precisamente porque los protagonistas, que sin duda
llenan la pantalla, lo hacen casi invisible. Se trata de un hombre mayor, serio,
calvo, con bigote y gafas. Al final, conforme a la decisión del jurado, fallará a favor
de la acusada.
La referencia a La costilla de Adán sirve para darse cuenta de que todos los Jueces
que aparecieron en las películas hasta aquí citadas eran varones. Pero enton-
ces, ¿podrían ser neutrales esos Jueces o inevitablemente aplicarían las normas
desde una ideología "varonil", machista, patriarcal? No es difícil imaginar que no
pueden ser neutrales y que, en cualquier caso, el Derecho a aplicar tampoco es
neutral, sino que en la lucha de sexos toma partido por el masculino, por lo que en
cualquier caso "la pretendida neutralidad en la aplicación sólo opera en favor de la
En 1950, Occidente recibía con todos los honores al cine japonés, premiando una
película de Akira Kurosawa, Rashomon, con el León de Oro en Europa, en Venecia,
y con el Óscar a la mejor película de habla no inglesa, en los Estados Unidos.
Bastaría poco tiempo para que se convirtiera en un filme mítico, hasta el punto de
que rompería las barreras del ámbito cinematográfico para adentrarse en el de las
ciencias sociales, llegando a hablarse de el efecto Rashomon en las ciencias socia-
les, rótulo con el que se designa la completa dificultad, cuando no abierta imposi-
bilidad, de conocer lo que sería propio de estas ciencias.
En la película de Kurosawa, que puede ser tomada por una película de juicios,
cuatro personajes distintos narran unos hechos que pudieran ser constitutivos de
delito: tres de ellos han participado directamente en los sucesos que se cuentan,
mientras que el cuarto es un testigo de los mismos o, al menos, de gran parte de
ellos. Para analizar ese efecto Rashomon conviene pararse con cierto detalle en lo
que cuenta la genial película. Cuatro versiones, decía, de unos mismo hechos que
se puede afirmar que son ciertos:
59
Suárez Llanos, Leonor, Teoría feminista, política y Derecho, Dykinson, Madrid, 2002, p. 117.
60
Greenfield, Steve, et al., Film and the Law, Cavendish Publishing Limited, London, 2001, p. 124.
De estos hechos, que pudiéramos tener por ciertos (aunque realmente del hecho
del que hay completa constancia es del de la muerte no natural de ese hombre, en
cuyo cuerpo se podría constatar la existencia de una herida mortal de arma blan-
ca), se ofrecen cuatro versiones muy diferentes:
3. Según la versión del esposo, que conocemos por medio de una vidente
poseída por su espíritu, tras atarle, el asaltante mantuvo relaciones sexua-
les con su esposa. Ante lo que sintió como una traición, cuando quedó a
solas, el esposo se suicidó clavándose una daga en el pecho.
4. Según la versión del testigo, que no pudo observar íntegramente los hechos,
parece que el asaltante mantuvo una relación sexual con la mujer y, tras
una situación confusa, los dos hombres pelearon Se trató de una pelea
sucia en la que ambos utilizaron todo tipo de tretas y artimañas para vencer.
Al final, el asaltante mató al marido, caído en el suelo y desarmado, a sangre
fría. Luego querrá matar también a la mujer, pero ésta consiguió huir.
Aunque los efectos que produce la película en el espectador pueden ser diver-
sos, probablemente muchos espectadores pensarán que de unos mismos hechos
61
Kurosawa, Akira, Autobiografía (o algo parecido), Fundamentos, Madrid, 1990, p. 280.
62
Cfr. Rivaya, Benjamín, El materialismo jurídico. La presunta teoría del Derecho de Marvin Harris, Dykinson,
Madrid, 2007, p. 176.
... la idea de una verdad absoluta puede ser una hipótesis abstracta
en un contexto filosófico amplio, pero no se puede sostener racio-
nalmente que una verdad absoluta pueda o deba ser establecida en
ningún dominio del conocimiento humano, y ni que decir tiene del
contexto judicial. Ni siquiera las ciencias duras, como la física y las
matemáticas, pretenden ya ser capaces de alcanzar verdades abso-
lutas; de hecho, la idea de una verdad absoluta parece pertenecer
sólo a los terrenos de la religión y la metafísica.64
63
Cfr. Gascón, Marina, Los hechos en el Derecho. Bases argumentales de la prueba, Marcial Pons, Madrid,
1999, p. 9.
64
Taruffo, Michel, La prueba..., op. cit., p. 26.
contamos con estas dos versiones, pues en las otras dos este dato queda oscu
recido o simplemente no aparece. Resulta difícil decir que la mujer consintió o no
consintió, que una de las dos posibilidades es verdadera y la otra falsa, entre
otras cosas porque el espacio que media entre el consentimiento claro y terminan-
te y la negativa clara y terminante es amplio: ¡hasta hay ocasiones en que se quiere
y no se quiere al mismo tiempo! También porque sólo tenemos las declaraciones
de los participantes que, aunque no mientan, pueden no decir la verdad: imagínese
que el asaltante sinceramente creyera que la mujer consentía en el acto sexual,
cuando no era así; o que la mujer efectivamente consintiera y después, ante lo
traumático de lo acontecido, olvidara su actitud permisiva y creyera firmemente
que en realidad no lo había querido y, por tanto, había sido violada. Por supuesto,
llegar a saber lo que ocurre dentro de la cabeza de la mujer no tiene que ser
necesariamente imposible, pero sin duda resulta dificultoso o, al menos en prin-
cipio, más dificultoso que llegar a saber lo que ocurre en el exterior. En palabras
de Marina Gascón: "en principio, son más difíciles de acreditar las intenciones,
conocimientos y elementos anímicos de los agentes que los hechos externos; y ello
tal vez contribuya a que también el grado de certeza de los enunciados sobre he-
chos psicológicos sea tendencialmente menor que el de los enunciados sobre
hechos externos".65
65
Gascón, Marina, Los hechos en..., op. cit., p. 78.
66
Cfr. Ruiz-Rico, Juan, El sexo de sus señorías. Sexualidad y Tribunales de Justicia en España, Comares,
Granada, 2011, p. 13.
Pero hay que volver a Rashomon para decir que algunas películas adoptaron una
forma de narrar similar. Por supuesto, The Outrage, Cuatro confesiones (Martin Ritt,
1964), pero yo también creo haber visto el efecto Rashomon en The Young Savages,
Los jóvenes salvajes (John Frankenheimer, 1961),67 película que precisamente per-
mite la crítica frente a una tesis relativista fuerte que hay quien cree ver defendida
en el clásico de Kurosawa. Los jóvenes salvajes relata un complicado caso judicial
que hará que el personaje de Burt Lancastar, un duro fiscal, revise sus argumentos.
Lo que importa ahora es que ese protagonista dirá claramente que se encuentra
ante un "caso difícil", lo que implica que también hay otros fáciles; el fiscal de Tes-
tigo de cargo dirá que el que se juzga en la película es un "caso fácil", aunque real-
mente no lo sea. Pues bien, esa distinción caso fácil/ caso difícil resulta fundamental
para enfrentarse a quienes pretenden rashomonizar el conocimiento judicial, pues
implicaría admitir que hay supuestos que se resuelven sencillamente aplicando la
lógica deductiva; son los casos fáciles. En cambio hay otros "en que el estable
cimiento de la premisa normativa y/o de la premisa fáctica resulta una cuestión
problemática";68 éstos son los difíciles, que pueden producirse por diferentes cau-
sas: porque no haya o sea discutible que haya una norma jurídica para aplicar al
caso; porque la norma exista, pero su interpretación en relación con el supuesto de
que se trate ofrezca problemas; porque no esté claro que se hayan producido
los hechos del caso previsto en la norma; o porque aun habiéndose producido los
hechos, su calificación jurídica resulte controvertida.69 En Rashomon lo que no
sabemos es si se han producido los hechos tipificados en la norma, pero más allá
del caso de que se trata, lo que importa es que no todos los casos pueden ser difí-
ciles, que la mayoría han de ser fáciles o rutinarios.
9. DERECHO Y ARGUMENTACIÓN:
DOCE HOMBRES SIN PIEDAD (SIDNEY LUMET, 1957)
En este punto, cuando se acaba de comentar una película fundamental para nues-
tros propósitos, hay que pararse en la que tengo por una de las películas jurídicas
67
El efecto Rashomon también puede observarse, con humor, en La vida por delante (1958), de Fernando
Fernán Gómez.
68
García Amado, Juan, La lista de Schindler. Abismos que el Derecho difícilmente alcanza, Tirant lo Blanch,
Valencia, 2003, p. 127.
69
Ibidem. p. 149.
imprescindibles de la historia del cine, una obra maestra del cine de juicios; una
película que sin duda cualquier aspirante a la carrera judicial, cualquier estudian
te de Derecho, debería ver: Twelve Angry Men, Doce hombres sin piedad (Sidney
Lumet, 1957). Sidney Lumet ha rodado varias películas de juicios o en la que un
juicio juega un papel relevante en la trama. Además de la citada, The Verdict, Vere-
dicto final (1982), Daniel (1983), Guilty as Sin, El abogado del diablo (1993), Find Me
Guilty, Declaradme culpable (2006). ¿Por qué Doce hombres es un clásico ("el clási-
co", habrá quien diga) del cine judicial? Por haber sabido captar cinematográ
ficamente la dinámica del Derecho, la realidad de la argumentación jurídica, la
dialéctica del juicio y, ya más en concreto, la práctica de la institución del jurado,
tan importante en los Estados Unidos. Precisamente uno de los miembros del
jurado del filme así lo expresa, cuando dice que se trata de un logro de la democra-
cia, dando por sentada la legitimidad de un órgano que significa la participación
popular en el proceso de toma de decisiones jurídicas, lo que recuerda inevi
tablemente el célebre discurso a favor del jurado, y de todo el sistema judicial esta-
dounidense, que se pronunciará poco después en otro gran clásico de este género,
Anatomy of a Murder, Anatomía de un asesinato (Otto Preminger, 1959).
Originariamente, Twelve Angry Men es una obra escrita por Reginald Rose para
la televisión, que Lumet llevó al cine, legándonos una obra ya clásica, y que logró
varios remakes interesantes: al menos la versión televisiva norteamericana de igual
título (1997), dirigida por William Friedkin; la magnífica versión televisiva española
también con el mismo título (1973), dirigida por Gustavo Pérez Puig; la versión cine
matográfica de Nikita Mikhalkov, titulada 12 (2007).
dad que participa en el juicio a través del jurado. No importa cómo se llaman, pero
sí interesa saber a qué se dedican: un pequeño empresario, un relojero, un vende-
dor, un entrenador deportivo, un arquitecto, un jubilado... Todos hombres, y casi
todos de mediana edad, aunque también hay otros mayores y, excepcionalmente,
un anciano. Una buena representación, por tanto, de la sociedad y de la cultura
norteamericana de la época: es el hombre joven o maduro quien toma decisio-
nes, no las mujeres ni los viejos. Las actitudes, sin embargo, son diversas. Como
en casi cualquier grupo humano, hay quien se dedica a hacer bromas, quien se
toma la labor seriamente e, incluso, quien está entusiasmado, pero también quien
se aburre. El otro dato que interesa resaltar es el del ambiente claustrofóbico en el
que se llevan a cabo las discusiones. El propio Lumet manifestó que había utilizado
un enfoque peculiar de las cámaras para crear esa sensación de ahogo que acom-
paña al enfrentamiento dialéctico: "A medida que la película se desarrollaba, que-
ría que la habitación pareciese cada vez más pequeña. Esto suponía desplazarse
lentamente al uso de lentes más largas, a medida que la película transcurría […]
Esta sensación de ahogo creciente ayudó mucho a elevar la tensión en la parte
final del film".70 Que la película sea de una sola escena, que se desarrolle en una
habitación de reducidas dimensiones para un grupo de doce personas, que el calor
sea sofocante, que casi todos los jurados suden abundantemente, que fumen y
llenen los ceniceros de colillas, muestra lo asfixiante de una situación que el enfo-
que de las cámaras potencia, la tensión que se vive cuando el enfrentamiento pa-
rece que no permite llegar a un acuerdo.
70
Lumet, Sidney, Así se hacen las películas, Rialp, Madrid, 2008, p. 88.
Por eso, como los hechos no están claros, el deber que algunos recuerdan a lo
largo del debate es el de hablar, el de seguir discutiendo. Precisamente tras la pri
mera votación, en la que once de los doce miembros votan a favor de la culpa
bilidad y sólo uno a favor de la inocencia, el personaje que interpreta Henry Fonda
dice: "Tendremos que hablar". Y tras la segunda votación, cuando se cambia el
sentido de otro voto, y ahora pasan a ser diez contra dos, el jurado que mudó su
opinión dice lo mismo, que hay que seguir hablando. Efectivamente, si se quiere
llegar a conocer los hechos, si se pretende hacer la luz, el método "más acreditado"
de averiguación de la verdad es el de contradicción. A él se refiere expresivamente
la sentencia popular: "de la discusión sale la luz".72 Lo mismo habría que decir para
llegar a decidirse, pues sólo cabe el camino de la confrontación de opiniones, y así
tratar de convencer con argumentos a los otros. ¿Qué ocurre cuando quien tiene
que conocer y decidir no son varias personas sino una sola? La técnica de pen
samiento ha de ser similar, como si el Juez unipersonal tuviera "doce hombres sin
piedad" discutiendo en su cabeza.
71
García Amado, Juan, "Retórica, argumentación y Derecho", Isegoría, n. 21, 1999, p. 137.
72
Andrés Ibáñez, Perfecto, "La argumentación y su expresión en la sentencia", Estudios de Derecho judicial,
n. 32, p. 13.
Tras la primera votación, los jurados deciden que cada uno exponga su postura.
Quienes votaron a favor de la condena siguen dos discursos diversos para argu-
mentar su opción: para unos tiene que ser culpable pues no se demostró lo contra-
rio, y un muchacho así, con sus antecedentes, es capaz de cometer semejante
crimen; para otros, los hechos que se le imputan quedaron suficientemente proba-
dos a lo largo de la vista. La primera argumentación es refutada fácilmente por el
arquitecto: el principio de presunción de inocencia, respaldado constitucional
mente, la impide, sencillamente. La segunda, que las pruebas aportadas son sufi-
cientes para condenar al acusado –dice el mismo jurado–, es la que se tiene que
discutir. ¿Realmente las pruebas son suficientes? El razonamiento jurídico, por
tanto, va a girar sobre los hechos, no sobre las normas a aplicar. El Juez ya señaló
que la norma aplicable al caso estaba clara, que si el imputado era tenido por cul-
pable la condena sería la de muerte. No se discute de normas (ni de las que corres-
ponde utilizar, ni de su interpretación, ni de su bondad o maldad), sino de hechos.
Así, si la resolución judicial es el resultado de un argumento que toma la forma de
silogismo (premisa mayor/premisa menor/conclusión), la premisa mayor, la norma
que conviene al caso, está clara. Lo que no resulta tan fácil en este caso es fijar la
premisa menor: determinar los hechos e interpretarlos.
Por otra parte, en un primer momento el caso parece claro. Once de los doce hom-
bres, una abrumadora mayoría, están de acuerdo con el veredicto de culpabilidad.
El caso se convierte en problemático una vez que se problematiza, no antes. Si no
hubiera habido una persona que, con actitud crítica, estuviera dispuesta a señalar
los puntos oscuros, se habría tratado de un asunto simple. En este sentido, la ya
referida distinción caso fácil/caso difícil siempre resulta relativa a un contexto.
Ahora, la oscuridad del caso deriva de la inconsistencia de las pruebas y del poco
peso que tienen los indicios. Como apunta el protagonista, tal vez el muchacho sea
culpable, pero él no tiene razones suficientes para creerlo así: el abogado no de-
mostró demasiada pericia en la defensa, las declaraciones de los testigos no son
ni mucho menos definitivas y los varios indicios que se utilizan para suponer su
autoría son, por lo menos, insuficientes. A partir de aquí, la discusión va a girar
sobre esos tres ejes temáticos.
Las referencias que se hacen a la actuación del abogado, aun siendo pocas, tienen
enorme trascendencia. Era de oficio y, además, no creía en el chico, cuando –recuer-
da el arquitecto– hay "que tener fe en el cliente para organizar una buena defensa".
El dato es simple, pero fundamental: quien no tiene interés (porque actúe de oficio
o por cualquier otro motivo), quien no se lo toma en serio, no puede utilizar bien
el Derecho. Como les dice enfadado el principal protagonista a varios miembros
del jurado que se dedican a divertirse: "¡Esto no es un juego!".
En segundo lugar, gran parte de la sesión se centra en debatir sobre los datos apor-
tados en la prueba testifical. Efectivamente declararon que creían poder afirmar
que el hijo de la víctima había sido el causante de la muerte: una lo vio, otro lo oyó.
¿Son suficientes pruebas? Se analiza la visión de la mujer: lo vio a través de un tren
en marcha y, además, es miope y lo más seguro es que en aquél momento no lle-
vaba gafas. Se analiza la audición del hombre: se trata de una persona mayor,
anciana incluso, y lo que pretendidamente oyó (en ese momento tendría que estar
pasando el tren, con lo que sería difícil una audición clara), lo que pretendidamen-
te oyó fue: "Voy a matarte". Pero semejante amenaza –apunta el arquitecto– puede
tener distinto sentido e intensidad. De hecho, en una bronca que otro miembro
del jurado tiene con ése, aquél, ya exaltado, le dice lo mismo, que va a matarle.
"¡No dirá en serio que va a matarme!", le contesta irónico David.
También había otros indicios, ni mucho menos definitivos, pero que podían conven-
cer a alguno de los presentes. Por ejemplo, el chico afirmó que mientras ocurrían
los hechos él estaba en el cine, pero no supo decir qué película estaba viendo. O la
forma en que se clavó la navaja en el pecho de la víctima, que correspondía a
alguien como el acusado. O la peculiaridad de la navaja, que no debería haber
muchas así. Pero la importancia de todos esos indicios no es mucha y, en cualquier
caso, se somete a duda que efectivamente logren indicar lo que pretenden. Que no
recordara el título de una película es algo que le puede ocurrir a cualquiera. La ma
nera normal en que alguien de su estatura acuchillaría a alguien de la estatura
de su padre no sería aquélla. La peculiaridad de la navaja no es tal, sino que es un
modelo bastante corriente.
Tal vez sea cierto lo que afirma uno de los miembros del jurado, que los hechos "se
pueden tergiversar como se quiera". Al fin y al cabo hay que conocerlos e interpre-
tarlos y, por tanto, pueden ser tergiversados. Ésa es precisamente la misión, una de
las misiones, del jurista (o de los miembros de un jurado, que en este caso son
legos en Derecho), conseguir un relato global y comprensible de los hechos que
se juzgan. En este sentido, el jurista es un investigador. Pero no basta sólo con co-
nocer los hechos, hay que interpretarlos y, conforme a Derecho, juzgarlos.
etcétera. Una cosa es explicar hechos, por tanto; otra, en cambio, justificar decisio-
nes. En este caso, lo que hay que razonar es por qué debe adoptarse esa decisión
y no ninguna otra; por qué esa decisión es la correcta, y para lograrlo hay que ape-
lar a normas. Por eso la respuesta última que, aun de mala gana, ofrece quien
cambió el voto es admisible: porque no hay razones para considerar que es culpa-
ble o, lo que es lo mismo, porque las pruebas empleadas son demasiado endebles
y no se debe condenar a nadie con pruebas no concluyentes.
También Doce hombres sin piedad puede verse como una película sobre la pena
de muerte. Al fin y al cabo, de lo que se discute es de si se condena a morir o no a
un muchacho al que se acusa de haber dado muerte a su padre. En este sentido,
la película completa sería un alegato contra la pena última, toda vez que muestra
que ésta puede llegar a imponerse a un inocente. Desde luego no ocurrió, pero fue
gracias a la valentía de un ciudadano que se enfrentó a la opinión casi unánime de
quienes consideraban que el acusado era culpable. ¿Qué hubiera ocurrido si aquel
arquitecto no llega a estar allí?
Ahora hay que abrir un apartado referido a un especial cine de juicios, el de los
consejos de guerra, que presenta características propias, al menos frente al cine
judicial que se centra en casos relativos a la justicia civil. Desde luego, el consejo
de guerra también es un tópico del cinematógrafo, que habitualmente se ha utili-
zado, por su falta de garantías, para enseñar lo que no debe ser un juicio. A título
de ejemplo: The Caine Mutiny, El motín del Caine (Edward Dmytryk, 1954), The
Court-Martial of Billy Mitchell, El proceso de Billy Mitchell (Otto Preminger, 1955),
Sargent Rutledge, El sargento negro (John Ford, 1960), Prisoner of Honor, Prisionero
del honor (Ken Russell, 1991), The Last Castle, La última fortaleza (Rod Lurie, 2001).
En España, desde la transición hasta el presente ha aparecido un buen número
de películas de este tipo, que sirvieron como justa crítica del régimen franquista.
También a título de ejemplo: El proceso de Burgos (Imanol Uribe, 1979), La noche
más larga (José Luis García Sánchez, 1991), Salvador (Puig-Antich) (Manuel Huerga,
2006), Las 13 rosas (Emilio Martínez-Lázaro, 2007), entre otras. Pero quisiera cen-
trarme básicamente en tres obras fílmicas que a mi juicio tienen especial impor-
tancia en esta historia, hasta el punto de ser los mejores alegatos cinematográficos
que cabe imaginar a favor de una concepción garantista del Derecho y del proceso,
alegatos que convencen al auditorio mostrando qué es lo que ocurre cuando el
Derecho y el proceso no se conciben en términos garantistas sino utilitarios, ins
trumentalizándose para conseguir otros objetivos.
En primer lugar la que tengo por una de las más valiosas joyas cinematográfi
cas, Paths of Glory, Senderos de gloria (Stanley Kubrick, 1957), una obra maestra de
Kubrick que resulta imprescindible para los juristas. Durante la primera guerra
mundial, para ocultar la incompetencia de altos mandos militares se inicia un con-
sejo de guerra contra tres soldados a los que se acusa de cobardía. Elegidos no por
su comportamiento sino a suertes o por la decisión de algún superior que así venga
alguna ofensa, son sometidos a un proceso que vale como modelo de lo que no
debe ser un proceso: se prescinde de todo formalismo (y así se ve la importancia de
los formalismos jurídicos), no se lee la acusación, no se permite presentar pruebas
a la defensa, no queda constancia documental de las actuaciones, etc. La farsa,
además, será justificada (¡!) por un militar de alta graduación: se trata de mantener
la moral de la tropa, para lo que hay que "fusilar de vez en cuando". Precisamente las
escenas de la ejecución y las previas a ella habrían de incluirse en una antología de
las escenas, de los cortes fílmicos de más poderosa fuerza visual de la historia del
cine. Así, quienquiera conocer los requisitos de un juicio justo, bien puede acudir
a un manual donde se enumeren, pero quien pretenda experimentarlos ha de ver
esta película de Kubrick, conforme al principio de que la misión del cine no es la de
decir sino la de mostrar lo que otros dicen. El derecho a un juicio justo también se
puede ver en la pantalla.
Parecido argumento se encuentra en King and Country, Rey y Patria (Jospeh Losey,
1964), otra gran película de este especial tipo de juicios que son los consejos de
guerra; de nuevo ambientada en la Primera Guerra Mundial, destacan precisa-
mente sus decorados, que consiguen un ambiente repugnante (ratas, barro, aguas
estancadas, letrinas, suciedad, etc.), conforme a la repugnancia moral que provoca
lo que se narra. El juicio contra el soldado Hamp, que parece que quiso desertar
pero también que no está bien de la cabeza, al que se le acusa de cobardía, otra vez
resulta una broma de mal gusto que en la película se compara con el juicio al que
unos cuantos soldados, para divertirse, someten a unas ratas, a las que acabarán
apedreando. Otra vez la sentencia se explicará en términos utilitaristas, para man-
tener la moral de la tropa.
dad, cuando ésta se les exige por sus actos contrarios a ese mismo
ordenamiento.73
Por otra parte, estas películas exponen no lo que deben ser, sino lo que no deben
ser las prácticas penal y procesal, y sirven para contraponer un sistema penal
autoritario a otro liberal o, en otros términos, garantismo a antigarantismo. Así, por
ejemplo, la ley penal no debe (¡no puede si quiere ser razonable!) tipificar como
delictivas acciones que no estén perfectamente determinadas. La forma más habi-
tual de conculcar este mandato consiste en la utilización de expresiones vagas o
indeterminadas, de tal forma que la figura delictiva resulte elástica.75 Que la cobar-
día constituya un crimen es un buen ejemplo de esa indeterminación que permite
que el Juez amplíe su discrecionalidad más allá de lo razonable. Precisamente la
práctica procesal ha de estar regulada para evitar ese aumento de los poderes
discrecionales del juzgador y, sobre todo, para impedir la arbitrariedad. Cuando ni
siquiera hay traslado de la acusación al acusado, cuando ni se lee aquélla en el
acto del juicio, cuando no queda registro de las actuaciones, cuando se impide que
73
Flores, Fernando, Senderos de gloria. Obedecer, ¿a qué derecho?, Tirant lo Blanch, Valencia, 2005, p. 44.
74
Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón..., op. cit., p. 68.
75
Ibidem. p. 125.
En último término, la razón que aplican los tribunales militares de las tres películas
(y de otras películas de consejos de guerra) no es la razón jurídica, que limita la
actuación del Estado, sino precisamente la razón de Estado, que trata de justificar
aquellas actuaciones que se han saltado los límites.
76
Bobbio, Norberto, El problema del positivismo jurídico, Fontamara, México, 1992, p. 194.
77
Cfr. Holmes, Oliver, La senda del Derecho, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1975, pp. 21-29.
78
Cfr. Chase, Anthony, Movies on Trial. The Legal System on the Silver Screen, The New Press, New York,
2002, p. 9.
cuando el cliente le dice a su abogado que la ley no escrita está de su parte, éste
le contesta que "la ley no escrita es un mito". ¿Quiere esto decir que en el juicio no
cabe apelar a ningún Derecho Natural que esté más allá del puesto por los hom-
bres? En principio, parece que el trabajo jurídico utiliza las herramientas legales
dadas por el legislador y los Jueces. Sin embargo esa afirmación no es del todo
cierta; quizás sea verdad que no existen leyes no escritas, pero lo que sin duda hay
es una reacción de simpatía o antipatía en el público y en el jurado, en este caso en
relación con el acusado, y esa reacción parece generarse por algún tipo de princi-
pio normativo que establece que la conducta del marido que mata al violador de su
mujer no es tan grave, no es reprochable con tanta intensidad como en otros casos;
o quizás no es reprochable en absoluto. "¿No está justificado matar al hombre que
violó a mi mujer?", le pregunta retóricamente el abogado a su cliente. Efectivamen-
te, el defensor conoce esas simpatías que su defendido genera en el jurado, y lo
expresa perfectamente cuando le comenta que lo que necesitan es una "percha
legal" para colgar esas simpatías que despierta. Por "percha legal" hay que enten-
der una argumentación jurídica que sirva para dar razones a quienes ya están
convencidos de que el acusado lleva razón. No hay que seguir un proceso argu-
mentativo que nos conduzca a una decisión, parece que viene a decírsenos; la
decisión ya está tomada y lo que se requiere por tanto es justificar una decisión
que ya existe de antemano. Evidentemente, que una parte en el proceso cuente
con las simpatías del público, del Juez o del jurado, sobre todo del jurado, convier-
te en más fácil conseguir un veredicto a su favor pues, salvo que se argumente muy
mal, parece más sencillo convencer a quien ya está convencido que a quien no lo
está. Las decisiones judiciales, el Derecho verdadero, no son el resultado de un
proceso lógico o argumentativo sino el producto de las emociones, que son las
que hacen que se tomen ciertas decisiones, que luego habrá que justificar, que
argumentar.
La labor de la defensa viene a ser la de influir en los miembros del jurado, conven-
cerlos o persuadirlos, para que se pongan de parte de su cliente. Hay una escena
genial que así lo muestra. El abogado realiza preguntas a peritos y testigos, pre-
guntas que a veces, ante las quejas del fiscal, retira. Entonces el Juez pide al jurado
que no tenga en cuenta la pregunta que se ha retirado. "¿Cómo puede el jurado no
tener en cuenta lo que ha oído?", pregunta curioso el acusado. "No puede, teniente,
79
Hierro, Liborio, "Realismo jurídico" en Garzón Valdés, Ernesto y Laporta, Francisco, El derecho y la
justicia, Trotta, CSIC y BOE, Madrid, 1996, p. 80.
80
Llewellyn, Karl, Jurisprudence. Realism in theory and practice, The Lawbook Exchange, New Jersey,
2000, p. 56.
ser ambas cosas", dice el abogado. Lo mismo que les ocurre a las partes de aque-
llos casos que tienen que ser resueltos por las decisiones judiciales.
Si se repara en el cine que ha sido visto hasta aquí, nos daremos cuenta de que
muy a menudo la perspectiva cinematográfica es una perspectiva realista. No quie-
ro decir que el cine judicial sea realista, pues muchas veces no lo es, sino que
frecuentemente la perspectiva jurídica que utiliza es una perspectiva realista.
La dialéctica idealismo/ realismo es, junto a la de iusnaturalismo/ iuspositivismo,
una de las fundamentales del pensamiento jurídico. Hay una película clásica
que explica perfectamente ambas perspectivas; me refiero a The Talk of the Town,
El asunto del día (George Stevens, 1942), en la que un catedrático de Derecho
definirá éste como "el instrumento de la lógica, considerando los derechos y res-
ponsabilidades de cada hombre desde el punto de vista de lo posible y lo razo
nable"; mientras que un perseguido (injustamente) por la justicia, interpretado
magníficamente por Cary Grant, le contradice: "Imposible. ¿Qué es la ley? Una pis-
tola apuntando a la cabeza de alguien; según de que lado de la pistola esté uno, se
considera la ley justa o no", y luego le dice que su perspectiva es la de la "condición
ideal". En efecto, los idealistas suelen pensar que el Derecho hace referencia a
normas, principios, valores. Los realistas, en cambio, ven el Derecho como conduc-
tas, influencias, prejuicios; realidad social o psicológica, al fin. El idealismo suele
ser legalista; el realismo suele ser judicialista. Precisamente desde el punto de
vista de la actividad judicial, los idealistas suelen ver en ésta un conjunto de razo-
namientos encadenados que llevan (lógicamente) a una decisión. Los realistas, en
cambio, se fijan en las motivaciones del Juez, en sus gustos y disgustos, en sus
emociones; en todo aquello que hace que falle, que decida, de una forma u otra.
Recuérdese por ejemplo la escena comentada de Sacco y Vanzetti en la que, en un
plano subjetivo, los ojos del Juez, la cámara, se fijan en las sandalias que calza el
abogado defensor, desnudando así su pensamiento, que censura lo que tiene por
una incorrección y que, a la vez, lo predispone contra sus defendidos. Tal vez, ideal-
mente considerada, la labor de los Jueces sea racional, lógica, silogística, pero en
la práctica, en la realidad, los Jueces son humanos y actúan movidos por todo
aquello que mueve a los seres humanos.
¿Y qué es lo que mueve a obrar a los seres humanos, qué lo que les hace decidir
en uno u otro sentido? Hay muchos factores que pueden intervenir pero, como ya
hemos visto en Anatomía, conseguir la simpatía del tribunal, del Juez o del jurado
resulta fundamental. Los abogados lo saben. En Criminal Court, Juzgado criminal
(Robert Wise, 1946), un abogado se coloca torcida la corbata y le explica a su ayu-
dante por qué: "He elegido esta corbata pensando en el jurado número tres […] un
buen ciudadano, treinta años con la misma mujer, lleva camisas oscuras y corba-
tas lisas; es el más influyente del jurado. A sus ojos soy exactamente como él, y si
soy igual que él, ¿cómo iba a defender a alguien que no es inocente?". Entre las
cualidades que se citan de Keane, el abogado interpretado por Gregory Peck en
El proceso Paradine, se encuentra la de "caer bien" a los miembros del jurado, lo que
sin duda influye en que fallen a favor de sus clientes. Hitchcock, de quien ya dije
que le hubiera gustado ser abogado criminalista, utilizó ese recurso en más ocasio-
nes: en Crimen perfecto, alguien dice que en algún momento la acusada (¡Grace
Kelly!) perdió la simpatía del jurado, explicando así la condena. Podrían citarse
muchísimas películas en que de forma más o menos expresa se mantiene la misma
tesis. Otra buena película cuyo argumento tiene un componente jurídico impor
tante, The Young Philadelphians, La ciudad frente a mi (Vicent Sherman, 1959), en la
que un joven Paul Newman da vida primero a un estudiante de Derecho y luego
a un ambicioso abogado que utiliza el Derecho como escalera social, transmite
esa enseñanza jurídica cuando el protagonista, tras apuntar las características del
caso, anuncia: "todas estas razones pueden granjearle la simpatía del jurado".
En uno de los últimos filmes de Sidney Lumet, Declaradme culpable, se ofrece una
enseñanza a los abogados (y a los Jueces), una enseñanza que obviamente no es
técnica sino de sentido común: la parte que consiga hacer reír al jurado gana el
juicio o, lo que es lo mismo, quien consiga las simpatías del que tiene que tomar
la decisión lleva todas las de ganar. Lo mismo ocurre en una divertida e interesante
película francesa, Un crime au paradis, Crimen en el paraíso (Jean Becker, 2000), en
la que el acusado, en la propia vista, entabla amistad con el Juez gracias a que
ambos comparten una misma afición, la pesca. El resultado será una condena
mucho menor de lo que cabría esperar. Pero en esta película de Becker se refuerza
el realismo de otra manera, de la misma forma en que lo hizo Fernando Fernán-
Gómez en otra magnífica película, por desgracia hoy olvidada, La vida alrededor
(1959): quien quiera cometer un crimen, incluso un crimen atroz, lo que debe hacer
Pero decía antes que tratar de conseguir la simpatía del tribunal es sabido por el
sentido común, aunque hoy esta enseñanza se encuentra avalada por la moderna
psicología. En efecto, para comprender la actuación judicial es muy importante el
concepto de empatía, que se puede entender "como una forma de tomar partido
en una escena de tres", toma de partido que se produce "cuando un observador
observa la interacción no armónica de cómo mínimo dos individuos y toma partido
mentalmente por uno de ambos"; por ejemplo, en un proceso judicial.81 Quien tiene
que tomar una decisión es y no puede dejar de ser un sujeto influenciable, con
lo que las partes tienen que conseguir, más allá del estudio del asunto jurídico que
sea, su simpatía, pues siempre resultará más difícil que un Juez, un tribunal o un
jurado falle contra quien la ha logrado. El cine ha sabido, como ningún otro medio,
transmitir esa enseñanza y así desmitificar el Derecho, que no sería sólo ni sobre
todo una teoría ni siquiera una práctica argumentativa sino psicología, control
emocional, persuasión. Los juristas teóricos suelen poner el acento en la justifi
cación de la decisión judicial, pero los cineasta se han fijado en su explicación.
Los Jueces deberían pensar en ello. ¡Puro realismo jurídico!
81
Breithaupt, Fritz, Culturas de la empatía, Katz, Madrid, 2011, p. 155.
Al igual que Sidney Lumet es uno de los directores que destaca en este breve reco-
rrido por la historia del cine que a mi juicio ha de interesar a los Jueces, lo mismo
cabe decir de Stanley Kramer, cineasta liberal también, al que se deben dos filmes
de enorme importancia en el marco de la cinematografía judicial estadounidense:
Inherit the Wind, La herencia del viento (1960) y Judgment at Nuremberg, ¿Vencedo-
res o vencidos? El juicio de Nuremberg (1961). En cuanto a la segunda película, de
extraño título en español, se trata de una obra que ha de ocupar un lugar desta
cado en el cine judicial o en el cine que ha de interesar a los Jueces, ya no porque
trate de uno de los juicios de Nuremberg, otro juicio al fin y al cabo, sino porque
se trata del proceso que se siguió precisamente contra altos magistrados del régi-
men nacionalsocialista; es decir, en esta película histórica se juzga a los Jueces
que aplicaron el ordenamiento alemán durante aquellos años, por hacerlo. Así, "la
película de Kramer tiene un interés que desborda el puramente cinematográfico,
porque ha dejado planteado para la posteridad, de forma magistral y a través de
un medio de masas como es el cine, un problema ético fundamental que no sólo
atañe a los juristas, sino a cualquier persona preocupada por los límites del Estado y
de sus servidores en el empleo de ese instrumento terrible y al mismo tiempo nece
sario que es el Derecho".82
82
Muñoz Conde, Francisco y Muñoz Aunión, Marta, ¿Vencedores o vencidos?, Tirant lo Blanch, Valencia,
2003, p. 56.
interesante. ¿Ha de ser el Juez, simplemente, la boca de la ley? ¿Sea cual sea la ley?
Reducido el Juez a homo juridicus, su único criterio de actuación es el legal, dejan-
do así a un lado otros de mayor importancia. En boca del abogado defensor:
"Un Juez no es quien promulga leyes, es quien hace cumplir las de su país". Por
supuesto, el positivismo jurídico no afirma esto, sino sólo que no hay más Derecho
que el Derecho positivo. Es una vertiente de la doctrina positivista, la que se ha
dado en llamar (muy correctamente) positivismo ideológico, la que afirma que ese
Derecho debe ser obedecido en todo caso; la que afirma, como hace uno de los
Jueces juzgados de la película, que el "sentido personal de la justicia debe sacrifi-
carse al orden legal establecido", que la ley es la ley. No hace falta decir que ese
principio es terrible:
No hace falta decir que ese principio es terrible –decía–: una cosa es que valga
como principio, precisamente; otra, que valga en todo caso. Que como regla gene-
ral el Juez debe aplicar la ley, resulta evidente, y si no fuera así ningún ordenamien-
to jurídico podría subsistir. Ahora bien, que ese entendimiento ampare cualquier
actuación de un Juez resulta no sólo peligroso sino terrorífico. De hecho, el argu-
mento del positivismo ideológico también fue utilizado por Adolf Eichmann para
83
Bobbio, Norberto, El problema del positivismo..., op. cit., p. 47.
De 1962 es la versión que Orson Welles dirigió de The Trial, El proceso, de Kafka,
obra maestra de la literatura, y ahora de la cinematografía, que ha de interesar a
cualquier Juez, pues traslada el absurdo al ámbito judicial, una sensación que hay
que evitar que sienta el justiciable. El término absurdo se utiliza en relación a la
comedia (o a cierto tipo de comedia, la del humor del absurdo) pero también se
puede referir, ahora queda claro, al terror, porque tan absurda puede ser una broma
como una pesadilla.
84
Arendt, Hannah y Ribalta, Carlos, Eichmann en Jerusalén, Debolsillo, Barcelona, 2006, p. 427.
85
García Amado, Juan y Paredes Castañón, José, (eds.) Torturas en el cine..., op. cit., p. 54.
Como en la novela, cuyo ambiente Welles sabe recrear perfectamente, el Sr. K.,
interpretado también genialmente por Anthony Perkins, se encuentra conque la
policía se presenta en su cuarto para detenerle, sin orden judicial y sin informarle
de los cargos que se le imputan, que nunca llegará a conocer. La dueña de la pen-
sión dirá que le acusan "de algo abstracto", y el propio Sr. K. manifestará verbal-
mente sus sentimientos, que no le abandonarán a lo largo del relato y que luego
expresará con gestos y posturas corporales: "es aún peor cuando no se ha hecho
nada malo y se siente uno culpable a pesar de todo". Lo que ocurrirá a partir de aquí
supera la imaginación más desenfrenada: el malhumor del Juez que abronca al
procesado por llegar tarde, la deshonestidad del abogado, la ropa tendida en algu-
na de las salas de los juzgados, el contenido pornográfico de los libros de leyes, el
poder del retratista de los magistrados, que le recomienda buscar una absolución
aparente o un aplazamiento definitivo, el sacerdote que comunica al imputado que
es culpable salvo que demuestre lo contrario… Todo eso le hace decir al protago-
nista que "el sistema judicial es despreciable", aunque más valdría decir que es
absurdo, disparatado, sinsentido. Valgan las palabras con las que el propio Sr. K.,
ante el Juez, ensayó su defensa, que resumen el argumento:
86
Cfr. Díez-Picazo, Luis, Sistema de derechos fundamentales, Civitas-Thomson, Madrid, 2005, pp. 405-428.
publicidad del proceso no existe, no hay asistencia ni siquiera interés del abogado
por defender a su cliente, la dilación es la regla, ni siquiera tiene el derecho a pre-
sentar los medios de prueba que considere pertinentes; el derecho a conocer la
acusación se vulnera, la presunción de inocencia se invierte y pasa a serlo de cul-
pabilidad. En fin, hablar de "proceso" en este caso resulta una broma de mal gusto.
Parece claro que tanto en la novela de Kafka como en la versión cinematográfica
de Welles lo que se refleja es "un sistema totalitario y arbitrario, es decir, todo lo
contrario de un Estado de derecho".87
A comienzos de los sesenta, con el trasfondo de la lucha por los derechos civiles, y
al poco tiempo de que apareciera El sargento negro, de John Ford, Robert Mulligan
rueda una lograda versión de la novela de Harper Lee, To Kill a Mockingbird,
Matar un ruiseñor, con la que el escritor obtuvo el Pulitzer en 1960, y en la que se
refleja la lucha contra una discriminación racial que forma parte de la moral domi-
nante de al menos una parte de la sociedad norteamericana. De hecho, el argumen
to se desarrolla en Maycomb, una pequeña localidad sureña de usos tradicionales,
en la década de los treinta, la de la depresión.
87
Álvarez Patallo, José, "La dimensión jurídica de la novela El proceso, de Franz Kafka", Estudios de Deusto:
revista de la Universidad de Deusto, vol. 53, n. 2, 2005, p. 28.
88
García Salgado, María, "Derecho, procedimiento, proceso: Josef K. versus…", en Presno, Miguel y
Rivaya, Benjamín, (coords.), Una introducción cinematográfica al derecho, Tirant lo Blanch, España, 2006, p. 129.
89
Hart, Herbert, El concepto del Derecho, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1977, p. 122.
90
Machura, S., "Procedural Unfairness in Real and Film Trials: Why Do Audiences Understand Stories Placed
in Foreign Legal Systems?" en Freeman, M., (ed.) Law and popular cultura. Current Legal Issues, vol. 7, Oxford,
UK, 2005, p. 150.
tanto del orden jurídico, aunque inevitablemente también, cuanto de un orden mo
ral tradicional, de la moral convencional y de la moral crítica que se enfrenta a él.
Por fin, el juicio comienza. La propia sala es expresión del orden social que acabará
siendo juzgado. El público se divide: arriba los negros, abajo los blancos. El Juez, el
jurado, compuesto por blancos mal encarados que auguran lo peor, el defensor
y el acusador (sentado de forma incorrecta, como en las películas de John Ford,
con la pierna apoyada en el brazo de la silla), el acusado, temeroso y expectante.
Dato curioso: en ningún momento se adivina qué pena se solicita para el presunto
culpable. Atticus realiza una brillante defensa, y demuestra la imposibilidad de que
haya sido Robinson el autor del crimen; es más, que no hubo crimen sino un aten-
tado contra el código moral de la sociedad, pero cometido precisamente por la que
aparecía como víctima, que fue la que realmente se insinuó al acusado. Ya es inevi-
table el paralelismo con El sargento negro, cuando éste se confiesa culpable no de
los delitos que se le imputan sino de "algo contra lo que no podemos luchar", de un
asunto con mujeres blancas, quizás el último refugio del racismo. Todo está claro
y, sin embargo, el jurado resuelve la culpabilidad. La crítica del realismo jurídico
parece evidente y ya la conocemos: han sido los prejuicios raciales los que han
dictado la condena. Impresiona la escena siguiente, cuando el público blanco y los
funcionarios ya han abandonado la sala y Atticus se dispone a hacer lo mismo:
todos los negros asistentes se ponen de pie, en silencio, como muestra de respeto.
Acaba de ocurrir lo que nunca debe ocurrir: se ha matado un ruiseñor. La moral
social se ha impuesto a la moralidad objetiva; la aplicación arbitraria del Derecho
positivo se ha impuesto al Derecho racional.
No extraña que la novela de Harper Lee y, sobre todo, la película de Robert Mulli-
gan, por ser el cine un medio de masas, hayan sido la causa de que muchos estu-
diantes estadounidenses se decidieran por la carrera de Derecho. Atticus se
convirtió en los reivindicativos Estados Unidos de los años sesenta en el perfecto
modelo social; también en el perfecto modelo de jurista. El mismo papel había
cumplido en el pasado el Lincoln de El joven Lincoln. Ambos, Lincoln y Atticus, eran
abogados pero representaron las virtudes que ha de poseer todo jurista y, por tanto,
también los Jueces. El Juez ideal 1) conocería el Derecho positivo, la técnica jurí
dica, pero por encima de ese conocimiento tendría sentido común, inteligencia
práctica; 2) se interesaría por el caso que ha de juzgar, dedicando tiempo y em-
peño a la investigación; 3) sabría argumentar y convencer con sus argumentos al
auditorio; 4) sería un buen vecino, un ciudadano comprometido con su sociedad, y
5) por todo ello, se le reconocería autoridad. De Lincoln y de Atticus se podrían
predicar más virtudes que las que Dworkin asignó al Juez Hércules: "habilidad,
erudición, paciencia y perspicacia sobrehumanas".91 Por esta razón, pero también
por el tratamiento que ofrece de las relaciones entre el Derecho y la moral social,
mostrándose en imágenes un Derecho crítico de la moral positiva, lo que no suele
ser cinematográficamente habitual, y por su defensa de la justicia, merece ser
leída la novela y vista la película por quienes tienen o van a tener la misión de apli-
car las normas jurídicas.
A finales de los sesenta apareció una película de Ingmar Bergman, nada menos,
de enorme interés para nosotros, El rito (1969).92 Ya hace tiempo dije que, por lo que
yo sabía, el cine de Bergman no constituye el mejor material para Derecho y Cine,
pero en este caso, aunque a primera vista surja la duda, nos hallamos ante una
excepción; no porque haya una reflexión expresa, verbalizada, sobre el fenómeno
jurídico, que casi no la hay, sino porque sí existe otra cinematográfica, en imáge-
nes, que se observa en el ambiente claustrofóbico de la película, en el abundante
91
Dworkin, Ronald, Los derechos en serio, Ariel, Barcelona, 1989.
92
En lo relativo al análisis jurídico, desde la filosofía del Derecho, de esta obra cinematográfica remito al
magnífico trabajo de Juan Antonio Gómez García ("El rito, o el Derecho y el Juez según el realismo jurídico
escandinavo", Revista de Derecho de la UNED, n. 3, 2008.), modelo para los estudios de Derecho y Cine.
sudor del personaje del Juez, en sus gestos, a veces de superioridad, de compre-
sión o de ira; a veces de miedo, de terror o de humillación. Resulta indiferente que
la labor del Juez esté pautada, parece que viene a decírsenos, pues el proceso, y la
resolución final por tanto, es un producto de vivencias emocionales y factores psico
lógicos absolutamente incontrolables. Desde luego, pretender que existe un Dere-
cho preexistente y omnicomprensivo del que se deducen las decisiones judiciales
no sería más que una "ilusión".93 En efecto, no llama la atención la tendencia berg-
maniana al psicologismo y al moralismo sino que esas perspectivas se utilicen
para observar el trabajo de un Juez, lo que no es común en nuestra tradición y
puede resultarnos hasta escandaloso. En palabras de Juan Antonio Gómez, "la pe-
lícula es una crítica implacable a la concepción positivista, formalista del Juez,
como ejecutor mecánico de un proceso cognoscitivo lógico-deductivo, como
fría, calculadora, aséptica y racional bouche de la loi. Es la propia naturaleza psíqui-
ca del Juez, y su evolución a lo largo del filme, lo que determina el auténtico modus
esendi de la función judicial, en plena sintonía con los postulados teóricos del rea-
lismo jurídico escandinavo".94 En efecto, la primera escena del filme podría inter-
pretarse con las palabras ya citadas de Kantorowicz, críticas con el entendimiento
mecanicista de la función judicial. En ella, el Juez Ernst Abrahamsson aparece
sentado en su mesa, leyendo con detenimiento y profundidad los documentos
iniciales de un proceso cuya instrucción le corresponde. El moralismo y el sentimien
to de culpa aparecerán después, cuando el Juez se disculpe por, precisamente,
dedicarse a la función judicial, a la que –dice– le encaminaron sus padres. Más
tarde censurará en duros términos su trabajo, precisamente el de juzgar: "Admito
que hay cierta crueldad también en mi profesión. Reprimir, humillar, juzgar e inves-
tigar". Pero las emociones del Juez podrían ser otras, y seguramente en la mayoría
de los casos son otras; lo que importa es que en la película de Bergman parecen
representarse las tesis de Ross, que afirman tanto el realismo psicológico como
el realismo conductista para explicar el Derecho, es decir, que son los hechos psi-
cológicos y las actuaciones de los tribunales los dos elementos con los que hay
que contar para dar cuenta de la verdadera realidad jurídica.95
93
Olivecrona, Karl, El Derecho como hecho, Ariel, Barcelona, 1980, p. 106.
94
Gómez García, Juan Antonio, "El rito, o el Derecho y el Juez...", op. cit., p. 118.
95
Ross, Alf, Sobre el Derecho y la justicia, Eudeba, Buenos Aires, 1994, pp. 69-72.
96
Harris, Marvin. et. al. Nuestra especie, Alianza Editorial, Madrid, 1997, pp. 334-335.
Del mismo año que El rito, 1969, es una película que estaba llamada a tener mayor
relevancia, a ser mucho más vista; una película que se convertiría en una de las
fundamentales del cine político: Z. Dirigida por Costa-Gavras, con guión de Jorge
97
Chase, Oscar, Derecho, cultura y ritual. Sistemas de resolución de controversias en un contexto intercultural,
Marcial Pons, Madrid, 2011, p. 157.
Semprún y ganadora aquel año del Óscar a la mejor película de habla no inglesa,
Z no sólo narraba una trama política basada en la realidad sino que tomaba clara
opción por una de las partes y así, de paso, condenaba la dictadura griega de aque-
llos años, hasta el punto de que la película comenzaba diciendo: "Cualquier pareci-
do con la realidad, y con personas vivas y muertas, no es mera coincidencia sino
intencionado". Decía que el argumento de la película era una historia política que
se construía a partir de un hecho real, el asesinato de Grigoris Lambrakis, político
griego muerto en 1963 en un atentado terrorista. La obra de Costa-Gavras tiene
mucho interés para los Jueces porque uno de sus protagonistas es precisamente
el Juez que investiga los hechos y que pone al descubierto la trama ultraderechista
que está infiltrada en los entresijos del Estado, que éste utiliza y en el que aquella
se ampara. La opción progresista de la película resulta evidente, al igual que la del
Juez, un joven inteligente, pulcro y con sangre fría, que decide continuar con el caso,
aun cuando recibe consejos para que se aparte o para que adopte la "tesis del
accidente". Pero, ¿no eran los Jueces funcionarios del status quo que pretendían
beneficiar a los ya beneficiarios del sistema social y perjudicar a los ya perjudica-
dos? Desde luego, Z no exponía con imágenes la tesis clásica del marxismo sobre
la función judicial sino que venía a decir que ésta podía ejercerse de otra forma;
que quizás los Jueces hicieran habitualmente un uso convencional del ordenamien
to jurídico, pero que también podían hacer un uso alternativo del Derecho. Así, la
doctrina del uso alternativo del Derecho encontraría una razonable plasmación
fílmica en esta película de Costa-Gavras, pues en ella puede observarse que, en la
sociedad a la que da forma, en la confrontación social, en la lucha de clases,
el entramado jurídico político no es neutral sino que toma partido a favor de las
dominantes, perpetuando la situación de las dominadas. Pero el Derecho no ha de
ser "un territorio definitivamente abandonado a la dominación de la clase bur
guesa", en palabras de López Calera,98 sino que "utilizando las posibilidades del
mismo ordenamiento jurídico" puede convertirse –según Modesto Saavedra– en
otro instrumento de una "práctica emancipadora".99 Eso significa que para los juris-
tas alternativistas el Derecho es, por una parte, un fenómeno político, nunca una
realidad aséptica, nunca una realidad únicamente técnica; por otra parte, se trata
de un objeto moldeable, plástico, que no permite una sola opción práctica sino
98
López Calera, Nicolás. et. al., Sobre el uso alternativo del Derecho, Fernando Torres, Valencia, 1978, p. 22.
99
Ibidem. pp. 40-41.
varias, todas con lectura política, entre las que hay que decidirse. Lo que no debe
hacer el Juez es negar la evidencia:
Ahora bien, el cine de Costa-Gavras, que no sólo es el director de cine político por
excelencia sino que también ha sido un magnífico exponente del cine judicial
europeo, enseña que junto a la práctica convencional del Derecho puede existir
una práctica alternativa progresista pero también otra práctica alternativa reaccio-
naria, aberrante, que puede ser llevada a cabo incluso por una judicatura cons-
cientemente comunista. Véase L´Aveu, La confesión (1970), de nuevo con guión de
Jorge Semprún, que narraba el ficticio caso de la caída en desgracia del viceMinis-
tro de Relaciones Exteriores checoslovaco, Anton Ludvik (que era, al fin, el caso real
de Artur London, pues la película estaba basada en el libro autobiográfico de éste),
interpretado magistralmente por Yves Montand, producido en el marco de las pur-
gas que culminaron en los procesos de Praga de 1952. El brutal régimen al que se
le someterá con el fin de que confiese, aunque todavía no sabemos qué, sirve como
feroz crítica de la política estalinista, crítica que se expresa fílmicamente con el
recurso de realizar los interrogatorios en una sala presidida por el retrato de Stalin,
que cuelga de la pared mirando la escena, cuyos criterios también dirigían la actua-
ción de los tribunales que lo condenarán nada menos que a cadena perpetua, por
traidor, troskista, titista, sionista, nacionalista, burgués y enemigo del pueblo, con-
forme a la acusación del fiscal.
100
Ibidem. p. 86.
Otra vez volverá Costa-Gavras sobre el tópico del juicio aberrante, es decir, sobre el
modelo de lo que no debe ser un proceso, en la magnífica Section spéciale, Sección
especial (1975), otra vez con guión de Jorge Semprún, con la que Costa-Gavras fue
nombrado "mejor director" en Cannes. Sección especial narra la actuación de uno
de los tribunales de excepción que funcionaron en Francia durante la ocupación
alemana, entre 1940 y 1944; un tribunal de excepción que se creó por las autorida-
des francesas para dar satisfacción a las alemanas después de que jóvenes france-
ses dieran muerte a un militar ocupante. El problema es que ese tribunal ha de
aplicar el Derecho de una forma que repugna a quienquiera que defienda los prin-
cipios jurídicos clásicos, liberales e ilustrados: el principio de irretroactividad, el
principio de culpabilidad, el principio de proporcionalidad, el principio de humani-
dad, etcétera. La película recuerda, cómo no, Senderos de gloria, precisamente por
la forma en que en una y en otra narración se quebrantan las mínimas exigencias
de la justicia. Como en Senderos, hay que buscar culpables, aunque no lo sean,
condenarlos a muerte y ejecutarlos. El Ministro de Justicia, una vez convencido de
la necesidad de la medida, dirá: "Necesitamos seis condenas a muerte para el
jueves". También repetirá el utilitarista argumento de que lo que se quiere es dar
ejemplo. La respuesta la dará el magistrado que renuncia a presidir el tribunal:
"Perseguir a terroristas, ser severos, vale; pero condenar a muerte por una ley retro-
activa a hombres que no tienen nada que ver es abominable". Pero la película
de Costa-Gavras deja más claro que la de Kubrick, quizás por el buen hacer de
Semprún, que lo que se está discutiendo es la razón de Estado. Una razón, la del
Estado, por la que se han de preocupar especialmente los Jueces, al fin y al cabo
servidores del Estado, pero unos servidores especiales entre cuyas misiones se ha
de encontrar, precisamente, la de limitar la actuación del Estado, la de poner freno
a las "razones de Estado, motivos que justifican una acción, la más perversa de las
acciones, en vista de un fin", la misma conservación del Estado.101 Así lo dice el
Ministro de Interior de Sección especial refiriéndose a las condenas que necesitan:
"Nos jugamos la autoridad del Estado".
101
Bobbio, Norberto, Teoría general de la política, Trotta, Madrid, 2009, p. 250.
tienen una dimensión jurídica. Curiosamente, la otra película judicial de este direc-
tor, Music Box, La caja de música (1989), importa menos, pues se centra en los
problemas de conciencia de una abogada, interpretada por Jessica Lange, que
defiende a su padre, acusado de haber colaborado de forma especialmente odio-
sa con los nazis. Sin embargo Missing, Desaparecido (1982), quizás su película más
conocida, recrea el golpe de Estado dirigido por Pinochet, bajo el amparo de Esta-
dos Unidos, y expone otra vez, en toda su crudeza, la razón de Estado, que de nuevo
es capaz de justificar lo injustificable, pasando incluso por encima del Derecho.
Sirva la trilogía que se inicia con Dirty Harry, Harry el sucio (Don Siegel, 1971), en la
que el inspector Callahan, interpretado por Clint Eastwood, es el protagonista,
como paradigma del cine de la venganza, que a su vez es paradigma del cine con-
tra los derechos humanos103 y, en particular, del cine crítico con el principio de
legalidad. Es cierto que Harry es policía, no Juez, pero también que en una ocasión
su jefe dice de él que es a la vez "Juez, jurado y verdugo", en Magnum Force, Harry
el fuerte (Ted Post, 1973), lo que no deja de ser verdad. Por otra parte, la figura del
102
Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón..., op. cit., pp. 127-128.
103
Cfr. Rivaya, Benjamín, "El cine de los derechos humanos", Sociologia del Diritto, n. 3, 2009.
Juez sí aparece en estas películas, pero para ser criticada por representar las ga-
rantías legales frente a la violencia informal del justiciero, que por supuesto no
respeta el principio de legalidad en sentido amplio, ni los principios de necesidad
y humanidad, ni los principios de proporcionalidad, equidad y certeza en su actua-
ción. ¿Quién mejor que Luigi Ferrajoli para enfrentarse al peligroso Harry?
De la primera de las tres películas hay quien reivindica sus valores cinematográ
ficos, sobre todo los seguidores de Siegel, el director, aunque ahora no se trata de
éstos, sino de los lamentables valores ideológicos, políticos y morales, que –a mi
juicio– claramente defiende. El protagonista de la trilogía es un expeditivo policía
de San Francisco que soluciona radicalmente los problemas criminales que se
producen en la ciudad. Como es fácil imaginar, las películas que tienen a semejan-
te protagonista son filmes de acción total, que casi no dejan tiempo al espectador
para la reflexión, encargado como se encuentra de seguir la violenta estela del
inspector. El policía no tiene reparos en exponer su ideología: ante la posible comi-
sión de un delito grave, lo que hay que hacer es impedirlo, y la mejor forma de
lograrlo es eliminando al criminal. En representación de este cine de la venganza,
Harry el sucio mantiene la tesis de la pretendida incompatibilidad que hay entre las
garantías que el Derecho establece a favor de todos y la lucha contra la criminali-
dad, pues aquéllas también benefician a los criminales, que precisamente lo son
porque no respetan los derechos de los demás, cuando ahora hay que respetar los
suyos, exigencia que además dificulta la investigación. Entre los repugnantes crí-
menes que comete Scorpio, el psicópata de la primera entrega de Harry, nos inte-
resa especialmente el secuestro y asesinato de una chica de catorce años. Cuando
Harry logra detenerlo y le pregunta por la muchacha, Scorpio le responde que tiene
derecho a un abogado. Posteriormente el fiscal le dirá al policía que debería iniciar
un procedimiento contra él por agresión e intento de asesinato y, por fin, el Juez
declarará inútiles las pruebas obtenidas por Harry en el registro de la casa del
sospechoso, por faltar una orden de registro. Dicho sintéticamente, resultaría que
la ley se vuelve contra quien es el defensor de la ley. Además, parece que los dere-
chos del criminal tienen más peso que los de la chica a la que le fue arrebatada la
vida, como viene a decir el inspector Callahan y como se escucha a menudo tras
un crimen brutal. Otro delito que nos interesa especialmente aparece en la tercera
entrega de la serie, en The Enforcer, Harry el ejecutor (James Fargo & Robert Daley,
1976), cuando una banda de terroristas llamada Acción Revolucionaria del Pueblo
amenaza con volar la ciudad de San Francisco si no les pagan la cantidad de dinero
que exigen.
De entre otros muchos que se cometen en estas películas, cito esos dos crímenes
porque la ficción parece realidad, pues hipótesis semejantes fueron las que hicie-
ron que se reabriera el debate sobre la tortura. El derecho a no ser sometido a
tortura se tuvo por un derecho humano absoluto… Hasta que dejó de tenerse.
A principios de los dos mil, en Alemania se produjo el caso von Metzler, un caso
que también recuerda mucho al que narró Richard Fleisher en Compulsion, Impul-
so criminal, en 1959, si bien en esa ocasión, en la película, sirvió para debatir sobre
la pena de muerte. Pero el caso real al que me refiero fue éste: un niño de once
años fue secuestrado por un joven estudiante que, al ser detenido, no quiso decir
dónde tenía retenida a su víctima. Parece que, aun a sabiendas de que se trataba
de un delito, un jefe de policía dio orden de que se le torturara hasta hacerle confe-
sar. Bastó con la amenaza, sin embargo, para que declarara dónde se hallaba el
niño, pero cuando llegaron allí, como ocurre con la niña de la película de Siegel,
éste ya había fallecido. Por lo demás, los policías que participaron en la amenaza
de torturas fueron condenados. En Estados Unidos, sobre todo después de los
atentados del 11-S, pero incluso ya antes se había planteado el caso de la bomba
de relojería: ¿qué hacer cuando se ha detenido a un terrorista que ha colocado una
potente bomba que estallará en breve, causando previsiblemente la muerte de
mucha gente, y que no quiere confesar dónde se encuentra la bomba? Evidente-
mente, los problemas doctrinales que se plantean son muchos y el conflicto moral
y político es muy grave, hasta el punto de que en este caso uno duda de los que no
dudan. Ya no es que estemos ante un caso difícil sino que a éste le conviene, mejor
que a ningún otro, ser llamado trágico, aquel supuesto en que la decisión, se tome
la que se tome, siempre será insatisfactoria, pues "no cabe tomar una decisión que
no vulnere algún principio o valor fundamental del sistema".104 Véase lo que ocurre
en el caso del otro derecho humano que se tuvo y se tiene por absoluto, el derecho
a no ser sometido a esclavitud. En esta ocasión no cabe dilema ético semejante,
con lo que nadie seriamente puede plantear un debate sobre la existencia excep-
104
Atienza, Manuel, Tras la justicia, Ariel, Barcelona, 2003, p. 177.
Pero hay que hacer referencia a la otra entrega de la serie, Harry el fuerte (Ted Post,
1973), pues al fin y al cabo plantea que los términos de la dialéctica garantismo/
autoritarismo son tendenciales, que "el garantismo de un sistema jurídico es una
cuestión de grado".105 En este caso el personaje interpretado por Clint Eastwood
sigue actuando como es propio en él, liquidando a delincuentes para que no come-
tan los delitos que están a punto de llevar a cabo. Pero eso no es nada en compa-
ración con un grupo que se ha creado en el seno de la misma policía, que se dedica
a ejecutar a quienes no son condenados por los Jueces: "Intentamos limpiar la
ciudad de asesinos que serían condenados si nuestros tribunales funcionaran
como es debido", le dice un miembro del citado grupo a Harry, que ahora se con-
vierte en un defensor de la legalidad (¡!). En efecto, al lado de semejante escua-
drón de la muerte, como lo denomina el propio inspector Callahan, éste hasta
parece un seguidor de las teorías garantistas. En otras películas que forman parte
de este cine que hemos denominado de la venganza, la violencia es tan desmesu-
rada que incluso mueve a la risa. Así todo, suelen lanzar un alarmista mensaje que
une retribución y defensa social, a la vez que una rotunda crítica a la legalidad
y una insensata defensa de los sistemas de autotutela: a los criminales, al menos a
los que imposibilitan radicalmente la convivencia, hay que darles su merecido,
pero la ley no lo hace, así que habrá que buscar la forma de hacerlo. En fin, pide
este cine el quebrantamiento de todos los principios penales humanistas e ilustra-
dos. Curiosamente, aunque con ropajes académicos y legalistas, una tesis similar
105
Ferrajoli, Luigi, Derecho y garantías..., op. cit., p. 25.
(y muy polémica) ha sido defendida en los últimos tiempos por el penalista Günther
Jakobs, la del Derecho penal del enemigo.
La ideología que subyace al Derecho penal del enemigo es la misma o muy pareci-
da a la que está detrás del cine de la venganza. A veces se diferencian porque algu-
nas películas mantienen el principio de autotutela, el tomarse la justicia por su
mano, mientras que la citada doctrina penal versa sobre el funcionamiento del
Estado, que en ningún caso debería hacer dejación de sus funciones. Evidente-
mente, la schmittiana distinción entre amigos y enemigos resulta crucial, y referida
a quien delinque, diferencia entre el delincuente normal y el delincuente extremo
que persigue la destrucción del ordenamiento jurídico, la quiebra absoluta de la
convivencia. Al primero, al delincuente normal, se le ha de aplicar el Derecho penal
normal, del ciudadano, con todas sus garantías y principios liberales; pero al se-
gundo, en cambio, puesto que es un enemigo a batir, se le ha de aplicar el Derecho
penal del enemigo, lo que en palabras de Jakobs y en términos abstractos significa
que "no sólo no puede esperar ser tratado aún como persona, sino que el Estado no
debe tratarlo ya como persona, ya que de lo contrario vulneraría el derecho a la
seguridad de las demás personas".106 El Derecho penal del enemigo, así, parece
la ideología de Harry el sucio, que al menos con respecto a los criminales más
peligrosos descree de las garantías penales: uno y otro adelantan ampliamen-
te la punibilidad, actúan de forma desproporcionada y relativizan o suprimen
muchas garantías procesales, características del Derecho penal del enemigo
según Manuel Cancio.107
La película que sirve para criticar el realismo jurídico, ese judicialismo que redu-
ce el Derecho a lo que hacen los Jueces, tiene aire de telefilme, pero se salva por
la interesante trama que relata y por los tópicos del pensamiento jurídico a los que
se refiere. De hecho, el comienzo de The Star Chamber, Los Jueces de la ley (Peter
Hyams, 1983) podría ser el inicio de cualquiera de esas películas tipo Harry, el sucio
106
Jakobs, Günther y Cancio, Manuel, Derecho penal del enemigo, Thomson-Civitas, Madrid, 2006, p. 47.
107
Ibidem., pp. 79-81.
108
Aguilar, Carlos, Guía del video-cine, Cátedra, Madrid, 1997, p. 741.
evitar resoluciones injustas. Así, bien puede parecer una película liberal, favorable
a la presunción de inocencia y a cuantos medios utilizan las modernas leyes pro
cesales para impedir que el inocente sea condenado. Alegato, por tanto, contra
aquellas peticiones (que cada vez se oyen más) de una justicia ágil y rápida, inclu-
so a costa de las mínimas garantías, tenidas por meros formalismos. Al final, sin
embargo y aunque se reivindique, queda la impresión de que el garantismo no
consigue resolver el problema de la criminalidad: en muchos casos logra evitar
sentencias injustas, pero es impotente para proporcionar la seguridad que social-
mente se demanda. Cabría entonces otra lectura que se fijara en la extracción so-
cial de los que respetan la ley y la de los que la vulneran, para concluir en la
necesidad de otras medidas sociales que vayan más allá del Derecho Penal para
evitar el crimen.
Pero Los Jueces de la ley también es un relato en el que se dan elementos para pen
sar el concepto de Derecho, sobre todo para criticar la típica tesis del realismo
jurídico americano, que lo entiende como lo que hacen los Jueces o la profecía de
lo que harán, como ya vimos que decía Holmes. Evidentemente, lo que hacen estos
Jueces cinematográficos no es Derecho; ni siquiera es conforme a Derecho sino
contra Derecho, lo que sabemos precisamente al confrontarlo con las normas jurí-
dicas correspondientes, no porque lo diga ningún Juez. Por cierto que en la pelícu-
la también se plantea lo que significa ser "un buen Juez", aunque, a la vista de la
historia de la metodología jurídica, las respuestas que se ofrecen resultan simples
en exceso: o se respeta la ley en su integridad o se respeta sólo su espíritu, prescin-
diendo de la forma.
Allá adonde llega el tribunal se instala la sala de justicia, una mesa y una silla,
presidida por el emblema del Estado chino, las cinco estrellas doradas sobre fondo
rojo, y los miembros de la oficina judicial se visten con trajes negros de estilo occi-
dental en los que prenden sus insignias. Como se mostrará en la película, el em-
blema tiene gran trascendencia, pues enseña que lo que ocurre bajo su presidencia
no es un acto privado, que la decisión de aquel hombre es algo más que su par
ticular opinión, que tiene una autoridad que ha de respetarse. El tema de la auto
ridad resulta de vital importancia. Por una parte se ve en el símbolo: cuando
desaparezca, el Juez Feng explicará a los vecinos que ese emblema es tan impor
tante para él como Buda para ellos. Por otra parte se observa en la actuación de los
integrantes del tribunal (el Juez va acompañado por dos funcionarios): cuando uno
de éstos actúe de manera impropia, el protagonista le reprochará su conducta por
el impacto negativo que tiene en la autoridad del tribunal. Que se reconozca auto-
ridad al tribunal resulta de vital importancia porque ya apunté que existe un conflic-
to, muy visible, entre la ley del Estado y la tradición de la tierra. La tradición, sin
duda, posee autoridad, pero la ley ha de ganársela, para lo que el Juez tiene que
conseguir armonizar una y otra. La pretensión no es fácil. Desde luego, no se trata
de aplicar sin más la normativa legal, desconociendo arraigadas tradiciones, como
pretende uno de los funcionarios que acompaña a Feng, un joven que probable-
mente ha estudiado Derecho pero que desconoce las dinámicas sociales; pero
tampoco puede ser que se aplique sin más la tradición (entre otras cosas porque
probablemente existan tradiciones enfrentadas que pueden justificar tanto unas
conductas como otras), lo que significaría que la ley carece de valor. Por eso el Juez
Visto un buen número de películas que yo creo que pueden interesar a los Jueces,
desde luego no todas, hemos de preguntarnos por fin si nos reafirmamos en lo que
creíamos en un principio o, al contrario, desistimos del empeño. Desde luego,
queda confirmado que el cine no ha tratado cuestiones excesivamente técnicas,
enrevesadas jurídicamente, sino que sus intereses, por motivos obvios, han sido
más mundanos, conforme al gusto popular. Así todo, el cine nos puede enseñar, a
quienes tienen la misión de tomar decisiones que solucionen o gestionen los con-
flictos, ciertos conocimientos que hoy forman parte del vademécum judicial: qué es
y cuáles son los requisitos que debe cumplir un juicio justo; cuánta es la dificultad
de conocer los hechos que se juzgan y, por tanto, que la posibilidad de que se pro-
duzca un error judicial siempre es real; por qué resulta mucho más difícil conocer
la intención que la conducta; en qué medida lo inverosímil puede ser real; qué
es la presunción de inocencia; cómo se distingue la explicación de la justifica-
ción y qué es lo que hay que hacer al juzgar; cuáles son las cualidades que han de
poseer los Jueces y cuáles los defectos que han de evitar; cómo los medios de co-
municación, y la presión social en general, influyen en la decisión; cómo las emo-
ciones influyen en la decisión; como las orientaciones ideológico políticas del Juez
influyen en la decisión; qué Jueces son garantistas y cuáles autoritarios; por qué el
socialismo, tanto el marxista como el anarquista, acusó a los Jueces de ser servi-
dores de los poderosos; por qué el feminismo acusó a los Jueces de ser servidores
del régimen patriarcal imperante; qué tiene que ver la justicia con la función judi-
cial, etcétera.
BIBLIOGRAFÍA
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191
C on motivo de la reforma del sistema penal en México se han hecho una serie
de planteamientos sobre la forma en que se desarrollarán los llamados juicios
orales, sobre cómo serán las participaciones tanto de Jueces, Magistrados, agen-
tes del Ministerio Público, así como de la parte encargada de la defensa del
inculpado.
Si pensamos que esta reforma será una calca del tipo anglosajón, donde todos los
juicios son orales y la habilidad retórica de las partes determina en gran medida la
resolución de un jurado, estamos equivocados parcialmente. La reforma plantea
que la oralidad en los juicios agilizará el procedimiento y que brindará a las partes
una herramienta de argumentación, pero no contempla la figura de un jurado que
emita sentencia. Sin embargo, el cambio de lo escrito a lo oral representa un
problema y un reto a resolver por todos los implicados. Un abogado que no está
acostumbrado a hablar en público, o a argumentar una posición y justificarla legal-
mente, necesariamente habrá de aprender a hacerlo, de lo contrario quedará sin
posibilidades de realizar un desempeño profesional. Lo mismo pasa respecto al
agente del Ministerio Público y al Juez respectivamente.
La idea de que el cine sirva como una herramienta para el aprendizaje de esta
nueva modalidad de juicios, no es de ninguna manera descabellada. La larga tradi-
193
Por ejemplo el western es uno de los géneros más fáciles de reconocer por su ico-
nografía: Sí vemos a unos personajes vestidos de cowboys, claramente identifica-
remos y definiremos que es un western.
Ahora bien, si vemos que estos cowboys se avientan pasteles, entonces sabremos
que estamos viendo un western cómico. La diferencia del matiz la dan las acciones,
la tonalidad de esa acción. Podemos decir entonces que el "estilo" es la forma y la
"tonalidad" es lo que se dice, el contenido.
Estas cuestiones de tonos y atmósferas son más difíciles de definir. Por ejemplo
una película de Ingmar Bergman, sabemos que es un drama, porque el tratamien-
to visual y de continuidad es sumamente sobrio; la seriedad de la imagen es impo-
nente, pero no nos daremos cuenta de ello de manera inmediata. No es tan claro
en términos iconográficos como en un western. Conforme se desarrollan las
acciones "bergmanianas", lo que dicen y hacen sus personajes nos irán definiendo
que estamos ante un "drama psicológico".
Desde hace más de una década las producciones se han vuelto tan híbridas, en
busca de nuevas fórmulas, que estas variantes afectan al género.
De esta manera podemos decir que los géneros se van renovando constantemente,
lo cual es lógico, ya que de lo contrario serían sumamente monótonos y aburridos.
En el momento que empiezan a cambiar y mezclarse unos con otros resulta algo
novedoso.
a. El Western
Las características que definen este género que es el más fácil de identificar, aun-
que con su propia evolución haya aportado algunos cambios y matices, son:
b. El cine de gángsters
Este género que etimológicamente viene de la palabra inglesa gang (pandilla), llega
a tener mucha cercanía con otros géneros como el cine negro y el cine policiaco.
1
La Ley Volstead es el nombre con el que también se conoce al Acta de Prohibición o Ley seca promulgada
en 1919 en los Estados Unidos de América. La Ley Volstead venía a desarrollar la decimoctava enmienda a la
Constitución de los Estados Unidos de 1917, en virtud de la cual se prohibía la venta, importación y fabricación
de bebidas alcohólicas en todo el territorio de los Estados Unidos. Johnson, H., Vintage: The Story of Wine,
Simon and Schuster, 1989, p. 444.
La película de Jean Renoir "Los bajos fondos" (Les bas-fonds, Francia, 1936) marca el
inicio del género.
Otras películas de la década de los treinta que marcaron un camino fueron "Hampa
Dorada" (Little Caesar, 1930) de Mervin Leroy, "El enemigo público" (Public enemy,
1931) de William Wellman y "Cara cortada" (Scarface, 1932) de Howard Hawks.
En años recientes Francis Ford Coppola crearía una de las obras maestras
del género con su trilogía de "El padrino" (The Godfather) a partir de 1972.
c. El cine policiaco
A partir de los 40 los detectives ocuparon el lugar del policía; aquí se gestarán mu-
chas de las características iconográficas que algunos críticos denominan como
película negra o cine negro, género que comentaremos a detalle posteriormente.
Cabe citar que la palabra inglesa thriller engloba tanto el cine policiaco
como al cine de espionaje.
d. El drama
Quizá sea el género más cultivado en la historia del cine ya que siempre se ha inte-
resado por las pasiones y la vida del ser humano. El drama pone en escena una
confrontación entre los personajes por lo cual las variantes son muchísimas.
e. El melodrama
f. El cine negro
Esta corriente nace como respuesta al cine pro bélico realizado en los
años 40.
El héroe enfrenta antagonistas mucho más poderosos que él, ya que domi-
nan su medio social.
g. El suspense
Consiste en una forma narrativa que crea la ansiedad del espectador, manejando
los tiempos de la película. La fórmula dramática consiste en poner al protagonista
en una situación de peligro y prolongar el efecto hasta que éste sea liberado.
Diferentes directores manejaron este recurso desde los inicios del género, la famo-
sa fórmula de salvación de último minuto fue la precursora de lo expuesto.
Pero fue Alfred Hitchcock el que manejó con extraordinaria habilidad este recurso.
En su famosa entrevista con Francois Truffaut,2 explicó a detalle la diferencia entre
"misterio", "sorpresa" y "suspenso". Hitchcock mencionó que el misterio se trataba
de nunca dar pistas sobre la trama, como en una novela de Ágata Christie, y la dife
rencia entre las otras dos fórmulas se basaba en algo muy simple; comentó un
ejemplo que ya es clásico:
2
Truffaut, Francois, El cine según Hitchcock, Ramsay, París, 1983.
Y así como lo explicó el maestro muchos han escrito al respecto. Es una fórmula
que radica en suspender esa emoción del público hasta un cierto extremo de
angustia
Como mencionaron Jacques Aumont y Michel Marie, describir una película, con-
tarla, ya es una forma de interpretación, dado que de alguna manera es recons-
truirla, e incluso deconstruirla.3 En otro sentido, Umberto Eco recuerda que tal vez
sea útil fijar unos límites a la interpretación.4
2. El sentido viene del filme: éste representa una coherencia interna, no nece
sariamente conforme con las intenciones del autor. Al analizar podemos
encontrar esta coherencia de una naturaleza muy distinta a la intención.
3
Cfr. Aumont, Jacques y Marie, Michel, L analyse des films, Trad. de Carlos Losilla, Paidós Ibérica,
España, 1993.
4
Cfr. Eco, Umberto, Los límites de la interpretación, Lumen, Barcelona, España, 1992.
Sabemos que en la mayoría de los casos el análisis de una película revela sentidos
de orígenes diferentes. Sin embargo, Eco defiende el empleo del "sentido literal",
es decir, de que lo que es expresado en el filme es en efecto la intención de la obra
en definitiva.
La intención del autor y la del espectador constituyen conjeturas; se tiene que exa-
minar en qué medida la obra corresponde a su coherencia propia, a cada una de
estas conjeturas, o indica otras.
Ahora bien, el artista, en este caso el director de cine, pone en juego una serie de
elementos que constituyen un sistema. Un sistema sugiere elementos que en su
conjunto hacen que funcione determinada cosa. Estos elementos se agrupan uno
tras otro y dan una forma.
Pensemos en las delgadas capas de una cebolla; si quitamos una, parecería que
no afecta en nada a la "forma". Si continuáramos con este proceso y quitamos
muchas de esas capas, nuestra cebolla se habrá reducido y ahora prácticamente
tendremos la mitad.
Lo mismo pasa con una película: cada plano, cada secuencia, constituye una capa.
Si quitáramos abruptamente con un cuchillo una buena parte de esos planos o
capas afectaríamos la estructura narrativa de esta película y no entenderíamos qué
ha pasado en la trama. Hemos afectado la continuidad de la misma.
El análisis de la forma es muy enriquecedor para poder entender a fondo cómo nos
cuentan el qué en una película.
Una vez que logramos ver lo que el director dice en su obra, sólo entonces podre-
mos dar una opinión, que estará fundada en nuestro análisis.
¿Cuántas veces nos hemos encontrado con personas e inclusive críticos de cine
que sólo hacen una interpretación de lo que vieron?
En ocasiones pueden llenar una página entera del periódico lanzando un descabe-
llado discurso de lo que ellos supuestamente observaron durante la proyección: y
sobre esta base tan endeble, aclaman o destrozan una película. Y si acaso les pre-
guntáramos qué método utilizan para analizar el cine, quizá pensaran que les esta-
mos gastando una broma.
Por eso es importante tener una base sólida. Si entendemos bien el concepto de
analizar la forma, entenderemos lo que dice el filme. Independientemente a veces
de lo que diga el propio director. Por ejemplo, el famoso director "Fulano de tal" dice
que su obra es un "drama psicológico bergmaniano", que es una "obra existencia-
lista por excelencia", y si nos damos a la tarea de analizar la forma de su filme,
quizá estemos de acuerdo con él. Pero ¡quizá no! Puede ser un gran retórico con la
prensa, pero un pésimo director que ve cosas que ni siquiera filmó.
De ahí que cuando queramos hacer otro tipo de análisis, sobre todo de tipo con
textual (sociológico, antropológico, psicológico, etcétera), primero debemos realizar
el análisis de la forma, o de lo contrario nos encontraremos dando sólo interpreta-
ciones de algo que creímos ver.
Al teórico francés Jean Douchet se le considera el padre del análisis formal. Él per
tenece a la generación de críticos de la prestigiada revista de crítica Cahiers du
cinema. En este grupo de críticos-cineastas se encuentran Francois Truffaut, Eric
Rohmer y Claude Chabrol, entre otros.
Aunque parezca obvio, para analizar una película debemos de verla completa, y
sobre todo, estar concentrados desde el principio.
Sí a un grupo de personas que sale del cine, les preguntamos ¿cómo empezó
la película? Seguramente no sabrán que responder, o simplemente inventaran la
respuesta.
Por tanto, los primeros pasos del método de análisis es "Desde el principio y con
orden".
Empecemos desde lo primero que vemos en la pantalla que puede ser la imagen o
el logotipo de la productora, y desde la primera escena o secuencia pongamos
atención, aunque estén presentes los créditos iniciales, ahí puede haber informa-
ción clave para entender posteriormente cosas del filme. Por ejemplo, en México
suele cambiarse el título original a la película, si sabemos un poco del idioma ori-
ginal de la producción, con suerte entenderemos cuál es el verdadero título. Ade-
más muchas veces los guiones están basados en alguna novela o cuento; también
debemos fijar nuestra atención en ello.
Jean Douchet menciona que al inicio de una película, dentro de los tres primeros
planos, o las tres primeras secuencias, un buen director de cine nos dice de qué
tratará la película. El llama a esto "Los planos simbólicos".
Proceder con orden ya lo hemos explicado, pero ahora veremos qué es un plano y
qué es una secuencia. Es algo muy sencillo, es simple cuestión de nomenclatura
utilizada en el cine.
escenas conforman una secuencia. Por ejemplo, en una película una secuencia de
persecución puede tener varias escenas: cuando roba el banco, cuando lo persi-
guen, cuando se da una balacera, lo capturan, etcétera.
Al proseguir con orden, no dejemos de lado cosas que nos incomoden o perturben,
regularmente están planteadas así porque el director quiere darnos una llamada
de atención. Puede ser un encuadre diferente, por ejemplo, un plano holandés (un
encuadre inclinado), un súbito cambio de color sin ser un flashback, o puede ser
un diálogo que se repite en varias ocasiones.
Ahora nos toca identificar a los personajes principales, quiénes y cuántos fueron.
Debemos ser muy cuidadosos, ya que si por casualidad actúa un actor de su pre-
dilección, no necesariamente juega un rol principal dentro de la película, quizá
sólo sale un par de veces y su intervención no tiene peso alguno.
5
Flashback se entiende como un salto en el tiempo narrativo hacia al pasado; existe el convencionalismo de
plasmarlo en blanco y negro si es una película a color, o si la película es en blanco y negro, puede aparecer con
un aspecto nebuloso. Flashforward: éste se maneja de manera contraria, de un tiempo presente a un tiempo
futuro, y opera en forma de boomerang, regresando al presente. La elipsis temporal presenta una acción de tal
manera que consuma menos tiempo en pantalla que en la historia, por ejemplo, si un hombre hace recorrido en
automóvil simplemente se hace un corte de edición donde empieza el viaje y donde termina. Hay elipsis que
tienen una intención mucho mayor, por ejemplo, si el personaje hace el mismo viaje en auto y regresa varios
años después al punto de partida.
Una vez identificados estos personajes, prosigamos con nuestro orden. Primero
describiremos al actor principal. Luego al segundo, etcétera, pero reitero, no inter-
pretemos, sólo atengámonos a lo que dice la película; no vamos a atribuirle a un
personaje lo que nosotros queremos sólo porque nos agrada, o por el contrario,
nos disgusta algo de él, o sea simplemente como mencionamos anteriormente, un
actor favorito.
Si a usted, por ejemplo, le gusta una actriz determinada y el papel que interpreta es
la de una mujer malvada y manipuladora, no la justifique. El director le da ese papel
y punto.
Hemos llegado hasta este punto donde podemos emitir una opinión. Hemos res
petado lo que dice la película. Ya la hemos leído. Y si la hemos leído de manera
correcta sabremos qué hay en el filme y qué no hay.
Ahora bien, habíamos mencionado que los temas profundos se refieren a un siste-
ma de valores y afectos. Así podemos encontrar temas profundos recurrentes en
los "autores" de cine. La teoría del cine de autor es un poco complicada de explicar,
pero brevemente enunciaremos las premisas más aceptadas.
Cada uno de ellos tiene una manera muy particular de ver el mundo a través del
corpus de sus obras: Bergman, muy influido por el teatro, hace una reflexión sobre
la existencia del ser humano; Hitchcock, siempre manejó sus temores más profun-
dos a lo largo de su carrera, temores como el cristianismo, la culpa, el vouyerismo,
e incluso sus problemas con la comida; Kubrick, un perfeccionista obsesivo, su
gusto por la música clásica, los mundos imaginarios inscritos en la realidad, el
trayecto de sus personajes hacia la libertad; Herzog, con su plástica elocuente,
el binomio de la imagen con la música que crea atmósferas poéticas, la obsesión
enfermiza de él mismo representado en sus personajes, sobre todo con Klaus
Kinski, y por último, Scorsese, que a lo largo de su carrera ha plasmado a la Nor-
teamérica gangsteril, corrupta, y que pone en tela de juicio el papel de la religión
cristiana, en específico la iglesia católica, etcétera.
Ahora bien, estos temas profundos no sólo los encontramos en los autores, los
encontramos en cualquier película que haya sido filmado con una lógica del len-
guaje del cine.
Ahora bien, como jurisconsultos, el cine tiene mucho material para encontrar esos
temas profundos referentes a la ética profesional de cualquier profesional del dere-
cho: analizar un sistema judicial en su conjunto, los derechos humanos y las
garantías de los gobernados, el derecho comparado, la psicología de un criminal,
y un largo etcétera.
Si bien todos estos temas no están en la epidermis del filme, podemos sacarlos a
la luz y conformar lo que los teóricos llaman una interpretación simbólica, aquello
que hemos venido explicando renglones arriba.
Parece aburrida esta manera de abordar el cine, pero verá que con el tiempo le re-
sultará apasionante, y que lo más probable sea que ya no verá una película como
antes.
i) Sinopsis
Debemos aclarar aquí que la sinopsis debe ser lo más breve que se pueda, debe-
mos tener una buena capacidad de síntesis; es tan solo un esbozo de lo que anali-
zaremos, no nos interesa narrar de nuevo la película.
Imagen 1 Imagen 2
Imagen 3 Imagen 4
Como podemos observar desde los primeros planos, Hitchcock nos está dando
todas las pistas de lo que tratará su película. En la imagen 1 observamos ya desde
el crédito inicial la balanza de la justicia, justo arriba del título del director. En la
secuencia siguiente aparece una mano acomodando la espada que simboliza
la justicia (imagen 2). En la siguiente secuencia la Sra. Paradine toca el piano, mi-
rando la pintura de su esposo recientemente asesinado (imagen 3). En la siguiente
escena, segundos después, aparecen los inspectores de la policía que le explican
que está arrestada por sospechas del homicidio de su esposo (imagen 4).
En tan solo cuatro planos simbólicamente nos está exponiendo de qué tratará su
filme. Desde el inicio hemos prestado atención y hemos identificado estos planos o
secuencias que nos dan la clave de muchas cosas que veremos posteriormente.
Durante la película nunca hubo saltos de tiempo, por lo que es lo que llamamos
una estructura lineal.
v) Descripción de su psicología
La señora Paradine: Una mujer humilde que se casa con un militar acaudalado.
No se revela mucho de su pasado, lo único que sabemos es que el casarse le
dio un estatus diferente. Es manipuladora, sabe que con su belleza puede influir en
los hombres.
Gay Keane: Una mujer de clase acomodada gracias al éxito de su esposo, entra en
conflicto cuando se entera que su esposo está enamorado de la señora Paradine,
pero pareciera saber manejarlo con seguridad; incluso llega a decirle a su esposo
que no deje el caso, que la salve aunque sea su rival.
El Juez Thomas Horfield: Quizá el más complejo de todos. Aparenta una soberbia
y pedantería inglesa muy acentuada, pero tiene rasgos de carácter contrastantes; a
veces esa soberbia se torna en un humor negro.
Una vez analizados los personajes y cómo interactuaron entre sí a lo largo del filme,
podemos sacar algunas conclusiones interesantes.
Imagen 5 Imagen 6
Imagen 7
Imagen 8 Imagen 9
Imagen 10
La culpa también atañe a la señora Keane, los tres están atrapados en su propia
cárcel de emociones; Hitchcock nos los presenta en estos encuadres detrás de las
rejas (imágenes 8-9-10).
La liberación de la culpa: Tanto Keane como la señora Paradine han estado, como
ya lo planteamos, encerrados en sus propias culpas. Él por enamorarse de ella
(imagen 11), Paradine por haber sido la causante de la muerte de su esposo, y
Latour (imagen 12).
Imagen 11 Imagen 12
Imagen 13 Imagen 14
Imagen 15
Imagen 16
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Tú no tienes la culpa,
yo tenía que terminar así algún día.
Yolanda**
221
1
Laignel-Lavastine, M., Compendio de criminología, Editorial Jurídica Mexicana, México, 1959, p. 12.
2
Son dos líneas de objetivación del delito y del delincuente; por una parte el tema de objetivación científica,
el enemigo público que cae fuera del pacto porta un fragmento de la naturaleza: monstruo, loco, enfermo,
anormal; por otra, la medición de los efectos punitivos de los criminales actuales o eventuales, un campo de
prevención y puesta en circulación de representaciones y de signos, la orientación de certidumbre y de verdad,
la adecuación de penas a variables cada vez más finas, según la idea de Foucault, Michael, Vigilar y castigar,
Siglo XXI, México, 1978, p. 106.
223
Si bien Foucault asegura que los procesos de objetivación en el ejercicio del casti-
go, no vienen exclusivamente de las sensibilidades ni de la razón científica sobre lo
que es ese hombre al que se castiga, sino de las tácticas del poder,3 nuestro resorte
argumental –como David Garland– también parte de la reflexión de que existen
"zonas" donde "las sensibilidades y mentalidades tienen implicaciones importantes
en las maneras de castigar a los delincuentes. Los patrones culturales estructuran
las formas en que concebimos a los criminales".4
3
Idem.
4
Garland, David, Castigo y sociedad moderna. Un estudio de teoría social, Siglo XXI, México, 1999, p. 230.
5
Cfr. Foucault, M., Vigilar..., op. cit., passim.
Es clara –al menos hasta los años sesenta– la presencia de una tradición morali-
zante heredada directamente de la literatura decimonónica. Sin embargo, si esta
literatura se exponía limitadamente a un público letrado de clase media o alta, en
búsqueda de entretenimiento o de consejos morales, el cine acapara –pese a
alguna efímera resistencia– diversos sectores sociales, sea o no público letrado.
De esta suerte comienza con el gran espectáculo de masas, una mayor proyección y
difusión de la ideología y la moral burguesa en aras de un imaginario de cohesión
social, muchas de las veces de corte nacionalista. Paradójicamente, el cine asume
la función de dos sistemas: el feudal y el capitalista, pues el castigo tiene tanto la
función de espectáculo (propio del primero) como la función de ortopedia moral
(del segundo).8
6
Ibidem, pp. 133 y 134, Foucault indica que deducir del castigo el delito es la mejor manera de proporcio-
nar el castigo al crimen, hasta llegar a un castigo que sea lo menos arbitrario posible y logre disminuir el deseo
que hace atractivo el delito.
7
Como lo indica Foucault, Michael, La vida de los hombres infames. Ensayos sobre desviación y domina-
ción, La piqueta, Madrid, 1990.
8
Cfr. Foucault, Michael, Vigilar..., op. cit.
Con todo, bajo el auspicio del merecimiento y del goce de castigar, la mirada de los
cineastas –como la del espectador– sanciona el crimen desde varias instancias
que cruzan sus fronteras a la menor provocación. Con tal acotación, se localizan
films adscritos a más de un tipo de castigo. Un argumento puede concluir con
el/la protagonista encarcelado/a, pero imponer su sentencia más que por un juicio
penal, por una traición de conciencia y por el peso de una moral social. Es decir,
puede existir un tipo de castigo, pero varios factores conjugados para desembocar
en éste. Por una parte, el castigo y, por otra, el camino hacia el castigo.
9
Ibidem, p. 105. Para Foucault la semiotécnica que exige la "suavidad" de la economía del ejercicio del poder
de castigar reposa en 6 reglas: 1) regla de la cantidad mínima, 2) regla de la idealidad suficiente (sólo la
idea de dolor, el cuerpo para una representación de una pena), 3) regla de los efectos laterales (máxima pena
al que se le representa), 4) regla de la certidumbre absoluta, 5) regla de la verdad común (inocente hasta que se
demuestre lo contrario, 6) regla de la especificación óptima (código específico para cada infracción, su defini-
ción y fijación de penas: pasional, involuntario, irreflexivo, circunstancias extraordinarias [su jurisprudencia]).
10
Cfr. Betegon, Jerónimo, La justificación del castigo, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1992.
a. Castigo Divino
Así sentencia el psiquiatra Mario Colina (Julián Soler) a la heroína Lena Kovach
(María Félix) que confiesa: "Dios sabe que luché por evitarlo", apelando a la magna
institución divina que rige la vida de los hombres, y que reclama en la conciencia
de Lena la verdad ante todos: su actividad de espía internacional, de prostitu-
ción, de robo y de asesinato justificados ante la salvación de una hija recluida en
los campos de concentración.
Para el crimen vinculado a terrenos del género habrá un castigo específico, pero
también un concepto motor justificable: el amor materno, pero, paradójicamente la
privación de éste amor desplegará la tortura más atroz que mujer de la época logre
soportar, he aquí el castigo divino para la madre soltera. Julia Tuñón le llama "ins-
tinto-emoción" a ese destino, a ese sentido del sacrificio y del sufrimiento que
amalgaman las figuras maternas,11 sea en lacrimosos melodramas familiares
como en Cuando los hijos se van, hasta cintas de crimen como Salón México o
Víctimas del pecado, o en otros con cierta dosis de suspenso como Distinto ama
necer (1943) o la mencionada Que Dios me perdone.12 Siempre será una forma de
redención, a la vez una maternidad negada por naturaleza o por la fuerza del desti-
no: "No ser madre será más que un acto antisocial, un acto contranatural y un acto
contra Dios", serlo –dice Tuñón– "significa, más que ejercer una alternativa de la
vida, encarnar la quintaesencia femenina".13
b. Sentencia Social
"El hombre acusa y castiga, Dios consuela y perdona. He aquí el consuelo que exis
te entre la justicia divina y la justicia humana", dice el Cura (José Elías Moreno) en
La perversa (1953), para indicar de paso que el castigo social en el cine –que tam-
bién cruza en cierta manera toda la escala de castigos– se traza por la teoría
retribucionista que encuentra en la opinión pública, su máxima expresión y una
categoría social encargada del orden que sanciona otra categoría que está de
dicada al desorden.
Aquí, el sujeto social es Juez y parte en el ejercicio del castigo del criminal que
rompe el contrato y permanece fuera del marco permitido, un enemigo común, un
traidor cuyo castigo debe suscribirse en el pacto:14 "Ojalá los mataran a todos antes
de nacer", sentencia don Carmelo el ciego (Miguel Inclán) de Los olvidados (1950)
cuando la bala de un policía atraviesa al joven criminal Jaibo (Roberto Cobos).
11
Cfr. Tuñón, Julia, Mujeres de Luz y sombra. La construcción de una imagen, 1939-1942, IMCINE-El Colegio
de México, México, 1998.
12
Si bien Distinto amanecer, recurre a escenarios de arrabal y al tópico de la fichera hermana-madre (el
traslado de un rol a otro) en tensión con la mujer sexual sujetada por el amor platónico y la necesidad econó-
mica; la segunda (Que Dios me perdone), en un marco de riqueza y cosmopolitismo, echa mano de un nuevo
tipo: la devoradora-madre en tensión con la mujer sexual sujetada exclusivamente a la belleza física y al amor
maternal.
13
Ibidem, pp. 188 y 190.
14
Cfr. Foucault, Michel, Vigilar..., op. cit.
Pero la publicidad forma parte de la economía del castigo, con imágenes que
deben grabarse en la memoria del espectador. "La lección, el discurso, el signo des
cifrable, la disposición escénica y pictórica de la moralidad pública". La ceremonia
15
Cfr. Betegon, Jerónimo, La justificación..., op. cit., p. 302.
16
Foucault, Michel, Vigilar y..., op. cit., p. 129.
del castigo es la reactivación del código. La publicidad "no debe difundir un efecto
físico de terror, debe abrir un libro de lectura".17
Para cada delito, su ley; para cada criminal, su pena. Pena visible,
pena habladora que lo dice todo, que explica, que justifica, conven-
ce: carteles letreros, anuncios, avisos, símbolos, textos leídos o
impresos, todo esto repite infatigablemente el Código… Y la memoria
popular reproducirá en sus rumores el discurso austero de la ley.19
17
Ibidem, pp. 114 y 115.
18
Aunque no se practicara en México, el Senado de la República derogó el jueves 17 de marzo de 2005 la pena
de muerte, aceptada según los artículos 14 y 22 de la Constitución que indican que podrá aplicarse al traidor a
la patria, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación o ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador
de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves del orden militar. Ling Altamirano, Federico, "No más
pena de muerte" en El sol de México, sábado 19 de marzo de 2005.
19
Foucault, Michel, Vigilar..., op. cit., p. 117.
ladrona bajo el cobijo del submundo criminal y de los bajos fondos nocturnos: sa-
crificio que soporta –nótese la complejidad argumental que remonta a cintas del
Indio Fernández como Las abandonadas (1944) o Salón México– para mantener a su
pequeña hija (o hermana) en un internado. En estos casos, el individuo no es tanto
responsable de lo que hace, como de lo que es y lo que representa: la carne, obje-
to de todos sus males.
Adscrito a la penología (disciplina que se ocupa del castigo bajo códigos legales)
y bajo la razón de que el castigo deba tratarse humanamente, la representación
cinematográfica hace público el castigo humano y hacia la humanidad: muestra el
"secreto".
Este castigo en la pantalla, se traza por los juristas reformadores para rectificar al
individuo como sujeto de derecho; utiliza no marcas (como castigo corporal) sino
signos, conjuntos cifrados de representaciones. A diferencia del castigo social,
revela el secreto del acto punitivo, lo hace público y el espectador interviene como
testigo del ejemplo; la prisión es su conclusión, la institucionalización del poder de
castigar y la reducción de los ilegalismos populares, reforma tanto los intereses
propios del homo economicus como los imperativos del sujeto moral. La cárcel
muestra al individuo sujeto a una coerción inmediata.21
20
Cfr. Idem.
21
Cfr. Idem.
En todo caso habrá tres estrategias narrativas que colocan el castigo en distinto
sitio dentro de la estructura dramática; cada una con distinta función en la historia
y, en consecuencia, diferente efecto en el espectador. Una estrategia propia del
melodrama carcelario y del melodrama de juicio penal, ubica el castigo al inicio en
el establecimiento de la acción, y –como constante argumental– a través de un pro-
ceso jurídico "sofisticado" se espera la liberación o la sentencia del protagonista a
lo largo del argumento, para proponer al espectador una magnética curiosidad por
hechos pasados o futuros; otra estrategia del melodrama criminal, regularmente
pone en duda el aparato justiciero cuando anuncia la salida inminente de un villa-
no sediento de venganza contra el/la protagonista, normalmente coloca el castigo
tras el punto de confrontación para lograr efecto de suspenso o sorpresa, por la
liberación inesperada del antagonista o por espera de liberación del protagonista;
y finalmente, como resolución del conflicto, la consumación del encarcelamiento
del criminal que, a través de la impecable lección moral, comprueba códigos regu-
ladores para la feliz convivencia social.
Estructura dramática
Puente I Puente II
Como Paco (Rodolfo Acosta) de Salón México, en Víctimas del pecado el Indio Fer-
nández también ofrece singular ejemplo con Rodolfo (Rodolfo Acosta), sediento
villano liberado que pone en peligro la efímera felicidad de la protagonista. Pero,
por otra parte –aunque en el fondo merezca el castigo por ser nativa de los infier-
nos cabaretiles–, la injustificada sentencia de Violeta en la última cinta –que mata
22
Morey, Miguel, Lectuas de Focault, Taurus, Madrid, 1985, p. 304.
por defender a su hijo adoptivo de una golpiza mortal a manos del cinturita–, hace
ver que la justicia del hombre no tendrá repartición democrática.
Para estos argumentos, hay una larga lista en espera, pero rescatemos el vistazo
de Miguel Morayta con Hipócrita (1949), donde el tren a las Islas Marías llevará a
Leonor (Leticia Palma) y a toneladas de criminales a purgar su pena: "entre el delito
y el regreso al derecho y a la virtud, la prisión constituirá ‘un espacio entre dos
mundos’".24 También es el caso de Roberto Gavaldón con el argumento de La otra
(1946): una moraleja lista para transferir la culpa de una hermana gemela (asesina
y asesinada) por la otra hermana (Dolores del Río) quien purgará su pena. Aquí no
pagan justos por pecadores sino pecadores por pecadores. A esto, García Riera
dice con ironía sobre el miscasting y el aparato justiciero que en la interpretación,
23
Foucault, Michel, Vigilar..., op. cit., p. 94.
24
Ibidem, p. 127.
"del Río era igualita a la otra Dolores del Río y así, la justicia inmanente –ciega
como todas las justicias– era incapaz de distinguirlas".25
Otros puntos de vista de cineastas como Alfredo B. Crevenna, Emilio Gómez Muriel
o Chano Urueta, sí acuden a procedimientos legales y llevan a cabo la represen
tación de la mejor aplicación de la justicia. "El criminal aparece entonces como un
ser jurídicamente paradójico. Ha roto el pacto, con lo que se vuelve enemigo de la
sociedad entera; pero participa en el castigo que se ejerce sobre él".26 En ambas
posibilidades, los inculpados son sometidos a un largo proceso –como decíamos–
que exalta la sofisticación y eficacia del sistema jurídico: La dama del velo (1948)
donde la resolución del Juez, tras tener todas las pruebas en su contra, falla a favor
de la inocente Andrea del Monte (Libertad Lamarque) que se culpa por el instinto-
emoción maternal para burlar los cargos de premeditación, alevosía y ventaja que
acusan a su amado (potencial incestuoso) hijastro; Crimen en la alcoba (1946)
donde se libera a Óscar (Rafael Baledón) de un crimen que si cometió: el asesinato
de su tío, y se castiga, por transferencia de crimen –gracias al manejo de pruebas
por las autoridades morales del film– por otro que no cometió: el suicidio de su
esposa. Todas son películas donde culmina con el culpable en la cárcel o bien no
condena al inocente, pero lleva de cualquier manera al individuo a protagonizar
un juicio que lo objetiva como criminal.
25
GARCÍA RIERA, Emilio, Historia Documental del Cine Mexicano, Tomo VI, CONACULTA-IMCINE, México, 1992-93,
p. 51; caso similar con la culpa transferida es Donde el círculo termina (1955) y El medallón del crimen (1955).
26
Foucault, Michel, Vigilar..., op. cit., p. 94.
caso es la vigilancia como disciplina que entra en el juego del bien y la gratifica-
ción, y del mal y la sanción.
Michael Foucault asegura que "un crimen sin dinastía, no llama al castigo";27 sólo
un criminal peligroso desapegado de la norma más firme es digno opositor de la
fuerza policial: estatus obligado para el grueso de narraciones. La movilización
policiaca sólo es precisa para jerarquías mayores, y el mismo discurso policiaco
constantemente exalta al criminal "muy audaz, muy inteligente", se dice en el
Medallón del crimen (1955). No existe gratuidad en la mención, pues al poner en
escena un alto grado de dificultad para la aprehensión del criminal, justifica el pro
ceso y pone a prueba el perfeccionamiento de la tecnología para vigilar, honrar el
método infalible y transparente de la legalidad: "Para aprehender a un tipo de estos
necesitamos delitos comprobados; por sospechas o por penas ya purgadas a nadie
se le pude detener"; y se requiere de pruebas no de supuestos: "La lógica más con-
tundente es la de los hechos", explica el comandante a los policías subordinados
encargados de detener (para castigar) a los criminales en Paco el elegante.
Creencia generalizada por los cineastas. Incluso David Silva al interpretar al "Desal
mado" reflexiona con motivo del personaje: "Creo que el cine debe servir como
ejemplo y debe llevar un mensaje".28 En cualquier categoría punitiva el cine echa a
27
Idem.
28
Cuadernos de la Cineteca Nacional, n. 1, 23 de abril de 1976, p. 128.
andar toda una maquinaria aleccionadora. En esta idea se posan agudos mi
ramientos de Chano Urueta, Tito Davison, Roberto Gavaldón, Juan Orol, Ernesto
Cortázar, Alberto Gout, Julio Bracho, Alejandro Galindo, Fernández Bustamante,
Gómez Muriel, Miguel Morayta, Alfredo B. Crevenna, incluso el mismo Luis Buñuel;
aunque escapa de la lente moral de sus contemporáneos y el entorno social
determina a sus criminales, en Los olvidados otorga una lección con la bala que
cruza la espalda del Jaibo.
Tal cúmulo de miradas prolonga una poderosa raíz plantada en la vieja tradición
literaria, sus frutos brotan en una larga lista de la cinematografía. Algunas obras
de culminación mortal (castigo corporal) como No me quieras tanto (1949), Cuatro
contra el mundo (1949), Han matado a Tongolele (1948), El hombre sin rostro (1950),
Ventarrón (1949), Sensualidad (1950), Paraíso robado (1951), Paco el elegante (1951),
Dancing (1951), El bruto (1952); por otra parte en la culminación implícita peniten-
ciaria (castigo del alma) mencionemos Media noche, El medallón del crimen, Ley
Fuga, Donde el círculo termina o Cabaret Shangai: otra autobiografía mítica de Orol
que navega en ambos tipos de castigo.
Para seguir con el castigo corporal –escudo del fuego cruzado entre policías y cri-
minales–, Paco el elegante constituye la sinécdoque del criminal que, acusado de
trata de mujeres, de tráfico y de asesinato (incluso la muerte de un periodista:
atentado a una supuesta "intocable" institución del sistema), es castigado con
muerte. No es ocioso mencionar que en esta y en otras cintas, "el Patrón" –como
llaman al jefe de jerarquía mayor–, no muestra su rostro ni cae a manos de la poli-
cía; al parecer se hace necesario que el castigo sea aplicado a "rostros" o tipos no
muy lejanos de la vida cotidiana del sujeto que estructura el imaginario social.
forma esencial del castigo… Detención, prisión, son los nombres distintos de un
mismo castigo".29
b. Castigo Subcultural
29
Foucault, Michel, Vigilar..., op. cit., p. 119.
30
En este último caso Raúl González (Manolo Fábregas), un empleado honrado que encuentra "la aventura
que soñó", como indica su conciencia al acceder a una mujer fatal en el bar (espacio simbólico donde consigue
"reconocerse como individuo", para renunciar a la norma y –tras la traumática experiencia que esto le confiere–,
más tarde volver a su cálido y enajenante cobijo). Tiene como problema medular la Libertad que –gracias al
mejor manejo pruebas e hipótesis que llevan al verdadero culpable–, culmina con la detención certera y la mo-
raleja simple: el que osa salir de la rutina y busca la aventura, perderá la libertad, por tanto, la familia, preciado
núcleo social.
Recordemos que en la ironía que le caracteriza a este historiador del cine, surge
un significado sintomático que muestra ese enfrentamiento entre un país que va
dejando la preocupación por la reforma agraria, y se apega más a la soberanía de
la modernización, del cosmopolitismo en sus diversas manifestaciones, así sea
con la importación de figuras mitológicas del país vecino.
Para volver al castigo –y tras la anotación al margen–, los gángsters terminarán sus
días por la defensa del código de valores que le es propio: la traición como la
máxima violación seguida por una venganza como equivalente a la detención poli-
cíaca, cuando no al enfrentamiento entre fuerzas opositoras del bien y del mal
(criminales positivos contra criminales negativos). Agustín P. Delgado, Alberto
Gout, José Días Morales, Miguel M. Delgado o Chano Urueta con más perseveran-
cia, son algunas miradas visionarias del reverso de la justicia legal. No me quieras
tanto –con todo y su remake: Asesinos en la noche– es representativa; pero también
¡Amor que malo eres! (1952) o Carta brava (1948) –y varios films basados en argu-
mentos de José G. Cruz– donde encontramos la muerte del villano o del anti-
héroe: en este caso, Roberto (Roberto Romaña) es fulminado por un tiroteo en el
fumadero de opio de la China (Su Muy Key); en Piel canela donde Marucha (Sarita
Montiel) mata a Julio (Ramón Gay) por venganza; mismo caso el de Salón México,
cuando Mercedes (Marga López) mata al cinturita porque amenaza con revelar la
verdad (su honorable condición de fichera) a su hermana Beatriz (Silvia Derbez),
pero, a la vez el cinturita alcanza a disparar y la fulmina con certeras balas.32
31
GARCÍA RIERA, Emilio, Historia..., Tomo IV, op. cit., p. 178.
32
Incluso recordemos que personajes periféricos pertenecientes a la subcultura criminal aplican este tipo de
castigo. Es perceptible en cintas como Aventurera, ahí el esbirro Rengo (Rafael Inclán) mata de una puñalada al
villano Lucio El guapo (Tito Junco); en Víctimas del pecado donde Violeta asesina a Rodolfo porque golpea al niño
Juanito.
También el director Carlos Véjar en dos de sus ocho historias que componen el
argumento de Monte de Piedad, proyecta el autocastigo que converge en muerte
por mano propia. Es el caso de Rodrigo del Paso, el criminal nato que se hace jus-
ticia a sí mismo con el suicidio y, libera oportunamente a otro que en su lugar
purga una condena penal. En otro relato de esta cinta, Elena (Miroslava) al que-
dar embarazada de su amante intenta abortar, pero un defecto del corazón lo impi-
de, tal tentativa criminal, tal conocimiento de sus posibilidades, tal negación del
instinto-emoción, de encarnar la "quintaesencia femenina", de violar la norma
33
Cfr. Foucault, Michel, Vigilar..., op. cit., esta renuncia se toma de la moralidad cristiana: renuncia de sí por
la salvación; por tanto, el reconocimiento de uno mismo enfrenta moralidad social y rechaza al sujeto.
(atroz por cierto para el imaginario social normalizado), no le deja otra salida que
el suicidio.
A la luz de toda esta cadena de castigos, es indudable que en la gama punitiva del
cine criminal, las amarras del sujeto sujetado tejen el camino hacia la norma y
rumbo al olvido de la individualidad. En la desigual lucha entre la norma y el indi
viduo, el cine ofrece un conocimiento (lo que debe ser) del sujeto sujetado, una
renuncia del individuo. Toma como punto de referencia lo prohibido por la tradición
de la moralidad cristiana que decreta renuncia de sí mismo por la salvación, igual-
mente, parte de la tradición secular que localiza en la ley externa el fundamento de
la moralidad.
Si tomamos en cuenta que "la forma de castigar ha sido uno de los rasgos funda-
mentales de una sociedad. Ninguna mutación importante se produce en una socie
dad sin que, como consecuencia de la misma, se modifique el tipo de castigo,"35 no
deja de ser sintomático que –pese a casos excepcionales– los cineastas mexi
canos de la época tiendan hacia la teoría retribucionista, y que el grueso de las
narraciones con su juego moral y con su "retórica emocional", pretenda en tal línea
el goce del espectador ante la representación del castigo del infractor de la his-
toria. El síntoma indica que las emociones son mediadas por el juicio moral, en
función de un espectador melodramático que clama y justifica la materialización
del castigo, ya en secreto, ya en público: es lo que podemos llamar el disfrute o
goce del castigo.
34
Goldstein, Jeffrey (Compilador), Why we watch, Oxford University Press, New York, 1998, p. 222.
35
Foucault, Michel, La vida de…, op. cit., p. 210.
Derivan pues dos hipótesis; una es que se incrementará "el goce justiciero" confor-
me aumente el grado de ofensa y trasgresión de las normas sociales por la acción
del criminal; la segunda es que dicho goce depende del nivel de aversión o "identi-
ficación negativa" que logre el personaje con el espectador. Esto es, que en el
campo de la experiencia de la ficción, el disfrute del castigo siempre estará ligado
al tipo de identificación; por una parte positiva con el héroe trágico, cuyo castigo se
acerca al padecimiento ("sadly end"); por otra negativa con el villano, cuyo castigo
se acerca al goce del espectador (happy end). Criminal castigado como protagonis
ta o criminal castigado como antagonista: más que del desenlace, de este juego
estructurado depende la objetivación del criminal en función de un tipo de emoción.
BIBLIOGRAFÍA
García Riera, Emilio, Historia Documental del Cine Mexicano, Tomo IV y VI,
U de G, CONACULTA, Secretaría de Cultura, Gobierno de Jalisco, IMCINE,
México, 1992 y 1993.
Ciclos de Cine
249
251
Año: 1979
Género: Drama
Duración: 119 minutos
Premios: (1980) Dos nominaciones al Oscar: mejor actor y mejor guión.
2. SINOPSIS
1
Para efectos de sencillez, se utilizan aquí las expresiones de "familia jurídica", "tradición jurídica" y "sistema
jurídico" de manera indistinta. No obstante, se considera pertinente la diferenciación hecha por Merryman
en torno a las expresiones "tradición legal" y "sistema legal" (Cfr. Merryman, John Henry, La tradición jurídica
romano-canónica, segunda edición, cuarta reimpresión, FCE, México, 1998, pp. 15-18). Respecto de esto último,
sin embargo, resulta conveniente una precisión: se ha preferido el adjetivo de "jurídico" para no restringir las
nociones a lo "legal".
2
Cfr. Cuevas Murillo, Óscar, "El sistema jurídico romano-germánico vs el sistema jurídico del common
law" en Jurídico. Revista de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas, novena
época, n. 63, noviembre-enero 2007, p. 8.
3
Cfr. Ibidem, p. 9. Es importante ser cuidadosos en no llevar al extremo estas características distintivas y
matizarlas según los contextos históricos determinados. Sólo por poner un ejemplo, el carácter legicentrista
(o legalista) que se considera propio del sistema romano-germánico, no fue instaurado con la fuerza que se le
atribuye en la actualidad sino hasta la instauración de dos importantes paradigmas: i) el que llevó a la identi
ficación entre ley y voluntad general, y ii) el del movimiento codificador que pretendió "apresar" toda la realidad
en un ordenamiento jurídico escrito (consolidado por la perspectiva teórica del positivismo jurídico).
4
Cfr. Merryman, John Henry, La tradición jurídica…, op. cit., p. 17; y tb. Cruz, Peter de, Comparative law
in a changing world, 2a. ed., Cavendish Publishing Limited, Gran Bretaña, 1999, p. 33, disponible en: http://books.
google.com.mx/books?id=HKJpHOJ7d0sC&printsec=frontcover&dq=cruz+peter+comparative+law&hl=es#
v=onepage&q=cruz%20peter%20comparative%20law&f=false (consultado 15 de abril de 2011).
5
Denominación genérica utilizada por tácito, Cayo Cornelio, De las costumbres, sitios y pueblos de la
germania, versión digital disponible en: http://www.imperivm.org/cont/textos/txt/tacito_de-las-costumbres-sitios-
y-pueblos-de-la-germania.html (consultado el 20 de mayo de 2011).
6
Cfr. Pirenne, Henri, Historia de Europa, FCE, México, 1956, pp. 19 a 29, en especial pp. 25 y 26.
7
Vid. El cantar de los nibelungos, traducción de Marianne Oeste de Bopp, Porrúa, México, 1975, y tb. Edda
mayor, Alianza, España, 2000.
8
Cfr. Pirenne, Henri, Historia…, p. 19 y gilson, Étienne, La filosofía en la Edad Media, Gredos, España,
2007, pp. 175 y ss.
9
Cfr. Morineau, Martha, Una introducción al common law, IIJ-UNAM, México, 1998, pp. 10 y 11, y tb.
Travelayn, George M., Historia política de Inglaterra, segunda edición, traducción de Ramón Iglesia, FCE,
México, 1984, pp. 21-29.
Los romanos que habían llegado durante la época del Imperio a dicha isla, la aban-
donaron a inicios del siglo V.10 Durante el periodo en que Roma estuvo presente, los
bretones (britanos) fueron los más "romanizados", pero los territorios británicos no
tardaron en ser ocupados por otros pueblos, fundamentalmente los anglos y los
sajones, quienes precisamente habrían de expulsar y someter a aquellos.11 De esta
manera, los pueblos germánicos que ocuparon Bretaña conservaban su estilo
organizativo (y jurídico), fundado esencialmente en normas consuetudinarias que
se actualizaban fundamentalmente en la decisión de controversias.12 Es impor
tante mencionar que durante la Edad Media, incluso en la Europa continental, el
momento más claro en el que se manifestaba lo jurídico era precisamente el de su
aplicación, razón por la que algunos teóricos han identificado a este periodo como
un tipo de "Estado" jurisdiccional.13 Para el siglo XI, la conquista normanda de la
isla aportó también peculiaridades que ayudarían a la conformación del common
law. Frente a la sectorización normativa existente (cada grupo o reino tenía sus
propias normas consuetudinarias), se buscó la centralización del poder en el mo-
narca y de las decisiones judiciales en los "jueces reales".14 Así, se logró la instau
ración de tres tribunales con competencias específicas, que ante la realidad
existente, debieron buscar los elementos comunes de las costumbres locales,
dando paso a la formación del common law.15 A esto, posteriormente se sumaría la
Equity surgida a través de un nuevo Tribunal, denominado de la Cancillería.16
Lo relevante es que este esquema, como puede apreciarse, ya se encontraba con-
solidado bajo los elementos de las normas consuetudinarias y de la relevancia
jurisdiccional, pues quienes conforman el derecho son precisamente los tribuna
les, a través de sus decisiones.
10
Cfr. López monroy, José de Jesús, Sistema jurídico del common law, Porrúa, México, 1999, p. 5, y tb.
Morineau, Martha, Una introducción…, p. 10.
11
Cfr. Travelayn, George M., Historia…, op. cit, pp. 29-40.
12
Aunque esta característica –aparentemente herencia de las raíces germánicas– se constituirá en el dato
esencial de la tradición jurídica del common law, durante el periodo medieval puede ser perfectamente aplicable
a todo el territorio europeo –que también realiza una síntesis receptiva de las costumbres bárbaras–, tradicional-
mente adscrito a la familia del civil law. Es por esta característica que Grossi, por ejemplo, insiste en considerar
al orden jurídico medieval como un efecto de la praxis notarial y judicial. Cfr. Grossi, Paolo, El orden jurídico
medieval, Marcial Pons, España, 1996, p. 59.
13
Categoría que se extiende hasta prácticamente la Revolución francesa. Cfr. Fioravanti, Maurizio,
"Estado y Constitución" en fioravanti, Maurizio (editor), El Estado moderno en Europa, Trotta, España, 2004,
pp. 17 y 18.
14
Cfr. Morineau, Martha, Una introducción…, pp. 13 y 14.
15
Cfr. Ibidem, pp. 15 y 16.
16
Cfr. Ibidem, p. 17.
Ahora bien, en el desarrollo histórico esbozado, es fácil percibir que desde las anti-
guas formas germánicas de organización, la participación de los integrantes de
la comunidad en la toma de decisiones (incluyendo la decisión de conflictos) era
determinante.19 Esta participación se fue consolidando institucionalmente y muy
pronto se tiene en Inglaterra ya la institución de jurados. El jurado inglés, práctica-
mente es traspasado al sistema norteamericano, incluso en el número de su inte-
gración (12 personas), y es seguramente un reflejo de la importancia que para los
pueblos germánicos tenía la participación de los miembros de la sociedad en la
toma de decisiones.20
Norman Jewison. Nace en 1926 en Toronto, Ontario, Canadá. Después de una es-
tancia en Londres (donde escribe y actúa para la BBC) regresa a su ciudad natal y
se dedica a dirigir programas de televisión. Según el propio Jewison, su debut
como director lo hace con Jesucristo superestrella.21
17
Cfr. Ibidem, passim; lópez monroy, José de Jesús, Sistema…, op. cit., passim, y Cruz, Peter de,
Comparative…, op. cit., pp. 107-117.
18
Cfr. Morineau, Martha, Una introducción…, pp. 87-89, y lópez monroy, José de Jesús, Sistema…,
op. cit., pp. 223-224
19
Aspecto que puede apreciarse en pasajes del ya referido Cantar de los Nibelungos y en la referencia al
"juicio de los pares" en otra importante obra de la literatura franco-germánica: El Cantar de Roldán, traducción de
Felipe Teixidor, Porrúa, México, 1997.
20
Cfr. Bianchi, Alberto B., El juicio por jurados. La participación popular en el proceso, Abaco de Rodolfo
Depalma, Argentina, pp. 40-45; Gómez De Liaño González, Fernando, El proceso penal ante el tribunal del
Jurado, E. Forum, España, 1995, pp. 9 y 10, y Batista Ortíz, Elpidio, El jurado, su función, características y
propósitos, Situm, Puerto Rico, 2007, pp. 3-5.
21
Vid. http://www.imdb.com/name/nm0422484/bio (consultado el 20 de abril de 2011)
Valerie Curtin y Barry Levinson. Justicia para todos es escrita en el periodo en que
estos dos guionistas son esposos. Ambos son polifacéticos, pues además de escri-
tores son actores y Barry Levinson, además, ha incursionado en la dirección y pro-
ducción. Se debe tomar en cuenta que Baltimore es escenario recurrente en los
trabajos de Levinson, pues es ahí donde vive su infancia. Levinson también se hace
acreedor al Oscar como director por la película Rain Man. Por su parte Valerie Curtin,
nacida en Nueva York, también tiene una larga carrera, sobre todo como actriz
en series televisivas. Juntos, también con la dirección de Jewison, escribieron el
guión de la película Best friends protagonizada por Burt Reynolds y Goldie Hawn.22
Planos en el rodaje
22
Vid. http://www.imdb.com/name/nm0001469/bio y http://www.imdb.com/name/nm0193224/ (consultado el
20 de abril de 2011)
23
Para los elementos y términos técnicos puede consultarse: Rivas, Carolina, Cine paso a paso. Metodología
del autoconocimiento (Zona cero y La vida se amputa en seco), FONCA-CONACULTA-UNAM-Centro Universi
tario de Estudios Cinematográficos, México, 2010, pp. 262-277.
Audio y musicalización
a. Diálogos
24
En los diálogos y escenas se han identificado los minutos precisos de la película para facilitar la formación
de la ficha visual en caso de ser requerido.
F: ¿Qué dijo?
K: ¿"Paciencia"? ¿Habla de "paciencia"? Juez, Juez este no es un caso
de daños materiales. Se trata de un ser humano. Es un chico que está
en prisión, aterrorizado, que pelea cada segundo de su vida. No le
puedo decir que tenga "paciencia"
F: Bien, la prisión debe ser un lugar aterrorizante. Deje que esos crimi-
nales creen su propio infierno
K: ¿Está loco? ¿De qué me habla?
F: Te lo diré Arthur. La idea de "castigos de acuerdo al crimen" no fun-
ciona. Necesitamos castigos injustos. Cuelga a alguien por robo.
¡Inténtalo! No tenemos nada que perder. ¿Entiendes lo que quiero
decir, por todos los cielos? No entiendes, ¿verdad? Ustedes y sus
ideas de rehabilitación. Te diré que el concepto de rehabilitación es una
farsa… La gente está harta de asaltos y crímenes en las calles…
tiene. Él cuenta con canalizar esa emoción en ustedes que les dice:
venguémonos de alguien con poder, venguémonos de un Juez. Sin
embargo, estos procedimientos no son para eso, estos procedimien
tos son para que se cumpla la justicia. Y la justicia es, como cual-
quier persona razonable les diría, encontrar la verdad, y ¿cuál es la
verdad aquí? Una verdad, trágica, es que esta joven ha sido golpea-
da y violada. Otra verdad es que la fiscalía no tiene testigos, no tiene
ninguna evidencia substancial, sino el testimonio de la propia víc
tima. Otra verdad es que mi cliente, voluntariamente, y la fiscalía
está consciente de este hecho, voluntariamente hizo la prueba del
detector de mentiras … Volvamos a la justicia, ¿qué es la justicia?,
¿cuál es la pretensión de la justicia?, la pretensión de la justicia es
ver que los culpables sean declarados culpables y que los inocen-
tes queden en libertad, así de simple; sólo que no es tan simple; sin
embargo, la defensa tiene el deber de proteger los derechos del
individuo de igual forma que es deber del fiscal sostener y defender
las leyes del Estado; justicia para todos. Sólo que tenemos un pro-
blema aquí, y saben cuál es: ambos lados quieren ganar, queremos
ganar, y queremos ganar sin importar la verdad y queremos ganar
sin importar la justicia, sin importar quién es culpable o inocente,
ganar lo es todo. Ese hombre ahí desea ganar hoy. Significa mucho
para él. Se ha dejado llevar por la posibilidad de ganar, la idea de
ganar. Pero olvidó algo, algo absolutamente esencial en los proce-
dimientos actuales: olvidó su caso, olvidó traerlo. No lo sé, no lo
veo, ¿ustedes sí? El caso de la fiscalía. Debería tener uno. No hay
testigos, no hay evidencia sustancial, sino el testimonio de la vícti-
ma. Damas y caballeros del jurado, tengo un caso que terminará
con todos los casos. Tengo un testigo para mi cliente, tengo referen
cias personales y testimonios confirmados de aquí a Washington,
D.C., tengo el detector de mentiras... Una cosa que me molestó, una
cosa que ha estado en mi mente y que no he podido evadir, que me
persiguió fue: ¿por qué?, ¿por qué mentiría?, ¿cuál sería su motivo
para mentir? Si mi cliente es inocente, ella miente. ¿Por qué? ¿Fue
extorsión? No. ¿Fueron celos? No. Ayer, descubrí por qué. No tiene
b. Escenas relevantes
6. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
CAPÍTULO I
INDEPENDENCIA
CAPÍTULO II
IMPARCIALIDAD
CAPÍTULO III
OBJETIVIDAD
CAPÍTULO IV
PROFESIONALISMO
…
4.19. Busca con afán que sus acciones reflejen la credibilidad y
confianza propias de su investidura.
CAPÍTULO V
EXCELENCIA
c. Preguntas detonantes
30. ¿Es correcta la actitud del fiscal?, en caso de no serlo ¿por qué?
31. Con base en lo mostrado en la película ¿cuál consideras que es la finali-
dad de la justicia?
32. ¿Qué relación tiene la justicia con la verdad?
33. ¿Qué relación tiene la justicia con las personas?
7. ANÁLISIS
25
Cfr. Digesto, 1,1,1, 10pr., y Platón, República, I, 332c.
26
Como lo visualizaba Kelsen: Cfr. Kelsen, Hans, ¿Qué es la justicia?, Fontamara, México, p. 83.
27
"Pese a algunas incomprensiones, la justicia –dar a cada uno lo suyo– es tan práctica como lo es la coti
diana labor de los jueces y de los demás juristas; además, es tan realista como para ser asequible a todo hombre
de buena voluntad… Esta justicia que parece tan modesta y tan apegada al suelo –parece que le faltan los
grandes vuelos del espíritu– es aquella justicia cuyo fruto es la paz, tan anhelada por los hombres de todas
las épocas" Hervada, Javier, ¿Qué es el derecho?, Temis, Colombia, 2005, p. 15.
Humanismo y justicia son los dos grandes llamados de Jewison. Son los pilares de
la crítica que formula al sistema de justicia norteamericano y que perfectamente
pueden atraerse como puntos clave para la reflexión de nuestro contexto socio-
cultural.
Pero al lado de estos pilares básicos, la película muestra puntos clave de reflexión
en torno a otros principios y virtudes éticas.
28
Una lectura posible y más "amable" del personaje del Juez Rayford en esta escena, lo vincularía a la preocu-
pación y consejo de un amigo respecto de otro. Ante ambas lecturas, la conducta del Juez Rayford se vuelve
relevante para una reflexión más profunda desde la ética: ¿es correcta la conducta del Juez al conminar a Arthur
Kirkland a aceptar el caso de Fleming?, desde el punto de vista ético ¿cuál sería la conducta adecuada?
Pero más allá de esto algunos personajes específicos ilustran la ausencia de profe-
sionalismo. Warren es un caso claro y dramático, cuando olvida la audiencia de
Agee, arribando tarde a la misma y comete el error de no realizar las correcciones
al reporte, lo que implicó la condena de Agee y, en última instancia, su muerte.
Pero si consideramos que el profesionalismo también implica "tratar con respeto a
los justiciables" (4.13) y además "comportarse de acuerdo a la respetabilidad del
cargo, incluso en el ámbito privado" (4.1), de acuerdo al Código de Ética del Poder
Judicial de la Federación, entonces, Fleming vuelve a ser un contraejemplo y, junto
a él, el presidente del Comité de Ética.
Respecto del primer aspecto, es pertinente observar que la ética abarca al ser
humano en su totalidad, de manera integral, porque la ética es algo ligado a la
naturaleza humana, a la conducta de las personas que despliegan su libertad y
racionalidad. Toda decisión y conducta humana incumben a la ética, porque toda
acción se dirige a reafirmar nuestra naturaleza (perfeccionarnos) o a negarla.29
29
Cfr. Mañon Garibay, Guillermo José, "Genealogía de la acción moral" en Criterio y Conducta. Revista semes
tral del Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la Ética Judicial, n. 5, SCJN,
México, enero-junio 2009, pp. 173-222, y tb. Cortina, Adela, Ética sin moral, Tecnos, Madrid, 1990, pp. 56-67.
30
Cfr. Aristóteles, Ética Nicomaquea, VI, 1139a-1140b, y tb. Massini Correas, Carlos Ignacio, "Ensayo
de síntesis acerca de la distinción especulativo-práctico y su estructuración metodológica" en Sapientia, volu-
men LI, fascículo 200, Argentina, 1996, pp. 429-451.
Atendiendo a lo anterior, es más fácil entender por qué Fleming y el presidente del
Comité de ética funcionan como contraejemplo (o como ejemplo de la conducta
incorrecta) respecto de esta última exigencia ética que supone el profesionalismo
en el punto 4.1. del Código de Ética del Poder Judicial de la Federación: las fotografías
del Juez Fleming y el presidente del Comité, muestran imágenes de conductas que
parecen no corresponder a la respetabilidad de sus cargos, y no sólo eso, sino
que la relación entre estos dos personajes en el ámbito de su vida privada sí impac-
ta de manera directa en su ejercicio profesional, pues es el presidente del Comité
de ética quien se encuentra detrás de la amenaza a Kirkland en caso de no acep-
tar defender a Fleming.
Por otro lado, el Juez Rayford y Jay también pueden ejemplificar otro aspecto del
profesionalismo, aunque en sentido negativo, pues parte de este principio con
cierne a lo que la ética judicial identifica como idoneidades físicas y psicológicas
(art. 4.16 del CEPJF). En efecto, uno y otro reflejan en un momento determinado
conflictos emocionales y psicológicos que pueden llegar a afectar el desempeño
profesional de sus funciones. Reconocer dichos "límites" es parte de la prudencia y
del profesionalismo, e incluso, podría decirse, de la honestidad intelectual. No re-
sulta fácil, por cierto, pero es un punto de auto-reflexión.
Desde el enfoque argumentativo, Justicia para todos puede verse como una cons-
tante tensión de los argumentos, un llevar al límite las afirmaciones de los perso-
najes y las situaciones a que se enfrentan. En este sentido se puede afirmar la
presencia continua de reducciones al absurdo.
cista, sino que debe tomar en cuenta la razonabilidad.31 ¿Por qué?, se pregunta
Kirkland, ¿por qué mentiría la víctima?
31
La distinción entre lo "racional" y lo "razonable", puede comprenderse a través de la distinción clásica entre
razón especulativa y razón práctica (y dentro de esta última, de la distinción entre razonamiento técnico y razo-
namiento agible). Aristóteles advierte que existen áreas del conocimiento en las que se puede pretender exacti-
tud matemática y otras en las que no. Esto tiene que ver con el objeto (la esfera de realidad) al que se encuentran
dirigidas (Aristóteles, Ética Nicomaquea, I, 1094b, 12-25, y VI, 1139a-1140b). No obstante estas precisio-
nes, era claro para el pensamiento clásico que todas estas esferas formaban parte de una misma razón.
El pensamiento contemporáneo, influido del racionalismo positivista pretendió, en cambio, aplicar la exactitud
matemática a todas las esferas de la realidad y, con ello, canceló la conciencia de la dimensión del razonamiento
práctico agible. La noción de "racionalidad" quedó vinculada al sentido de exactitud lógica (matemática e instru-
mental) y todo lo que no funcionara bajo esta lógica se excluyó como irracional. En la actualidad, el término de
"razonabilidad" se ha comenzado a incluir para recuperar el sentido perdido de aquella dimensión humana
de variabilidad. En este sentido, la argumentación jurídica, por ejemplo, ha de incluir la racionalidad (corrección
lógica del discurso) y la razonabilidad (eticidad del discurso). Rawls, por ejemplo, acude a esta distinción que él
vincula al imperativo hipotético (racionalidad) y al imperativo categórico (razonabilidad) kantianos. Cfr. Rawls,
John, Liberalismo político, traducción de Antoni Domènech, Crítica, España, 1996, pp. 79-85.
32
Cárdenas Gutiérrez, Salvador, "Los juicios orales en el México del siglo XIX. Supuestos teóricos de la
defensa de la oralidad" en Estudios sobre historia de la oralidad en la Administración de Justicia en México,
tomo I, SCJN, México, 2010, pp. 3-108.
Pero esta primera parte del argumento servirá como premisa para arribar a la re-
ducción al absurdo. Aceptada la conclusión que arroja la lógica del sistema: el
inculpado es inocente, aun queda preguntarse ¿por qué?
Responder de la forma: porque los mecanismos del propio sistema arrojan que es
inocente, es regresar al argumento anterior, es decir, incurrir en circularidad.
Kirkland apuesta a salir de esta lógica y el ¿por qué?, se dirige a la afirmación con-
traria. Si se acepta que el inculpado es inocente, ¿por qué se dice que es culpable?
Lo primero es observar quién lo dice, quién formula la proposición contraria a
nuestra conclusión. Pero saber quién no es sólo saber el nombre del sujeto, sino
33
Cfr. Austin, J.L., ¿Cómo hacer cosas con palabras?, Paidós, Argentina, 1982. Existe versión electrónica en:
http://www.philosophia.cl/biblioteca/austin/C%F3mo%20hacer%20cosas%20con%20palabras.pdf (consultado
el 30 de abril de 2011)
saber el posible interés que pudiera tener para afirmar lo que afirma. Kirkland se
pregunta entonces ¿por qué? y está preguntando por el interés posible de la víc
tima. Esgrime algunas hipótesis, que son inmediatamente descartadas: ¿por
extorsión?, ¿por celos?, la respuesta es no. Reduce entonces al absurdo por con
traposición de sentidos: si no tiene algún interés en mentir ¿por qué mentiría?
La conclusión lógica sería: no miente.
Pero ahora tenemos dos conclusiones contradictorias, que Kirkland vuelve a con-
traponer para mostrar el absurdo. La primera conclusión dice: el inculpado es
inocente; la segunda dice: la víctima no miente; pero Kirkland dice expresamente:
"si el inculpado es inocente, entonces la víctima miente", a lo que podemos
agregar, contrario sensu, "si la víctima no miente, el inculpado no es inocente". Una
paradoja.
8. BIBLIOGRAFÍA
CRUZ, Peter de, Comparative law in a changing world, 2a. ed., Cavendish
Publishing Limited, Gran Bretaña, 1999.
LÓPEZ MONROY, José de Jesús, Sistema jurídico del common law, Porrúa,
México, 1999.
CÁRDENAS, Salvador "Los juicios orales en el México del siglo XIX. Supuestos
teóricos de la defensa de la oralidad", en Estudios sobre historia de la oralidad en
la Administración de Justicia en México, Tomo 1, SCJN, México, 2010.
MALEM SEÑA, Jorge, "¿Pueden las malas personas ser buenos jueces?", en
Doxa, n. 24, España, 2001.
VIGO, Rodolfo Luis, Ética del abogado, Abeledo Perrot, Argentina, 1990.
MORAL GARCÍA, Antonio del, "Verdad y justicia penal" en AA.VV., Ética de las
profesiones jurídicas. Estudios sobre deontología, T. I, UCAM-AEDOS, España,
2003.
9. PELÍCULAS RELACIONADAS
SINOPSIS: Sean Casey es un abogado que estudió mientras trabajaba como po
licía en Nueva York. Cansado de la corrupción que ve a su alrededor, una vez reci-
bido, ingresa en el equipo del fiscal del Distrito, con la esperanza de poder hacer
algo acorde con sus ideales. Su oportunidad llega cuando, ocho meses después de
su ingreso a la fiscalía, encabeza el equipo que intenta encarcelar a un importante
jefe del narcotráfico, que ha matado a varios policías y herido a otros, el veterano
Liam Casey, su padre.
El poder de la justicia
(The Rainmaker)
Director: Francis Ford Copola
País: Estados Unidos
Género: Drama
Año: 1997
Idioma: Inglés
Duración: 135 min.
293
1
Director, productor, guionista y actor estadounidense. A temprana edad debutó en el teatro y en el cine,
apareciendo desde finales de los años 50 como Ronny Howard en títulos como "Rojo atardecer" (1959) de
Anatole Litvak o "El noviazgo del padre de Eddie" (1963), un título dirigido por Vincente Minnelli que contaba con
el protagonismo principal de Glenn Ford. También en los años 60 intervino en la pequeña pantalla participando
en "El show de Andy Griffith" y en los 70 protagonizó, entre 1974 y 1980, la serie "Happy Days".
295
2. SINOPSIS
Basada en una historia real. Después de haberse retirado del boxeo, James J.
Braddock decidió volver al cuadrilátero, en la época de la Gran Depresión, para
poder alimentar a su familia. No era un boxeador con talento, pero su coraje, sacri-
ficio y dignidad lo llevaron hasta la cumbre.2
Esta película genera en el espectador empatía, sobre todo con aquellos que hacen
de su vida una constante de disciplina y perseverancia. Al conocer la historia de
Braddock, podemos darnos cuenta que, en nuestra cotidianidad nos enfrentamos
a un sinnúmero de situaciones que debemos resolver, aún en condiciones preca-
rias, nuestra actitud deberá encaminarse siempre a conseguir nuestras metas.
2
http://www.filmaffinity.com/es/film423984.html
Todo el que obra recta y noblemente puede, por ello mismo, sobre
llevar el infortunio.
Beethoven
6. FICHA DE TRABAJO
a. Tema principal
Perseverancia y fortaleza.
7. ANÁLISIS
3
El Código de Ética del Poder Judicial de la Federación al alcance de todos nos dice de esta virtud: "Acción
y efecto de perseverar. Constancia en la virtud y mantener la gracia hasta la muerte. Firmeza y constancia en la
ejecución de propósitos y resoluciones o en la realización de algo".
4
Virtud consistente en ser honesto, es decir, ser decente y decoroso. Decencia, rectitud y justicia en las
personas o en su manera de actuar.
La trama se centra en la carrera del boxeador Jim "Bulldog" Braddock que con
fortaleza5 tiene que vencer a dos adversarios muy poderosos: la pobreza y su
eventual fracaso en el mundo boxístico, después de haber tenido un inicio
prometedor.
Además, Braddock logra constituirse, sin que ese fuera su propósito, en un ideal
para sus compatriotas, y de paso le da ganancias extras al grupo de empresarios
que maneja el boxeo.
Esta película nos habla sobre las segundas oportunidades y la esperanza de que,
cuando todo se ve perdido, aún existe la probabilidad de volver a levantarse y seguir
"peleando" para conseguir lo que uno quiere. Así, el boxeo se convierte en una
metáfora de la vida, pero además una metáfora que es claramente percibida por el
público, que sigue con pasión cada uno de los combates de Braddock.
5
La Real Academia nos dice de esta virtud: "Fuerza y vigor. En la doctrina cristiana, virtud cardinal que con-
siste en vencer el temor y huir de la temeridad". Esta virtud significa que debemos ser fuertes para soportar y
salir adelante frente a todo lo que nos implica cumplir con nuestras metas. Nos ayuda a resistir las influencias
nocivas y a soportar las molestias. Es la fuerza o capacidad para vencer las adversidades.
8. PELÍCULAS RELACIONADAS
HOMBRES DE HONOR
(Men of Honor, 2000)
Director: George Tillman
Guión: Scott Marshall Smith
Género: Drama biográfico
País: Estados Unidos
CUESTIÓN DE HONOR
(A Few Good Men, 1992)
Director: Rob Reiner
Guión: Aaron Sorkin
Género: Drama
País: Estados Unidos
301
2. SINOPSIS
303
14 años está embarazada de su padre, de éste procrea dos hijos (Olivia y Adam),
mismos que son dados en adopción a una pareja de misioneros. A Celie sólo le
queda su hermana Netti, la que, a diferencia de ella, sí asiste al colegio y le trans-
mite el anhelo de aprender a leer y escribir. El padre entrega a Celie a Albert, un
sujeto abusador al que por siempre llamará "señor", éste le propina una vida terri-
ble, la desprecia, la humilla, abusa de ella. Netti vive paralelamente su propia
historia.
Cuando el padre de Netti intenta abusar de ésta, huye a refugiarse a casa de Celie,
sin sospechar las perversas intenciones de Albert, quien al no conseguir abusar de
ella, la echa de su casa, logrando separar a las hermanas. Este es un momento
determinante en la historia, Netti jura escribirle a Celie, con la promesa de que sólo
la muerte lo haría imposible.
Pasa mucho tiempo, Celie no tiene noticias de su hermana, no sabe que "el señor"
ha escondido por muchos años la correspondencia de su hermana. Netti, por cosa
del destino, termina en África con una pareja de misioneros, que juegan un papel
importante con los hijos de Celie.
El final de la película retoma los cánticos y los juegos de las dos hermanas sobre
un campo ahora en crepúsculo, donde pareciera ser que cada cosa va tomando su
curso.
sería la obra que lo lanzaría a convertirse en uno de los directores más famosos e
importantes del mundo.
En 1977 dirigió Encuentros del tercer tipo (Encounters on the third kind), por la que
obtuvo una nominación al Oscar como mejor director. Esta es una de las películas
considerada clásica del cine. Con George Lucas grabó En busca del arca perdida
(Raiders of the Lost Ark), en 1982.
Tras terminar la saga de Indiana Jones realizó, en 1985, El color púrpura (The color
purple). Esta fue la primera película dentro del género de drama que filmó. Por esta
película recibió 11 nominaciones al Oscar, aunque ninguna estatuilla. En 1987 rodó
El imperio del sol (Empire of the Sun).
Para 1993 sorprendió al mundo con Jurassic Park, una historia de dinosaurios crea-
dos mediante manipulación genética.
La lista de Schindler (Schindler's List) es una cinta que trata sobre persecución y
muerte de miles de judíos en la Alemania nazi; ésta consiguió el Oscar a la mejor
película y al mejor director.
Como cine de ciencia ficción rodó en 2001 Inteligencia artificial (AI Artificial Intelli-
gence), en la que pudimos ver robots muy reales con capacidad de sentir como los
humanos.
i) Querida Celie
1
Consultable en http://www.cmpa.es/datos/2351/colorpurpura_4470.pdf
tenías que escribirlo, por muy mal que escribieras. Bien, ahora en-
tiendo lo que querías decir. Y tanto si Dios lee cartas como si no, sé
que seguirás escribiéndolas, lo que supone una guía suficiente para
mí. De todos modos, cuando no te escribo, me siento tan mal como
cuando no rezo, encerrada en mi misma y con el corazón ahogado.
Estoy tan sola, Celie.
b) Querida Celie
Bueno, leí y leí hasta que pensé que se me iban a salir los ojos. Leí
que los africanos nos vendieron porque amaban al dinero más que
a sus propias hermanas y hermanos, cómo llegamos a América en
barcos y cómo nos hicieron trabajar.
No sabía que era tan ignorante, Celie. ¡Lo poco que sabía de mí
misma no habría servido ni para llenar un dedal! ¡Y pensar que la
señorita Beasley siempre decía que yo era la alumna más brillante
que había tenido nunca! Pero hay algo que le agradezco de verdad
y es que me enseñara a aprender por mi misma, a leer, estudiar y
escribir con letra clara. Y que mantuviera vivo en mí el deseo de
aprender. Así que, cuando Corrine y Samuel me preguntaron si
quería venir con ellos y ayudarles a construir una escuela en medio
de África, les dije que sí, pero sólo si me enseñaban todo lo que
sabían para convertirme en una misionera útil y en alguien de quien
no se avergonzaran de tener como amiga. Aceptaron esta condi-
ción y en ese momento empezó mi verdadera educación.
Tu hermana, Nettie
c) Querida Celie:
Tiene una niña, Tashi, que juega con Olivia después de la escuela.
Adam es el único niño que habla con Olivia en la escuela.
No se portan mal con ella, es sólo que - ¿Qué es? Que, como ella se
encuentra donde ellos están haciendo ‘cosas de niños’, es como si
no la vieran. Pero no temas, Celie, Olivia tiene tu obstinación y perspi
cacia, y es más inteligente que todos ellos juntos, incluido Adam.
d) Querida Celie
Pensé: ¡Ajá!. Tashi sabe que está aprendiendo una manera de vivir
que nunca vivirá. Pero no lo dije en alto.
Aquí no hay lugar para que una mujer haga esas cosas, dijo.
Hay una forma que tienen los hombres de hablar con las mujeres
que me recuerda mucho a papá, escuchan lo suficiente como
para dar instrucciones. Ni siquiera miran a las mujeres cuando
ellas hablan. Miran al suelo e inclinan la cabeza en esa dirección.
Las mujeres tampoco ‘miran en la cara de un hombre’, como ellas
dicen. ‘Mirar en la cara de un hombre’, es una conducta descarada.
En cambio, miran en dirección a los pies o las rodillas del hombre.
¿Y qué puedo decir de esto? De nuevo, es así como nos comportá-
bamos con papá.
a. Imágenes destacadas
5. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
Perseverancia: Una vez tomada una decisión, lleva a cabo los actos necesa-
rios para su cumplimiento, aunque surjan dificultades externas o internas.
c. Preguntas detonantes
6. ANÁLISIS
Albert ejerce violencia, grita y golpea a quien considera que tiene por debajo
de su jerarquía social y familiar: su mujer y sus hijos. Al final pierde su apa-
rente fuerza, se ubica en una situación de vulnerabilidad y queda la impre-
sión que hace conciencia del mal que ha hecho.
llevará a tener un incidente con una mujer blanca que le traerá como con-
secuencia la prisión, pero con esa fortaleza que la caracteriza y como super-
viviente que es, sabrá recuperarse al retornar a su hogar y retomar su el rol
dentro de la familia.
Mary Agnes. Segunda mujer de Harpo, quien lo ayuda a superar las secue-
las de lo vivido con Sofía, en ese círculo vicioso de violencia, va reeducando
a Harpo, sirviendo de apoyo para éste incluso en la aventura del negocio
que inician juntos. De carácter aparentemente apacible, se rebela a la
vida que lleva cuando Celie emprende su camino, primero apoyada por
Shung y después por su propia cuenta.
Los aristócratas de ese tiempo y particularmente de esta parte de los Estados Uni-
dos consideraban a los afroamericanos (hombre y mujeres) válidos únicamente
como personal de servidumbre, tenían un concepto de la gente de color como
seres salvajes e ignorantes, esto último tal vez sea cierto, son ignorantes debido al
limitado acceso a la educación.
Las injusticias por las que atraviesa la gente de color son incontables, desde los
artículos a consumir, los baños separados, los lugares de recreo, todo absoluta-
mente era segregado.
Hubo mucha renuencia a aceptar la paridad de la raza negra o cualquier otra que
no tuviera contraste con la blanca, sin embargo, pese a una larga lucha, poco a
poco la gente blanca tuvo que ser tolerante y aceptar los cambios sociales, respe-
tar y reconocer la igualdad de las personas, quedando a deber el perdón hacia
todos los maltratos generados durante tantos años.
7. BIBLIOGRAFÍA
GHIGLIERI, Michael Patrick, El lado oscuro del hombre: los orígenes de la violen-
cia masculina, Metatemas 86, Tusquets, Barcelona, 2005.
8. PELÍCULAS RELACIONADAS
Precious (2009)
Director: Lee Daniels
Guión: Geoffrey Fletcher (Novela:
Sapphire)
Género: Drama
País: Estados Unidos
Water (2005)
Director: Deepa Mehta
Guión: Deepa Mehta y Anurag Kashyap
Género: Drama.
País: Canadá-India
321
323
2. SINOPSIS
4. FICHA DE TRABAJO
b. Preguntas detonantes
5. ANÁLISIS
En un juzgado del pueblo de Belmonte, una señora (Juana) acude ante el Juez
a denunciar el asesinato de su hijo José María. Para Juana (a quien se lo dice el
corazón) y su marido (Anselmo) les queda claro que León y Gregorio son los culpa-
bles de la muerte de su hijo; José María fue visto por última vez cuando fue a
despedirse de León. Anselmo le pide al secretario del juzgado que le cuente al Juez
cómo son León y Gregorio, a lo que el secretario responde que son mala sangre (el
secretario no fue imparcial, no debió emitir su opinión al respecto), pero el Juez
le pide que guarde silencio (el Juez ha actuado con profesionalismo, imparcialidad
y prudencia) y le hace ver a Juana que si no tiene prueba no debe acusar a nadie
(el Juez ha sido objetivo y justo), sin embargo Juana insiste en que lo asesinaron y
que le robaron el dinero de unas ovejas que acababa de vender. La actitud de
Juana y Anselmo no es objetiva, ya que su acusación parte de suposiciones y no
de hechos; tampoco es prudente, toda vez que no pondera las consecuencias de
su acusación; ni es sobria (está llena de exageraciones); ni honesta, es decir no
es recta.
Don Francisco, patrón de León y Gregorio, estando en compañía del diputado Mar-
tínez de Contreras y del Juez platican sobre lo ocurrido. El Sr. Martínez de Contreras
señala que cuando el río suena…. él no dice que los empleados de Don Francisco
hayan sido, pero que saben más de lo que dicen, nadie desaparece así por las
buenas sin dejar rastro, a lo que Don Francisco responde que sus empleados se-
rían incapaces de hacer una cosa así, reconoce que son rebeldes y revoltosos, pero
buena gente. Martínez de Contreras dice que no puede acusar a sus empleados,
casi no los conoce, pero tienen antecedentes y para él son hombres de cuidado.
El Juez le responde, que sí, es cierto, tienen antecedentes, incluso comenta que
atacó a uno de los recaudadores del Sr. Martínez de Contreras. Este último acusa
al Juez de liberal y de creer que toda la gente es buena (se puede apreciar que el
diputado no es objetivo e imparcial en sus comentarios, los cuales apuntan más a
Don Francisco va a casa de Gregorio y le dice que León está despedido, debe irse
del pueblo, le conviene (para Don Francisco, León y Gregorio son culpables, su
juicio no es objetivo ni independiente ya que se ha dejado influenciar por lo que
dice el diputado Martínez de Contreras y el pueblo, además tampoco es prudente
porque no mantiene una actitud abierta para escuchar a Gregorio, simplemente él
sabe lo que les conviene y no piensa modificar su criterio, ni puntos de vistas ya
asumidos). Gregorio defiende a León y le dice a Don Francisco que si se va León,
él también se va. Gregorio es leal a su amigo. Don Francisco reconoce que León le
ha sido leal, pero con una actitud poco justa y sencilla insiste en que él sabe lo que
le conviene.
anterior, le dice que su antecesor era un hombre sencillo, liberal, pero buen hom-
bre, continua diciendo que la verdad, para como están las cosas, lo que realmente
necesitan es un Juez que haga respetar la ley e incluso que se haga temer (una
visión bastante positivista y poco humanista). Antes de partir hacia la fonda, donde
se hospeda el Juez, llega el sacerdote y les pregunta que hay qué hacer (se deduce
que Martínez de Contreras convenció al párroco del pueblo para que juntos y basa-
dos en la confesión antes de la muerte de Don Francisco, influyeran en el nuevo
Juez sobre reabrir la causa de la Sra. Juana).
Gregorio y León son detenidos y se les decreta prisión provisional, sin fianza y sin
comunicación (la orden del Juez de Izasa no fue profesional y ni respetuosa, ya que
lesiona los derechos de Gregorio y León, aunado a lo anterior es poco humanitaria,
debido a que se le olvidó que la ley se hizo para servir al hombre y no la ley para
anular al hombre.
León y Gregorio son sometidos a tortura para obligarlos a confesar su crimen. Éstos
empiezan a mentir en sus declaraciones para impedir que les sigan torturando
(el empleo de la tortura es abusivo [o poco sencillo], sin sobriedad, deshumano,
imprudente, desleal, irrespetuoso, indecoroso, deshonesto, y vicia de tal forma el
procedimiento que nos puede llevar al error judicial, lo que necesariamente nos
conducirá a la injusticia).
Por una conversación del Juez De Izasa y Alejandra, la casera, se entiende que
Dolores ha ido al juzgado varias veces para hablar con el Juez pero no se lo permi-
ten (De Izasa ha sido poco cortés con Dolores), por eso lo va a buscar a la fonda;
éste acepta ver a la esposa de Gregorio, ella le pregunta que cuándo la dejarán ver
a su marido, el Juez cínicamente parece sorprenderse de que no lo haya podido
ver, y le dice que no lo hará hasta que terminen de tomarle su declaración; ella
le pregunta que cómo está, a lo que el Juez le contesta que está bien (de nuevo el
Juez la trata sin cortesía y se conduce de forma deshonesta y poco tranparente
[al mentirle a Dolores y no darle mayor información del estado de su marido] . Dolo
res le reclama que por qué si ya le habían dicho todo al anterior Juez tienen que
detenerlo ahora, a lo que De Izasa le responde que porque la justicia es lenta
(que alguien inocente pague por la comisión de un delito, no acaba con la impuni-
dad, ni se le puede llamar justicia, al contrario, ésta se desvirtúa y pierde sentido
completamente).
El Juez De Izasa acude a ver a León para decirle que se ahorre sufrimientos, que
tan culpable son el uno como el otro, que dejen de engañarlos, que confiese,
que están alargando esto interminablemente, pero que no agotarán a la justicia;
también le dice que tal vez él pueda buscarles un atenuante, pero tienen que
confesar qué hicieron con el cuerpo; ayuda a la justicia y la justicia te ayudará, le
dijo el Juez ( de manera reiterada la conducción de De Izasa es poco profesional y
prudente; la justicia no se negocia, se revela).
Como el Juez no consigue que León y Gregorio le digan dónde está el cuerpo, con
base en lo declarado por León amenaza a Dolores con detenerla y le dice que lo
piense, que lo haga por sus hijos; ella le dice al Juez que escuchó a León y a su
marido hablar del camposanto, tal vez ahí lo enterraron.
León y Gregorio son conducidos al panteón para que digan dónde enterraron el
cuerpo, en el trayecto son apedreados y vituperados por el pueblo (para la gente
del pueblo ellos eran culpables aunque no se les había demostrado nada aún).
Nuevamente han mentido, siete días de interrogatorio (digamos que de tortura) y
otra vez les han engañado, dijo el Juez De Izasa al no encontrar el cadáver. Dolores
se presenta en el camposanto y el Juez piensa detenerla, ella le pide que no la lleve
presa que le deje hablar con su marido antes, a lo que el Juez accede y le dice que
después prestará su declaración.
La esposa de Gregorio, para salvarse, declara cómo mataron al Cepa y qué hicieron
con el cadáver León y su marido. El Juez les pide a León y Gregorio que confirmen
la declaración y que él les puede evitar males mayores. En la noche el Juez junto
con los doctores Jáuregui y La Varga firman la consignación de los reos, en la que
se señala la confesión de éstos y la certificación de los doctores de que no presen-
tan lesión alguna ni signos de violencia (el Juez De Izasa, así como los doctores
Jáuregui y La Varga, al falsear los datos de la consignación faltaron a la honradez,
al decoro, a la lealtad y a la responsabilidad).
pensar en sus hijos, a lo que Gregorio le contesta que lo hace y que se maldice por
ser tan cobarde por haber confesado lo que no hizo por salvar el pellejo.
Un día le llega una carta al párroco de Osa de la Vega de parte del párroco de Mira
de la Sierra pidiendo el acta de nacimiento de José María Grimaldos para casarse.
El Cepa está vivo. El diputado Martínez de Contreras, con la petulancia que lo
caracteriza, le dice al párroco que de seguro es una equivocación, no pueden pe-
dirle los papeles de un muerto para casarse, tiene que ser un error y le pide que no
le diga nada a nadie. La familia de Gregorio se entera de la existencia de la carta
y le exigen al sacerdote que se las entregue, pero él sólo se la entregará al Juez, así
lo hace. El Cepa está vivo y lo mandan traer al pueblo.
6. BIBLIOGRAFÍA
7. PELÍCULAS RELACIONADAS
Un Grito de Esperanza
Dirección: Tom Hopper
Producción: Hunt Stromberg, Irving
Talberg
Guión: Avril Beukes.
Música: Rob Lane.
Fotografía: Larry Smith.
Protagonistas: Hilary Swank, Chiwetel
Ejiofor, Jamie Bartlett, Ian Roberts,
Marius Weyers.
País: Sudáfrica.
Año: 2004.
Género: Drama.
Duración: 106 min.
Camino a Guantánamo
Dirección: Michael Winterbottom.
Guión: Michael Winterbottom y Mat
Whitecross.
Música: Harry Escott y Molly Nyman.
Fotografía: Marcel Zyskind.
Protagonistas: Rizwan Ahmed, Farhad
Harun, Arfan Usman.
País: Reino Unido.
Año: 2006.
Género: Drama.
Duración: 95 min.
335
1
Director de Cine Australiano (1944-), conocido por títulos como "Gallipoli", "Único testigo" y posteriormente
"Matrimonio de conveniencia".
337
Género: Drama
Duración: 128 minutos
Premios: (1989) Nominada a 4 premios Oscar: mejor película, director, actor prin-
cipal y guión original, obteniendo este último.
2. SINOPSIS
En 1959 inicia en una de las academias más reconocidas de los Estados Unidos, la
Academia de Welton, un nuevo curso para estudiantes de familias consideradas
como privilegiadas. En donde cuatro principios marcan la vida de los jóvenes, los
cuales consisten en: "Tradición, Honor, Disciplina y Excelencia." Siete de ellos ten-
drán la experiencia de sus vidas al conocer al nuevo profesor de literatura John
Keating. Desafiando a las autoridades escolares y a sus padres, las enseñanzas del
profesor les servirán de inspiración para hacer de su existencia algo extraordina-
rio, buscar sus pasiones individuales en nuevos horizontes y realizarlas más allá de
los estrictos planes de estudio de Welton. Para ello, recuperan una vieja tradición
escolar, "El club de los poetas muertos", con el que conocerán lo que verdadera-
mente desean hacer con sus vidas.
Peter Weir es el director de "La Sociedad de los Poetas Muertos". En sus películas
siempre trata de demostrar la importancia de la identidad y de la libertad para
decidir lo que se desea ser. Una de las obras que reafirma aun más el gusto de Weir
por hacer cine con contenido es "El Show de Truman", en donde muestra de forma
actual la libertad oprimida, haciendo un cuadro animado, figurado acerca de
muchas situaciones que ocurren por estar privado de una libertad mental.
VIVIR
Walt Whitman2
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber
sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite derecho a expresarte, que es
casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar
el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonis
tas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en
un silencio espantoso.
No te resignes. Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no pode-
mos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
2
Poeta norteamericano (1819-1892).
5. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
3
El Código de Ética del Poder Judicial de la Federación, aprobado en 2004, contempla en su Capítulo Cuarto
al profesionalismo como: "la disposición para ejercer de manera responsable y seria la función jurisdiccional,
con relevante capacidad y aplicación".
el servicio que desempeñamos, debido a que este es el primer paso para mejorar
día con día nuestra labor, y así estar en posibilidades de alcanzar uno de los prin
cipios de la ética judicial, tal y como es el "profesionalismo". De igual manera, el
profesor Keating al momento que se desempeñaba como catedrático demostró
tener "fortaleza",4 la cual es una de las virtudes judiciales, que nos permite seguir
nuestros propósitos, es decir, nos alienta a actuar con libertad, valentía, responsa-
bilidad y perseverancia. Un ejemplo de la carencia de la virtud de la fortaleza lo
observamos en Neil, toda vez que no actuó con responsabilidad y perseverancia,
debido a que decidió suicidarse en lugar de afrontar la adversidad de la mejor ma-
nera, es decir, afrontar el problema con su progenitor.
4
La Real Academia nos dice de esta virtud: "Fuerza y Vigor. En la doctrina cristiana, virtud cardinal que con-
siste en vencer el temor y huir de la temeridad". Esta virtud significa que debemos ser fuertes para soportar y
salir adelante frente a todo lo que nos impida cumplir con nuestro trabajo. Nos ayuda a resistir las influencias
nocivas y soportar las molestias.
5
El Código de Ética del Poder Judicial de la Federación al alcance de todos dice de esta virtud: "El respeto no
sólo es una regla indispensable de convivencia social, es la virtud que protege los derechos y dignidad de las
personas. La práctica del respeto determina el buen funcionamiento de toda institución, en la medida en la que
los hombres que la integran no afecten la dignidad y los derechos de otros".
6
"La lealtad en el trabajo significa aceptar que pertenecemos a una institución a la que respaldamos con
orgullo a través de nuestra labor diaria. Compartir, respetar y defender el conjunto de valores que representa el
Poder Judicial Federal". op. cit., Supra.
(Nuwanda), por la publicación que hizo en la revista escolar, respecto de dejar in-
gresar chicas en Welton; asimismo, Nuwanda aceptó las consecuencias de sus
actos y se responsabilizó de su conducta, sin hablar del grupo al que pertenecía.
Ahora bien, quizás Cameron se condujo con deslealtad hacia el grupo debido a que
no defendió las ideologías del club, así como tampoco defendió al profesor Keating,
pues habló mal del grupo y estuvo de acuerdo con el profesor Nolan en culpar a
Keating de lo sucedido a Neil, esto, debido a que únicamente atendió intereses
personales y abandonó a sus compañeros en el momento que necesitaban estar
más unidos para evitar que alguno de los integrantes resultara afectado por lo su-
cedido a Neil.
c. Preguntas detonantes
6. ANÁLISIS
a. Algunas reflexiones
7
Locución latina que significa: aprovecha el día.
b) Otra frase a destacar se presenta cuando el profesor Keating pide que se lea la
introducción del libro de literatura que explica qué es la poesía: "Basura, excremen-
to", señala el profesor, por lo que ordena arrancar las páginas de la introducción.
Posiblemente dicho acto para los demás profesores constituyó un hecho de rebeldía
en ese momento, incluso en la actualidad probablemente no sería aceptable que en
una aula de clases se presentara una situación similar, ya que el afán de generar
en los alumnos un interés por la poesía, podría derivar en un mal manejo de las
emociones.
c) Otra frase importante se observa cuando los jóvenes liderados por Neil acuden
a la cueva india, y una vez que se sienten libres de perjuicios se oponen a los prin-
cipios de Welton y en su lugar señalan "Travesura, Horror, Decadencia, Excremento",
situación que les da una gran satisfacción, debido a que en dicho lugar se encuen-
tran libres de cualquier opresión y de los perjuicios de la sociedad.
Entre los personajes que guiaron el destino de los jóvenes se encuentran los pa-
dres de éstos y los profesores de Welton, debido a que la escuela es de tradiciones
y el afán de los padres es que sus hijos continúen con las usanzas familiares, situa-
ción que coartará la libertad de decidir de los estudiantes de Welton, con lo cual se
impedirá que realicen su verdadera vocación.
En primer lugar, cabe señalar que Nolan no tenía independencia8 para efectuar las
investigaciones, pues carecía de autonomía para determinar si Keating era respon-
sable de la muerte de Neil, pues se dejó llevar por presiones e influencias de los
padres y directivos de la escuela, debido a que quizás su permanencia en Welton
estaba condicionada a la obtención de un responsable para mantener la imagen
de la institución.
Asimismo, es de indicar que Nolan actuó sin imparcialidad,9 debido a que única-
mente escuchó lo que Camerón le describió acerca de La Sociedad de los Poetas
Muertos y no dio la oportunidad para que los demás integrantes del grupo se ma-
nifestaran al respecto, ejemplo de ello se observa en el momento en el que Todd
Anderson es llamado para declarar. Nolan le dice: "Sr. Anderson creo que ya sabe-
mos lo que pasa aquí, ¿admite formar parte de La Sociedad de los Poetas Muertos?"
Todd al ver que en la oficina se encontraban sus padres responde que sí. El Sr. Nolan
continuó diciendo "tengo una descripción detallada de lo que pasaba en las reu
niones. Explica cómo su profesor, el Sr. Keating, los alentó a organizar este club y a
usarlo como fuente de inspiración de comportamiento imprudente y desenfrenado;
asimismo, revela como el Sr. Keating, dentro y fuera de clase alentó a Neil a seguir
su obsesión de actuar, sabiendo en todo momento que desobedecía las órdenes
explicitas de sus padres". "El flagelante abuso de su posición de profesor fue la
causa directa de la muerte de Neil".
De igual manera, Nolan actuó sin objetividad,10 pues se condujo de acuerdo con su
forma de pensar y de sentir, debido a que no estaba de acuerdo en que se cambiara
8
"Es la libertad que tienen los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación de realizar sus activi-
dades de acuerdo con lo que dice la ley, es decir, que todas las actividades que les han sido encomendadas las
realizan conforme a Derecho y no se dejan llevar por presiones, recomendaciones o influencias. op. cit., nota 5.
9
"Actuar imparcialmente implica conducirse exactamente de la misma manera frente a todas las personas
o situaciones iguales; es decir, no conceder ninguna ventaja o privilegio a nadie; no emitir opiniones que adelan-
ten nuestro criterio sobre una situación que después habremos de resolver, y rechazar obsequios o invitaciones
que comprometan el desempeño correcto de nuestra labor". op. cit., nota 5.
10
Es la forma de hacer las cosas de los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación de acuerdo
con lo que existe en realidad, basado sólo en la razón y no en lo que sientan o piensen de manera personal.
op. cit., nota 5.
7. PELÍCULAS RELACIONADAS
Les Choristes
Director: Christophe Barratier
Guión: Christophe Barratier,
Philippe Lopes-Curval.
Protagonistas: Gerard Jugnot, Francois
Berleand, Jean-Baptiste Maunier,
Jacques Perrin, Kad Merad.
País: Francia-Suiza-Alemania
Año: 2004
Género: Drama/Romance
Duración: 97 min.
347
349
2. SINOPSIS
El filme cuenta la historia de Josey Aimes, una madre soltera que después de un
matrimonio lleno de violencia física y psicológica, busca un trabajo en donde pa-
guen bien y esto es en la minas de hierro de Minnessota. Al desempeñar su trabajo
se enfrenta a un grupo de compañeros mineros a quienes la presencia de muje-
res en la mina representa competencia y por tal causa, ella y sus compañeras se
enfrentan a maltratos, humillaciones, agresiones físicas y psicológicas, que aca-
ban frente a un tribunal, demandando el derecho a la igualdad laboral entre hom-
bres y mujeres.
Esta película es un claro ejemplo de acoso sexual y discriminación por sexo. La pe
lícula narra la historia que sufren las mujeres al ser víctimas de acoso sexual y
moral en las minas de taconita en Minnesota por parte de sus compañeros de
trabajo. El conflicto queda planteado de forma clara desde los primeros minutos,
presentando escenas violentas y fuertes diálogos sobre la intolerancia hacia la idea
de integrar al sexo femenino al trabajo y aceptar que ellas tienen los mismos dere-
chos, las mismas prestaciones, condiciones laborales e iguales salarios en acti
vidades iguales, que los hombres. Con esta película se muestra la violencia y
discriminación que viven algunos sectores y lo difícil que es el acceso a la justicia
en forma personal.
Detrás de esta película se encuentra el asunto judicial de Jenson vs. Eveleth Mines.
En una breve línea del tiempo señalaremos los pormenores del asunto judicial, que
fue la primera acción colectiva (class action) en matera de acoso sexual en Estados
Unidos. En marzo de 1975 Lois Jenson ingresó a laborar a la mina; para 1984
ella presentó una primera queja ante el departamento de derechos humanos de
Minnesota, iniciando represalias directas sobre su persona. En 1987 el Estado
de Minnesota determinó que existía responsabilidad de las minas y propuso una
conciliación, sin embargo el propietario y gerente de la mina se negó a pagar los
daños punitivos y una cantidad por la angustia mental que sufría Lois Jenson.
En 1991 la Corte de Distrito de Minnesota, aceptó la primera acción colectiva (class
action) por acoso sexual. La demanda inicial la presentaron tres mujeres, trabaja-
doras de la mina, y el Juez de Distrito James Rosenbaum les concedió la acción
colectiva, aplicable a todas las mujeres que trabajaron en la mina desde diciembre
de 1983, y que hubieran sido discriminadas por género. En 1993 el Juez Kyle, de la
Tercera División de la Corte de Distrito de Minnesota, determinó que las deman-
dantes tenían derecho a establecer un juicio por acciones colectivas por discri
minación sexual y acoso sexual, además de que fueron ordenadas mejoras de
trabajo, contrataciones evitando discriminación sexual y obligando a la compañía
a desarrollar programas de educación en contra del acoso sexual, posteriormente
el Juez Kyle, adoptó el reporte del Special Master Mcnulty, recomendando el pago
de montos a las demandadas como reparación por acoso de carácter sexual y an-
gustia mental.1
1
Párrafo elaborado con información de: Lois E. Jenson, Patricia S. Kosmach, Kathleen O´Brien Anderson, on
their own behalf and on behalf of all others similary situated V. Eveleth Taconite Company, Eveleth Expansion
Company, Ogglebay Norton Company, and Oglebay Norton Taconite Company, doin business as Eveleth Mines,
and the United Steel Workers of America, Local 6860. Civil N° 5-88-163, United States District Court for the
District of Minnesota, Fifth division, December 16, 1991, Decided.
139 F.R.D. 657, 1991 U.S. Dist. Lexis 17681; 57 Fair Empl.Prac.Cas.(BNA) 867; 57 Empl.Prac. Dec. (CCH) P41,188,
En Lexis Nexis.
Jenson V. Eveleth Taconite Co, 824 F.Suup.847 (1993), United States District Court, D. Minenesota, Third Division,
de fecha 14 de Mayo de 1993.
Lois E. Jenson, Patricia S. Kosmach, Kathleen O´Brien Anderson, on their own behalf and on behalf of all others
similary situated V. Eveleth Taconite Company, Eveleth Expansion Company, Ogglebay Norton Company, and
Oglebay Norton Taconite Company, doin business as Eveleth Mines, and the United Steel Workers of America,
Local 6860. Civil N° 5-88-163, United States District Court for the District of Minnesota, Fifth division, 1996 U.S.
Dist. Lexis 17978, Marxh 28 1996, Decid and filed, Special Master Patrick J. McNulty.
http://www.un.org/womenwatch/directory/instruments_treaties_1003.htm
http://www.oas.org/dil/esp/discriminacion_instrumentos_internacionales.
htm
http://www.oas.org/dil/esp/tratados_materia.htm
http://www2.ohchr.org/spanish/bodies/cedaw/index.htm
Grupo de mineros: Sherry, Sherry, muy tozuda. Bésame las nalgas muy
peludas.
Sr. Pearson dueño de la mina: Entonces sugiero que pases menos tiempo
instigando a otras chicas… y menos tiempo en la cama de tus compañeros
de trabajo casados… y más tiempo tratando de mejorar tu desempeño en el
trabajo.
Bobby Sharp: Eres una tipa loca, ¿sabes? Te gusta cuando te agarro así el
coño, ¿no? Olvidé que te gustaba el amor violento. Vas a aprender las malditas
reglas, así tenga que enseñártelas a golpes. Maldita seas, Josey.
Hank Aimes padre de Josey: Una hija que sólo ha avergonzado a esta fami-
lia. Yo estoy harto de ella.
Bill el abogado: Mira, Josey, es una ilusión que las cortes puedan resolver
todos tus problemas. En realidad, aun cuando ganas, no ganas. Tener razón
no tiene nada que ver con el mundo real.
Sr. Pearson dueño de la mina: Leslie, ¿por qué crees que te contraté? ¿Porque
eres la abogada más lista que pude encontrar? No, Porque no había ninguna
mujer abogada más lista que tú.
b. Escenas a destacar
El diálogo de sinceridad y ternura que Josey tiene con su hijo mayor Sammy
tras una de las sesiones en la Corte, ya que constituye una afirmación del
valor de la vida humana. Ella le confiesa que no deseaba tenerlo pero al sen
tirlo cómo se movía dentro de su vientre, supo que era su bebé y no de él.
6. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
c. Preguntas detonantes
1. ¿Qué fundamento moral tenía Josey y las mineras para denunciar su caso?
2. ¿Considera ético el razonamiento que dio Bill el abogado para aceptar llevar
el caso de Josey a la Corte?
3. ¿Considera que la modesta remuneración que recibieron las mineras al
ganar el caso podría equivaler para subsanar los daños sufridos? ¿Qué es
lo que obtuvieron entonces?
4. ¿Cree usted que el Juez del caso se comporta apegado a los principios y
virtudes de la Ética Judicial?
5. ¿Considera que la desigualdad únicamente se presenta entre hombres y
mujeres?
6. ¿Cree usted que a la fecha sigan ocurriendo maltratos y actitudes despre-
ciables hacia las mujeres trabajadoras?
7. ¿Qué mensaje les deja Tierra Fría?
7. ANÁLISIS
Tierra Fría es una película dirigida por la directora neozelandesa, Niki Caro. Es un
drama inspirado en una historia verdadera basada en el libro Class Action de
Clara Bingham y Laura Leedy Gansler. El libro relata la odisea legal durante 25
años del caso Jenson vs. Eveleth Mines;
A finales de los años ochenta, Josey Aimes (Charlize Theron) es maltratada física
y psicológicamente por su esposo Wayne por lo cual se ve obligada a abando-
nar a su pareja y a marcharse a la casa de sus padres en Minnesota. Allí pretende
comenzar una nueva vida como madre soltera y mantener a sus hijos sin necesi-
dad de tener que entrar en otra mala relación.
A pesar de la situación en la mina, Josey llevó sus quejas ante el supervisor, pero sólo
logró que las burlas y la hostilidad aumentaran hacia las mujeres. Cansada de las
numerosas agresiones y difamaciones, Josey tuvo la fortaleza para defender su inte-
gridad, la de su familia, y la del grupo de compañeras que también eran acosadas,
sin embargo debido a ciertos patrones de normalidad, como el que las mujeres no
deben quejarse, no deben hacer chismes, deben aguantar para ganarse un lugar
en su centro de trabajo, las mujeres no denuncian las agresiones hasta el juicio.
Josey decide renunciar a la mina y pedir ayuda a un abogado y ex entrenador de
hockey Bill White (Woody Harrelson), quien asume el reto de defenderla en la Corte.
Durante el juicio Bill logra que Bobby Sharp, uno de los empleados en la mina,
confiese haber huido al percatarse que Josey estaba siendo violada por su profesor
a sus 16 años. Tras varios alegatos de los abogados de ambas partes, Glory, quien
padece de una artritis aguda, decide unirse a la denuncia, provocando con ello que
las demás mujeres de la mina se sumen a la causa.
Por último, cabe mencionar que esta película está dedicada a las mujeres que par
ticiparon en este caso, a su valor y dignidad y a la victoria memorable que empezó
en Minnesota y resonó en todo el mundo.
2
Cfr. ARISTÓTELES, La Política, Traductor Marcelino A. Ortiz, Libro Primero, Capítulo Primero.
3
Cfr. JARAMILLO, Isabel Cristina, "La crítica feminista al derecho, estudio preliminar" en WEST, Robin, Género
y teoría del derecho, Siglo de Hombres Editores, Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, Ediciones
Uniandes, Instituto Pensar, Bogotá, 2000. FACIO, Alda, "Hacia otra teoría crítica del derecho" en Género y dere-
cho, American University/ILANUD; Ediciones La Morada, Santiago de Chile; SMART, Carol "La teoría feminista
y el discurso jurídico" en BIRGIN, Haydée (comp.), El derecho en el género y el género en el derecho, Biblos, Buenos
Aires, 2000,
En el caso particular de las mujeres, durante años este sector siempre ha sufrido
discriminaciones, por cuestiones de género. Debemos recordar que el género se
refiere a la construcción social de las diferencias sexuales; por ello la sociedad a lo
largo de la historia ha establecido el cómo deben actuar, vestirse o en qué deben
trabajar los hombres y las mujeres, sin embargo estas valoraciones sociales han
cambiado a lo largo de la historia de la humanidad, pero en ocasiones estas dife-
rencias impuestas por la sociedad las han vivido las mujeres quienes al intentar
cambiar esos patrones, han sufrido discriminación y desigualdad en forma histórica.
bromas
obscenas
dentro de sus
loncheras y sus
soportar casilleros
largos
miradas
exámenes
libidinosas
pélvicos para
ingresar a la
mina
temor a agresiones
expresar sus físicas y manoseos
sentimientos psicológicas
letreros
vulgares temor a ser
en sus violadas
vestidores
arrojo de
heces
fecales
8. BIBLIOGRAFÍA
FACIO, Alda, "Hacia otra teoría crítica del derecho" en Género y derecho, Ame-
rican University-ILANUD-Ediciones La Morada, Santiago de Chile.
BINGHAM, Clara y LEEDY GANSLER, Laura, Class action: The story of Lois Jenson
and the Landmark Case that change sexual harassment law, Michigan Univer
sity, USA, 2002.
9. PELÍCULAS RELACIONADAS
La calle de la vergÜenza
Dirección: Kenji Mizoguchi
Guión: Masashige Narusawa
Música: Toshirô Mayuzumi
Fotografía: Kazuo Miyagawa
Protagonistas: Machiko Kyo, Aiko Mi-
masu, Ayako Wakao, Michiyo Kogure,
Kumeko Urabe
País: Japón
Año: 1956
Género: Drama
Duración: 87 min.
361
363
2. SINOPSIS
Trevor, estudiante de séptimo grado en una escuela de Las Vegas, idea un proyecto
para su clase de ciencias sociales que consiste en elegir a tres personas para brin-
darles ayuda, pero esta ayuda debe consistir en algo trascendental, algo que ellos
no puedan hacer por sí mismos y, a su vez, estas personas hagan lo análogo por
otras tres más, de tal forma que de 3 se conviertan en 9, 27, 81, etcétera, personas
que reciban ayuda y que harán lo mismo sucesivamente; una especie de cadena
de favores.
Cadena de favores es una película que está llena de errores y de aciertos, de claros
y de oscuros todos generados por las complejas relaciones humanas en este pro-
ceso en el que la humanidad se va construyendo o destruyendo, en esto que llama-
mos vida. Es una película que invita en todo momento a la reflexión sobre diversos
temas, tales como: el compromiso social, el respeto, la bondad, la solidaridad,
la perseverancia, la empatía, el agradecimiento, la lealtad, el valor y la fortaleza
para cambiar una situación, el efecto que tienen las acciones de una persona en
la vida de los demás, la congruencia, la ilusión, la felicidad, el reconocimiento, la
esperanza, el honor, la dignidad y la vida; así como sobre: la violencia familiar,
el bullying, la indiferencia, el conformismo, la falta de amor, el miedo, la descon-
fianza, los prejuicios, los vicios, el rechazo, la desilusión, la muerte.
4. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
El compromiso social.
b. Preguntas detonantes
5. ANÁLISIS
Normalmente a las personas nos cuesta mucho creer en la bondad de los otros,
sobre todo cuando nos ofrecen su ayuda, tenemos esta visión mercantilista en la
que nadie regala nada, nadie da paso sin huarache, esto se puede ver en la primera
escena de la película en la que Chris, el periodista, confundido y desconfiado reci-
be como regalo, del viejo abogado, el jaguar; su primera reacción fue: pensar que
el viejo de seguro le va a pedir algo a cambio, que está loco o de seguro si se
sube al auto le va a explotar. Chris deja ver que debido a su lógica y por su experien-
cia personal nadie te regala nada sin pedirte algo a cambio y aquí es en donde
entra en juego la objetividad, es decir, hasta dónde nuestros prejuicios y juicios
de valor adquiridos por nuestras particulares experiencias de vida influyen en nues-
tras decisiones. También en esta escena se puede reflexionar sobre la indepen
dencia, hasta dónde yo (que recibo un regalo) me siento comprometido a hacer
algo por la otra persona. Durante toda la película se podrá observar esta constante
en la que después de que alguien hace algo por la otra persona, ésta última pre-
gunta qué tiene que dar a cambio.
El profesor de ciencias sociales, Mr. Eugene Simonet, comienza su clase con las
siguientes preguntas: ¿Qué significa el mundo para ellos, para los niños? ¿Qué tan
conscientes son de lo que pasa en otros lados, fuera de su ambiente cercano?
Pero, para qué pensar en el mundo, qué espera el mundo de ellos les pregunta el
maestro (tratando de sensibilizar a los niños sobre su futura participación en éste).
La escena nos invita a recapacitar sobre hasta qué punto y con qué frecuencia
nosotros llevamos a cabo este tipo de reflexiones que nos ponen en perspectiva de
qué tan comprometidos socialmente estamos.
Mr. Simonet les dice que un día cuando sean "libres" el mundo será de ellos, pero
qué pasa si cuando lleguen a ese mundo no les gusta lo que sucede y miran a su
alrededor y no les agrada el mundo, entonces, lo que tienen que hacer es darle un
giro al mundo. El profesor les da una tarea (extra y que durará durante todo el año):
Pensar en una idea que cambie nuestro mundo y ponerla en acción; la primera
reacción de los alumnos es calificarla de rara, loca, difícil, pesada, pero el maestro
añade otro adjetivo, posible. De esta forma el profesor alienta a sus alumnos a que
actúen con responsabilidad, a asumir plenamente las consecuencias de sus actos
como parte de este mundo; a que actúen con fortaleza a pesar de las situaciones
adversas o que no les gusten del mundo para poder cambiarlas. Un punto impor-
tante que conviene resaltar es que, la tarea no consiste sólo en pensar el proyecto
sino que tienen que ponerlo en práctica, de otra forma quedaría sólo en discurso,
cuando lo que realmente nos califica, descalifica, construye o destruye son nues-
tros actos. Si el mundo (o nuestro entorno) está mal es porque quienes lo integra-
mos estamos actuando mal y nos ha resultado mucho más fácil entrar en esta
dinámica que luchar contra la corriente; si queremos que el mundo (o nuestro en-
torno) sea mejor, necesariamente tendremos que cambiar nuestra forma de actuar,
pero la responsabilidad es sólo nuestra.
Arlene Mackinney va a hablar con el profesor para cuestionarlo por la tarea que le
dejó a Trevor. Mr. Simonet comenta que no sabe cómo Trevor pudo haber inter
pretado la tarea, pero Arlene le pregunta que él cómo cree que su hijo pudo haberla
interpretado, a lo que el profesor le contesta que por qué mejor no se lo pregunta
a su hijo, ella le dice que ya habló con él y Mr. Simonet irónicamente le responde
que, si ya habló con su hijo, entonces qué hace en la escuela preguntándole. Aquí
cabría hablar de la falta de cortesía que maneja Arlene al no escuchar y atender
a Trevor, por dirigirse a la persona con gritos y reclamos que no permiten lograr una
comunicación; si Arlene le hubiera preguntado a Trevor con respeto, de manera cortés
y equilibrada de seguro hubiera podido saber más, no sólo de la tarea de Trevor,
sino de la propia vida de su hijo. Lo mismo pasó durante la "conversación" que tuvo
con Eugene Simonet, al grado que, al final, lo único que hizo fue insultarlo al decir-
le que, si creía que porque tenía la cara desfigurada podía hacer lo que quisiera, lo
que provocó que el profesor le contestara de la misma forma con insultos dicién-
dole a Arlene que escriba sus pequeñas y ruidosas quejas y que él se asegurará de
que lleguen a la caja de sugerencias; como puede observarse realmente no hubo
comunicación entre Arlene y Mr. Simonet, porque no hubo cortesía, ni prudencia,
ni respeto.
Ahora toca la escena en la que Chris le dice al abogado que ya tiene los papeles de
propiedad del coche y que quiere saber cuáles son las instrucciones; a esto el abo-
gado le responde que tiene que devolverle el favor a otra persona, y comienza a
explicarle cómo es que él se metió en esta cadena de favores: una noche estando
en el hospital con su hija por un ataque de asma que no la dejaba respirar, el peor
que él había visto, y después de haber estado en la sala de emergencias mucho
tiempo, una persona que había sido apuñalada le cede su lugar a la niña para que
fuera atendida (las puñaladas van primero, había dicho la enfermera, por ello la niña
tendría que esperar; la enfermera tenía que observar el protocolo). El hombre apu-
ñalado le exige a la enfermera que atienda a la niña, la enfermera, tratando de irse,
comenta que le hablará al supervisor, pero el hombre apuñalado se lo impide y le
dice que ella es la supervisora esa noche y que se encargaría de la niña, acto segui-
do, al ver que no se movía la enfermera sacó su pistola y dio dos balazos al piso,
más pronto que un rayo la niña tenía oxígeno y era atendida. En esta escena llama
la atención la prepotencia, indiferencia, así como la falta de humanismo, de sobrie-
dad, de sencillez y, nuevamente, de cortesía de la enfermera ante la gravedad de
la niña, porqué fue necesario hacer uso de la violencia para que se atendiera a la
niña. Tal vez la respuesta sea porque la enfermera no escuchaba, estaba más con-
centrada en el protocolo, en seguir la regla, que no le permitía tener presente que
la medicina fue hecha para servir al hombre, la persona se constituye en el interés
primordial de la medicina, no en seguir el protocolo.
Arlene le reclama a Trevor por haber concertado, con engaños, una cita entre
Mr. Simonet y ella. Trevor le hace ver que buscó ese encuentro porque no quiere
que esté esperando a que su papá regrese, ya que cada vez que lo hace se embo-
rrachan y ni siquiera se preocupan por él, comienzan a discutir más fuerte y Trevor
le dice que odia que sea su mamá; Arlene le responde con una bofetada (otra vez
queda manifestado que Arlene no sabe cómo comunicarse con su hijo) y como
tiene problemas de alcoholismo busca apaciguar su remordimiento con el alcohol,
encuentra una botella, le da un trago, pero se contiene y lo escupe (Arlene ha
actuado con sobriedad). Decide ir a hablar con Trevor sobre lo sucedido, pero se da
cuenta que él se ha escapado de la casa; en su desesperación acude a Mr. Simonet
para ir a buscar a Trevor en auto; al final lo encuentran en una estación de camio-
nes y Arlene le dice que por el resto de su vida no podrá lamentar nada más como
lamenta el haberlo abofeteado y le comparte que quiso beber pero que al final
no hizo y se sincera con Trevor, confesándole que tiene un problema muy malo, que
tiene que detenerlo y que si él puede apoyarla y cree que es posible, entonces ella
puede hacerlo. Arlene fue humilde, ya que reconoció sus insuficiencias para poder
superar el problema del alcoholismo, pero también reconoce que puede salir ade-
lante con la ayuda de Trevor. Muchas veces olvidamos que los vicios (todos los
excesos) son salidas fáciles para no hacerle frente a nuestros verdaderos proble-
mas, a nuestras carencias (normalmente afectivas) en lugar de hacerles frente con
fortaleza, aunque para ello, además, necesitamos de la ayuda de las personas que
nos rodean.
Chris localiza en la cárcel al hombre que ayudó a la hija del abogado con la inten-
ción de empezar a averiguar quién le ayudó a éste, sin embargo Chris no obtiene
ninguna información y para obtenerla le ofrece a cambio al prisionero lograr que se
reúna en un mes la Junta de Libertad Provisional para que sepan de la cadena
de favores que él ahora está llevando en la cárcel. En este caso Chris no actuó de
forma prudente, ni fue profesional, es decir, no obtuvo la información que necesi
taba mediante un criterio recto y objetivo, y cae en esta dinámica mercantilista de
te doy para que yo pueda obtener algo de ti.
bunda que le ayudó a escapar de la policía. Una vez que estaban a salvo, le pregun-
tó a la indigente qué quería a cambio de haberlo ayudado, a lo que la señora le
contesta que no quiere nada, ni siquiera quiere contarle de la cadena de favores
porque sabe que él no lo pagará más adelante; al final lo hace, de todas formas no
lo va a entender (otra vez salen los prejuicios). El reportero cuestiona al prisionero
por qué al final sí cumplió con la cadena de favores, él dijo: porque nadie me dice
qué puedo y qué no puedo hacer. Esto último es muy cierto, actuar o no y la forma
de hacerlo depende, en última instancia, única y exclusivamente de la persona.
Jerry, el vagabundo, se encuentra con una mujer que quiere saltar de un puente.
La primera reacción de la mujer es aventarle el bolso, seguramente eso es lo que
Mr. Simonet, Arlene y Trevor comienzan a compartir tiempo como si fueran familia,
hasta que llega Ricky, papá de Trevor. Arlene decide darle una nueva oportunidad
a Ricky y le comunica a Eugene su decisión. Simonet se enoja y la enfrenta dicién-
dole que cómo es posible que quiera darle una oportunidad a Ricky después de lo
que le hizo a ella y a Trevor; Eugene Simonet le confiesa que él pasó por una situa-
ción similar con sus padres, que su padre borracho constantemente golpeaba a
su madre y ella siempre lo perdonaba hasta que un día Eugene decide encarar a su
padre cuando tenía 16 años, quien estando borracho lo golpea y lo rocía con gaso-
lina y le prende fuego. Arlene a pesar de lo conmocionada que estaba por lo que
acababa de escuchar le dice a Eugene que Ricky jamás le haría algo similar a
Trevor, y Eugene le contesta que no tiene que hacerle lo mismo a Trevor, basta con
no amarlo.
El reportero Chris Chandler localiza a la mujer mayor que ayudó al hombre en pri-
sión, le consigue una botella de alcohol para que le dé información sobre cómo ella
se involucró en la cadena de favores. Resulta que esta mujer mayor es la abuela de
Trevor, y comienza su historia: un día Arlene la fue a visitar, después de tres años,
para decirle que la perdonaba y que le gustaría verla de vez en cuando, la mamá no
acepta, pero le pide ver a Trevor; Arlene acepta pero únicamente si no está borra-
cha. La mamá de Arlene le pregunta que por qué hace esto, y ella le explica que
debe hacer algo grande por alguien más.
más adelante el favor ha llegado hasta los Ángeles. Chris Chandler entrevista a
Trevor en la escuela, Mr. Simonet llega a la entrevista y se encuentra con Arlene,
durante la grabación de la entrevista Chris Chandler le pregunta a Trevor si se
siente orgulloso de su proyecto de cadena de favores, a lo que Trevor contesta que
supone estarlo porque sacó diez en la clase de ciencias sociales, pero que es un
proyecto que no resultó, Chris Chandler le responde pero estás aquí, ¿no?, Trevor
señala que lo de su mamá sí resultó, le pidió disculpas a su madre y por ello su
abuela, a la que él había realmente extrañado, pudo estar en su cumpleaños; reco-
noce que el mundo en realidad no es una porquería, pero que algunas personas
tienen miedo de pensar que las cosas pueden ser diferentes y supone que es difícil
para estas personas porque están acostumbradas a las cosas como son, inclusive
si están mal, y se rinden fácilmente y cuando lo hacen todos perdemos. Trevor dice
que hay que observar a la gente, como si los vigilaras para protegerlos, porque no
siempre pueden ver lo que necesitan, es como tu oportunidad de arreglar algo que
no es como tu bici, puedes arreglar a una persona. Chris le pregunta ¿Quisieras
para tu cumpleaños que todos paguen el favor al próximo?, Trevor dice que no
puede pedir eso. Claro que puedes, ¿por qué no? Trevor responde que no funciona-
ría. ¿Por qué?, Trevor contesta: yo ya apagué las velitas.
En efecto, no podemos pedirles a otros que hagan lo que nosotros en nuestro tiempo
y espacio no hemos hecho.
6. BIBLIOGRAFÍA
FRANCÉS, Antonio, et al., Compromiso social: gerencia para el siglo XXI, Edicio-
nes IESA, 2008.
RAYAN HYDE, Catherine, Pay it Forward, Simon & Schuster, USA, 1999.
7. PELÍCULAS RELACIONADAS
Madre Teresa
Dirección: Fabrizio Costa
Producción: Luca Bernabei, Pete Maggi
y Carlo Boserman
Guión: Francesco Scardamaglia y Mas-
siomo Cerotini
Música: Guy Farley
Fotografía: Giovanni Galasso
Protagonistas: Olivia Hussey, Michael
Mendl, Laura Morante, Ingrid Rubio, Se-
bastiano Somma, Guillermo Ayesa, Emily
Hamilton, Neil Stuke, Enzo Decaro
País: Italia
Año: 2003
Género: Drama biográfico
Duración: 110 min.
Erin Brockovich
Dirección: Steven Soderbergh
Producción: Danny DeVito, John Hardy,
Gail Lyon, Carla Santos Shamberg, Mi-
chael Shamberg y Stacey Sher
Guión: Susannah Grant
Música: Thomas Newman y Sheryl Crow
Fotografía: Edward Lachman
Protagonistas: Julia Roberts, Albert
Finney, Aaron Eckhart, Peter Coyote y
Marg Helgenberger
País: Estados Unidos
Año: 2000
Género: Drama
Duración: 130 min.
Productora: Columbia Pictures
Gandhi
Dirección: Richard Attenborough
Producción: Richard Attenborough, Rani
Dubé, Jindal Michael, Stanley-Evans.
Guión: Jhon Briley
Música: George Fenton, Ravi Shankar
Fotografía: Ronnie Taylor, Billy Williams
Protagonistas: Ben Kingsley, Candice
Bergen, Edward Fox, John Gielgud, Trev-
or Howard, John Mills, Martin Sheen,
Ian Bannen, Richard Griffiths, Daniel
Day-Lewis
País: India
Año: 1982
Género: Biográfica
Duración: 188 min.
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2. SINOPSIS
El inicio de la película comienza con la narración del propio Rudy, quien afirma que
en Memphis abundan los abogados, y se hizo abogado en parte porque odiaba a su
padre quien golpeaba a su madre y a él también.
Rudy consigue que la Sra. Birdie le alquile un departamento que tiene atrás de su
casa.
Rudy busca junto con Deck clientes en los hospitales, de personas que hayan
sufrido accidentes y a quien demandar. En uno de ellos conoce a Kelly Riker (Claire
Danes), quien llega al hospital golpeada en todo el cuerpo. Además de conocerla,
se interesa en ella.
Deck le informa que, por lo que hace a la viuda, en realidad sólo tiene 40,000 dóla-
res guardados en su colchón, pues había heredado dos millones de dólares pero
malas inversiones y la oficina de impuestos le esfumaron la mayor parte; de Kelly,
le informa que tuvo un embarazo pero abortó, seguramente por los golpes del ma-
rido quien le pega y maltrata por el mal carácter que tiene, incluso la golpea con un
bat de baseball, al que es aficionado, y finalmente el caso de Great Benefit, en que
se niegan a pagar los servicios médicos para Donny Ray, en el que deciden deman-
dar a la compañía.
Rudy acude a casa de Donny Ray para que firmen el contrato junto con sus padres;
se da cuenta del mal estado de salud de Donny quien comienza a sangrar de la
nariz y deja su propia sangre en el contrato de servicios profesionales y en la carta
de la compañía aseguradora.
En la demanda contra Great Benefit, el "Pegador" Stone le dice que él debe acudir
a la Corte a defender el caso, ante la petición de la demandada de moción de cese
de juicio para que el Juez desestime la causa. En ese lapso tiene que huir Stone y un
ayudante suyo, acusado presuntamente de fraudes y cohechos, de manera que
Rudy y Deck tienen que ir a la Corte solos. En la audiencia, se enfrentan a un Juez
malhumorado (Juez Hale)(Dean Stockwerll) y al abogado de la aseguradora, que
labora en una firma muy cara de abogados, Leo Drummond (Jon Voight), quien le
da la bienvenida a los juicios serios y le ofrece una suma para que se llegue a un
arreglo que no implique ir a juicio; el Juez Hale le recomienda que la acepte. Donny
y su mamá no aceptan la oferta de arreglo y deciden ir a juicio.
Fallece el Juez Hale y en su lugar es nombrado el Juez Tyrone (Danny Glover), negro,
egresado de Harvard y especialista en derechos civiles, quien odia a las compañías
aseguradoras. Rudy y Deck solicitan "fast track" para que comience el juicio rápida-
Kelly Riker vuelve a a ser golpeada por el marido,Cliff (Andrew Shue) y busca a
Rudy quien la convence de que firme la solicitud de divorcio.
Rudy y Deck deciden montar su despacho propio ante la ausencia del "pegador" y
localizan pequeños micrófonos ocultos, incluso en el teléfono. Sospechan que fue
Drummond quien los mandó colocar. Deciden comprobarlo, hablando a uno de
los jurados potenciales en el juicio de Donny Ray y en una audiencia previa en
efecto Drummond inquiere a uno de ellos de que diga la verdad si había contac
tado al abogado Baylor, lo cual niega rotundamente pues en realidad fue un amigo
de Deck quien se hizo pasar por el jurado. El candidato a jurado se enfurece y se le
echa encima a Drummond quien le dijo mentiroso, el Juez despide al jurado y Rudy
le hace el gesto a Drummond de que estuvo oyendo por el teléfono.
Rudy comienza a redactar el testamento de la viuda Birdie, quien tiene dos hijos
que nunca la visitan; le quiere dejar en principio su "fortuna" a un pastor famoso que
tiene su programa de TV; Rudy le comenta que debe pensar en los familiares pero
en realidad la señora los quiere "sacar" del testamento por ingratos. Un día, llega
uno de los hijos a su casa y comienzan a hurgar en el departamento de Rudy, quien
al arribar a su casa los echa furioso de ella y le empiezan a decir que es un abogado
asqueroso que le quiere quitar el dinero a la señora Birdie. Rudy maneja bien la
situación al decirles que no puede hablar debido al secreto profesional, ganándose
la confianza de la señora Birdie, y los embroma diciéndoles que el marido difunto
le había dejado una fortuna "enorme" ante lo cual cambian su actitud ante la madre,
siendo solícitos y serviciales de manera hipócrita e interesada.
Rudy y Deck tienen que manejar el caso de Donny Ray ante la Corte; éste fallece
de la leucemia y en la sala de la Corte el ambiente se pone tenso, tanto por la
inexperiencia de Rudy como por la sagacidad y astucia de Leo Drummond, quien
hace pedazos la declaración de la señora Black, con un pretendido dictamen del
médico de cabecera, orillándola a aceptar que no era posible hacer el trasplante
de médula ósea.
En el desarrollo del juicio, sale a relucir que en realidad la propia compañía asegu-
radora niega el 90 % de las solicitudes de pago, de manera sistemática durante un
año, para que la gente se desespere y desista, lo que ahorra mucho dinero y les da
muchas ganancias. Rudy consigue el testimonio de Jackie Lemanczik (Virginia
Madsen), una empleada del sector de demandas que fue despedida y a quien le
dieron dinero para que no dijera nada; acude a la Corte y desenmascara el modus
operandi de la compañía. Su testimonio es desestimado pues Drummond argu-
menta que las pruebas documentales que llevan Rudy y Deck, en las que basan su
interrogatorio a Jackie, son robadas y no debían ser admitidas en juicio, a lo que
tiene que acceder el Juez Tyrone.
Kelly decide huir de su casa y con ayuda de Rudy quiere ir a recoger sus perte
nencias pero llega el marido y comienza una pelea en la que Rudy lo golpea con el
bat pero Kelly le pide que se vaya; a continuación se aprecia que Kelly lo golpea y
enseguida llega la policía y detiene a Kelly acusada de homicidio imprudencial, lo
cierto es que la dejan libre por defensa legítima o propia, ya que había un largo
historial de maltrato o violencia contra Kelly. Rudy la lleva con la señora Birdie
quien le da posada en su casa.
En la etapa final del juicio Rudy pone el testimonio grabado de Donny Ray, lo cual
hace más énfasis en la sentencia que se espera, pues por gastos médicos es con-
denada la compañía a pagar 175,000 dólares y por daños punitivos 50 millones de
dólares. La compañía hábilmente evita el pago declarándose en quiebra.
En las escenas finales Rudy Baylor comenta que es la noticia del momento entre el
foro de abogados pero en realidad no le importa, pues habla de la hipocresía y fal-
sedad en que se vive en el sistema.
La imagen que tiene el público en general de los abogados y en ciertos casos de los
jueces, es la de un individuo carente de ética, de hablador o embustero, "pica
1
DE LA TORRE DÍAZ, Francisco Javier, Ética y deontología jurídica, Madrid, Dykinson, 2000, p. 50.
2
Ibidem, p. 269.
mucho tiempo quejándose de la corrupción pero no mira casi nunca la viga que
pesa en su propio ojo.
Los temas y guiones de las películas enlistadas en este dossier dan cuenta per
fecta de la percepción de corrupción en muchos ámbitos, la misma película de
Grisham, La Firma, gira alrededor de un gran despacho de abogados que en reali-
dad se dedican a administrar a un grupo mafioso de Chicago pero que tienen
clientes normales como fachada, aunque les cobran honorarios por hora sin haber
las trabajado realmente, los asociados al cabo lo saben pero callan. En El cliente,
el fiscal de distrito lleva a cabo una persecución implacable sin dudar en violar las
garantías procesales del menor perseguido con tal de obtener el testimonio que
le ayudaría a localizar el cuerpo de un político asesinado, con la ayuda de los me-
dios para elevar su imagen pública y lanzarse a la política. En The Runaway Jury
(‘Tribunal en fuga’), sin duda representa la forma en que operan los abogados con
clientes que tienen recursos económicos ilimitados con tal de ganar el juicio,
montando toda una logística que investiga la vida de los jurados potenciales, sus
lados débiles y la posibilidad de comprar su veredicto o presionarlos para que
voten en un sentido u otro.
En otras películas como The Star Chamber (‘Los jueces de la ley’), un Juez joven y
honrado, desesperado por ver que en causas que él dirige los malhechores salen
libres por tecnicismos procesales, consulta con un Magistrado veterano quien le
dice que él toma las riendas de estos casos y él y otros jueces son "la ley"; se han
constituido en otro tipo de tribunal de alzada, en que juzgan de nuevo a esos suje-
tos y los declaran culpables, mandando ejecutar la sentencia (envían a un pistolero
o matón a sueldo a ejecutarlos). Una exageración sin duda del guión de Hollywood
Por si fuera poca la escasa ética que se ve en estas películas, de los abogados y de
algunos jueces, resalta ahora la falta de ética de las empresas y sus dirigentes.
En la película que nos ocupa se pueden localizar varios comportamientos de la
compañía aseguradora que a todas luces son reprochables, desde la forma en que
captan a sus clientes y la manera en que evaden los pagos legítimos de las pólizas,
hasta la política corporativa que no duda en despedir y desacreditar a los emplea-
dos de la empresa. La empresa de hoy, más ocupada en acumular ganancias que
en ser instrumento de responsabilidad social, responde más a los principios del
más puro capitalismo y globalización de los mercados que a las necesidades so
ciales, más a la economía de insumos que al respeto a los más básicos derechos
laborales.
En ambas películas se puede apreciar nítidamente la falta de ética con que se con
ducen las empresas en cuestión que, en los ejemplos señalados, no les importa la
vida de los demás con tal de obtener ganancias.
Una película basada en un caso real en que también se encuentra agua contami-
nada, esta vez por cromo, es la famosa Erin Brockovich (con Julia Roberts en ese
rol), del año 2000, que demuestra también la falta de ética y escrúpulos de empre-
sas dedicadas a la industria que vierten desechos químicos en la tierra sin cuidar
el medio ambiente.
5. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
c. Preguntas detonantes
6. ANÁLISIS
que le exige que llegando a su oficina le llame para recordarle los datos
en que Drummond tuvo juicios de rápido avance. Este detalle hace ver cla-
ramente que el abogado no le hablará al Juez porque evidentemente no
tiene la información. El Juez se da cuenta que se entablará una lucha
desigual y se lo hace ver a Rudy Baylor, quien le responde que sabe a lo que
se enfrenta. Esta escena es importante porque se establece cierta simpatía
del Juez hacia la causa de Rudy, no obstante, en la conducción del juicio se
observa imparcialidad y equidad pues tiene que dar algunos fallos que no
favorecen del todo a la causa de Rudy, el caso que ventila contra la compa-
ñía aseguradora.
5.1. El "Pegador" Stone, que aparece en una playa tomando el sol junto con
su socio, huyendo del FBI. Aparentemente es un abogado de éxito,
pero en realidad se le mira como una especie de abogado mafioso,
dada la vestimenta un poco llamativa (camisas con puños grandes y
mancuernillas exageradas). Bruiser significa golpeador o boxeador,
también ‘matón’.
Hay muchas películas y novelas que tienen como tema principal la justicia, o jui-
cios muy llamativos por el caso que deben resolver. Como muestra de películas
podemos mencionar todas las novelas de John Grisham, auténticos bestsellers que
han sido posteriormente llevadas a la pantalla generando películas como la rese-
ñada, que contienen un trasfondo basado en casos de la jurisprudencia norte
americana y con profundos tintes éticos aplicados a casi todos los personajes.
De Grisham se pueden mencionar las siguientes novelas que posteriormente fue-
ron llevadas a la pantalla grande:
Se presume inocente
(Presumed innocent)
Dirección: Alan J. Pakula
Producción: Sydney Pollack, Mark
Rosenberg
Guión: Frank Pierson, Alan J. Pakula
(basada en novela de Scott Turow)
Música: John Williams
Fotografía: Gordon Willis
Protagonistas: Harrison Ford, Brian
Dennehy, Raúl Juliá, Bonnie Bedelia
País: Estados Unidos
Año: 1990
Género: Drama-Policiaco
Duración: 127 min.
KRAmer vs Kramer
Dirección: Robert Benton
Producción: Stanley R. Jaffe, Richard
Fischoff
Guión: Robert Benton
Música: Herb Harris, John Kander
Fotografía: Néstor Almendros
Protagonistas: Dustin Hoffman, Meryl
Streep
País: Estados Unidos
Año: 1979
Género: Drama
Duración: 105 min.
Filadelfia
(Philadelphia)
Dirección: Jonathan Demme
Producción: Jonathan Demme
Guión: Ron Nyswaner
Música: Howard Shore, Bruce Spring-
teen, Maria Callas
Protagonistas: Tom Hanks, Antonio
Banderas, Denzel Washington
País: Estados Unidos
Año: 1993
Género: Drama
Duración: 126 min.
Acción civil
(A Civil Action)
Dirección: Steven Zaillian
Producción: Scott Rudin, Steven
Zaillian, Robert Redford
Guión: Steven Zaillian (basada en la
novela de Jonathan Harr)
Música: Danny Elfman
Protagonistas: John Travolta, Robert
Duvall, Tony Shalhoub
País: Estados Unidos
Año: 1998
Género: Drama
Duración: 115 min.
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2. SINOPSIS
Japón, siglo XII. En Kioto, bajo las puertas del derruido templo de Rashomon, se
guarecen de la torrencial lluvia un leñador, un sacerdote budista y un peregrino.
Los tres discuten sobre el juicio a un bandido, acusado de haber dado muerte a un
señor feudal y violado a su esposa. Los detalles del crimen son narrados desde
el punto de vista del bandido, de la mujer, del señor feudal –con la ayuda de un
médium– y del leñador, único testigo de los hechos.1
3. FICHA DE TRABAJO
a. Preguntas detonantes
1. Cómo un hecho baladí (el vientecillo que levanta el velo de la dama) puede
tener consecuencias de gran envergadura, como un homicidio.
2. El conflicto que surge entre los hombres con motivo del deseo de poseer
bienes escasos o que son de otro hombre: el resentimiento y la envidia por
la desigualdad social (el ladrón).
1
Extraída de http://www.filmaffinity.com/es/film164638.html
4. ANÁLISIS
La historia del homicidio se divide en dos partes: una de antecedentes y otra de las
diversas versiones de los personajes, a los que llamaré "el ladrón", "la dama", "el
caballero" y "el testigo". En las diversas versiones sobre el homicidio hay interca
lados varios diálogos que ocurren en la puerta en ruinas llamada Rashomon, entre
un sacerdote decepcionado de la naturaleza del ser humano, un leñador que es el
testigo del homicidio y un tercer hombre que atiza el fuego de la discusión, al que
podríamos llamar "el cínico". Ésta es la historia.
Llueve a cántaros sobre la puerta en ruinas llamada Rashomon, donde están sen-
tados el sacerdote y el testigo diciendo que no entienden lo que presenciaron en
el tribunal que juzgó el homicidio. El cínico llega empapado y pregunta sobre los
hechos del homicidio, porque en su opinión la narración puede ser divertida, mien-
tras rechaza con enojo los sermones y las expresiones de decepción proferidas por
el sacerdote. El testigo relata que fue al bosque a cortar leña, con su hacha al hom-
bro, cuando encontró un sombrero de mujer y otros pequeños indicios, como unas
zapatillas, una soga y en la cumbre del pequeño monte el cadáver de un hombre
con las manos crispadas. La película presenta las diversas versiones del homicidio
hechas por cada uno de los personajes del drama.
El ladrón. Relata en el juzgado que fue encontrado por un agente del tribunal en la
playa, retorciéndose de dolor por haber bebido después del homicidio agua conta-
minada de un arroyo. Confiesa que estaba descansando en un día muy caluroso
bajo la sombra de un árbol, cuando vio venir por el camino a la dama, sentada en
un corcel blanco, y a su esposo, debidamente armado y con todas las precauciones
en relación con el temor que el hombre inspira al hombre. No le dio importancia de
momento, hasta que sintió la frescura verde de un vientecillo, que agitó la sombra
de las hojas del árbol. Abrió los ojos y pudo observar fugazmente la pantorrilla de
la dama y su cara, que el vientecillo había descubierto haciendo a un lado el velo
que la cubría. Ese hecho aparentemente sin importancia es el origen de toda la
tragedia. Sin él, nada habría pasado ni se hubiera despertado el deseo del ladrón
por la hermosa dama. Esto es muy sugerente.
mayó y cuando despertó vio al muerto con el puñal clavado en el pecho. Huye de la
escena, sale del bosque y se arroja a un estanque, pero no consigue ahogarse.
El esposo. Testifica ante el tribunal a través de una médium. Dice que está en un
infierno oscuro y que sufre mucho, maldiciendo a quien lo envió a ese tormento.
Relata que el ladrón, después de violar a su esposa, trató de consolarla, le ofreció
que se fuera con él y que dejaría el bandolerismo. Ella lo miró enamorada con éxta-
sis y le dijo que iría con él adonde quisiera. Le pidió que la llevara con él y le suplicó
que matara a su esposo, pues no podía ser de dos hombres. El bandido se enfure-
ció. Ella sale corriendo, y tras ella el ladrón. Pasaron varias horas. Cuando el ladrón
regresó, libera al esposo de las amarras. Éste queda solo y se percata de que el
llanto que escuchaba era el suyo. Toma el puñal que había caído durante el force-
jeo entre la dama y el ladrón y lo hunde en su pecho. Todo queda en absoluto silen-
cio y alguien extrae el cuchillo de su cuerpo.
Cada uno de los personajes del drama relata una historia diferente, construida a
partir de sus particulares y egoístas intereses. Los tres personajes de la tragedia
construyen los hechos que vivieron de manera distinta e interesada. La película no
muestra cuál fue la decisión del tribunal ante esta pluralidad de versiones de los
hechos. Pareciera que no hay hechos claramente definidos y que la verdad es algo
totalmente subjetivo, pues el "hombre es la medida de todas las cosas, de las que
2
SCHOPENHAUER, Arthur, Los dos problemas fundamentales de la ética, traducción de Pilar López de Santa
María, Siglo XXI, Madrid, 1993, pp. 223 y 222.
son en tanto son y de las que no son en tanto no son" (Protágoras de Abdera). El tri
bunal podría haber aceptado cualquiera de las tres versiones que se presentaron
ante él o intentar construir una historia haciendo congruentes los diversos elemen-
tos que cada una contiene, rechazando aquellos elementos que no se dejaran
acomodar al modelo de los acontecimientos que llegue a construir. Éste es el pro-
blema que todo Juez enfrenta al resolver un litigio planteado ante su competencia.
La verdad es una verdad construida con los diversos elementos de prueba que
válidamente se han ofrecido en el expediente del tribunal. No hay una realidad
dada sobre la cual medir la exactitud de los acontecimientos relatados en los testi-
monios. ¿Cuál modelo de los acontecimientos construidos en cada testimonio es
el verdadero? No se sabe ni puede decirse.
Sin embargo, el testigo que está en la puerta Rashomon vio todo lo que aconteció.
El cínico comenta que el fantasma que habitaba la puerta en ruinas huyó asustado
de la ferocidad del hombre. Dice el leñador que lo primero que vio fue a una mujer
llorando y a un hombre amarrado. El ladrón le pedía perdón a la mujer y le decía
que aún la deseaba más. Le ofrece, de rodillas, casarse con ella, que dejaría de ser
un ladrón o un bandolero, que trabajaría, y la amenaza con que, si se niega, la
matará. Toma el puñal de la mujer y desata a su marido. El esposo rechaza pelear
por la mujer: le dice que ha estado con dos hombres, por lo que debe matarse,
pues es una puta. Que prefiere a su caballo que a su esposa. El ladrón se da vuelta
y quiere salir de la escena, pero ella se arroja entre los dos con llantos convulsos y
el ladrón defiende a la mujer de los insultos que profiere su esposo. La mujer los
presiona para que peleen por ella, diciendo que el esposo debe matar al violador, y
al ladrón, que debe matar al marido si quiere que sea de él. Sólo quien conquista
a la mujer, la merece.
Los dos contrincantes luchan con gran miedo y torpeza. En un momento dado, el
esposo pierde el arma, pero la recupera unos momentos después, para volver a que-
dar sin ella clavada en un árbol. Retrocede frente a la punta de la espada del ladrón,
tropieza y cae en unos matorrales, donde el ladrón lo mata, arrojando su espada
sobre el pecho del esposo caído. Quiere llevarse a la mujer, pero ella lo rechaza y sale
huyendo, sin que el ladrón pueda seguirla por el agotamiento de la pelea. Regresa
a donde estaba el esposo muerto, toma la espada del cadáver y sale de la escena,
arrastrando las espadas. Este testimonio, no rendido ante el tribunal, ¿es el que
describe lo que aconteció realmente? Cabría dudarlo, pues el leñador está intere-
sado en ocultar el robo del valioso puñal de la dama.
407
409
2. SINOPSIS
El juicio lo sigue muy de cerca una señora que es presidenta de un club de té que
de vez en cuando asisten a personas desvalidas con la intención de ganar fama
social, al final del juicio esta señora propone a la chica que vaya a vivir a su casa
con la intención de mostrarla a su amigas; pasado el tiempo la chica ya no le retri-
buye socialmente y se las ingenia para echarla de su casa, la chica ha conocido a
un desparpajado chofer de quien se enamora, pero es el mismo que se lleva a la
señora a otro lugar mientras la chica supuestamente será ubicada en el hospital
del condado como enfermera, petición que le había hecho a la señora para "hacer
algo útil" y así redimirse. El director del hospital no la acepta por lo que se ve en la
necesidad de buscar empleo, lo cual le es imposible por lo que decide regresar
al lugar donde comenzó como prostituta, en ese momento llega el chofer quien
enfrenta a su patrona y va en pos de la chica.
a. Intertítulos
5. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
a) Humanismo
b) Compromiso social
c) Responsabilidad
c. Preguntas detonantes
6. ANÁLISIS
La película tiene un triple interés, primero como un documento histórico que mues-
tra a las primeras directoras y guionistas, en una época muy interesante del cine
norteamericano; por otro lado la película en sí misma resulta atractiva y bien mane
jada, considerando que es cine silente, está no sólo bien trabajada sino que incluso
logra captar la atención del espectador contemporáneo. Pero lo que realmente
hace a la película un hecho histórico relevante es el juicio ligado a ella, resulta que
la trama cuenta una historia real, ni siquiera el nombre de la protagonista fue cam-
biado, lo que originó una demanda por "invasión de privacidad" uno de los primeros
casos en esa materia a partir de medios audiovisuales.
Por lo que respecta a la trama, resalta la postura del Juez, parece atender el caso
con cierta indiferencia, dándonos a entender que se trataba de un caso recurrente,
llama la atención que este tema es tocado con más o menos frecuencia en el cine
y la literatura de la época, iniciando con la célebre Naná de Emile Zola, para el
contexto mexicano Santa de Federico Gamboa llevada al cine en 3 ocasiones, in-
cluida una versión muda y la primera película sonora en México muy exitosa, tam-
bién con elementos de cine jurídico. En fin, la idea de la corrupción que originaban
las grandes ciudades de las jóvenes pueblerinas que caían en sus garras, es el
mensaje moralino hacia las mujeres de la época para que no se dejaran embelesar
por las tentaciones urbanas, en el caso de El Kimono Rojo, el discurso del director
no hace pensar que la caída de la chica se da por el mal ambiente familiar aunado
a la seducción del hombre que se la lleva a Nueva Orleans ¿será cierto que las cir-
cunstancias nos orillan a determinadas acciones?, ¿será que la sociedad genera
sus propias desviaciones, incluidos los delitos y los delincuentes?, o tal vez ¿es la
misma sociedad que con sus prejuicios va generando desviaciones y delitos en
el afán de controlar nuestra vidas?
7. PELÍCULAS RELACIONADAS
Santa
Dirección: Antonio Moreno.
Guión: Carlos Noriega Hope (basada
en la novela de Federico Gamboa)
Música: Roberto Rodríguez y Joselito
Rodríguez
Producción: Juan de la Cruz Alarcón
Fotografía: Alex Philips
Protagonistas: Lupita Tovar, Carlos
Orellana, Juan José Martínez Casado
País: México
Año: 1931
Género: Drama
Duración: 81 min.
421
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País: Argentina-España
Año: 2009
Género: Drama-Thriller
Duración: 127 minutos
2. SINOPSIS
Espósito tiene que informar a Morales que el asesino de su esposa seguirá libre y
no hay nada qué hacer, el hombre parece resignarse.
Ya en 1996, cuando Espósito está retirado e intenta escribir una novela, busca a
Morales, quien ahora vive en las afueras de Buenos Aires. Durante la entrevista se
confrontan respecto de la memoria y la actitud para sobrellevar una injusticia,
Una razón fuerte para ver este drama es el que haya conseguido el Oscar a la mejor
película de habla no inglesa, así como innumerables premios, pero además es
un excelente ejemplo del nuevo cine argentino con propuestas frescas que no
renuncian a la profundidad del análisis de lo humano, además de manejar una
magnífica estética cinematográfica.
Por otro lado se trata de una película con un tema jurídico de por medio que se
desarrolla en un ámbito judicial lo que ayudaría mucho a generar empatía entre
aquellos que se desempeñan profesionalmente en un ámbito judicial. El film
muestra el ambiente laboral de un juzgado con sus peculiares personajes, sus
espacios llenos de expedientes, algo más cercano a la realidad latinoamericana
que aquellos films norteamericanos.
La película además está llena de matices y conflictos humanos que podrían darse
en un juzgado y fuera de él, pero ciertamente es un drama que no deja indiferente
a nadie; el uso de las metáforas refuerza el lenguaje cinematográfico que nos está
hablando en cada momento de lo que es justo, de la frustración que sentimos al no
obtener justicia, e incluso de las complicadas tramas que la justicia tiene dentro de
las instituciones estatales y en la sociedad, hasta llegar a proponer una propia
teoría de la justicia, echando mano de imaginarios que en este caso se representan
a través de diálogos o personajes, es decir, de imágenes sobre la justicia.
Por si no fuera eso poco, toda la trama está impregnada de constantes interpe
laciones a dilemas éticos, demandando del espectador una lectura interactiva que
lo lleva a tratar de resolver esos conflictos haciendo un ejercicio práctico de orden
ético e incluso de ética judicial en específico.
4. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
La búsqueda de justicia.
c. Preguntas detonantes
a. Frases
b. Escenas a destacar
6. ANÁLISIS
Esta película podría citarse como uno de los ejemplos más emblemáticos del
uso del flashback, es decir, la reconstrucción de la historia a partir de los recuer-
dos del narrador cinematográfico que en este caso es el protagonista.
La mirada del otro nos complementa, de alguna manera, somos en el otro, y por
eso la mirada es un instrumento que puede aniquilar o exaltar a otro ser huma-
no, por eso el título de la película es muy afortunado El secreto de sus ojos
porque es un título que puede referir a diferentes aspectos: el secreto sobre el
homicidio, el secreto sobre el amor implícito o explícito de algunos, los ojos de
Liliana, los de Irene, los de Gómez (que lo delataron en las fotos y en el momen-
to de ver el escote de Irene), los de Morales (perdidos), los del propio Espósito
(que en un paralelismo con el personaje de Gómez, aparece mirando a Irene
en una antigua fotografía). El título de la novela en la que se basó el film es muy
cercano: La pregunta de sus ojos (Eduardo Sacheri), lo que revela que la inten-
ción del novelista y de los guionistas era muy similar, teniendo como punto
central la mirada; mirada que curiosamente pasa al espectador como en la
Historia sin fin de Michael Ende, por ejemplo en la memorable escena en
el estadio de futbol, donde se invita al espectador a formar parte del equipo de
búsqueda del homicida.
Con la pasión sucede como con la mirada, puede usarse como metáfora res-
pecto de diferentes personajes, y al mismo tiempo es el tema central del direc-
tor. La pasión de Morales por su esposa es la que motiva a los funcionarios
judiciales a seguir con la investigación a pesar de todos los problemas; la
pasión por el alcohol de Sandoval es la que lo tiene hundido, pero es también
la que permite lograr descifrar el problema; la pasión de Gómez por el fútbol (y
su equipo), plasmada en las cartas a su madre, es la clave para encontrarlo;
la pasión de Espósito por Irene es la que da origen a la historia y con la que la
misma historia termina y, finalmente, la pasión por la justicia es la que da senti
do a todo. Y es que la pasión, como en su momento la definió Tomás de Aquino,
es la reacción del apetito sensitivo que atrae al ser humano hacia un bien o que
lo aleja de un mal que han percibido los sentidos.1 Si bien es cierto que algunas
corrientes filosóficas han considerado a las pasiones como algo negativo, e
incluso en el imaginario social se tiene una noción peyorativa de las mismas,
en realidad las pasiones son un componente humano que lleva a la virtud o
1
AQUINO, Tomás de, De Veritate, q.26, a.2, ad.4-5.
al vicio, dependiendo del uso y dirección que se les de; por eso es un tema
central de cualquier ética y, de hecho, la ética entendida como un proceso de
adquisición de virtudes necesita de las pasiones para lograrlo.
Hay un problema ético que subyace en la película ¿justifica el fin los medios?
Recordemos que las pruebas se obtuvieron de manera ilícita y que la confesión
se hizo sin las formalidades necesarias, y podría pensarse que sin estos dos
elementos no se habría conseguido el fin. Ciertamente la prudencia y la equi-
dad requieren de un trabajo atento a las circunstancias para que el acto a rea-
lizar sea provechoso para los seres humanos en cuestión, es decir, que no
podemos en nombre de un principio o virtud disolver al ser humano, sin embar-
go, es la misma prudencia la que dicta que debe buscarse vulnerar del modo
menos grave tal principio y conservar su objetividad. Es justo que en todo pro-
ceso se sigan las formalidades y que tanto las víctimas como los presuntos
culpables reciban un trato acorde a su dignidad, este debe ser el principio, pero
2
Cfr. Bodei, Remo, Geometría de las pasiones. Miedo, esperanza, felicidad: filosofía y uso político, FCE,
México, 1995.
3
Platón, Protágoras, Oviedo, Pentalfa Ediciones, 1980, trad. de J. Velarde; versión digital bilingüe:
http://www.filosofia.org/cla/pla/protbil.htm de 4 de julio de 2011.
7. BIBLIOGRAFÍA
8. PELÍCULAS RELACIONADAS
El poder de la justicia
(The Rainmaker)
Dirección: Francis Ford Copola
Producción: Michael Douglas,
Fred Fuchs
Guión:Francis Ford Copola (adaptación
de novela de John Grisham)
Música: Elmer Bernstein
Protagonistas: Matt Damon,
Danny DeVito, Danny Glover,
Claire Danes
País: Estados Unidos
Año: 1997
Género: Drama
Duración: 135 min.
La pasión por la justicia llevan a un
joven abogado a superar grandes
pruebas.
435
1
Akira Kurosawa, en su Autobiografía, al hablar de la película hace referencia a Skyandaru (Escándalo en
japonés). Shubun, o Tensho Shubun, fue un pintor japonés de la primera mitad del siglo XV.
2
Thoshiro Mifune y Takashi Shimura son los actores japoneses más asociados con Akira Kurosawa. Mifune
actuó en 16 de sus películas; Shimura en 21 de las 30 películas del director.
437
Año: 1950
Género: Drama
Duración: 104 minutos
2. SINOPSIS
Aoye, dibujando y teniendo como modelo a una amiga, quien grita estrepitosamen-
te al ver a un hombre por la ventana, recibe en su casa la visita de Otokichi Hiruta,
A bordo de un vehículo de la revista Amour, Hiruta llega a casa ebrio con regalos
para su hija Masako, quien al verlo desconcertada con los regalos, sabe que
su padre ha hecho algo malo, pues comenta que recibió la visita de Aoye en casa,
quien tiene miedo de ser engañado por su padre. Hiruta reconoce su conducta y
denigra su persona, con una actitud de arrepentimiento y vergüenza ante su hija.
Hiruta, asiste a las carreras con el director Hiroi, sus vicios y su debilidad lo llevan
a aceptar las dádivas de éste, las cuales tienen como única intención que desista
de la demanda. Hiroi convence a Hiruta de que diga a Aoye que sin el apoyo de
Miyako, no podrán demandar. Hiruta persuadido se presenta en casa de Aoye, sin
embargo Miyako está ahí, convencida de demandar en conjunto con Aoye.
Hiruta informa al director que Miyako demandará junto con Aoye; en razón de ello
el director convence al Dr. Kataoka de representarlo. La Navidad inicia, Aoye y
Miyako festejan a la hija de Hiruta en casa, quien nuevamente llega ebrio; al ver la
celebración y la bondad de la pareja para con su hija, se siente con vergüenza y
decide no permanecer, Aoye lo acompaña y ambos se dirigen a un bar, donde fes-
tejan la Navidad.
El juicio da inicio. Hiruta desprende risas de los asistentes, al presentarse con una
vestimenta que ya no se usa en el Tribunal, con ello y otras actitudes se advierte su
falta de preparación para el juicio, en contraposición, el Dr. Kataoka lleva una ade-
cuada defensa. El director no deja de ver intimidantemente a Hiruta, él sólo agacha
la cabeza. Se presentan los testigos del demandado, Hiruta permanece callado, no
lleva a cabo acto alguno a favor de sus clientes. A pesar de las actitudes de Hiruta,
Aoye sigue confiando en él, tal y como lo dice a Masako, al visitarla en su casa,
quien sospecha que su padre no ha sido honesto con Aoye.
El día para dictar el veredicto, los demandantes en voz de Aoye presentan sus ale-
gatos, ya que Hiruta decide no hacer manifestación alguna. El Dr. Kataoka formula
los suyos, en contestación a lo dicho por Aoye. Sorpresivamente, armado de valor,
Hiruta pide tomar la palabra, pasa al estrado, y presenta como prueba un cheque
firmado por el director por la cantidad de 100,000 yenes, diciendo que con ello se
Se le conoce como "el emperador del cine", por su estilo dictatorial como director,
era un perfeccionista que dedicaba enormes cantidades de tiempo y esfuerzo para
lograr el efecto visual deseado. Nació el 23 de marzo de 1910, en Tokio, Japón, fue
el menor de siete hijos; se le considera como uno de los más célebres directores
del cine japonés. Su madre provenía de una familia de comerciantes de Osaka, en
cambio su padre, director de un instituto del ejército japonés, descendía de una
familia de samuráis. Estudió bellas artes, pero el temor de no ser un buen pintor y
su interés por el cine lo llevaron en 1936 a trabajar en los estudios cinematográ
ficos Toho en Tokio, primero como ayudante del director Kairo Yamamoto y luego
como guionista de distintos realizadores.
Debutó como director durante la Segunda Guerra Mundial con La leyenda del gran
judo (1943) y La nueva leyenda del gran judo (Zoku sugata sanshiro, 1945), historias
llenas de espíritu nacionalista. En la segunda mitad de la década de los cuarenta
realizó siete películas, sobresale El Ángel borracho (Yoidore tenshi, 1948), la trama
enfrenta a un médico alcohólico y a un gángster tuberculoso. Se dio a conocer in-
ternacionalmente con Rashomon (1950), cinta que
trata sobre distintos puntos de vista acerca de una
violación ocurrida en el siglo XI, y por la que resultó
ganador del León de Oro de la Muestra de Venecia y
del Oscar a la mejor producción extranjera en 1951.
Sus dos últimos trabajos fueron Rapsodia en agosto (1991) y Madayayo (1993) cin-
tas que a su muerte, ocurrida el 6 de septiembre de 1998, mientras dormía, aún no
habían sido proyectadas.
b. Filmografía de Kurosawa
"…la única razón de que sean valientes es que sus víctimas han sido unos
cobardes", palabras de Aoye a Miyako tratándola de convencer para deman-
dar en conjunto a la revista Amour.
"Lo correcto y lo incorrecto solían oponerse", Hiruta platicando con Aoye, para
convencerlo de ser su abogado.
"…el abogado es el peor tipo de canalla", Hiruta hablando con Aoye sobre la
concepción que se tiene de los abogados.
3
En los diálogos y escenas se han identificado los minutos precisos de la película para facilitar la formación
de la ficha visual en caso de ser requerido.
fui engañando a otros", palabras de Hiruta a su hija Masako, dando los argu-
mentos del porqué de su comportamiento.
"A no ser que una persona abra su corazón a alguien de vez en cuando se
ahogará en la muerte con ello", Hiruta hablando con Masako, cuando su
esposa trata de interrumpirlo para dejar descansar a su pequeña.
"Un hombre es una criatura trágica. Y tan débil. Siendo débil, pretende ser
fuerte. Ese es el problema", palabras de la conversación de Hiruta con su hija
Masako.
"No lo olvides. Trabajas para ambos lados ahora", el director le dice esto a
Hiruta, al informarle que Aoye y Miyako demandarán en conjunto a la
revista.
"No está haciéndolo porque sea malvado. Es débil", Aoye le dice esto a Masako,
refiriéndose a su padre, cuando la visita y ésta avienta al suelo unas flores
que le obsequia.
"Toda acción debe ser apoyada por una razón", palabras del Dr. Kataoka al
director ante la negativa de que Hiruta presente como prueba el cheque
entregado por él.
"Por primera vez vi una estrella nacer. Comparado con eso, nuestra victoria no
es nada", palabras de Aoye a los periodistas al saber que han ganado el
juicio, haciendo alusión a Hiruta.
b. Escenas relevantes
Hiruta en casa ebrio, llega con regalos para su hija Masako, quien reconoce
el comportamiento de su padre, al verse descubierto se ofende a sí mismo,
y expone a su hija los argumentos del porqué se convirtió en una persona
deshonesta, alguien que engaña a los demás.
En el juicio, el día en que sería emitido el veredicto Hiruta declara que reci-
bió un cheque del director, reconoce su falta de honestidad, es la prueba
que otorga el triunfo a la pareja.
5. FICHA DE TRABAJO
a. Preguntas detonantes
6. ANÁLISIS
Ahora bien, otro principio que podemos advertir en el personaje del abogado es el
de Profesionalismo, a simple vista podríamos decir que el abogado en nada fue
profesional, esto en razón de que el Código de Ética nos dice sobre este principio
lo siguiente:
4
Código Iberoamericano de Ética Judicial, Presentación de Manuel Atienza y Rodolfo Luis Vigo, Buenos Aires,
La Ley, 2006, p. 5.
En el aspecto privado el abogado se deja llevar por sus vicios, el alcohol y las
apuestas, degradando su persona, y afectando con ello su actividad profesional;
no es una persona en la que se advierta una debida preparación y conocimiento
del derecho, basta con recordar cómo se presentó al Tribunal y la carencia de
una debida defensa y representación de sus clientes, los demandantes; no llevó a
cabo un adecuado estudio del caso que presentó al Tribunal, ya que ni siquiera
se ocupó en preparar debidamente las pruebas, recordemos que los testigos a su
cargo en un principio no se presentaron por desconocer su paradero, posterior-
mente aparecieron en el juicio, sin que formulara un interrogatorio adecuado a fin
de comprobar la falsedad del artículo publicado en la revista; con todo lo anterior,
el abogado despierta desconfianza e incredibilidad por parte de sus clientes, del
abogado de la defensa y de las personas en general, situación que claramente es
advertida por su hija.
Por el contrario, si se observa la actuación del Dr. Kataoka, abogado del director de
la revista, refleja una actitud profesional en todo momento, basta observar su preo
cupación porque el caso se resuelva justamente con base en lo sucedido; ello se
advierte en el momento en que el director acude para solicitarle lo represente en
el tribunal, y el Dr. Kataoka le contesta "Naturalmente, como abogado... puedo
aceptar cualquier caso. A no ser que la causa sea imprudente."
Sobre el punto 4.19, me gustaría retomar las palabras de Manuel Atienza y Rodolfo
Luis Vigo señaladas en la Presentación del Código Iberoamericano de Ética Judi-
cial, en el hecho de que "…el juez al asumir voluntariamente su función ha acepta-
do no sólo los beneficios que la misma conlleva, sino también las exigencias que
supone y que resultan superiores a las de un ciudadano común; de ahí el esfuerzo
que se le pide al juez para que no sólo ‘sea’ sino que ‘parezca’ correcto en la pres-
tación de su servicio…".5
Dentro del principio de excelencia, en el que el Código incluye una serie de virtu-
des, observamos en los personajes de la película, las siguientes:
5
Ibídem, p. 3.
Esta virtud la refleja el pintor, Aoye, quien a pesar de que pudiese existir un escán-
dalo mayor al iniciado por la revista Amour, decide demandar, aunque con ello se
pudiere ver expuesto, sus palabras expresan lo anterior: "…la única razón de que
sean valientes es que sus víctimas han sido unos cobardes". En un principio,
Miyako la cantante, teme la exposición ante los medios al demandar, sin embargo
reconsidera la situación y decide hacerlo en conjunto con Aoye. Caso contrario lo
vemos en el abogado Hiruta, quien se ve intimidado ante el director y la figura del
abogado el Dr. Kataoka; el abogado se presenta como una persona débil de carác-
ter, y por ello no cumple con la función que le fue encomendada para representar
debidamente y con profesionalismo a la pareja que lo contrato.
Esta falta de fortaleza por parte del abogado es expuesta a través de los otros
personajes, aquí a colación las palabras que Aoye, el pintor, hace a la pequeña
Masako, hija del abogado, al describir a su padre: "No está haciéndolo porque
sea malvado. Es débil"; asimismo, advertimos que el abogado está consciente de
su falta de fortaleza al decir: "Un hombre es una criatura trágica. Y tan débil. Siendo
débil, pretende ser fuerte. Ese es el problema", sobre esto podemos decir que
"…muchos seres humanos honestamente creen encontrarse ellos mismos en el
más alto nivel de valentía, y sin embargo fracasan ante la primera situación de
tensión; otros son tímidos y así lo reconocen…, pero que en el momento más críti-
co sorpresivamente se revelan a sí mismos ser realmente fuertes, con lo que se
hace visible un tipo de cualidad individual que se encontraba escondida u oculta."6
Situación, esta última, ocurre con el personaje al que nos referimos, ya que en el
momento final del juicio confiesa haber aceptado dinero del director, venciendo
a éste, quien durante el proceso lo atemorizo con solo su mirada.
6
HIGUERA CORONA, Jorge, La ética dentro de la filosofía del ser y el tiempo de Martin Heidegger, y la virtud
cardinal de la fortaleza en relación con la función jurisdiccional, Serie Ética Judicial, n. 8, SCJN, México, 2006,
p. 46.
7
Ibídem, p. 47.
8
CALAMANDREI, Piero, Elogio dei giudici scritto da un avvocato, p. 53.
Conforme a cada uno de los vocablos a que señala el Código de Ética en relación a
la honestidad, podemos decir que una persona honesta es aquella íntegra en su
actuar, justa, severa y firme en sus decisiones. A honestidad puede ser también
concebida como el reconocimiento de las acciones con las cuales hemos afectado
a terceros, relacionando este actuar con la fortaleza.
Una persona que se comporta con decoro, en términos del Código de Ética:
9
STEIDEL FIGUEROA, Sigfrido, La regulación de las actividades extrajudiciales de los jueces en Puerto Rico y en
Estados Unidos, Serie Ética Judicial, n. 15, SCJN, México, 2007, pp. 30-31.
7. BIBLIOGRAFÍA
8. PELÍCULAS RELACIONADAS
Sin amigos y sin familia, Ben quema sus recuerdos y viaja hasta Las Vegas con el
propósito de beber hasta morir. Nada más llegar a la ciudad, conoce a Sera (Elisa-
beth Shue), una atractiva prostituta de la que se queda prendado.
El Veredicto/Veredicto final
(The Verdict)
Año: 1982
País: Estados Unidos
Director: Sidney Lumet
Guión: David Mamet
(Novela: Barry Reed)
Género: Drama
Preciosa
(Precious)
Año: 2009
País: Estados Unidos
Director: Lee Daniels
Guión: Geoffrey Fletcher
(Novela: Sapphire)
Género: Drama
457
2. SINOPSIS
Tocar el cielo es una película que retrata de manera ejemplar la naturaleza de las
relaciones humanas. Los anhelos, sueños, deseos y emociones de cada protago-
459
nista son el contenido de las historias de amor y amistad que unen, a través de las
personas, a dos países: España y Argentina. Tocar el cielo es, en el fondo, la historia
de seres humanos en búsqueda de la felicidad.
Al otro lado del océano, en Argentina, Santiago, sobrino de Pedro, se casa con
Amparo a efecto de facilitarle los trámites para la adopción de un bebé. Mujeriego,
irresponsable y aventurero, Santiago llega a comprender poco a poco la importancia
de madurar, a raíz precisamente de la enfermedad de Gloria, quien había sido para
él como una madre después de la muerte de sus padres. Mientras Amparo sigue
los trámites necesarios para lograr la adopción, Santiago y su abuela Imperio viajan
a España para visitar a Gloria.
Además de no haber sido exhibida en México (lo que hace de su proyección una
oportunidad para disfrutar de una historia difícil de conseguir),1 la película resulta
1
Sin embargo, existe la posibilidad de descargar la película, dividida en diez partes, de la página de internet
de youtube. Vid: http://www.youtube.com/watch?v=GpH_gECuoUw
Planos en el rodaje
Enfoque de los globos en forma de delfín en los que aparecen al fondo los
edificios y el cielo (contrapicado).
Alternación de escenas entre los globos en forma de delfín y la boda de San
tiago y Amparo.
Toma de Pedro cubierto con cartones (medium close-up). Relevancia para
definir carácter del personaje.
2
Vid. http://www.imdb.com/name/nm0138759/#Director
3
Para los elementos y términos técnicos puede consultarse: Rivas, Carolina, Cine paso a paso. Metodología
del autoconocimiento (Zona cero y La vida se amputa en seco), FONCA-CONACULTA-UNAM-Centro Universitario
de Estudios Cinematográficos, México, 2010, pp. 262-277.
Toma de Amparo hablando por teléfono diciendo "se está portando como un
auténtico caballero" y al fondo Santiago platicando con una chica.
Enfoque de la mirada de Amparo sosteniendo su anillo de bodas después
de que Santiago y la chica se van.
Secuencia de tres escenas en las que Santiago y una chica van en la moto-
cicleta y casi chocan. Relevancia para efectos de carácter de personaje.
Toma abierta de la abuela en su jardín, bebiendo una copa de vino en sole-
dad. Rasgo de carácter de personaje.
Enfoque de las manos y los post-it azules con el nombre "Miguel".
Enfoque de los globos elevándose hacia el cielo nocturno (Momento en que
aparece el nombre de la película).
Tomas de Amparo al llegar al pueblo en el que visita la mujer que dará su
hijo en adopción.
Toma de Amparo y Teresa llegando por la vereda rodeada de árboles, cuan-
do van a ver a la mujer que quiere dar en adopción a su bebé (Albertina).
Toma de los niños cuando Amparo y Teresa están hablando con Albertina
(médium close up), así como de la casa de Albertina.
Enfoque de la casa de Pedro a media luz, cuando él va llegando, después de
salir con Elena (Elementos: libros, esculturas).
Escena del accidente como flash back que surge en la escena en la que
Santiago visita a Gloria en el hospital.
Toma close up de cuchillo cuando Dorina no acepta ser sobornada por
Pedro.
Secuencia de escenas en España (con Gloria y Pedro en su última salida de
jueves) y Argentina (con el nacimiento del bebé).
Toma de las fotos y de la casa vacía de Gloria.
Última toma de los globos en el cielo nocturno.
Las fechas que aparecen al inicio y al final de la película no registran el año
Audio y musicalización
Música de fondo cuando Amparo pega los post-it azules a sus globos, y
cuando los globos se sueltan.
Sonido ambiental de fuegos artificiales al momento de soltar los globos de
año nuevo.
Música de fondo cuando Amparo llega al pueblo donde verá a la mujer que
quiere dar su hijo en adopción.
Música de fondo en la escena en la que Pedro rompe con Elena.
Música de fondo cuando Gloria está en la bañera.
Música de fondo cuando Pedro entra al cuarto de Fidel.
Música de fondo durante el trayecto en el taxi en la última salida de Pedro y
Gloria, que liga la escena con el nacimiento del bebé.
a. Diálogos
Santiago: Cuando sean las doce, vos te parás al lado mío y sueltas el
globo conmigo, ¿estamos?
Imperio: Estamos, pero no tenés por que hablarme así, despacito,
como si fuera una vieja de 80 años
S: No te hablo como si fueras una vieja de ochenta años, te hablo
como una dama de 81 que es lo que sos
I: Eso me encantó… No puedo creer que todavía andes con este
asunto de los globitos
S: Es una tradición preciosa que ya tiene 29 años
I: ¿29 años ya?... cómo pasa el tiempo. ¿Te acordás de la primera vez
que tu madrina vino con los globos?
S: Sí, claro que me acuerdo
4
En los diálogos y escenas se han identificado los minutos precisos de la película para facilitar la formación
de la ficha visual en caso de ser requerido.
miedo. Esa hija de puta me cagó la vida así que tené mucho cuidado
con lo que decís
A: No te sirve de nada ponerte así, no te ayuda ni a ti ni a nadie.
Al final ¿sabes qué? Un día de estos te puede salir bien
S: ¡¿Y?!
A: Y sería una gran desgracia
S: ¿Qué pasa? ¿Tenés miedo de quedarte sin marido para el juicio de
adopción?...
A: (se retira)
S: Pará, pará, eh, Amparo, Amparo…
G: No
P: Y luego me acusas de irresponsable
G: ¿Cómo querés que se lo diga?, que crees, no puedo salir el viernes
porque tengo una sesión de quimioterapia
A lo lejos: Gloria Estevés
P: Somos nosotros
G: Yo, nosotros no, yo
b. Escenas relevantes
Escena en la que Elena pregunta por Pedro y Dorina lo niega, llegando des-
pués Pedro para reprender a Dorina.
Escena en la que Pedro y Fidel discuten y éste último, desde su cuarto, ad-
vierte a Elena que se aleje de su padre si no quiere salir lastimada, termi-
nando a continuación en el primer beso entre Pedro y Elena.
Escena en la que Pedro saca a Gloria del hospital para repetir su ritual de
salida de los jueves.
Escena en la que Santiago le pide a Amparo ser el papá del bebé que
adoptan.
6. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
Si bien los temas que pueden considerarse el eje de Tocar el cielo son: la compleji-
dad de las relaciones humanas y el contraste cíclico de la vida y la muerte, funda-
mentales para la reflexión ética general; para el caso de la ética judicial existen
múltiples temáticas relevantes, fundamentalmente ligadas a la caracterización de
los protagonistas: el humanismo (ligado al amor y a la amistad), del que a su vez se
desprende la consideración a los otros, la tolerancia y la empatía; la fortaleza
(expresada de manera inversa a través de la incontinencia de la ira); la templan-
za (expresada también en su contrario a través de la concupiscencia); la res
ponsabilidad y el compromiso social, así como la prudencia (presupuesto para la
armónica convivencia y la comunicación-transparencia).
c. Preguntas detonantes
4. ¿Por qué Santiago le pide a Amparo que sí puede ser el padre del bebé?
5. ¿Es correcto simular un matrimonio con la intensión de lograr una adopción?
6. ¿El fin justifica los medios?
7. ¿Por qué Gloria se aleja del veterinario que cura a batman si éste le gustaba,
y por qué no le dice de su enfermedad?
8. ¿Por qué Pedro saca a Gloria del hospital aún con su estado delicado de
salud?
9. ¿En condiciones como las de Albertina, darías en adopción a tu hijo?
10. ¿Por qué Santiago cumple con la promesa de llamar a Gloria para que escu-
che el llanto del bebé, aún cuando Gloria ha muerto?
11. ¿Existen conductas en la vida real, similares a las de la película?
12. ¿Qué virtudes o valores éticos nos propone la película?
13. ¿Cuál sería la moraleja para nuestra vida práctica, aplicado en el ámbito
personal y en el ámbito laboral?
7. ANÁLISIS
Santiago: Con un particular gusto por los placeres de la vida puede ser
perfectamente caracterizado como un conquistador. Independiente y segu-
ro, goza de su libertad, pero al extremo de no asumir algún compromiso con
otras personas (especialmente con sus parejas amorosas). No obstante, de-
muestra su bondad y su cariño hacia su familia y amigos, al grado de estar
dispuesto a casarse con Amparo para ayudarla en la adopción de un bebé.
Poco a poco, a raíz de la enfermedad de Gloria, irá entendiendo la necesidad
de responsabilizarse y madurar.
Imperio (abuela): Una mujer refinada y sola, cuyo interés principal es, apa-
rentemente, ella misma. La frialdad con la que se desenvuelve en sus rela-
ciones (fundamentalmente con sus seres queridos) es acompañada del
apoyo material que, sin embargo, siempre brinda. Mujer fuerte y de carácter
duro, no duda en decir las cosas de manera cruda y sarcástica, así como
en rechazar manifestaciones de cariño, aunque en el fondo las disfruta y
anhela.
5
Cfr. Della Mirandola, Pico, Discurso sobre la dignidad del hombre, UNAM, 2004, pp. 14-18.
6
La ética aristotélica ha sido, por ello, calificada de eudemonista, aunque ciertamente existen otros enfoques
éticos, entre los más destacados, el deontologismo y el consecuencialismo utilitarista.
Quizá los personajes de Gloria y Amparo resultan ser los más relevantes en un
sentido positivo, ilustradores de virtudes específicas. Gloria es una mujer habitua-
da a dar, a compartir su amor y su cariño con los demás. Despliega la consciencia
del humanismo, pues no sólo siempre está pendiente de considerar a las otras
personas con respeto y dignidad, sino que se hace capaz de comprenderlos y apo-
yarlos. Trasciende el valor de la tolerancia hacia una aceptación empática, como
lo demuestra aquella lección que ofrece a Imperio en el hospital advirtiéndole:
"Pedro jamás va a cambiar, quiérelo como es" Pedro es consciente de ello,
pues comparte con Elena la idea de que es Gloria la única que lo quiere como es.
Se debe estar muy lleno para estar en condiciones de desbordar hacia los demás
y Gloria, a pesar de no haber cumplido muchos sueños, tiene esa riqueza de
voluntad.
Esto, sin embargo, no ha de confundirse con validar incluso los errores de los
demás. Pedro se equivoca y Gloria se lo hace saber. Si es verdad que Gloria desplie-
ga una comprensión profunda hacia los demás y una aceptación incondicional,
también lo es que procura por su bien y en ello está el señalamiento de los errores.
Sólo quien despliega la virtud del humanismo puede considerar el valor de las
otras personas y sólo así, se puede lograr una convivencia armónica y la felicidad.
Darse cuenta que la felicidad del otro está ligada a la nuestra es darse cuenta, por
ejemplo, de la importancia de ser más considerados con nuestros compañeros de
trabajo, con quienes se comparten fines. Las relaciones humanas sanas sólo pueden
ser posibles si atendemos a esta humanidad, que supone empatía y humildad.
Gloria manifiesta claramente la necesidad que tenemos unos de los otros. Ella fue
como una madre para Santiago, pero Santiago le dio mucho también (como ella lo
enfatiza en su encuentro en el hospital). Fue una estupenda amiga (la única que
lograba ver lo bueno de Pedro), pero también necesitó de su apoyo al momento
de su enfermedad. Evaluó, quizá prudentemente, la conveniencia de no decirle a
su nuevo novio veterinario sobre su enfermedad, pero siempre pensando en el bien
de los demás (ejemplo claro de lo que Torquato Accetto identifica como disimula-
ción honesta).7
7
Vid. Accetto, Torquato, La disimulación honesta, El cuenco de plata, Argentina, 2005, p. 10.
Por su parte, Amparo proyecta el camino de lucha por un ideal, un sueño en el que
ha de vencer muchos obstáculos y desilusiones.8 Amparo se atemoriza en un mo-
mento y se hace consciente de su fragilidad, pero supera su miedo y decide con
tinuar. Reflejo de la perseverancia, el personaje de Amparo también puede
vincularse a la fortaleza. La perseverancia la vemos unida al ferviente deseo de lo-
grar algo. En el caso de Amparo, perseveró para llevar a cabo el deseo de ser madre
y lo logró; su enseñanza es clara: a pesar de las desilusiones o los descalabros,
los seres humanos han de luchar por alcanzar sus sueños. Y esto supone la forta-
leza, pues el ánimo se debe preparar para mantenerse firme frente a la adversidad.
Perseverancia y fortaleza sólo pueden ser tales si el fin perseguido y defendido es
positivo.
8
Cierto que una reflexión en torno a la relación entre medios y fines se hace pertinente, desde el punto de la
ética, para este ejemplo.
Imperio es otro posible contraejemplo, pues su frialdad la hace alejar todo tipo de
contacto humano. Es emblemática la escena en la que se rehúsa al beso de San-
tiago, aunque termine finalmente por aceptarlo. Imperio intuye esa necesidad de
contacto humano, pero la atemoriza y por ello, en cualquier situación comprometi-
da, busca evadirlo. La escena en la que Pedro recibe la noticia de la muerte de
Gloria es fundamental, pues descubre la verdadera naturaleza de los personajes:
Pedro necesita de su madre e Imperio necesita de su hijo, más allá de todas las
máscaras y los fingimientos. La escena es un retorno a la sencillez y al humanismo,
superando los egoísmos y soberbias de ambos personajes.
9
Cfr. Aquino, Tomás de, Summa Theologiae, II, II, c. 123, a. 10.
10
Cfr. Ibidem, II, II, c. 141, a. 3.
11
Vid. material extra con comentarios del Director.
De manera simbólica, Tocar el cielo hace la alusión a una tradición: cada año nuevo
los personajes lanzan globos al cielo y con ellos, sus deseos íntimos y profun-
dos. Los personajes que viven en España, envían globos en forma de delfín, lo cual
puede tener un significado ligado a la inteligencia, actuar con razón.
En definitiva, esta película de Marcos Carnevale, nos muestra los caminos por los
cuales los seres humanos buscamos la felicidad, una búsqueda que no siempre es
sencilla, debido a la complejidad de los seres humanos. Creamos situaciones y
relaciones complejas que turban esa idea de felicidad, aunque tengamos el obje
tivo de encontrarla. Esta película nos expone momentos importantes de la vida,
como la muerte y el nacimiento; en ambos momentos, así como en el recorrido
propio de la vida, necesitamos de los otros, precisamos de ese contacto de huma-
nidad, nos hace falta el otro para sentirnos seguros, requerimos del otro para ser
felices, sin importar la edad o el rol que ocupemos (jóvenes, estudiantes, amigos o
padres).
12
Y esta situación también ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la adopción y sobre su relación con las
condiciones de pobreza en las que, desde diversas perspectivas, se obliga a estar al mayor porcentaje de la
población. Nuevamente, un aspecto vinculado al humanismo, a la justicia y al compromiso social.
8. BIBLIOGRAFÍA
9. PELÍCULAS RELACIONADAS
Mejor… imposible
(As good as it gets)
Director: James L. Brooks
País: Estados Unidos
Género: Comedia romántica
Año: 1997
Idioma: Inglés
Duración: 138 min.
sociedad. Pero, a pesar de que se enorgullece de su forma de ser, hay dos personas
que sí conviven con él en su día a día: su vecino homosexual Simon Bishop (Greg
Kinnear) y la camarera Carol Connelly (Helen Hunt).
Locos de ira
(Anger Management)
Director: Peter Segal
País: Estados Unidos
Género: Comedia
Año: 2003
Idioma: Inglés
Duración: 106 min.
Dulce noviembre
(Sweet November)
Director: Pat O’Connor
País: Estados Unidos
Género: Drama-comedia romántica
Año: 2001
Idioma: Inglés
Duración: 115 min.
485
1
Novelista, dramaturgo y cineasta.
2
La película ya había sido presentada en teatro por el propio Marcel Pagnol.
487
2. SINOPSIS
Una de las primeras versiones fílmicas de esta película procede de 1933 reali-
zada por el legendario actor John Barrymore y Myrna Loy, otra del mismo año
dirigida por Louis J. Gasnier y posteriormente se rodaron otras versiones, como
la francesa a cargo del famoso actor Fernandel, en el año de 1951 y la de Peter
Sellers de 1961.
Topaze da una clase de moral, cuyo tema debía ser sobre el bien y el mal, el vicio y
la virtud, aspectos que desde luego centra el guión para las siguientes escenas
pues establece en la clase la diferencia entre como viviría un hombre deshonesto
y un hombre honesto.
Este regidor le propone a Topaze hacerlo agente de ventas, engañándolo para usar-
lo como prestanombres, el profesor acepta, además, para mantenerse cercano a
Suzy, e incluso después de ser informado del fraude por Roger Bersac, los escrú-
pulos de Topaze se vencen en primera instancia por el amor a Suzy, y posteriormen-
te cuando empieza a ganar mucho dinero, por verdadera convicción de que ese es
el camino correcto, pues ha recibido las una vez anheladas Palmas Académicas
del Ministro de educación al parecer por tráfico de influencias.
a. Avisos al monitor
La moral de los años cincuenta. Es lo que hoy llaman "moralina", y sin em-
bargo, es una virtud que no tenía realmente firme cuando el personaje es
tentado por la buena vida, aspecto que puede ser también atractivo para un
Juez o funcionarios judiciales en general… si no tiene bien cimentada la
virtud de la honestidad. La moral en cuestión radicaba en conducirse con
6. FICHA DE TRABAJO
1. La vida del profesor con modestos salarios pero con honestidad intachable,
debe ser emulada no solo por Jueces y personal del Poder Judicial sino por
todos los servidores públicos.
7. ANÁLISIS
Las escenas más destacadas en nuestra opinión, son las que describen el tras
fondo ético del personaje y su transformación hacia un individuo que se autode
nomina "práctico", por ejemplo:
También en esta clase describe lo que es un hombre honesto, que por serlo,
su patrón le aumenta todos los meses el sueldo y si va a la guerra su gobier-
no lo condecoraría…
Este pasaje es vital para comprender la crisis de conciencia que tiene Topaze,
quien comienza a tener comportamiento paranoico y ve persecuciones por
todas partes, sin embargo una nota periodística hace verle que quizá sí le
estén vigilando, pero el consejero Castel Vernac se deshace de la amenaza
de un escándalo en los periódicos que descubra todo… a base de un chan-
taje sobre el oscuro pasado del director del periódico.
Como se puede apreciar, todos los personajes que actúan en esta "comedia"
son deshonestos que daban la apariencia de honestidad: el profesor mismo,
el director del colegio, su hija, el profesor Thames que revela el "secreto" de
Topaze al director cuando le dice que le corrige las tareas de sus alumnos,
la baronesa que quiere darle las condecoraciones a cambio de modificar las
notas de su hijo, el consejero Castel Vernac y Suzy Curtois.
4. La escena con su amigo Tamise que al final de la película (que por cierto le
dice que es su amigo y nunca ha sido indiscreto) le dice que en efecto cono
ce cuáles son los negocios que lleva a cabo como "simples chanchullos"
que derivan de tráfico de influencias, corrupción de funcionarios y la preva-
ricación, que si hubiera justicia ya estaría en la cárcel. Su amigo le hace ver
que en realidad es un sofisma cuando le afirma que es rico y respetado
aunque salga de negocios turbios, pues durante diez años trabajó con un
salario bajo y sin recibir las condecoraciones esperadas.
sobre si tener dinero es bueno o no, Topaze le hace ver que debe ganar dinero
para comprarse lo que quiere y se merece, y aun el amor de una mujer, pues
le comenta que la mujer a quien prefiere es a quien tiene dinero. Al final le
dice que hará a partir de ese día solo negocios honrados.
8. PELÍCULAS RELACIONADAS
Otras películas que tienen como protagonista a un profesor y en las que se advierten
comportamientos dentro o fuera de la ética.
Triunfo a la vida
(Mr. Holland´s Opus, 1995)
Esta película es un vivo ejemplo del profesor exitoso que es no solamente desta
cado en su estilo pedagógico sino que además se interesa por los alumnos y éstos
y la comunidad le rinden homenaje cuando la escuela decide por cuestiones
presupuestales prescindir de las artes en el plan de estudios.
pectivas películas, sin embargo en este caso el profesor es un ingeniero latino que
llega a una escuela secundaria del lado más pobre de Los Angeles a enseñar
matemáticas y con su método novedoso revoluciona la forma de enseñar dicha
ciencia, alentando a los estudiantes, la mayoría mexicanos, y dándoles a entender
que solo estudiando y llegando a la universidad saldrán de la marginación y pobre-
za en que se encuentran, además de infundirles autoestima y convicción de poseer
inteligencia y talento para salir adelante. El profesor, Jaime Escalante, logra su
cometido porque con su forma de enseñanza y aprendizaje los estudiantes con
siguen créditos para las becas de matemáticas en universidades estadouniden-
ses. Es una historia de la vida real.
499
501
objetivo de ganar dinero en pocos meses y poder estar cerca de su hija. Sin embar-
go, se percata que la situación en aquella zona no es nada sencilla para las mujeres,
lo que le genera indignación. A medida que transcurre, con nuevas responsabilida-
des en el lugar, descubre una red de trata de personas para fines de explotación
sexual, en la que se ven involucrados no solo personas de la región, sino una em-
presa transnacional e, incluso, altos funcionarios de organismos internacionales.
El filme formó parte de la Selección Oficial del Festival del Toronto y mediante sus
crudas imágenes nos recuerda las numerosas violaciones a los derechos huma-
nos que quedan como secuela de la guerra; la discriminación a causa de la raza, el
credo o incluso la violencia de la que son víctimas las mujeres.
La película nos confronta y abre los ojos ante una realidad desgarradora, por ello
cuenta con escenas fuertes en las que se denigra, golpea o abusa de mujeres
menores de edad que son explotadas o violentadas física y psicológicamente, por
lo que la cinta no es apropiada para personas susceptibles.
4. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
c. Preguntas detonantes
5. ANÁLISIS
La película inicia con una fiesta. Dos jóvenes se encuentran ahí, una de ellas, Raya,
se despide, pero la otra insiste que venga con ella a dormir, para que al día siguiente
se presenten con una persona que las llevará a trabajar en un hotel fuera de su
ciudad. Al llegar a su casa, esta joven se encuentra con una madre molesta, que
no mide sus palabras, ya que le reclama la hora, "si no te gusta vete, al cabo que ya
te graduaste, eres adulta, haz lo que quieras". La joven se siente primero con culpa
y triste, pero empieza a ver la modestia que existe en su casa y eso es motor para que
se vaya. La siguiente escena muestra a las muchachas, con un joven apuesto
que les hace unas fotografías y las alecciona para cruzar la frontera. Cuando le
toman las fotos a Raya, se acerca una mujer que se muestra familiar con Raya, a
la que el fotógrafo le pide retirarse.
1
Empresa contratista estadounidense que se especializa en el ofrecimiento de servicios militares para estra-
tegias globales. En la película, esta empresa privada es contratada atendiendo a que no se cuenta con cuerpos
de seguridad que conformen el destacamento policial internacional, a quien se encargó el cuidado de la segu
ridad de Bosnia y en otras partes del mundo. Para mayor información de la compañía, revisar su página web:
http://www.dyn-intl.com/
El que va guiando e instruyendo a Kathryn, le propone salir del lugar; a ella, esto le
molesta, pues considera que los hechos se deben investigar, porque constituyen
un caso de agresión. Él la cuestiona: "puedes diferenciar entre un bosnio, un serbio
o un croata. Yo no puedo, el odio racial comenzó una guerra en este país; no veni-
mos como investigadores sino como observadores, a veces, hay que hacerse a un
lado". Bolkovac empieza a indagar y descubre que la mujer ha estado ocho veces
en el hospital (por agresiones de su marido), pero siempre es regresada a casa.
El compañero de Kathryn, le comenta: "se ríen de las mujeres en Bosnia, hasta se
rieron de mi madre, no castigan la violencia doméstica". Sin embargo, este com
pañero le pide a Bolkovac que le muestre como hacer la investigación del caso, a
efecto de presentarlo ante el Tribunal; ella lo guía en la evaluación de las pruebas
y cuando es presentado el caso, el Juez resuelve a favor de la mujer violentada.
En estas escenas, comienza a mostrarse el despliegue de ciertas virtudes en el
carácter de Kathryn, fundamentalmente, un sentido de justicia que deriva de cierta
empatía con la mujer violentada, así como la virtud de la fortaleza, pues frente a las
objeciones o circunstancias adversas, emprende la investigación con la concien-
cia de que su conducta es la correcta en tanto persigue el bien y respeto a la dig
nidad del otro, en este caso, la mujer. Existen sociedades en donde prevalece
el machismo y en la cuales el varón actúa de forma irracional, es decir sin cues-
tionar su manera de actuar y reproduciendo el sexismo de la cultura a la que
pertenece.2
2
Cfr. Facio Alda, "Cuando el género suena cambios trae (una metodología para el análisis de género del
fenómeno legal)", ILANUD, San José, Costa Rica, 1992.
podrá hacer nada, porque tiene inmunidad procesal". Esta inmunidad causa impo-
tencia a cualquier persona, porque más que inmunidad, es una cara de la impuni-
dad. Podemos pensar que Bolkovac es una especie de heroína, sin embargo, a lo
largo de la película, ella se muestra como una mujer que quiere hacer bien su tra-
bajo, proyectando el principio de profesionalismo. Hay personas que nos tomamos
en serio lo que se debe hacer frente a una obligación y más aún frente al com
promiso social de cuidar y proteger a los otros y de colaborar con la impartición
o procuración de justicia ; Kathryn, por ejemplo, decidió entrar al fondo del asunto
e involucrarse para proteger a las jóvenes, desplegando una importante capacidad
de indignación, aunada a la convicción de actuar correctamente. Esta actitud de la
protagonista, nos revela fortaleza, templanza y, por supuesto, humanismo; poseer
estas virtudes, nos permite enfrentarnos a la realidad, aun cuando se encuentre en
peligro nuestra propia existencia.
pellos que viven las personas; esta actitud tiene diversas motivaciones, algunas
veces es resultado del miedo, otras de la indiferencia. Cuántas veces nosotros
podemos ser cómplices de injusticias y no alzamos la voz, claro cada uno desde
nuestros espacios, pero debemos denunciar las injusticia y enseñar a nuestros
hijos, familiares, compañeros de trabajo a hacer lo propio, no se trata de "ser chis-
moso, o soplón", sino de apostar por el respeto a la dignidad de las personas y
ayudar a erradicar la violencia y por ende la injusticia.
Bolkovac, conoce a Peter Ward, de asuntos internos, con quien trabajará cerca
namente. Tendrá que encontrar elementos para denunciar a Murray, el policía co-
rrupto de la Policía Internacional. Kathryn logra que algunas jóvenes del refugio
accedan a declarar. En las entrevistas que les realiza, una de las chicas empieza
a hablar de los abusos y muestra una cicatriz en el abdomen diciendo: "esto hizo
que bajara mi precio". Evidentemente, esto demuestra que las mujeres son consi
deradas como mercancías. La chica enfatiza que, por dicha cicatriz, tardará más
tiempo en pagar su deuda. Bolkovac muestra fotos de sus compañeros a las jóve-
nes, pidiéndoles que señalen el papel que cada uno de ellos ha desempeñado en
esta red; Kathryn descubre que todos han estado involucrados en el tráfico huma-
no. Una de las jóvenes del refugio señala "Cuando nos transportaban por la fronte
ra, observé a un hombre vestido como tú (azul y uniforme policiaco), pensé que sería
un ángel bajado del cielo para ayudarnos; pero el manejó y nos llevó". Qué desen-
gaño para las víctimas, qué traición a la propia justicia y a las instituciones que
representan los servidores públicos. Cuando una persona no es leal ni con su
Casi al final, Kathryn Bolkovac es llamada por el área de Recursos humanos, donde
le proponen un esquema de retiro; le hablan de la maternidad, de paseos por
Europa. Ante la negativa de retirarse, empiezan las amenazas, la escucha tele
fónica, las miradas. Los expedientes que había reunido en su investigación, son
cancelados y anulados.
6. BIBLIOGRAFÍA
Protocolo de Palermo.
FACIO Alda, Cuando el género suena cambios trae (una metodología para el
análisis de género del fenómeno legal), ILANUD, San José, C.R.,1992.
7. PELÍCULAS RELACIONADAS
Tráfico Humano
(Human Trafficking) (TV miniserie)
Director: Christian Duguay
País: Estados Unidos
Género: Crimen-Drama
Año: 2005
Idioma: Inglés
Duración: 176 min.
SINOPSIS: Una agente encubierta en Nueva York se infiltra en las redes de trata de
personas a efecto de intentar detener estas estructuras criminales y evitar el daño
provocado por esta red internacional que obliga a mujeres a dedicarse al comercio
sexual.
8 mm
Director: Joel Schumacher
País: Estados Unidos
Género: Drama-suspenso
Año: 1999
Idioma: Inglés
Duración: 123 min.
SINOPSIS: Una anciana viuda encuentra entre las cosas de su esposo muerto
una película impactante, en la que una joven es violentada hasta la muerte. Ante la
duda de saber si el film es ficticio, contrata a Tom Welles, un detective privado, para
que descubra el destino de la chica. Welles se verá envuelto gradualmente en el
mundo de la pornografía y descubrirá que en lo más bajo de esta industria se
encuentran grupos criminales dedicados a realizar las aparentemente míticas
películas "snuff".
Angeles de sol
(Anjos do sol)
Director: Rudi Lagemann
País: Brasil
Género: Drama
Año: 2006
Idioma: Portugués
Duración: 92 min.
SINOPSIS: Basado en una serie de relatos de prensa, el filme nos presenta el mundo
de la prostitución infantil en Brasil a través de la historia de María (Fernanda Car
valho), una niña de doce años que, después de haber sido vendida por sus padres,
cruza el país trabajando como prostituta en busca de un futuro. (FILMAFFINITY)
515
517
1. SINÓPSIS
La trama de esta película gira en torno al descubrimiento de una cura para erra
dicar el gen mutante, lo que implicaría que los mutantes renuncien a sus poderes
para poder ser "normales", esto sin duda es aceptado por unos, pero rechazado por
el grupo más radical de los mutantes, los cuales declaran una guerra contra el
laboratorio que pretende cambiar sus genes y contra los humanos que se interpon-
gan en su camino.
Los efectos especiales y los mutantes pueden generar empatía con los jóvenes
adolescentes, en medio de tantas explosiones y destrucciones, podemos apreciar
actitudes humanas que construyen o destruyen a las personas. Los mutantes son
diferentes del resto de la sociedad (aunque en genes), podemos extrapolar esta dife
rencia al sentir del adolescente en la sociedad, en donde no son adultos, ni niños y
se encuentran en ese tránsito a la construcción del adulto, sin embargo muchos
adultos consideran que sus comportamientos son rebeldes, extraños, distintos a
los que "deberían" tener, se les exige en ocasiones una madurez que está en plena
construcción. Presumiendo que el público tenga esa empatía con los personajes,
se busca la preocupación y conocimiento por los otros. Es a través del cine como
las personas podemos imaginar emociones o sentimientos frente a situaciones que
vemos reflejadas en la pantalla. La simple imagen no genera conciencia, ni genera
el preguntarse ¿cómo me sentiría si alguien me hiciera algo que me molesta?
¿cómo me siento al verme diferente? ¿si yo me viera en X situación, cómo actuaría?;
pero es a través del diálogo posterior a la película, conocido como el debate, como
se entienden y concientizan muchos conceptos y a través del conocimiento de los
Sin duda una sesión es poco tiempo para reflexionar en torno a temas importantes
como el trabajo en equipo, las relaciones dañinas, el abuso y el uso del poder, la
lealtad son temas tracendentes en la construcción del adolescente, pero una vez
que el espectador participa en comentar una película, el cine ya no es igual, se ve,
bajo una óptica diferente cualquier película, identificando las actitudes de los per-
sonajes, la intención del director. Esto es favorable, toda vez que aporta a la cons-
trucción de la inteligencia crítica del jóven.
Los adultos siempre buscan encauzar a los jóvenes, sin embargo el "joven adquiere
desde la institución [del tipo que sea, puede ser paterna], un estatus de indefinición
y de subordinación; a los jóvenes se les prepara, se les forma, se les recluye, se les
castiga y, pocas veces, se les reconoce como otro".1 En este ejercicio queremos
reconocer a los adolescente como son, personas que buscan su identidad; me
parece que esta película puede aportar a ellos la sensibilidad en los temas antes
señalados y puede aportar elementos que ayuden a la construcción de ciudadanía,
así como el ir abonando terreno para cuando ese adolescente se convierta en sea
adulto libre y responsable, tenga capacidad de elegir las conductas y los valores
que lo definirán como persona.2
1
Pérez Islas, José Antonio, "Jóvenes, instituciones y política de juventud", en Umbrales Cambios culturales,
desafíos nacionales y juventud, Coorporación Región, Colombia, 2000.
2
Esto es sustentado en el nivel postconvencional que maneja el profesor Kohlbert, siendo necesario
primero el juicio moral, la capacidad empática y posteriormente un nivel preconvencional que llevan a uno
postconvencional.
3
Herrero, L. y Navarro, Ramiro, "Perdiendo tiempo y ganando espacio. Replanteando la adolescencia
desde lo cotidiano" en Revista Jóvenes, cuarta época, año I, 1997.
4
Causa Joven/CIEJ, México, abril-junio, pp. 72-81.
Tema del cómic: Los super poderes, concluyendo que nosotros tenemos "poder", y
que estos son la capacidad de actuar a favor o en contra de nosotros mismos y de
la propia sociedad.
a. Diálogos
Esa es una pregunta que todos debemos hacernos, ¿por qué?, por-
que somos mutantes.
b. Escenas a destacar
6. FICHA DE TRABAJO
b. Preguntas detonantes
7. ANÁLISIS
vida con las repercusiones que ello implica. Las decisiones consisten en luchar
para erradicar la posibilidad de ser vacunados, incluso atacando a las personas,
buscando solución de conflictos a través de la diplomacia, o sumándose a las filas
para ser vacunados.
Los mutantes tienen dos grupos a los cuales pertenecer, la hermandad comandada
por Magneto y los X-Men, comandados por Charles Xavier; estos grupos apuntan
hacia lo bueno y lo malo, en donde a través de los X-Men se vislumbran actos
profundamente humanos y quienes optan por estar en favor del diálogo, el respeto,
una relación amorosa y la construcción y formación de un grupo fuerte, contraria-
mente se encuentra la hermandad, que son aquellos que se agrupan con miedo y
con un derroche de odio permanente.
Otro aspecto relevante es la doble personalidad que despliega Jean, la chica del
cabello rojo, que se transforma en una mujer que pierde su autocontrol en la forma
de relacionarse, destruyendo todo, incluso al hombre que ama.
8. BIBLIOGRAFÍA
NARVÁEZ, José Ramón, La Formación de Jueces a través del cine, 2011, consul-
table en: http:// raizyconciencia.blogspot.com
SAVATER, Fernando, Ética para Amador, 6a. impresión, Ariel, Barcelona, 2006
Revista Jóvenes, cuarta época, año I, n. 4, Causa Joven, 1997, /CIEJ. México.
9. PELÍCULAS RELACIONADAS
X-MEN (2000)
Director: Brian Synger
Guión: Tom De Santo, Brian Synger
Género: Acción-Aventura-Ciencia Ficción
País: Estados Unidos
X-MEN UNITED
(X-MEN 2 o X2, 2003)
Director: Brian Synger
Guión: David Hayter, ZakPenn y
Brian Synger
Género: Acción-Aventura-Ciencia Ficción
País: Estados Unidos
529
1
Extraída de: http://www.imdb.com/title/tt0117913/
531
2. SINOPSIS
Las primeras escenas de la película muestran un par de jóvenes blancos que viajan
a bordo de una camioneta pick up, quienes, totalmente alcoholizados, pasan cerca
de diversas casas de personas de color y realizan actos vandálicos.
Estos jóvenes Billy Ray Cobb y Peter Willard interceptan a una pequeña de diez
años de raza negra (Tonya Hailey) en el bosque a plena luz del día, la someten,
violan y golpean brutalmente.
A pesar de que la niña fue tirada en el bosque, ésta, aún con vida, es llevada a su
casa donde es recibida por su madre y tres pequeños hermanos.
Los citados sujetos son asegurados por la autoridad; sin embargo, existe la posibi
lidad de que salgan libres bajo fianza, por lo que estando en los tribunales, el padre
de la menor, Carl Lee Hailey, dispara una escopeta en repetidas ocasiones provo
cando la muerte de estos dos jóvenes así como hiere gravemente a un oficial de
policía, a quien como consecuencia de ese hecho le es amputada una pierna.
En este filme que si bien proviene de una novela, resaltan diversos puntos intere
santes a considerar, como que aun con la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y distintos mecanismos de protección para las personas de color,
éstos todavía sufren discriminaciones; el fanatismo que se encuentra presente en
lo más profundo de algunos sectores sociales; asimismo, la corrupción de algunos
miembros de las organizaciones pro ayuda, la dignidad humana, los prejuicios y la
administración de justicia, la reflexión sobre la justicia de propia mano y la ética
tanto del abogado defensor como del fiscal.
Este filme destaca distintos aspectos importantes para la ética de las partes que
intervienen en el juicio y sobre todo la aplicación de la justicia, refleja claramente
que esta labor es exclusiva de humanos con sensibilidad hacia el entorno social
en que se pretende descubrir la verdad de los hechos sujetos a debate. Resalta la
circunstancia de que no se trata únicamente de la aplicación de una ley de manera
marcada y tradicional, sino que debe pugnarse por analizar que se juzga a un indi
viduo por lo que ha hecho y no por sus condiciones raciales, económicas, ideoló
gicas o bien por sus antecedentes.
Sobre todo, nos recuerda que el Derecho se aplica para solucionar problemas en
las vidas de las personas, por lo que no se trata de simples números. El juzgador
tiene que tener la ética y sensibilidad para poder desempeñar con decoro su función,
interesándose en buscar la mejor forma de darle solución a dichos problemas.
Los ojos de la ley son ojos humanos, suyos y míos y hasta que poda
mos vernos a todos como iguales, la justicia nunca va a ser impar
cial, sólo va a ser un reflejo de nuestros propios prejuicios.
5. FICHA DE TRABAJO
Aun cuando el Código de Ética refleja diversos principios respecto a los juzga
dores, ellos pueden ampliarse a todo aquel que esté involucrado en la noble tarea
de impartir justicia.
b. Preguntas detonantes
4. ¿Qué tanta semejanza con el procesado debe tener un jurado para que
pueda cumplirse con la finalidad de "ser juzgado por sus iguales"? O ¿Esti
mar que deben ser similares, implicaría discriminación?
7. El actuar del fiscal de conseguir la lista de los posibles jurados antes que su
contraparte ¿Se justifica por ser el representante de la sociedad?
6. PELÍCULAS RELACIONADAS
541
543
2. SINOPSIS
En Indianápolis, Indiana, 1965, Lester y Betty Likens, quienes trabajan en una feria,
con motivo de un tour dejan a sus hijas Sylvia y Jennie al cuidado de Gertrude
Baniszewski, a quien Sylvia y Jennie conocen en la iglesia por las hijas de ella, al
ofrecerse a cuidarlas a cambio de una manutención semanal, ya que los tiempos
son difíciles y las necesidades la orillan a hacer esa oferta.
La casa de los Baniszewski está en caos por los 6 hijos y los problemas financieros
por los que atraviesan. Sylvia hace amistad con la mayor de las hijas de Gertrude,
Paula, quien le confiesa a Sylvia que está embarazada de su novio, quien es casa
do. Sylvia promete no decirle a nadie.
Pasa el tiempo, Gertrude está molesta porque no ha llegado el dinero para la ma
nutención de las Likens. Las castiga azotándolas con un cinturón. Al poco tiempo,
Gertrude recibe por correo el cheque y una carta de los Likens, pero no les dice
nada a las niñas y tira la carta a la basura.
Estando Paula y Sylvia de paseo con unos amigos, el novio de Paula le dice que su
esposa ha vuelto y la golpea cuando Paula le ruega que se quede con ella. Para
parar la pelea, Sylvia le dice que Paula está embarazada. Paula, furiosa, vocifera
que Sylvia la pagará por haber revelado su secreto. Ricky Hobbs, un adolescen
te quien se siente atraído por Sylvia, observa la escena.
Una vez en casa, Paula le dice a Gertrude que Sylvia ha estado diciendo mentiras
sobre ella. Gertrude obliga a Sylvia a disculparse y Johnny, hijo de Gertrude, sos
tiene a Sylvia para que Paula la golpee. Los rumores sobre el embarazo de Paula se
corren en la escuela.
Jennie encuentra la carta de sus padres en la basura y le pide a Sylvia que les tele
foneen. La llamada es interrumpida cuando ven que los niños Baniszewski se
acercan, quienes, ya en casa, le cuentan a Gertrude sobre la llamada telefónica.
Gertrude cree que le robaron dinero para hacer la llamada de larga distancia, aun
cuando le dicen que intercambiaron botellas por el dinero. Como castigo al robo,
Gertrude quema con un cigarro la mano de Sylvia.
Paula, quien comienza a sentir culpa, le dice a su madre que ha estado rezando y
que cree que Sylvia ha aprendido la lección. Gertrude insiste en que Sylvia necesita
ser castigada, pero Paula no quiere tener nada que ver con ello. En la iglesia, Paula
le confiesa al reverendo que está embarazada, por lo que el pastor va a casa de los
Baniszewski donde Gertrude le dice que envió lejos a Sylvia por ser una mala
influencia.
Un día por la noche, Paula ayuda a Sylvia a escapar. Una de sus hermanas se da
cuenta y despierta a Gertrude, quien trata de evitar la huida. Paula detiene a Ger
trude y Ricky lleva a Sylvia con sus padres, quienes se horrorizan al ver el estado de
su hija. Sylvia y sus padres se dirigen a casa de los Baniszewski para asegurarse
que Jennie esté a salvo. Sylvia entra en la casa y observa su cuerpo en el piso,
mientras Stephanie grita que Sylvia no está respirando. La Sylvia de pie se desva
nece, haciendo ver que el "escape" era una alucinación antes de su muerte.
Mientras Gertrude insiste en que Sylvia está fingiendo, Ricky llama a la policía. Una
vez que llegan, Jennie se acerca a ellos y les dice "Sáquenme de aquí y les contaré
todo".
Jennie está sobre el estrado, declarando que Sylvia nunca les hizo nada a Paula y
a Gertrude, pero Gertrude la tenía amenazada de hacerle lo mismo si decía algo.
Gertrude estando en una celda tiene una visión de Sylvia y antes de pedirle perdón
la imagen se desvanece.
Sylvia narra el final de la historia contando sobre las penas que los otros recibieron,
algunos con prisión y de otros no se sabe.
7. Su esposo a Hope Orbach [al escuchar los gritos desde la calle]: Creo que
no deberíamos intervenir.
12. Abogado: Sally ¿Viste a otros chicos del vecindario lastimar a Sylvia?
Sally: Sí.
Abogado: ¿Le contaste a alguien que viste esta cosa?
Sally: No, en realidad.
Abogado: ¿No le contaste a nadie lo que sucedía en esa casa?
Sally: Le dije a mi padre que Gertrude le había dado una paliza terrible a Sylvia.
Dijo que si hacía lo mismo que ella, me haría lo mismo.
13. Abogado: Shirley ¿Tu mamá estuvo presente alguna vez mientras le hacían
esas cosas a Sylvia?
Shirley Baniszewski: Sí.
Abogado: ¿Cuántas veces?
Shirley Baniszewski: Andaba ahí todo el tiempo.
Abogado: ¿Y qué decía cuando la gente le hacía estas cosas a Sylvia?
Shirley Baniszewski: Nada.
15. Gertrude Baniszewski: Hay cosas que debemos hacer, nos gusten o no.
21. Jennie Likens: Creo que ella no lloraba porque no tenía suficiente agua.
22. Sylvia Likens: Ella me sacrificó para proteger a sus hijos y los sacrificó a ellos
para protegerse a sí misma.
23. Sylvia Likens: El reverendo Bill solía decir "En cada situación, Dios tiene un
plan". Sigo intentando entender cuál era el plan.
4. FICHA DE TRABAJO
a. Preguntas detonantes
2. ¿Por qué la religión es tan importante para Gertrude cuando condena a los
demás, pero sin consecuencias cuando de juzgar a los suyos se trata?
3. ¿Son culpables los niños Baniszewski, sus amigos y vecinos, por las tortu
ras, humillaciones y vejaciones infligidas a Sylvia Likens?
4. ¿Son culpables los vecinos del barrio donde residían los Baniszewski, en
Indianápolis, por cerrar los ojos a las vejaciones que se dan sobre Sylvia
y por cerrar sus oídos a los gritos de dolor que podían escuchar desde su
casa?
7. En las escenas finales ¿podría decirse que Gertrude lucha por superar sus
estrictas creencias religiosas para disculparse con Sylvia por lo que le ha
hecho?
5. ANÁLISIS
Desde siempre, el hogar, la familia y la escuela deben ser los principales entornos
protectores de la infancia; sin embargo, es en ellos en los que lamentablemente
ciertas formas de violencia son comunes. Cada uno de los integrantes de la familia
(madres, padres, hermanos); maestros; nanas, y servicio doméstico usan el casti
go físico y otras formas de agresión cruel o degradante, dejando en condiciones de
vulnerabilidad el abuso sexual y la explotación.
Y no sólo en ese entorno; actualmente está muy en boga el llamado bullying (violen
cia entre menores de edad en el ámbito escolar de niños y adolescentes).
Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las
Mujeres, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía y Estadística (INEGI) ha
reportado que en uno de cada tres hogares del Área Metropolitana de la Ciudad de
México se registra algún tipo de violencia, siendo las víctimas más comúnmente
afectadas las hijas e hijos y el cónyuge, y las formas de maltrato que con más
frecuencia se presentaban son la violencia física, los golpes con el puño, las bofe
tadas y los golpes.
An American Crime está basada en una historia real, trata sobre el juicio seguido a
Gertrude Baniszewski, a través de flashbacks a los eventos descritos por los testi
gos, contando la impactante historia de Gertrude Baniszewski, una ama de casa
con seis hijos que mantuvo encerrada a una adolescente, Sylvia Likens, quien
fue confiada a su cuidado junto con su hermana, en una habitación durante la
década de los 60, en forma de secuestro, torturándola cruel y despiadadamente,
teniendo sus actos consecuencias letales. Sin embargo, la locura de Baniszewski
no termina ahí, permite que sus hijos y otros chicos del vecindario agredan física
Es así que esta película favorece la acción social para rechazar la violencia contra
niños y adolescentes, en cualquier tipo de ambiente, sea familiar, escolar, en la
comunidad y en la sociedad en general, de manera que cada uno de estos espacios
sean un entorno protector que les permita crecer física y mentalmente sanos, se
guros y respetuosos de sí mismos y de los demás, lo que se reflejará en su trato con
los demás.
¿Qué clase de seres humanos somos, ya no sólo por los que participaron de la
crueldad, sino por aquellos que prefirieron mirar hacia otro lado sin intervenir en lo
más mínimo para impedirlo de alguna forma?
6. FUENTES DE CONSULTA
http://www.blogs.imer.gob.mx/arreglandoelmundo/files/2011/04/bullying.pdf
http://www.mujerysalud.gob.mx/mys/doc_pdf/VIOLENCIA_INTRAFAMILIAR_
2003.pdf
http://statecasefiles.justia.com/estatales/mexico/ley-para-la-prevencion-y-
atencion-de-la-violencia-familiar-en-el-estado-de-mexico.pdf
557
1
Cfr. http://www.imdb.com/title/tt0387131/; http://www.filmaffinity.com/es/film694609.html y http://
www.cineatp.com/peliculas-de-drama/el-jardinero-fiel.php (Consultado el 15 de noviembre de 2011).
559
El séptimo arte, sin duda, es una vía de expresión del ser humano, por la que se
hacen conscientes las manifestaciones concretas de su sensibilidad. Sin ser mate
rialmente un protagonista de la historia, el espectador, sin embargo, se conecta
con sus sentidos y se proyecta a través de la música, las imágenes y la empatía de
las emociones que mueven a los personajes a trazar un desenlace u otro.
Nos lleva a reflexionar sobre las mejores formas de hacer saber y reclamar aquello
que parece justo e injusto, en un mundo que pareciera contaminado por la avaricia
de lo que se ha denominado "desarrollo económico", y que puede llevar al extre
mo de significar un mero deseo de acumulación.
La ética, al estar presente en cada una de las actividades humanas, devela en cada
uno de los sectores enunciados e interrelacionados, las distintas posturas que pue
den adoptarse sobre la vida misma y sobre el "otro". Es a través de la apreciación
que se le da a los distintos principios y valores, que puede distinguirse el precio que
adquiere la utilidad, la consecuencia y la virtud, en relación con las personas con
las que compartimos no sólo nuestra vida, como un grupo o relación en particular,
sino con aquél "extraño" que mira, vive y muere.
Así pues, las historias que retrata la película son muy ricas, en cuanto representan
imágenes y contenido tanto de la virtud como del vicio, en una esfera individual y
social que llama a la deontología de las profesiones, al deber de los gobiernos, a la
responsabilidad del poder económico y al compromiso de la sociedad consigo
misma.
2
Habría que discutir sobre las distintas perspectivas de lo que se entiende por "valor", "lo valioso" y la "rique
za". Las comunidades de bajos recursos son ricas, por ejemplo, en recursos naturales, historia, cultura e incluso
en aquello que se ha denominado "diversidad genética". Vid. Diversidad genética, Centro Universitario Interna
cional Europa-Latinoamérica de Investigación y Formación en Ciencias Ambientales (EULA), Chile. Disponible
en http://www.eula.cl/bio.htm (consultado el 15 de noviembre de 2011).
La película El Jardinero Fiel es una adaptación del libro de nombre homónimo, escrito
por el novelista británico John Le Carré (David John Moore Cornwell) en 2001.
Le Carré estudió letras modernas y fue profesor en la Universidad de Eton antes de
unirse al servicio exterior de Gran Bretaña. Colaboró tanto en la embajada británica
en Bonn, como en el consulado británico en Hamburgo. De ahí que sus novelas
desarrollen temas de suspenso y espionaje, ambientados en periodos críticos de la
política internacional, posteriores a la Segunda Guerra Mundial, como la guerra fría.
En un contexto tal, sus personajes han sido descritos como psicológicamente com
plejos y turbios, y sus relatos han sido señalados como portadores de un realismo
sobrecogedor, pues no hay nada que la imaginación o la ciencia ficción supere a la
despiadada realidad enmarcada por el cinismo y la avaricia humana.
b. El Caso Pfizer
En 1996, Nigeria atravesaba una epidemia de cólera y meningitis que había cobra
do la muerte de miles de personas, en números que oscilan entre las 12 mil y las
3
Mccrum, Robert, "What’s the best novel in past 25 years?", The observer, 8 de octubre de 2006, disponible
en: http://www.guardian.co.uk/books/2006/oct/08/fiction.features1
4
"By comparison with the reality, my story [is] as tame as a holiday postcard". Le Carré, John, The constant
gardener, Hodder&Stoughton, United Kingdom, january, 2001.
Poco a poco decenas de casos salieron a la luz. Se señala que muchas familias
comenzaron a pedir limosna afuera de las mezquitas para comprar medicamentos
que aliviaran las extrañas secuelas y dolores de los niños.
5
Cfr. Cózar, Álvaro, "Un tormento llamado Trovan" en El país, 19 de marzo de 2009. Disponible en
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/tormento/llamado/Trovan/elpepusocdmg/20090419elpdmgrep_2/tes
Otro caso. Anas, de 16 años, también fue tratado con Trovan cuando
tenía cuatro años. Su padre Malam Mustapha, describe la enfer
medad como un tormento diario: A veces le duele el cuerpo, aunque
no sé muy bien de dónde viene. Se ve en su cara, en los gestos
que hace de repente. Cada vez que ocurre, su madre tiene que cui
dar de él y yo tengo que salir a pedir limosna para comprar las medi
cinas que le calman un poco. Son muy caras.6
6
Ibidem.
2003 Nairobi, Kenia. Conferencia sobre Sida en África. El caso Trovan fue un
tema recurrente en las mesas de discusión.
2006 Mayo. Nota del Washington Post sobre la aparición del dictamen final de
una investigación realizada por un panel de médicos especialistas sobre
los acontecimientos de 1996, en relación con la actuación de la farma
céutica.7 El reporte final había permanecido oculto por cinco años y
constaba únicamente de tres ejemplares. La copia del gobierno nigeria
no se reportó robada, otra copia se presumía en manos de un oficial gu
bernamental reportado muerto. La fuente del hallazgo solicitó permanecer
7
El reporte concluyó que Pfizer nunca obtuvo autorización del gobierno nigeriano para aplicar un medica
mento experimental en un grupo de aproximadamente 100 niños. Señaló que el personal de Pfizer seleccionó
por sí a los pacientes en el hospital de Kano, al tiempo que también médicos de la organización internacional
Doctors without Borders, aplicaban antibióticos en el hospital. Además, afirmó que nunca existió documenta
ción sobre consentimiento informado, lo que implicaba que los padres no tuvieron conocimiento del carácter
experimental del medicamento. Así también que el único respaldo de la actuación de la farmacéutica era una
carta de un Comité de Ética Nigeriano. El reporte concluyó que el experimento había incurrido no sólo en viola
ciones de derecho interno, sino de derecho internacional, quebrantando la declaración de Helsinki y la Con
vención de los Derechos de los Niños. Por tanto, el panel recomendó que Pfizer fuera sancionado, debiendo
ofrecer disculpas públicas al gobierno y pueblo de Nigeria y pagar la indemnización correspondiente.
2007 Mayo, Nigeria. Estado de Kano presenta cargos penales y demandas civi
les contra Pfizer.
2009 Enero, Nigeria. El Tribunal estatal aplazó el caso a febrero para dar tiem
po a que se consolidaran las pláticas para el posible arreglo entre las
partes.
2009 Enero, EUA. Corte de apelación del segundo circuito, revoca el dese
chamiento y admite a trámite las demandas. Con esto se abre la posibili
dad a las víctimas y sus familias de continuar el procedimiento contra
Pfizer en territorio norteamericano. El fundamento: Alien Tort Statute.
2009 Abril, Nigeria. Encuentros entre el manager de Pfizer Enrico Liggeri, miem
bros del servicio exterior y abogados norteamericanos en la embajada de
Abuja. De acuerdo con Liggeri, Pfizer contrató detectives privados para
investigar casos de corrupción en los que estuviese involucrado el fiscal
general Michael Aondaka, para presionarlo a que se retirara del caso.
(Cable Wikileaks, 2010).
2011 Agosto, Nigeria. Primer pago a familias de cuatro niños fallecidos por
Trovan.
2011 Septiembre, Nigeria. Amenaza a Pfizer sobre nuevas demandas por reten
ción de los recursos del acuerdo extrajudicial destinados a las víctimas.
Se exige que la empresa dé a conocer los resultados de exámenes de
detección de ADN para los fines enunciados.
2011 Octubre. Segundo pago a cuatro familias más, víctimas del Trovan.8
La estrategia de Pfizer para fijar su postura frente a la opinión pública y para defen
derse a lo largo de los distintos procesos jurisdiccionales, careció de cohesión a lo
largo del tiempo. Por un lado, la empresa afirmó el carácter humanitario de las
actividades en Nigeria, argumentando que la Organización Mundial de la Salud
había solicitado su intervención, en virtud de las miles de muertes que había cobra
do tanto la meningitis como el cólera, razón por la que sus actividades se habían
dirigido a la prestación de servicios médicos y al apoyo con medicamentos.9
En otros comunicados se aseveró que la droga había sido probada en por lo menos
5 mil personas en Estados Unidos y Europa, por lo que se había determinado su
efectividad, antes de que decidiera aplicarse en la población africana. Con lo que
la empresa trató de resaltar la labor humanitaria de sus acciones y mostrar, a tra
vés de estadísticas, que el Trovan había ayudado a salvar vidas, alegando un índice
de supervivencia del 94.4%, que reflejaba un 4% de eficacia superior al de otros
medicamentos.11
Entre la numeralia, la compañía incluso llegó a sostener que sólo seis de los niños
a los que se les había administrado la droga habían muerto, y que otros cinco ha
bían fallecido tras recibir dosis de un producto certificado de nombre Rocephin.
8
Cronología elaborada a partir de diversas fuentes. Vid., entre otros, http//www.business-humanrisghts.org/
Categories/Lawsuitsregulatoryaction/LawsuitsSelectedcases/PfizerllaesuitreNigeria; SMITH, David, "Pfizer pays
out to Nigerian families of meningitis drug trial victims", The Guardian, 12 de agosto de 2011, disponible en
http://www.guardian.co.uk/world/2011/aug/11/pfizer-nigeria-meningitis-drug compensation
9
Vid., Cozar, Álvaro, "Un tormento llamado Trovan", op.cit.
10
Idem.
11
Vid., Sthepens, Joe, "Panel faults Pfizer in ’96 Clinical Trial in Nigeria", Washington Post, 7 de mayo de 2006,
disponible en http//www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/05/06/AR2006050601338_3.html;
tb. Cozar, Álvaro, "La farmacéutica Pfizer conspiró para evitar un juicio en Nigeria", El país, 9 de diciembre
de 2010, disponible en http://www.elpais.com/articulo/internacional/farmaceutica/Pfizar/conspiro/evitar/juicio/
Nigeria/Elpepuint/20101209el pepuint_38/Tes
Fuentes distintas señalan que la Food and Drog Administration (FDA) de Estados
Unidos nunca aprobó el uso de Trovan en niños. Se dice que en 1997 se declaró que
su uso estaba reservado para adultos y durante un tiempo se estimó como el anti
biótico más recetado. Dos años después, el medicamento fue asociado con daños
al hígado y muerte, por lo que la FDA restringió su uso. En virtud de tales efec
tos, fue definitivamente prohibido en el medio europeo.12
Las muertes y afectaciones directas e indirectas están ahí, y las reparaciones eco
nómicas no alivian el daño causado, ya que éste es permanente.
Tessa: Señor, tengo una pregunta ¿Cuál mapa usa Gran Bretaña
cuando ignora a las Naciones Unidas y decide invadir Irak? ¿O cree
que es más diplomático ceder ante la voluntad de una superpotencia
y tomar parte cortésmente en Vietnam, la continuación?
Justin: Pues, no puedo hablar por sir Bernard…
Tessa: Creí que para eso vino
Justin: Los diplomáticos van adonde los envían
Tessa: Igual que los labradores
12
Smith, David, "Pfizer pays …", op. cit.
Justin: Auch… Pues creo sin duda que sir Bernard diría que si se
agotan los medios pacíficos…
Tessa: ¿Se agotan? Sr. Quayle, en realidad no los agotaron, ¿o sí?
Quiero decir, sólo están en el camino de los tanques. No, enfrenté
moslo. Tardamos 60 años para crear la organización internacional
llamada Naciones Unidas cuyo propósito es evitar guerras, y arruina
mos las cosas porque se nos termina la gasolina…
Voz: Siéntate, Tessa.
Justin: Esperen. Veamos que dice. Ella hizo una pregunta válida. Los
intereses comerciales no deciden la política exterior de una nación.
Tessa: Eso es mentira. Hay que responsabilizarse. Le pagan por discul
parse por este país lastimero de Gran Bretaña y él puede explicarnos
porqué quemamos nuestra trayectoria diplomática y porqué estamos
matando a miles de personas inocentes sólo por unos barriles de petró-
leo y una foto en el césped de la Casa Blanca. ¿Por qué?
Escena en la que Tessa conoce al Dr. Joshua Ngaba, titular del Ministerio de
Salud de Kenia
Tessa. Fue niño. ¿Te dijo Justin? Aunque este bebé nació saludable.
¿Verdad bellísimo adorado? Se llama Baraka. Significa bendición.
Sandy: No entiendo.
Tessa: ¿Quién es la madre? Se llama Wanza Kilulu. Tiene quince
años y está muriendo. Kioko tiene doce. Caminó cuarenta kilómetros
para espantar las moscas de su hermana y su bebé. Quizá esa es la
bendición.
Justin: Amor, por favor no.
(…)
Tessa: Si te digo que a la chica de allá están asesinándola… ¿me
creerías?
Sandy: Tessa, estás cansada. Tienes fiebre.
Tessa: No, no es cierto.
Slogan de la empresa
6. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
CAPÍTULO IV
PROFESIONALISMO
c. Preguntas detonantes
7. ANÁLISIS
13
Cfr. Diccionario de la Lengua Española, Real Academia de la Lengua Española. Disponible en http://buscon.
rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_ BUS=3 &LEMA=costumbre (consultado el 10 de noviembre de 2011).
De esta forma, la impresión que nos deja el título del filme es el de un carácter que
se va moldeando y perfeccionando a través de sus vivencias. La historia nos permi
te apreciar cómo, un Justin Quayle tranquilo, de talante dócil, introvertido y pasivo
ante las circunstancias de los otros, va cambiando en tanto encuentra rastros de
injusticia y crímenes que, de manera directa o indirecta, afectan su vida.
14
Vid. Aristóteles, Etica Nicomaquea, Ética Eudemia, trad. Julio Pallí Bonet, Gredos, Madrid, 1988, passim.
siempre con un ánimo desbordado por auxiliar al "otro". Dicho contraste, al final,
logra una resignificación de la importancia que guarda la solidaridad y lo que con
lleva el "quietismo" o no actuar, cuando se sabe lo que representa la indiferencia
en la vida de las personas, pues un acto puede marcar la diferencia.
15
El término prójimo refiere en una de sus acepciones al "hombre respecto de otro, considerados bajo el
concepto de la solidaridad humana". Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española. Disponible
en: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=prójimo (consultado el 10 de noviembre
de 2011).
Los esfuerzos para lograr esta empresa no prosperan, pues el principio de neutra
lidad que guía las acciones de los organismos internacionales de ayuda humani
taria no lo permiten.16
16
Sobre la neutralidad en la asistencia humanitaria puede atenderse a PLATTNER, Denise, "La neutralidad
del CICR y la neutralidad de la asistencia humanitaria" en Revista Internacional de la Cruz Roja, 1/3/1996. Dispo
nible en: http://www.icrc.org/spa/resources/documents/misc/5tdlsy.htm (consultado el 15 de noviembre de 2011)
Así, con el objetivo de salvar a una niña pequeña, Justin trata de convencer con
dádivas al capitán del avión. La paradoja que presenta la violación de un princi
pio de derecho internacional humanitario y sus consecuencias, ante el obscuro
futuro de una niña que pudo ser salvada de violaciones, hambre y tal vez una muer
te inmediata, da pie para iniciar el debate sobre los mejores medios para lograr un
fin y sobre el fin en sí mismo. Sin duda, estamos frente a un caso difícil.
La dinámica del filme nos lleva a reflexionar sobre el deber que impera en las acti
vidades humanas remuneradas, dentro del entramado de significados y conse
cuencias que entraña la división contemporánea del trabajo. La labor de Tessa
como voluntaria y la indagación de Justin sobre su muerte, muestran actividades
viciadas de un gran número de profesionistas. Se observan médicos, tanto del
servicio de salud pública como privada, policías, miembros del servicio exterior de
17
En las teorías señaladas caben las siguientes afirmaciones, ya sea el "mayor bien neto", o bien "las mejores
consecuencias", "un mal menor", "el menor daño neto", "un mayor saldo de bien respecto del mal que cabría
esperar de cualquier acción alternativa disponible", entre otras formulaciones.
Así, este interés por el mejor desempeño de las profesiones no representa sólo un
llamado para el desarrollo de cada una de las personas, en cuanto se piensa que
el perfeccionamiento del individuo lleva a cada ser humano a desarrollarse de tal
forma que cumpla con sus expectativas a nivel personal, sobre "la vida" y "su vida";
sino que, una vez cubierta la satisfacción que implica la realización de "su sentido",
evoca el sentimiento por lo contribuido en el desarrollo de la vida en común y el
bienestar de la sociedad.
A nivel individual se ha denominado a este estado del ser humano como de "reali
zación" (fullfilment), y este a su vez nos recuerda los conceptos de eudaimonía y
beatitudo de la época antigua y el medioevo, utilizados para significar el fin último
del ser humano. Dichos términos se relacionan directamente con la idea de com
pletitud, felicidad y contemplación en la maximización de aquellas capacidades del
ser humano que lo elevan a ser lo mejor que puede ser.
Esta noción de fin último no se queda en el campo de la persona como ser aislado,
pues la perfección viene precisamente de la interacción, de aquellas pasiones y
sentimientos que a su vez son causados y templados por, y a causa del otro, y de
las enseñanzas y motivos que la vida en común traza a lo largo del camino de un
ser humano. Así, la retroalimentación y sentimiento de realización se da muchas
veces en razón del comportamiento aprehendido y del deber cumplido para con
los demás. Es por ello que la justicia ha sido considerada como la virtud más
elevada.18
De esta manera, en cuanto la ética resulta inseparable de la vida de los seres hu
manos (pues sus acciones se conducen siempre, de manera libre y voluntaria,
hacia conductas mejores o peores), se afirma que de manera proporcional al per
feccionamiento del individuo y de la sociedad (en valores), puede también propi
ciarse su vicio y detrimento.
Una de las vías de aportación directa del individuo, hacia su entorno o comunidad,
es la realización de su trabajo, ya que en él se imprimen esfuerzos que dejan huella
en todas las cosas y personas que de manera contingente o directa se encuentren
relacionadas.
En la historia que nos ocupa, se observa cómo muchos de los personajes corrom
pen sus actividades y dejan su deber de lado por motivos económicos. Enseguida
un par de ejemplos.
18
"Por la misma razón, la justicia es la única entre las virtudes, que parece referirse al bien ajeno, porque
afecta a los otros; hace lo que conviene a otro, sea gobernante o compañero […] el mejor (hombre), no es el
que usa de la virtud para consigo mismo, sino para con otro; porque esto es una tarea difícil". Aristóteles,
Ética Nicomaquea, V, 1, 1130a.
i) Médicos
Puede verse como personal médico contratado para tomar muestras de la pobla
ción y dar seguimiento a los tratamientos aplicados, labora normalmente a pesar
de que tiene conocimiento de los fines de las empresas y que esto supone aprove
charse de la pobreza, ignorancia y necesidad de la gente de Nairobi. Los formatos
y procedimientos aparentan la aplicación de protocolos médicos de atención y
ensayos clínicos de medicamentos nuevos.19 Sin embargo, la obtención de la
firma en el formato de "conocimiento informado" no basta cuando se presume que
las personas que acuden al tratamiento, lo hacen porque no pueden acceder a
servicios médicos públicos por su carestía e ineficacia y, mucho menos, a servi
cios médicos privados, por falta de recursos económicos en aquello que implica
la contratación del servicio profesional y el pago posterior de los medicamentos
que se requieren.
Así pues, sin procurar realmente información sobre el servicio que se provee, los
médicos tratantes faltan a la ética de su profesión cuando, en lugar de propor
cionar a sus pacientes el mejor tratamiento posible y velar por su recuperación,
sirven a los fines de una empresa a la que le interesa únicamente vender un
producto.
ii) Policías
19
Existen documentos a nivel internacional que establecen principios éticos y directrices que deben ser
respetados en las investigaciones médicas : Informe Belmont, Declaración de Helsinki de la Asociación Médica
Mundial, Pautas Éticas Internacionales para la Investigación Biomédica en seres humanos (normas CIOMS), estu
dio del Nuffield Council of Bioethics (NBC), recomendaciones de la National Bioethics Advisory Commission
(NBAC), Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos (DUBDH) de la UNESCO. Se presume, por el
contexto en que se desarrolla el presente análisis, que la normativa enunciada es poco observada por quienes
se encuentran sumergidos en dichas actividades. En ese sentido urge formular un llamado a que se apliquen
y se tomen en serio dichos parámetros, pues lo que está en juego y que representa los medios de que se vale la
investigación, son vidas humanas.
La corrupción cómo móvil de cada una de las acciones de los grupos encargados
de velar por la seguridad pública en una población determinada, imprime en la
sociedad una sensación de desconfianza que genera círculos viciosos de miedo e
Esta idea que se extiende a cualquiera de los trabajadores del Estado, se muestra
en el transcurso de la misma escena, cuando los propios policías insinúan la pro
pensión a la mentira y corrupción del personal diplomático.
20
"La identificación del otro y/o del enemigo es un aspecto siempre presente en la constitución de la propia
identidad". Cisneros, Isidro, "Derechos Humanos de los pueblos indígenas en México", Contribución para
una ciencia política de los derechos colectivos, Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, México,
2004, p. 21.
En un país con uno de los índices más altos de pobreza, de desnutrición, de perso
nas enfermas de Sida, se presentan contradicciones absurdas en la realidad, como
el que Kenia sea considerado como uno de los principales países productores de
petróleo en África, o que altos funcionarios viajen en autos de lujo.
Ante dichas condiciones, basta dejar volar un poco la mente para que el indicio
más fuerte de las causas en la desigualdad en las condiciones de vida de un Esta
do como este, sea la corrupción, o el ultraje de países con mejores condiciones
económicas que se aprovechan del precario contexto político, social, económico y
moral de países más pobres.21
21
Vid. Giddens, A., Un mundo desbocado: los efectos de la globalización en nuestras vidas, Taurus, México,
1999. En un ejemplo concreto en Jakarta, empresas como Nike pagaban a sus trabajadores alrededor de 150
pesetas al mes por producir zapatos deportivos, cuando su costo en el mercado era, cuando menos, de 22,500.
Cfr. Aguirre, Mariano, "Entre el cielo y el infierno en Jakarta", El País, 20 de junio de 1998.
Dentro del filme, el círculo del desencanto, o de la verdad que se consolida ante
nuestros ojos, crece cuando se pone en evidencia a los miembros de la embajada
británica como los facilitadores del negocio entre la farmacéutica de origen
suizo-canadiense (KDH) y la empresa inglesa (TB). El fin que sustenta tal vínculo
no es otro que un juego de ganar-ganar para funcionarios públicos que atraen
inversión privada a su país para generar empleos, que reciben ganancias ilícitas
derivadas de la corrupción y que consiguen "prestigio" o "reconocimiento moral"
por la "ayuda" que se brinda a países "menos desarrollados".
En este contexto, resulta esencial resaltar aquello que se entiende y se busca en los
trabajadores al servicio del Estado. Un servidor público o funcionario público es
aquél que coadyuva en las actividades de la macroorganización que, en los tiem
pos contemporáneos, significa el Estado.
El Estado como idea que agrupa el concepto de organización política con el poder
de estructurar y ordenar el funcionamiento de la sociedad, reúne en su seno a un
número importante de personas que dedican su tiempo, conocimientos y esfuer
zo a las actividades que han de desarrollarse para que giren los engranes del
Leviatán.
22
Señalados por el texto del Código de ética del Poder Judicial de la Federación.
23
Sobre este punto resulta necesario afirmar que la corrupción supone siempre dos partes, una que la incita
y otra que accede. Así, las grandes industrias incurren en actos de corrupción en todos los ámbitos relacionados
con su actividad, violentando principios y normas, tanto morales como jurídicas, que laceran su "sentido" de
participación al interior de la sociedad. De esta manera, resulta importante reconocer que el llamado por un
gobierno responsable se ve ligado necesariamente al ejercicio cívico solidario y comprometido.
24
Vid. Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930; sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindi
cación, 1949; sobre la igualdad de remuneración, 1951; sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957; sobre la dis
criminación, 1958; sobre la protección contra las radiaciones, 1960; sobre la política del empleo, 1964; sobre
asistencia médica y prestaciones monetarias de enfermedad, 1969; sobre la edad mínima, 1973; sobre el cáncer
profesional, 1974; sobre el desarrollo de los recursos humanos, 1975; sobre las peores formas de trabajo infantil,
1999, etcétera. Recomendación sobre el medio ambiente de trabajo (contaminación del aire, ruido y vibracio
nes), 1977; sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981; sobre los trabajadores con responsabilidades
familiares, 1981; sobre los productos químicos, 1990; sobre la prevención de accidentes industriales mayores, 1993;
sobre seguridad y salud en las minas, 1995; sobre la seguridad y la salud en la agricultura, 2001, entre otros.
Algunos ejemplos de los esfuerzos realizados se concretan en, por lo menos, cua
tro documentos de la Oficina Internacional del Trabajo, cuyas declaraciones tripar
titas han pretendido conciliar los intereses de las partes, para atraer a las empresas
a que voluntariamente apliquen directrices favorables para los trabajadores y
las sociedades en las que se encuentren.25
25
En 1977 la OIT adopta la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política
social (con enmiendas en noviembre de 200 y marzo de 2006); la Declaración relativa a los principios y derechos
fundamentales en el trabajo, adoptada en 1998; el Pacto mundial de las Naciones Unidas, de 1999; y la Declaración
de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa, adoptada el 10 de junio de 2008.
26
En el proceso de elaboración de dicha norma se ha contado con varios grupos de trabajo integrados por
cientos de expertos, así como observadores independientes, integrantes de países miembros y organizaciones
vinculadas a los intereses que guían las normas. En 2009 se habla por ejemplo de la participación de 430 exper
tos, 135 observadores, 90 países miembro y 42 organizaciones de vinculación. Cfr. Molina, Jorge, "Norma Inter
nacional de responsabilidad social, ISO 26000: Un proceso único", disponible en http://www.alconsumidor.org/
noticias.phtml?id=2064 (consultado el 20 de noviembre de 2011)
Así, se confirma por algunos sectores que el objetivo primario de las corporaciones
es producir y obtener ganancias por ello. Derivado de aquél contexto, algunos han
llegado a afirmar que si las empresas han entrado al juego de la responsabilidad
social, no es sino por interés, pues a través de acciones que simulan la contribu
ción al bien común, alcanzan los fines económicos que buscan.29
A lo largo de la historia que nos atañe, se muestra a dos empresas que disfrazan
los ensayos clínicos de un medicamento contra la tuberculosis, con el fin de supe
rar los mínimos internacionales para su producción inmediata y venta mundial.
El hecho de que se dé asistencia gratuita a los gobiernos y que se preste servicio
médico y medicamentos sin costo a las personas de países sin recursos econó
micos, implica el reconocimiento internacional por llevar a efecto actividades
humanitarias, además de las respectivas deducciones en impuestos, conjunto de
circunstancias que redunda al final en mayores ganancias.
27
Norma Internacional ISO 26000:2010, Guía de responsabilidad Social, primera edición1o. de noviembre
de 2010, disponible en: http://www.globalstd.com/pdf/rs-iso26000-2010.pdf (consultado el 20 de noviembre de
2011).
28
Oficina Internacional del Trabajo. Consejo de Administración, Iniciativa in Focus sobre responsabilidad
social de la empresa, GB.295/MNE/2/1, 295ª reunión, Ginebra, marzo de 2006.
29
Cfr. Lipovetsky, G., El crepúsculo del deber, Anagrama, Barcelona, 2005. Sobre esta afirmación, véase por
ejemplo: Melé, Domenec, "Las cinco mayores compañías farmacéuticas: imagen corporativa y críticas en res
ponsabilidad social", IESE Business School-Universidad de Navarra, n. 06/5, Marzo, 2006.
30
Aquellos que siguen la tendencia alemana que afirma la posibilidad de que se entiendan violaciones a
derechos humanos por entes particulares, podrían señalar entre otros, la violación al derecho a la verdad.
Cuando Justin se hace pasar por periodista y habla con el Dr. Lorbeer, creador del
Dypraxa, enuncia de manera sistemática los delitos cometidos por las farmacéu
ticas: corrupción, uso de conejillos de indias africanos, realización de pruebas
baratas para drogas precarias, toma de consentimiento informado por extorsión,
tumbas sin marca y homicidios; eventos que dejan atrás a la imaginación y se ins
talan en la cotidianidad.
Acontecimientos como éstos han sido documentados a lo largo del tiempo, confor
me la industria de la salud ha ido ganando terreno. De esta manera, no sorprende
encontrar material en el que se registre que las empresas farmacéuticas más im
portantes alrededor del globo, no sólo han "creado enfermedades" a la medida de
las preocupaciones contemporáneas, como la calvicie, la pérdida de peso,31 o la
"disfunción sexual femenina",32 sino que por ello se ha dejado atrás la investiga
ción, subvencionada por Estados y organizaciones internacionales para combatir
enfermedades graves, que provocan la muerte de miles de personas al año como
la malaria o el dengue.33
31
Se hace referencia expresamente a la necesidad creada de la población por lograr una esbeltez excesiva por
cuestiones meramente estéticas, sobrepasando los límites saludables de peso bajo, en relación con la talla.
32
Forcades I VILA, Teresa, Los crímenes de las grandes compañías farmacéuticas, Cuadernos CJ, n. 141,
Barcelona, 2006.
33
Ante esto se afirma que "la lógica del mercado no lleva a desarrollar productos para poblaciones pobres".
Melé, Domenec, "Las cinco...", op. cit., p. 8.
34
Idem; tb. Peralta, V., Ensayos clínicos, industria farmacéutica y práctica clínica, Anales del Sistema Sanita
rio de Navarra, vol. 28, n. 1, enero-abril, 2005, pp. 7-16.
¿Puede estimarse que un giro empresarial con un impacto tal, puede ser sólo
considerado desde la visión privada de la industria y el comercio? ¿Es verdad que
desde el punto de vista comercial es legítimo que una industria intente vender su
producto?
35
Humanidad entendida como el conglomerado de la especie humana, y a su vez como el conjunto de rasgos
positivos del ser humano como la compasión o el altruismo.
36
El humanismo entendido como la doctrina o actitud vital basada en una concepción integradora de los
valores humanos. Véase http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=humanismo
Así pues, esta historia nos muestra la importancia del comportamiento ético en
todos los ámbitos de la vida del ser humano, pues las buenas o malas decisiones
sobre los medios y fines a perseguir, determinarán la responsabilidad que cada
uno debe asumir en los roles sociales en los que le toque participar. Muchas son
las vidas que van de por medio.
8. BIBLIOGRAFÍA
AGNELL, Marcia, The truth about the Drug Companies: how they deceive us and
what to do about it. Is the party over?, Random House, New York, 2004.
ARISTÓTELES, Ética Nicomaquea, Ética Eudemia, trad. Julio Pallí Bonet, Gredos,
Madrid, 1988.
LEVINAS, Emmanuel, Humanismo del otro hombre, Siglo XXI, México, 2005.
37
Cfr. Bauman, Zygmunt, Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre, Tusquets, Barcelona,
2007, passim.
9. PELÍCULAS RELACIONADAS
Diamante de sangre
(Blood diamond)
Director: Edward Zwick
País: Estados Unidos
Género: Aventura y Drama
Año: 2007
Idioma: Inglés
Duración: 143 min.
La corporación
(The Corporation)
Director: Jennifer Abbott, Mark Achbar,
Joel Bakan
País: Canadá
Género: Documental/Historia
Año: 2003
Idioma: Inglés
Duración: 145 min.
Secretos Peligrosos
(The Whistleblower)
Director: Larysa Kondracki
País: Alemania-Canadá
Género: Drama
Año: 2010
Idioma: Inglés
Duración: 112 min.
605
1
http://todocine.com/pre/oscar00031995.htm
607
2. SINOPSIS
La historia se desarrolla en los años ochenta en los que una persona (Matthew
Poncelet) es condenado a ser ejecutado vía inyección letal por haber asesinado a
dos adolescentes en el Estado de Louisiana.
No obstante ello, la hermana Helen, quien cree fervientemente en la historia del reo
respecto a su inocencia, ayudada por un abogado amigo suyo comienza a escribir
cartas a distintas instituciones apelando a los derechos humanos, llegando al
grado de solicitar el indulto del Gobernador del Estado.
Durante toda la película se aprecia cómo la citada Helen busca aliviar el dolor que
todo el asunto del homicidio causó tanto a las familias de los fallecidos como a la
del supuesto agresor. Maneja el argumento de que, con independencia de que las
personas hayan o no cometido algún crimen, la pena de muerte constituye uno
más, de manera que sea cual fuera su error, éste no puede castigarse con la priva
ción de la vida de un ser humano.
Refleja la lucha de la hermana Helen, quien aun cuando no cuenta con un título de
abogado, sí hace esas funciones auxiliada en cierta manera por un amigo suyo,
quien la encauza a seguir en la búsqueda, sobre todas las cosas, del respeto a la
vida de todo ser humano, no obstante si ha cometido o no algún delito.
Con la finalidad de exculpar a su hermano, Elmo sostuvo que él había sido el único
que había disparado a los occisos, por lo que en su oportunidad fue condenado.
Durante el tiempo de espera a la ejecución de su sentencia estuvo asistido espiri
tualmente por la hermana Helen Prejean,2 quien pugnó en todo momento por el
respeto a la vida de los seres humanos.
5. FICHA DE TRABAJO
Esta película refleja algunos principios contenidos en el Código de Ética del Poder
Judicial, como:
2
http://www.prejean.org/Media/Sister_Prejean.jpg
3
http://www.executedtoday.com/2010/04/05/1984-elmo-patrick-sonnier-dead-man-walking/
b. Preguntas detonantes
4
Tal y como sucedió en la realidad, por las autoridades locales de Texas, con la ejecución del mexicano
Humberto Leal García, la cual se llevó a cabo aun ante petición del Presidente de los Estados Unidos y del Poder
Legislativo a nivel federal, el siete de julio de dos mil once.
6. PELÍCULAS RELACIONADAS
Milagros inesperados
(The Green Mile, 1999)
Director: Frank Darabont
Reparto: Tom Hanks y Michael Duncan
Clarke
Crimen verdadero
(True Crime, 1999)
Director: Clint Eastwood
Reparto: Clint Eastwood,
Isaiah Washington
613
1
Película también conocida como: Guilty as Sin (Estados Unidos); L'avocat du diable (Canadá, Francia);
´´ égve (Hungría); Culpa Formada (Portugal); De advocaat en de duivel (Países
Adwokat zbrodni (Polonia); Bunben
Bajos); El abogado del diablo (España); Enohos san amartia (Grecia); Hudicev odvetnik (Eslovenia); Jenseits der
Unschuld (Alemania); Nesumnjivo kriv (Serbia); Per legittima accusa (Italia); Skyldig som synden (Suecia); Skyldig!
(Dinamarca); Syyllinen (Finlandia) y Tan culpable como el pecado (Argentina).
615
Luis Guzmán
Robert Kennedy
James Blendick
Tom Butler
Christina Baren
País: USA
Año: 1993
Género: Intriga
Duración: 120 minutos
2. SINOPSIS
Jennifer Haines, una atractiva y brillante abogada, tiene que defender a David
Greenhill, un playboy acusado del brutal asesinato de su millonaria esposa. Al prin
cipio Jennifer es seducida por el refinado encanto de David, pero pronto descubre
los secretos de su cliente, por lo que se encuentra moralmente obligada a entre
garle a la policía de una u otra manera.
2
http://clementinelagranpantalla.blogspot.com/2011/04/sidney-lumet.html, página consultada el día 02 de
julio de 2011.
Palabras muy ciertas y en las cuales se denotan las virtudes judiciales de la Juez
que hace valer el derecho de los justiciables al negarle a la defensora la solici
tud de abandonar el caso de David Greenhil, "es una afrenta al sistema". Es un
derecho de los justiciables que la administración de justicia sea impartida por
jueces con autoridad moral que garanticen una justicia accesible, pronta, com
pleta, imparcial y preventiva, basada en la letra o la interpretación jurídica de la
ley y, a falta de ésta, en los principios generales del derecho, sin que se privilegie
cualquier otro interés.
Jennifer Haines maneja un perfil de cámaras y entrevistas, "soy tan buena" y "me
siento independiente", pero dentro de la línea del deber y los tecnicismos se apre
cia la ética moral de la abogada al preparar el juicio. Se da cuenta que su cliente la
está utilizando y se enfrenta a un conflicto interno de valores y virtudes que han
sido trastocados por el cliente al contarle detalles del homicidio y de otros más que
la hacen sentir atada de manos por la confidencialidad abogado-cliente: "La Ley
me prohíbe repetir cualquier cosa que me diga confidencialmente".
Es una película que contiene principios, virtudes, ética judicial y moral, todos los
relacionados con vicios que coexisten e interactúan de manera compleja, tanto
que se llega a dudar dónde comienza uno y termina el otro, pareciera que son el
mismo. Es precisamente esto lo que nos interesa, tratar de desenmarañar la trama
que se convierte en una excelente lección para la orgullosa y vanagloriada abogada
defensora, que se dio cuenta que no debe buscar solamente la fama con asuntos
que la hagan salir en la televisión y en la prensa, se debe borrar todo criterio prees
tablecido; asimismo, ser prudente en el actuar, responsable al asumir las conse
cuencias de los actos y tener la fortaleza necesaria para resistir las influencias
nocivas que perjudican el proceder, porque la confianza y el respeto social que se
merezca será el resultado de un trabajo dedicado, responsable y honesto.
a. Escenas
DAVID: Veo que nuestra relación era más fuerte de lo que creía "Hasta
que la muerte os separe" y todo ese rollo.
JENNIFER: No se atreverá a hacerme nada, Mou tiene un montón de
pruebas en su contra desde Boston hasta Atlanta, si yo sufriese
algún accidente…
D: Es una bonita noche para tener uno, como le ha pasado a Mou,
eso lo cambia todo, pobre Jennifer, has tenido un mes horrible, prime
ro le dan una paliza a tu novio, luego te anulan un juicio y ahora tu
mejor amigo va y se muere, es como para suicidarse.
J: Nadie lo creerá David.
D: No sé yo, hasta ahora todo mundo ha creído lo que yo quería.
No te dejaré marcas, sólo un pequeño empujón.
J: (Se le va encima) Y si te araño, prueba "A" restos de piel en mis
uñas, prueba "B" pelo tuyo en mis manos, prueba "C" un mordisco.
(Forcejean en el balcón) Hijo de perra, cabrón. (Ambos caen)
PHIL: Te vas a poner bien cariño,
J: Phil
P: Te pondrás bien.
J: He vencido Phil, le he engañado, era un caso difícil.
b. Frases a destacar
5. FICHA DE TRABAJO
a. Tema
Independencia
Imparcialidad
Objetividad
Profesionalismo
Excelencia
Humanismo
Justicia
Prudencia
Responsabilidad
Fortaleza
Compromiso social
Lealtad
Perseverancia
c. Preguntas detonantes
6. ANÁLISIS
David logra su libertad bajo fianza y sostiene su inocencia, pero muestra signos de
una conducta irracional que hacen a Jennifer desconfiar de él. Le asigna a su
amigo Mou (Jack Warden) que haga algunas investigaciones respecto a su cliente
y empieza a descubrir el pasado turbio del acusado. Greenhill, mientras tanto, apa
rece inesperadamente en la vida social de Haines, la acosa y lanza indirectas de
que algo está pasando entre ellos; a Phil no le gusta el tipo de relación que se está
dando entre su novia y su cliente y le pide a Jennifer dejar el asunto, situación que
motiva un disgusto entre ambos. Jennifer se niega a renunciar al caso hasta que se
da cuenta de las tretas de David y la forma de jugar con ella. La abogada comienza
a tenerle miedo a su cliente y solicita ayuda a sus superiores para retirarse del
caso y encuentra la excusa perfecta para hacerlo en el adeudo de sus honorarios;
sin embargo, la Juez (Dana Ivey) señala que es su propia culpa y le niega que aban
done a su cliente.
Mou investiga que Greenhill tiene un historial con mujeres mayores que por lo ge
neral terminan muertas. Haines fortalece su decisión de querer deshacerse de él
como cliente, pero se encuentra obligada por ética al privilegio abogado-cliente,
por lo que trata de sabotear su propio caso al plantar pruebas en el apartamento de
David y anónimamente hablar con la policía, con la esperanza de que conduzcan a
su detención y condena. Él sabe que ella está detrás suyo y se venga agrediendo
cruelmente a su novio Phil, que termina hospitalizado.
El caso finaliza con un juicio viciado de nulidad después de que el jurado no llega
a un veredicto unánime. Se acuerda que se inicie un nuevo juicio. Greenhill aparen
temente satisfecho, muestra inconformidad porque nunca tuvo la oportunidad de
subir al estrado, por lo que lo hace en privado con Haines en la sala vacía, reve
lando que él la había conocido en televisión y confiesa que, efectivamente, mató a
su esposa y proporciona detalles vívidos; sin embargo, sabe que ella plantó la evi
dencia y la usa para chantajearla, porque ya está cansado de ella. Haines sabe que
será la siguiente víctima del psicópata, por lo que se prepara para revelar todo, aun
a costa de su carrera.
7. FUENTES
http://www.peliculas-sevillistas.com/2011/04/ver-y-descargar-el-abogado-del-
diablo.html, visitado en el mes de julio de 2011.
http://es.movies.yahoo.com/e/el-abogado-del-diablo/photos-165867-2023.html,
página consultada el mes de junio y julio de 2011.
http://clementinelagranpantalla.blogspot.com/2011/04/sidney-lumet.html página
consultada el día 02 de julio de 2011.
8. PELÍCULAS RELACIONADAS
Mentiroso, mentiroso
(Liar-liar, 1997)
Monster (2003)
Tierra Fría
(North Country, 2005)
635
637
País: Suecia
Año: 2003
Género: Drama-thriller juvenil
Duración: 107 minutos
2. SINOPSIS
Erik no pretende ser nuevamente expulsado, pero tampoco someterse a las refe
ridas prácticas, lo que lo obliga a luchar por su dignidad sin dejarse llevar por la
violencia que amenaza su futuro. Comienza, así, a enfrentarse al sistema, pero
a través de las propias posibilidades que éste le brinda.
Mikael Håfström nació en Skane län, Suecia, en 1960. Estudió cine en la Universi
dad de Estocolmo y en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York. Comenzó su
carrera en la televisión sueca, y desde 1989 ha dirigido en ella diversas series.2
1
Cfr. http://www.videomaniaticos.com/comprar/ficha_pelicula.asp?id_pelicula=14530
2
http://www.hoycinema.com/perfil/Mikael-Hafstrom.htm;y, http://www.videomaniaticos.com/comprar/ficha_
actores.asp?id_personaje=16947 (Direcciones electrónicas consultadas el 13 de octubre de 2011).
Mikael Håfström "tiene un estilo muy personal que combina una superficie atrac
tiva con un contenido profundo. Una combinación difícil de encontrar".3
Filmografía: Vendetta (1995), Vivir la vida (2001), El fantasma del lago (2004), Sin
control (2005), 1408 (2007), Shangai (2010), El rito (2011).
a. Escenas a destacar
El lapso en el que Erik se dirige hacia el ring y a medio camino decide no ir,
a pesar de saber que ello motivaría que fuera causa de burlas.
3
http://argijokin.blogcindario.com/2006/07/04294-solo-contra-si-mismo-la-vida-de-un-adolescente-conflictivo-
expulsado-de-la-escuela.html (Dirección electrónica consultada el 13 de octubre de 2011).
El director de la escuela a Erik: "Hay una palabra para definir a gente como
tú, y esa es ‘malvado’, maldad en su expresión más pura. No hay otra expli
cación. Necesitas una buena paliza".
Pierre Tanguy a Erik: "Aquí los alumnos mantienen el orden. Es el punto del
espíritu de equipo".
Erik a Pierre Tanguy: "No quiero tener problemas, por eso estoy aquí".
Pierre Tanguy a Erik: "Te buscan a ti, pero han cambiado de táctica".
Silverheim a Erik: "Si todos cumplieran las reglas todo sería más fácil, para
eso están las reglas".
Erik a Pierre Tanguy: "Sólo sé que en esta vida hay que rebelarse contra
gente como Silverheim. Alguien como él no debería ganar, ni ahora ni
nunca".
Palabras de Erik a Pierre Tanguy: "Yo puedo pelear. No un poco, mucho más
de lo que imaginas. Lo he hecho toda la vida, una vez que comienzas nunca
termina".
Palabras del maestro de biología a sus alumnos: "Lo que distingue a los
seres humanos de los animales no es sólo la inteligencia, sino también la
moral … la habilidad para saber la diferencia entre el bien y el mal".
5. FICHA DE TRABAJO
a. Preguntas detonantes
6. ANÁLISIS
La película muestra la metamorfosis del personaje central, pues Erik deja de ser un
joven violento acostumbrado a resolver sus problemas a través de los golpes, y se
convierte en una persona contenida, sin que ello lo lleve a denigrarse o a ir en con
tra de sus propios principios y valores, pues aprende a darse a respetar y a salir de
las situaciones adversas a través de otras vías, siendo factores decisivos para su
cambio la promesa de no arruinar su última oportunidad para llegar a sexto año,
hecha a su madre antes de entrar el internado; el apoyo y consejo de su compañero
de cuarto Pierre Tanguy, quien le enseña a Erik que existen otras formas de luchar
además de brindarle su amistad incondicional, llegando su lealtad al grado de
estar dispuesto a ser víctima de agresiones antes de darle la espalda a su amigo, y
finalmente, su relación con Marjia, quien lo hace sentirse querido y le da fuerza
para continuar.
Solo contra sí mismo es una película en la que, por un lado se evidencia la falta de
valores que impera en la sociedad, mientras que por el otro se exaltan importantes
virtudes como el humanismo, la justicia, la prudencia, la fortaleza, la lealtad y la
perseverancia.
Se considera, por tanto, que la película puede representar un aliciente para los
jóvenes que sufren de este tipo de prácticas, pues muestra que es posible enfrentar
dicha situación y salir de ella; además de que evidencia que las personas abusa
doras son, en realidad, las más cobardes y que precisamente buscan esconder su
7. FUENTES
http://www.hoycinema.com/perfil/Mikael-Hafstrom.htm; y, http://www.video
maniaticos.com/comprar/ficha_actores.asp?id_personaje=16947 (Direcciones
electrónicas consultadas el 13 de octubre de 2011).
http://argijokin.blogcindario.com/2006/07/04294-solo-contra-si-mismo-la-vida-
de-un-adolescente-conflictivo-expulsado-de-la-escuela.html (Dirección electróni
ca consultada el 13 de octubre de 2011).
647
1
http://www.abandomoviez.net/indie/pelicula.php?film=3284 Página consultada el 13 de julio de 2011.
649
2. SINOPSIS
Este filme resulta ser un excelente ejemplo de los vicios que puede desarrollar
cualquier sistema de justicia, en este caso el norteamericano, dejando entrever las
deficiencias de un jurado ciudadano susceptible a la manipulación y a los abusos
de las partes.
Runaway Jury o "Tribunal en fuga" es una película con una diversidad en sus perso
najes. Por un lado el clásico hombre que desea ganar a costa de quien sea y de lo
que sea, por el otro, el contraste con el abogado que antepone por sobre todas las
cosas su moral intachable y su gran sentido de la justicia. Pero el matiz lo tene
mos con los personajes de Marlee y Nick, quienes en primera instancia se mues
tran como personas que tienen un plan para lograr manipular al jurado y hacer un
gran negocio, vendiendo el veredicto al mejor postor, aunque finalmente se descu
bre que Marlee y Nick elaboraron aquel plan sólo para desenmascarar al hombre
que desde años atrás se ha dedicado a perjudicar a personas inocentes, como la
familia de Marlee.
Por un lado, tenemos claramente definidos los papeles del bueno y el malo, pero
con Marlee y Nick no podemos dilucidar sobre la real naturaleza de sus personajes,
a. Escenas sobresalientes
Es interesante observar la lucha por el poder que surge dentro del jurado,
muchos eran los candidatos para ser presidente, cada uno de ellos se creía
con mejor derecho que el otro, al final el cargo lo asume un hombre invi
dente que, como algunos dijeron, emulaba a la justicia. No obstante el des
acuerdo más fuerte surgió a la hora de dirimir sobre el fallo final, ahí el
señor Herrera (ex marino) explotó con una serie de argumentos en contra
de la viuda, pues señaló que tuvo compañeros de guerra que perdieron bra
zos, piernas e incluso la vida y nadie hizo nada para ayudarlos, por lo que no
encontraba ningún motivo para votar a favor de la viuda. Ante tales argu
mentos, los restantes integrantes del jurado se quedaron sorprendidos, no
b. Frases trascendentes
5. ANÁLISIS
a. La trama
Ante los tribunales de los Estados Unidos de América, una mujer interpone formal
demanda en contra de una poderosa empresa dedicada a la venta de armas, a la
La parte actora decide que el juicio se desarrolle bajo la modalidad de jurado, elec
ción que sin duda repercute directamente en el futuro del asunto. Apareciendo en
escena Rankin Fitch (Gene Hackman) el implacable asesor de jurados, quien hará
hasta lo imposible por escoger a los jurados idóneos y así obtener una sentencia
favorable, no importándole usar todo tipo de artimañas. Su centro de operación se
ubica en un viejo barrio francés, donde tiene montado un sofisticado equipo para
realizar una investigación exhaustiva de los posibles jurados, con el fin de encon
trar a los mejores prospectos según sus intereses.
Pero ambos abogados pronto descubrirán que no son los únicos interesados en
tratar de obtener el voto del jurado. Nick Easter (John Cusack) es el jurado número
nueve, quien en primer momento aparenta un total disgusto por haber sido elegido
como parte del jurado, pero pronto se descubrirá que realmente se trata de una
estrategia para ser elegido y una vez dentro influir en la conducta de los restantes
miembros del jurado; al mismo tiempo, Marlee (Rachel Weisz), hace creer a Fitch y
a Wendall que poseen el control del jurado y que está dispuesta a venderlo al mejor
postor.
Una vez que Fitch ve amenazada su estrategia centra toda su atención en investi
gar minuciosamente a Nick y Marlee, con el único fin de descifrar el plan que tienen
en manos, lo que sin duda desata una persecución atroz.
Finalmente, llega el día de emitir el fallo definitivo, Fitch necesita asegurar el voto a
favor de la industria armamentista, se ve acorralado y compra al jurado por quince
millones de dólares, pero descubre muy tarde que todo era una farsa, Marlee y Nick
nunca tuvieron el control del jurado, sólo se limitaron a mantenerlo alejado de su
influencia, por lo que esta vez el jurado emitirá su voto de forma libre. Así, todo
es incertidumbre en el juzgado, el presidente del jurado se pone de pie y manifiesta
que el voto es a favor de la viuda, condenando por primera vez en la historia a la
compañía fabricante de armas.
b. Principales reflexiones
Esta película resulta ser un excelente ejemplo de los vicios del sistema judi
cial norteamericano, donde la justicia deja de ser el objetivo fundamental.
Runaway Jury, es una oportunidad para entrever los vicios que existen en el
sistema de justicia americano o, más bien, en el ser humano. La ambición,
el egoísmo, la soberbia y la falta de humanidad, son antivalores que llevan a
las personas a extremos inimaginables, como el caso del "brillante" asesor
de jurados.
Marlee y Nick son un par de jóvenes que lo único que hicieron fue armar
una treta para desenmascarar a Ficht, por lo que su fin era válido, no así la
forma de llevarlo a cabo, pues finalmente hicieron lo que tanto criticaban:
manipular el sistema de justicia, mostrando así las deficiencias del mismo.